- Primeras
repercusiones y otros ismos - El
simbolismo - El
Expresionismo - Futurismo
- Dadaísmo
- Surrealismo
- El
Creacionismo - El
Ultraísmo - El
imaginismo
Primeras
repercusiones y otros ismos
Quizás el deseo de comunicarse fue uno de las
primeras intenciones lógicas y primarias del ser humano,
los primeros intentos dibujos, señales, signos,
ideogramas, se concretaron en la prehistoria, las
representaciones pictográficas de las cuevas de Altamira,
tal vez fueron las expresiones más acabadas de esta
intención, después vinieron las expresiones
corporales, gestos que acompañaron los primeros intentos
serios de establecer relaciones de entendimiento por medio de la
mímica; posteriormente sonidos y expresivas resonancias
dieron origen al lenguaje, y por último la
invención de la escritura cerró el
circulo.
La escritura fue el gran descubrimiento para la
trascendencia del hombre, los jeroglíficos, caracteres
cuneiformes; en el principio, el papiro, las tablillas de
arcilla, la piel de animales, la piedra, la madera fueron los
materiales donde el hombre trasmitió el conocimiento a sus
semejantes, posteriormente el descubrimiento del papel hace 2000
años termino de impulsar el mágico y deslumbrante
mensaje hasta nuestros días. A partir de entonces el
hombre ha sido un insigne divulgador de ideas y comprensiones, en
todos los ámbitos, culturales, sociales y
científicos. En el campo de la literatura, y desde ese
momento, en cada era o épocas florecieron manifestaciones
culturales disímiles, o distintas, escuelas, estilos,
diferentes maneras de expresar las inquietudes existenciales en
un intento extraordinario por entender al mundo, en toda su
compleja sencillez, y representarlo de la mejor manera posible,
asumiendo el hombre en todo momento ser el gran actor, mejor
espectador, y en múltiples ocasiones ser el autor de todo
este conjunto de teorías míticas, religiosas,
filosóficas, literarias y científicas sobre el
origen del mundo, y todo lo que atañe al hombre y las
circunstancias que rodean el milagro de la existencia.
Se conocen desde tiempos inmemoriales las expresiones
del hombre en un sin número de escritos que según
su intención, morfología o contexto, a
través de la historia le fueron asignados diferentes
nombres: mito, leyenda, fábula, drama, tragedia, comedia,
narración, cuento, ensayo, novela, tratado,
invención, relato, crónica, poesía, a la
vez, cada grupo de ellas en conjunto, y según la
época o tiempo en que fueron creadas dieron pie al hombre
para tratar de darle una categorización, lógica,
con el fin de clasificarlas, para una mejor comprensión,
intuimos en muchos casos denominaciones caprichosas, o
determinadas por el afán de controversia, antagonismo,
discusión o polémica, pero en todo los casos
comprensibles y totalmente inherentes a la condición
humana, por lo tanto interesantes, didácticas, y ricas en
estímulos para los creadores, investigadores y
críticos.
Tal es el caso de las llamadas Vanguardias Literarias,
movimientos literarios renovados que se desarrollaron en la
primera mitad del siglo XX en Europa y América, fueron
muchos y de diferente concepciones, llamados también
"Ismos". Estas vanguardias artísticas tenían en
común la oposición a los valores del pasado y a los
cánones artísticos establecidos por la
burguesía del siglo XIX y comienzos del XX, ellas se
distinguieron no sólo por las diferencias formales y por
las reglas de la composición, sino por su toma de
posición ante las cuestiones sociales; Verbi gratia:
Expresionismo, Futurismo, Surrealismo, Dadaísmo,
Creacionismo, Ultraísmo, Imaginismo.
Tratare de hacer llegar al lector unas modestas
aproximaciones a estas vanguardias literarias, o "ismos" como se
ha dado en llamar, para bien o para mal y que según el
pensador peruano José Carlos Mariátegui (1895-1930)
que, en 1927 sentencia: "Una gran parte de los presuntos
vanguardistas revela, en su individualismo y su objetivismo
exasperados, su espíritu burgués decadente" Debo
decir en mi modesta opinión y con la mayor humildad
posible, que todo suceso de creación literaria, serio,
honesto, y generoso, debe llevar como única impronta la
solidaridad y la inmediación al resto del género
humano, esto representa un acto de amor absoluto y legitimador de
claridades, y está encarnado de manera precisa en el
mensaje unificador de voluntades del segundo mandamiento de
Cristo. "Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.
Romanos 13:9.
El
simbolismo
Simbolismo, movimiento literario y de las artes
plásticas que se originó en Francia a finales del
siglo XIX. El simbolismo en el campo de las letras represento uno
de los movimientos de avanzada estética, que animo a los
escritores a expresar sus ideas, sentimientos y percepciones
mediante símbolos que en su momento representaron una
ruptura con los cánones establecidos. Su premisa
consistía en el empleo de símbolos y
fantasías implícitas en lugar de afirmaciones
directas. En otra acepción el término simbolismo
alude a un movimiento de reacción contra el romanticismo
igual que al enfoque realista implícito en el
impresionismo.
Estos escritores encarnaron un rechazo a las tendencias
del el romanticismo de Víctor Hugo, o el naturalismo de
Emilio Zola, el discurso simbolista proclamaba que la
imaginación era el modo más autentico de
interpretar la realidad. Del mismo modo se alejaron de las
rígidas normas de la versificación y de las
imágenes poéticas empleadas por los poetas
parnasianos. (Grupo de poetas del siglo XIX, liderados por
Leconte de Lisle, que invitaban a la experimentación con
el verso y las formas métricas)
Entre sus primeros representantes figuran: el
estadounidense Edgard Allan Poe, los franceses Gerard de Nerval,
los poetas alemanes Novalis, y Friedrich Holderlim, el Conde de
Lautremont y sus "Cantos de Maldoror", que es un paradigma de
poesía simbolista, Maldoror es una figura demoníaca
que aborrece a Dios y a la humanidad, subyugado por el horror y
la corrupción. Con un lenguaje frenético, describe
episodios de pesadilla con sepultureros, pederastas, vampiros y
criaturas misteriosas. La obra contiene una profusión de
imágenes delirantes, blasfemas, eróticas, y
horrendas, pero este, su estilo y lenguaje la convierten en un
ejemplo del estilo alucinatorio y apocalíptico de la
escritura que más adelante utilizarían los
surrealistas.
El simbolismo nace con la poesía de Charles
Baudelaire, y sus obras "Las flores del mal" (1857) y el "Spleen
de Paris" (1869), obras que fueron calificadas de decadentes por
sus contemporáneos. Stephane Mallarme fue el encargado de
difundir el movimiento a través de sus tertulias y su
poesía demostrado en sus obras "La siesta de un fauno"
(1876), y "Divagaciones" (1897.
Otras obras fundamentales de este movimiento fueron las
"Romanzas sin palabras" (1874) de Paul Verlaine y "El barco
ebrio" (1871) y "Una temporada en los infiernos" (1873) de Arthur
Rimbaud. El simbolismo se prolongo hasta la década de 1890
en las obras de poetas franceses como Jules Laforgue, Paul
Valéry, Rémy de Gourmont, Maurice Maeterlinck , que
con su obra "Peleas y Melisanda", nos ofrece una de las pocas
obras de teatro simbolistas, posteriormente fue transformada en
opera por Claude Debussy. Este movimiento se difundió por
todo el mundo; su influencia fue especialmente notable en Rusia,
donde destaca la obra del poeta Alexander Blok. El simbolismo sin
duda alguna, tuvo un gran impacto en la literatura del siglo XX.
En el ámbito de nuestro idioma influyó en la
poesía de Rubén Darío, Antonio Machado y
Juan Ramón Jiménez.
En cuanto a la pintura, el movimiento simbolista tuvo un
significado especial en las artes plásticas, decreta el
uso de determinadas reglas pictóricas para expresar el
significado alegórico en una obra de arte. Los primeros
representantes del arte simbolista fueron los pintores franceses
Puvis de Chavannes, Gustave Moreau y Odilon Redon, que emplearon
colores vivos y líneas vigorosas para representar visiones
oníricas cargadas de emoción, muchas veces macabras
e inspiradas en temas literarios, religiosos o
mitológicos. Otros seguidores fueron el pintor Vincent van
Gogh, Paúl Gauguin y Émile Bernard. La
preocupación por los aspectos subjetivos y el empleo
alusivo del color y las formas, fueron características
principales del simbolismo, y se reflejaron en movimientos
artísticos posteriores como el fauvismo, el expresionismo
y el surrealismo.
El
Expresionismo
El Expresionismo representó un movimiento
artístico basado en la expresión de sentimientos
intangibles, más que en una descripción objetiva de
la realidad. Los postulados del expresionismo en el terreno de la
literatura, son similares a los de la pintura y la música
expresionista. Dicho movimiento apareció en los
últimos años del siglo XIX y primeros del XX como
reacción frente a los modelos que habían
prevalecido en Europa desde el renacimiento. El artista
expresionista trató de representar la experiencia
emocional en su forma más completa, sin preocuparse de la
realidad externa sino de su naturaleza interna y de las emociones
que despierta en el lector, en el oyente y en el observador. Para
lograrlo, los temas se exageran y se deforman con el fin de
intensificar la comunicación artística. Personajes
y escenarios se presentan de un modo distorsionado, con la
intención de producir un gran impacto
emocional.
El pintor austriaco Alfred Kubin, escribió una de
las primeras novelas expresionistas, "La otra parte" 1919. Esta
obra ejerció singular influencia en el novelista Franz
Kafka. "Gregorio Samsa, al despertarse esa mañana
después de un sobresaltado sueño, se hallo sobre su
cama convertido en un repugnante bicho". Los primeros dramaturgos
expresionistas fueron el sueco August Strindberg y el
alemán Frank Wedekind, cuya influencia es significativa en
toda una generación de autores, entre otros los autores
alemanes Georg Kaiser y Ernst Toller, el checo Karel Capek, y los
estadounidenses Eugene O"Neill y Elmer Rice.
La influencia del expresionismo es evidente en el cine
acentuando sus aspectos fantásticos y oníricos, es
el caso de "El gabinete del Doctor Caligari "(1919) de Robert
Wiene, con sus perspectivas deformadas y sus rostros
enmascarados, y en "Nosferatu, el vampiro" (1922) de F. W.
Murnau, una sombría adaptación de la novela
Drácula (1897) de Bram Stoker, se nota en la obra del
alemán Fritz Lang "Las tres luces" (1921), que destaca por
el uso fantástico de la iluminación y las novedosas
posiciones de cámara para reflejar la dureza de la
historia. Aunque el término expresionismo no se
aplicó a la pintura hasta 1911, sus características
se encuentran en el arte de casi todos los países y
periodos.
Sin embargo, los auténticos precursores del
expresionismo vanguardista aparecieron a finales del siglo XIX y
comienzos del XX, en especial el pintor holandés Vincent
van Gogh, el francés Paul Gauguin y el noruego Edward
Munch, el suizo Paul Klee y el ruso Wassily Kandinsky que
utilizaron colores violentos y exageraron las líneas para
conseguir una expresión más intensa.
En Latinoamérica destaca ecuatoriano Oswaldo
Guayasamín. El expresionismo abstracto apareció en
Estados Unidos al finalizar la II Guerra Mundial. Destacaron Mark
Rothko, Willem de Kooning, Franz Kline y Jackson Pollock, que
intentaron representar las emociones básicas mediante la
pintura abstracta; para ello utilizaron colores vivos, formas
atrevidas y métodos de trabajo espontáneos como el
dripping (chorreado de pintura sobre la tela puesta en el suelo)
La escultura expresionista hunde sus raíces en el siglo
XIX, en la obra del francés Auguste Rodin, que
expresó las emociones a través de sus esculturas
figurativas.
La música expresionista, que alcanzó su
apogeo en el periodo de entreguerras, buscó la
expresión de las ansiedades, los terrores ocultos y el
cinismo de la sociedad contemporánea. Para ello
empleó composiciones cuidadosamente estructuradas y
emocionalmente intensas, deformando las técnicas
convencionales y reemplazando las armonías tradicionales
por otras más complejas y disonantes. La música es
a menudo atonal o producto de la distorsión, la
polifonía es con frecuencia densa, y la melodía,
prácticamente irreconocible. Las raíces del
expresionismo pueden encontrarse en la última obra Richard
Wagner, y en las composiciones del el austriaco Gustav Mahler, y
se concretan en los compositores: Paul Hindemith en Alemania,
Béla Bartók en Hungría y Serguéi
Prokófiev en Rusia.
Futurismo
El futurismo uno de los movimientos de arte
revolucionario, surgió en Italia a principios del siglo
XX, se inició como un fenómeno esencialmente
literario, y terminó por englobar a otras artes, como la
pintura, la escultura e incluso, la música. El principal
promotor de este movimiento fue. El poeta italiano Filippo
Tommaso Marinetti (1876-1944) artista que recopiló y
publicó los principios del futurismo en el manifiesto de
1909.
Al año siguiente los artistas italianos Giacomo
Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo y Gino
Severini firmaron el Manifiesto del futurismo. Este movimiento en
sus conceptos básicos rechazaba la estética
cotidiana y por lo tanto pretendía enaltecer la vida
contemporánea usando como premisa la técnica y la
velocidad, el movimiento y la vida urbana, la máquina y la
guerra, fueron los aspectos más destacados por los
futuristas, quienes, al mismo tiempo, manifestaron su desprecio
por las formas tradicionales. En febrero de 1910 en la revista
milanesa "Poesía" apareció un documento firmado por
Boccioni, Carlo Carra, Russolo, Balla y Severino, que junto a
otros tres documentos publicados en 1909, 1910, y 1912,
constituyen la esencia del Futurismo. Fragmento:
"Nos rebelamos contra la supina admiración de
las viejas telas, de las viejas estatuas, de los objetos viejos y
contra el entusiasmo por todo lo que está carcomido,
sucio, corroído por el tiempo, y juzgamos injusto y
delictivo el habitual desdén por todo lo que es joven,
nuevo y palpitante de vida…"
El futurismo se caracterizó por el esfuerzo
estético de captar la sensación de movimiento. Para
ello superpuso acciones consecutivas, una especie de serie de
fotografías tomadas a gran velocidad e impresas en un solo
plano, intentado representar simultáneamente el pasado,
presente y futuro, también utilizaron técnicas
procedentes del cubismo como la representación
simultánea de los objetos o la descomposición de
figuras por planos. Este sistema de representación fue
llevado a la escultura por Boccioni, autor de "Desarrollo de una
botella en el espacio".
En pintura, Severini y Carrà, con su "Funeral del
anarquista Galli", lograron plasmar el dinamismo mediante
"líneas de fuerza", que simulaban el movimiento general de
la composición. Balla en su cuadro "Dinamismo de un perro
con atadura" intentó captar lo dinámico y
simultáneo a través de pequeñas pinceladas,
con las que imitaba técnicas fotográficas.
"Queremos destruir los museos, las bibliotecas las academias…",
llegó a decir Marinetti en su deseo de innovación
total. El programa del artista incluía, además de
la renovación, un ardiente nacionalismo y una defensa a
ultranza de la guerra a quien catalogaba como "forma de higiene",
lo cual ponía de manifiesto ciertas coincidencias con el
fascismo, al cual posteriormente se uniría el propio
Marinnetti.
En lo que respecta a la literatura, el futurismo dio
paso a una generación de escritores que emplearon una
estética liberada de los usos y lógicas
tradicionales, entre otros: Pedro salinas en España,
Gabriel De Annunzio en Italia. El teatro futurista, llamado
"teatro sintético", buscó, por su parte, la
simultaneidad de acciones y tiempos con una puesta en escena muy
reducida de elementos.
En música, los experimentos de Luigi Russolo
impulsaron ciertos aspectos hacia la innovación
música electrónica. Los futuristas llegaron a
organizar además, como luego hicieron los
dadaístas, una serie de veladas y actuaciones de
intención provocadora, con una total integración de
la poesía, el teatro, el sonido y otras muchas
experiencias.
El futurismo sin duda alguna fue uno de los movimientos,
que impulso el arte en todas las dimensiones y direcciones
posibles, entre 1909 y 1924 se publicaron 23 documentos
denominados manifiestos, en el último de ellos publicado
el 11 de enero de 1924, bajo el titulo de: "El futurismo mundial,
manifiesto en Paris" estaban involucrados los artistas de
vanguardia más conocidos de la época: Cendrars,
Cocteau, Aragón, Bretón, Tzara, Picasso, Leger,
Braque, Delauny, Chagall, Larianov, Stravinski, Satie,
Schwitters, Walden, Gropius, Mondrian, Von Doesburg, Malevitch,
Tatlin, Ehremburg, Lissitzky, Seuphor, y muchos otros, subrayando
con sus rúbricas la fuerza del futurismo.
Dadaísmo
El movimiento dadaísta se desarrolló en
Europa y los Estados Unidos a principios del siglo XX, con el
definido propósito de oponerse a las concepciones
tradicionales del arte acompañado de un discurso contra la
burguesía que oscilaba entre la anarquía y el
nihilismo. "La magia de una palabra -Dada- que ha puesto a los
periodistas ante la puerta de un mundo imprevisto no tiene para
nosotros ninguna importancia." Así comenzaba el manifiesto
del movimiento. El dadaísmo fue fundado en 1916 por Tzara,
el escritor alemán Hugo Ball, el escultor Jean Arp y otros
intelectuales que vivían en Zurich (Suiza) Se dice que el
término Dada (vocablo francés que significa
caballito de juguete) fue elegido por el ensayista y poeta rumano
Tristán Tzara, al abrir al azar un diccionario en una de
las reuniones que el grupo celebraba en el cabaret "Voltaire" de
Zúrich que pronto se convirtió en foco de una
variada actividad literaria, artística y política,
caracterizada por su pesimismo, su negación del arte, su
intención innovadora, por promover escándalos y
derribar las normas y su defensa de lo irracional.
El dadaísmo propugnó la libertad del
individuo, la espontaneidad y la destrucción. El
movimiento dadaísta había tenido como precursor al
francés Marcel Duchamp, quien en 1913 presentó su
"Rueda de bicicleta", una simple rueda montada verticalmente
sobre una banqueta de cocina, que suponía el inicio de la
desmitificación de la obra artística. Tras la I
Guerra Mundial el movimiento se extendió hacia Alemania y
muchos de los integrantes del grupo de Zúrich se unieron a
los dadaístas franceses de París. Con el fin de
formular el rechazo a todos los valores sociales y
estéticos del momento, los dadaístas utilizaban
métodos artísticos y literarios incomprensibles,
que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones
buscaban asombrar al público. Para ello utilizaban nuevos
materiales, como los desechos encontrados en la calle, y la
inserción del azar para establecer los elementos de las
obras.
El artista francés Marcel Duchamp expuso como
obras de arte un secador de botellas y un urinario. Aunque los
dadaístas utilizaron técnicas revolucionarias, sus
ideas contra las normas suponían románticamente, la
bondad de la humanidad cuando aun esta no ha sido corrompida por
la sociedad.
La influencia del dadaísmo en la literatura, se
inicio con la llegada de Tzara en 1919, reflejada en la
publicación de numerosos panfletos y revistas; entre
éstas, la más notable sobresalió
"Littérature", que apareció entre 1919 y 1924, en
cuyas páginas se expresaron las figuras más
sobresalientes de la vanguardia francesa, como Louis
Aragón, Max Ernst, Paul Éluard y André
Bretón, junto al cubano-francés Francis Picabia,
fundador de la revista "291" y autor de diferentes composiciones
en las que dominaban elementos mecánicos como ruedas,
tornillos o hélices, autores que posteriormente se
unirían al surrealismo.
La principal aportación del dadaísmo
alemán fue la invención del fotomontaje,
técnica artística basada en la combinación
de textos y fotografías recortadas, que había sido
iniciada por Raoul Hausmann. El uso del fotomontaje
permitió al grupo berlinés realizar un arte de
marcada propaganda política y de protesta contra el
nazismo, como movimiento, el Dadá decayó en la
década de 1920 y algunos de sus miembros se convirtieron
en figuras destacadas de otros movimientos artísticos
modernos. Pese a su corta existencia, el movimiento
dadaísta, por su valoración de lo irracional,
desempeñó un papel importante, al reivindicar
cualquier material como objeto artístico, o parte
integrante de él.
Surrealismo
Después del Dadaísmo y como
continuación de los movimientos de vanguardia llamados a
remover desde sus cimientos la concepción que se tenia del
arte en todos sus aspectos, después de la
desaparición del dadaísmo, y la revolución
causada por este en todos los ámbitos de la
creación artística, surge el movimiento llamado
Surrealismo, movimiento artístico y literario fundado por
el poeta y crítico francés André
Bretón. Bretón, se convirtió, acto seguido,
en el líder del grupo. El surrealismo surgió del
movimiento llamado Dada, que reflejaba tanto en arte como en
literatura la protesta nihilista contra todos los aspectos de la
cultura occidental. Como el dadaísmo, el surrealismo
enfatizaba el papel del inconsciente en la actividad creadora,
pero lo utilizaba de una manera mucha más ordenada y
seria.
Suprarrealismo, para quienes prefieren una
versión más precisa del francés
(sur-réalisme) lanzó su primer manifiesto en 1924,
firmado por André Bretón, Louis Aragón,
Paúl Eluard, Benjamín Pérez, entre otros.
Allí es definido como "automatismo psíquico puro"
que intenta expresar "el funcionamiento real del pensamiento". La
importancia del mundo del inconsciente y el poder revelador y
transformador de los sueños conectan al surrealismo con
los principios del psicoanálisis.
En la Literatura, el surrealismo aboga por la
liberación del poder creador del hombre, la
liberación del yo, de los impulsos reprimidos y la
liberación del lenguaje, se inclinan los surrealistas por
transcribir el mundo de los sueños y el empleo de la
escritura automática, de ahí las imágenes
oníricas, fantásticas, que suponen un
enriquecimiento del lenguaje: "A caballo en el quicio del mundo",
"Un soñador jugaba al sí y al no", Cuchillos en el
aire / que le rasguen las carnes / forman un puente", "Cabalga el
soñador", "Pájaros arlequines" Se consideran
surrealistas obras como "Poeta en Nueva York", y la obra de
teatro "Así que pasen cinco años" de Federico
García Lorca, Sobre los ángeles" de Rafael Alberti;
y especialmente: "Espadas como labios", "Pasión de la
tierra" y "La destrucción o el amor" de Vicente
Aleixandre.
En los países hispanoamericanos fue influenciado
Pablo Neruda en Chile, quien a su pasó por Madrid en 1935,
lanzó su manifiesto "Sobre una poesía sin pureza",
Olga Orozco y Enrique Molina en Argentina; César Vallejo
en Perú, en Cuba Alejo Carpentier, quien elogia al
surrealismo como una victoria sobre el escepticismo de las nuevas
generaciones; en México Octavio Paz, quien incorpora en
sus reflexiones sobre la creación literaria los hallazgos
del surrealismo. Julio Cortázar las ha recogido en
Último Round: "El sueño es realidad, "Sean
realistas: pidan lo imposible", "Hay que explorar
sistemáticamente el azar", "Durmiendo se trabaja mejor:
formen comités de sueños".
En pintura y escultura, ciertas obras de Giorgio de
Chirico, del ruso Marc Chagall, del suizo Paul Klee y de los
franceses Marcel Duchamp y Francis Picabia, así como del
español Pablo Picasso, se consideran surrealistas aunque
ninguno de ellos formó parte del movimiento. A partir del
año 1924 el alemán Max Ernst, el francés
Jean Arp, se incluyen entre sus miembros. Se unieron por un corto
periodo de tiempo el francés André Masson y el
pintor español Joan Miró, ambos demasiado
individualistas para someterse a los dictados de André
Bretón, se desligaron del mismo en 1925. Más tarde,
se incorporó el belga René Magritte, el suizo
Alberto Giacometti, y el pintor catalán Salvador
Dalí quien fue el artista más renombrado del grupo.
Su personal obra constituye una de las muestras más
representativas del surrealismo.
La pintura surrealista es muy variada en contenidos y
técnicas. Dalí, por ejemplo, transcribe sus
sueños, las esculturas de Arp son grandes, lisas y de
forma abstracta, Miró, representó formas
fantásticas y adaptaciones de dibujos infantiles. Sin
lugar a dudas el Surrealismo representa el movimiento más
importante de los llamados ismos o vanguardias
literarias.
El
Creacionismo
En esta corriente de los movimientos renovadores de
principios del siglo XX, de los llamados ismos, Verbigracia:
Expresionismo, Futurismo, Dadaísmo, Cubismo, Surrealismo,
Creacionismo, Ultraísmo, Imaginismo, movimientos que
revolucionaron, la manera de hacer y concebir el arte. Dentro de
este grupo surge el Creacionismo, movimiento basado en una:
Teoría estética general "El reinado de la
literatura terminó.
El siglo veinte verá nacer el reinado de la
poesía en el verdadero sentido de la palabra, es decir, en
el de creación, como la llamaron los griegos, aunque
jamás lograron realizar su definición". Este
manifiesto fue elaborado por el eximio poeta chileno Vicente
Huidobro, en 1912, y finalmente expuesta en Buenos Aires, de
Junio de 1916, entre sus múltiples enunciados
sostenía": -crear un poema transformando la realidad para
darle vida nueva e independiente -eliminar lo anecdótico y
descriptivo -crear como crea la naturaleza -el poeta debe ser
súperconsciente"
En el año de 1917 en Paris, publica "Horizon
Carre" donde expone los principios creacionistas revisados:
"Crear un poema tomando a la vida sus motivos y
transformándolos para darles una vida nueva e
independiente. Nada anecdótico ni descriptivo. La
emoción ha de nacer de la única virtud creadora.
Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol". Huidobro
en 1921, en la revista "L" Esprit Nouveau" expone sobre las tres
etapas en el desarrollo del arte la del arte inferior al medio
(arte reproductivo); la del arte en armonía con el medio
(arte de adaptación); y la última, correspondiente
al creacionismo, la del arte superior al medio (arte creativo),
que coincide en mucho con las vanguardias literarias antes
mencionadas y fue aporte fundamental para lo que posteriormente
llevaría el nombre de Ultraísmo.
De Vicente Huidobro: "Las horas que caen silenciosas
como / gotas de agua por un vidrio"; "La alcoba se durmió
en el espejo"; "El estanque estañado."; "Una tarde me
aproximé hacia la orilla del libro". Otros poetas
creacionistas, son los españoles Gerardo Diego y Juan
Larrea. Se advierten en ellos la desintegración de la
realidad, motivos poéticos tradicionales y elementos de la
técnica y los avances modernos.
Veamos de "Creacionismo" de Gerardo Diego": Hagamos
nuestro Génesis. / Con los tablones rotos. / Con los
mismos ladrillos, / con las dormidas piedras, / levantemos de
nuevo nuestros mundos. / La página está en blanco:
/ "En el principio era… ".
O estos otros de Juan Larrea "Una paloma despega del
cielo"; "Un pájaro cambia el tiempo" o bien:
"Lechos de ladrillos entre los sonidos", o "tu
recuerdo se aleja según la dirección del
viento."; este otro; "Hay mujeres cuyos ojos son como
pedazos de azúcar", y también: "Los
búhos dividían el sol y pasaban sobre la
tierra". Frases que evocan imágenes poéticas
muy puras y de indudable creación estética
destinadas a enaltecer la belleza del lenguaje
poético.
El
Ultraísmo
Siguiendo en la temática de las Vanguardias
literarias, movimientos revolucionarios de principios del siglo
XX, llamados ismos, que cambiaron la manera de hacer y ver el
arte en sus diferentes manifestaciones: literatura, escultura,
música pintura. En este sobrevenir le corresponde un sitio
al movimiento llamado Ultraísmo. Este movimiento
poético se inicia en las tertulias que iniciara Rafael
Cansinos-Assens en el Café Colonial de Madrid a finales de
1918, como reacción contra el modernismo de Rubén
Darío. Su primer manifiesto aparece en la revista
madrileña "Grecia" (1919-1920), tras su
desaparición fue sustituida por "Ultra" (1921-1922), como
vocero principal del movimiento.
El ultraísmo propugnaba una ruptura con los
convencionalismos estéticos de la poesía
tradicional, tales como la rima y el ritmo, suprimen la
puntuación, revalorizan el espacio en blanco, tratan de
desvincularse con todo tipo de elementos sentimentales, invitaba
a la devolución de la libertad al poema mediante la
eliminación de cualquier referencia externa a él, y
lograr la fusión de forma y contenido en imágenes
plásticas. El escritor Guillermo de Torre lo explica como:
"Como una violenta reacción contra la era del
rubenianismo agonizante y toda su anexa cohorte de cantores
fáciles que habían llegado a formar un
género híbrido y confuso, especie de
bisutería poética, producto de feria para las
revistas burguesas".
En su nacimiento fue importante el apoyo del poeta
chileno Vicente Huidobro, fundador del creacionismo. El
movimiento se difundió a través de importantes
revistas de la apoca, entre las que se encontraban: Los Quijotes,
Grecia, Cervantes, Ultra, Cosmópolis, Horizonte,
Vértices. Es importante destacar la relación del
ultraísmo con los diferentes movimientos de vanguardia
existentes: el futurismo, el cubismo, el dadaísmo, el
surrealismo, etc, etc.
Otros rasgos fundamentales del ultraísmo son: la
condensación metafórica, el valor plástico
de la composición tipográfica, la
eliminación de vínculos inútiles, el avance
de la imagen simple hacia la imagen múltiple, que supone
una unión plena entre poesía y música, un
ejemplo:
"BUEN TIEMPO".
Conducida por la policía,
Llego la primavera hoy de madrugada.
Aquellas hermanitas la flora y la fauna
Ya curaron de su mal
-la encefalitis letárgica-
Empolvaron su rostro las acacias
Y en todas las cabezas florecieron
Borges que se profesaba ultraísta, no obstante,
acabaría renegando de sus orígenes
ultraístas, a su regreso a la Argentina, en 1921, llevo
con él los rasgos principales de la renovación
ultraísta y los presento como programa
estético:
"1º. – Reducción de la lírica a su
elemento primordial: la metáfora.
2. – Tachadura de las frases medianeras, los nexos y los
adjetivos inútiles.
3. – Abolición de los trebejos ornamentales, el
confesionismo, la circunstanciación, las prédicas y
la nebulosidad rebuscada.
4. – Síntesis de dos o más imágenes
en una, que ensancha de ese modo su facultad de
sugerencia.
Años más tarde, en abril de 1966, Borges
juzgaría el "dogma de la metáfora" como falso,
pues: "basta un solo buen verso no metafórico para
probar que la metáfora no es un elemento
esencial".
Pese a su breve existencia como movimiento organizado y
aun con sus carencias de una estética definida, la
aparición del ultraísmo en la poesía
abrió el camino a posteriores experiencias vanguardistas.
El movimiento quedó disuelto al dejar de publicarse la
revista Ultra en la primavera de 1922. Dámaso Alonso,
aunque duro en su crítica: "no pudiendo dominar un ritmo
nuevo, eludió todo ritmo y fue a abandonarse en las
más plebeyas coplerías" no deja de reconocer que no
puede entenderse la poesía posterior sin tener en cuenta
el ultraísmo.
El
imaginismo
El imaginismo formo parte de las Vanguardia Literarias
de principios del siglo XX, junto a muchas otras, ya hemos hecho
algunos apuntes, recordando, nos hemos referido a: El
expresionismo, Futurismo, Dadaísmo, Surrealismo,
Creacionismo, Ultraísmo, y con esta note sobre el
Imaginismo, cerraríamos el ciclo de estas pequeñas
aproximaciones a tan importantes hitos en el mundo del arte y la
cultura en general.
El imaginismo fue un movimiento poético que
floreció en Estados Unidos e Inglaterra entre 1909 y 1917
en contra corriente al romanticismo. Fue liderizado por los
poetas estadounidenses Ezra Pound, (1885-1972), y Amy Lowell.
Otros poetas imaginistas fueron los escritores ingleses D. H.
Lawrence, (1885-1930) y Richard Aldington, y los poetas
norteamericanos Hilda Doolittle (1886-1961, John Gould
Fletcher.
Todos ellos hicieron pública su adhesión
al movimiento publicando manifiestos y escribiendo poemas y
ensayos para respaldar sus teorías. Sostenían como
premisa, en el uso de imágenes precisas, ásperas e
incisivas como medio de expresión poética y
exaltaban la exactitud en la elección de las palabras, la
libertad temática, y el uso del lenguaje corriente o
popular. La mayoría de los poetas imaginistas cultivaron
el verso libre, y se sirvieron de la asonancia y la
aliteración, (repetición de un fonema casi siempre
consonántico) o de una sílaba tónica que
contribuye a dar estructura rítmica a un verso o a una
línea de un escrito en prosa"; como ejemplo
tendríamos un conocido verso de Góngora:
"infame turba de nocturnas aves".
En este texto de Getrude Stein, la autora juega con la
palabra Sweet (dulce) y el nombre de su amiga Susie:
" Swett sweet sweet sweet sweet tea. / Susie
Asado."
( Dulce dulce dulce dulce dulce té. / Susie
Asado), y se sirve de la aliteración /s/ para lograr
expresividad en el poema. Se reconoce a T. E. Hulme como el autor
de los primeros poemas imaginistas, apuntamos uno de los
más difundidos:
OTOÑO.
Un toque frío en la noche de
otoño
Salgo y veo/ la luna rojiza sobre un seto
Como rubicundo granjero.
No me detengo a hablar, saludo con la cabeza
Y, alrededor, las estrellas pensativas,
Como niños en las calles.
No es un gran poema. No existe una gran poesía
imaginista. No como si existe una gran poesía
expresionista. Tal vez lo más adecuado sea reconocer una
gran lírica escrita en inglés bajo la
gravitación de las tesis imaginistas.
Hacia 1912, Pound propuso una definición que no
sabemos si agradó a Hulme, pero que seguramente
habría gustado a Carl Gustav Jung: "Una imagen presenta un
complejo intelectual y emotivo en un instante temporal". Un
ejemplo: "Fresca como las pálidas, húmedas
hojas/ del lirio en los valles, /yacía junto a mí
en la madrugada.
El primer uso de la palabra Imaginista se produjo en una
nota a cinco poemas de T.H. Hulme, impresos al final del libro
"Ripostes" de Pound en el otoño de 1912, posteriormente en
su ensayo "A Retrospect", (1918) Pound desarrollará el
concepto de "imagen" y declarará los principios del
"imaginismo". Ezra Pound define:
"Todo lenguaje poético es un lenguaje de
exploración. Desde que se comenzó a escribir mal,
los escritores han utilizado las imágenes como adornos. El
punto del Imaginismo es que no usa las imágenes como
adornos. La imagen es por sí misma la frase. La palabra es
la imagen más allá del lenguaje formulado… EI
poema es una "imagen", es una forma de superposición, es,
una idea puesta encima de la otra…"
Autor:
Tomás Pisarta