Comunicación y desarrollo: diálogos de compromiso. Comentarios a una conferencia de Manuel Chaparro en la Universidad Austral de Chile
- I. Charla
"Política informativa y construcción de la
realidad". Por Manuel Chaparro - II. Raíces de un
Diálogo de Compromiso - Bibliografía
- Notas
Este trabajo es
fruto de un diálogo
entre experiencias distantes en lo físico y hermanas en lo
social y político. El encuentro se desarrolló entre
el Área Radiofónica del Instituto de Comunicación
Social de la Universidad Austral de Chile y la Red de Emisoras Municipales
y Comunitarias de Andalucía de Radio y Televisión, con la gestión
de la ONG ECO,
Educación
y Comunicaciones
de Santiago de Chile.[1] Presentamos en principio la exposición
de Manuel Chaparro en cuatro acápites: Desarrollo
sostenible, Derecho a la
Comunicación, Democracia
Participativa, y Consecuencias Prácticas. En ellas se
trabaja la vinculación de los conceptos de comunicación y desarrollo desde la
experiencia del equipo que lidera la red EMA–RTV de
Andalucía.
La Asociación de Emisoras Municipales y
Comunitarias de Andalucía de Radio y Televisión, EMA RTV, fue creada en 1984 y
hoy posee más de cien estaciones conectadas que comparten
programación e intercambian contenidos,
generando un conocimiento y
vínculo entre las zonas de Almería, Cádiz,
Córdoba, granada, Huelva, Jaén, Málaga,
Sevilla y una emisora en Barcelona. Además trabajan
vinculados con estaciones, organizaciones,
movimientos de Bolivia, El
Salvador, Guatemala y
Argentina (web: emartv.com)
Manuel Chaparro Escudero, es uno de los fundadores de EMAR TV en
1984. es periodista y profesor de la
Facultad de CCC.II. de la Universidad de Málaga. Es autor
de los libros Radio
Pública Local y editor de Radiotelevisión
Pública Local y Alternativa. También editó
La Democratización de los Medios que
recoge los resultados del II Congreso de Radios y Televisiones
Locales Públicas y Alternativas celebrado en Sevilla en
1998.
La segunda parte de este artículo, el apartado
II, presenta una serie de antecedentes que explican cómo
esta relación ha nacido desde Latinoamérica en el último medio
siglo y se sigue manifestando como parte esencial de la
reflexión en comunicación. No se trata de un
compromiso con una región o una comunidad
específica, sino con el sujeto de las relaciones sociales,
con la expresión de los sujetos que definen sus
necesidades comunicativas y las incorporan en su plan de vida como
logro, conquista o lucha.
De allí que sea esencialmente un encuentro, un
diálogo entre conocidos que ocupó largas horas en
pocos días, largas declaraciones de sueños y
principios no
abandonados. Por ello, es que en el apartado I, es Manuel quien
toma la palabra ante una sala repleta de rostros en su
mayoría de estudiantes de comunicación y de
educación.
I. Charla "Política informativa
y construcción de la realidad". Por Manuel
Chaparro[2]
Comunicación: tam, tam, tan–tan.
Tarratatan. Tom tom trorroton ton ton. Modalidad de intercambio
solo al alcance de seres inteligentes, comprensivos y algo
noctámbulos. (Manuel Chaparro)
Nuestro mundo, mal llamado desarrollado, ha hecho una
mera y simple apuesta por considerar al desarrollo como un
proceso
económico y no otra cosa. A partir de aquí debemos
hacer una búsqueda intensa, muy consciente, para recuperar
los valores
humanos del desarrollo y considerar que primero está
la persona, y que si
el ser humano no es quien se desarrolla jamás podremos
hablar de un desarrollo
humano integral.
Sin embargo, son las sociedades que
supuestamente necesitan saltar a ese mal llamado "desarrollo",
las que están potencialmente más favorecidas para
tratar de corregir esas perversiones en torno al concepto y el
modelo
social.
Ayer, lo veíamos en un ejemplo. No sé si
habréis trabajado con el concepto de "huella
ecológica", que viene a definir cuál es el impacto
del ser humano en la naturaleza. Es
un concepto surgido en algunas universidades de Estados Unidos,
que dice mucho de lo que es el concepto de Desarrollo y
cuán equivocados estamos si pensamos que el modelo
occidental de desarrollo es exportable.
Si buscáramos unos países paradigmas del
desarrollo, como Suecia o Alemania,
donde han conseguido un estado de
bienestar de alto nivel y donde las necesidades están en
general, atendidas y sus infraestructuras ampliamente
desarrolladas; y trasladáramos éste al resto de los
países del mundo no "desarrollados".
¿Qué ocurre si este modelo lo trasladamos
a un país mal llamado "subdesarrollado", que necesita ese
desarrollo para equilibrar desniveles? Por ejemplo, en un
país como la India, el
modelo sueco o alemán de bienestar significaría que
la huella ecológica de un ciudadano indio se
multiplicaría siendo el tamaño de su huella
equivalente 19 mil millones de habitantes. Tenemos que considerar
si el planeta está capacitado para aguantar tamaño
esfuerzo ecológico en la explotación de los
recursos
naturales. Y hablamos de un país que actualmente tiene
casi mil millones habitantes y deberíamos incluir
también a toda África, China,
Latinoamérica, los países del este europeo y gran
parte de Asia, cuatro
quintas partes del mundo. El modelo actual de desarrollo de los
países occidentales o del norte, no es
exportable.
Europa es el primero que tiene que cambiar de
mentalidad, porque la riqueza de los países occidentales,
evidentemente se nutre de la pobreza de los
otros. Es decir, Europa y los
países ricos, lo son porque el resto de los países
es pobre.
El modelo de desarrollo que los Estados Unidos
comenzaron a exportar, no puede ser válido para todo el
mundo.
Estamos jugando con una mentalidad hipócrita,
diciendo al mundo subdesarrollado "haz como nosotros", cuando
sabemos matemáticamente que no es posible, que
jamás alcanzará un estado de bienestar por la
vía que nosotros la hemos alcanzado. Es un desarrollo
falso, meramente económico, que no toma en cuenta que
somos parte de la naturaleza, que estamos insertos en ella y que
si no aprendemos a convivir con ella vamos a colapsar el planeta.
Tenemos que empezar a romper esos esquemas para descubrir
cuáles son las claves del desarrollo.
Durante la edad media
europea éramos simples esclavos. La información la dominaba una cierta clase social
que imponía su verdad al pueblo, que eran los esclavos. La
Revolución
Francesa es un salto fundamental, nos transforma de siervos
en ciudadanos. Y resulta que la entrada del capitalismo,
en vez de hacernos crecer como ciudadano nos transforma
simplemente en consumidores, dando un paso atrás
gigantesco. Luego, o empezamos a construir otra vez ciudadanos o
no vamos a ser capaces de salir del estadio en que hemos quedado
actualmente.
Solamente reconocemos la sociedad
occidental, la sociedad dominante, la sociedad colonial. No hemos
sido capaces de entender que en el ecosistema
global hay otras culturas que tienen que aportar al conocimiento
y que son tremendamente válidas.
Nuestros discursos
tienen que empezar a ser multiculturales y multiétnicos.
Mientras no nos reconozcamos en esas diferencias, no seremos
capaces de definir ni siquiera nuestra propia cultura.
Qué es cultura: ¿dominar las artes
clásicas, conocer a los clásicos griegos?
¿Eso es cultura? Saber leer y escribir, ¿es
cultura? Reconocer si una catedral es gótica o barroca,
¿es cultura? ¿O tener conocimiento de mecánica? Con ese gran conocimiento
cultural, si me meten en medio del desierto de Kalahari donde
viven los bosquimanos, yo aseguro que no sobrevivo ni una hora:
me muero de sed, me muerde una serpiente, o hago lo que no tengo
que hacer. Entonces para qué me sirve esa cultura, para
nada.
Cuál es el concepto real de culturas: el
reconocimiento de la multiculturalidad y multietnicidad.
¿Reconozco todos los ecosistemas
que hay en el mundo y los comparto y los respeto, o
actúo como un perfecto imbécil al imponer mi
realidad a los otros? Luego, estaremos hablando en un contexto
global de respeto humano.
A nosotros el concepto de desarrollo es algo que se nos
impone. Quién define lo que es desarrollo, quién
definió subdesarrollo:
hay un discurso de
Harry Truman al término de la II Guerra Mundial en
que se dirige a la nación
(EE.UU.), que es como dirigirse al mundo. En esa
intervención se acuña por primera vez la palabra
subdesarrollo con el sentido que hoy le damos. Cuando él
dice que Estados Unidos le ha dado una gran lección al
mundo, de lo que es un país desarrollado está
imponiendo el modelo que todos los países deben seguir sin
tener en cuenta las diferencias culturales, los diferentes
contextos culturales y las necesidades reales de cada nación.
¿Por qué cada uno no puede construir su
modelo de acuerdo a su esencia? Por qué, a partir de ese
momento hay que tener los mismos tractores que tenían
ellos para trabajar el campo, los mismos coches, etc. y
reproducir un esquema en lo bueno y en lo malo, agricultura
intensiva, abonos químicos, herbicidas, industrias
contaminantes, etc. El discurso de Truman inventó a dos
mil millones de seres humanos subdesarrollados que antes no
existían, a los que hay que vender el modelo del norte,
para que se homologuen. El fin no es otro sino hacerlos
demandantes de nuestras patentes y productos
manufacturados. Es un falso desarrollo, un desarrollo impuesto desde
prácticas coloniales.
Tenemos que empezar a redefinir ese sentido de la
multiculturalidad para crecer. Tenemos que empezar a hablar de
desarrollo sostenido, un concepto básico para evitar que
nuestra huella ecológica sobrepase las posibilidades de
supervivencia del planeta. Si el desarrollo que estamos
provocando fuera sostenido, estaríamos pensando en todos
los seres humanos que habitan la tierra. Si
no pensamos en desarrollo sostenible estaríamos solamente
jugando a que sólo una quinta parte de la humanidad viva
rica a costa de la pobreza del
resto.
Mientras nuestras universidades se nieguen a pensar en
estos conceptos, no estaremos haciendo nada. Tenemos que aprender
prácticas y ponerlas en marcha lo antes posible. El
desarrollo sostenible es urgente cada vez más.
Pienso que en la Comunicación reside en gran
parte la clave para que comencemos a cambiar estas estrategias.
Nosotros, como comunicadores, tenemos que empezar a fabricar
nuevos mensajes. Desde otra óptica.
Tenemos que trasladar esa conciencia a la
ciudadanía y dejar las rutinas que no nos
dan la clave del futuro. Hay que empezar a considerarnos no
solamente asalariados de los medios de
comunicación, fabricantes de contenidos, que venimos a
la universidad para aprender cómo se hace una noticia en
radio, prensa escrita o
televisión. Tenemos que empezar a desarrollar proyectos desde
otra conciencia social, que incida en este cambio de
mentalidad necesario.
Considero que en el desarrollo del concepto de
ciudadanía está la apuesta de este mundo de la
comunicación. ¿Cómo la ciudadanía
debe apostar por una comunicación humana y cómo
debemos darle participación a la sociedad civil
para que manifieste sus inquietudes?
El problema básico es que hoy el poder
político puede muy fácilmente dictarle a los
ciudadanos cómo deben comportarse, igual que lo hace el
poder económico. Sin embargo, nosotros que somos los
ciudadanos, los que administramos la fuerza de
trabajo, los que de verdad queremos progresar, no tenemos los
medios de
comunicación a nuestra disposición para decirle
a quienes nos gobiernan y tienen el poder económico
cómo queremos que se hagan las cosas, simplemente porque
no tenemos tribuna, ni el aparato adecuado. Son ellos quienes
día a día nos van haciendo el dictado y nos
trasmiten su realidad como si fuera la nuestra. Desgraciadamente
los ciudadanos, como en ese rebaño desconcertado que creo
Walter Lipman en su política de propaganda,
socializa el discurso de los medios como parte de su realidad y
de sus problemas.
Hay un principio básico, que es la
Declaración Universal de Derechos Humanos,
cuyo artículo diecinueve, está recogido en casi
todas las Constituciones democráticas que conocemos. En su
parte final dice que no solamente tenemos el derecho a la
libertad de
opinión y expresión, sino que también
tenemos el derecho a difundirlas por cualquier medio. Los
ciudadanos no solamente tenemos derecho a leer un libro o un
periódico, ya somos una sociedad instruida,
capaz de pensar y fundamentalmente capaz de emitir mensajes. A
partir de ahí, también tenemos que tener tribunas y
medios de comunicación que faciliten lanzar nuestra
opinión, y confrontarla con otros, y hacerla llegar a
quien le interesa. Este principio básico y universal no se
está aplicando y constituye uno de los principales
déficit de nuestra democracia.
Muy pocos países aplican una lógica
de rentabilidad
humana para política de medios. Muy pocos países
tienen una política pública de comunicación
que sirva a los intereses del ciudadano. Lo que domina es la
llamada lógica de la rentabilidad, en la el Segundo
Sector, los medios comerciales, buscan obtener una rentabilidad
económica a través de sus mensajes.
Hay un Primer Sector formado por los medios
públicos, situación que es más tradicional
en Europa, y que buscan no tanto dar el discurso del poder, no
solamente la propaganda política, sino que tratan de
socializar el ejercicio y la práctica del poder. Es decir,
se socializan las estrategias del poder para buscar una
incidencia social en defensa de intereses muchas veces
espurios.
Por último, está el Tercer Sector, los
medios privados de carácter asociativo y comunitario que
quieren trabajar desde la óptica de la rentabilidad
social.
De manera que tendríamos un escenario con un
primer sector que es el de los medios públicos, un segundo
sector de los medios privados comerciales, y un tercer sector que
es el que busca esa rentabilidad social necesaria.
Esta tesis la
argumenta Rafael Roncagliolo, que nos dice que en la
lógica de estas tres rentabilidades se busca legitimar
modelos. Pero,
entre esos tres actores debe haber un equilibrio. No
puede ser que los medios públicos estén por encima
de los medios privados comerciales y que el tercer sector, el de
los medios comunitarios, ocupe el último peldaño,
la expresión mínima de esta sociedad.
Un equilibrio perfecto entre esos tres actores
supondría que sus discursos están al mismo nivel.
Defender la legitimidad de la existencia de los tres actores en
condiciones de igualdad.
Tenemos que contar con los mismos aportes y apoyos
tecnológicos para que las tribunas sean equilibradas. Eso
significa que los medios del Tercer Sector tienen derecho a una
igualdad en las condiciones de explotación de los recursos de los
medios y en el acceso a las frecuencias, al espectro
radioeléctrico. No vale que el poder político se
las apropie para sus medios de comunicación
públicos. No vale que todo el dominio del
espectro quede solamente para la radio
comercial y que a la sociedad civil no se le dé acceso; o
se le dejen solamente residuos de un bien que es propiedad de
todos los ciudadanos, el espectro radioeléctrico es un
dominio público que nos pertenece a todos.
Hay que tener un equilibrio e igualdad en el acceso a
las frecuencias y lógicamente no solamente es un derecho.
Ningún derecho puede ser ejercido si no tiene, como
contrapartida, apoyo financiero; si no tenemos un sustento que
nos permita hacerlo es imposible aplicarlo. Por ejemplo, tenemos
derecho a la educación, pero si
el estado no
construye universidades o si no hay opciones para que vayamos a
las universidades o colegios, ese derecho queda en
nada.
Tiene que haber recursos financieros y técnicos
en los tres niveles. Y cuando hablamos de sociedad civil y de
ciudadanía, debemos decir que es la que aporta sus
impuestos para
el funcionamiento de la maquinaria del Estado, por tanto es
lícito pedir que los recursos se inviertan en los
intereses ciudadanos. La ley tiene que
tener un sustento económico para facilitar su
aplicación y esa es la base fundamental del equilibrio
social y de la justicia
social.
En la lógica de la razón, diríamos
que partiendo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, estamos
ante un principio de libertad de
expresión que consideramos que es un derecho
legítimo y a partir de ello construimos un marco legal que
lo respalde, que es el que arbitra el funcionamiento de todo.
Todo marco legítimo tiene que tener su marco
legal.
En la lógica del poder la diferencia es abismal.
La lógica del poder dice: vamos a crear un marco legal
para ver cómo definimos lo que es libertad de
expresión y legitimarla. Se trabaja a la inversa. El
principio dominante es otro, claramente. Pongo por caso un
ejemplo de España,
donde la normativa que decía que ninguna empresa
podía tener más del 25% de las acciones de
una cadena de televisión, que tenía que ser de
dominio compartido para evitar que una sola persona o un solo
grupo
empresarial se convirtiera en dominante, no ya varios canales
sino en un solo canal fue violentada para acomodarla a los
intereses de los grupos ante
hechos consumados de incumplimiento legal. El gobierno del PP
consintió, no impidió la compra por
Telefónica del 49% de Antena 3, una de las cadenas
privadas de televisión más importante del
país en Madrid. A los
pocos días el gobierno respaldo la operación de
Telefónica modificando la norma, construyó un nuevo
marco legal para definir lo que era libertad de expresión,
para definir un nuevo marco de legitimidad sobre la base de los
intereses del grupo incumplidor, de manera que el capital
máximo que una empresa puede
tener en un canal de televisión nacional pasó del
25 al 49%. En la lógica del poder económico y en su
permeabiliad con el poder económico existe esta
violentación continua de los consensos democráticos
y del marco de legitmidades.
Vamos a la lógica de la razón. Decimos que
el principio de libertad de expresión es un derecho
legítimo y que necesita construir su marco legal, desde el
consenso de los ciudadanos. En la lógica del poder, el
marco legal fabrica el concepto de libertad de expresión y
el que construye el marco de legitimidad. No me parece que eso
sea lo más democrático y es, sin embargo, lo que
está ocurriendo en la mayoría de las
sociedades.
Esto nos lleva a un principio que podemos calificar como
principio de deslegitimación. El sistema se
deslegitima a sí mismo cuando aplica este posicionamiento,
porque lo que estamos descubriendo es que el poder
económico fabrica el marco de legalidad, ni
siquiera es el poder político, sino que es el poder
empresarial quien dicta al poder político.
¿Cómo logran definir libertad de expresión?
Pues muy fácil: porque la libertad de expresión no
sirve de nada si no la homologamos a la libertad de empresa; y
libertad de empresa, es sólo para quienes puedan trabajar
en la lógica de la rentabilidad empresarial cuya
maximalización de los beneficios repercute en un nivel
micro social.
¿Dónde está entonces la
auténtica libertad del ciudadano? La lógica del
liberalismo
económico, de este sistema que hemos ido creando,
solamente permite que sobre la base del derecho de una empresa
uno pueda apropiarse de lo que es el dominio público, de
lo que es el discurso que a todos nos pertenece y
lógicamente, el marco de legalidad que se construye no es
igual al marco legítimo. Esos son los argumentos que
tenemos que tener claro a la hora de denunciar el actual sistema
que estamos viviendo, con modelos audiovisuales que se
están exportando desde occidente y que a ninguno nos
sirve.
Todo el mundo parece tener claro que la libertad de
empresa es un principio, pero que cuando la aplicamos a los
medios de comunicación parece que si esto no se compagina
con libertad de expresión no nos afecta. Es preocupante
esta escala de
valores.
Asistimos a un posicionamiento del poder
económico que está condicionando el acceso. Es como
si nos dijeran que la playa que es también dominio
público se privatiza, y a cambio se nos deja una parcelita
de libre acceso para justificar nuestro acceso. En
comunicación, lo que estamos privatizando es un espacio
esencial para el intercambio, para la comunicación, que es
la base del desarrollo.
Los pueblos de África hasta el siglo XIX, no
habían tenido conocimiento de la rueda, lo que los aislaba
como tribu o etnia dentro
del continente, porque era esencial para el transporte y
el transporte qué significa: comunicación, integración.
Significa que las sabidurías de unos y de otros
se ponen en común y si aquí estamos dejando que no
se nos permita acceder a la frecuencia, acceder a los sistemas de
comunicación democráticos, pues se nos está
limitando a la posibilidad de crecer en conocimiento.
Esta situación desgraciadamente se está
dando en la mayoría de los países del mundo y es un
problema de redefinición de unas democracias que nacieron
en el siglo XIX y que no han evolucionado desde entonces.
Ahí se han quedado. Son democracias que buscan representar
nuestros intereses y eso solamente, no es democracia. Ir cada
cuatro años a introducir un papel en una urna y decir
"tú vas a representar mis intereses en el parlamento"; o,
"si dentro de cuatro años no me ha gustado cómo lo
has hecho, cambio el voto", no es participar, no es democracia
participativa, es democracia meramente representativa. Y el nuevo
paradigma dice
que a lo que tenemos que ir es claramente hacia una democracia
participativa. El gesto del voto cada cuatro años tiene
que ser todos los días, tiene que ser diario; si no, no
estamos construyendo absolutamente nada. Estamos depositando
todos nuestros intereses y toda nuestra legitimidad en manos de
otros, admitimos una usurpación de nuestros derechos y que
encima nos van a querer decir todos los días cómo
tenemos que comportarnos y qué tenemos que hacer. Eso
nadie lo aguanta.
A partir de esa lógica, tenemos que apropiarnos
del discurso, tenemos que apropiarnos de los medios de
comunicación en un sistema de convivencia justa con los
otros sectores. Tenemos que trabajar la apropiación
tecnológica, tenemos que capacitarnos, tenemos que
cualificarnos y tenemos que empezar a crear nuestras propias
tribunas, para equilibrar este sistema de medios.
¿Por qué articularnos a través de
los medios asociativos, comunicativos, populares, libres… o
como los queramos llamar?
Básicamente, porque ahí debe estar
presente la generación colectiva del discurso, y es la
defensa de la sociedad civil frente al resto de
poderes.
En esto, lógicamente estamos buscando el
reconocimiento del quinto poder. ¿Quién es el
quinto poder? Ya que parece que todo el mundo acepta, de
común acuerdo, que las democracias se constituyen en tres
poderes: el legislativo, ejecutivo y judicial; que vienen a
mantener un sistema de equilibrio. De pronto aparece ese cuarto
poder que es el poder mediático que para algunos no es el
cuarto, sino el primero, porque es el que condiciona realmente a
los otros tres.
Dónde queda la sociedad civil, dónde queda
el garante de todos esos derechos, dónde queda el quinto
poder que somos nosotros. No estamos representados en los medios.
Lo lógico es que estemos representados y que ocupemos
nuestro espacio. ¿Cómo? En la disponibilidad del
espacio radioeléctrico para la sociedad civil, no en
función
solamente del poder económico que se tenga o del ejercicio
de representación del poder político.
Por ejemplo en un país como Francia, que a
mí me parece el que mejor ha sabido construir un espacio
participativo sin ser ni mucho menos perfecto, existen distintas
categorías de medios de comunicación. Por ejemplo
la radio se clasifican en tres categorías, la A, la B y la
C. La categoría A, son los medios de la sociedad
civil.
En esa lógica tendríamos que empezar a
trabajar y respetando los derechos de los ciudadanos, que somos
los que sustentamos la democracia, los beneficiarios del sistema
de derecho. Luego que vengan los otros como un añadido,
que en el paisaje que se pinta en la actualidad es todo lo
opuesto, es un paisaje en el que el sector audiovisual,
está representado por una oligarquía.
El riesgo actual es
el de ir transformando nuestras democracias en mediocracias, un
sistema
político controlado por y desde los medios. Un magnate
o un grupo que tiene en sus manos todo un sistema de cadenas de
radios, de cadenas de televisión del país y que
ahora, como es representante del poder político, controla
también los medios públicos. Es el caso de
Berlusconi en Italia.
Quién desaloja a ese individuo del
poder, si está fabricando el mensaje día a
día, si nos está construyendo la realidad
virtual que él quiere. Dónde está el
equilibrio democrático, si estamos ante una de esas
democracias obsoletas que no sirven absolutamente para
nada.
La ausencia de reconocimiento legal del Tercer Sector
conduce a este paisaje, con democracias cada vez más
débiles, cada vez más dominadas por una
colonización cultural, porque cada vez los capitales son
más transnacionales y los intereses más
personalizados en una élite que se beneficia del
sistema.
Hay cuatro o cinco grandes corporaciones mundiales de
interés
audiovisual que están presentes en todos los países
del mundo, y esa es una colonización cultural que impide
que nuestra propia industria
cultural, la propia, se deje ver en el paisaje y finalmente
nosotros nos hagamos visibles, en esta corporación global
también tenemos que participar como quinto
poder.
La ciudadanía no está suficientemente
representada y hemos llegado a un escenario que se puede definir
como sociedad de consumo. Es
una sociedad libre para el mercado, libre
para el consumo, no para el ejercicio de otros
derechos.
Cuando uno piensa en los grandes escenarios de las
manifestaciones civiles, podemos mencionar la de la guerra de
Irak, que ha
movilizado a muchas personas, durante un día, dos
días, cuatro días…, y ante el discurso de los
medios y la ausencia de tribunas libres en poco tiempo se
produce una deserción general, un cansancio general ante
la sordera del poder. La gente acaba por perder la memoria, no
se acuerda, tienes el bombardeo en la
televisión y aquellas manifestaciones se olvidaron. Y
qué curioso es que, en el día a día, las
grandes movilizaciones de masas se produzcan en torno al consumo.
En cualquiera de estos países desarrollados te encuentras
miles y miles de personas que están comprando y que se
están manifestando en la sociedad a través del
consumo, pura y simplemente. Hay más gente allí que
en cualquier manifestación necesaria en defensa de los
intereses ciudadanos.
En la práctica, cómo empezamos a cambiar
esto. Yo vengo de Andalucía, una región al sur de
España que tiene frontera
marítima con Marruecos, donde todos los días hay
intentos de inmigrantes (que la prensa llama "ilegales", como si
una persona pudiera ser ilegal), por entrar, buscando riqueza,
bienestar en Europa. Esto, aunque Andalucía es una de las
regiones históricamente mas desfavorecidas en Europa, que
tiene grandes déficit estructurales como otras naciones,
pese a estar en Europa.
Nosotros hemos considerado que el elemento de la
comunicación es esencial para integrar a todos los
ciudadanos de una comunidad autónoma de ocho millones de
habitantes, en un proceso de desarrollo de concienciación.
Si nosotros no nos posicionamos como ciudadanos siempre vamos a
seguir en ese estado de déficit estructural, aunque nos
lleguen todos los fondos que queramos. Porque los fondos nos van
a dar la autopista pero no vamos a saber cómo
aprovecharla, ni vamos a saber para qué. No sé
cuantos miles de millones de dólares o de euros llegan a
los países subdesarrollados sin que solucionen
absolutamente nada, sin que cambie estructuralmente nada. Pues
porque son modelos impuestos, no son modelos nativos socialmente,
no responden a necesidades reales.
¿Qué papel juegan ahí los medios de
comunicación? Nosotros empezamos a considerar que
podíamos instalar en toda la geografía andaluza
una red de
medios, más que comunitarios, ciudadanos, en el que
éste estuviera presente y participara. Así
podíamos empezar a concebir las claves básicas para
reinterpretar el mundo, para tratar de cambiar los
hábitos, las costumbres y los modelos sociales.
A partir de la creación de un sistema de radios
ciudadanas de Andalucía, empezamos a generar una red de
medios que trataba y que trata de impactar con una agenda
política y social directamente sobre la clase
política y sobre el poder económico, para tratar de
decirle qué tipo de sociedad queremos y cómo
queremos construirla. La noticia no es solamente el atropello de
un niño por un coche que pasaba por la calle, no solamente
es si llueve o no llueve. Que los valores
bursátiles suban o bajen, puede ser una noticia, pero me
están vendiendo que si la bolsa sube a mí me va a
ir mejor. A mí no. A mí seguramente la vida no me
cambia y si baja me la hacen imposible.
¿Cuál es la noticia real? La noticia real
en la bolsa sería que me contaran quiénes han
especulado para hacerme la vida imposible. Esa es la perspectiva
de la noticia real. Pero nos informan de tal forma en la que
encima somos culpables nosotros porque somos malos consumidores,
consumidores inflacionistas o poco activos en la
economía
porque ahorramos mucho. Si miramos desde esa óptica la
noticia y pensamos, descubriremos que no hemos hecho nada para
alterar el orden de la economía del mundo, simplemente
levantarnos cada mañana. No me suban los impuestos para
sanear la economía cuando yo no he sido quien ha manejado
la plata, ni he podido decir cómo quería que
manejaran la plata.
Hay que tratar de apropiarse del medio y configurar una
nueva agenda informativa para contar realmente lo que está
ocurriendo en el mundo. Y si nosotros tenemos la capacidad de
empezar a fabricar mensajes, a tener otra mentalidad, podemos
empezar a modificar este estado de cosas. Si seguimos saliendo de
las universidades con el objetivo
básico de instalarnos en una radio, en un
periódico, o televisión para ganar un mero salario,
sólo estaremos garantizando el corto plazo de una etapa,
no sembrando el futuro desde la construcción de un nuevo
discurso.
Yo he trabajado en radio, en televisión, en
cadenas y en medios comunitarios, en medios dignos e indignos. Y
finalmente después de todas esas experiencias he podido
optar por lo que siempre había soñado o querido,
que era trabajar en un colectivo que ha puesto en marcha toda una
dinámica, con 104 emisoras de radio y 30 de
televisión con las que estamos consiguiendo impactar en un
territorio con el apoyo de muchos municipios que han aportado sus
recursos.
Lo peor que nos decían cuando empezamos es que
éramos unos utópicos, pero la superación de
la pobreza está en la utopía: ¿es que ahora
resulta que ser utópico no está en la esencia del
desarrollo?
Resulta que aquellos que éramos tratados como
utópicos, hoy somos reclamados por el gobierno para
colaborar con ellos:
"Oye, podéis hacer esto para que este mensaje
llegue… podéis ayudarnos porque no conseguimos que
nuestra campaña de respeto al medio ambiente
impacte en la sociedad…".
Pero cómo vas a hacer una campaña de
respeto al medio ambiente si
por otro lado estás subvencionando industrias
contaminantes. Cómo le vas a pedir respeto al ciudadano
cuando haces todo lo contrario.
La práctica nos ha demostrado que esta
utopía es posible y que estamos en el camino esencial que
debe demarcar lo que es la lógica de una
comunicación local, que nos instale en unos nuevos
estadios de progreso humano y ciudadano. Y lógicamente
estamos hablando de agendas locales, de medios de proximidad, de
medios muy epidérmicos, que están en contacto
diario con el ciudadano, que a la hora de tratar, de impactar de
manera global, trabajan en red, juntan sus intereses informativos
y producen impacto nacional.
Defendemos lo que es este sistema de medios del Tercer
Sector y lo hacemos desde la óptica de que la
comunicación es la esencia del desarrollo. Esto seguro lo
habéis estudiado o trabajado lo suficiente en vuestras
facultades porque es un concepto que nace aquí, nace de
Latinoamérica. Nace del ejemplo de la práctica de
la comunicación en Latinoamérica y así hay
que reivindicarlo y hacérselo ver a la clase dirigente y
política. La comunicación es la esencia del
desarrollo. La transversalidad en el discurso, en el intercambio,
es la esencia del desarrollo.
II. Raíces de un
Diálogo de Compromiso
A partir del contenido de la Charla de Manuel Chaparro
se exponen aquí algunos de los momentos que explican una
constelación determinada de conceptos de
Comunicación y Desarrollo en Latinoamérica. Nuestro
afán es destacar algunos datos
trascendentes en esta formación conceptual, su
relación con las prácticas de la
comunicación y la clave de la reflexión propia de
nuestro continente. Para ello se consultan algunos de los autores
de mayor impacto en el escenario de la docencia que
nos ha tocado desempeñar en los últimos años
y de la que forman parte esencial compañeros alumnos y
colegas de las ciudades del sur de Chile.
Latinoamérica desde siempre ha sido un hervidero
de ideas, de matices, de colores, de
mitos
creadores. Desde los dioses mayas hasta los
guaraníes concibieron su creación en
parte importante, a partir del lenguaje, o
sea, a partir de la comunicación.[3] No basta entonces un
simple resumen de algunos hitos en el pensamiento
latinoamericano, especialmente cuando la valoración de los
procesos
comunicacionales nos han acompañado desde nuestra propia
creación. Lo que podemos hacer al relevar algunos de estos
hitos es sólo entender que la trayectoria de nuestros
investigadores más importantes, de nuestros
compañeros en esta ruta, es de las más creativas y
profundas que se puedan conocer.
Aquí no podríamos pretender alcanzar todas
las cumbres, esto es como los Andes, se ven las cumbres, se
siente el aire, se aprecia
la grandeza, aunque no seamos los andinistas más
experimentados. Servirán para ubicarse, para saber que
habitamos Latinoamérica y que por aquí se han
levantado varias de las formaciones que Manuel reclama en la
charla, cuando nos recuerda que hablamos de ‘un concepto
que nace aquí’. ¿Cómo nace?
¿Con quienes? ¿Cuál es la formación
montañosa que contextualiza las cumbres? Aquí
tratamos de acercarnos a tales cartografías.
El vínculo se ha multiplicado en sus maneras, han
sostenido distintos autores, tratando de hacer algún tipo
de clasificación. Un detalle de tales conexiones que abre
la puerta del siglo actual es la revisión que hace Luis
Ramiro Beltrán, en la inauguración de la IV
Mesa Redonda
sobre Comunicación y Desarrollo organizada por el
Instituto para América
Latina (IPAL) en Lima, Perú, entre el 23 y el 26 de
febrero de 1993.[4] La explicitación del concepto
surgiría como comunicación alternativa para el
desarrollo democrático. No por casualidad, tanto en lo
masivo como en la comunicación interpersonal, el valor de la
expresión permitiría no sólo un nivel
material de beneficios, sino que fines tales como la justicia
social, la libertad para todos y el gobierno de la
mayoría.
Las primeras experiencias, como la Radio para los
campesinos en Colombia, la red
de radios mineras de Bolivia, extensión agrícola y
educación audiovisual, recordadas por Beltrán,
además, refieren a la tradición de los medios
comunitarios. Nos recuerda así, que "se empezó a
utilizar la comunicación para el desarrollo mucho antes de
que se hubieran propuesto teorías
para ello e incluso cuando la denominación misma no
existía aún".
En lo comunitario podíamos comenzar a encontrar
parte de las raíces de lo que llamamos comunicación
y desarrollo, especialmente por la capacidad de esos proyectos de
enlazarse con objetivos
sociales mayores, por constituir equipos de
trabajo que luego fueron derivando a la reflexión.
Rafael Roncagliolo es un ejemplo de ello, ya citado por Manuel en
su conferencia. Fenómenos como la idea o filosofía
del servicio
público, de la rentabilidad cultural, dice Roncagliolo,
surgen en Latinoamérica con los medios comunitarios.[5]
Uno de los textos dedicados a recopilar la historia de las
prácticas comunitarias asociadas a la comunicación
es el editado en el 2001 por la Fundación Rockefeller a
partir del trabajo de Alfonso Gumucio: Haciendo Olas. Historias
de Comunicación Participativa para el Cambio Social.
Allí se ordenan temporalmente proyectos como el de Radio
Sutatenza de Colombia en 1947 en Colombia hasta las redes de medios
comunitarios, telecentros, y medios en línea. Sin embargo
se extrañan las experiencias de las comunidades que
sostuvieron esos esfuerzos.
La introducción declara la preocupación
que motiva el texto:
"el
conocimiento propio de las comunidades se percibe en el mejor
de los casos como una reivindicación, pero casi nunca como
uno de los principales componentes –todavía ausente
en el proceso de desarrollo". (Gumucio:10) Cabe la duda. Cada vez
que se intenta expresar una propuesta comunicacional distinta,
que promueve la expresión comunitaria, que permite un
ejercicio de técnicas
para el desarrollo o la emancipación, y que además
incorpora la educación para promoverla en un proceso de
intervención social, se expresa a partir de los productos
o de los instrumentos. Se construye como demanda por
una estrategia que
funcione mejor que lo que hay.
Las radios comunitarias tienen medio siglo, desde 1948
con la mencionada Radio Sutatenza en Colombia, del padre Salcedo
y el grupo de Acción
Cultural Popular. Luego estaría el modelo de las radios
mineras de Bolivia, en gran parte gestores de la revolución
del 52 y por ende, la nacionalización del estaño en
ese país. Los modelos reflejan la opción por la
comunidad local en la primera, y la influencia en el discurso
político nacional en la segunda. De esta experiencia
surgen otros modelos que han cruzado el siglo y siguen vigentes
como proyectos, las radios escolares, las radios rebeldes de las
resistencias
antidictatoriales, la radio educativa inspirada por Paulo Freire o
los programas como
Jurado 13 de Mario Kaplún. Más recientes, las
propuestas ciudadanas, barriales, y sus asociaciones siguen
extendidas por Latinoamérica.
En tanto, el video
sirvió como vehículo de análisis
político, de denuncia, de vínculo entre
comunidades, de expresión de creatividad
popular y más tarde como instrumento educativo aplicado a
realidades de comunidades con apoyo de profesionales.
Es el tiempo en que se inician investigadores de la
calidad de
Guillermo Orozco, quien reconoce sus primeros pasos en los
trabajos de campo en comunidades periféricas, mientras
estudiaba su licenciatura en el ITESO de Guadalajara.
"Ahí fue donde me di cuenta de que no podemos
utilizar los medios sólo para mostrar o ilustrar
el lenguaje
oral escrito, sino que había que hacer un trabajo mucho
más fino para usar el lenguaje de la imagen por
sí mismo, como un lenguaje que no sólo transmite
sino que expresa y forma. Me pareció que el problema era
pedagógico". (Guillermo Orozco Gómez. Entrevista
por Marta Rizo García, Coordinadora Técnica
Cátedra UNESCO de Comunicación. Instituto de la
Comunicación (InCom) Universidad Autónoma de
Barcelona. 2001).
La impronta educativa los llevaba a estudiar y
perfeccionarse en el campo de los conceptos. Mientras tanto, la
praxis
comunitaria alcanzó niveles continentales y el tema de la
comunicación pasó a ser relevante en las
estrategias de UNESCO por ejemplo a partir del trabajo de Manuel
Calvelo. La segunda mitad de la década de los sesenta
Calvelo fue Director del Proyecto de
Pedagogía Audiovisual realizado por la Ford
Foundation para el Centro de Perfeccionamiento e Investigación Docente del Ministerio de
Educación de Chile. Luego se proyectaría en
Televisión Nacional de Chile y un Proyecto entre
PNUD–ICIRA–FAO para el Ministerio de Agricultura de
Chile. Entre 1974 y 1975 pasa a Perú como experto en
Comunicación Audiovisual de un proyecto similar en el
Perú.
Sus logros en Chile y Perú son pioneros en el uso
del video en educación no formal en Latinoamérica.
Sin muchas armas
conceptuales, él mismo reconoce que los inicios fueron de
búsqueda intensa.
"Cuando iniciamos nuestro trabajo de
comunicación para el desarrollo no disponíamos
más que del modelo citado: E–MR. Y, por lo tanto,
lo aplicamos sin pensar mucho ni en su origen ni en las
consecuencias de su utilización. Y comenzaron a surgir
los problemas. En los procesos de formación de
comunicadores, nos descubrimos enseñándoles lo
que a nosotros nos preocupaba e interesaba, pero no lo que
ellos necesitaban aprender para realizar bien su tarea".
(Manuel Calvelo. Los modelos de Información y de
Comunicación. El modelo de Interlocución: un
nuevo paradigma de comunicación.
Publicado en Internet:
http://www.fao.org/waicent/faoinfo/sustdev/SPdirect/CDan0022.htm
)
El Chile de los sesenta y principios de los setenta,
antes de la dictadura de
Pinochet, concentró a una serie inédita de los
mejores comunicólogos del momento que descubrieron en
los hechos los límites
de los esquemas abstractos.
En una entrevista sostenida por Mario Kaplún,
Michéle Mattelart y Armand Mattelart en Cuba en
1988[6], encontramos un testimonio de la potencia de las
ideas latinoamericanas. Michéle declara comenzada la entrevista
que fue en el Chile de 1972 en que percibió algo que
cambiaría su forma de entender los actores en el proceso
de comunicación y sus relaciones. Se trataba de un estudio
sobre audiencias populares de los mensajes de la
comunicación de masas[7]. Para tal investigación
reconoce que debieron improvisar una metodología con precarios instrumentos. Lo
relevante es que descubrieron la necesidad de reconocer al
receptor como productor de sentido.
"Siento que fue algo capital, la piedra angular que
después me ayudó y preparó para captar
mejor los cambios que se dieron al interior de la teoría de la comunicación masiva.
En aquel momento tuve intuiciones que no pude formular y que
debía esperar a todo lo largo de la década de los
70 para poder precisarlas". (Michéle Mattelart. Los
Mattelart hoy: Entre la continuidad y la ruptura. Una
visión desmitificadora de los ‘nuevos
paradigmas’ ".
Publicado en http://www.felafacs.org/dialogos/pdf21/kaplun.pdf
)
El mismo estudio, también es recordado por Armand
Mattelart en el año 1989, como un "estudio pionero" en
considerar a los públicos como productores de sentido[8].
Es la época en que Armand Mattelart comienza sus estudios
de los procesos comunicacionales al interior de los cordones
industriales, especialmente sobre su distancia de los medios
masivos y su concentración en la producción de micromedios. El mismo
Mattelart declara que tales trabajos, nunca estuvieron inspirados
como algunas veces se cree en la Teoría de la dependencia,
desde la crítica
al imperialismo
cultural, sino que estuvo concentrada en el análisis de la producción
comunicacional local.
No es casual que los Mattelart, en un momento clave de
la historia reciente reconozcan el valor de su trabajo en
Latinoamérica. Ya en 1963 se inauguran las publicaciones
que promueven una investigación en comunicación que
permita una relectura de la realidad de la región, con el
texto de Antonio Pasquali, pionero en el pensamiento
crítico latinoamericano sobre comunicación, al
decir de Mario Kaplún[9].
Aquella obra inicial es también recordada por
Luis Ramiro Beltrán como "un penetrante libro que
hacía críticas a la comunicación comercial
masiva en Latinoamérica y recomendaba cambios para
reformularla de modo que contribuyera al desarrollo nacional
democrático".
Desde allí hasta los inicios de los 70, se
había producido gran parte de las ideas fundamentales que
permitían redimensionar la comunicación para
Latinoamérica. Para Beltrán este es el viaje hacia
unos modelos de comunicación democráticos en los
cuales la cuña definitiva, el salto cualitativo lo
habría dado el más original de los pensadores
latinoamericanos de la comunicación.
Paulo Freire llegó a Chile luego del golpe
militar de 1964 en Brasil, tras un
corto paso por Bolivia. Fruto de esos años es su obra "La
educación como práctica de la libertad" (1967) y
"La Pedagogía del Oprimido" (1969). Ese año, fue
nombrado como "Experto de la UNESCO". Su estrategia educativa de
las palabras generadoras ya habían marcado hitos
alfabetizadores en Brasil, mientras que su proceso de
concientización del educando desde la pertinencia de su
entorno, le había valido cárcel en el inicio de la
dictadura
militar.
Su concepción dialógica del proceso
educativo, su potenciación de la construcción de
saberes desde la práctica del lenguaje,
redimensionó la reflexión del pensamiento
latinoamericano. El valor comunicacional de la tarea que asume
Freire, está en su base filosófica, no es un
artefacto, está en la esencia de su
planteamiento.
Freire propone una concepción de la
educación como un insertarse en el proceso de rehacer el
mundo, dialógicamente, según lo explica en
Política y Educación:
"Lo imposible habría sido ser un ser así
y al mismo tiempo no hallarse buscando y siendo a veces
impedido de hacerlo y otras estimulado a hacerlo. Lo imposible
sería, también, estar siendo un ser así,
en búsqueda, sin, en la propia y necesaria
búsqueda, insertarse en el proceso de rehacer el mundo,
de decir el mundo" (Freire 1996:22) Esto constituye lo que ya
hemos llamado antes[10] el Paradigma Dialógico de la
Educación que ha cobrado relieve en
los últimos años a partir de las reformas
educativas en el mundo y de una serie de ensayos
comunicacionales como talleres y unidades curriculares en la
educación básica y media.
Coincidentemente para Beltrán, Paulo Freire,
logró provocar la revisión del modelo
clásico de comunicación. Esto en la medida en que
demostró la aplicabilidad de una dimensión
liberadora de la educación, pasando por estrategias que
potencian la expresión. Entre otros autores,
Beltrán nombra a Frank Gerace (EE.UU.), trabajando desde
Bolivia y Perú, Juan Díaz Bordenave, Joao Bosco
Pinto y Francisco Gutiérrez, como los primeros que se
asumen el perfil freiriano para redimensionar sus estudios de
comunicación.
Gutiérrez, más tarde converge con Daniel
Prieto Castillo en el concepto de mediación
pedagógica que se explica bajo la idea de
contextualización en una situación de
comunicación, en emisión y recepción
permanentes, con percepción
y apropiación cultural y en la construcción de
textos sociales.[11] Este es sólo un ejemplo de
cómo se ha podido entrelazar y cimentar la relación
educación–comunicación en
Latinoamérica, sobre la base de esta corriente que
atravesó las últimas décadas.
El hito de la educomunicación de Mario
Kaplún ha sido el más influyente de estos
años entre quienes nos acercamos como estudiantes a la
tradición del desarrollo y la comunicación. No es
simple el paso por todos estos autores y muchos otros que faltan.
La vida de Mario Kaplún resultó ser un ejemplo de
dignidad y de
entrega al trabajo en comunicación.
Desde sus textos para radio, hasta sus explicaciones de
la necesidad de hacer un uso liberador de las nuevas
tecnologías de la información, permiten
entender las continuidades entre praxis, conceptos, e
investigación en comunicación para
Latinoamérica.
Tanto los conceptos de prealimentación y
educomunicación relacionados por Kaplún, el modelo
Interlocutor–Medio– Interlocutor de Calvelo, la
Mediación Pedagógica de Prieto y Gutiérrez,
así como las reflexiones de autores como Michélle y
Armand Mattelart, se refunden en un concepto amplio liderado por
el pensamiento freiriano, aquella propuesta que busca reconstruir
en nuestro mundo la noción de emancipación, desde
los usos cotidianos, desde la expresión, la
intersubjetividad y la capacidad de transformar la
historia:
"Las tácticas son históricas, el testigo
es histórico y yo sigo acreditando que la historia
está ahí, no muere, es un contexto sin el cual no
somos y no vamos a acabar por culpa de Margaret Thatcher, de
Pinochet, de Reagan, de Bush, de Collor o de Gorbachev". (Paulo
Freire En Chile, Conversaciones, Conferencias Y Entrevistas.
Centro El Canelo De Nos, Chile Nov. 1991)
Se propone un sujeto que toma la historia y la construye
con otros. El necesario retorno del sujeto, es algo que Freire
describió en Chile, en la primavera de 1965 mientras hacia
la introducción de La Educación como
Práctica de la Libertad:
"Todo el empeño del autor (Freire) se basó
en la búsqueda de ese hombre–sujeto que necesariamente
implicaría una sociedad también sujeto" (FREIRE
2004:26).
Se hace cargo así, de la vida cotidiana, de la
actualidad, en tanto proceso dialéctico, proceso
histórico y no como sumatoria de información. Henry
Giroux, al
prologar el libro de Freire "La Naturaleza Política de la
educación, destaca el concepto de inserción
histórica de este autor. Según Giroux, Freire
utiliza la noción de historia en dos vertientes. Por un
lado en el establecimiento de las instituciones
y relaciones sociales que contextualizan nuestro vivir. Por otro
lado, la historia como las formas culturales que dan sentido a
como nos relacionamos. Es una concepción dialéctica
en tanto entiende el presente como dado y algo que a su vez
contiene la posibilidad de su transformación.
La búsqueda de Paulo Freire, entonces, va
dirigida hacia la posibilidad de constitución de este sujeto inserto
históricamente en tanto se encuentra con otros.
Recientemente el concepto freiriano de
Comunicación se ha metido en voz de la teoría
freiriana en los autores latinoamericanos que dan continuidad a
las ideas de los sesenta pero con sueños del nuevo siglo
que ha comenzado.
Un ejemplo claro, es cuando Jesús Martín
Barbero, en su texto La educación desde la
Comunicación, recuerda el concepto de mediación
sobre el que ha trabajado desde los años ochenta. Destaca
su reflexión sobre el concepto de mediación "de
cuyo origen en mi pensamiento no tenía una clara
conciencia". Seguidamente explica que encontró en su tesis
de doctorado las citas que le permitían afirmar con
claridad que "la lectura de
los textos de Freire… constituyó una de las bases de mi
tesis". En general el trabajo de
los investigadores en comunicación de Latinoamérica
han usado estas categorías en tanto permiten realizar
lecturas asociadas a las prácticas de los sujetos y su
especial forma de construir y significar mensajes. Especialmente
debiéramos poner los ojos en la corriente de medios
comunitarios que buscan un lugar más amplio en lo
público[12], apoyados en una inserción
histórica y en sujetos reales que permiten seguir
avanzando. Las cumbres observadas en este periplo demandan un
esfuerzo especial:
"Reunir lo mejor de la comunicación de apoyo al
desarrollo, con la comunicación alternativa; no
considerarlas islas grandemente separadas. Conjugar la
conciencia social con la pasión por el planeamiento.
Combinar las aptitudes técnicas y las percepciones
políticas". (Luis Ramiro Beltrán.
Comunicación para el desarrollo en Latinoamérica.
Una evaluación sucinta al cabo de cuarenta
años.
Publicado en Iniciativa para la Comunicación.
http://www.comminit.com/la/pensamientoestrategico/lasth/lasld–754.html
Tal es la demanda inicial desde la que pueden partir
estudiantes y jóvenes investigadores de
comunicación que adhieran al compromiso del que
compartimos estrategias en estos textos con Manuel Chaparro,
quien nos ha provocado estos relatos. Nos lo dejó
también Paulo Freire en su regreso a Chile en 1991.
Allí en El Canelo de Nos, recordó su autorretrato
que bien puede ser el de Latinoamérica:
"No soy sólo mente. Yo soy pasión, soy
sentimiento, soy miedos, soy reticencia. Yo soy preguntas,
dudas, deseos, soy utopías… yo soy
proyecto".
Miércoles 3 de agosto de 2005.
- BELTRAN, Luis Ramiro. Comunicación para el
desarrollo en Latinoamérica Una evaluación
sucinta al cabo de cuarenta años. Disponible En
Línea, En Iniciativa Para La Comunicación.
http://www.comminit.com/la/pensamientoestrategico/lasth/lasld–754.html - CARCAMO, Luis; GODOI, Víctor 1998 "Voces que
construirán un Mundo Mejor". Tesis para optar al grado
de Licenciado en comunicación Social y título de
Periodismo.
Universidad Austral de Chile. Valdivia. - CHAPARRO, Manuel. 1999 La Democratización De
Los Medios. (Ed.). EMA–RTV. Sevilla. - EL CANELO DE NOS, Centro. 1991 Paulo Freire en Chile,
conversaciones, conferencias y entrevistas. Centro el Canelo de
Nos, Santiago de Chile. - FREIRE, Paulo: 1990 La naturaleza política de
la educación. Cultura, poder y liberación.
Paidos. Barcelona FREIRE, Paulo: 1996 Política y
Educación. Siglo XXI. México. - FREIRE, Paulo: 2004. LA educación como
práctica de la Libertad. Siglo XXI. Buenos
Aires. - GALEANO, Eduardo. 100 Relatos Breves. Lom
1997. - GUMUCIO, Alfonso: 2001 Haciendo Olas. Historias de
Comunicación Participativa para el Cambio Social.
Fundación Rockefeller. - KAPLÚN, Mario. A La Educación Por La
Comunicación. La Práctica De La
Comunicación Educativa. Santiago Chile, Unesco
1992. - KAPLÚN, Mario. Una Pedagogía De La
Comunicación: Ediciones De La Torre, Madrid
1998. - MATTELART, Armand y Michélle "Nuevos
Paradigmas", en la sección Democracia y
Comunicación de la Revista
Opciones, del Centro de Estudios de la Realidad
Contemporánea, de la Academia de Humanismo
Cristiano. Enero–abril 1989. SIN 0716–4513.
Chile. - MARTÍN–BARBERO, Jesús. (2003): La
Educación desde la Comunicación. Colombia,
Norma. - OROZCO GÓMEZ, Guillermo. La
Investigación En Comunicación Desde La
Perspectiva Cualitativa, Facultad De Periodismo Y
Comunicación Social, Universidad De La Plata. Instituto
Mexicano Para El Desarrollo
Comunitario, A.C. - Guadalajara, Jalisco, México 1997.
- OROZCO GÓMEZ, Guillermo. "Se debe investigar
para intervenir en los procesos de interacción de los receptores con los
medios para que éstos resulten educativamente
provechosos". Entrevista por Marta Rizo García,
Coordinadora Técnica Cátedra UNESCO de
Comunicación. Instituto de la Comunicación
(InCom) Universidad Autónoma de Barcelona.
2001. - PRIETO, Daniel. 1994 La Vida Cotidiana, fuente de
producción radiofónica. UNDA–AL, Quito,
Ecuador.
[1] El vínculo contempló la
reunión, durante dos días de septiembre de 2004 en
Valdivia, entre Manuel Chaparro (EMARTV), Óscar Aguilera
(ECO Educación y Comunicaciones), y alumnos y profesores
del Instituto de Comunicación Social de la Universidad
Austral de Chile.
[2] La Charla: "Política informativa y
construcción de la realidad" se desarrolló el
miércoles 15 de septiembre de 2004 en la Sala Humanidades
de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la
Universidad Austral de Chile. Sólo se han realizado
algunas modificaciones de edición
para facilitar el seguimiento del lector, pero no se interrumpe
la exposición para potenciar la claridad en este
diálogo que abre el profesor Manuel Chaparro.
[3] Eduardo Galeano, relata el mito de la
creación del lenguaje, por parte del padre primero de los
guaraníes. El creo cuatro cosas, a saber, el fuego, la
tenue neblina, el amor y el
lenguaje. Luego creo a los dioses y les encomendó la
creación del mundo como lo conocemos. Cuando estos nos
crearon a mujeres y hombres, sucedió que el amor se hizo
comunión, el lenguaje cobró vida y el Padre primero
por fin pudo redimir su soledad infinita. (100 Relatos breves.
LOM 1997).
[4] Disponible en línea, en Iniciativa para la
Comunicación.
http://www.comminit.com/la/pensamientoestrategico/lasth/lasld–754.html
[5] La democratización de los Medios. Manuel
Chaparro (ed.). EMA–RTV. 1999
[6] Los Mattelart hoy: Entre la continuidad y la
ruptura. Una visión desmitificadora de los ‘nuevos
paradigmas’ ". (Michéle Mattelart. Los Mattelart
hoy: Entre la continuidad y la ruptura. Una visión
desmitificadora de los ‘nuevos paradigmas’ ".
Publicado en http://www.felafacs.org/dialogos/pdf21/kaplun.pdf
)
[7] Mario Kaplún apunta que tal estudio fue
publicado en Buenos Aires a inicios de 1974. Michéle
Mattelart y Mable Piccini, "La televisión y los sectores
populares". Comunicación y Cultura nº2, Buenos Aires,
marzo 1974, págs 3 y ss.
[8] El artículo Nuevos Paradigmas es firmado por
Armand y Michéle Mattelart en la sección Democracia
y Comunicación de la Revista Opciones, del Centro de
Estudios de la Realidad Contemporánea, de la Academia de
Humanismo Cristiano. Enero–abril 1989. SIN 0716–4513.
Chile.
[9] Mario Kaplún comenta en la entrevista citada
que la edición original de Comunicación y cultura
de masas de Antonio Pasquali fue publicada en caracas por la
Universidad Central de Venezuela a
fines de 1963, bajo el título "La masificación de
la cultura por medios audiovisuales en las regiones
subdesarrolladas. Estudio sociológico y
comunicacional".
[10] "Se trata en definitiva de plasmar el sentido de
una educación que en espíritu nunca ha abandonado
la opción liberadora: socialización sin represión. La
construcción y vivencia de los valores, lograda a
través de la intersubjetividad supone un entendimiento no
coactivo entre los sujetos y un sujeto capaz de entenderse
consigo mismo sin tales coacciones". (CARCAMO, Luis; GODOI,
Víctor. 1998. "Voces que construirán un mundo
mejor". Tesis para optar al grado de licenciado en
Comunicación y el título de Periodista. Universidad
Austral de Chile.
[11] La Vida Cotidiana, fuente de producción
radiofónica. UNDA–AL 1994, Quito,
Ecuador.
[12] El día 13 de septiembre de 2004 se
realizó una mesa de trabajo en el Palacio Presidencial de
la Moneda acerca de las radios comunitarias y su inserción
en un nivel de lo público que modifique la actual
legislación chilena. En el estuvieron dirigentes de la
Asociación de radios Comunitarias de Chile ANARCICH,
además de Manuel Chaparro; Gustavo Gómez, Director
Programa de
Legislaciones y Derecho a la Comunicación de AMARC;
representantes de AMARC América
Latina y el Caribe, Ong ECO y Universidades chilenas
además de representantes de diversos Ministerios.
En tal encuentro se compartió la necesidad de cambiar la
legislación chilena de manera de ampliar las libertades de
expresión y de emisión de mensajes por parte de los
sujetos organizados.
Víctor Godoi Millán // Universidad
Austral de Chile