- Darwin
y el sexo - La
reproducción sexual - Ser
virgen y el dimorfismo sexual humano - El
homicidio - Una
revisión adaptiva de la teoría
darvinista - LUCA y
el origen de la vida - Lynn
Margulis - En
resumen - Bibliografía
"Si luce como un pato, nada como un
pato, y grazna como un pato, probablemente es un
pato…" James Whitcomb Riley (1849-1916)
"La historia finalmente juzgará
el neo-darvinismo como una secta religiosa del siglo XX,
creciendo dentro de la desbordada persuasión religiosa de
la biología anglosajona." Lynn Margulis
(1938-2011)
Darwin, como muchos de los
científicos de su período, carecía de
conocimientos formales, acerca de muchas disciplinas entonces
desconocidas, o pocas conocidas, incluyendo entre ellas, la
genética — a pesar de que había tenido la
oportunidad de haberla intuido — aunque nunca examinara los
trabajos conducidos por Mendel.
Charles Robert Darwin
Cuando el notable pensador emprendió
su histórico viaje en el HMS Beagle, lo hizo como
"naturalista" aficionado y — mucho más importante para
ambos — como comensal digno de compartir la mesa del comandante
del buque, Capitán Robert Fitz-Roy.
Nos preguntamos, ¿por qué
razón Darwin no fue capaz de hacer en su propio
jardín las mismas observaciones que Mendel hiciera en el
suyo?
Mendel solucionó la lógica de
la herencia trabajando en el huerto de su monasterio sin
más acceso a tecnología que la que Darwin tuviera
en su huerta en Down House.
La gloria absoluta del monje, fue eclipsada
posteriormente por las aplicaciones derivadas de la nueva ciencia
de la epigénesis (C. H. Waddington en
1942).
De acuerdo a un artículo en el
Journal of Biology, los antecedentes científicos
del naturalista inglés, sus inclinaciones y focos de
interés le previnieron poder interpretar la evidencia que
lo rodeaba, en su propio jardín.
(http://www.sciencedaily.com/releases/2009/02/090227072739.htm)
Actualmente, muchos científicos
evitan establecer diferencias entre los géneros de la raza
humana, temiendo que sus inferencias y formulaciones
podrían ser utilizadas para reforzar estereotipos
negativos socialmente establecidos.
En esta tesis, nos proponemos demostrar que
desafiar el status quo, por el contrario, avanza nuestros
conocimientos.
Capitán Robert Fitz-Roy
Darwin y el
sexo
Las perspicacias darvinistas acerca de la
diferenciación entre los géneros eran muy simples y
poco elaboradas.
Para el científico ilustre todo se
resumía en lo siguiente:
Los hombres y las mujeres lucen diferentes,
se comportan de maneras únicas, características
para su género, y se expresan y piensan de maneras
disímiles.
Noción que aún
persiste…
Sin embargo, las divergencias sexuales se
consideran, por muchos, que son resultados, más del
comportamiento social, que de la influencia genética
(Erikson formuló sus propias teorías, hoy en
desuso, acerca de este asunto).
Veamos por qué así
piensan
¿Quién es más
competitivo, tenaz y arriesgado? ¿Quién será
el candidato más probable de escalar las cimas del
Himalaya, de manejar a velocidades vertiginosas en cualquier
vehículo, quién será capaz de ultimar al
oponente por sexo, pasión, o comida. Apostará a los
gallos, o quién tendrá más probabilidades de
gobernar su país?
A estas observaciones se añaden:
¿quién será el que experimentará
sentimientos de celos con mayor intensidad, se abandonará,
con mayor frecuencia, a los ensueños de fantasías
eróticas, desarrollará interés en lo
pornográfico, será pedófilo, o tendrá
mayor envidia de estatus hacia los demás? (Para
artículos relacionados a estos temas:
http://www.monografias.com/cgi-bin/search.cgi?query=celos%20larocca)
Georg Mendel
Diferencias como las susodichas se
consideran rasgos universales que, entre los géneros,
transcienden culturas, clase social, etnia, religión,
educación y política.
Éstas se manifiestan claramente en
todas las sociedades por todo el mundo y por toda la
extensión del récord histórico.
Y, más que nada, son diferencias que
cualquier estudiante de la antropología social o de la
teoría evolucionista puede bien concebir y
apreciar.
Sin embargo, hoy se argumenta, que las
diferencias entre los sexos, no son más que un constructo
convencional, un simple artefacto cultural, tan arbitrario y
banal como decir que el color rosado es para las hembras, y el
azul para los varones.
Lo que, no sólo las trivializa, sino
que las ridiculiza.
Empezaremos por analizar este asunto desde
un ángulo darvinista.
Hagámoslo estudiando la emergencia
de la reproducción sexual, cuyo origen se remonta, por lo
menos, dos mil millones de años.
La
reproducción sexual
La reproducción vía el
dimorfismo sexual, es una estrategia de multiplicación de
desarrollo relativamente reciente entre todas las especies, y muy
costosa para las que la favorecen.
Para un organismo de reproducción
sexual, la función generativa se caracteriza por la
competencia por parejas y por el cuidado dedicado a los
críos — que puede o no — ser función
cooperativa en la que participan ambos sexos.
Originalmente, los dos sexos invistieron
igualmente hacia estos fines, contribuyendo sus
gametos.
Pero, como arreglo — de acuerdo a la
selección natural — éste resultó ser muy
inestable, y, muy pronto las células sexuales divergieron.
Mientras que la inversión de los sexos, en este proceso,
permaneció igual.
Muchos organismos comenzaron a producir
células sexuales que eran pequeñas, numerosas, y
bajas en nutrientes, células que resultaron fáciles
de engendrar, y móviles: el esperma constituye el ejemplo
más representativo.
Los animales portadores de esperma, dotados
con mayor proporción de testosterona, se habían
especializado en la competencia por parejas, y sus
espermatozoides por el huevo.
Otros organismos produjeron células
sexuales que eran de mayor tamaño, pocas en
números, pero ricas en nutrientes, cada una de entre ellas
colmadas de provisiones esenciales, como son los
óvulos.
De alguna manera — en la mayoría
de los géneros — a los que portaban los huevos les
recayó la tarea de cuidar por los descendientes,
haciéndolo solos o con la asistencia de su
"pareja".
Pero, una vez que la divergencia
competitiva se establece, ésta se vuelve auto-regulada:
Los competidores ganando ventajas selectivas dedicando más
esfuerzo en contender por parejas; y los cuidadores, obteniendo
beneficios derivados del cuido de los descendientes.
Así que las divergencias
morfológicas se ampliaron, estableciéndose en las
generaciones futuras, adquiriendo nuevas configuraciones
adaptivas, como son las diferencias que existen entre el pavo
real y la pava del mismo género.
El pavo, invistiendo prodigiosamente en la
competición fenotípica, la pava, en el cuidado de
los retoños.
En el ser humano las diferencias son
más modestas. Pero, sin embargo, todavía dividen
nuestra especie entre dos sexos de morfologías
sustancialmente diferentes.
La línea divisoria que entre
nuestras dos sexualidades existe, establece las diferencias
distintivas que penetran nuestra psicología, nuestras
prioridades, nuestras emociones, esperanzas, proclividades y
deseos.
Consideremos, por ejemplo, el asunto de la
competencia por pareja y los celos sexuales.
La teoría darvinista predice que los
ardores del macho, debido a la incertidumbre que rodea la
paternidad, enfocarían, de manera pronunciada en la
infidelidad sexual de la hembra.
Mientras que los celos en la mujer,
centrarían en el apego emocional de su pareja, porque su
carencia puede resultar en la pérdida de recursos para sus
vástagos.
Y, esto, es precisamente, lo que se ha
determinado.
En un estudio reciente, se confirmó
que un 85% de mujeres encuestadas admitieron que la infidelidad
emocional las molestaría más, mientras que un
modesto 40% de los hombres asentirían a lo
mismo.
Estos hallazgos han sido replicados en
varias culturas, siendo corroborados por el uso de medidas
fisiológicas del estrés.
El mono de Darwin
Ser virgen y el
dimorfismo sexual humano
"Una de las supersticiones del ser
humano es creer que la virginidad es una virtud."
François Marie Arouet (Voltaire) [1694-1778]
La virginidad, es asunto, siempre presente,
cuando se trata del estudio de la sexualidad humana.
Los darvinistas esperan actitudes
diferentes en lo que respecta a la certidumbre de la
paternidad.
En un estudio de las diferencias
psicológicas que cubrió 37 culturas en 6
continentes. Universalmente, los hombres, valoraron la virginidad
femenina más que las mujeres valoraran la de los
hombres.
Las diferencias culturales hacen su
impacto. Pero, solamente hasta el punto en que la virginidad se
considera importante: En Irán e Indonesia, esta
condición se estima muy alta. Mientras que en Suecia y
Finlandia se aprecia muy poco. (Consúltense mis
contribuciones al respecto).
Universalmente, las mujeres prefieren
maridos mayores que ellas. Pero no hubo una sola sociedad en la
que los hombres prefirieran esposas de edad más avanzada
que ellos.
Estas diferencias reflejan las preferencias
evolucionadas de la mujer por hombres de mayor estatus, porque
estatus, significa recursos para los dependientes, mientras que,
igualmente, explica la predilección del hombre por mujeres
jóvenes y atractivas, dotadas con una capacidad
reproductiva mayor.
Por la misma razón, universalmente,
las mujeres tienden a valorar el éxito económico
del hombre, mientras que los hombres aprecian más la
atracción física de la mujer que viceversa.
(Véanse mis artículos acerca del narcisismo y los
celos).
La cola del pavo real
Examinemos el homicidio, y otras
estadísticas que separan a los géneros:
El hombre, de promedio, vive seis
años menos que la mujer.De modo rutinario, el hombre falla en
su esfuerzo a crear relaciones estrechas; pero es la mujer la
mujer la que inicia 80% de todos los divorcios.Los hombres son perpetradores del 90%
de los actos de violencia, y constituyen asimismo el 70% de
las víctimas de éstos.En la escuela, los varones representan
el 90% de los problemas con la disciplina y 80% de los
problemas con el aprendizaje.Los hombres abarcan más del 90%
de la población reclusa en las
cárceles.Entre las edades de 16 y 60 años
el suicidio constituye la principal causa de la muerte para
el hombre.
El
homicidio
Su frecuencia varía de manera
significativa de lugar a lugar y en épocas
distintas.
Comparemos Reikiavik y Miami, a principios
del siglo XX, cuando las estadísticas fueran
respectivamente: menos de uno por ciento de la población
en Islandia y 65 víctimas per mil residentes en
Miami.
Lo que no variarían serían
las diferencias entre los sexos.
Narcisismo fálico
Casi el 95% de los asesinos eran hombres
jóvenes. Que es, precisamente, la etapa de la vida, cuando
Darwin diría, que la competición por el estatus
reproductivo es más intensa.
Ahora, veamos qué nos dice el
Libro de récords de Guiness, donde se refleja que
la inclinación de los hombres a tomar riesgos,
determinación de intento, y tendencia a competir en las
más letales de las actividades soporta la idea de que los
hombres lo arriesgan todo por ganar, en lo que Freud,
probablemente, consideraría manifestación del
simbolismo fálico.
Porque, en una mayoría abrumadora,
son los hombres quienes captan los records por "El más",
"El primero", "El mejor", no importa cuán insignificante
sea el objeto de la competencia.
Los hombres son asimismo, los mayores
coleccionadores de trenes, armas de fuego, trofeos, y de
artículos que reflejen sus masculinidades. Ellos
coleccionan aun cosas que se considerarían femeninas como
son utensilios de cocina.
Mientras que las mujeres tienden al
atesoramiento de artículos, por razones sentimentales, los
hombres lo hacen porque afirman utilidad o prestigio.
No resulta ser sorprendente que las mujeres
sean más inclinadas a comprar música para
disfrutarla, mientras que los hombres lo hacen para completar una
colección.
Juego cooperativo
En lo que respecta a tomar riesgos, desde
las carreas de autos, paracaidismo, jugar ruleta rusa, e ignorar
el uso de los cinturones de seguridad, los hombres serán
quienes invitarán los peores peligros.
De forma reveladora, las diferencias
psicológicas entre los sexos emergen tan temprano como se
evidencian en los juegos de niños.
Los varones prefieren juegos formales con
un desenlace definitivo que les permiten declarar un
ganador.
Estos discuten las reglas en riñas
amistosas, las que a menudo cambian y, a veces, usan la trampa,
siempre para ganar. Los varones son mejores que las hembras
cuando compiten entre amigos.
Las hembras, prefieren el juego sin
estructuración, sin reglas o goles y sin ganadores o
perdedores.
Ellas renuncian las formalidades a favor
del consenso.
En general, las hembras prefieren no
alejarse de sus madres, mientras que los varones son más
independientes, inquisitivos y activos.
A la edad temprana de veinte meses, las
hembras escogen muñecas y artículos de cocina,
mientras que los varones prefieren juguetes de transporte, y
juegos de guerra o de deportes.
¿Qué es lo nuevo? Nos
preguntamos
Muchos dirán que los darvinistas han
"descubierto" es algo que todos, o intuyéramos o
supiésemos.
Pero, no es verdad. Ya que no todos lo
entenderíamos.
Los resultados obtenidos, por nosotros
seleccionados, y aquí presentados, contradicen las
explicaciones tradicionales que expresan las diferencias entre
los sexos como resultados simples de constructos
sociales.
¿Por qué la universalidad?
¿Por qué la robustez de los hallazgos? ¿Por
qué las diferencias comenzando a una edad tan
temprana?
¿Por qué las diferencias
mujer-hombre, aparecen aun a través de las enormes
líneas divisorias que interponen las culturas, las
influencias sociales, los factores políticos, las
creencias religiosas, y las enseñanzas
históricas?
Los científicos evolutivos han
encontrado y creen haber explicado sus razones.
La teoría de la selección
natural predice que estas diferencias siempre existirán y
nos suministran un entendimiento de por qué es
así.
Juegos de niñas
Todo comienza con algunas proposiciones
establecidas
Es posible que la tendencia a negar las
diferencias biológicas entre los sexos, pueda que derive
de las mejores intenciones.
Existe el temor de que —- si se demuestra
que las diferencias sexuales provienen de los genes — entonces,
en una sociedad justa e imparcial, la idea de que los hombres y
las mujeres pueden lograr estatus idéntico, es
inalcanzable.
Lo que resultaría en que cada sexo
estaría condenado a hacer lo que es "natural" para su
orientación.
Las mujeres, cuidando de los niños,
limpiando la casa y ocupándose de la cocina. Los hombres
compitiendo para ser líderes del mundo en que
viven.
Resultando en la noción absurda de
que el género construido socialmente constituye la
única explicación posible.
Si, admitimos que las intenciones son
buenas, tenemos igualmente que admitir que la ciencia usada para
apoyarlo, no lo es.
Para comenzar, debemos establecer que la
proposición enunciada no expresa la manera en que los
genes influencian el comportamiento humano.
Lejos de ejercer controles rígidos,
los genes apuntalan los comportamientos, flexibles y variados,
que son característicos de nuestra especie.
Nosotros no deambulamos por la vida como si
fuéramos autómatas. Nosotros fuimos
diseñados para captar señales sutiles provenientes
de nuestro entorno, para procesarlas y responder
adecuadamente.
Juegos de varones
A eso llamamos Teoría de la
Mente.
Ésta constituye la razón por
la cual nuestra especie sobrepasa a todas las demás que
existen en la Tierra.
Nosotros somos capaces de responder con
intuición anticipadora, proporcionando respuestas
inventivas, e ingeniosidad adaptivas y características,
ante nuevas circunstancias.
Desde la figura del "autómata" sigue
otro error muy generalizado: que para cambiar nuestro
comportamiento sería necesario cambiar nuestros
genes.
Si fuese cierto que nuestro patrimonio
genético ejerce una influencia tan poderosa e indiferente
al entorno, entonces necesitaríamos, por lo menos, la
asistencia de la ingeniería genética para cambiar
nuestras respuestas o para mejorar nuestro mundo.
Pero, dado el caso de que nuestras
propensiones de comportamiento fueron diseñadas para ser
sensibles a nuestras circunstancias, no es preciso que
reorganicemos nuestros genes para modificar los
resultados.
Teoría de mente
Además de que hoy contamos con el
entendimiento de los llamados factores
epigenéticos.
Es cierto, las diferencias biologías
entre los sexos, son responsables por los contrastes en la
frecuencia de los crímenes cometidos, pero son las
diferencias del entorno las que explican, por su mayor parte, las
discrepancias en la frecuencia de homicidios entre los hombres de
Reikiavik y Miami.
En respuesta a la universalidad de las
variedades sexuales, se asume comúnmente, que las
diferencias dentro de los mismos sexos son mayores que las
similitudes que existen entre ellos.
Se presume, como hemos visto, en el triste
caso de Caster Semenya, que muchas mujeres están situadas
en el fin masculino del continuo y viceversa.
(Mokgadi Caster Semenya — nacida
el 7 de enero de 1991 en Ga-Masehlong,
provincia de Limpopo — es una atleta sudafricana.
Corredora de media distancia que ganó en 800
metros lisos en los 2008 Commonwealth Youth
Games y el oro en la misma categoría en
el Campeonato Mundial de Atletismo de Berlín con
un tiempo de 1:55.45 en la final.)
(Para leer más acerca de esta
atleta: http://es.wikipedia.org/wiki/Caster_Semenya)
Pero, aún, si esto fuera verdad,
sería seriamente engañoso si la igualdad entre los
sexos es lo que está en juego. Ya que, los que gravitan a
la condición intersexual, serían la minoría,
dejándonos con dos sexos bien definidos para
considerar.
De manera que, posiciones humanas que
parecen ser orientadas, hacia una ordenación sexual
establecida — desde presidentes a corredores de carreas de
automóviles — serían muy improbables de ser
compartidas igualmente entre los géneros.
La realidad, entonces, es que, la
discriminación sexista, es la que es ubicua, y no las
diferencias que se postula existen entre los sexos.
Caster Semenya
Si el propósito es combatir la
injusticia, es la discriminación, no el rigor de la
ciencia, la que hay que oponer.
El conocimiento científico de las
diferencias entre los sexos puede asistirnos a diseñar
patrones de comportamientos sociales que sean justos para ambos
géneros.
Una
revisión adaptiva de la teoría
darvinista
Un libro nuevo, como parte de una
trilogía científica, ha sido publicado que pone las
suposiciones de Darwin en duda: Mothers and Others: The
Evolutionary Origins of Mutual Understandingpor Sarah Blaffer
Hrdy. Sarah Blaffer Hrdy es una de las mentes más
influyentes en el campo de la psicología
evolucionaria.
Ella adquirió fama por sus trabajos
en los langures Jánuman, los monos sagrados que habitan
toda la península Índica.
Estos monos son grandes y a veces, pueden
ser peligrosos.
Entre las cosas que Hrdy descubrió
fue que, con frecuencia, machos dominantes miembros de un grupo
establecido, son confrontados por bandas de vividores
nómadas que sólo pueden lograr acceso a hembras de
su género, si derrotan a los machos de la tribu que
retan.
Si son derrotados, los previos dominantes,
se escabullen — a menudo sangrando — mientras que los
intrusos atacan y exterminan a todos los infantes menores de seis
meses.
Las hembras, al principio, resisten los
invasores, pero de nada les vale.
Esta acción desata el estro en las
madres, las que salen preñadas de nuevo, y los
críos muertos son reemplazados por los hijos de los
atacantes.
Langur
Si este tipo de comportamiento fuese
confinado a los langures, pudiera ser interpretado como si fuese
una anomalía. Pero, se ha constatado en chimpancés,
monos patas, leones, y muchas otras especies.
El infanticidio competitivo ha sido visto
como el lado siniestro del darvinismo, y como confirmación
de que nada en la Naturaleza está libre de la
lógica amoral de la selección natural.
Anteriormente, Hrdy escribió un
libro muy bien recibido acerca de la evolución de las
hembras, The Woman That Never Evolved.
La mítica figura del título,
era la tierna, generosa, seductiva, ídolo maternal del
mundo prehistórico que representaría, en las mentes
de algunos, un obstáculo para sus antepasados
musculares.
Los personajes que, como Enrique VIII,
necesitaban algo con quien luchar, por quien luchar, y
"defender". Fue lo que, idealmente, representaba la figura
femenina, desamparada en la obtención de sus sueños
y fantasías.
Sin embargo, en la realidad, este
ídolo no era lo que pareciera.
Y, demostrando sistemáticamente el
poder y la agresividad de las primates hembras — ambos humanos
y prehumanos — Hrdy desacreditó esta figura
original.
Años después, Hrdy
avanzó contra otra de las heroínas establecidas de
la antropología y la psicología: "la buena
madre".
Esta persona, una extensión natural
de la mujer que nunca evolucionó — la que renunciaba
todos placeres y ambiciones del mundo — daba nacimiento a una
nueva vida en medio de espasmos de dolor extático mientras
tomaba su recién nacido en sus brazos, lista a sacrificar
su propia vida por la de su infante. (A lo que
añadiéramos: "Por obra y gracia de la Oxitocina".
Para leer más:
http://www.monografias.com/trabajos49/oxitocina/oxitocina)
Ardipithecus ramidus
Pero esta "semidiosa" tan alabada en las
artes y en la poesía no era más que una
ilusión.
Como Hrdy sugiriera en su libro Mother
Nature, la madre antropoide que evolucionara dentro de la
especie humana calculaba los chances de la supervivencia de su
hijo, los que pesaba contra los propios, porque si ella ignoraba
los últimos, no sólo perdería su
retoño, sino la de todos los futuros descendientes que
fueran posibles.
En este respecto, el descuido y abuso de
los niños no fallos de la maquinaria adaptiva, sino que
puede que sean estrategias biológicas para potenciar la
fertilidad al máximo que la mujer puede utilizar, como
parte innata de su estrategia reproductiva.
Es muy posible que el tercer libro de Hrdy,
Mothers and Others, como el último de la
trilogía que comenzó con The Woman That Never
Evolved, puede ser el más importante de todos. Ya que
en el primer libro, la autora, echa por tierra el ídolo de
la feminidad pasiva, y en el segundo, destrona la diosa materna
siempre serena, y dadiva, y en el tercer trabajo ella devasta
otro ideal biológico y cultural: la madre que todo lo
confronta en soledad.
En nuestra previa visión de la
evolución dominada por el macho, teníamos el hombre
solitario y valiente, el cazador con su lanza y la mujer aislada
cuidando de sus hijos bajo el opresivo sol africano, en espera de
los alimentos que el hombre trajera.
Entonces, los géneros, llegaron a un
arreglo, que sería el primer contrato social,
intercambiado los servicios para los que cada uno estaba mejor
adaptado por su constitución genética.
Mujer recolectora
Hrdy no es la única atacando este
mito.
La mujer recolectaba la mitad o más
de la comida que las bandas de cazadores-recolectores
procuraban.
Lo que significa que, debido a lo
imprevisible del éxito de la caza y de la necesidad humana
por comida vegetal, que los arreglos primordiales entre los sexos
eran más complejos de lo creído.
Y, asimismo sugiere que las mujeres gozaban
de más poder en esas sociedades de lo que les
asignáramos.
Que los hombres escuchaban sus opiniones y
que decisiones eran hechas por consenso, y no como decreto
masculino, parece ser lo más probable.
Igualmente, la situación sugiere que
la mujer proactiva, cazando, pescando y proveyendo el 90% del
cuidado de los críos no era la madre idílica y
pasiva que representan algunos antropólogos.
Si bien es cierto que las herramientas de
piedra — de las que la mayoría se utilizan como armas
— eran posiblemente manufacturadas por el hombre.
También lo es que varillas para
excavar y receptáculos para el transporte de comida e
hijos fueron entre los instrumentos más importantes
producidos. Los que, indiscutiblemente, fueron elaborados por
mujeres para su uso.
En Mothers and Others, Hrdy arguye
de manera convincente por la idea de que el soporte social era un
factor esencial para el éxito del ser humano, ya que, en
contraste con otros primates, nuestro género es
esencialmente cooperativo, y, que debido a esa
inclinación, ambos miembros de la pareja compartían
uniformemente en el cuidado de los vástagos.
Madre bosquiana
Para el desarrollo físico y
emocional del infante de nuestra especie, como es igualmente el
caso con el de otros géneros, el apego y la
vinculación emocional con la figura protectora es esencial
para la supervivencia.
Así lo soportan los trabajos de
Bowlby.
La división de labores entre los
sexos en el cuidado de los hijos y en la provisión de
alimentos, fue precursora de los cambios que hoy presenciamos con
la aceptación de la presencia de dos miembros de la pareja
trabajando para el beneficio mutuo.
La madre que trabaja fuera del nido siempre
ha sido parte importante, como componente, de la esfera social
del ser humano a través de culturas por toda la
historia.
Tradicionalmente, las mujeres
recogían, atendían la hortaliza, asistían en
la siembra y cosecha los campos, construían chozas,
cosían ropa y aún cazaban en muchas culturas,
además de cuidar a los niños y de hacerse cargo de
los menesteres domésticos.
Muy a menudo, las madres requerían
ayuda de sustitutos para cumplir sus funciones, la que
recibirían de otras mujeres de la tribu, miembros de su
familia, su pareja, y parientes de diferentes edades,
haciéndolo en capacidades variadas.
LUCA
Algunos monos igualmente dependen de la
ayuda que reciben de padres y madres sustitutos para la crianza
de sus proles.
En nuestra especie gozamos de la abuela que
ya no se reproduce, pero que continúa siendo capaz de
proveer soporte físico y emocional a sus hijas con el
cuidado de sus descendientes y con sus labores
domésticas.
Mientras que el macho, seducido en la
función de ser proveedor, suministraba la carne animal con
su riqueza en calorías y en proteínas para nutrir
los pequeñuelos que él había
padreado.
El sexo de Charles Darwin no le
impidió dar a las hembras, un papel muy importante,
incluso de gobierno, en la evolución. En El
origen de las especies sugiere que la cola del pavo
real y otros rasgos aparentemente resultados de mala
adaptación fueron los efectos de la elección
femenina, una explicación elevada en su obra posterior —
El origen del hombre y la selección según el
sexo — a un principio fundamental.
Las hembras pueden ser vistas como la
realización de un experimento de ejercicio reproductivo
extenso en el que los hombres eran los "animales", por ellas,
criados, lo que otorga a la hembra poderes
extraordinarios.
Pero este mismo poder condujo a un mundo en
el que los hombres, a menudo, se enfrentan entre sí,
compitiendo por la oportunidad de multiplicarse.
Por supuesto, las mujeres también
compiten por oportunidades de cópula, y adiestran a sus
hijos e hijas a hacer lo mismo. Tal vez la experiencia con
el cuidado y la capacidad posterior para discernir las
intenciones de los demás las hace mejores en este
esfuerzo, pero no necesariamente las obliga a
cooperar.
Hrdy en su contribución más
importante consiste en dar a la cooperación entre los
sexos, el lugar que le corresponde en el cuidado
infantil.
Gametos
A través de toda una vida de trabajo
innovador, la científica ha socavado repetidamente
nuestras complacientes, nociones solipsistas, y masculinas de lo
que las mujeres estaban destinadas "por naturaleza" a
ser.
Pero Hrdy, ni nadie más, puede
establecer si la poderosa tendencia humana para ayudar a madres a
cuidar a los niños puede producir en el nivel de las
especies toda la cooperación que ahora necesitamos para
sobrevivir.
Antes de concluir esta tesis, nos parece
justo revisar los orígenes de la vida orgánica en
nuestro planeta y destacar el nombre y genio de Lynn
Margulis.
LUCA y el origen
de la vida
La vida comenzó con un
mega-organismo planetario
Una vez, hacen 3 millones de años,
vivía un solo organismo denominado LUCA.
Era enorme: un mega- organismo como nunca
se haya visto desde entonces.
LUCA colmaba los océanos del planeta
antes de dividirse en tres y dar a luz a los antepasados ??de
todos los seres vivos en la Tierra que hoy existen.
Esta imagen extraña proviene de los
esfuerzos científicos para determinar las
características del último antepasado
común universal (Last Universal Common
Ancestor o LUCA).
LUCA no constituye la primera forma de vida
que surgió en la Tierra, sino la forma de vida que dio
origen a todas los demás.
LUCA fue el resultado de la lucha de la
vida temprana para sobrevivir en el sentido
darvinista.
Gaia
Fue alrededor de 2,9 millones de
años en que LUCA se dividió en los tres
ámbitos de la vida: las bacterias unicelulares y Archaea,
y los eucariotas más complejos que dieron origen
a los animales y las plantas.
Es difícil saber lo que pasó
antes de la separación. Ya que ninguna evidencia
o restos fósiles de la época
persisten.
LUCA tenía un metabolismo rico que
utilizaba diferentes fuentes de alimento, y que poseía
orgánulos internos. Hasta ahora, tan
familiares. Sin embargo, su genética es una historia
completamente diferente.
Para seguir leyendo:
http://www.newscientist.com/article/mg21228404.300-life-began-with-a-planetary-megaorganism.html?full=true&print=true
Lynn
Margulis
Lynn Margulis (1938-2011) fue una
destacada bióloga estadounidense, considerada
una de las principales figuras del evolucionismo. Licenciada
en ciencias por la Universidad de
Chicago, máster en la Universidad de
Wisconsin y doctora por la Universidad de
California, fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias de
Estados Unidos desde 1983 y de la Academia
Rusa de las Ciencias. En 2008 recibió
la Medalla Darwin-Wallace.
En 2011 fue nombrada profesora distinguida
del Departamento de Geociencias de la Universidad de
Massachusetts Amherst.
Lynn Margulis
En el
año 1999 recibió, de la mano del
presidente estadounidense Bill Clinton, la Medalla
Nacional de Ciencia. Fue mentora de la Universidad de
Boston y fue nombrada doctora honoris causa por
numerosas universidades, entre otras, por la Universidad de
Valencia, la Universidad de Vigo, la Universidad
Autónoma de Madrid y la Universidad
Autónoma de Barcelona, realizando, en colaboración
con esta última, trabajos de microbiología
evolutiva en el Delta del Ebro.
Entre sus numerosos trabajos en el campo
del evolucionismo destaca, por describir un importante
hito en la evolución, su teoría sobre la
aparición de las células eucariotas como
consecuencia de la incorporación simbiótica de
diversas células procariotas (endosimbiosis
seriada).
También, la posible
aceptación de su propuesta, según la cual la
simbiogénesis es la principal fuente de la novedad
biológica, que pondría fin a cien años
de prevalencia del neodarwinismo. Su importancia en el
evolucionismo y el alcance de sus teorías están
todavía por ver.
La teoría de la endosimbiosis
seriada (SET) describe el origen de las células
eucariotas como consecuencia de sucesivas
incorporaciones simbiogenéticas de
diferentes células procariotas.
Margulis considera que esta teoría,
en la que define ese proceso con una serie de
interacciones simbióticas, es su mejor
trabajo.
Para continuar leyendo:
http://es.wikipedia.org/wiki/Lynn_Margulis
Dimorfismo sexual humano
En
resumen
El razonamiento darvinista, hasta ahora
aceptado, es éste:
Por necesidad, siendo sexualmente diploide,
nuestra especie, debe, asimismo, de poseer dimorfismo
sexual.
El propósito es, entonces,
cómo mejor dividir los roles entre los géneros
asumiendo el papel que el otro miembro de la pareja no puede
tomar.
Los hombres no pueden salir preñados
y parir. Las mujeres necesitan hombres para concebir, como sucede
con las hembras de ciertas especies que ya hemos descrito. (Para
leer más acerca de esto:
/trabajos88/homosexualidad-latente-y-machismo-homofobico/homosexualidad-latente-y-machismo-homofobico#lahomosexb).
Pero, cuando se involucran funciones y
papeles que ambos pueden ocupar confortablemente, como son los
casos de ser presidente de un país o de pilotear un F-16,
entonces, las diferencias se hacen borrosas, terminando
desapareciendo totalmente.
Reconocer lo antedicho, hace que, algunos
hombres narcisistas y débiles se sientan
molestos.
Fin de la
lección.
Caballito de mar: El macho sale
preñado
(http://es.wikipedia.org/wiki/Hippocampus)
Bibliografía
Journal of Biology (2009, February 27).
Why Didn"t Darwin Discover Mendel"s Laws?Hrdy, S: (2011) Mothers and Others:
The Evolutionary Origins of Mutual
UnderstandingBelknap Press/ Harvard University
PressLarocca, FEF: El Sexo Como
Función y el Sexo Como Proceso en
monografías.comLarocca, FEF: El origen de la vida
en la Tierra en monografías.comLarocca, FEF: El gene cumple cien
años: Un breviario de la ciencia genética como
celebración en monografías.comLarocca, FEF: Epigénesis:
Nueva disciplina que revoluciona la medicina, la
psiquiatría y todas las ciencias
biológicas en monografías.comLarocca, FEF: Descubriendo la
estructura molecular del ADN: Una guía para el
neófito en monografías.comLarocca, FEF: La "Prueba del
Malvavisco" y su incierta capacidad predictiva de futuros
problemas del comportamiento humano en
monografías.comLarocca, FEF: La deontología
aplicada: La Teoría de la Evolución y el SIDA
como paradigma evolutivo en
monografías.comLarocca, FEF: La farsa universal,
y: La Teoría del DNA/RNA en
monografías.com
Esta lección se
consagra a la memoria de una distinguida científica: Lynn
Margulis (1938-2011).
La mujer de luto por Rogier van
der Weyden (1399-1464)
Autor:
Dr. Félix E F
Larocca