En busca de la profesionalidad de los docentes de la Educación Médica

FACULTAD DE CIENCIAS
MÉDICAS ARTEMISA

CLÍNICA
ESTOMATOLÓGICA DOCENTE

"RAÚL GONZÁLEZ
SÁNCHEZ"

SAN ANTONIO DE LOS
BAÑOS

Folleto para los docentes de la
Educación Médica: el desarrollo de
habilidades intelectuales e investigativas de sus
estudiantes.

Autores:

Lic. Daniel Maza Luis.*

Dra. Laura Díaz Ortega.
**

Dr. Nelson Villarreal Corvo***

Especialista en Educación Primaria y
Máster en Ciencias de la Educación. Profesor
Asistente. *

Especialista de 1er. Grado en Ortodoncia y
Máster en Urgencias Estomatológicas. Profesor
Auxiliar. **

Especialista de 1er. Grado en Cirugía
Máxilofacial y Máster en Urgencias
Estomatológicas. Profesor Auxiliar.
***

Noviembre 2011

Folleto para los docentes de la
Educación Médica

Temática: Aprendizaje y
desarrollo.

Título: El desarrollo de habilidades
intelectuales e investigativas en los
estudiantes.

Introducción

La Educación Médica para dar
respuesta al encargo social y lograr su pertinencia debe
formar a su egresado como un profesional bien entrenado en
las habilidades de la comunicación y
coordinación grupal. El proceso de perfeccionamiento
evidencia la necesidad del desarrollo de un modelo donde es
necesario que entre sus cualidades no solamente se centre
la atención en los objetivos, contenidos, formas y
métodos de cómo llevar a cabo el proceso de
asimilación de dichos contenidos, sino que
además, sea capaz de organizar la
interacción, lo que implica poseer capacidades
comunicativas.

La formación y desarrollo de habilidades es
de gran actualidad en la pedagogía moderna y
continúa siendo objeto de investigaciones
pedagógicas y psicológicas, fundamentalmente,
en su aspecto práctico, o sea, en lo referente a
cómo desarrollar las habilidades en los estudiantes
mediante la adquisición de conocimientos durante el
proceso de enseñanza – aprendizaje.

La importancia de la formación y desarrollo
de habilidades y hábitos en el proceso de
adquisición de los conocimientos es una premisa
necesaria para desarrollar las capacidades, el pensamiento,
el lenguaje y las convicciones de los estudiantes, aspectos
de mucha importancia en la formación de ellos, capaz
de resolver problemas, de transformar, crear, libre de
esquemas y con una mentalidad científica.

El desarrollo de habilidades permitirá
resolver las tareas docentes, adquirir de manera
independiente nuevos conocimientos, desarrollar la
iniciativa, tomar decisiones, determinar sus objetivos de
trabajo y autoevaluarse, todo lo cual garantiza la solidez
de los conocimientos, el autodesarrollo y la
aplicación de estos conocimientos en la
solución de nuevos problemas.

Desarrollo

En el dominio de las habilidades existen dos
etapas: la de formación y la de
desarrollo:

Etapa de formación de las
habilidades.

Comprende la asimilación consciente de los
modos de actuación, cuando

recibe del profesor la orientación adecuada
sobre las formas de proceder, es decir, el profesor orienta
las acciones y operaciones que debe realizar y el orden de
las mismas.

Esta orientación debe ser graduada
según los niveles de dificultad, a las
características de los estudiantes y teniendo en
cuenta la lógica de las operaciones.

Etapa de desarrollo de las habilidades.

Cuando los estudiantes hacen suyos los modos de
acción y se inicia el proceso de
ejercitación, es decir, de uso de la habilidad
recién formada en la adquisición de
determinados conocimientos.

La formación y desarrollo de la habilidad
es un proceso que requiere cuidadosa dosificación y
no puede ser espontáneo, de ahí, es
importante que los docentes orienten a los estudiantes de
forma adecuada el sistema de indicaciones con
carácter algorítmico, el estudiante va
asimilando los modos de actuación hasta que sea
capaz de realizar una actividad sin la orientación
directa del profesor.

Es indispensable la correcta organización y
selección de las tareas, se debe tener en cuenta que
la tarea está compuesta por acciones, éstas
por operaciones y como resultado de la realización
sistemática de las acciones se desarrollan las
habilidades, por consiguiente, la apropiación de las
habilidades conducen a la formación de un
pensamiento teórico, pueden operar con
generalizaciones teóricas, con conceptos, leyes,
principios generales, con la esencia del
conocimiento.

Es muy importante que las tareas para los
estudiantes los conduzcan a la reflexión, a la
solución y elaboración de problemas, que
encuentren los elementos del conocimiento y se interesen
por aprender un conocimiento.

Para ello el docente debe conocer que:

• La pregunta ¿qué es? tiene una
  orientación más completa para el
  estudiante, y así comprender la
  definición del concepto; la búsqueda de
  lo esencial; el establecimiento de
  relaciones.

• La pregunta ¿cómo es? implica
  revelar las características del objeto
  de

estudio y precisa la observación,
descripción, comparación, la
clasificación

de todas las características
encontradas.

• La pregunta ¿por qué? precisa la
  reflexión acerca del objeto de estudio por
  qué es lo que es y no otra cosa, mueve entre
  todos los elementos revelados, a la búsqueda de
  nuevas relaciones.

• La búsqueda del ¿para
  qué?, va dirigida al estudiante para encontrar
  la utilidad del objeto de estudio, a partir de revelar
  qué propiedades o características le
  confieren su valor social.

• La interrogante ¿y si…? , va
  dirigida a estimular el desarrollo del pensamiento a
  partir de los elementos que va obteniendo del
  conocimiento.

Esta dinámica requiere de una rica
interacción del docente con los estudiantes en la
dirección del proceso, implica hacer que todos
trabajen, muestren lo que saben hacer con lo que estudian,
interactúen entre sí, que reciban las ayudas
necesarias en el momento preciso, permitan vencer las
dificultades al presentárseles niveles crecientes de
exigencia que estimulen al desarrollo.

Para el desarrollo de habilidades hay dos fases
que son:

• La fase orientadora.

• La fase ejecutiva.

La fase orientadora tiene una importancia decisiva
en la futura ejecución. En esta fase se:

– orienta el objetivo,

– lo que el estudiante va a hacer,

– qué pasos debe seguir,

– cuál va a ser el resultado de su
actividad,

– el estudiante debe conocer qué se
pretende,

– con qué calidad.

La actividad debe presentarse de forma atractiva
para que se mantenga la motivación, cuando esta
etapa logra sus objetivos la ejecución se realiza
con mayor calidad.

La fase ejecutiva hace que el estudiante lleve a
la práctica lo que le ha sido orientado.

En ambas fases del desarrollo de habilidades en
los estudiantes, el elemento

más importante es el control.

Por consiguiente, en el proceso de
formación y desarrollo de las habilidades el
método de enseñanza ocupa un lugar muy
importante. Los métodos productivos implican las
formas de dirigir el proceso de enseñanza que
más favorecen el desarrollo de habilidades y,
consecuentemente, la calidad y solidez de los
conocimientos, el desarrollo de capacidades y del
pensamiento creador, al colocar a los estudiantes como
sujetos del aprendizaje.

Esto denota la importancia que se le otorga a la
relación entre lo que se espera que el estudiante
aprenda y lo que se le pide que realice para
aprender.

Aprendizaje y tarea docente guardan una estrecha
relación, pues el estudiante aprende haciendo; las
acciones que el docente conciba como concreción de
la actividad del estudiante en la clase, definirán
las exigencias para su aprendizaje, que por lo general se
le presentan en forma de tareas, tiene posibilidades,
está apto para aprender a aprender de una forma
más efectiva.

La tarea docente puede constituir una importante
vía para promover la reflexión del estudiante
y permitir que se revele, no solo la vía de su
desarrollo, sino de su dominio y para ello, los docentes
deben desarrollar en los estudiantes habilidades
como:

– Argumentar: Encontrar juicios de valor
que ofrezcan razones contundentes para convencer de una
teoría. Para ello debe:

• Interpretar el juicio de partida.

• Encontrar de otras fuentes los juicios que
  corroboran el juicio inicial.

• Seleccionar las reglas lógicas que
  sirven de base al razonamiento.

– Explicar: Estableciendo relaciones
causales para ofrecer las razones que justifican la
existencia de determinados juicios, fenómenos u
objetos. Para ello debe:

• Interpretar el objeto o
  información.

• Argumentar los juicios de partida

• Establecer las interrelaciones de los
  argumentos.

• Ordenar lógicamente las interrelaciones
  encontradas.

• Exponer ordenadamente los juicios y
  razonamientos.

– Fundamentar: Estableciendo bases
teóricas que den criterios sólidos para la
argumentación y demostración de determinados
presupuestos. Por eso debe:

• Determinar el objeto.

• Determinar los argumentos.

• Explicar los argumentos.

• Demostrar los argumentos.

• Establecer conclusiones.

– Valorar: Estableciendo juicios de valor
(capacidad para la satisfacción de una necesidad
humana con un sentido social positivo) a partir de una
determinada concepción del mundo.

• Caracterizar el objeto de
  valoración.

• Establecer los criterios de
  valoración.

• Comparar el objeto con los criterios de valor
  establecidos.

• Elaborar los juicios de valor acerca del
  objeto.

– Analizar: Descomposición del todo en
partes. Para ello debe:

• Determinar los límites del objeto a
  analizar (todo).

• Determinar los criterios de
  descomposición del todo.

• Determinar sus partes.

• Estudiar cada parte por separado.

– Sintetizar: Integrar los nexos esenciales del
todo desmembrado. Por tanto debe:

• Establecer las partes comunes entre las partes
  del todo.

• Descubrir los nexos entre las partes
  (causales, de condicionalidad, de
  coexistencia).

• Elaborar conclusiones sobre la integralidad
  del todo.

– Comparar: Establecer semejanzas y diferencias
entre los objetos o fenómenos con un objetivo bien
definido. Por eso debe:

• Determinar los objetivos de
  comparación.

• Determinar las líneas o
  parámetros de comparación.

• Determinar las diferencias y semejanzas entre
  los objetos para cada línea de
  comparación.

• Elaborar conclusiones referentes a cada objeto
  de comparación y línea de
  comparación (síntesis
  parcial).

• Elaborar conclusiones generales.

– Determinar lo esencial: Precisar las
regularidades más profundas que caracterizan el
objeto de estudio. Para ello debe:

• Analizar el objeto de estudio.

• Comparar entre sí las partes del
  todo.

• Descubrir lo determinante, lo fundamental, lo
  estable y relativamente constante.

• Revelar lo que los une entre los rasgos
  esenciales.

– Caracterizar: Determinar los rasgos que
tipifican a un objeto como ese y no como otro, por tanto
debe:

• Analizar el objeto.

• Determinar lo esencial del
  objeto.

• Comparar con otros objetos de su
  clase y de otras clases.

• Seleccionar los elementos que lo
  tipifican y distinguen de los demás
  objetos.

– Definir: Determinar los rasgos esenciales y
secundarios de un objeto fenómeno. Por ello
debe:

• Determinar las características
  esenciales que distinguen y determinan el objeto de
  definición.

• Enunciar de forma sintética y precisa
  los rasgos esenciales del objeto.

– Identificar: Distinguir, en un conjunto, el
objeto específico de estudio a partir de rasgos
determinados, por tanto debe:

• Analizar el objeto de estudio.

• Caracterizar el objeto de estudio.

• Establecer la relación del objeto de
  estudio con un hecho, concepto o ley de los
  conocidos.

– Clasificar: Ordenar y clasificar por grupos
afines o clases de objetos a partir de un criterio
predeterminado, por tanto debe:

• Identificar el objeto de estudio.

• Seleccionar los criterios o fundamentos de
  clasificación.

• Agrupar los elementos de diferentes clases o
  tipos.

– Ordenar: Estableciendo una disposición
secuencial a partir de un criterio predeterminado, para
ello debe:

• Identificar el objeto de estudio.

• Seleccionar el o los criterios de ordenamiento
  (lógico, cronológico u otros).

• Clasificar los elementos según el
  criterio de ordenamiento.

• Ordenar los elementos.

– Observar: Revelar, a partir de una guía,
los elementos que caracterizan al objeto y para ello
debe:

• Determinar el objeto de
  observación.

• Determinar los objetivos de la
  observación.

• Fijar los rasgos y características del
  objeto observado en relación con los
  objetivos.

– Describir: Anotar los rasgos de un objeto tal
como se presentan en la realidad,

por tanto debe:

• Determinar el objeto a describir.

• Observar el objeto.

• Elaborar el plan de descripción.
  Ordenamiento lógico de los elementos a
  describir).

• Reproducir las características del
  objeto siguiendo el plan.

– Relatar o narrar: Establecer la secuencia de
hechos acaecidos en un tiempo determinado, para ello
debe:

• Delimitar el período temporal de
  acontecimientos a relatar.

• Seleccionar el argumento del relato (acciones
  que acontecen como hilo

conductor de la narración en el
tiempo).

• Caracterizar los demás elementos que
  dan vida y condiciones concretas al argumento
  (personajes históricos, relaciones espacio
  – temporales y otros).

• Exponer ordenadamente el argumento y los
  contenidos.

– Relacionar: Establecer los vínculos
necesarios en dependencia con determinados objetivos, por
tanto debe:

• Analizar de manera independiente los objetos a
  relacionar.

• Determinar los criterios de relación
  entre los objetos.

• Determinar los vínculos de un objeto
  hacia otro a partir de los criterios seleccionados
  (elaborar la síntesis parcial).

• Determinar los vínculos inversos
  (elaborar la síntesis parcial).

• Elaborar las conclusiones
  generales.

– Razonar: Establecer relaciones entre los
componentes que se le dan, para ello debe:

• Determinar las premisas (opinión o
  criterios de partida).

• Encontrar la relación de inferencia
  entre las premisas a través del término
  medio.

• Elaborar conclusión (nuevo juicio
  obtenido).

– Interpretar: Dar criterios propios en un
determinado análisis a partir de una
concepción del mundo, por tanto debe:

• Analizar el objeto o
  información.

• Relacionar las partes del objeto.

• Encontrar la lógica de las relaciones
  encontradas.

• Elaborar las conclusiones sobre los elementos,
  relaciones y razonamientos que aparecen en el objeto o
  información a interpretar.

– Demostrar: Establecer formas de
razonamientos que relacionen hechos y/o argumentos para
entender determinadas conclusiones y para ello
debe:

• Caracterizar el objeto de
  demostración.

• Seleccionar los argumentos y hechos que
  corroboran el objeto de demostración.

• Elaborar los razonamientos que relacionan los
  argumentos que muestran

la veracidad del objeto de
demostración (o la falsedad en el caso de
la

refutación).

– Generalizar: Determinar elementos comunes
y establecer criterios coincidentes que conduzcan a una
consideración de consolidación, por tanto
debe:

• Determinar lo esencial en cada elemento del
  grupo a generalizar.

• Comparar los elementos.

• Seleccionar los rasgos, propiedades o
  vínculos esenciales y comunes a todos los
  elementos.

• Clasificar y ordenar estos rasgos.

• Definir los rasgos generales del
  grupo.

– Habilidades
Investigativas:

• Saber defender los puntos de
  vista.

• Argumentación.

• Explicación.

• Demostración.

• Aplicación.

• Fundamentación.

• Generalización.

• Valoración crítica
  de los resultados.

Al formar y desarrollar las habilidades debemos
tener en cuenta los conocimientos y habilidades previas que
poseen los estudiantes, el desarrollo intelectual alcanzado
y sus características individuales, de modo que las
actividades a organizar no sean repetitivas y estimulen el
aprendizaje y desarrollo del pensamiento.

Se asume las ideas y resultados de las
experiencias de un colectivo de investigadores del
Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, que han
dedicado sus esfuerzos a estudiar la esencia del
aprendizaje desarrollador, y consideran que el gran
desafío es:

• El perfeccionamiento permanente de la
  profesionalización del docente, en ellos
  están las fortalezas con las que contamos para
  dar respuesta a los problemas y desafíos
  actuales, y promover el cambio en aras de una
  educación desarrolladora.

Conclusiones

Es imprescindible que el docente sea capaz de
aplicar sus conocimientos a la solución de los
problemas existentes con un espíritu de
colaboración y de responsabilidad social a partir de
su profesión.

Los docentes deben potenciar en sus estudiantes
las habilidades y satisfacer el principio de aprender a
aprender para toda la vida, en correspondencia con lo que
exige la sociedad del conocimiento, para el logro de un
adecuado desempeño profesional.