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Bailes Populares y Tradicionales Cubanos




Enviado por Yirka Maceo Ferrera



  1. Identidad Cultural,
    Musical y Danzaria
  2. El Casino,
    síntesis de nuestros Bailes Populares y
    Tradicionales

La música en Cuba es un elemento que se distingue
por su gran desarrollo, además de contar con una rica
evolución que se enriquece a lo largo de los años
con el trabajo de musicólogos y musicógrafos.
Quienes han evaluado, historiado y sistematizado la multiplicidad
y concatenación de los elementos que conforman nuestro
genuino universo musical.

La música y la danza se conjugan bajo una
finalidad común, aunque mantienen una independencia
innata. Pueden aparecer simultáneamente en determinada
manifestación artística (como el teatro, la
ópera o el cine) o surgir en diferentes momentos y
fusionarse después, siempre y cuando las exigencias del
contexto así lo requieran o demanden.

Cuba es uno de los países que más
géneros bailables ha aportado a la lista de bailes
internacionales, entre los que merecen citarse figuran: el
danzón, son, mambo, rumba, chachachá, casino,
entre
otros. Sin embargo, en los últimos tiempos, la
inserción de géneros foráneos ha ido
lastrando la rica heredad, que en este sentido atesoraba nuestra
memoria cultural.

En entrevistas realizadas en las diversas instituciones
a instructores de danza y promotores, se pudo constatar que en la
ciudad de Santiago de Cuba, se trabaja arduamente en la
promoción de nuestros bailes populares, sin embargo,
existe paradójicamente una deficiencia real en lo que a la
enseñanza de los mismos se refiere, lo cual ha frenado
ostensiblemente su inserción en las prácticas
bailables de nuestra cotidianeidad.

En encuestas realizadas a jóvenes se pudo
precisar que los mismos no muestran interés por los bailes
populares y tradicionales cubanos, a excepción del casino.
Sobre la base de estos resultados, la siguiente
investigación trabajará en función de la
revitalización de los mismos, a través de los
rasgos distintivos de cada uno, fusionándose en el casino,
el cual se convertirá en una suerte de reto expedito hacia
nuestro objetivo. Es pertinente aclarar que cuando se habla del
término revitalización se toma por
definición la ofrecida por Caridad Santos García y
Nieves Armas Rigal en su libro Danzas Populares
Tradicionales Cubanas,
donde el fenómeno es visto
desde el rescate y la
reconstrucción[1]

Existen muchos autores que han investigado acerca del
universo musical y danzario en Cuba. Para la conformación
de este trabajo se tomaron en cuenta algunos como Victoria
Elí y Zoila Gómez, con su libro
…haciendo Música cubana, donde
presenta a los ritmos musicales cubanos agrupados como complejos
genéricos para mejor comprensión; Caridad Santos y
Nieves Armas con Danzas Populares Tradicionales
Cubanas
, aborda acerca de los bailes cubanos y su
desarrollo hasta la actualidad; Bárbara Balbuena con
El Casino y la Salsa en Cuba, muestra el
desarrollo del casino como baile y la salsa como música en
Cuba; Helio Orovio y su colección de pequeños
libros sobre los ritmos cubanos, así como su
Diccionario de Música cubana ; Alejo
Carpentier con La música en Cuba, y
diversos ensayos del tema escritos en revistas, en los que plasma
un estudio de cómo se conforma nuestra música.
También resultó importante la bibliografía
de la eminente musicóloga María Teresa Linares para
el desarrollo del trabajo. Cada uno permitió ahondar en la
diversidad de ritmos populares y tradicionales
cubanos.

Por ser nuestros bailes una traducción del acento
y espíritu de la nación y configurar parte de lo
que se ha llamado nuestra
idiosincrasia[2]Expresiones surgidas del pueblo
que con el tiempo se transforman en nuestra identidad y van
adquiriendo valores permanentes dentro del patrimonio
artístico universal.

El principal aporte radica en constituir un
acercamiento de los estudios socioculturales a potenciarlos,
dirigido a revitalizar en la juventud nuestra rica identidad
danzaria.
Ello traería consigo el conocimiento de la
historia, el aprendizaje de estos bailes y un verdadero sentido
de pertenencia e identidad nacional hacia los mismos.

Identidad
Cultural, Musical y Danzaria

Para llegar al fundamento acerca de la identidad
danzaria, o sea, a la identidad de los bailes populares y
tradicionales cubanos, es necesario definir términos como
identidad cultural e identidad musical, siguiendo el curso
jerárquico que se muestra:

Monografias.com

La palabra cultura proviene del verbo latín
colo que significa cultivo, elaboración y que por
su origen es el resultado de la actividad social y transformadora
del hombre.[3] Su estudio según Isabel
Taquechell[4]inició para el siglo XIX,
destacando personalidades como Carlos Marx (1818-1883), Federico
Engels (1820-1895), Vladimir Ilich Lenin Ulianof y otros
más. Pero algunos autores plantean el origen de su estudio
a finales del siglo XVII, donde el término cultura
conservaba su originaria significación agrícola:
relacionado con el cultivo de la tierra y lo agrario en general y
posteriormente se concibió como el conjunto de
prácticas y conductas sociales inventadas y transmitidas
dentro de un grupo social[5]

Por tal motivo, la cultura está relacionada con
la actividad del hombre y es producto de un determinado ambiente
contextual, como resultado de determinadas relaciones sociales.
Ambiente que el hombre va a transformar según su voluntad
o para ajustarse a él. O sea, cultura es la manera como
nos conducimos y reaccionamos ante el mundo que nos
rodea.

Todos los conceptos de cultura incluyen y surgen del ser
humano. Él los crea voluntaria e involuntariamente dentro
de su propio desarrollo práctico e histórico –
social; ayudado por el uso de las tecnologías, que
permiten transmitir informaciones de carácter masivo, a un
número indeterminado de la población.

La identidad por su parte, es un fenómeno socio
histórico, vinculado directamente a las raíces y
costumbres de un pueblo, su idiosincrasia, intercambio social y
forma peculiar de relacionarse con los demás, sobre la
base de lo heredado. Este término a su vez, constituye a
la Identidad Nacional, que representa al grupo de expresiones
transmitidas de generación en generación y al
desarrollo de nuevas tradiciones en una región
determinada. Constituye el fenómeno tradicional, marcado
por la perdurabilidad de las manifestaciones de la cultura, y su
grado de desarrollo; lo cual parte de un ininterrumpido proceso
de asimilación, negación y renovación,
dentro del cual las manifestaciones responden por lo general, a
las formas económicas y sociales imperantes.

La identidad es un vocablo que no debe verse aislado de
la cultura. Cada pueblo posee costumbres, lenguajes y bailes que
lo tipifican. La identidad es un concepto debatido por estudiosos
de las ciencias sociales y humanísticas, precisamente por
ser el elemento de unidad esencial de cada pueblo. Su
etimología proviene de la locución latina
identitas, identitatis de ídem. Significa lo
mismo. Es lo idéntico, la identificación, lo que
nos distingue y define, lo que nos une, pero a la vez nos
segmenta,

Es el fundamento creado por el pueblo en su cotidianidad
incesante y creadora, durante el proceso de práctica
socio-histórica y artística. Conjunto de
tradiciones y hechos que la masa asume de forma
espontánea, aportándole nuevos elementos, que con
el paso del tiempo y conforme a su perdurabilidad, adquieren el
sentido de tradición.

La identidad se forma a través de la propia
participación social, en el reconocimiento de deberes y
derechos y el incremento de responsabilidades en la sociedad.
Tejiendo vínculos de pertenencia entre los grupos humanos,
capas y clases. Todo individuo nace y se desarrolla en una
sociedad con una estructura sociocultural, en la cual aprende a
autoidentificarse y reconocer su propia identidad.

De la identidad cultural se van a derivar las diversas
formas culturales, definidas por Rolando
Zamora[6]Estas son:

  • 1. Lenguaje

  • 2. Cultura popular tradicional

  • 3. Mestizaje racial

  • 4. Religión

  • 5. Pensamiento cubano

  • 6. Educación

  • 7. Conciencia colectiva

  • 8. Cultura artística y
    literaria

  • 9. Noción teórica y conciencia
    popular

  • 10. Vida cotidiana

  • 11. Recreación y tiempo libre

  • 12. Cultura, lucha de clases y conflicto
    racial

La identidad cultural es contentiva de estos y otros
elementos que muchos autores han trata de definir. En lo que
respecta a la investigación, el elemento necesario es la
cultura artística y literaria y más
específico, la danza, y la música como antecedente
de la misma.

La identidad cultural es la realidad de la imagen
particular y aporte de cada tipo de civilización en la
historia general de las sociedades.[7]La identidad
cultural es el reflejo de la cultura de un pueblo. El orgullo que
cada persona debe sentir en cualquier lugar donde se encuentre.
Abarca todo lo que se ha creado, lo que se ha producido en
materia de cultura dentro de un determinado grupo social en el
transcurso del tiempo; es el sello distintivo que cada persona
lleva puesto. Al igual que la cultura, la identidad cultural
también se encuentra en constante crecimiento, a medida
que las sociedades, comunidades y personas se desarrollan y se
nutren, ella también evoluciona; es parte inseparable de
las personas.

La identidad en la música y danza en Cuba, al
igual que nuestra cultura inicia con el proceso histórico
de la conquista y colonización, en las sucesivas oleadas
migratorias en la isla. Esta historia ha transitado momentos o
épocas violentas y rápidas. Sin embargo, hay rasgos
que se mantuvieron estables y sostuvieron la
identificación de esta sociedad en aspectos venidos del
pasado, adicionando elementos novedosos a los rasgos de
identidad. Surgió así, una identidad musical y
bailable típica de gran importancia en nuestra cultura, y
que con el decursar del tiempo devino como patrimonio
universal.

El estudio demuestra en la identidad musical se hacen
notar diversas personalidades. Autores como Emilio Grenet (1908-
1941) cuyos valiosos y útiles colecciones de obras de
nuestro patrimonio musical, se pueden patentizar en su libro
Música popular cubana; Alejo Carpentier
(1904 – 1980) con su fundamental texto La música en
Cuba
y otros ensayos dados a conocer en disímiles
revistas, y así como José Antonio Portuondo,
Leonardo Acosta, Argeliers León (1918- 1991) y
María Teresa Linares los cuales dan cuenta del enorme
legado epistemológico que cuentan las investigaciones
acerca de nuestra autonomía musical.

La identidad musical cubana presenta una diversidad de
ritmos entre los que se encuentran: el punto guajiro o
cubano, la rumba, la conga, bolero,
guaracha, danzón, mambo,
chachachá
, son, salsa y las
diversas vertientes y nuevos ritmos como el pilón
y el mozambique, que han dado lugar a nuestros bailes de
gran popularidad y tradición en la cultura cubana. Por lo
tanto, cuando se habla de identidad musical e identidad danzaria,
se alude a aquellos elementos que conforman nuestra música
y bailes cubanos, que nos identifica y define.

Muchos estudiosos como Martha
Ezquinazi[8]plantean la división de la
música en dos categorías: la popular y la
tradicional, teniendo en cuenta la relación de
intérpretes, la utilización de elementos
tradicionales y lugar donde se ejecuta.

La música popular es la que se trasmite de forma
escrita, consta de un autor y presenta una duración
efímera. Su difusión es masiva, de
dispersión internacional y de uso comercial. Es un
fenómeno socio-histórico, vinculado directamente a
las raíces y costumbres de un pueblo, su idiosincrasia,
intercambio social y su forma peculiar de relacionarse con los
demás, sobre la base de lo heredado de los
antepasados.

El término popular deviene de (Del lat.
popularis) perteneciente o relativo al pueblo. Adjetivo
que se utiliza para aquello que es perteneciente a un pueblo e
incluso al mundo, relativo a clase social menos favorecida, de
fácil acceso para todos. Se utiliza frecuentemente para
nombrar a la cultura actual, a la de más
penetración mediática[9]

Para mejor comprensión de estos supuestos,
resultaría interesante no ver los términos de
tradicional y popular por separado. Por ello al referirnos al
fenómeno se hablará de Música y Bailes
populares y tradicionales.

La música tradicional es aquella que se crea,
desarrolla y transmite de padres a hijos. Se mantiene en
constante proceso evolutivo, portando determinados patrones o
sellos identitarios de la región o país
determinado. En tanto, la identidad danzaria es la parte
coreográfica de cada ritmo musical. Producto de la
actividad cultural del hombre. Es una lenta y prolongada
acumulación de rasgos, recogidos, creados y reelaborados
en la vida cotidiana, como creencias religiosas, expresiones
artísticas y conocimientos. Esta van cambiando o mutando
con el paso de las nuevas generaciones.

El Casino,
síntesis de nuestros Bailes Populares y
Tradicionales

La música tiene un importante papel en la vida
del hombre y en especial para nuestro pueblo, tanto por su
idiosincrasia, como por las posibilidades que brinda como sistema
de comunicación. Transmite información y comunica
mensajes a través de conocimientos, sentimientos y
emociones.

El florecimiento de la música tiene gran
influencia en nuestra cultura, la cual ha sido resultado del
proceso de conquista y colonización española.
Proceso de interacciones culturales entre raíces
hispánicas y africanas, que se simbolizaron en un gen
típico; culturas que constituyen el antecedente de nuestra
música y bailes, aún cuando el paso del tiempo les
ha hecho asumir influencias disímiles.

La danza popular y tradicional cubana ha sido producto
del desarrollo sociocultural de nuestro país y el
fenómeno conocido como
transculturación[10]un factor determinante
en la integración de la cultura cubana. Proceso mediante
el cual muchos identidades se desgajaron.

En siglos anteriores, fueron introduciéndose en
Cuba, numerosos bailes de moda foráneos como la
contradanza francesa, el minué, el vals y otros. Sin
embargo, las nuevas condiciones socioculturales y
geográficas, propiciaron una criollización, tanto
en la música como el baile, que con el paso del tiempo
dieron lugar a diferentes bailes hasta llegar al
casino.

Entre nuestros ritmos populares y tradicionales
danzarios, pilares fundamentales para la creación del
casino, como nuevo estilo de baile cubano, se encuentran el son
urbano y el chachachá. Así como otros que se
desarrollaron en Cuba, cuyo origen no fue en nuestro país,
como la contradanza, la danza y el rock and roll.

El género musical bailable, contradanza,
tuvo su origen en Inglaterra y Normandía. Se introduce a
través de España, quien como colonia impuso usos y
costumbres en la isla; por Inglaterra en 1762 al producirse la
toma de La Habana y por Francia como consecuencia de las
sucesivas migraciones franco-haitianas hacia la zona oriental del
país cuando la Revolución de Haití en
1791.

En Cuba la contradanza comienza a ejecutarse y como
elemento más notable aportado al casino, se tiene el
paso de avanzar o retroceder, alternando los pies en
cuatro tiempos musicales
. Este paso se mantuvo en todos los
bailes cubanos como el danzón, el son, chachachá y
otros. Aunque evolucionó en diferentes períodos con
ciertos cambios de acentos corporales y rítmicos. La
posición de baile social abierto es otro aspecto
de este ritmo aportado que se hace notar en el casino.

Otro atributo importante es el bastonero. Quien
constituía un destacado bailarín o maestro de danza
que dirigía y ensayaba los bailes de moda. Disponía
el orden, cambios de figuras y designaba el lugar que
debían ocupar las parejas.

La danza cubana, es denominada como una
simplificación en el nombre de la contradanza,
según investigadores y musicólogos. Esta mantuvo la
forma musical de la contradanza, pero desde el punto de vista
danzario, se iniciaba el baile en posición social
cerrado
. Este último atributo también es visto
en el casino.

En la contradanza se produce una ampliación en lo
formal desde sus partes, se extiende su tiempo bailable y
establece combinaciones y elaboraciones rítmicas netamente
cubanas. Esta contradanza se va a atemperar y da lugar al
danzón.

El danzón tiene como figura
iniciática creador a Miguel Fraílde (1852-1921). En
el Liceo de Matanzas, el 1 de enero de 1879, se estrena por una
orquesta de viento el primer danzón: "Las alturas de
Simpson". Como complejo musical este agrupa al mambo y al
chachachá.

El danzón es una pieza de cuadros y el
único género bailable que alterna
coreográficamente parte bailables llamadas cedazo, con
partes de descanso que se ajustan al tiempo musical. Al bailar,
se comienza desde la posición social, lo cual es un
aspecto de gran importancia. Entre las figuras
fundamentales se encuentra el paseo, cajón, vuelta de
tornillo, y otras, sintetizadas o evolucionadas en el
casino.

El son por su parte tuvo su origen en los
suburbios montuneros de algunas ciudades de la zona oriental de
cuba, como Guantánamo, Baracoa, Manzanillo y Santiago de
cuba. Se trasladó a La Habana hacia el año 1909 por
soldados del Ejército Permanente. Fue una de las
representaciones bailables más representativas de las
capas humildes de la población. Se bailó en
accesorias, salones y academias de baile aunque al principio fue
rechazado en los salones elegantes.

Desde el punto de vista coreográfico existen dos
estilos fundamentales de interpretar este género: el son
montuno y el son urbano. El son se empezó a ejecutar en
todo el país y se caracterizó por realizar su paso
básico a tiempo de clave o contratiempo de
clave.

El son montuno es más movido. Se
caracteriza por un movimiento acentuado del torso hacia los
lados, profundas flexiones de las piernas que provocan un
constante subir y bajar del cuerpo, y la acción frecuente
de los brazos arriba y abajo. Se compone de cuatro compases y en
donde el coro interviene dos veces entre cada solo. Dentro de
este estilo vamos a encontrar el changüí, el
sucu-sucu y otros.

En el son urbano los movimientos son más
pausados, suaves y elegantes y la posición social de baile
es más erguida. Las flexiones de las rodillas son menos
pronunciadas y no se ejecutan los movimientos continuos de brazos
descritos anteriormente. El paso básico del son en ambos
estilos se ejecuta en 4 tiempos musicales, los tres primeros
coinciden con 3 pasos y el cuarto es de espera, no se realiza
paso alguno y la pareja se enlaza en posición de baile
social cerrada. Esta forma de bailar el son es la que más
incidencia tuvo en el casino.

El paso básico del son, en su esencia, es similar
al del casino, no solo por los tiempos musicales que comprende
sino, además, por la forma o diseños corporales y
espaciales. Ambos estilos se ejecutan en 4 tiempos musicales, los
tres primeros coinciden con 3 pasos y el cuarto es de espera, no
se realiza paso alguno y la pareja se enlaza en posición
de baile social cerrada.

Por su parte el chachachá es el otro baile
cubano que constituye un antecedente importante en la
conformación del casino. El destacado violinista,
compositor y director Enrique Jorrín, es considero el
autor del ritmo. Este género surgió como resultado
de la necesidad de crear algo diferente partiendo del propio
danzón. Su diferencia como nueva modalidad musical se
consagró con la pieza "La Engañadora" (1949),
aunque no fue popularizada hasta 1951, año en que el autor
grabó un disco que rápidamente alcanzó gran
difusión.

El chachachá como manifestación bailable
es anónimo. Su nombre fue producto de la conserción
musical del chac-chac que producían los bailadores de la
sociedad Silver Star[11]en los salones de Prado,
Neptuno y otros sitios habaneros al ejecutar el paso. La
estructura del baile dio la estructuración del
ritmo.

El aporte del chachachá al casino como
manifestación bailable fue fundamentalmente
coreográfico, a través de las figuras. Su
ejecución es por parejas enlazadas o por bailadores
sueltos. A finales de la década del 50, la rueda surge
como una nueva variante en el chachachá, y se
reconoció popularmente como chachachá en
rueda
. Consistía en una rueda donde las parejas
ejecutaban la figura al unísono, una detrás o al
lado de la otra, formando un círculo que avanzaba a favor
o en contra de las manecillas del reloj. Es preciso
señalar que el son también se interpretaba en
rueda, aunque raras veces.

Aproximadamente en 1956, comienza a reproducirse este
fenómeno del círculo de parejas interdependientes,
con la peculiaridad de que se baila con el acompañamiento
de otros géneros o modalidades de la música popular
que estaba de moda, y se le llamo rueda del casino. El
acontecimiento ocurrió de forma exclusiva en el Club
Casino Deportivo (sociedad de blancos). Este hecho creativo
prendió en el gusto de la juventud y fue imitado por los
bailadores en otros clubes. En el proceso de expansión
empezó a difundirse la frase "Vamos a hacer la rueda
como en el casino"
o "Vamos ha hacer la rueda del
casino"
y que daría por reducción el apelativo
de "Casino", a lo que después identifico el nuevo estilo
de baile.

Existe otra versión, menos generalizada sobre el
origen de la palabra "casino". Los viejos camineros aseguran que
la denominación casino se tomo del famoso Conjunto Casino
(1940) . Esta agrupación tenía el formato de Jazz
Band con percusión cubana. No cabe duda de que este
conjunto haya marcado de alguna manera, pautas en el desarrollo
del baile, sobre todo si se tiene en cuenta que el momento de su
mayor auge, 1950, es la década en que se ha identificado
como la del surgimiento del nuevo estilo.

El rock and roll es un ritmo norteamericano
imperante en esa época del 50, que también
dejó huellas en el casino. Esta forma de baile, con su
característico estilo espectacular, tenía gran
cantidad de elementos acrobáticos y giros de parejas,
las constantes vueltas con brazos enlazados sin soltarse y la
similitud en los tiempos con que se marca el paso
, son
elementos definitorios que comprueban la influencia del Rock and
Roll en el casino cubano.

El casino, denominación a la forma de
bailar la salsa en Cuba. Surge entonces, en un ambiente de
integración de géneros, variantes o modalidades que
gozan de gran reputación en el pueblo. Es aproximadamente
en el año 1956 que se introduce el estilo casino (forma de
bailar) entre la juventud, a diferencia de los bailes que le
antecedieron, no se le atribuye un género musical
específico. A través de todos los años que
ha prevalecido en el gusto y la popularidad de los bailadores, se
ha interpretado con todos aquellos géneros vertientes o
variantes musicales que estuvieron de moda, y que por su esquema
rítmico o tiempo musical, permitieran realizar el paso
básico.

El casino surgió en el municipio
Playa[12]de Ciudad de La Habana, por grupos
sociales. Los viejos camineros aseguran que la
denominación casino se tomo del famoso Conjunto Casino
fundada en 1940, una de las orquestas más populares de la
época. Surge como una manifestación danzaria
anónima en el seno de las clases populares urbanas. No
corresponde a ningún género, intergénero o
modalidad musical específica. Es un estilo para la
diversión individual y colectiva. No identifica a ninguna
religión y sus movimientos no tienen significación
alguna.

Se baila con una secuencia completa del paso y consta de
ocho tiempos musicales. La ejecución está dividida
en dos partes que abarcan cuatro tiempos cada uno tres de
movimiento y uno de espera. Se pueden realizar en el lugar para
lo cual existen dos variantes, con desplazamiento hacia delante o
detrás y con giros rápidos o lentos sobre el mismo
eje. En todos los casos se alternan los pies. En la rueda de
casino se forma con varias parejas que se colocan en
posición de baile social cerrado, quedará hacia
dentro del círculo el hombro derecho de la mujer y el
izquierdo del hombre. Los pasos se realizan al unísono por
todos los integrantes.

En la actualidad con motivo de mostrarlos al pueblo,
diferentes grupos bailables, han insertado en el baile otros
géneros como el mambo, pilón, la rumba, puede ver
su presencia en los pasos en línea. Se ha
interpretado con todos aquellos géneros vertientes o
variantes musicales que estuvieron de moda, y que por su esquema
rítmico o tiempo musical, permitieran realizar el paso
básico. O sea, el casino es un fenómeno que no se
puede ver aislado de cada género y los elementos
adquiridos para su desarrollo y evolución.

Con el triunfo revolucionario se convirtió en un
hábito y se arraigó una tradición masiva y
enriquecida por el pueblo. Este baile refleja hoy con gran fuerza
el carácter propio del cubano. Es un extracto de los
rasgos que nos caracterizan. Es una síntesis de muchos de
los componentes de nuestra nación. Su popularidad y
preferencia en nuestro público se ha mantenido durante
décadas por ser parte de nuestro patrimonio cultural. Es
por ello que el casino, puede catalogarse como síntesis de
nuestros bailes populares y tradicionales cubanos.

Este estudio permitió la elaboración de
los fundamentos teóricos de la Identidad danzaria en Cuba,
mediante:

El estudio de los presupuestos teóricos acerca de
la identidad musical y la danzaria, como un proceso coherente,
continuo y formativo, de carácter participativo de nuestra
cubanía.

El análisis evolutivo de la identidad danzaria
que permite identificar las etapas de desarrollo del
casino.

 

 

Autor:

Lic. Yirka Maceo Ferrera

[1] En el libro Danzas Populares
Tradicionales Cubanas se define rescate y
reconstrucción, p.10. Rescate: proceso investigativo
mediante el cual se logra relacionar el reconocimiento
detallado de una determinada manifestación danzaria,
desaparecida por lo general del contexto social donde se
producía originalmente. Reconstrucción: toma de
base al rescate, y se producen los detalles que se obtuvieron
de una determinada expresión corporal, con el
propósito de complementar la información que
tenía o proceder a su futura revitalización o
renovación.

[2] María Antonieta Henríquez,
"Lo permanente en nuestra música", en Revolución
y Cultura No. 22, p. 17.

[3] Rosa Aguirre y Doris Prieto, en" La
cultura en la salud", en Filosofía, Salud y Sociedad,
p.25.

[4] Isabell Taquechell , en
Apreciación de la Cultura Cubana .Apuntes para un libro
de texto. Tomo I, p.13.

[5] Sitio WEB: www.wikipedia.org/wiki/es. 9
de noviembre del 2006, 4:00pm.

[6] Rolando Zamora, en “Notas para un
estudio de la Identidad Cultural Cubana”, Pensamiento y
tradiciones populares: estudios de Identidad Cultural Cubana,
p. 190.

[7] Claude Fabrizio, en "El patrimonio
elemento del desarrollo cultural", El desarrollo cultural.
Experiencias regionales, p. 374.

[8] Martha Esquenazi, en Del areíto y
otros sones. p. 10.

[9]
http://www.wikipedia.laenciclopedialibre.htm. 8 de diciembre de
2006 a las 9:35 p.m.

[10] José A. Gutiérrez, en Arte
Cubano. Músicos. Ernesto Lecuona, p.25.

[11] La SILVER STAR (estrella de plata) era
una sociedad de negros que con frecuencia contrataba a la
Orquesta América, donde se gestaron los primeros
resultados del chachachá.

[12] Bárbara Balbuena, en El Casino y
la Salsa en Cuba, p.15.

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