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Auxiliar de educación (página 6)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

EL DESARROLLO DE VALORES Y
ACTITUDES
El aprendizaje de los valores y de las actitudes en
un proceso lento y gradual, en el que influyen distintos factores
y agentes. Aunque los rasgos de personalidad y el carácter
de cada quien son decisivos, también desempeñan un
papel muy importante las experiencias personales previas, el
medio donde crecemos, las actitudes que nos transmiten otras
personas significativas, la información y las vivencias
escolares, los medios masivos de comunicación
etc.

La primera que aparece en el desarrollo del individuo,
durante la infancia, es la moral heterónoma (que consiste
en lo que un poder o ley extraños han determinado como
adecuado o no) en ese tipo de moral los niños se sienten
obligados a cumplir las normas morales porque así lo
determina una autoridad superior. Los individuos no hacen una
elección libre, consciente o responsable, no juzgan las
normas morales por el valor que contienen en sí mismas,
sino en función de la jerarquía o autoridad de
quien las impone.

Razonamientos como. "Yo solo obedecía las ordenes
de mis superiores", "Tenía la obligación de
hacerlo", pronunciadas por torturadores o criminales de guerra,
son ejemplos de este tipo de razonamiento moral.

Desde esta posición se va pasando poco a poco a
una moral autónoma; el ahora púber o adolescente
empieza ser capaz de juzgar las normas morales en función
de la bondad o maldad y de la intención de los actos,
independientemente de quien los dice.

Para aclarar a que se refiere cada etapa, retomemos el
dilema de Heinz y pongamos de ejemplo algunas
respuestas:

Preconvencional: "Debe robar, porque si su mujer
muriera, se quedaría solo y no habría quien lo
atendiera". "No debe robar, porque si lo descubren, le
meterán a la cárcel".

Convencional: "Nadie pensara que eres malo si robas la
medicina, pero tu familia pensará que eres un marido
inhumano si no lo haces".

Posconvencional: "No tiene sentido colocar el respeto
por la propiedad por encima del respeto de la vida misma. Estoy
dispuesto a afrontar las consecuencias de defender un valor
superior.

¿CÓMO CLARIFICAR MIS
VALORES?
La clarificación puede darse en tres
fases:

Selección: primero identificar qué valor
está en juego, elegirlo libremente observando las
alternativas existentes y considerando las consecuencias que
puede traernos a nosotros y a los demás optar por u otra
de las alternativas posibles.

Estimación: considerar si en realidad apreciamos
la selección que hemos hecho si nos sentimos
cómodos con ella y si estamos dispuestos a afirmarla en
público.

Actuación: comportarse en forma congruente con la
selección que se ha hecho y aplicarla
habitualmente

Finalizando con el mismo ejemplo, supón en el
momento en que se integra un joven discapacitado al grupo se
plantea la posibilidad que sea tu compañero de equipo en
el laboratorio de Química; tú buscas la manera de
"deshacerte" de él, o bien lo tomas poco en cuenta y
piensas que su presencia puede afectar de modo negativo las
calificaciones del equipo, en este caso, aún cuando tu
selección inicial fue supuestamente a favor de la
integración y diste "la imagen" de que era un valor que
apreciabas, tu comportamiento está poniendo en evidencia
que en realidad lo que valoras es la segregación de las
personas discapacitadas, que es lo que estas demostrando con tu
actitud.

¿CÓMO PUEDO CAMBIAR MIS
VALORES Y ACTITUDES PERSONALES?
Se ha comentado con
anterioridad que los valores suelen ser muy estables y que las
actitudes son inclinaciones permanentes que llevan a reaccionar
de determinada manera frente a ciertas situaciones. Por lo tanto,
su modificación no es fácil, ya que están
muy arraigadas en las personas. No obstante, se ha demostrado que
sí hay aproximaciones eficaces para lograr un cambio de
actitud y promover valores más positivos. Estas
aproximaciones implican, como se ha insistido antes, la
reflexión, la emoción y la
acción.

Por lo contrario, las aproximaciones que han demostrado
ser más efectivas implican situaciones donde los
jóvenes:

  • Aprenden a clarificar sus propios
    valores.

  • Participan activamente y se sienten realmente
    comprendidos.

  • Logran comprender a los demás, pueden
    "meterse en la piel del otro".

  • Discuten y estudian con entusiasmo, no están
    " a fuerzas".

  • Experimentan la libertad con obligación, se
    sienten autónomos.

  • Se vuelven conocedores del tema, están bien
    informados.

  • Analizan y resuelven dilemas y conflictos de
    valores.

VALORES UNIVERSALES, NACIONALES Y
CÍVICOS

Entre los fines de la educación destaca el
fortalecimiento de la conciencia de la nacionalidad y la
soberanía; el aprecio por la libertad, los símbolos
patrios y las instituciones nacionales. Las leyes indican que
deben fomentarse el amor a la patria y desarrollar la conciencia
de la solidaridad internacional, se nos exhorta a valorar las
tradiciones y particularidades culturales de las regiones y
promover un idioma común sin menoscabo y proteger y
promover el desarrollo de las lenguas indígenas. Se insta
a que propiciemos la adquisición, el enriquecimiento y la
difusión de los bienes y valores de la cultura universal,
y a que conozcamos y a que practiquemos la democracia como forma
de gobierno

Valores UniversalesLos valores
universales son aquellos "suficientemente seguros y defendibles
más allá de las circunstancias y las creencias
propias de cada persona".

Son universales porque su cumplimiento es altamente
deseable para todos, en todo tiempo y lugar, por ejemplo, la
preservación del ambiente o los valores expresados en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.

1. Reconocimiento de los valores actitudes presentes en
los hechos, situaciones o conceptos en
cuestión.

  • Reflexión y análisis de límites
    del valor involucrado. Que es válido y qué
    no.

  • Análisis de las circunstancias, motivaciones
    y consecuencias de la acción resultante del
    valor.

  • Revisión y crítica de la
    tradición cultural o moral frente a situaciones
    similares en el pasado.

  • Consulta y diálogo con otras personas, cuya
    opinión sea relevante para el caso.

  • Atención a los criterios éticos y a la
    conciencia personal, para ver qué es correcto y que
    resulta inaceptable.

  • Juicio (ejercicio de la capacidad intelectual de
    juzgar y decidir, con base en la ponderación de las
    cualidades y defectos del valor o acción en
    cuestión).

  • Análisis de las posibles consecuencias del
    juicio.

  • Actuación o proyección del
    valor.

Valores NacionalesLa nación
está integrada por elementos de tipo:

  • Natural, independientes de la voluntad de los
    individuos (territorio, clima, raza, lengua).

  • Históricos (tradiciones, usos, costumbres,
    religión. Leyes).

  • Psicológicos (conciencia para sí,
    reconocimiento por parte de los integrantes de la
    nación de los vínculos que los hacen
    reconocerse como tales), y que lleva a los habitantes de un
    país a comportarse y expresarse con un estilo peculiar
    que los hace diferentes a otros.

Los valores nacionales son aquellos reconocidos como
tales por cualquier sociedad natural humana, "forjada por la
unión territorial, consuetudinaria e idiomática;
proporcionada por una comunidad de vida y de conciencia
social"

Valores CívicosEn cualquier
civilización encontramos que las conductas están
reguladas por normas que indican cual es el comportamiento
esperado de los individuos ante la sociedad.

Estas normas pueden ser convencionales (derivadas de la
tradición), o jurídicas (cuando están
formadas legalmente). Ambas pretenden regular la convivencia,
solo que sobre las convencionales operan a nivel de
comportamiento cotidiano, de protocolo social, las normas legales
determinan comportamientos aceptados y negados bajo distintas
amenazas de coerción en caso de incumplimiento.

Los valores cívicos son los que subyacen tras las
conductas convencionales y no convencionales que "facilitan la
correcta relación en el ámbito de la vida
interpersonal, ciudadana y social". Se exigen a cada persona,
pero están en relación con los
demás.

En este sentido, podemos diferenciar tres niveles de
relación: lo micro, lo meso y lo macro.

En lo micro están los "valores que
influyen en cualquier relación humana, pero que se refiere
a cada uno de los sujetos humanos considerando de manera
individual", (capacidad de crítica, autonomía,
responsabilidad, voluntad, valentía).

En lo meso ubicamos a aquellos valores
útiles "para enjuiciar y guiar las relaciones personales
en el ámbito de pequeños colectivos", con una clara
correspondencia institucional (como son la apertura, la voluntad,
la cooperación, el respeto, la cortesía, la
consideración).

En lo macro están los valores de
aplicación entre las personas de una ciudad o un
país, que se concretan en normas sociales, reglamentos
institucionales y normas jurídicas generales. Ejemplo de
valores macro son el respeto a los símbolos patrios, la
justicia, la libertad, la solidaridad.

Valores y congruencia personalComo
seguramente te has dado cuanta, no siempre es fácil ser
congruente con lo que pensamos, lo que sentimos y lo que en
realidad hacemos.

Un pensador y actor crítico es aquel
que:

  • Analiza las situaciones, es reflexivo más que
    impulsivo.

  • Trata de identificar los argumentos que subyacen en
    la información que recibe.

  • Toma en cuenta los hechos o la evidencia lo
    más objetivamente posible.

  • Se forma un criterio propio ante los
    acontecimientos, no es un simple "eco" de los
    demás.

  • Sabe escuchar los diferentes puntos de vista cuando
    hay un conflicto.

  • Busca alternativas: no se cierra en un solo
    camino.

  • Se pregunta a quién y cómo benefician
    ciertas acciones, prevé las consecuencias de los
    actos.

  • Con frecuencia se pregunta a sí mismo
    qué, cómo y por qué hace las
    cosas.

  • Puede diferenciar la razón de la
    emoción, aunque las viva juntas.

  • Sabe distinguir sus motivos e intereses personales
    de los colectivos.

  • Reconoce honestamente tanto sus sentimientos
    positivos como los negativos.

  • Toma decisiones razonadas.

  • Actúa de manera asertiva (en forma directa,
    firme, sincera y positiva); sabe cuándo decir "no" sin
    necesidad de agredir.

  • Es crítico en el sentido positivo del
    término, no simplemente criticón.

  • Reconoce sus errores y trata de corregirlos con
    inteligencia.

  • No solo "dice", sino "hace".

  • Está informado: busca información
    fidedigna, de primera mano.

  • Es escéptico: desconfía del rumor y de
    las informaciones provenientes de fuentes dudosas.

Algunas estrategias que pueden ayudarte a
adquirir el perfil de un pensador crítico son las
siguientes:

Conócete: Reflexiona
frecuentemente sobre tu persona, tus sentimientos, valores,
formas de reaccionar ante diversas situaciones, etc. En este
módulo se encuentran algunas ideas de cómo hacerlo
pero otras puedes generarlas tú mismo. ¿Qué
tal de llevar un diario personal?

Aprende a observar tus reacciones emocionales y
tu conducta
: Analiza tu comportamiento, sus
causas y sus efectos. Esta es una condición necesaria para
iniciar todo proceso de cambio personal.

Establece tus objetivos y planes de vida y de
carrera:
Éste es el camino directo hacia la
autonomía personal; no esperes a que otros siempre decidan
por ti.

Analiza las situaciones donde logras
consecuencias gratificantes debido a tu conducta:

Seguramente encontraras que son aquellas donde hay congruencia
entre dicha conducta y un conjunto de valores personales y
sociales positivos. Fortalece dichos comportamientos y propicia
las situaciones que los permiten.

Conviértete en un espectador o lector
crítico de los medios de comunicación
masiva:
Cuando leas o te sientes ante una pantalla de
televisión piensa siempre que "dicen" en realidad los
mensajes que te transmiten, a quien, o quienes beneficia que
tú los asimiles. Pregúntate: ¿la
información es verás o esta sesgada en
función de los intereses de alguien? ¿Realmente
necesito lo que anuncian, me traerá los beneficios que
ahí prometen? ¿En la vida real las situaciones y
las personas son como las que aquí pintan?

Aprende a escuchar y a observar a los
demás:
las personas con quienes interactúas
cotidianamente te están dando información acerca de
ti mismo y a la vez te ofrecen modelos de conducta positivos y
negativos.

EL VALOR DE LA LIBERTADLa libertad
de querer alcanzar algo no tiene asegurado que se alcance lo que
se desea. Es importante diferenciar libertad de omnipotencia.
Creer que todo lo podemos a menudo nos lleva a situaciones
altamente destructivas, e incluso a la muerte.

Violencia primaria. Este concepto se refiere a las
pautas que el recién nacido necesita como soporte para
convertirse en un ser independiente.

La libertad externa, también llamada libertad de
acción, se define como la ausencia de trabas para la
acción. La libertad externa también nos permite
elegir entre participar o abstenerse en la vida política y
social de la comunidad.

Cuando se trata de tomar la decisión de
participar o no en proyectos comunitarios, se habla de libertad
prosocial. Cuando los proyectos sobre los cuales debemos decidir
se refieren a fines personales, se habla de libertad
individual.

La libertad prosocial, pues, se relaciona con la vida
pública, mientras que con a individual se enlaza con la
vida privada.

La libertad interna es la libertad de la voluntad, del
autentico querer. Para conseguir la libertad interior necesitamos
independencia personal.

DESARROLLO HUMANO

Conócete a ti
mismo.
Hablamos de cómo conocernos de una mejor
manera, aplicando los valores los cuales debemos de tomar en
cuenta para ser alguien en la vida y no fijarnos en cosas
materiales y sin tanta importancia. Para eso tenemos que conocer
nuestro pasado, estar libres de sentirnos rechazados, sin
complejos y siendo felices tal cual somos nosotros y si no lo
hemos superado, trabajar en ello porque si uno tiene problemas de
su pasado, difícilmente va a poder progresar ni estar bien
consigo mismo en el presente, en el pasado tenemos que sacar a la
luz las circunstancias o motivos por el cual nos sentimos
rechazados, para eliminar este rechazo tenemos que perdonar y
aceptar que no podemos cambiar a la gente y así podremos
crecer como personas y poder enfrentarnos mejor a un
presente.

En el presente debemos de conocer la realidad
en la que estamos viviendo en aspecto físico y
psicológico. Para crecer como las personas que somos o
queremos ser, debemos de poner a los valores físicos como
menos importantes, porque aunque son importantes, puede llevar
consigo varias consecuencias que nos afectan, como es el fijarte
en una persona por que este guapa, flaca, con dinero, etc. Si no
que los que debemos de exaltar son los valores
psicológicos por que debemos de hacer crecer a nuestro
espíritu e inteligencia, para así valer por lo que
somos, no por lo que tenemos o lo que nos caracteriza
físicamente.

Para un futuro, debemos de plantear las metas e
ideales que queramos realizar, no tenemos que ser sonadores si
no, tener los pies en la tierra, tener una visión clara de
lo que queremos hacer y no ser mediocres. Otros aspectos en los
que nos debemos de detener es en el aspecto social y moral. El
aspecto social, es muy dado a críticas, envidias, odio, es
esto en la mayoría de los casos es ocasionado por las
cosas materiales que entran en el aspecto físico, ya que
en la actualidad desgraciadamente la gente se fija mas en lo que
tienes no en lo que eres, por eso hay que trabajar en darle menos
importancia a lo físico que a lo espiritual y
psicológico para así poder mejorar a nuestra
sociedad.

En el aspecto moral, es necesario reconocer nuestros
defectos y cualidades para así, además de
conocernos mejor y saber cómo actuar y como mejorar en lo
que nos falla.

Para poder hacer todo esto de una manera más
fácil, podemos preguntarle a los demás que imagen
es la que proyecto y así podemos saber con certeza que es
lo que queremos y debemos cambiar.

Los valores son tu meta.La
personalidad, educación y cultura van juntas, ya que para
mejorar uno de estos, también implica mejorar en los otros
dos. De las definiciones de personalidad, educación y
cultura, solamente obtenemos los valores físicos,
estéticos, intelectuales y sociales; y faltaría
agregar a nuestra vida los valores morales, religiosos, afectivos
y económicos.

Ahora bien, todos los valores son humanos; por lo cual
vamos a tener una conciencia que va a afectar a nuestros
instintos y viceversa. Para poder tener una personalidad bien
integrada, una cultura autentica y una educación de altura
es necesario considerar todas las esferas de valores.

La ceguera axiológica son personas ciegas en el
amor, en la amistad, personas amargadas. No hay que atacar a
estas personas ni burlarse, hay que tenerles respeto y
cariño, y ayudarlas a recuperar la vista, y con fe esto se
puede lograr. Aunque la fe solamente la da Dios a quien la pide
con humildad se puede ayudar haciendo oración por estas
personas.

Los valores son inagotables, como con todo, siempre se
quiere tener más. Al pasar el tiempo nos damos cuenta de
que no sabemos y por la misma razón siempre vamos a estar
buscando más. También es importante considerar que
debemos de realizar todos los valores armónicamente, auto
evaluándonos y auto educándonos en todos los
ámbitos para poder mantener un equilibrio entre todos
nuestros valores.

Para esto necesitamos tener una jerarquía de
valores, viendo lo que es más importante. El valor moral
tiene mucho peso, si éste cae, también van a caer
los demás valores.

La axiología es una ciencia exacta, por lo que no
se pueden permitir los relativismos. La moral se refiere al deber
ser de los actos humanos que nos sirven para alcanzar la
felicidad. Para que un acto se clasifique como moral o inmoral
debe de ser realizado consciente y libremente, y si el criterio
de moralidad se basa en la naturaleza del hombre, no puede estar
sujeto a cambios, porque si cambiara la naturaleza humana, ya no
podríamos hablar de moral, de hombre, de razón y
voluntad.

A el mal nos referimos a un desorden, una carencia del
bien. Los valores que dirigen a los demás son el religioso
y el moral. El primero se basa en la autoridad del mismo Dios,
por su perfección infinita, nunca cambia y todo lo sabe.
Lo que El nos ha revelado, es la verdad absoluta.

Después de estos y no menos importantes siguen
los valores intelectuales, que buscan la Verdad, queriendo
obtener sabiduría. Se necesita aplicar la razón
para poder obtener su objetivo, mediante la abstracción y
la construcción. Perciben del mundo circundante, para
comprenderlos adaptarse y modificarlo. Los hábitos de
trabajo ayudan al desarrollo intelectual y a la capacidad de
comunicación.

Los valores afectivos son los que le siguen y se
refieren al amor. Después de los valores afectivos, siguen
los valores sociales, considerándolos como las relaciones
interpersonales con los demás. No hay una
comunicación de tu a tu, sino la interacción
despersonalizada con el hombre masa. Por último,
están los valores económicos que se van a referir a
la materia que le ha sido dado un valor convencional.

Concreta tu caminoPara
lograr todo lo anterior mencionado es importante planear
nuestra vida y establecernos metas asequibles y continuas,

que nos vayan ayudando a superarnos para poder hacer felices a
las personas que nos rodean. Lo primero que mencionan es el
dinero. Donde nos habla de las diferentes necesidades que tenemos
los seres humanos y a cuales les tenemos que dar mayor
importancia. Las más importantes son las necesidades
vitales, como su nombre lo dice, son las que necesitamos para
vivir, como son la ropa, una casa en donde vivir, medicamentos,
doctores, previsión de enfermedades, etc. Otro tipo de
necesidades que mencionan son las socioculturales como es el gas,
luz, transporte, educación, etc. También nos
menciona que no debemos de tener más necesidades de las
que verdaderamente necesitamos por que por eso se da el
consumismo, el interés por las cosas materiales y las
necesidades que de verdad son superfluas (que se derivan de una
serie de falsos conceptos sociales y psicológicos) sin
importancia, eliminarlas.

También habla de la capacidad de amar,
Para lograrlo, tenemos que meter en el nuestra razón y
nuestra voluntad. Ya que sólo el ser racional puede
proyectarse al futuro y a los otros. También puedo decir
que el amor es completamente libre, porque nadie puede obligar a
alguien a amar a otra persona. El conocimiento de una persona
requiere saber observarla, comunicarse a fondo con ella. Esta
comunicación requiere un respeto mutuo, partir de una base
común, saber de qué se habla y una buena
voluntad.

En cuanto a la aceptación del otro;
aceptar a alguien significa ayudarle en el aprendizaje de su
propia dignidad. El nivel de aceptación o rechazo puede
variar según con la persona que se trate.

Cuidado de la salud: Para gozar de una buena salud,
debemos de planear correctamente la alimentación, el
sueno, ejercicio, etc. y así poder hacer actividades como
pensar y amar.

Ser autentico: Para ser autentico, tenemos que
ser uno mismo, tenemos que trabajar con la verdad para ser
auténticos. Concentrándonos en las 4 virtudes
cardinales, de donde se desprenden, las demás
son:

Prudencia: virtud preciosa y muy necesaria.
Ordena todo al debido fin, nos ayuda a jerarquizar
correctamente.

Justicia: es una virtud por la que damos a cada
uno lo suyo. Les debemos a los demás, la verdad. Tienen
derecho a saber que nuestro sí es sí y no es no. De
ahí la veracidad, sinceridad y lealtad.

Fortaleza: nos da ánimos para no temer
ningún peligro. Implica tanto resistir como combatir. La
lucha por atacar el mal y defender el bien.

Templanza: es la virtud por la que refrenamos
los deseos desordenados de los placeres sensibles y usamos con
moderación de los bienes temporales. Es decir, no es malo
gozar, pero con moderación, y para llegar a este
autodominio, tenemos que ser constantes en reconocer lo que hemos
logrado y lo que aún nos falta y saber rectificar y volver
a empezar sin cansarnos nunca. El mejor modo de matar un defecto
es ejercitarnos en la virtud contraria.

La Fe y la vida: Al hablar de fe, no se puede
hablar en el plano de la naturaleza humana, sino en el mundo de
la gracia. Y en éste terreno o se tiene fe o no. Si sucede
lo primero, es necesario cultivarla y hacerla viva; si no se
tiene fe, hay que respetar a quien la tiene. La fe se recibe con
humildad, quien no sabe bajar la cabeza y no reconoce que hay
Alguien superior a él, está poniendo una
barrera.

Es necesario que nos esforcemos en aumentar y
profundizar nuestra doctrina y piedad; ya que el equilibrio entre
ambas es lo que nos ayuda a vivir plenamente nuestra
fe.

Se puede mejorar nuestra vida de piedad; profundizando
en nuestra filiación divina, en esa vida de infancia
espiritual, creyendo como niños, aumentando nuestra vida
de oración, viviendo una vida sacramental y saber
distinguir entre lo humano y lo divino.

¿ES NECESARIA UNA ESCALA DE
VALORES?

Existen tantos valores como relaciones sujeto objeto.
Son dinámicos y dialécticos; pues al cambiar el
sujeto cambia la relación y al cambiar el objeto,
también cambia esa relación. Los valores no se
alinean como un conjunto de elementos, ellos constituyen un
sistema. Es necesario definir qué valores se van a formar
primero; y con ello, que sistema de juicios y de elementos
conductuales han de formarse primero, para luego estos sirvan de
sustento a otros valores.

Existen unos valores que son más importantes que
otros, son más necesarios; estos están en
dependencia del contexto histórico – cultural concreto en
que se desarrolla el sujeto.

Las necesidades racionales del sujeto son la fuente de
los valores ideales; mientras las necesidades sensitivas del
sujeto son la fuente de los valores reales ("sensibles"). Existe
un orden ideal o subjetivo y otro real u objetivo que se
interrelacionan; los que definen la escala de valores para
determinada generación.

Para determinar una escala de valores es necesario tener
en cuenta el aspecto absoluto del valor. Éste reside en la
naturaleza racional del mismo; pues todo lo racional posee
validez universal. Si se valora "bien" se debería valorar
con determinada similitud, como ocurre con la honestidad,
honradez, etc. Sin embargo, esto no ocurre así, pues
generalmente las personas no interactúan y tienden a una
dispersión dada por prejuicios, poca reflexión y
sugestión consciente o subconscientemente.

También es necesario a la hora de determinar la
escala de valores a formar, el relativismo de los mismos.
Éste tiene un gran campo lo mismo desde la
diacronía como de la sincronía. Muchos son los que
proclaman que en cuestión de valores no hay norma
universal. ¿Pudiera estar la causa de la dispersión
al juzgar los valores en la equivocación, intencional o
no, de los que valoran? Como planteara el alemán M.
Scheler, el valor tiene un ámbito tan amplio y rico que
ningún sujeto que lo perciba lo capta del todo. De
ahí que, al determinar la escala de valores se debe tener
en cuenta el necesario balance entre los valores reales y los
valores ideales, considerando además, que los valores son
racionalmente absolutos y existencialmente relativos.

El carácter preferencial de los valores alude a
la existencia de cierto orden o estructura jerárquica de
los mismos, de ahí que más que valores aislados lo
que existe es una constelación de estos, es decir, un
sistema de orientación de los valores. De igual manera, en
la medida en que los valores son preferencias, resulta
indispensable formular el orden en que se producen tales
preferencias, lo cual se resume generalmente en ciertas
escalas.

En resumen, Scheler propone como criterios para llegar a
conocer el orden jerárquico de un sistema de valores los
siguientes:

Durabilidad, carácter más o menos estable
y permanente de los valores.

Divisibilidad, un valor puede ser descompuesto en
otros.

Fundamentación, un valor puede dar origen a
otro.

Profundidad de satisfacción, relacionada con la
realización o cumplimiento de un valor.

Relatividad, grado en que un valor se percibe como
más próximo al valor central o supremo.

El filósofo cubano José R. Fabelo
señala la posibilidad de, al menos, tres planos de
análisis de la categoría valor, a saber:

Primero: Los valores concebidos como relación de
significado entre los diferentes procesos o acontecimientos de la
vida social y las necesidades e intereses de la sociedad en su
conjunto. Así, cada resultado de la actividad humana,
tendencia, objeto, fenómeno, proceso, sujeto, conducta o
idea adquiere una u otra significación social en la medida
en que favorece u obstaculiza el desarrollo progresivo de la
sociedad. Llama a estos valores "objetivos" y al conjunto de
todos ellos "sistema objetivo de valores". Considera este sistema
como dinámico, cambiante, dependiente de las condiciones
histórico – concretas y estructurado de manera
jerárquica.

Segundo: Forma en que los valores objetivos son
reflejados en la conciencia individual o colectiva. Modo en que
cada sujeto social conforma su propio sistema subjetivo de
valores (como resultado de un proceso de valoraciones) que puede
poseer mayor o menor grado de correspondencia con el sistema
objetivo de valores, lo cual depende del nivel de coincidencia
entre intereses personales del sujeto con los intereses de la
sociedad y también de las influencias educativas y
culturales que dicho sujeto recibe, tanto de las normas como de
los principios que prevalecen en la sociedad en que vive. Estos
valores subjetivos o de la conciencia desempeñan una
importante función reguladora de la actividad
humana.

Tercero: Diferente grado de coincidencia entre el
sistema de valores socialmente instituido y reconocido
oficialmente (que puede ser resultado de la generalización
de una de las escalas subjetivas existentes en la sociedad o la
combinación de varias de ellas) y el sistema objetivo de
valores.

A partir de esta concepción puede decirse que en
el ámbito social es posible encontrar:

  • Un sistema objetivo de valores.

  • Gran diversidad de sistemas subjetivos (de grupos
    sociales e individuos)

  • Un sistema socialmente instituido.

Los valores, en la medida en que son un constructo que
implica el comportamiento humano, tanto individual como colectivo
se relacionan con otras estructuras también vinculadas con
la acción social que están igualmente relacionadas
con las normas, actitudes y la ideología. De ahí
que se afirme que los valores sólo pueden ser
conceptualizados en su integración en una teoría
general de la acción humana.

Teniendo en cuenta estos criterios consideramos que los
valores se funden dialécticamente entre lo objetivo y lo
subjetivo, se estructuran jerárquicamente en cada
individuo y en muchos casos se manifiestan inconscientemente. Es
por ello que en la formación de valores se debe tener
presente no sólo lo intelectual, sino movilizar
internamente en cada persona sus procesos afectivos.

CARACTERÍSTICA DE LOS VALORES

"¿Debe la educación preparar aptos
competidores en el mercado laboral o formar hombres completos?
¿Ha de potenciar la autonomía de cada individuo, a
menudo crítica y disidente, o la cohesión social?
¿Debe desarrollar la originalidad innovadora o mantener la
identidad tradicional del grupo? ¿Atenderá a la
eficacia práctica o apostará por el riesgo creador?
¿Reproducirá el orden existente o instruirá
a los rebeldes que pueden derrocarlo? ¿Mantendrá
una escrupulosa neutralidad ante la pluralidad de opciones
ideológicas, religiosas, sexuales y otras diferentes
formas de vida (drogas, televisión, polimorfismo
estético) o se decantará por razonar lo preferible
y proponer modelos de excelencia? ¿Pueden simultanearse
todos estos objetivos o algunos de ellos resultan incompatibles?"
       

Fernando Savater, (El valor de
educar)

Evidentemente, la institución educativa no es el
único agente responsable de la educación de los
valores. Las prácticas educativas familiares, los medios
de comunicación y el propio contexto socio-
político, ejercen igualmente un papel muy
relevante.

Por otro lado, y relacionado con la influencia del
contexto, cualquier educador es sensible a la influencia que el
neoliberalismo y las economías de mercado, están
ejerciendo al fomentar el individualismo, la eficacia, la
competencia, el prestigio social, etc. como valores deseables. Si
a esto unimos la frecuencia y abundancia de la violencia, el
engaño y la corrupción en nuestros contextos
políticos más próximos, cualquier educador
se puede preguntar ¿tiene sentido una educación en
valores, cuando los modelos socio-políticos presentan unas
conductas, tan diferentes a las que se quieren promover?
¿Qué sentido tiene explicar en clase, el por
qué es importante pagar nuestros impuestos, si los alumnos
comprueban que "los que mejor viven" no lo hacen?

¿Cómo conceptualizamos los valores
morales?

Muy probablemente todos no estaremos de acuerdo en
definir las características y las jerarquías de los
valores, y esto es lo que le da importancia y riqueza a esta
cuestión crucial de nuestra existencia.

De acuerdo con la mayoría de los autores,
presentamos una serie de características propias del
valor:

Apetibilidad: los valores son atractivos para las
personas, a diferencia de, por ejemplo, las necesidades, que son
obligatorias.

Polaridad: todo valor tiene un antivalor.

Jerarquía: no todos los valores presentan la
misma validez (la concreción de este aspecto es el caballo
de batalla entre todos los estudiosos).

Sistema: no están desconectados entre ellos, sino
que forman parte de un conjunto de relaciones.

Referencia a un sujeto: El valor es siempre valor 'para
alguien'…; supone una referencia a un ser inteligente y
sensible que lo capta.

Carácter relacional sujeto-objeto: La
valoración no es mera espontaneidad subjetiva, sino que se
funda en las propiedades del objeto. No hay valor sin un
interés personal, ni hay interés sin unas
necesidades subjetivas que lo generen. Y se engendra cuando un
sujeto estima un objeto por encima de que pueda satisfacer unas
necesidades suyas. Si ese objeto no es conocido o apetecido, se
queda en un simple bien potencial, en un conjunto de meras
cualidades objetivas, pero sin valor. Para que haya valor ha de
haber una preferencia humana.

Otra clasificación, en sentido ascendente,
implica una categoría de valores probablemente aplicables
a la mayoría de las personas:

"agradable/desagradable" = "placer/dolor" de manera
instintiva

valores vitales de bienestar, relacionados
con  la utilidad;

valores espirituales, estéticos

valores de la vida social y política

valores del conocimiento orientados a
la verdad

valores éticos y religiosos, que se
articulan alrededor de la noción de
"persona"

  En cuanto a una lista de valores básicos
para la educación, éstos podrían
ser:

· Libertad

· Igualdad

· Justicia

· Paz

· Solidaridad

· Tolerancia

· Respeto por los demás

· Repensar la naturaleza

Bartolomé (1997), en un estudio
básicamente etnográfico dedicado a la escuela
multicultural, señala la importancia de los valores en las
acciones encaminadas a la construcción de un nuevo tejido
social. Una afirmación de este tipo implica situarse en
una postura relativista, pero igual se propone la
realización de unos valores básicos extensibles a
toda la comunidad:

· Igualdad de derechos

· Libertad

· Tolerancia

· Justicia

· Participación

· Derecho a la información

· Diálogo

· Estimación por la diversidad y la
diferencia.

Aún así, se admite la existencia de una
serie de valores más amplios, diferenciados para los
diversos grupos étnicos, que se puede resumir
así:

Vitales: referentes a la vida física, vivencias
cotidianas, deseo de diversión, de ilusión y
fantasía; también necesidades básicas,
naturaleza y bienestar personal.

De producción: relacionados con la actividad
laboral y la adquisición y posesión de bienes:
dinero, éxito, poder, etc.

Sociales: de inserción dentro de una
colectividad: mejora social, ayuda a los demás, compartir,
relaciones, fraternidad, cooperación.

Afectivos: amistad, familia, amor.

De desarrollo: relacionados con la madurez y la
realización personal y/o profesional: felicidad, familia,
realización en el trabajo, cualidades personales
valoradas.

No éticos: gusto por el conocimiento, curiosidad
intelectual.

Estéticos: referencia a la belleza; actividades
artísticas.

Éticos: lo percibido como correcto o incorrecto,
tanto para la humanidad (paz, justicia, ecología) como
para el individuo (bondad, honradez, etc.).

LAS CUATRO "E" DE LA EDUCACIÓN EN
VALORES

Existen cuatro maneras posibles de enseñar normas
éticas y destrezas vitales. Constituyen las cuatro "E" de
la educación de la conducta: ejemplo, exhortación,
expectativa y emulación.

De estas cuatro técnicas, probablemente la
enseñanza por el ejemplo resulte la más efectiva,
como sostenía el gran filósofo John Locke y como lo
han comprobado la investigación de laboratorio
contemporánea.

La exhortación -el enfoque que se basa en los
mensajes de "haz esto" y "no hagas aquello"- es
mucho menos productiva, puesto que estimula el tipo de respuesta
de "pintura fresca", cuando nos vemos tentados a mostrar
nuestra independencia al actuar de forma abiertamente contraria a
las instrucciones que recibimos. Los niños dejan caer su
caja de juguetes "sin querer" cuando se les pide que se
queden tranquilos, y los adultos se detienen a tocar la pintura
fresca cuando específicamente se les pide que eviten
hacerlo. Para provocar cambios en la conducta, la
exhortación normalmente requiere ser reforzada por el
ejemplo personal.

La expectativa es una manera más indirecta de
lograr esquemas de conducta deseados, que funciona mediante la
creación de profecías que se autorrealizan. Si
asignamos a los niños el atributo de ser excepcionalmente
pulcros o gentiles, se sienten inclinados a actuar de tal modo
para hacerse merecedores de estos elogios.

Del mismo modo, si elogiamos a nuestros futuros vecinos
por su gentileza, se sienten obligados a responder a esta
reputación y nos llevan a casa las bolsas del supermercado
o cortan el césped de nuestros jardines cuando nos vamos
de vacaciones.

Experimentos realizados por los psicólogos R.
Rosenthal y L. Jacobson, que han sido descriptos en su libro
"PYGMALION IN THE CLASSROOM", demuestran la efectividad
de esta artimaña. Tomaron al azar a algunos niños
de primer grado y les asignaron resultados falsos de tests
psicológicos. Estas falsas evaluaciones presentaban una
imagen exagerada de sus capacidades y sugirieron tanto a los
niños como a sus maestros que estaban destinados a obtener
importantes logros.

Aunque esta promesa no contaba con una base real, al
año siguiente los niños realmente superaron a sus
pares, lo que muestra que indudablemente nos comportamos a la
altura de las expectativas de los demás.

Los primeros educadores griegos probablemente usaran
esta técnica para modelar la conducta de sus alumnos,
aunque ponían mucho más énfasis en la cuarta
estratagema: la emulación. Todas las culturas han tenido
sus héroes. A los cristianos de la Edad Media se los
estimulaba a modelar su vida según la de los santos, a
quienes habían elegido como parangones de piedad y
devoción.

CÓMO MODELAR VALORESPor
más que uno se proponga, como tantos posmodernos declaran,
no intervenir en la vida de los hijos, en el mero hecho de estar
con ellos y de ser percibido ya se está interviniendo. El
hombre no nace, se hace. Se hace con aquello que sí nace,
esa textura genética que lo configura y que no es
más que materia prima. El hombre es la modelación
de sí mismo. Escultor y escultura. Miguel Ángel
esculpe piedras, mármoles. Pero la vida de Miguel
Ángel, en sí, es una obra que nunca termina de
modelarse. Eso somos. Porque somos entre otros. Nacemos y
ahí están los otros. Yo soy el otro de otro.
Inter-actuamos, inter-crecemos, inter-venimos.

Por más que uno se proponga, como tantos
posmodernos declaran con aire de grandeza redentora, no
intervenir en la vida de los hijos, en el mero hecho de estar
junto a ellos y de ser percibido ya se está interviniendo.
No es necesario siquiera que le hable, ya está influyendo
por medio de sus otros diálogos. Estamos, somos,
influimos, los unos sobre los otros.

Hay una bella página de William Faulkner, de su
libro "Absalón, Absalón" que describe esta
situación en una imagen memorable:

"Uno nace y ensaya un camino, sin saber por qué,
pero sigue esforzándose; lo que sucede es que nacemos
junto con muchísimas gentes, al mismo tiempo, todos
entremezclados; es como si uno quisiera mover los brazos y las
piernas por medio de hilos, y esos hilos se enredasen con otros
brazos y otras piernas… y es como si cuatro o cinco personas
quisieran tejer una alfombra en el mismo bastidor; cada uno
quiere bordar su propio dibujo."

Eso que "uno quisiera" se entrama y complica con los
hilos de las otras voluntades que se trenzan con la mía.
Nos influimos. El mito más falso y absurdo de este siglo
fue -y para muchos sigue siendo, en cuanto a vigencia-:
¡Que los chicos crezcan solos!

Una broma. Triste broma. La mínima verdad
enseña que se nace y se crece a la sombra de otros que
ahí están con nosotros, antes que nosotros.
Nuestros hijos, los actuales jóvenes advinieron, como
todas las generaciones, a un mundo que -para seguir con Faulkner-
es un amplio bastidor de valores y de modelos. Y cuando quisieron
ensayar el propio dibujo terminaron haciendo, por cierto, el
dibujo ajeno, el aprendido de padres, calle, televisión,
políticos, los otros, todos los otros.

La pregunta por tanto, para ir al grano, no es:
¿Viste cómo es la juventud actual? -con supina
admiración e inocencia-. Sino: ¿Viste lo que
hicimos, nosotros, todos los otros que somos nosotros, para que
la juventud actual sea como es?

¿QUÉ HACER?

La sociedad, la totalidad de los otros, así la
cinceló, y así salió. El tema no es para
llorar ni para fustigarse el pecho con gemibunda mea culpa. No.
El tema es preguntarse qué hacer para que los
jóvenes no sean como son. Valores. Palabra que nos inunda
por todos los resquicios de la realidad, cuando ésta
amenaza con vagos naufragios. Valores. Y se habla de
valores.

Y eso es lo primero que hay que dejar de hacer: hablar.
Tiempo es de modelar valores. Los valores existen sólo y
tan sólo en las acciones, y éstas no necesitan de
palabras. La Madre Teresa nunca, creo, dio lecciones de
axiología (ciencia de los valores). Dio, sí,
lecciones de vida. En cada uno de sus actos y en todas las horas
de su día.

A nadie se le pide que sea de la altura espiritual del
modelo citado. Pero sí se le pide que sepa que,
quiéralo o no, está modelando. En el doble sentido
del término: a) es un modelo de vida que se muestra a los
otros y, en particular y con especial influencia, a los
jóvenes; b) ese modelo -positivo o negativo- al influir,
está modelando, dando forma, a otras vidas. A los padres
suelo decirles:

-Todo programa de televisión que usted considere
inadecuado para sus hijos, ante todo deje de verlo usted.
Así de sencillo. Eso es un modelo. A nadie se le pide que
cruce los Andes a caballo. Los valores formadores del bien no
radican ni en la grandilocuencia ni en cúspides
inaccesibles. Aparecen en la vida cotidiana de cada
cual.

Su vida de esfuerzo, trabajo, constancia, disciplina, es
un modelo. Eso educa. Si sugiere que lo mismo da estudiar que no
estudiar, o que repetir el año no es nada trágico,
también educa, pero hacia el lado opuesto, el
negativo.

Y estacionar frente al cartel que lo prohíbe,
también educa. Si usted lee un libro, usted educa. Si
llora de dicha o de rabia porque Cienciano salió
campeón también educa.

Usted no lo sabía: usted siempre educa, siempre,
implacablemente siempre.

Hay que empezar por casa. Ejercitarse. Aerobismo de
valores. Por ejemplo, quedarse un fin de semana en casa y
demostrarse y mostrar que también en casa que uno puede
disfrutar del ocio, con los otros, sin recurrir a diversiones
envasadas.

Aspiremos, como decía Píndaro, "al campo
de lo posible". Y educar con ejemplos de valores positivos es
posible, y ahí el protagonista es usted, yo,
nosotros.

LA FAMILIA Y EDUCACIÓN EN
VALORES

LA FAMILIA

Definir a la familia como un criterio común
unificado resulta difícil ya que cada estudioso o
investigador tratará de definirla de acuerdo a su
orientación teórica científica, sin embargo
una definición más concreta la encontramos en el
Manual de Escuela de Padres de CEDRO, que define a la familia
como un tipo de organización en el que dos o más
personas viven juntas, relacionadas unas con otras, comparten
sentimientos, responsabilidades, información, costumbres,
valores, mitos y creencias. Cada miembro asume sus roles que
permitan el mantenimiento del equilibrio familiar.

Dentro de sus características de la familia
mencionamos a continuación las más
importantes:

  • a) En toda familia se dan cambios que se
    generan al interior (enfermedad de algún integrante) o
    fuera de ella (crisis en económica) estos cambios
    requieren de un proceso de adaptación de los
    integrantes de la familia para mantener la unidad de
    esta.

  • b) La familia no es una isla, sino que
    intercambia información, valores, creencias, con el
    medio ambiente (escuela, iglesia y sociedad en
    general).

  • c) En todas las familias existen periodos de
    crisis, que no deben ser vistas como algo negativo sino como
    un proceso que permitirá el aprendizaje y crecimiento
    de sus integrantes, dentro de este proceso existen periodos
    de crisis naturales siendo las siguientes:

  • Cuando la pareja inicia la convivencia.

  • Cuando nace el primer hijo.

  • Cuando el hijo (a) va a la escuela

  • Cuando el hijo (a) llega a la
    adolescencia

  • Cuando el hijo se separa

  • Cuando uno de los cónyuges se queda
    solo.

  • d) La familia se autogobierna mediante la
    aplicación de ciertas reglas.

  • e) La familia se constituye en una unidad
    basada fundamentalmente en lazos afectivos.

  • f) El cambio en uno de los integrantes afecta a
    toda la familia en general, tal es el caso de los
    consumidores de droga y alcohol.

FUNCIONES DE LA FAMILIA

Dentro de las funciones de la familia podemos mencionar
las siguientes:

  • Satisfacer las necesidades afectivas, físicas
    de educación y salud de todos sus
    integrantes.

  • Reforzar la autoestima de los miembros y
    proporcionar con una adecuada comunicación, que todos
    los integrantes se identifiquen y se sientan parte de la
    familia.

  • Conducir y orientar a los hijos para que sean
    capaces de participar adecuadamente en la sociedad. El hijo
    aprende el lenguaje, las normas socio-culturales, los
    valores, etc.

  • Reforzar las habilidades de sus integrantes para la
    toma de decisiones en independencia y
    autosuficiencia.

  • Organizar distribuyendo funciones, tareas y
    responsabilidades a cada uno de sus miembros y de acuerdo a
    su edad.

La Familia como célula de la sociedad posee una
significación positiva para esta por lo que constituye en
sí misma como un valor.

La Familia es el primer grupo de referencia para
cualquier ser humano y así lo ha sido siempre.

La influencia que tiene la familia en la
Educación integral del educando, juega un papel
extraordinariamente importante en la conformación del
universo de valores de esa conciencia en proceso de
desarrollo.

Los valores que se adquieren en las edades tempranas del
proceso evolutivo suelen quedar enraizados en la estructura de la
personalidad y aunque estos no significa que necesariamente se
constituyan como un factor determinante, si ejercen una fuerte
influencia en la construcción de la
personalidad.

Los padres de familia se esfuerzan por educar a sus
hijos lo mejor que pueden y por lograr para ello realizan todo lo
necesario, pero muchas veces sienten que sus esfuerzos" no
consiguen lo que pretenden".

En algún momento del desarrollo de la conciencia,
los hijos comiencen a cuestionarse los valores adquiridos en el
núcleo familiar. Estos cuestionamientos presentan dos
escenarios:

  • Transformarse en disparadores de reflexiones:
    Conducen a que los valores trasmitidos cobren un sentido y un
    significado personal, queden impresos en la conciencia y se
    traduzcan en actitudes y hechos concretos, libres,
    responsables y congruentes.

  • Convertirse en fuente de conflicto valoral: Que por
    lo general conlleva la renuncia parcial o total de los
    valores familiares y las manifestaciones de desacuerdos y
    discrepancias generacionales en el seno del ámbito
    familiar.

La familia y la escuela son sin lugar a dudas dos de las
Instituciones sociales más importantes para construir y
sostener la cultura.

BASES PARA UNA EDUCACIÓN EN
VALORES

Navarro Gil (1999) propone un perfil a obtener en el
educando a través de una formación de valores desde
la escuela:

LA PERSONA, UNIDAD DINAMICA Y AUTOESTIMA.- El hombre es
pues una unidad compleja e inseparable, el yo físico, yo
fisiológico, yo psicológico, yo intelectual y
moral, yo estético, yo social, son realizaciones de la
personas.

LIBERTAD-CREATIVIDAD.- La categoría de la
libertad y creatividad es dominante en la elaboración del
proyecto de sí mismo.

SER DE RELACION-HABILIDADES SOCIALES. La relación
YO-Tu no es añadido a una persona sino a una convivencia
para lograr los objetivos trazados.

LA RELACION AUTENTICA: RELACION SUJETO A SUJETO-
INTELIGENCIA EMOCIONAL. Tratar al otro como persona que es,
practicar el respeto, la responsabilidad y la solidaridad, en las
relaciones interpersonales, dejarle ser el mismo, pensar, opinar,
decidir.

PERSONA Y TOLERANCIA. La tolerancia es una actitud
importante para integrarse en una sociedad plural y el clima
necesario para un dialogo entre personas cultas, libres y
responsables.

HOMBRE NUEVO-SOCIEDAD NUEVA. Un hombre solidario,
cooperativo,

Critico, creador, sin violencia.

Las Instituciones educativas ya no deben cerrarse entre
sus murallas, admitiendo solo alumnos. En la búsqueda de
la calidad educativa hay necesidad de trabajar también con
los padres, para que afiancen las acciones escolares y faciliten
el logro de los objetivos propuestos. En esa medida, los
profesores tienen responsabilidades:

  • 1. Esforzarse en ser una persona amplia,
    sincera, y humana;

  • 2. Respetar la personalidad de cada
    quien;

  • 3. Establecer objetivos comunes;

  • 4. Considerar los sentimientos y aspiraciones
    de los demás;

  • 5. Comprender las necesidades
    humanas;

  • 6. Evitar amenazas, incertidumbres,
    inseguridades, malos tratos;

  • 7. Confiar en el grupo y en sí
    mismo;

  • 8. No tomar parte en la discusión cuando
    preside la reunión;

  • 9. Evitar críticas en
    público;

  • 10. Tratar de elogiar los aspectos positivos de
    cada cual delante del grupo;

  • 11. Dar ejemplos en vez de criticar;

  • 12. Ser cordial. Hablar y actuar con suavidad y
    dulzura;

  • 13. Ser amigable y servicial;

  • 14. Interesarse sinceramente por los
    demás;

  • 15. Ser modelo, guía, realista,
    acompañante, promotor;

  • 16. Ser empático.

Así mismo tiene que tener en cuenta superar otras
actitudes de efecto negativo:

  • 1. Ser teórico;

  • 2. Ser violento;

  • 3. Ser el todo poderoso;

  • 4. Decir que lo sabe todo.

Los Educadores (padres y maestros) debemos facilitar que
los educandos:

1.- Aprendan a conocer: Habrá que ser conscientes
que la gran curiosidad de nuestros educandos se va a manifestar
permanentemente y que será función de sus
educadores, tanto padres como maestros él no acallarla,
sino todo por el contrario.

2.- Aprender a hacer: Acompañar a los hijos y
alumnos a aprender a hacer implica una alto nivel de tolerancia
tanto de los educadores como del educando, quienes no deben
olvidar que nadie nace sabiendo, que todo se descubre y se
aprende a partir de la practica y la constancia.

3.- Aprender a ser: Aprender a ser es una de las tareas
más arduas de la especie humana. Llegar a ser uno mismo es
descubrir en nosotros ese deseo de ser como hemos visto que son
otros, como hemos experimentado sentir y vivir nosotros mismos.
Llegar a reconocer aquello que quiero ser y seguir siendo es muy
difícil ya que con frecuencia se opone a aquello que las
personas que nos rodean desean de nosotros.

4.- Aprender a convivir: Aprender a convivir es todo un
reto para cualquier ser humano pues eso implica aprender a
tolerar la diferencia que existe en cada ser humano y vivir con
ella.

VALORES Y DESARROLLO PERSONAL

El aprendizaje de los Valores y el Desarrollo personal
es un proceso lento y gradual, en el que influyen distintos
factores y agentes. Aunque los rasgos de personalidad, el
carácter de cada quien son decisivos, también
desempeñan un papel muy importante las experiencias
personales previas, el medio donde crecemos, las actitudes que
nos trasmiten otras personas significativas, la
información y las vivencias escolares, los medios masivos
de comunicación. Por lo expuesto anteriormente es que
existe una estrecha relación con el Desarrollo
Personal.

El Desarrollo Personal de si mismo implica un
autoconocimiento, autoestima, que conlleva a una vida de
bienestar personal, familiar laboral y social, cuyo fin es lograr
un camino de transformación y excelencia personal para ser
líderes del nuevo siglo.

El desarrollo personal es una experiencia de
interacción individual y grupal a través de la cual
los sujetos que participan en ellos, desarrollan u optimizan
habilidades y destrezas para la comunicación abierta y
directa, las relaciones interpersonales y la toma de decisiones,
permitiéndole conocer un poco más de sí
mismo y de sus compañeros de grupo.

Cada Persona está llamado a desarrollarse, desde
su nacimiento, ha sido dado a todos, como un germen, un conjunto
de aptitudes y cualidades para hacerlas fructíferas.
Dotado de inteligencia y de libertad, el hombre es responsable de
su desarrollo.

Ellis, autor de la Terapia racional emotiva, trata de
enseñar que las personas no reaccionan directamente frente
a un acontecimiento, sino al valor de la interpretación es
así que nos presenta las creencias irracionales que tiene
el ser humano que absolutamente es un obstáculo en el
Desarrollo personal. Estas creencias irracionales son las
siguientes:

  • 1. La idea que tiene una persona en la
    necesidad de ser querido y aprobado por todas las personas
    que le rodean.

  • 2. La idea de que la infelicidad humana
    responde a causas externas, mala suerte, porque ellas generan
    resignación y poco esfuerzo para controlar las
    situaciones adversas.

  • 3. La idea de evitar las dificultades es
    más fácil que afrontar responsabilidades y
    enfrentarlos.

  • 4. La idea de que nuestros antecedentes
    influencia del pasado son la única determinante de
    nuestra conducta y así será hasta el
    futuro.

  • 5. La idea de que siempre se tiene que sufrir
    por los problemas de los demás.

  • 6. La idea de que exista una salida a un
    problema.

  • 7. La idea de que debemos ser siempre perfectos
    en todos los aspectos de nuestra vida y que todos nuestros
    objetivos se cumplan para consolidarlo valioso.

  • 8. La idea de ser siempre dependientes de los
    demás y tener siempre alguien más fuerte a
    nuestro lado.

  • 9. La idea de que todas las situaciones
    amenazantes o desconocidas deben preocuparnos y causarnos
    ansiedad.

  • 10. La idea de que las personas malas,
    villanas, perversas deben ser castigadas.

Sin darse cuenta el ser humano ha convertido en una
costumbre lo siguiente:

  • 1. Errar es humano

  • 2. Él lo hace así………Ella lo
    hace así

  • 3. Que de malo tiene

  • 4. Yo soy así y quien me quiera que me
    acepte como soy

  • 5. Mi horario de trabajo es de 8.00 a 1.00
    pm

  • 6. Eso no es asunto mío, no me
    corresponde hacerlo

  • 7. Yo soy un hombre –extremo

  • 8. Yo soy mujer-extremo

  • 9. El, ellos, tienen la culpa

  • 10. No me dieron la oportunidad

  • 11. Que salga primero otro, yo no

  • 12. Este es mi lugar de trabajo

Para un adecuado Desarrollo personal se debe tener un
comportamiento de triunfador, que presenta las siguientes
características:

  • 1. Pregunta y escucha respuestas

  • 2. Discute oportunidades que se
    presentan

  • 3. Busca soluciones a los problemas que se
    presentan

  • 4. Aprende de sus errores

  • 5. Lleva estadísticas y
    controles

  • 6. Conoce sus habilidades y
    debilidades

  • 7. Tiene expectativas positivas

  • 8. Cree en su capacidad para controlar su
    porvenir.

  • 9. Siente entusiasmo ante los retos

  • 10. Desea firmemente cambiar y
    mejorar

  • 11. No reconoce la posibilidad del
    fracaso

  • 12. Posee autoconfianza.

Para un inadecuado Desarrollo personal se tiene
comportamiento del perdedor, que presenta las siguientes
características:

  • 1. Habla y no escucha.

  • 2. Se queja de obstáculos, se queja de
    todo lo que le rodea.

  • 3. No busca soluciones a los problemas que se
    presentan.

  • 4. No Aprende de sus errores.

  • 5. No lleva estadísticas y
    controles.

  • 6. No conoce sus habilidades y
    debilidades.

  • 7. No tiene expectativas positivas, tiene miedo
    a triunfar.

  • 8. Es conformista y acepta su
    porvenir.

  • 9. Huye de los retos.

  • 10. Se resiste a cambiar y mejorar.

  • 11. Piensas más en fracasos que en
    logros.

  • 12. Depende de otras personas.

Las actitudes más resaltantes de la mayor parte
de las personas que progresan, que poseen calidad humano en su
comportamiento diario, pueden ser alcanzadas por todos. Podemos y
debemos llegar a esta con fe en sí mismo y con esfuerzo.
Su práctica contribuye alimentar el sentido de
realización del hombre exigiendo a ser cada vez mas
virtuosa, para alcanzar el éxito se propones los
hábitos y valores siguientes:

ORDEN.- Es la disposición sistemática de
las cosas de modo que cada una ocupe el lugar que le
corresponda.

LIMPIEZA.- Aseo, pulcritud, es hacer las cosas bien, con
una expresión de autodisciplina y respeto a los
demás.

PUNTUALIDAD.- Implica el cuidado y exactitud de hacer
las cosas en su debido Tiempo. La puntualidad da prestigio
personal.

RESPONSABILIDAD.- Es la obligación moral de
evitar errores por consideración a uno mismo.

DESEOS DE SUPERACION.- Implica el potencial que todo ser
humano tiene por mejorar su situación personal. La
superación personal es constante.

HONRADEZ.- Implica proceder correctamente con honor y
que consecuentemente la persona no debe sentir
vergüenza.

RESPETO A LOS DERECHOS DE LOS DEMAS.- Implica el
reconocimiento de los demás, por la dignidad, deberes y
derechos de la persona.

RESPETO A LA LEY Y SUS REGLAMENTOS.- Implica acatar la
justicia y compartir el bien común.

AMOR AL TRABAJO.- Es la cualidad que dignifica al hombre
y lo hace ser útil a sí mismo y a los
demás.

AFAN POR EL AHORRO Y LA INVERSIÓN.- Implica que
debemos aumentar los esfuerzos e intereses como producto del
trabajo realizado que nos permita ganar ahorros e invertir
más.

ALGUNAS ESTRATEGIAS QUE PUEDEN AYUDAR A ADQUIRIR EL
PERFIL DEL PENSADOR CRÍTICO

CONÓCETE: Reflexiona frecuentemente sobre tu
persona, tus sentimientos, valores, formas de reaccionar ante
diversas situaciones, etc.

APRENDE A OBSERVAR TUS REACCIONES EMOCIONALES Y TU
CONDUCTA: Analiza tu comportamiento, sus causas y sus efectos.
Esta es una condición necesaria para iniciar todo proceso
de cambio personal.

ESTABLECE TUS OBJETIVOS Y PLANES DE VIDA Y DE CARRERA:
Este es el camino directo hacia la autonomía personal, no
esperes a que otros siempre decidan por ti.

ANALIZA LAS SITUACIONES DONDE LOGRAS CONSECUENCIAS
GRATIFICANTES DEBIDO A TU CONDUCTA: Seguramente encontraras que
son aquella donde hay congruencia entre dicha conducta y conjunto
de valores personales y sociales positivos. Fortalece dichos
comportamientos y propicia las situaciones que los
permiten.

CONVERTIETE EN UN ESPECTADOR O LECTOR CRÍTICO DE
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVA. Cuando leas o te
sientes ante una pantalla de televisión piensa siempre que
dicen en realidad los mensajes que se trasmiten, a quien o
quienes benefician que tú asimiles. Pregúntate
¿la información es veras o esta sesgada en
función de los intereses de alguien? ¿Realmente
necesito lo que anuncian, me traerá los beneficios que
ahí prometen? ¿En la vida real las situaciones y
las personas son como las que aquí pintan?

APRENDA A ESCUCHAR Y A OBSERVAR A LOS DEMÁS: Las
personas con quienes interactúas cotidianamente te
están dando información acerca de ti mismo y a la
vez te ofrecen modelos de conducta positivos y
negativos.

TRATA DE IDENTIFICAR LOS ARGUMENTOS QUE SUBYACEN EN LA
INFORMACIÓN QUE RECIBE: No solamente la persona no debe
quedarse en recibir información sino de transmitir lo
aprendido a otras personas.

RECONOCE HONESTAMENTE TANTO SUS SENTIMIENTOS POSITIVOS
COMO LOS NEGATIVOS: El reconocer nuestros sentimientos implica
sentirnos bien con nosotros mismos.

CUIDAR LA PRESENCIA FÍSICA, EL ASEO PERSONAL Y LA
VESTIMENTA: El vernos bien ante los demás no da confianza
para el desarrollo personal.

LAS PERSONAS CON CLARIDAD DE VALORES SE CARACTERIZAN
POR:

Saber bien cuál es su relación con la
sociedad en que viven.

Enfrentarse a la vida con un propio propósito
definido y en forma consistente.

Saber lo que desean y como lograrlo.

Hablar de las personas y sucesos con entusiasmo y
claridad.

Tener inquietudes para transformar y mejorar.

Enfrentar los hechos desagradables en forma
constructiva, manejo adecuado y superación del
conflicto.

Ser entusiastas, positivos y tenaces. Evidencia
buena.

LAS PERSONAS CON CONFUSIÓN DE VALORES SE
CARACTERIZAN POR:

No percibir con claridad su relación con el
entorno social.

Tener contradicciones y ser inseguros respecto a si
mismo y a sus propias metas.

Desarrollar alguno de los siguientes patrones de
conducta:

Apáticos : Se muestran distraídos e
indiferentes.

Volubles : Cambian de interés
constantemente.

Vacilantes : Inciertos e indecisos ante las diferentes
alternativas.

Inconsistentes : Tiene actitudes contradictoria de un
momento a otro del Proceso.

Vagabundos : Carecen de planeación, objetivos y
entusiasmo de cara al Sentido de su propia
vida.

Conformistas : Se dejan llevar por otras personas o por
el punto de vista que creen predominante dentro del
grupo familiar, escolar, social en que
viven.

Rebeldes : Exageradamente separatista, se oponen de todo
en forma irracional y permanente mostrando
conductas inadecuadas.

Actores : Representan una personalidad que no es la
propia, asumiendo estilos tomados de otros, con
poca autenticidad ante los demás.

PRINCIPALES VALORES QUE DEBEN PRACTICAR LOS
PROFESORES Y EDUCANDOS

  • a) El RESPETO.- Es la base fundamental para la
    convivencia sana y pacífica entre los miembros de una
    sociedad. Para practicarlo es importante tener una clara
    noción de los derechos fundamentales de la persona,
    para ser respetuosos tratemos a los demás con las
    mismas consideraciones que nos gustaría ser
    tratados.

  • b) LA RESPONSABILIDAD.- Es la conciencia acerca
    de las consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos
    de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás. La
    responsabilidad garantiza el cumplimiento de los compromisos
    adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las
    personas.

  • c) LA PRUDENCIA.- Una persona prudente se
    caracteriza por su cautela al actuar, lo cual es el resultado
    del alto valor que le da su propia vida a la de los
    demás y en general a todas las cosas que considera
    necesario proteger. Ser prudentes significa ser
    precavidos.

  • d) LA PUNTUALIDAD.- Es una norma básica
    de educación. Consiste sencillamente en respetar los
    acuerdos de tiempo que establecemos con otras
    personas.

  • e) LA LIBERTAD.- Es la posibilidad que tenemos
    de decidir por nosotros mismos, como actuar en las diferentes
    situaciones que se nos presentan en la vida. El que es libre
    elige entre las determinadas opciones la o las que parecen
    mejores o más convenientes.

  • f) LA SOLIDARIDAD.- Cuando dos o más
    personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin
    común hablamos de solidaridad. Es un valor de gran
    trascendencia para el género humano.

  • g) LA HUMILDAD.- Es la conciencia que tenemos
    acerca de lo que somos de nuestras fortalezas y debilidades
    como seres humanos y que nos impiden por lo tanto creernos
    superiores a los demás.

  • h) LA PERSEVERANCIA.- Es el aliento a la fuerza
    interior que nos permite llevar a buen término las
    acciones que emprendemos los que son perseverantes, tienen
    una alta motivación y profundo sentido de compromiso
    que les impiden abandonar las tareas que comienzan y los
    animan a trabajar hasta el final.

  • i) LA TOLERANCIA.- Se manifiesta cuando
    aceptamos y respetamos la forma de pensar de los
    demás, aun cuando no estemos de acuerdo con
    ellos.

  • j) LA PAZ.- Es el fruto de la sana convivencia
    entre los seres humanos, para hacerla posible es necesario un
    ordenamiento social justo, en el que todos los ciudadanos
    tengan las mismas oportunidades de desarrollarse como
    personas y en el que les sean respetados sus derechos
    fundamentales.

Así mismo podemos mencionar la honestidad,
armonía, la disciplina, la sencillez, el criticismo, la
laboriosidad, entre otros.

LA MORAL

Etimológicamente moral, viene de mores, voz
latina que significa costumbres y sabemos que existen muchas
costumbres buenas denominadas virtudes y costumbres malas, como
los vicios. ¿Cuál de estas costumbres son las
más necesarias para vivir en sociedad? Indudablemente son
las primeras. El fin moral es el beneficio de sí mismo, es
decir el amor del hombre a su propio ser, situación
ésta que favorece al colectivo o colectividad.

La moral se relaciona con el concepto de lo bueno y lo
malo de lo que uno debe o no debe hacer. Ese concepto está
muy ligado a las costumbres lo que permite deducir que la moral
no es una permanente, sino muchas veces variable, dado que la
costumbre es cambiante, la moral también lo es. La moral
que se identifica también con el obrar bien, ha sido
interpretada a la luz de las diferentes escuelas
filosóficas (positivismo, idealismo, materialismo
dialéctico, entre otros) lo cual ha conducido a la
pluralidad de conceptos, difícil de conciliar algunos,
siendo así ¿Quién dicta las leyes de la
moral?, ¿Quién determina lo que es bueno y
malo?

Cuando se afirma que la moral se identifica con el obrar
bien, surge la pregunta ¿Y qué es obrar bien? Cuya
respuesta no es fácil de dar y si se da es probable que no
sea aceptada por todos. En conclusión lo bueno y lo malo
siempre han dividido a la humanidad.

Es así que el objetivo fundamental de la
educación consiste en la formación de la conciencia
moral del hombre, para que este influya en los valores
éticos fundamentales, tales como:

  • El amor a la verdad;

  • El apego a la lealtad;

  • La dedicación y la responsabilidad al
    trabajo;

  • El interés a la justicia y al bien
    común.

La versión hacia la venganza, el odio, la
hipocresía, la avaricia, el egoísmo y la
cobardía, son los antivalores que no se deben practicar en
el sistema educativo.

La Educación ha de procurar conducir a los
jóvenes hacia la reflexión científica sobre
los grandes problemas y misterios de las cosas, de la vida, a fin
de proporcionar vivencias más profundas. Esto
llevaría hacia una formación de una cultura general
que lleve a la comprensión de nuestra cultura nacional,
así como también a la comprensión de otras
culturas distintas a la nuestra.

LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE
LA PERSPECTIVA DE LOS DERECHOS HUMANOS

PRESENTACIÓN

Cuando nos planteamos nuestra tarea educativa hoy, desde
escuelas, liceos, centros de enseñanza técnica o de
formación docente, en fin, cualquier centro educativo, la
constatación insoslayable es que en estos tiempos no se
puede encarar la enseñanza y el aprendizaje como
años antes. La percepción de los cambios sociales,
ambientales, culturales, económicos, permea constantemente
la cotidianidad de los educadores y remueve los cimientos mismos
de la educación tradicional.

Hay cambios, y la educación debe cambiar: hasta
aquí diríamos que hay un consenso absoluto. Sin
embargo se sucede una pregunta: ¿en qué y
cómo debe cambiar la educación? Hay propuestas
tendientes a mejorar la calidad, la eficiencia, la cobertura, la
equidad, la capacitación laboral.

Si respondiéramos ligeramente, podríamos
decir esto sí, esto no. No es el caso, aunque a veces nos
tentamos a creer que tenemos la solución justa. Para
empezar habría que reubicar la pregunta inicial, quiero
decir, situarla. En qué y cómo cambiar la
educación, debe responder también a un
dónde, para qué y para quién. Con esto
queremos trasmitir que el problema es bien complejo.

Reconociendo esta complejidad, queremos sí
abordar en este módulo, uno de los aspectos que hoy por
hoy nos parecen ineludibles a la hora de repensar la
educación, y es lo concerniente a la educación en
valores.

Esta preocupación por la dimensión
valórica, nos abre a dos primeras interrogantes o
reflexiones al respecto. La primera es si la escuela puede educar
en valores, es decir, si tiene la capacidad de hacerlo, el poder
para ello. Pensando en que la mayoría de los educandos de
nuestro país está mayor tiempo fuera del sistema
educativo, que dentro de él, recibiendo otros
estímulos.

La segunda tiene que ver con la competencia: ¿le
compete a la escuela asumir esta función?,
¿qué legitimidad tiene? Un empresario decía,
que el docente tendría que ser como un guía
turístico, «mostrar» solamente.
Sostenía que lo que es bueno o es malo o cuál es el
mejor estilo de vida, lo debe dejar para la familia: «a mis
hijos los quiero educar yo, con mis valores, no que se los digan
en la escuela».

El planteo de este señor responde al paradigma
cientificista, del que todos somos herederos. Según este
paradigma, «lo que se presente en un momento dado como
opinable, no debe penetrar en la escuela; los contenidos que en
ella deben transitar son únicamente los
científicos; aquellos que sean independientes de la
adscripción ideológica, política o religiosa
del agente. Todo lo discutible -o lo que está en
discusión- no debiera pues tener su lugar en la
institución escolar»

¿Puede la escuela educar en
valores?

No sólo puede, sino que siempre lo hizo de hecho.
Hoy es que aparece el tema en el tapete, explícitamente, y
como tema a problematizar. Aun sin proponérselo, antes
también cumplió ese papel.

En nuestro país, como en casi toda América
Latina, la tradición del laicismo y el positivismo
está muy arraigada. Ambas vertientes contribuyeron a crear
la ilusión de la neutralidad en la ciencia y en la
educación. Esto nos ha llevado a un pensamiento lineal y
reduccionista, que elude el conflicto y las contradicciones, pero
que fuimos incorporando inconscientemente a través del
currículum oculto, como la verdad; tanto es así que
casi nadie se atrevía a cuestionar lo que se decía
en la escuela. Implícitamente se nos ha trasmitido, por
ejemplo, una confianza absoluta en la ciencia como fuente de la
verdad y una cierta sospecha hacia otras formas de conocimiento
(y esto ya constituye una valoración aunque se lo vista de
neutralidad).

¿Por qué le toca hoy a la
escuela?

«…al inicio del tercer milenio estamos
visualizando que, en cualquier caso, la acción educativa
de la escuela (en sentido amplio) se juega en este nivel (el de
la formación moral)». Por supuesto que no es una
tarea exclusiva de la educación formal, sino que es
compartida por todos los agentes de socialización; pero no
es menos cierto que los educadores debemos atender este aspecto,
problematizarlo y tener la capacidad de hacer propuestas al
respecto.

Si hoy se atribuye con más énfasis esta
función a la escuela, es también porque otros
agentes de socialización, como por ejemplo las familias,
han renunciado en parte (ya sea por opción o por
necesidad) a cumplirla como en otros tiempos. Por otra parte,
otrora la escuela cumplía una función de
información además de formación. Hoy
día la información abunda y llega más
fácilmente a casi todos los rincones del mundo. Por tanto,
la función de la escuela debe volcarse más al
desarrollo de las habilidades y competencias comunicativas para
procesar la información y a la formación de la
conciencia crítica, más que a la transmisión
de información.

¿En qué valores educar?

En la charla en la mesa de un bar, en los debates en un
seminario o la conversación en la sala de profesores, hay
una constante respecto a la percepción de los tiempos que
corren: el cambio y la sensación de incertidumbre. Estamos
viviendo cambios y cambios acelerados, a nivel
tecnológico, económico, educativo, ambiental, en
las relaciones laborales y especialmente en los vínculos
sociales y personales.

Es así que los derechos humanos resurgen una y
otra vez como un horizonte ético. Se están
cumpliendo 50 años desde que se firmó la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Primera vez
en la historia que la humanidad se planteó la
temática en forma global. A partir de allí se ha
ido ampliando la esfera de los derechos humanos, de manera que
hoy no sólo refieren a valores tales como la libertad, la
justicia, la solidaridad, sino también al derecho a la
comunicación, al desarrollo en un ambiente sano y el
respeto a la diversidad, entre otros.

¿Enseñar valores o la capacidad de
valorar?

Los valores que nos proponen los derechos humanos, gozan
de un apoyo masivo. Sin embargo ellos tienen concreciones
diferentes entre la pluralidad de culturas. Es por ello que
además de promover dichos valores, la educación
debe promover también la capacidad de valorar, es decir,
la capacidad de discernir éticamente en cada caso
cuáles son las actitudes correctas que debe adoptar cada
persona. Tomando las palabras de María del Huerto Nari
«los sentimientos son nuestra instalación
básica en la realidad y son ellos los que nos incitan a la
acción. En este sentido cada cultura se define por el
sistema de sentimientos que protege, valora, trasmite, aprueba o
desaprueba.»

La educación en valores debe tener en cuenta
tanto la sensibilidad, entendida como la capacidad de responder
empáticamente al medio social y cultural, como la
racionalidad, en tanto capacidad de descentramiento y de
mediatizar los impulsos, tomando en cuenta a los demás.
Esto no se adquiere «aprendiendo sobre», sino
mediante experiencias socializantes que afectan la esencia misma
de la personalidad y requiere por lo tanto en una
atmósfera educativa que lo promueva.

Coincidimos en que «una propuesta de
educación en valores no consiste únicamente en
proponer qué valores queremos enseñar; consiste
fundamentalmente en proponer qué condiciones debe reunir
la institución educativa, escuela, colegio o instituto,
para que sea un lugar óptimo en el que la infancia, la
adolescencia o la juventud que en ella aprenden puedan
desarrollar todas las dimensiones humanas que les permitan
apreciar, valorar estimar, aceptar y construir
valores.»

Estrategias Educativas para trabajar en
Valores

La Educación Secundaria debe orientarse, entre
otras finalidades, a la formación del carácter en
términos de actitudes y valores, preparar a los alumnos y
alumnas para insertarse, adaptarse y contribuir a los cambios
significativos e importantes en la sociedad. Uno de los Objetivos
Fundamentales, propuestos por la Educación Peruana hace
referencia a las finalidades generales de la educación, a
los conocimientos, habilidades, actitudes, valores y
comportamientos que se espera que los estudiantes desarrollen en
el plano personal, intelectual, moral y social. Para cumplir el
objetivo es necesario formar formadores en educación en
valores, es decir, preparar a los docentes con recursos
necesarios para atender el desarrollo moral de los
educandos.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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