Análisis de los foros virtuales: su contenido psicológico y lingüístico
- Introducción:
internet - Auge de los foros de
salud virtuales - Aportaciones para la
salud de los foros virtuales - Desventajas de
INTERNET - Análisis del
contenido de los foros virtuales: La expresión escrita
de emociones y la salud - Programas de
análisis de texto informatizados - Desarrollo del
LIWC - Funcionamiento del
LIWC - Aplicación en el
análisis de foros virtuales: exploración de
estudios existentes - Aspectos
Éticos - Discusión y
Conclusiones - Bibliografía
ABSTRACT
En los últimos años, gracias a INTERNET se ha desarrollado
otra vía de comunicación que facilita el acceso a
diversas fuentes de
apoyo. Este es el caso de los foros virtuales dirigidos a tratar
temas de salud y, sobre
todo, aquellos donde los participantes sufren algún tipo
de enfermedad. Desde estos foros, los pacientes conectan con
profesionales y con otros pacientes para compartir dudas y
preocupaciones. Aunque todavía son escasos los estudios
que analizan la eficacia de estos
foros como fuente de apoyo, algunos estudios evidencian los
efectos positivos que pueden aportar para la salud, al mismo
tiempo que nos
posibilitan una nueva forma de acercarnos a conocer las
experiencias de los pacientes con enfermedades crónicas
a través del análisis del contenido de los mensajes que
envían a dichos foros. Una de las técnicas
que ha demostrado ser valiosa para estudiar el contenido de las
narraciones escritas es el LIWC, Linguistic Inquiry and Word Count
(Pennebaker, Francis y Booth, 2001), un programa
informático de análisis de textos, ampliamente
utilizado en Psicología. El LIWC,
basado en una estrategia de
recuento de palabras, procesa los textos categorizando las
palabras en función de
diversas dimensiones: procesos
psicológicos, asuntos personales, dimensiones
lingüísticas, etc. Desde este marco es de donde parte
este estudio, en el que se pretende hacer una revisión de
los estudios más relevantes que han utilizado el programa
LIWC para estudiar los grupos de salud
creados en INTERNET y analizar el patrón
lingüístico y psicológico del contenido de los
mensajes enviados por pacientes a estos foros.
Palabras clave:
· comunicación
· comunidades
virtuales
· estado de
bienestar
· sanidad
· terapia
Desde hace algunos años los adelantos
tecnológicos han hecho posible la creación y
desarrollo de
INTERNET. Este medio tuvo sus orígenes en Estados Unidos,
en 1969. Nació como estrategia político-militar,
siendo el resultado de un proyecto del
Departamento de Defensa norteamericano. Se creó para
formar parte de un sistema de
comunicación entre posiciones militares y alrededor de los
años ochenta, pasó a ser utilizada por
académicos e investigadores (Pareras, 1996). Sin embargo y
como sucede con muchos proyectos, fue
sobrepasado por sus potencialidades y posibilidades y en la
década de los noventa se introdujo en los bancos y empresas, para
generalizar su desarrollo a toda la población llegando en la actualidad a
más de 700 millones de usuarios en el mundo, según
los datos publicados
recientemente por la Asociación para la Investigación de los Medios de
Comunicación (AIMC).
En cuanto a los servicios que
se ofrecen a través de este medio, se puede decir que
existen multitud de páginas informativas, de educación, servicios
médicos y de apoyo y, otros aspectos técnicos a los
que se puede acceder mediante los simples correos
electrónicos, chats, foros e incluso
videoconferencias.
Tabla 1
Como la tabla 1 demuestra, se puede acceder a infinidad
de servicios a través de este medio tecnológico,
pero hay que destacar que uno de los sectores que más ha
contribuido al crecimiento de esta forma de comunicación
es el que concierne al area de la salud.
Auge de los foros de salud
virtuales
Las secciones relacionadas con la salud que se ofrecen a
través de la red están siendo en
la actualidad un recurso cada vez más usado.
Concretamente, algunas investigaciones
Houston, Cooper y Ford (2002), han destacado que en
Estados Unidos hay más de 200 grupos de INTERNET dedicados
al campo de la salud y, alrededor de 125 de estos grupos han sido
creados para ofrecer apoyo. Liszt, un portal que pone en un
índice el número de listados existentes, contiene
alrededor de 500 grupos relacionados con temas de salud. Otro
portal popular, Yahoo, permite a los usuarios participar y
manejar su propio grupo
electrónico. En este sitio hay más de 600 grupos
electrónicos relacionados con la salud.
En nuestro país, Vivas et al, 2004, han realizado
una investigación sobre páginas relacionadas con
temas de salud, siendo el resultado de su trabajo el
hallazgo y posterior análisis de 345 Web sobre asuntos
relacionados con la salud en castellano y 23
en catalán, pertenecientes a ONGS, a profesionales
sanitarios particulares y principalmente a asociaciones de
autoayuda en línea.
La finalidad de estas asociaciones o grupos de
autoayuda, es compartir y animar a sus miembros a discutir y a
hablar de sus experiencias con la finalidad de proporcionar apoyo
y, de esta manera permitirles sobrellevar mejor su problema,
reducir sentimientos de aislamiento y aflicción,
proporcionar información (Shapiro, 1983; Neuhauser y
Kreps (2003); Rapp y Wintersteen, 1991).
Aportaciones para la salud de
los foros virtuales
Según diversas investigaciones como las
realizadas por Eysenbach, Powell y Kuss (2002) en el Proyecto
DAERI (Database of Adverse Events Related to the
INTERNET), en el que se recogen las aportaciones positivas y
negativas de estos foros de salud virtuales o las realizadas en
nuestro país en la Sociedad Española de Informática de la Salud, que revisa en
su IV Informe SEIS la
calidad de la
información en las páginas con temas relacionados
con la salud, afirman que a pesar de ciertos factores como la
dificultad para valorar el grado de validez de la
información, o la heterogeneidad de la misma, etc. (ver
tabla 2) el número de usuarios de estos foros de salud en
línea se ha incrementado por otras ventajas
adicionales.
Tabla 2
Entre las características de esta forma de
comunicación para temas referentes a la salud se han
encontrado ciertas ventajas para los usuarios de este medio
(Mickelson, 1997), entre ellas:
- Elimina las distancias geográficas
- La oportunidad de comunicar anónimamente sin
inhibiciones. - Se puede acceder a este medio durante las 24-horas,
con independencia de tiempo y lugar de participantes
en la comunicación - El acceso para buscar información que puede
ayudar sentir más el mando de una
situación - Minimiza sentimientos de aislamiento
- La rapidez de intercambio de
información - Los costos bajos
por mantener la
comunicación.
También se ha puesto de manifiesto que los
recursos de salud
disponibles a través de INTERNET pueden ser especialmente
útiles para algunos usuarios con un perfil
específico.
Del mismo modo, en varios estudios se han encontrado
beneficios en personas que se comunicaban a través de
INTERNET participando en foros de salud, los participantes
afirmaban que al expresar sus problemas y
hablar con otros pacientes se sentían mejor. Esto
sucedía en algunas poblaciones clínicas como
personas afectadas de cáncer, VIH y problemas de obesidad y no
en otras como enfermedades
cardiovasculares (Nguyen et al. 2003). Grunwald y Busse
(2002) estudiaron en varios grupos virtuales los factores que
hacen que estos grupos de apoyo funcionen conluyendo que los
más importantes para los miembros de estas comunidades
eran el poder
permanecer bajo el anonimato, a rapidez de intercambio de
información y los costos bajos por mantener la
comunicación.
Así mismo, Shaw (2000) examinó las
relaciones que se establecen en un grupo de pacientes enfermas de
cáncer en línea. La ausencia de señales
dentro de un contexto social es uno de los aspectos que
más valoraban de INTERNET, ya que pueden expresarse
libremente y evitar los prejuicios.
Otra posibilidad que hace que los foros virtuales para
temas concernientes a la salud estén creciendo como
recurso de autoayuda, podría ser el propio efecto
terapéutico que ejerce esta forma de comunicación
en la salud al escribir sobre los problemas y emociones (Smyth,
et al., 1999).
Concretamente, algunos autores, partiendo de esta idea
han estudiado el efecto de escribir en estos foros y sus efectos
en la salud. Para ello se han utilizado técnicas
específicas encargadas de estudiar y analizar desde un
contexto psicológico, los beneficios terapéuticos
que puede aportar el narrar por escrito las expresiones
emocionales a la vez que ofrecer la posibilidad de utilizar estas
técnicas como otra vía diferente para conocer las
creencias de salud y enfermedad de los tradicionales métodos
como las entrevistas y
cuestionarios (Pennebaker, 1993)
Análisis del contenido
de los foros virtuales: La expresión escrita de emociones
y la salud
La primera idea surgió en 1986, Pennebaker y
Graybeal (2001), publicaron un estudio en el que analizaban los
efectos de escribir las experiencias sobre hechos
traumáticos de la vida en varios grupos de estudiantes
universitarios. A partir de entonces numerosas investigaciones se
han dedicado a estudiar sus efectos terapéuticos
(Pennebaker, 1993; Smyth et al., 1999; Schoutrop et al., 1997,
2002; Sloan y Marx, 2004;
Stanton et al., 2002).
Para ello, se han empleado diversas estrategias que
analizan dichas narraciones escritas, entre ellas destacan los
programas de
texto
informatizado (tabla 3)(Neuendorf, 2002; Popping, 2000; Weber, 1990;
West, 2001).
Programas de análisis
de texto informatizados
Tabla 3
Entre los programas informatizados que analizan textos
citados en la tabla anterior, el más ampliamente utilizado
en el ámbito de la Psicología es el
"Linguistic Inquiry and Word Count" (LIWC), creado
por Pennebaker (Pennebaker y Francis, 1999; Pennebaker y Francis,
1996; Pennebaker, Francis y Booth, 2001).
El "Linguistic Inquiry and Word Count" (LIWC,
Pennebaker, Francis y Booth, 2001) es un programa informatizado,
cuyo objetivo es
analizar los rasgos distintivos de los textos.
El programa se desarrolló originalmente dentro
del contexto de las investigaciones de Pennebaker. Fue
diseñado para descubrir que rasgos y
características de las narraciones que hacían las
personas sobre sus experiencias tenían efectos positivos
para la salud (Pennebaker y Francis, 1996; Páez, Velasco y
González, 1999).
Actualmente la aplicación del programa se ha
expandido para analizar el uso del lenguaje en
otros ámbitos, como fuentes de texto, literatura, narraciones
personales, conversaciones cotidianas y más concretamente,
uno de los principales objetivos del
mismo Pennebaker era utilizarlo como método
para examinar las creencias que las personas transmiten al hablar
de su enfermedad en diferentes contextos, como en el
ámbito de INTERNET (Pennebaker y Graybeal,
2001).
El programa está compuesto por 72 dimensiones
lingüísticas las cuales fueron creadas a partir de
conceptos psicológicos y con la ayuda de jueces. A su vez,
estas dimensiones se integran dentro de 4 categorías
establecidas previamente:
- Categorías del lenguaje
estándar:
Artículos, preposiciones, pronombres incluyendo
primera persona en
singular, primera persona en plural, etc.
- Procesos psicológicos:
Categorías de emociones positivas y negativas,
sentimientos, procesos cognitivos, etc.
- Palabras relacionadas con aspectos
relativos:
Tiempo, tiempo del verbo, moción, espacio,
etc.
- Dimensiones relacionadas con asuntos
personales:
Sexo, muerte,
casa, trabajo, familia,
etc.
Las categorías del LIWC están organizadas
jerárquicamente, por ejemplo, todas las palabras
relacionadas con la categoría ‘enojo’
serán también organizadas en las categorías
de emociones negativas o palabras afectivas (ver Tabla 5.3. donde
se presentan las categorías y las subcategorías con
ejemplos).
Aplicación en el
análisis de foros virtuales: exploración de
estudios existentes
Puesto que el programa LIWC se desarrolló en un
contexto psicológico, una de las ventajas que ofrece es su
aplicabilidad con fines terapéuticos como los
foros.
Por ejemplo, con el propósito de ver la
aplicación del LIWC en diversos foros de INTERNET, Davison
y Pennebaker (2001), investigaron a varias comunidades virtuales
de pacientes con diferentes enfermedades con el fin de analizar
las características lingüísticas y como los
rasgos en el uso del idioma reflejan el estilo expresivo de los
pacientes y sus creencias sobre su enfermedad al hablar con otros
de sus historias y experiencias. En concreto,
recopilaron 3062 mensajes durante un periodo de 2 semanas de 5
foros diferentes (cáncer, enfermedades cardiovasculares,
diabetes,
artritis reumatoide y cáncer de
próstata). Los resultados indicaron que los grupos
difirieron significativamente a lo largo de todas las dimensiones
del programa, es decir que las personas que tienen enfermedades
diferentes se acercan a los grupos de apoyo en línea de
las maneras diferentes. De hecho, demostraron que unos grupos son
más emocionales y personales que otros en cambio otros
grupos se preocupan más por datos objetivos que rodean su
enfermedad.
Por ejemplo, en las dimensiones relativas a aspectos
emocionales los grupos de artritis y diabetes usaron más
palabras de emociones negativas que los grupos de cáncer
de pecho, de próstata y de enfermedades
cardiovasculares.
En las dimensiones que hacen referencia al uso del
idioma, se encontró que había grupos que
personalizaban más su enfermedad al hablar de ella. Este
rasgo, se ha asociado a la incidencia y mortalidad de la
enfermedad del corazón
así como niveles des de hostilidad (Descalzo, 1992).
Cuando las personas usan las palabras como "Mi enfermedad" se
personaliza más que "esa enfermedad.". En este estudio,
los pacientes con enfermedades del corazón usaron una
proporción más alta de pronombres personales que
los pacientes diabéticos y de cáncer de
próstata.
En otro estudio (Ramírez-Esparza, García,
Suriá y Pennebaker, en revisión), se analizaron los
mensajes de varios grupos de personas que enviaban a foros de
INTERNET para comparar si existían diferencias a la hora
de narrar sus mensajes en función de la enfermedad y del
idioma. En este caso se utilizaron foros de discusión en
inglés
y español de
personas deprimidas y foros de discusión de temas
relacionados con el hogar (grupo control) en
inglés y español. En total fueron recogidos 200
mensajes de INTERNET. De estos la mitad fueron en español
y la otra mitad en inglés. Así mismo, 50 textos
fueron de personas deprimidas y 50 fueron del grupo control. De
los foros de ayuda en inglés, en el grupo de depresión,
34 personas se identificaron como mujeres, 8 hombres y 8 no
identificaron su sexo. En el
grupo control 7 indicaron ser mujeres y 43 no se identificaron.
Por otro lado, de los foros de ayuda en español, en el
grupo de depresión, 40 indicaron ser mujeres, 9 hombres y
1 no se identificó. En el grupo control 30 indicaron ser
mujeres y 19 hombres y 1 no informó. No se analizaron
otras características personales de los participantes.
Estos textos se analizaron lingüísticamente
utilizando el LIWC en inglés y español. Se
seleccionaron categorías con valor
psicológico para la depresión y que hayan sido de
relevancia en otras investigaciones (e.g. Rude et al., en
prensa;
Striman y Pennebaker, 2001). Estas categorías fueron
primera persona en singular (yo, mío, mis); primera
persona en plural (nosotros, nuestro); emociones positivas (y sus
subcategorías emociones positivas, sentimientos positivos,
optimismo); emociones negativas (y sus subcategorías
ansiedad, enojo, tristeza) y por último, procesos sociales
(incluyendo las subcategorías comunicación,
referencia a otros, amigos, familia, humanos).
Se hizo un análisis de varianza por cada
categoría donde el tipo de grupo fue una variable
independiente (depresión vs. control) y el lenguaje la
otra variable independiente (Inglés vs. Español).
Los resultados de esta investigación replicaron lo
encontrado en otras investigaciones, existen diferencias entre la
variable tipo de grupo, las personas que están deprimidas
utilizan diferentes categorías de palabras que las
personas que no están deprimidas (e.g. Stirman y
Pennebaker, 2001; Rude, Gortner y Pennebaker, en prensa), sin
embargo, no se encontraron diferencias entre el factor
idioma.
Dimensiones analizadas:
- Enfoque en uno mismo. Los resultados mostraron
que las personas deprimidas utilizan más palabras en
primera persona en singular tanto en inglés como en
español. Sin embargo, no se encontraron diferencias en
ninguno de los grupos al tomar en cuenta los pronombres en
primera persona en plural. Estos resultados replican lo
encontrado en otras investigaciones, donde poetas que han
cometido suicidio
utilizan más pronombres en primera persona (Stirman y
Pennebaker, 2001), así como estudiantes deprimidos de la
Universidad
de Texas en Austin (Rude et al., en prensa). - Emociones positivas y negativas. De las cuatro
categorías analizadas con valencia positiva solamente se
encontraron diferencias significativas en la categoría
afecto, donde el grupo deprimido de habla inglesa e hispana
utilizó más palabras afectivas que el grupo
control. Con respecto a palabras con valencia negativa las
cuatro categorías analizadas mostraron diferencias entre
el grupo deprimido y el grupo control tanto en foros de habla
hispana como inglesa. Específicamente, las personas
deprimidas tendieron a utilizar más palabras con
emoción negativa, ansiedad, enojo y tristeza. Estos
resultados replican lo encontrado en otras investigaciones con
respecto al uso de palabras negativas (Rude et al., en prensa;
Stirman y Pennebaker, 2001), pero parcialmente lo encontrado
con respecto a palabras con valencia positiva, donde se infiere
que las personas deprimidas usan menos o igual número de
palabras positivas que las no deprimidas (Rude et al., en
prensa). - Procesos Sociales. Se encontró que en
general las personas deprimidas utilizan más palabras
relacionadas con procesos sociales, comunicación amigos,
familia y humanos. Esto se puede deber a que las personas
deprimidas al hablar de sus problemas hablan más de las
personas que los rodean, a comparación del grupo
control. Con respecto a la categoría referencia a otros
los resultados son contradictorios en ambos foros de
discusión haciendo difícil interpretar los
resultados. Estos resultados no replican lo encontrado
anteriormente ya que Rude y colaboradores (en prensa), no
encontraron diferencias en categorías sociales entre
personas deprimidas y no deprimidas.
Del mismo modo, en otro estudio realizado en España
(Beléndez, Suriá y Ramirez-Esparza, 2004), se
utilizó el programa para analizar los mensajes escritos
por varios grupos de personas que participaban en foros de
INTERNET, con el fin de comparar las tendencias en el uso del
lenguaje que expresaban los pacientes al escribir en
función de la enfermedad y del sexo. En este estudio, se
evaluaron las características que tenían en sus
narraciones 4 foros en línea (soriasis, hepatitis C,
diabetes y leucemia).
Fueron recogidos un total de 357 mensajes que los
enfermos enviaban. Los resultados afirmaron lo mismo que en
estudios anteriores. Existen diferencias en función del
sexo y de la enfermedad en ciertos rasgos. Por ejemplo, el nivel
de participación es mayor en las mujeres que en los
hombres. A su vez, éstas, en sus mensajes, hacen
más referencias a las dimensiones relacionadas con
aspectos familiares y menos a aspectos relacionados con los
amigos. Con respecto al tipo de enfermedad, el foro de leucemia, también
destacó por su mayor porcentaje de palabras relacionadas
con las dimensiones de la familia y
otros procesos humanos.
En cuanto a otras dimensiones y su relación con
el tipo de enfermedad, destacó el grupo de hepatitis y de
leucemia con más aspectos relativos a sentimientos
positivos.
Como se puede observar, estas investigaciones indican,
que el programa LIWC tiene una aplicación muy útil
para estudiar los grupos de salud creados en INTERNET y analizar
el patrón lingüístico y psicológico del
contenido de los mensajes enviados por pacientes y demuestran que
es otra forma de conocer las expresiones escritas de personas que
padecen una enfermedad diferente al método que
tradicionalmente era empleado, como las entrevistas y
cuestionarios.
Aunque, a lo largo de esta revisión, se ha
resaltado la importancia de INTERNET como un medio de
comunicación y se han destacado algunas de las ventajas
que ofrece la red para acercarnos a conocer las experiencias y
otros rasgos psicológicos que las personas expresan por
aquí, también hay que destacar ciertos aspectos que
ponen en tela de juicio la utilización de estos datos para
fines de carácter científico.
El primero hace referencia a la calidad de la
información conseguida a través de INTERNET y el
segundo, al derecho a la privacidad de esos datos que se
envían a páginas relacionadas con la
salud.
En lo referente a la calidad y validez de los datos
algunos investigadores han enfatizado en la problemática
de que esos datos sean generalizables a la población. Se
debe tener en cuenta que, aunque el número de personas que
utilizan INTERNET es amplio, los usuarios más frecuentes
de esta tecnología tienen un
perfil que no se puede generalizar a toda la población,
como ser de clase media y
media alta y ser joven.
Del mismo modo, hay que mencionar a los efectos de
historia y
maduración de la muestra ya que es
difícil realizar un seguimiento de los participantes por
aquí además del posible abandono de los
participantes, sobre todo cuando la investigación es de
carácter longitudinal (Couper, 2001b; Fricker y Schonlau,
2002). Por ejemplo, en un estudio se investigaron las diferencias
sobre las investigaciones en línea y las realizadas en
laboratorios y se observó que la tasa de participantes que
abandonaba los experimentos en
línea era sustancialmente mayor que los experimentos
dirigidos en laboratorios (Williams, Cheung y Choi, 2000;
Williams et. al., 2002). Esto puede ser debido a que los
participantes a través de INTERNET se sientan menos
comprometidos.
Por último hay que destacar el carácter de
la propia información, su veracidad, ya que es muy
difícil comprobar si la información que se nos esta
ofreciendo es cierta al no disponer de otras señales como
los gestos o el tono de voz.
Por otra parte, hay que tener en cuenta la dificultad en
este medio para controlar el efecto de la influencia de algunas
variables
extrañas que afecten a la investigación. Por
ejemplo, en un estudio de laboratorio se
pueden controlar variables no deseadas que puedan intervenir en
la investigación y verificar la identidad,
edad y género.
Así mismo, el investigador puede asegurarse de que los
participantes han comprendido correctamente las instrucciones y
supervisar que están realizando lo correcto, sin embargo,
en este medio no se puede comprobar la veracidad de esos datos
obtenidos (Rubin, 1987).
En cuanto a los aspectos éticos sobre la
privacidad de los datos que se pueden encontrar en este medio a
través de sus en foros o comunidades virtuales, existen
algunos factores que se deberían tener en cuenta (Hardin,
1968; M. Olson, 1971).
Uno de ellos es el acceso a esos datos. Este aspecto es
muy discutido por la comunidad
científica, ya que utilizar la información de las
conversaciones que envían las personas a estos foros no es
usual. Sin embargo, existen multitud de comunidades de
carácter público, en los que las personas comparten
con otras a través de mensajes, experiencias y asuntos
personales a los que se puede acceder de manera fácil y
gratuita. Generalmente, los miembros de estas comunidades
desconocen que sus mensajes van a ser parte de una
investigación, por ello un factor que se debería
tener en cuenta consiste en tener el consentimiento de esas
personas ya que probablemente no quieran ser espiados. La
finalidad del consentimiento informado es asegurar que los
individuos participan en la investigación propuesta
sólo cuando ésta es compatible con sus valores,
intereses y preferencias; y lo hacen voluntariamente con el
conocimiento necesario y suficiente Por otra parte, se puede
acceder con el consentimiento de la persona sin necesidad de que
tenga que identificar la procedencia de los datos pero aunque el
investigador quiera mantener la confidencialidad de esa
información puede que otros no la respeten, con lo que es
muy difícil que se mantenga el derecho al
anonimato.
Por lo que a la hora de recopilar información a
través de INTERNET el investigador debe valorar y respetar
los datos que manejar, a la persona, grupo o
comunidad.
Así mismo, la investigación con personas
puede implicar considerables riesgos y
beneficios y debería realizarse sólo
cuando:
- Los riesgos potenciales a los sujetos individuales se
minimizan; - Los beneficios potenciales a los sujetos individuales
y a la sociedad se
maximizan; - Los beneficios potenciales son proporcionales o
exceden a los riesgos.
De esta forma, el investigador debe en todo momento ser
consciente de que la información recogida por INTERNET no
va a perjudicar al participante y que los datos serán
meramente para objeto de la investigación.
Después de haber revisado los aspectos más
destacados de esta tecnología, el crecimiento del uso de
INTERNET como medio para acceder a consultas sobre temas de salud
es un hecho. Cada vez son más las personas que acceden a
consultar temas relacionados con la salud, esto queda recogido en
el proyecto DAERI (Data base of adverse events related to
INTERNET) realizado por Eysenbach, Powell y
Kuss(2002).
Respecto a los grupos en línea, se puede afirmar
que representan un punto de vista diferente a los grupos
tradicionales, un tipo de medio que puede ser utilizado como una
parte complementaria de tratamiento para las personas que tienen
problemas relacionados con la salud, ya que posibilita una forma
de encontrar a otras personas con problemas similares, de
compartir experiencias y de encontrar un apoyo, que muchas veces,
por limitaciones como la distancia o por limitaciones de la
propia enfermedad, imposibilitan este tipo de relaciones
aumentando las consecuencias negativas de la enfermedad,
(Colé, Vetter, 1972 ).
A su vez, una de las aportaciones que puede ofrecer en
el ámbito de la salud, consiste en la utilización
de este tipo de análisis por parte de los profesionales de
la salud, para ver de que manera se puede mejorar y potenciar
algunas dimensiones y disminuir otras, ya que existe evidencia de
que las dimensiones relacionadas con emociones positivas, pueden
aportar beneficios en el manejo de la enfermedad, (Danner et al.,
2001).
En cuanto al programa para analizar textos, se puede
decir que es una manera sistemática de cuantificar y
comparar las expresiones verbales escritas en diversos contextos
como pueden ser los foros de ayuda en INTERNET, (Cohn et al., en
prensa; Stone y Pennebaker, 2002), narraciones personales
(Pennebaker y Graybeal, 2001) y en conversaciones cotidianas
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Raquel Suriá
Martínez