- Orígenes de la
globalización - El
impacto de la globalización en nuestras
vidas - La
globalización: movilidad y liquidez - Consecuencias de la
globalización - Efectos de la globalización en la
realidad social uruguaya - A modo
de cierre
Para comenzar a hablar de
globalización Anthony Giddens ejemplifica con un
supermercado, él dice que aunque se puede llegar a pensar
que un supermercado no tiene mucha importancia para el estudio de
la sociología, en realidad si lo tiene. Un supermercado es
un claro ejemplo de la globalización, en el sentido de que
en él podemos encontrar productos de todas partes del
mundo. La enorme diversidad de productos depende de los lazos
económicos que vinculan a países y personas de todo
el mundo.
En el caso del supermercado la
globalización explica como ha aumentado la cantidad y
variedad de productos, como las barreras del comercio
internacional han ido cayendo y como en la actualidad se conocen
productos que antes se desconocían.
Los sociólogos utilizan el
término globalización para aludir a estos
procesos que están intensificando las relaciones sociales
y la interdependencia a escala planetaria. Pero Giddens no cree
que la globalización deba considerarse solamente en el
ámbito mundial, sino que hay que traerlo al plano
individual para estudiar como el fenómeno afecta nuestra
vida cotidiana.
La globalización se crea por el
conjunto de una serie de factores: políticos, sociales,
culturales y económicos. Avances tecnológicos y
relativos a las telecomunicaciones han hecho posible la
explosión de las comunicaciones globales, el uso
generalizado del Internet y los teléfonos celulares ha
acentuado y acelerado los procesos de globalización. La
globalización también se está viendo
impulsada por la integración de la economía, en la
actualidad dominan las actividades intangibles.
Orígenes
de la globalización
Los cambios
políticos
Para ubicar temporalmente el comienzo de la
globalización podemos nombrar la caída del
comunismo (1989), esta ha apresurado los procesos de
globalización, pero también hay que verla como
resultado de la globalización. Otro factor importante que
conduce a la intensificación de la globalización es
el crecimiento de formas de gobierno internacionales y
regionales. Y también podemos decir que la
globalización está siendo impulsada por las
organizaciones intergubernamentales y por las no gubernamentales
de tipo internacional.
Los flujos de
información
Los grandes y veloces flujos de
información han facilitado la comunicación sobre
gente y acontecimientos de lugares lejanos. Esto ha producido una
reorientación del pensamiento de las personas, que han
dejado de centrarse en una perspectiva del estado–nación
para situarse en un escenario global. Hoy en día las
personas son más concientes de los problemas que afectan a
todo el planeta. Y es así que se está consolidando
la idea de que la comunidad internacional tiene la
obligación de actuar en situaciones de crisis para
proteger el bienestar físico o los derechos humanos de
personas que se encuentren amenazadas.
Las corporaciones
multinacionales
Entre los muchos factores económicos
que impulsan la globalización, el papel de las
corporaciones multinacionales es especialmente importante, son
compañías que producen bienes o comercializan
servicios en más de un país. La economía
electrónica es otro de los factores en los que se basa la
globalización económica. El "dinero
electrónico", si bien puede resultar muy útil, es a
su vez muy peligroso; pues, transferencias de grandes capitales,
que se pueden realizar con solo un clic, pueden llegar a
desestabilizar las economías.
El impacto de la
globalización en nuestras vidas
La globalización es un
fenómeno interno que está influyendo en nuestra
vida íntima y personal de muy diversas maneras. A medida
que las sociedades en las que vivimos sufren profundas
transformaciones, las consolidadas instituciones que
solían sostenerlas van quedando fuera de lugar. Esto
está obligado a una redefinición de aspectos
íntimos y personales de nuestras vidas como la familia,
los roles de género, la sexualidad, la identidad personal,
nuestras interacciones con los demás y nuestra
relación con el trabajo. La idea que tenemos de nosotros
mismos y de nuestras conexiones con el resto de las personas se
está alterando profundamente a través de la
globalización.
Con el texto "Me caí del mundo y no
se por donde se entra" de Eduardo Galeano, podemos observar la
mentalidad "descartable" que se tiene en la actualidad. La
globalización ha dado como resultado una política
de "compre y bote que ya viene el modelo nuevo". La
tecnologización se preocupa por cambiar la mentalidad de
"guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo", puesto
que siempre se crean cosas nuevas y no le es conveniente que la
gente se aferre a nada, sino que se debe promover el
consumismo.
Galeano, de una forma sutil, relaciona esta
mentalidad "descartable", que tenemos frente a las cosas, con las
relaciones personales. Los cambios en la estructura familiar son
un ejemplo claro de esta mentalidad, si bien antes era poco
frecuente ver a una pareja separada, en la actualidad la tasa de
divorcios es muy alta, las relaciones amorosas pocas veces se
sustentan bajo el pensamiento de estar "juntos toda la vida",
sino que se piensa en estar "juntos mientras dure".
El auge del
individualismo
En la actualidad los individuos tienen
muchas más oportunidades que antes para configurar su
propia vida. Hubo un tiempo en el que la tradición y la
costumbre ejercían una acusada influencia en la senda que
tomaba la vida de las personas. En épocas pasadas, la
identidad personal de los individuos se formaba en el contexto de
la comunidad en la que nacían. Los valores, formas de vida
y ética, predominantes en ella, proporcionaban directrices
relativamente fijas que las personas seguían en su
existencia.
Sin embargo, en las condiciones de la
globalización, nos enfrentamos a una tendencia que se
orienta hacia un nuevo individualismo en el que los seres humanos
han de constituirse activamente y desarrollar su propia
identidad. Los marcos identitarios tradicionales se están
disolviendo y emergen nuevas pautas en este sentido. La
globalización nos está obligando a vivir de una
forma más abierta y reflexiva, esto significa que estamos
constantemente respondiendo al entorno cambiante que nos rodea y
ajustándonos a él.
El individualismo es una realidad que vive
la sociedad actual. Pero Maffezoli afirma que "parecen haber
configuraciones sociales que logran sobre pasarlo; a saber, la
masa indefinida, el pueblo sin identidad o el tribalismo en
cuanto nebulosa de pequeñas entidades locales".
Este autor cree que es necesario un cambio
en nuestros modos de apreciación de los reagrupamientos
sociales. Con respecto a esto podemos recurrir al análisis
socio-histórico que hace Max Weber de la "comunidad
emocional". Las grandes características atribuidas a estas
comunidades son el aspecto efímero, la composición
cambiante, la inscripción local, la ausencia de
organización y la estructura cotidiana. De su
análisis se desprende la conexión entre la
emoción compartida y la comunalización abierta, es
precisamente la causante de esta multiplicidad de grupos, que
acaban constituyendo una forma de vínculo social, en
definitiva bastante sólido.
Por su parte, y a su manera, Durkheim hizo
también hincapié en este hecho. Y si, como suele
ser habitual en él, se muestra bastante prudente, no por
ello deja de hablar de la "naturaleza social de los sentimientos"
y de subrayar con insistencia su eficacia. "Nos indagamos en
común", escribe, y su descripción remite a la
proximidad del barrio y a su misteriosa "fuerza atractiva", que
hace que algo tome cuerpo. Es en este marco en el que se expresa
la pasión y se elaboran las creencias comunes, o
simplemente se busca la compañía "de los que
piensan y de los que sienten como nosotros".
Si la modernidad ha podido verse cegada por
la política, la postmodernidad podría verse cegada
a su vez por el clan, lo cual modifica, sin lugar a dudas, la
relación con la Alteridad y, más precisamente, con
el/lo Extranjero. En efecto, en la perspectiva política lo
que tiende a predominar es una solidaridad mecánica de los
individuos racionales entre sí, y de sus conjuntos para
con el Estado. En cambio, en el caso del clan nos vemos
confrontados con una solidaridad orgánica que tiende a
acentuar principalmente el todo.
Las pautas laborales
La globalización ha desencadenado
profundas transformaciones dentro del mundo laboral. Las nuevas
pautas del comercio internacional y el desplazamiento hacia una
economía del conocimiento han tenido un considerable
impacto en tendencias laborales muy consolidadas.
Hoy en día muchos más
individuos crean su propio itinerario profesional, luchando por
sus propios objetivos y ejerciendo su derecho a elegir a la hora
de alcanzarlos. Con frecuencia esto trae consigo cambiar de
trabajo varias veces. Las habituales pautas de trabajo a tiempo
completo se están disolviendo para dar lugar a acuerdos
más flexibles: trabajo desde casa con ayuda de las
tecnologías, trabajo compartido, proyectos de
asesoría durante una breve temporada, horario flexible, y
más.
La cultura popular
Se ha prestado mucha atención al
impacto cultural de la globalización. Hoy en día,
las imágenes, ideas, artículos y estilos se
diseminan por el mundo con mucha mayor rapidez que
nunca.
Giddens propone como ejemplo la
película "Titanic", que fue una de las películas
más vistas en el mundo entero. Él cree que el
éxito de esta película se debe a que toca ideas y
valores que son universales. No es como otras películas
occidentales que solo atraen al mundo occidental, sino que logra
trascender.
A algunos les preocupa que la
globalización esté creando una cultura global en la
que los valores más poderosos y acomodados aplasten la
vitalidad de las costumbres y tradiciones locales. Según
esta perspectiva, la globalización es una forma de
imperialismo cultural mediante el cual los valores, estilos y
perspectivas del mundo occidental se extienden de forma tan
agresiva que asfixian a todas las culturas nacionales.
Por el contrario, hay quienes creen que la
globalización es un proceso de creciente
diferenciación de las tradiciones y manifestaciones
culturales. Para ellos, la sociedad global no se caracteriza por
la homogeneidad cultural, sino por una enorme diversidad de
culturas que viven codo con codo. A las tradiciones locales se
unen un conjunto de nuevas formas culturales procedente del
exterior, que ofrece a las personas, para que elijan, una
desconcertante gama de opciones en cuanto a estilos de
vida.
La
globalización: movilidad y liquidez
Algunos consideran que la
globalización es indispensable para la felicidad; otros,
que es la causa de la infelicidad. Pero, todos entienden que es
el destino ineluctable del mundo, un proceso irreversible que
afecta de la misma manera y en idéntica medida a la
totalidad de las personas. Nos están "globalizando" a
todos; y ser "globalizado" significa más o menos lo mismo
para todos los que están sometidos a ese
proceso.
La globalización divide en la misma
medida que une: las causas de la división son las mismas
que promueven la uniformidad del globo. La movilidad asciende al
primer lugar entre los valores codiciados; la libertad de
movimientos, una mercancía siempre escasa y distribuida de
manera desigual, se convierte rápidamente en el factor de
estratificación en nuestra época moderna
tardía o posmoderna.
Nos guste o no todos estamos en movimiento.
Lo estamos aunque físicamente permanezcamos en reposo: la
movilidad no es una opción realista en un mundo de cambio
permanente.
Ante esta realidad existen quienes se
vuelven plena y verdaderamente "globales"; otros quedan detenidos
en su "localidad", un trance que no resulta agradable ni
soportable en un mundo en el que los "globales" dan el tono e
imponen las reglas del juego de la vida.Ser local en un mundo
globalizado es una señal de penuria y degradación
social. Las desventajas de la existencia localizada se ven
acentuadas por el hecho de que los espacios públicos se
hallan fuera de su alcance, con lo cual las localidades pierden
su capacidad de generar y negociar valor.
Los procesos globalizadores incluyen una
segregación, separación y marginación social
progresiva. Las tendencias neotribales y fundamentalistas, que
reflejan y articulan las vivencias de los beneficiarios de la
globalización, son hijos tan legítimos de
ésta como la tan festejada "hibridación" de la
cultura superior, es decir, la cultura de la cima globalizada.
Causa especial preocupación la interrupción
progresiva de las comunicaciones entre las elites cada vez
más globales y extraterritoriales y el resto de la
población, que está "localizada". En la actualidad,
los centros de producción de significados y valores son
extraterritoriales, están emancipados de las restricciones
locales; no obstante, esto no se aplica a la condición
humana que esos valores y significados deben ilustrar y
desentrañar.
Con la libre movilidad en su centro, la
polarización actual tiene muchas dimensiones. Este nuevo
centro da nuevo lustre a las dimensiones consagradas entre ricos
y pobres; nómadas y sedentarios; lo "normal" y lo anormal,
y lo que está dentro y fuera de la ley.
Bauman en su libro "Modernidad
líquida" utiliza los términos "fluidez" y
"liquidez" como metáforas para explicar la naturaleza de
la fase actual de la historia de la modernidad.
En el "Manifiesto comunista" se utilizaba
la expresión "derretir sólidos", la cual expresaba
la necesidad de una sociedad estancada de provocar cambios.
Cambios en las tradiciones, en los derechos y obligaciones, que
obstaculizaban y constreñían la
iniciativa.
La modernidad líquida, surge en
contraposición al pasado sólido. La
"disolución de sólidos" es el rasgo permanente de
la modernidad, la cual tuvo como uno de sus más grandes
efectos la disolución de las fuerzas que podrían
mantener el tema del orden y del sistema dentro de la agenda
pública.
Lo que se está produciendo hoy es,
por así decirlo, una redistribución y una
reasignación de los "poderes de disolución" de la
modernidad. En la actualidad, las pautas y configuraciones ya no
están determinadas, ni resultan evidentes; hay demasiadas
y chocan entre sí.
Este autor explica que una de las
características fundamentales de la modernidad es el
cambio en la relación entre espacio y tiempo. Estos se
separan de la práctica humana y entre
sí.
"Viajar liviano, en vez de aferrarse a
cosas consideradas confiables y sólidas es ahora el mejor
bien y símbolo de poder." La flexibilidad, la libertad, lo
líquido es lo que más importa en la actualidad.
"Los encumbrados y poderosos de hoy son quienes rechazan y evitan
lo durable y celebran lo efímero".
Consecuencias de
la globalización
Podemos destacar varias consecuencias de
estas transformaciones sociales: la mercantilización de
las relaciones sociales, particularmente las relaciones
laborales, así como las expectativas y comportamientos de
las personas. El "consumo como pasión", como
expresión de éxito y como fuente de identidad
otorgada por el estatus, las marcas y las tarjetas de
crédito. El éxito pasa a ser el criterio de
evaluación del comportamiento social e individual; y las
ideas, los valores, la amistad, la lealtad, la honestidad y el
tiempo libre son desplazados como bienes socialmente valorados.
Otra consecuencia observable es la privatización no solo
de las actividades del Estado, sino también de un
creciente número de formas de comportamiento individual y
colectivo. También es de destacar la invasión de la
vida privada por los medios de comunicación, la
privatización de los servicios de salud y el desprestigio
de las redes de seguridad.
El proceso de globalización ha
multiplicado en forma potente la gama de oportunidades de las
personas y las sociedades, pero en contrapartida, ha incrementado
fuertemente los márgenes de inseguridad e incertidumbre
que se empeñó en reducir el estado de
bienestar.
Efectos de la
globalización en la realidad social
uruguaya
En Uruguay podemos observar las
consecuencias que trae la globalización ya nombradas
anteriormente. A nivel mundial podemos destacar que los
países desarrollados son los que se ven mejor parados ante
la globalización, en cambio los países
subdesarrollados muchas veces se ven perjudicados o excluidos en
distintos ámbitos por causa de la globalización.
Pues como dijimos antes "Ser local en un mundo globalizado es una
señal de penuria", y lo cierto es que los países
subdesarrollados en algunos casos no tiene otra opción que
ser local. La globalización dio como resultado muchas
desigualdades a nivel mundial. Antes la política social se
basaba en la creencia de que las naciones podían controlar
su fortuna; pero ahora se abre una brecha entre la
política y la economía. Actualmente la
economía se desplaza muy rápidamente, lo suficiente
como para mantener ventaja ante cualquier gobierno que intente
limitar y encauzar sus movimientos.
Como consecuencias podemos destacar: el
aumento de la segmentación y segregación, a nivel
residencial, social y cultural. Ante esto, podemos observar como
las personas se relacionan con la gente de su mismo nivel
sociocultural y como se alejan de los otros. Como muestra,
podemos observar los barrios en Montevideo: en los barrios
residenciales vive determinado sector de gente, en cambio, en los
barrios carenciados vive otro tipo de gente muy distinta. La
desconexión entre las elites globalizadas y el resto de la
población localizada es uno de los grandes problemas que
trae la globalización. Otro ejemplo de segmentación
es la existencia de diversos grupos culturales o también
llamados "clanes" o "tribus".
Otra consecuencia el deterioro de la
calidad de vida de un sector de la población, que es el
que no tiene acceso a la movilidad social, es "local" en un mundo
globalizado. Y es por ello que observamos la polarización
global: quienes se adaptan cómodamente a la
globalización, se encuentran en un polo opuesto a quienes
no tienen acceso al mundo global. Es por ello que los Estados
crean políticas sociales donde buscan disminuir esa
separación. Un claro ejemplo de brindar una oportunidad de
acceso al mundo globalizado a quienes no la tenían, fue la
implementación del plan Ceibal y la instalación de
WiFii en todas las escuelas públicas del país. El
acceso a Internet y el poseer una computadora propia va a
significar para esos niños, que cuando sean adultos no se
sientan excluidos, pues en la actualidad quienes no manejan una
computadora están en desventaja frente a quienes si lo
hacen, la mayoría de los trabajos exigen conocimientos
informáticos y últimamente es una gran herramienta
de comunicación y acceso a información.
Ha traído también como
consecuencia el aumento del desempleo, pues la
tecnologización ha sustituido en muchos casos la mano de
obra. Ha aumentado la emigración, sobre todo de
profesionales que muchas veces ven mejores oportunidades en el
extranjero que en su propio país. Esto es llamado la "fuga
de cerebros" y perjudica al país que forma individuos, lo
cuales luego emigran porque no encuentran trabajo para su
profesión en el país, o porque reciben mejores
ofertas en el extranjero. También se da la existencia de
nuevas modalidades de empleos, como trabajos desde casa,
asesorías a empresas, trabajos donde no se conoce al jefe,
trabajos para empresas extranjeras. Un ejemplo es el de los call
centers, que tan populares se han vuelto en nuestro país,
muchas veces son resultado de inversiones extranjeras, otras no,
pero en su mayoría los trabajos que se realizan implican
prestar un servicio telefónico a países
extranjeros; los avances en las comunicaciones permiten que en la
actualidad un uruguayo, desde su propio país, llame por
teléfono a españoles para ofrecerles el servicio de
una empresa española, esto también sucede por el
bajo costo de mano de obra que existe en Uruguay (país
subdesarrollado) en comparación con España
(país desarrollado).
Como en el resto del mundo, Uruguay
también sufre: cambios en la estructura familiar,
pérdida de identidad social, cambio en las relaciones
personales e inestabilidad laboral.
Podemos observar claramente en nuestro
país los efectos de las empresas multinacionales, la
McDonalización, la americanización, el consumismo,
los flujos de información, los nuevos medios de
comunicación (celulares, Internet, satélites) y el
imperialismo global que ejerce la cultura global aplastando las
tradiciones locales.
A modo de
cierre
La globalización, como proceso
civilizatorio, ha tenido consecuencias sociales y culturales. Las
conductas de mercado se conjugan con dimensiones culturales
(estilo de vida, consumo de masas).
Si bien la base económica de la
globalización nos habla de expansión de mercados,
de crecimiento de una economía mundial, esto solo se
formaliza en una red de interacción social. Los mercados
traducen relaciones sociales y culturales; esta situación
supone una ruptura histórica y epistemológica, ya
que cambian las connotaciones de espacio y tiempo, así
como los cuadros mentales de referencia.
La expansión de la industria ha
garantizado la posibilidad de que las clases dominantes ejerzan
su dominio sobre las clases dominadas. Esta industria cultural
agrupa una multiplicidad de recursos mediáticos, impresos
y electrónicos, que actúan sobre el público,
generando informaciones selectivas y fragmentarias mediante
mensajes ilusorios acerca de la vida social. De este modo, esta
industria cultural aparece como una cultura mundial y refleja las
formas de información, diversión, uso del tiempo
libre y pensamiento de los individuos y
colectividades.
Se ha dado una tendencia a la homogeneidad
cultural, con patrones culturales asociados a la cultura del
norte y al idioma inglés.
La globalización de los Mercados
trae como consecuencia la aparición de una nueva
formación social: auge de un estrato trasnacional de
directores de empresas multinacionales, consultores, expertos
internacionales, técnicos, expertos en comunicaciones,
gángsters, terroristas y científicos sociales
internacionales.
Todo el planeta parece estar interconectado
mediante redes y flujos de comunicación e
información. La posición ocupada en las redes
define la "relevancia" o "irrelevancia" de países,
regiones, grupos y personas. Los países y personas sufren
procesos de segmentación, por la diferente posibilidad de
acceso a las metas específicas, propias de cada
red.
Sin embargo nuestra vida material no solo
se encuentra hecha de flujos, sino también de resistencias
a los mismos, con base en la comunidad. Mensajes
simbólicos, defensa de identidades diversas, emergen como
formas auténticas de representación de intereses en
la sociedad. La acción colectiva censura la lógica
de flujos; se manifiesta en los reclamos de grupos
étnicos, de género, religiosos.
Se produce una ruptura con el ambiente
natural, social, cultural e histórico. Las fronteras se
disuelven. Se disuelve la proximidad, como consecuencia de la
pérdida de cohesión del tejido social.
Octavio Ianni dice que: «Todo se
desterritorializa. Las cosas, gentes e ideas, así como las
palabras, estos, sonidos e imágenes, todo se desplaza por
el espacio, atraviesa la duración, revelándose
fluctuante, itinerante, volante. Se desarraigan de los lugares,
se olvidan los pretéritos.»
Autor:
Laura Anto