- Biografía
- Fecunda carrera literaria
- 2001-2011: Consagración
artística - Rasgos
generales de su obra - Eventos de importancia
- Bibliografía del
poeta - Referencias
Ronel González Sánchez,
durante una lectura poética en la filial de la
Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Holguín,
el 29 de junio de 2011.
Ronel González Sánchez (nacido en
Cacocum, Provincia de Holguín, el 4 de abril de 1971) es
un poeta, ensayista, Investigador Auxiliar y escritor para
niños cubano. Durante su trayectoria literaria ha
publicado 35 libros, entre los que sobresalen: Desterrado de
asombros (1997), Consumación de la
utopía (1999 y 2005), El Arca de no
sé (2001), Atormentado de sentido; para una
hermenéutica de la metadécima (2007), En
compañía de adultos (2010) y La
enigmática historia de Doceleguas (2010). Este
prolífico intelectual ha realizado varias investigaciones
relevantes para la historia de la décima de su país
y de Hispanoamérica como Árbol de la
esperanza. Antología de décimas
hispanoamericanas (2008) que está publicada,
además, en el sitio MONOGRAFÍAS.COM.
Biografía
Comienzos
Nació un 4 de abril, el mismo día de
la fundación de la ciudad de San Isidoro de
Holguín, pero del año 1971, en el Hospital Vladimir
Ilich Lenin, y fue a residir a Caguairanal, zona
rural distante a ocho kilómetros del municipio de Cacocum.
(1)
Hijo de Reina Sánchez Corrales, natural de San
Germán, y de Roberto González Domínguez,
natural de Gibara, aunque su nombre es el mismo de un maestro de
su pueblo natal, proviene de la región francesa de Tarn,
situada en los Pirineos Centrales.
Cursó sus primeros estudios en las escuelas
Argelio Vega Castellanos de Caguairanal, Expedicionarios del
Corinthia, 28 de Septiembre y la Escuela Secundaria Básica
Urbana (ESBU) Gilberto González Rojas, estas
últimas de Cacocum.
A los ocho años, viviendo ya en el poblado de
Cacocum y cursando el tercer grado, escribe sus primeras
poesías y a los doce crea por vez primera una
décima, tomando como modelo el libro Décima y
folclor del poeta Jesús Orta Ruiz (Indio
Naborí), iniciando un proceso de aprendizaje, que
incluiría cientos de décimas, poemas, sonetos,
octavas reales e italianas, octavillas, sextillas y
sextinas, ovillejos, etc., antes de publicar su cuaderno
inicial.
Junto a su madre, fue fundador del Taller Literario
Miguel González Miranda, de Cacocum, en 1984, y
participó en esporádicas tertulias; hasta
que, en 1985 obtuvo Primera Mención en
décima, en el XII Encuentro-debate Provincial
de Talleres Literarios.
Al año siguiente, participó en la Asamblea
Nacional Pioneril 25 Aniversario, que se celebró en el
Campamento Tarará y el Teatro Lázaro Peña de
Ciudad de La Habana, antecedente de los congresos pioneriles
cubanos que contó con la presencia del Comandante en Jefe
Fidel Castro Ruz
1986 fue un año decisivo para su trayectoria
vital. Vio el mar por primera vez, e inició los estudios
preuniversitarios en el Instituto Preuniversitario Vocacional de
Ciencias Exactas (IPVCE) José Martí, de
Holguín, en la especialidad de Química. Obtuvo
Mención en poesía y Primera Mención en
literatura para niños, en el Premio de la Provincia;
Primera Mención en poesía para niños en el
XIII Encuentro- debate Nacional de Talleres
Literarios celebrado en Manzanillo, provincia de Granma; y
Mención en este mismo género en el concurso
Ismaelillo, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC). Hechos que iluminaron el camino literario
escogido por él definitivamente a la edad de quince
años.
Fecunda carrera
literaria
Las décadas del 80 y el 90 del siglo XX fueron de
intensa creación literaria y de numerosos reconocimientos
para el poeta.
En 1987 recibió Primera Mención en
poesía en el Premio de la Provincia Holguín,
Primera Mención en el Concurso Provincial de la
Asociación Hermanos Saiz (AHS) Nueva Primavera,
Mención en décima en el Encuentro-
debate Nacional de Talleres Literarios, nuevamente Mención
en poesía para niños en el Concurso Ismaelillo de
la UNEAC, y fue seleccionado por la AHS entre los diez
artistas jóvenes más laureados del
país en ese año.
Obtiene en 1988 el Premio de poesía del Concurso
Provincial Nueva Primavera; Primera Mención en el
Premio Adelaida del Mármol de las provincias
orientales; Mención en poesía en el concurso David
de la UNEAC y Mención en décima en el XIV
Encuentro- debate Nacional de Talleres Literarios.
En 1989 aparece publicado, sin su
consentimiento, en la Colección Bahías de las
ediciones de la Casa del Joven Creador de Ciudad de la Habana,
Si los gorriones olvidaran el cielo, su primer cuaderno
de poesía que contenía textos desechados por Ronel.
Alcanza Mención en el Concurso Adelaida del Mármol,
Premio en poesía y Primera Mención en décima
en el XVI Encuentro- debate Nacional de
Talleres Literarios e integra la brigada artística cubana
que participó en el XIII Festival Mundial
de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en
Pyongyang, República Popular Democrática de Corea,
suceso muy importante en la vida del joven poeta que, con 18
años intervino en el festival de poesía celebrado
en el Palacio de las Artes de la ciudad coreana, junto a
creadores de numerosos países, leyó poemas en la
inauguración de la Casa Club de Cuba, en centros de
trabajo y estudio, así como en el impresionante Complejo
Hidráulico del Mar Oeste, y recibió dos medallas de
oro en el evento.
En septiembre comienza la Licenciatura en Historia
del Arte, en la Universidad de Oriente de Santiago de
Cuba. Se le otorga el Premio de Poesía José
María Heredia 1990 y 1991, que entonces convocaba la
Filial de la UNEAC de Santiago de Cuba para las provincias
orientales, por las obras Los juicios de la
sombra y Sagrados testimonios, respectivamente,
publicándose sólo este último título
en 1995 por la Editorial Oriente.
Gracias a la creación de la colección
Antología Mínima, por el poeta holguinero, luego
residente en Ecuador, Alejandro Querejeta, las Ediciones
Holguín publican en 1990, Reflexiones de un
equilibrista, cuaderno que fue presentado en su pueblo
natal, así como en las ciudades de Banes y Santiago de
Cuba.
En 1991 recibe Mención en el premio David de la
UNEAC y el Premio de la Ciudad de Holguín en
décima, con su libro Algunas
instrucciones para salir del sueño, y es seleccionado
aficionado destacado de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) en el país. En este año contrae
matrimonio con su compañera de aula Lilliam Susel
Zaldívar de Los Reyes y se establece en el reparto Abel
Santamaría de Santiago de Cuba, provincia donde se
publica, en 1992, su plaquette Días del
hombre.
Nuevamente en 1992 recibe el Premio de la Ciudad de
Holguín, pero esta vez en décima y en literatura
para niños, publicándose sus obras
Todos los signos del hombre y Un país
increíble. Este año también fue
seleccionado aficionado destacado de la FEU a nivel
nacional.
1993 es un año particularmente
importante para su obra: obtiene el Premio de la Ciudad,
por tercera vez, en décima, con Dictado del
corazón; el premio Regino Boti, convocado desde la
provincia de Guantánamo para los autores de las
provincias orientales, en cuento para niños, con el
cuaderno Doceleguas, que no se publicó debido a
las dificultades editoriales del período. De este libro se
incluyeron cuatro textos en la selección Cuentos
infantiles, que publicó Ediciones Holguín en
1994. El autor eliminó el resto de los cuentos y
escribió otras obras que aparecieron como volumen en el
2010 en Santiago de Cuba. En 1993 recibe, además, una
Mención por su poema "El viento", en el Concurso
Internacional Encina de la Cañada, de la
Asociación Prometeo de Poesía de
Madrid. También en el Concurso Nacional 26 de Julio
de las FAR obtiene menciones en poesía y décima, y
en el certamen Manuel Navarro Luna, convocado por la
institución homónima del municipio de Manzanillo,
recibe Primera Mención. En marzo de este año
ingresa en la UNEAC por la Filial
santiaguera.
En 1994 se le otorga el Premio de la Ciudad en
décima y en poesía, por sus cuadernos
Rehén del polvo e Incendio y otras
historias. Termina la enseñanza superior
obteniendo Título de Oro y la condición
de Vanguardia en Cultura de los centros universitarios de
Santiago de Cuba.
Al concluir los estudios universitarios, divorciado de
su primera esposa, se traslada para la ciudad de Holguín y
comienza a desempeñarse como investigador en el
Área Provincial de Investigaciones Culturales radicada en
la Casa de Iberoamérica, institución en la que
realizó varios estudios literarios, fundó la
peña de la décima «Con sed nueva de
cantar», que funcionó durante tres años, el
grupo literario Escuela Holguinera de la Décima y
convocó el Concurso Nacional Vicente Espinel que
contó con dos ediciones.
Inicia 1995 recibiendo Segunda Mención en el
primer Concurso Nacional de Décimas de Amor, convocado por
la Casa Iberoamericana de la Décima de la provincia
de Las Tunas; Primera Mención en poesía
para niños en el Concurso nacional La Edad de
Oro y Premio nacional 17 de Mayo. Obtiene, además, el
Premio Cucalambé (que entonces sólo poseía
alcance nacional) por el libro El mundo tiene la
razón, coescrito con José Luis Serrano,
poeta con el que había comenzado a participar en la vida
literaria de la ciudad de Holguín en 1994; recibe el
Premio nacional de Décima Mural, con su poema "Mi casa se
halla entre el día y el sueño" y, en octubre,
recibe el Segundo Premio de poesía en el
Concurso internacional Jaime Gil de Biedma, que convocó la
luego desaparecida Asociación de Jóvenes
Escritores Españoles (ASEJE), de Alcalá de
Henares.
En 1996 se divorcia de su segunda esposa Ana Li
Pérez, con la que había contraído matrimonio
seis meses antes. Recibe el Premio nacional de poesía
Delia Carrera, convocado por la Asociación Jovellanense de
La Habana y la UNEAC de la provincia de Matanzas; obtuvo,
además, el Premio Santiago para las provincias orientales,
en el género de ensayo, y se publicaron sus libros
Sagrados Testimonios y El mundo tiene la
razón. Ese año, a propuesta de la UNEAC de Las
Tunas, fue condecorado con la Medalla Cucalambeana en su
edición dorada.
En 1996 obtuvo los premios de décima
Raúl Gómez García, que
convoca el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura
(SNTC) y el Premio Rubén Martínez Villena de la
Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y resultó
seleccionado entre los artistas holguineros más
destacados del año. En este año comenzó el
noviazgo con Nancy Ivette Borrego Carbonell, investigadora de la
Casa Iberoamericana de la Décima de Las Tunas, con la que
contrajo matrimonio en 1998.
En 1997 recibió nuevamente el Premio Nacional de
Décima 17 de Mayo, el Premio nacional de
ensayo José Antonio Portuondo que
convocó el Sectorial Provincial de Cultura de Las Tunas,
por un trabajo acerca del poeta holguinero Delfín Prats;
el Premio nacional de poesía Regino Pedroso que
convocó el Periódico Trabajadores y el
Premio Especial de la UNEAC en el mismo certamen.
En enero de 1998 se presentó en la Feria
Internacional del Libro de La Habana su poemario Desterrado
de asombros, publicado por la Editorial Letras Cubanas. Este
libro contribuyó al conocimiento de su poesía en el
país y representó la irrupción de la madurez
del poeta. En las palabras de contracubierta del volumen se lee
lo siguiente: "El amor por la poiesis en su sentido
original (el conocimiento); la pasión por la infinita
búsqueda del azoro ante la existencia; el sueño
eterno del triste sabor que nos deja la sangre: tal se nos
presenta en este libro el joven poeta Ronel González
Sánchez, para hacernos meditar, gracias a su aliento,
más que reflexivo, filosófico. Fluye en sus versos
una riqueza expresiva unida a una carga metafórica que se
apoya en la sugerencia y la intuición".
(2)
En mayo, las Ediciones La Luz de la AHS, publicaron su
selección poética Zona franca y, por su
labor literaria, fue distinguido con la réplica del Escudo
de la Provincia de Holguín. En mayo recibió el
Tercer Premio nacional de décima en el Festival
Cubano-Canario que convocó la Asociación Canaria de
La Habana. En este año obtuvo, además, Primera
Mención en poesía en el Concurso Internacional de
la revista Carta Lírica de Estados Unidos, y en
octubre fue distinguido con la réplica del Aldabón
de la Periquera, símbolo de la Ciudad de
Holguín.
En 1999 se presentó en la Feria Internacional del
Libro de La Florida, Estados Unidos, su libro de sonetos
Consumación de la utopía, publicado por el
Frente de Afirmación Hispanista de México (FAH) y
prologado por el poeta cubano americano Francisco
Henríquez. Ese mismo año fue reconocido como
Personalidad por el Ministerio de Cultura de la República
de Cuba.
En el año 2000 las Ediciones Unión de la
UNEAC publicaron su selección de décimas La
furiosa eternidad, libro prologado por el más
importante investigador de la décima en Cuba, el Doctor
Virgilio López Lemus, y con palabras de contracubierta del
decimista cubano más relevante del siglo XX: Jesús
Orta Ruiz, el Indio Naborí, quien afirmó
lo siguiente: "Ronel González Sánchez, figura
entre los jóvenes poetas más descollantes de Cuba,
no tanto por las irregularidades estróficas, modernistas
ni por las pretendidas innovaciones extrínsecas de la
Vanguardia, como por su entrada triunfal en ese mundo abstracto y
mágico que es la poesía. Sus imágenes
visionarias, que nos revelan una madurez precoz, no salen del
cráneo frío sino del corazón caliente.
Conmueven sus poemas, incluso sus décimas cuando el poder
transformador de la emoción recordada sustituye e
individualiza los significados, cumpliendo así la ley
intrínseca de la expresión poética".
(3) López Lemus, por su parte, destacó en el
proemio: "La virtud esencial de las décimas de Ronel
consiste en mostrar que el artista de la palabra no se conforma
con el sonsonete rítmico y de la rima, para buscar y
hallar expresión, anchura de sentidos y diversidades
temáticas. Sabe imprimirle al impersonal octosílabo
el registro de su personalidad poética, lo que, en Cuba,
tiene en el José Martí de los Versos sencillos
al maestro más consumado." (4)
También en el año 2000 recibió el
Tercer Premio en el Concurso Internacional de la Revista
Carta Lírica y comenzó a
desempeñarse como metodólogo de literatura en el
Centro Provincial de Cultura Comunitaria de
Holguín.
2001-2011:
Consagración artística
En el 2001 el poeta recibió Premio en el Festival
Cubano-Canario de la décima de la Asociación
Canaria de La Habana, Premio en la primera edición del
Concurso internacional de poesía Nosside, convocado por el
Instituto Bossio de Italia, el Premio Nacional de Investigaciones
Memoria Nuestra durante las Romerías de Mayo de
Holguín y Segundo Premio en el Festival Nacional de la
Radio en el género Programa de mejor reflejo de la cultura
cubana, con una muestra de su programa fundado en el 2000
"Viajera peninsular", dedicado al Indio Naborí.
Este año, por su labor intelectual, el Ministerio de
Cultura de la República de Cuba le otorgó la
Distinción por la Cultura Nacional, durante el Primer
Congreso de la Asociación Hermanos Saiz celebrado en el
Palacio de las Convenciones de Ciudad de La Habana.
En su viaje a Guatemala como miembro de la
brigada artística que realizó lecturas de
poesía y encuentros de trova en las sedes de la
misión médica cubana. Marzo, 2007. Al fondo:
volcán y lago Atitlán, departamento de
Sololá.
En enero del 2002, durante la Semana de la Cultura
Holguinera, fue reconocido como Hijo Destacado de la Ciudad de
Holguín, y la Editorial Oriente, de Santiago de Cuba,
presentó en la Feria Internacional del Libro de la Habana
y de varias provincias, su poemario para niños El Arca
de No Sé, impreso en Colombia. Este poemario
inició en Cuba la asunción y el reflejo de la
problemática de los niños, desde una personal
poética que incluye el dominio de las estrofas de habla
hispana y una mirada, más objetiva hacia el mundo infantil
en la que intervienen elementos autobiográficos. Acerca de
este libro el escritor y crítico Rogelio Riverón
señaló: "Sutilmente signado por el paso del
tiempo El Arca de No Sé (2001) es un comentario
fabulado de la familia y de los sueños de cualquier
niño, pero Ronel González lo dota de un lirismo
lúcido y puntual. No escojo los adjetivos a la deriva, al
menos en este caso. Me gustaría hacer notar la manera en
que este libro roza el tema del dolor, sin regodeos innecesarios,
pero sin risibles omisiones. El Arca de No Sé […]
es capaz de dejar que sus personajes hablen sin grandilocuencia y
con seriedad; jocosos o esperanzados, y en este juego de
circunstancias fantasiosas o palpables está siempre la
imagen, lo que, tras las palabras, sigue sonando".
(5) Y el poeta y crítico santiaguero Eduard Encina,
escribió: "Rico en variedad temática y formal;
sin embargo, unido por un lenguaje nada común, que reclama
de un receptor capaz de sumergirse en los vaivenes escriturales
que el autor propone, convencido de que no subestima la
percepción y la imaginación de su destinatario. Lo
cotidiano nos parece virgen. Temas como la ciudad, la muerte, el
racismo, el sexo, la violencia, el alcoholismo, entre otros, se
van tejiendo hasta formar u cuerpo que revela una profunda y
humanizante experiencia. […] La soledad, el desamparo,
también van a encontrar asidero a algunos de sus versos,
acompañados de sugerentes imágenes que logran
armonizar los conceptos que maneja el libro, hacia una
poética que intenta transgredir la anécdota y
movilizar los estratos más sensibles de la
psicología infantil […] Estamos frente a una obra de
madurez, signada por un profundo aliento de crear su propio
espacio dentro de imágenes que conquistan autonomía
y carácter. Así nos llega El Arca de No
Sé, como un agua pensativa que va a salvarnos y a
salvarse cuando se interne en el tiempo."
(6)
En abril del mismo año, el (FAH) de México
publicó Antología de sonetos cósmicos de
Raúl Hernández Novás, con
prólogo suyo, y regresó a desempeñarse como
investigador sociocultural en la Casa de Iberoamérica. En
julio recibió el Premio Fundación de la Ciudad de
Santa Clara por un libro de décimas coescrito con
José Luis Serrano. En septiembre se divorcia de Nancy
Ivette Borrego. En diciembre de ese año obtuvo Gran Premio
a la Maestría Artística, Premio al mejor programa
cultural, Premio en guión de programas culturales, Premio
en guión Venga la Esperanza de la AHS y Premio de la Casa
de Iberoamérica en el XVI Festival Provincial de la
Radio.
En la Feria del Libro de la Semana de la Cultura
Holguinera, realizada en el 2003, se presentó su
investigación Selva interior, estudio
crítico de la poesía en Holguín
(1862-1930) coescrito con Zenovio Hernández y Anicia
Cruz; en febrero se publicó en México por el FAH su
Antología de la décima cósmica de
Holguín, y en julio apareció La resaca de
todo lo sufrido, decimario coescrito con José Luis
Serrano y publicado por la Editorial Capiro por el que
había obtenido el Premio Fundación de la Ciudad de
Santa Clara el año anterior. Publicó,
además, La inefable belleza, por Ediciones
Holguín, y el folleto Holguín, ínsula
embrujada, por las Ediciones del Taller de Papel de
Holguín. Ese año obtuvo Mención en el
Festival Nacional de la Radio y en el Premio de la Ciudad por un
programa "Viajera peninsular" dedicado a las décimas
escritas por el popular trovador holguinero Faustino Oramas
(El Guayabero), Premio en el Segundo evento provincial
de investigadores jóvenes, Segunda Mención en la
única edición del Premio Especial Bicentenario del
poeta cubano José María Heredia, convocado por la
Editorial Oriente de Santiago de Cuba, y Mención en
décima en el Premio Iberoamericano Cucalambé.
También en el 2003, entre el 6 y el 20 de octubre,
participó en la gira nacional de poetas y trovadores La
estrella de Cuba, dedicada al bicentenario del poeta José
María Heredia que tuvo amplia repercusión
mediática en Cuba y concluyó con la
preparación de la antología poética La
estrella de Cuba, publicada en La Habana por la Editorial
Letras Cubanas y en Caracas por Monteavila Editores.
En el 2004 recibió el Premio Nacional Calendario
de la Asociación Hermanos Saiz en el género ensayo
y publicó por Ediciones Holguín La noche
octosilábica; historia de la décima
escrita en Holguín (1862-2003) y, junto al poeta
holguinero-tunero Renael González Batista, el libro de
textos amatorios El más perfecto modo, por la
Editorial Sed de Belleza de Santa Clara. Entre el 16 y el 21 de
agosto de ese año participó en la Feria
Internacional del Libro de La Paz, Bolivia, en la que
presentó dos libros suyos, impartió dos
conferencias acerca de los poetas José Lezama Lima y
Eliseo Diego, y fue facilitador en un conversatorio acerca de
Alejo Carpentier. El 27 de diciembre comenzó a residir en
Avenida de los Libertadores, número 210, entre la calle
Mario Escalona y la Fábrica Turquino, en el reparto
holguinero La Aduana, junto a la artista plástico
Dayamí Pupo Ávila y su hija Camelia
Ricardo.
En enero de 2005, por su trabajo de promoción
literaria, fue reconocido como Hijo Ilustre de la Ciudad de
Banes. Ese año recibió el Premio Nacional Todo
Décima en ensayo, convocado por la Casa Iberoamericana de
la Décima, el Gran Premio Nacional de Investigaciones
Culturales Memoria Nuestra, convocado durante las Romerías
de Mayo de Holguín, y el Premio Provincial de
Investigaciones Socioculturales. Publicó, además,
la segunda edición de su sonetario Consumación
de la utopía, por las Ediciones Unión de la
UNEAC, pero esta vez prologado por la Doctora María
Dolores Ortiz.
En el año 2006, la Editorial Abril de Ciudad de
La Habana, publicó su ensayo La sucesión
sumergida; estudio de la creación en décimas de
José Lezama Lima, por el que había obtenido el
Premio Calendario 2004. En julio, un jurado integrado por los
intelectuales cubanos Enrique Sainz, Roberto Manzano y Alex
Pausides otorgó a su libro Atormentado de sentido;
para una hermenéutica de la metadécima, el
Premio Iberoamericano Cucalambé.
En septiembre del 2006 fue incluido en la segunda
edición del disco de autores holguineros Un lugar para
la poesía y en octubre recibió el
Reconocimiento XX Aniversario de la Asociación Hermanos
Saiz en el Museo Provincial La Periquera.
En marzo de 2007 integró la delegación
artística que viajó a Guatemala y realizó
lecturas de poemas para la misión médica cubana en
las ciudades de Huehuetenango, Uspantán, Quiché,
Petén, Xayaxché, Poptún, Cobán,
Izabal, Chiquimulilla y Ciudad Guatemala. En julio la Editorial
Sanlope de Las Tunas publicó su decimario Premio
Iberoamericano Cucalambé 2006, prologado por el importante
poeta cubano Roberto Manzano y, el 18 de octubre, el Consejo de
Estado de la República de Cuba le otorgó la medalla
Abel Santamaría Cuadrado en el Mausoleo José
Martí de Ciudad de La Habana. En diciembre resultó
Finalista del Premio Mundial de Poesía Mística
Fernando Rielo de Madrid, y se publicó su ensayo
Alegoría y transfiguración; la décima en
Orígenes, que había obtenido el Premio de la
Ciudad de Holguín 2006.
En febrero del año 2008 regresa a trabajar como
investigador en el Centro Provincial del Libro y la Literatura
(CPLL) de Holguín. En abril resulta finalista del Premio
Internacional de Poesía Saint Jordi de Girona,
España. Este año se presenta en La Habana la
revista Casa de las Américas, dedicada al poeta
chileno Gonzalo Rojas, donde se incluye su poema "Dilatada
entrevista a Gonzalo Rojas", recibe el Premio Nacional
José María Heredia, en literatura para niños
y jóvenes, por La enigmática historia de
Doceleguas, obtiene además Mención en ensayo
por Delfín Prats en su temida polisemia, y sale
publicada por la Editorial Arte y Literatura de Ciudad de La
Habana Árbol de la esperanza; Antología de
décimas hispanoamericanas, volumen que contó
con selección, prólogo, cronología y notas
suyos y que entre varias reseñas y comentarios elogiosos
mereció los siguientes criterios publicados en la revista
habanera Amnios: "Con selección, prólogo, notas
y cronología de Ronel González Sánchez,
excelente cultivador e investigador de la décima, la
Editorial Arte y Literatura ha facilitado al lector un panorama
provechoso de la creación en esta estrofa de todos los
tiempos en la lengua española. El prólogo mismo
está compuesto en décimas, que resisten el lenguaje
hermenéutico e historiográfico, ajenos a su
idiosincrasia galante, de cuya fricción resulta una de las
introducciones más curiosas y sonoras de toda la
bibliografía moderna, no exenta de humor. […] Las
muestras escogidas, los autores hilvanados, las adecuadas
presentaciones, crean un frontispicio singular, que ofrece una
atmósfera común de amor por la estrofa a ambas
orillas del Atlántico en todas las épocas."
(7)
En enero de 2009 el Sectorial Municipal de Cultura de
Holguín y el Gobierno Municipal le otorgan la
condición de Hijo Ilustre Adoptivo de la Ciudad de
Holguín. Este año su libro Las palabras
mudas resultó finalista del XXIX Premio Mundial de
Poesía Mística Fernando Rielo de Madrid, volumen
que mereció el siguiente criterio del jurado: "Ronel
González Sánchez (Cuba) despliega abundantes
referencias metaliterarias en Las palabras mudas, para
hacer del acto de escribir una correspondencia del acto de vivir.
La escritura es una lenta ascesis, el poema se ofrece como un
fruto de amor. Poesía de gran intensidad expresiva, de
invocación, luminosa, con imágenes bien delineadas,
que fluye sin brusquedad. El poeta se siente inspirado por un
toque divino, y expone con clarividencia el gozo unánime
de vivir y crear, con actitud de agradecimiento sencillo y
sincero. Hay un ansia de cósmico encuentro con Dios, un
deseo de trascender la opacidad de la materia para entrar en
comunión con la luz divina. La presencia de Dios se
contempla en la naturaleza; su esplendor, en la grandeza del
cosmos, en la inmensidad de los espacios naturales, especialmente
marinos, pero también en la vida vegetal y la fuerza de
los seres naturales, del fuego. Una decidida voluntad de
ascensión queda adecuadamente plasmada en una
poesía grácil, penetrada de dinamismo y
vitalidad." (8)
En el 2009 recibió la categoría
científica de Investigador Auxiliar otorgada por el Centro
Juan Marinello y la Academia de Ciencias de Cuba y fue reconocido
como el investigador integral del año en el sector de la
cultura de la provincia de Holguín.
Al comenzar el 2010 se presenta en la Feria
Internacional del Libro de La Habana su libro de cuentos para
niños Zoológico, publicado por Ediciones
Unión de la UNEAC e ilustrado íntegramente por el
artista capitalino Raúl Martínez. En marzo obtiene
Primer Premio en programas culturales variados, Segundo Premio en
programas musicales para niños y Primer Premio en la
especialidad de guión de programas musicales infantiles,
en el Festival Nacional de la Radio que se celebró en la
provincia de Matanzas. En este mismo mes recibe, además,
el Premio Nacional Dador que convoca el Centro Dulce María
Loynaz de Ciudad de la Habana por su proyecto de trilogía
de poemarios para niños Los hechiceros de
Brujanamá.
Ronel González Sánchez
conduce y lee cuentos y poemas en el Festival Municipal de Teatro
de Títeres. Casa de la Cultura Carlos Gauna, Municipio
Araure, Estado Portuguesa, Venezuela, 11 de marzo de
2011.
En el mes de abril de 2010 fue seleccionado por el
Instituto Cubano del Libro (ICL) para integrar la Misión
Cultura Corazón Adentro, el 28 de junio llega a la ciudad
de Caracas, el 29 a Guanare, capital del estado de Portuguesa de
Venezuela y, el 7 de julio, fue ubicado en la Urbanización
San José, Municipio de Araure, como colaborador de
literatura. Mientras realizaba ese trabajo participó en
lecturas de poesía, presentaciones de libros,
conferencias, etc., impartió talleres de
apreciación y creación literarias y fue uno de los
organizadores de la Feria Internacional del Libro (FILVEN) del
Estado. En julio obtuvo en Cuba el Premio del XVI Festival
Nacional del Humor Aquelarre por su libro de décimas
La libra de verso en pie; fue incluido en
Antología de la nueva poesía cubana
1970-2010, selección publicada en Perú por
Elefante Editores, y en Poetas y memorias de Cuba; un
recorrido histórico de 500 años de poesía
cubana y el entorno en que vivieron los poetas,
antología dada a conocer en la Florida, Estados Unidos,
por Ediciones Universal. También por Ediciones
Holguín se publicó el libro de entrevistas
Desnuda vocación de la palabra que concluye con
"Confesiones de un grafómano", entrevista realizada a
González Sánchez por el filólogo y
periodista banense Remigio Ricardo Pavón. Finalizando el
año fue seleccionado Colaborador Destacado en literatura
del municipio de Araure de la Misión Cultura y se
presentó en la Promotora Literaria Pedro Ortiz
Domínguez de Holguín su antología de poemas
para niños En compañía de adultos,
publicada por Ediciones Holguín, libro que lleva como
palabras de contracubierta la siguiente valoración del
importante escritor para niños cubano Luis Cabrera
Delgado: "Como un conjuro mágico, si se une talento y
sensibilidad, habilidad y amor en lo que se hace, se va a
obtener un libro semejante a este, pues como su
autor dice en uno de los poemas que aquí aparecen,
refiriéndose a su oficio, "es el de los hombres
que buscan maravillas". En este volumen se ha
recogido la obra de un poeta que sabe combinar las palabras, a
veces por su significado y otras por su sonoridad; que gusta
jugar con cosas tan serias como la rima de los versos y el ritmo
de la prosa poética para trasmitirnos de las cosas
más sencillas a las más profundas; de las que se
ven con los ojos y de las que se sienten en el
corazón." (9)
En febrero de 2011 participó como ponente en el
Primer Intercambio de Experiencias de la Misión, celebrado
en Guanare. Entre el 2 y el 6 de marzo fue invitado a la Jornada
de la Cultura Cubana del Estado Barinas donde realizó
varias lecturas de poesía. En marzo se presentó en
Santiago de Cuba su libro de cuentos para niños La
enigmática historia de Doceleguas, publicado por
Ediciones Caserón en el 2010. Durante estos meses
realizó lecturas de poesía y cuentos e
impartió talleres de apreciación y creación
literarias en la localidad Villa Araure del municipio Araure
hasta que, el 26 de abril, regresó a Holguín. En
mayo, durante las Romerías, se presentó en la
filial de la UNEAC holguinera la antología La isla en
versos; cien poetas cubanos, publicada por Ediciones La Luz
y prologada por el poeta Roberto Manzano, donde se incluyó
su texto "Elegía a Gastón Baquero", y su libro
La enigmática historia de Doceleguas, se
presentó en La Habana en la Sala Rubén
Martínez Villena de la UNEAC. En el mes de julio la
revista holguinera Ámbito dio a conocer una
selección de décimas de un cuaderno para
niños y jóvenes escrito en Venezuela, y
fue seleccionado Vicepresidente de la sección de
escritores de la UNEAC en Holguín. Textos suyos
aparecieron en Cuarta dimensión de la tarde;
antología de poetas hondureños y cubanos,
publicada en Honduras.
Rasgos generales de su
obra
Dentro del conjunto de su obra publicada se distinguen
dos momentos: el primero está relacionado con tanteos
creativos y editoriales en el camino hacia la madurez
biológica y literaria que inicia con la publicación
de Reflexiones de un equilibrista (1990) y concluye con
la aparición del libro de sonetos Consumación
de la utopía (1999 y 2005) y su selección de
décimas iniciáticas La furiosa eternidad
(2000). Esta etapa se caracteriza, fundamentalmente, por la
experimentación estrófica y métrica y el
alcance de intensidades expresivas elevadas e inusuales entre los
poetas nacidos después de 1970 en Cuba. Poemas como
"Otredad", "Sonetos del clarividente", "Demorado treno del que va
a morir" y "Elegía a Gastón Baquero", ejemplifican
su pertenencia a la más honda tradición
lírica cubana y lo aíslan un tanto de la pretendida
vanguardia de los únicamente versolibristas. En tal
sentido la obra de Ronel González exhibe una variedad,
escasamente estudiada hasta el momento, que abre su
diapasón desde la poesía escrita en verso libre o
en prosa hasta el magistral cultivo de la décima, el
soneto y otras estrofas que aparecen en sus libros para
niños.
El segundo instante se corresponde con su madurez
propiamente y representa una mirada más reposada e
intelectiva hacia el acto creador, el devenir histórico de
la literatura cubana e hispanoamericana y el develamiento de
entresijos ontológicos y semióticos que, gracias a
este autor, se han podido corroborar debido a su igualamiento del
discurso decimístico con el de la poesía informe,
palpable, sobre todo, en su inusitado volumen de décimas
Atormentado de sentido; para una hermenéutica de la
metadécima (2007), publicado en la provincia de Las
Tunas y en el sitio Arte Poética de Internet. De este
período son sus textos "Historia de cruzados",
espléndida reflexión escrita en décimas
endecasílabas acerca del tema de la guerra que posee la
fortuna de aparecer en varias antologías de la
poesía más reciente, "Diatriba contra la
décima; ensayo de reinterpretación", examen
crítico de la historia de la décima cubana,
concebido en décimas, pero distribuidas a la manera de la
prosa y desde una visión hermenéutica del asunto,
"Materia cognoscente", poema en décimas que penetra en la
relación de la estrofa con la contemporaneidad
postmoderna, "La angustia de las intertextualidades", continuidad
secuencial del mismo tema y "Atormentado de sentido", una serie
de 22 décimas endecasílabas de recia estirpe
crítica y dialógica que sustentan los principios
creadores fundamentales del poeta y su fe en la resistencia de la
poesía métrica y rimada: "El poeta de hoy siembra
fronteras/que transmutan la hybris en pastiche/y el
crítico en la rima ve un fetiche/donde ya no susurran las
esferas. / ¡Nuevas estrofas para nuevas eras!/- proclaman
adversarios de lo retro -. /La estanza, ciertamente, no es un
cetro/ que el poema total a erigir vaya, /pero, aunque tenga fin
la ciencia gaya, /a nadie extrañará que vuelva el
metro."
Un texto inesperado de esta nueva etapa creacional es el
titulado "Calle Real", extenso poema escrito en décimas
distribuidas al modo del verso libre, motivado por sus vivencias
venezolanas, pero concebido desde la perspectiva del sujeto
lírico que propone el regreso a la patria intelectual, a
lo prístino de la escritura poética, como se
aprecia en este fragmento: Y va emergiendo en estratos,/ desde la
fronda sin nombre,/ la arquitectura del hombre/ obsecifrado de
datos. / Y emergen los frisos gratos /al estupor y al repudio, /
y medra, en el interludio, / el árbol de savia honda / que
se reintegra a la fronda / incesante del preludio."
Hasta la fecha los aportes fundamentales de la obra
literaria de Ronel González Sánchez se localizan,
principalmente, en la escritura de estrofas clásicas de la
lengua española como son la décima y el soneto, la
investigación literaria de la décima en Cuba e
Hispanoamérica y en la creación dedicada al
público infantil.
Desde su obtención, en 1986, con sólo 15
años, de una Mención en el Premio Ismaelillo de la
UNEAC y Primera Mención en el Encuentro-debate Nacional de
los Talleres Literarios, Ronel llamó la atención de
intelectuales cubanos que muy pronto constatarían su
ascensional sendero artístico.
Inmerso en el ámbito renovador que se
apreció en las artes cubanas en general en la
década del 80, González Sánchez
comenzó a dar a conocer sus poemas escritos en
décimas a fines del decenio y ya en 1991, a los veinte
años, obtuvo el Premio de la Ciudad de Holguín con
un volumen que anunciaba su afán transgresor: Algunas
instrucciones para salir del sueño.
A partir de ese instante recibió, en otras tres
oportunidades, el Premio de la Ciudad en décima hasta que,
en 1995, a los 24 años, se convirtió en uno de los
poetas decimistas más significativos del país, al
recibir el Premio Nacional Cucalambé por el libro El
mundo tiene la razón, coescrito con su
coterráneo José Luis Serrano. Prologado por Waldo
González López, El mundo…
abrió una perspectiva otra de intensidad,
intelección y transformación y de inmediato se
convirtió en punto de obligatoria referencia de los
jóvenes decimistas e incluso de autores pertenecientes a
otras generaciones literarias.
Por estos años, el poeta cubano Adolfo
Martí Fuentes expresó: Ronel González es
uno de los más valiosos poetas de la joven
generación holguinera y, sin dudas, del resto de nuestro
país. Es notable su dominio de todas las formas
estróficas de la poesía clásica en lengua
española, tanto como del versolibrismo, dentro del cual se
mueve a sus anchas. Debemos felicitarnos por contar con su
precioso talento y por su temprana madurez lírica."
(10)
Sin embargo, los más altos aportes de la
poesía de Ronel González al desarrollo de la
décima escrita en Cuba fue la publicación de La
furiosa eternidad (2000) y Atormentado de sentido; para
una hermenéutica de la metadécima (2007),
libros que consolidaron su expresión lírica y, a la
vez, mostraron, sobre todo en el segundo título, una nueva
posibilidad intelectiva para la comprensión de la estrofa
de los diez versos. Poética que, a la manera de un Narciso
neonato, se contempla a sí misma, pero para crecer y
expansionar su orbe discursivo hacia otras regiones de la humana
creación, González Sánchez ilumina a la
décima cubana, desde la interioridad crítica y
autocrítica, la reflexión acerca del suceder de la
estrofa, ámbito inexplorado hasta hoy. Además,
valiéndose del lenguaje del pensamiento y la
elucidación ensayística, González
Sánchez reúne, disecciona y valora la historia de
la estrofa desde sus orígenes hasta la actualidad. Llega a
definir, incluso, las características del movimiento
decimístico insular contemporáneo.
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