- Introducción
- Biología del
esqueleto humano - Remodelación
ósea - Determinación de la
edad - Determinación del
sexo - Caracteres
métricos y no métricos - Características
culturales - Sistema de
enterramientos - Indicadores del
stress - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Como el mismo título lo indica, este trabajo es
una recopilación bibliográfica de las diversas
técnicas que han utilizado diversos especialistas, tanto
en antropología física como en otras áreas
del conocimiento[1]para estudiar los restos
óseos de los infantiles para a partir de estos avances
poder construir un modelo teórico de estudio.
Creo que es importante antes de empezar a discutir los
métodos y técnicas de estudio, especificar el rango
de edad que considero para aplicar mi modelo.
Este abarca desde el cuarto mes de vida intrauterina,
momento en que aparecen los centros primarios de
osificación[2]y se empiezan a manifestar
las características sexuales, hasta los 20 años que
es cuando el esqueleto se vuelve típicamente adulto y
dejan de servirnos algunos de los criterios de estudio, como es
la erupción dental.
¿Por qué es importante tener la misma
información para los restos óseos infantiles que
para los adultos?
En los esquemas de osteología
antropológica, casi no se contempla la presencia de restos
óseos infantiles y de adultos avanzados, utilizando
generalmente los individuos adultos de las muestras, sin embargo,
para entender la dinámica de una población
necesitamos conocer a todos y a cada uno de los miembros que la
compusieron, puesto que cada individuo tiene una expresión
específica dentro la dinámica diaria de los
individuos representado por sus esqueletos.
De esta manera, es muy importante entender los procesos
que sufrió la población en su conjunto, puesto que
nos permitirá hablar de nuestra población como una
totalidad y no como un sector aislado representado por un grupo
de edad.
La utilidad de contar con un método de estudio de
los restos óseos infantiles, es el poder incorporar a
nuestro estudio datos importantes como: aspectos
demográficos, culturales, laborales y condiciones de
vida.
Dentro de los aspectos demográficos podemos
conocer la frecuencia de mortalidad infantil por sexos, los
periodos críticos, que se pueden definir como cambios
fisiológicos sumamente graves como serían el
destete, la erupción dentaria etc…
Uno de los tópicos que más atención
ha llamado, son los aspectos culturales, manifestados en los
restos óseos infantiles. En muchas ocasiones el saber de
que edad y sexo fueron los individuos utilizados en un ritual,
nos ayudará a entender más claramente como se
realizaba este ritual y el tipo de religión de los
pobladores de una región que solo podemos conocer por
dichos restos.
Las condiciones de vida las podemos inferir con bastante
seguridad a través de la lectura de características
especiales, como son: algunas patologías producidas de
forma específica[3]
y los indicadores del stress
episódico.
Como se podrá ver el incluir a los niños y
a los ancianos dentro de nuestro grupo de estudio, nos posibilita
a hablar no solo de la población en su conjunto; sino que
nos da a entender los materiales procedentes de excavaciones,
donde solo se enterraron niños por alguna
razón.
Creo que la osteología antropológica es
muy útil en cuanto nos permite entender las
características de las poblaciones pretéritas que
solo conocemos a través de los restos esqueléticos
que dejaron y al mismo tiempo nos permite entender la
población actual.
Pero la osteología no solo trabaja con
poblaciones, sino que nos permite individualizar al sujeto en lo
que se conoce como antropología forense. De esta manera se
vuelve primordial para el antropólogo físico que
trabaja en esta área emitir la misma información
que para los restos óseos adultos. De esta forma el
antropólogo obtendría del análisis de los
restos óseos infantiles criterios que le permitan
determinar la filiación étnica del individuo, su
biografía y la causa de muerte.
El conocer la filiación étnica le permite
al antropólogo reducir notablemente los individuos a los
que pudo pertenecer el esqueleto en vida.
El conocer la biografía ayudará mucho a
identificar a un sujeto, puesto que es muy difícil que
varios sujetos tengan los mismos sucesos a edades similares
(Correa 1990:69).
Por ultimo podemos determinar con bastante seguridad la
causa de muerte del individuo siempre y cuando se haya visto
afectado el esqueleto, lo cual es relativamente frecuente puesto
que este recubre a varias partes vitales.
Antes de entrar en sí al análisis de los
restos óseos infantiles quiero recordar que, si en
ocasiones es difícil trabajar con los restos óseos
adultos, en muchas ocasiones es mucho más difícil
trabajar con los infantiles por lo que debemos de tomar nuestro
análisis con mucho cuidado.
Por último creo que existen muy pocos estudios
que se refieren a los restos óseos infantiles por lo que
es importante ampliarlos y realizar nuevos que nos permitan tener
más seguridad en los resultados de nuestra
investigación.
Al mismo tiempo es necesario contar con más
colecciones óseas correctamente identificadas y sexadas
para permitirnos seguir realizando nuevos estudios.
Biología
del esqueleto humano
INTRODUCCIÓN
Creo que es conveniente hacer un breve resumen de lo que
entenderemos por biología del esqueleto humano puesto que
nuestra correcta comprensión del concepto nos
permitirá manejar el resto de los planteamientos que se
desarrollarán en los siguientes
capítulos.
ANATOMÍA
El esqueleto humano esta compuesto por la cabeza, la
columna vértebral, la caja torácica, las cinturas y
las extremidades.
La cabeza se puede dividir en tres partes: el
neurocráneo, formado por los huesos que recubren el
cerebro; el vicerocráneo, formado por los huesos faciales;
y la mandíbula.
El neurócraneo se constituye por: los frontales,
que son los huesos de la frente (fusionados generalmente los
adultos, sin fusionar en los individuos infantiles); los
parietales, que forman el techo de la bóveda craneana,
posteriores al frontal con el que se articulan en la sutura
coronal; y el occipital, que ocupa la cara posterior e inferior
del cráneo y se articula con los parietales en la sutura
lamboidea.
El cráneo facial o vicerocráneo
está formado principalmente por los maxilares –que se
unen al frontal en las apófisis del mismo nombre y
contribuyen a formar tanto las órbitas como la nariz y la
boca– y los zigomáticos que forman el pómulo y
contribuyen a formar la pared externa de la
órbita.
La mandíbula es un hueso independiente de la
cabeza que se articula con el cráneo.
Tanto los maxilares como la mandíbula portan
dientes. Existen dos tipos de dentadura, la decídua o "de
leche" y la permanente. Comúnmente se nombran las piezas
dentales para solo uno de los lados (hemimandíbula)
derecho o izquierdo de cada una de las arcadas (inferior y
superior).
La dentadura decidua se nombra así porque los
dientes son remplazados por dientes permanentes. Esta compuesta
de 5 piezas en cada hemimandíbula (20 en total) que son:
incisivos central y lateral, canino y primero y segundo
molares.
La dentadura permanente tiene dos tipos de piezas, las
sucecionales, que son las que substituyen a sus homólogos
de la dentadura de leche y las accesionales, que son piezas
dentarias que se agregan y no sustituyen a otras. Esta compuesta
por ocho dientes en cada hemimandíbula: dos incisivos
(central y lateral), un canino, dos premolares (primero y
segundo) y tres molares (primero, segundo y tercero).
La columna vertebral está compuesta por 24
vértebras que se componen de un cuerpo, un arco y siete
apófisis.
En la edad infantil y juvenil los cuerpos y los arcos
permanecen separados, no adquiriendo la configuración
final hasta la edad adulta.
Existen cuatro tipos de vértebras: cervicales,
torácicas o dorsales, lumbares, sacras y coxales. Las
siete vértebras cervicales se caracterizan por tener arcos
grandes y cuerpo pequeño, las doce dorsales presentan
arcos más pequeños y cuerpos más grandes,
las cinco lumbares tienen los arcos y cuerpos más
voluminosos, tenemos por último, las cuatro o cinco
vértebras sacras que disminuyen gradualmente el
tamaño tanto del cuerpo como de los arcos, siendo la
primera la más grande y la última la más
pequeña.
Las curvaturas cervical y lumbar no se empiezan ha
desarrollar hasta que el niño empieza a caminar, por lo
cual no pueden observarse sino hasta el tercer o cuarto
año de vida.
El esqueleto del tórax o jaula torácica lo
constituyen doce pares de costillas y el
esternón.
Contamos con dos cinturas, la escapular y la
pélvica, ambas constituyen la conexión entre el
esqueleto axial (cráneo y columna vertebral) con el
apendicular o de los miembros.
La cintura escapular está compuesta por la
clavícula (un hueso pequeño en forma de "S
itálica") y el omóplato (de forma
romboidal).
La cintura pélvica se compone de dos coxales, que
en los individuos infantiles y juveniles son tres huesos
independientes (iléon, isquión y pubis), el sacro y
el coxis, estos últimos están formados por
vértebras que se fusionarán en la edad adulta en un
solo hueso.
El miembro superior se divide en tres segmentos: brazo
(proximal) , antebrazo (medial) y mano (distal). El brazo
está compuesto por el húmero, el antebrazo por el
radio y el cúbito y la mano esta compuesta por carpo,
metacarpo y dedos. El carpo son ocho pequeños huesesillos,
el metacarpo son 5 huesos y los dedos estan compuestos por tres
falanges (proximal, medial y distal) a excepción del
pulgar que solo tiene falange medial y distal.
El miembro inferior esta formado por el muslo, la pierna
y el pie. El muslo esta formado por el fémur, la pierna
por la tibia y el peroné y el pie esta compuesto por el
tarso, metatarso y los dedos, que tienen igual
organización que en la mano es decir, hay cuatro dedos de
tres falanges y el "dedo gordo" solo tiene falanges medial y
distal. La figura 1 (modificada de Brothwell 1987) muestra un
esqueleto típico de la primera infancia.
EMBRIOLOGÍA
El esqueleto humano se empieza a formar en la cuarta
semana de desarrollo a partir del mesodermo.
El mesodermo es una de las tres hojas germinativas de
las cuales se desarrollarán todos los tejidos del cuerpo
humano.
El cráneo y la mandíbula derivan del
mesodermo cefálico, mientras que el resto proviene del
mesodermo paraxil.
Conforme avanza el proceso de desarrollo, van
apareciendo en el embrión múltiples derivados que
reciben nombres particulares, algunos que podemos citar, a modo
de ejemplo son: somitas occipitales (que originarán, entre
la cuarta y sexta semana, el neurocráneo), o las cinco
prominencias faciales que, formadas al rededor del estomodeo (o
boca primitiva) entre la cuarta y quinta semana, darán
origen al resto de la cabeza. Las estructuras a las que da origen
cada prominencia se resumen en el cuadro 1 y en la figura 2 se
observa el desarrollo de las prominencias en un
embrión.
C U A D R O 1
D E R I V A D O S D E L AS P R O M I N
E N C I A S
F A C I A L E S
P R O M I N E N C I | D E R I V A D O S |
Frontonasal | Frontal, puente y bordes laterales de |
Maxilar | Escama del temporal zigomatico, y |
Mandibular | Maxilar inferior o |
Siguiendo con ejemplos y para mostrar apenas un atisbo
de las complejidades de la ontogenia, se puede señalar que
las dos últimas prominencias se desarrollan a partir de
los dos primeros arcos branquiales[4]el
mandibular[5]y el hioideo.
En la figura siguiente se puede observar la estructura
de los arcos branquiales y su distribución.
El esqueleto axil o postcraneano se empieza a formar en
la quinta semana a partir de derivados de las hojas paraxil y
lateral del mesodermo. En la sexta semana tenemos el desarrollo
de yemas que serán las futuras manos y dos semanas
después inicia el desarrollo de lo que serán las
piernas. Por último, la columna vertebral se forma a
partir del tubo neural. En el cuadro 2 presento un resumen de los
orígenes embriológicos del esqueleto.
CUADRO 2
DERIVADOS DE LOS ARCOS
BRANQUIELES
ARCO | NERVIO | MUSCULO | HUESOS |
1 | V Trigémino | De la masticación Pterigoideos Milohioideos Digastrico Tensor del | Maxilar Zigomatico Temporal Mandíbula Martillo y yunque |
2 | VII Facial | De la expresión Estilohiodeo Musculo del estribo. | Estribo Hasta menor y porción |
3 | IX Glosofaringeo | Estilofaríngeo | Asta mayor y porción |
4 | X Vago | Cricotiroideo Elevador del paladar. Constrictor de la | Cartilagos larigeos Cricoides ariteniodes. |
5 | X Vago(rama larngea) | Intrinsecos de la |
Ahora pasemos a estudiar el desarrollo de la dentadura,
que en realidad no forma parte del tejido óseo puesto que
tiene un origen embrionario diferente. Los dientes derivan de las
tres capas germinales, del ectodermo deriva el esmalte, del
mesodermo la papila y del endodermo la pulpa. Los dientes se
forman a partir de la séptima semana de vida intrauterina.
El ectodermo forma los brotes dentales en el interior de la
cavidad oral, los cuales se introducen en los maxilares forzando
la aparición de "huecos" o alveolos, posteriormente los
brotes dentales son invadidos por el mesodermo que formará
la papila, en una siguiente etapa, esta estructura adquiere su
constitución definitiva al penetrar el endodermo en la
cavidad para formar la pulpa.
HISTOLOGÍA
El tejido óseo lo constituyen tres tipos
diferentes de células, los osteocitos, los osteoblastos y
los osteoclastos.
Los osteoblastos son las células productoras de
las sustancias componentes del hueso, son grandes y mononucleadas
(con frecuencia se localiza en la base y es acentuadamente
basófilo) y son esféricas o
poliédricas.
Los osteoclastos son células especializada en la
reabsorción de sustancia ósea, se caracterizan por
ser sumamente grandes y multinucleadas, tener forma de cepillo y
una fuerte eosinofilia.
Los osteocitos son las células formadoras del
hueso y derivan de los osteoblastos, son más
pequeñas y mononucleadas.
Encontramos dos tipos de arreglo en el tejido
óseo, la médula en el centro y el compacto o
"corteza" en la periferia.
La médula tiene dos variedades: la roja, que
tiene una importante función dentro de la
hematopoyesis[6]y la amarilla, que perdió
la función hematopoyética y sólo contiene
grasa.
El tejido óseo tiene dos formas diferentes: el
hueso maduro y el inmaduro. El hueso inmaduro se caracteriza por
presentar unas estructuras de forma ahusada rellenas de
colágeno que darán posteriormente origen a los
canales de Havers[7]Conforme madura el hueso, los
canales de Havers se van obliterando y dan origen a las
laminillas intersticiales, típicas de los huesos
adultos.
Podemos observar una cubierta externa de tejido
conectivo que es el periostio, formado por dos capas, una fibrosa
más externa y una osteógena interna que si bien no
forma parte del tejido óseo, si forma parte de los huesos.
Del mismo modo, el interior del canal medular esta recubierto por
un endostio de una sola capa de células
osteógenas.
En la figura 4 se muestra la estructura macrocelular de
un hueso.
Los dientes histológicamente están
compuestos por tres capas, el esmalte es la substancia dura y
blanca que conforma la más externa, inmediatamente por
abajo del esmalte tenemos una capa de dentina que recubre toda la
superficie interna del diente, por último encontramos el
cemento que une a la raíz de cada diente con el maxilar
correspondiente.
La sustancia blanda del diente esta compuesta por la
pulpa que esta rodeada por la dentina; contiene un nervio, una
arteria y una vena[8]
En la figura 5 se muestra el corte de un molar adulto,
recuerde el lector que solo realizando un corte a la mitad se
pueden ver todos estos tejidos; en una observación directa
podemos observar el esmalte y en los dientes sueltos la dentina a
simple vista.
FUNCIONES DEL ESQUELETO
El esqueleto humano realiza cinco funciones:
protección de los órganos vitales, esta
función es muy clara si observamos que, al igual que el
corazón y los pulmones están rodeados por la jaula
torácica, el cerebro y los órganos de los sentidos
están rodeados por el cráneo; almacenamiento de
sustancias químicas, principalmente de calcio y fosfatos,
las cuales pueden ser liberadas al medio cuando la exigencia de
este lo requiera; producción de células
sanguíneas e inmunológicas, a través de la
médula; anclaje para músculos, el cual permite la
postura erecta y el movimiento a base de palancas; y
transmisión del sonido por medio de los huesecillos del
oído medio.
TIPOS DE CRECIMIENTO
Existen dos tipos de osificación en el esqueleto,
la intermembranosa y la endocondral. En la intermembranosa se
osifica directamente la membrana convirtiéndose en hueso,
sin pasar por una etapa intermedia cartilaginosa, esta
osificación es producida por la proliferación de la
matriz ósea (centros primarios de osificación) y su
calcificación posterior, proceso que involucra
también la reabsorción del tejido "sobrante". El
ejemplo clásico
de osificación intermbranosa es la bóveda
craneal. En la figura 6 se puede observar en la parte superior
los centros primarios de osificación, mientras que en la
parte inferior se observan las partes donde se deposita el hueso
y donde se reabsorbe.
La osificación endocondral consiste en la
formación de un molde cartilagínoso que será
sustituido por hueso posteriormente, el primer signo de la
osificación endocondral es la aparición de un
centro primario de osificación localizado a la mitad de la
futura diafísis (se puede observar a partir de la
séptima semana de desarrollo), en una segunda etapa se
aprecia, en cada epífisis, un centro de osificación
secundario.
Podemos observar entre cada díafisis y
epífisis lo que se conoce como metáfisis formada
por cinco zonas que son las siguientes: 1)de cartílago de
reserva, 2)de proliferación de células
cartilaginosas, 3)de hipertrofia de células
cartilaginosas, 4)de calcificación del cartílago y
5)la de reabsorción. La zona de cartílago de
reserva presenta un crecimiento muy lento, en la de
proliferación podemos observar la mitosis del
cartílago, en la zona de hipertrofia encontramos que las
células del cartílago o condrocitos están
sumamente crecidos, en la zona de calcificación observamos
el transito de condrocitos a osteocitos y en la de
reabsorción los condrocitos que van muriendo al ser
sepultados por los depósitos de calcio van dejando
espacios que son invadidos por pequeños vasos
sanguíneos.
Remodelación
ósea
La remodelación ósea se da como resultado
de un equilibrio entre dos procesos complementarios, el
depósito y la reabsorción ósea. El
depósito es producido por los osteoblastos y los
osteocitos mientras que la reabsorción esta dada por los
osteoclastos.
El proceso de remodelación permite al hueso en
crecimiento adquirir la forma definitiva, ya que por medio de
deposiciones y reabsorciones coordinadas puede irse "modelando"
mientras que en el hueso maduro se da una continua
renovación de osteocitos, al reabsorberse los viejos y
redepositase nuevos elementos.
En los primeros años de vida los osteoblastos son
más numerosos que los osteoclastos por lo cual se calcula
que cada ocho años tenemos un esqueleto nuevo, sin
embargo, en la edad adulta tenemos mucho más osteoclastos
que osteoblastos lo que ocasiona que las fracturas sean mucho
más frecuentes en los individuos de edad
avanzada.
IRRIGACIÓN E INERVACIÓN
La irrigación de cada hueso esta dada por al
menos una arteria diafisiaria y dos epifisiarias, cada una de las
cuales aparecen en el momento en el que se forman los centros de
osificación primario y secundarios. Todas ellas progresan
de la parte media hacia los extremos, dividiendose y
haciéndose más estrechas hacia la periferia. Este
conjunto de arterias son independientes en los huesos inmaduros,
anastosomandose y convirtiéndose en un único
sistema en los huesos maduros. Los vasos que irrigan al periostio
derivan de las arterias musculares en forma de plexos capilares.
La vena longitudinal central recibe la sangre de los senos
venosos que llenan las cavidades medulares y la cede a venas
acompañantes de la arteria nutricia.
La inervación del hueso esta dada por redes
nerviosas que a partir del periostio acompañan a las
arterias nutricias, apenas penetrando en los canales de Havers,
por lo que la sensibilidad acentuada se concentra en la
periferia.
REPARACIÓN DE FRACTURAS
Uno de los procesos más complejos que se dan en
el esqueleto humano es el de la reparación de las
fracturas.
Al momento de producirse la fractura aparece un hematoma
causado por la ruptura de vasos, médula y periostio,
cuando se coagula, células especializadas se encargan de
destruir los restos del hueso necrótico mientras el tejido
conectivo del periostio forma una capa cicatrizal transitoria
conocida como granular, posteriormente se forma un callo de
fibrocartílago de forma ahusada alrededor del área
de fractura. El callo de cartílago es invadido por
osteocitos procedentes del periostio y el endostio en un proceso
similar a la osificación endocondral y por último
el callo se vuelve laminar por remodelación quedando la
fractura bien consolidada.
Determinación de la
edad
INTRODUCCIÓN
La determinación de la edad se basa
principalmente en la aplicación de los diversos criterios
de maduración ósea a un sólo individuo
(Peña y Jáen 1989:65). Al hacer esto enfrentaremos
varios problemas, uno de los principales es el hecho de que los
criterios se basan en poblaciones y por lo tanto dan medias
estadísticas, mientras que nosotros trabajaremos con
unidades individuales que responden a una ontogenia particular e
irrepetible, a esto se suma que ni siquiera dentro de un mismo
individuo se da un desarrollo totalmente sincrónico, por
lo que es posible que cada uno de los criterios utilizados de una
edad ligeramente diferente (Tanner 1986:101); puede haber
además una discrepancia entre la edad biológica y
la cronológica[9]
ERUPCCIÓN DENTAL
El método de la erupción dental es uno de
los criterios más confiables para determinar la edad del
individuo, pues presenta poca variabilidad individual. Se basa en
la comparación de las piezas dentarias presentes, tanto en
el maxilar como en la mandíbula, con las que las tablas
promedio asignan a cada edad.
Existen dos técnicas para usar este criterio, la
morfoscópica y la radiológica. La técnica
morfoscópica simplemente evalúa la presencia o
ausencia de dientes que han logrado perforar el maxilar o bien la
presencia de alveolos vacios; tiene la ventaja de que no se
necesitan ni instalaciones ni equipo especial para realizarlo,
sin embrago presenta la desventaja de que es menos preciso que la
radiológica.
La técnica radiológica consiste en tomar
placas de los maxilares y mandíbulas y contar no
sólo los dientes brotados sino que también se toma
en cuenta el grado de desarrollo de los dientes que están
todavía creciendo dentro de su máxilar. Esta
técnica también se ha utilizado en los individuos
juveniles para determinar si el tercer molar esta ausente por
factores genéticos que impidan su desarrollo o porque se
esta desarrollando y el individuo no tiene la edad necesaria para
que surjan las piezas dentales.
En el cuadro 3 presento la secuencia de erupción
dental propuesta por Sapeey citado por Achaval (1988:401) y en la
figura 8 diversos estadios de la dentición
humana.
CUADRO 3
SECUENCIA DE ERUPCIÓN
DENTAL
PIEZA | INICIO | FIN |
DECIDUAL (en meses) | ||
Incisivo central | 6 | 8 |
Incisivo lateral | 7 | 12 |
Canino | 16 | 24 |
Primer molar | 12 | 18 |
Segundo molar | 24 | 36 |
PERMANENTE (en | ||
Incisivo central | 5 | 6 |
Incisivo lateral | 6 | 8 |
Canino | 9 | 10 |
Primer premolar | 10 | 13 |
Segundo premolar | 10 | 13 |
Primer molar | 10 | 11 |
Segundo molar | 12 | 14 |
Tercer molar | 18 | 30 |
FUSIÓN DE LOS CENTROS DE
OSIFICACIÓN
Este indicador presenta una variación un poco
mayor entre las edades biológica y cronológica que
la erupción dental pero es una medida bastante certera de
la edad. Conociendo la edad precisa en que se fusiona cada
epífisis con su diáfisis y observando el grado en
que lo hallan hecho podemos determinar la edad del
individuo.
CUADRO 4
PRRINCIPALES CENTROS DE
OSIFICACIÓN Y EDAD A LA QUE SE FUCIONAN
LONGITUD DE LOS HUESOS LARGOS
La longitud de los huesos largos es un método que
se puede usar para determinar la edad de los individuos
encontrados en osarios y otros contextos en donde se carece de
individuos completos para determinar la edad (Marquez 1987:55) y
(Roman 1986) citando a Ubleiker.
Los autores anteriores recomiendan sin embargo usar otro
tipo de criterios para determinar la edad como los dos
mencionados anteriormente y solo en los casos en los que no
podemos utilizar otro método intentar con este. Sí
tomamos en cuenta que los individuos crecen más o menos al
parejo será obvio que al tomar una medida podemos
determinar la edad del individuo al morir.
Sin embargo esto no es totalmente cierto puesto que la
proporción de los diversos segmentos esta determinada de
manera genética más los efectos aditivos del medio
ambiente por lo que los individuos de una misma edad pueden
variar mucho. El lector podrá observar en un grupo de
estudiantes de primaria que aunque todos tienen aproximadamente
la misma edad tienen diferentes estaturas.
Para establecer las correlaciones se determina la edad
dental[10]y se toman las longitudes de cada uno de
los huesos largos.
Posteriormente se hace la correlación y se
obtiene el promedio para cada edad y cada hueso largo.
En el cuadro 5 presento las correlaciones encontradas
por (Márquez 1987) utilizando entierros infantiles
procedentes de la catedral metropolitana de
México.
Es importante mencionar que estos datos fueron
calculados para población colonial de la ciudad de
México y no necesariamente corresponden a poblaciones de
distinta procedencia ni de distinta época puesto que
estamos hablando de circunstancias biológicas y sociales
muy especificas para ese momento.
Recomiendo por lo cual hacer estudios similares para
grupos de un mismo horizonte cultural y de localidades bien
delimitadas. En la medida que tengamos esta información
podremos producir datos más confiables.
CUADRO 5
CORRELACION ENTRE LA EDAD DENTAL Y LA
LONGITUD DE LOS HUESOS LARGOS
RANGO | FEMUR | TIBIA | PERONE | HUMERO | RADIO | CUBITO |
0.0 0.5 | 61.25 | 61.25 | 59.71 | 58.85 | 49.16 | 57.80 |
0.5 1.5 | 109,30 | 93.60 | 98.60 | 91.00 | 67.25 | 75.30 |
1.5 2.5 | 134.80 | 122.00 | 103.00 | 113.00 | 88.00 | 89.91 |
2.5 3.5 | 136.50 | * | * | 109.00 | 87.33 | 100.00 |
3.5 4.5 | 163.00 | * | * | 125.00 | * | * |
5.5 6.5 | 179.00 | 128.00 | 145.00 | 132.00 | 104.00 | 108.90 |
6.5 7.5 | * | * | * | * | 152.50 | 128.90 |
7.5 8.5 | 285.00 | * | * | 211.00 | 152.50 | 188.00 |
Determinación del
sexo
INTRODUCCION
La determinación del sexo en los individuos
infantiles es uno de los apartados más polémicas
para los antropólogos físicos y en si pudiera ser
tema de un trabajo aparte por la cantidad de trabajos que se han
realizado tanto en favor de esta como en contra.
Con respecto a la determinación del sexo en los
individuos infantiles existen tres puntos de vista diferentes que
resume (Román:1986) que son: a)El de los investigadores
que piensan que es imposible determinar el sexo puesto que no se
manifiestan las características sexuales secundarias hasta
después de la pubertad dentro de los que encontramos a
Steward.
b)El de los investigadores que piensan que se puede
determinar el sexo pero se deben de tomar estos resultados con
mucha desconfianza puesto que no existen criterios igual de
concluyentes que para los adultos. c)El grupo de los
investigadores que afirman que se puede determinar el sexo con
bastante seguridad en los individuos infantiles.
Estos autores piensan que el sexo en las edades
tempranas se manifiesta en el hueso cóxal, Dentro de estos
autores tenemos a: Boucher 1957 y 1959, Génoves 1959,
López 1971 Pompa 1975.
Este capítulo se basa en sus trabajos puesto que
han sido los que más han estudiado la determinación
sexual de los individuos infantiles.
DIFERENCIAS EN EL DESARROLLO
Para (Tanner 1986:101) los diversos criterios para
valorar el desarrollo biológico no tienen el mismo
ritmo.[11] Dentro de los factores que intervienen
en estas diferencias de los ritmos tenemos el sexo que permite
que las niñas se desarrollen antes que los
niños.
Sobre esta base Hunt y Glesler citados por (Román
1986:76) proponen un método para sexar a los individuos en
el que hacen primero la determinación de la edad dental y
la edad ósea de manera independiente.
Posteriormente observaron la relación que tienen
ambas edades lo que les permitió separar los sexos por las
diferencias en el desarrollo que explica Tanner.
(Róman obcit) menciona que los autores
antes citados logran sexar correctamente al 76% de los individuos
estudiados[12]
Este método es muy sencillo de aplicar y no
necesita tener una formación demasiado especializada para
desarrollarlo sin embargo presenta algunos problemas. El primer
problema que presenta este método es que depende mucho del
medio ambiente por lo que no se cumple en todos los casos, el
otro problema es que para aplicarlo se necesita contar con
esqueletos completos que en muchas ocasiones es difícil de
conseguir puesto que los huesos infantiles son muy
frágiles y difícilmente se reúnen esqueletos
completos.
Obviamente los materiales que proceden de un osario son
totalmente inservibles para este estudio puesto que no podemos
relacionar los huesos entre si y por lo cual no podemos comparar
la edad dental y la edad ósea.
Si bien este método presenta algunos problemas lo
incluyo porque pueden darse con cierta facilidad circunstancias
que lo buelban aplicable.
FORMA DEL COXAL
El coxal ha sido usado desde hace mucho tiempo como
marcador del sexo en los individuos adultos por las
características tan marcadas que presenta.
La mayoría de los autores que creemos que se
puede determinar el sexo en los individuos infantiles nos basamos
en dicho hueso puesto que en el se manifiestan
características sexuales mucho antes de que se manifiesten
los caracteres sexuales secundarios en otros huesos.
El primer estudio que se conoce acerca de la
determinación sexual fue hecho por Fheling en 1876 quien
estudia 130 huesos coxales para afirmar que se puede determinar
el sexo a partir del cuarto mes de vida inrauterina
(Genovés 1959:39).
Posteriormente se encuentran los trabajos de Barbara
Boucher de 1957 y 1959 en donde a partir de estudios de
radiografías de la cintura pélvica puede determinar
el sexo en la totalidad de su muestra (49 individuos).
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