- Introducción
- Aceptación
- Los
valores - Influencia y cambio de
actitudes - Madurez humana
- Conclusión
- Bibliografía
I.-
INTRODUCCIÓN
El hombre actual es un ser social, pues para satisfacer
sus necesidades se relaciona con otros seres humanos, teniendo la
oportunidad a la vez de satisfacer las necesidades de ellos. Las
capacidades que poseemos de desenvolvernos y darnos a conocer con
otros individuos dentro de una sociedad se llaman relaciones
interpersonales y deben ser desarrolladas de manera que faciliten
nuestra convivencia con las personas que forman nuestro entorno
familiar y laboral, tomando en cuenta que en el nivel en que sea
buena o mala la relación que tengamos con otras personas
se nos hace fácil o difícil vivir en
armonía, las buenas relaciones interpersonales se logran
través de una buena comunicación y así
también dependen de la madurez humana que
poseamos.
Para poder mejorar las relaciones
interpersonales en nuestra sociedad, debemos conocer que la base
de las relaciones interpersonales se encuentra en la
aceptación.
II.-
ACEPTACIÓN.
El concepto de aceptación
está compuesto de tres partes
Aceptación de sí mismo
Aceptación de los demás Aceptación por los
demás
De estos tres tipos de aceptación, nacen los
objetivos primordiales de las relaciones interpersonales, que son
procurar mejorar la convivencia, promover la eficacia y facilitar
la comunicación interpersonal, buscar armonía
individual y social, eliminando las causas de las fricciones,
buscar en todo momento el bienestar individual y proyectarlo al
nivel del bien social, aceptar las limitaciones humanas como algo
natural y saber que está influido por las diferencias
individuales.
Resumiendo todo esto podemos decir que el resultado de
una conducta social acertada no es la ausencia de conflictos sino
la minimización de consecuencias desfavorables.
El ser humano necesita vivir en sociedad, y allí
su requerimiento máximo es el de disfrutar de relaciones
interpersonales armónicas. Todo el mundo sabe muy bien de
lo satisfactorio y placentero que es el disfrutar de buenas
relaciones interpersonales y de la infelicidad que significa el
no tenerlas.
El tan inquietante y comentado " estrés"
(tensión) en los seres humanos es prácticamente
siempre producto de experiencias de relaciones interpersonales
insatisfactorias o existe el riesgo de que así
ocurra.
Al existir malas relaciones interpersonales
podría implicar una amenaza claramente comprobada de
problemas de salud tanto mental como orgánica.
No es necesario ser un experto para saber cómo
afectan a las personas los conflictos conyugales, las
problemáticas familiares (relaciones padres-hijos,
relaciones entre hermanos, crisis de adolescencia, etc.) o las
relaciones interpersonales insatisfactorias en el
trabajo.
Las llamadas enfermedades psicosomáticas (colon
irritable, asma, alergias, hipertensión, etc.) son
consecuencias directas de la tensión. También, que
la tensión acelera la arteriosclerosis, que afecta las
funciones sexuales al alterar el balance de las hormonas
respectivas, y así sucesivamente. También hay
consenso entre los especialistas que el cáncer tiene como
factor destacado a la tensión.
Y por su parte los trastornos mentales funcionales
(neurosis, inhibiciones, psicosis funcionales) dependen
esencialmente de las problemáticas en relaciones
interpersonales. Incluso, el fracaso en los estudios, descartando
el factor capacidad intelectual, deriva en la mayoría de
los casos de relaciones interpersonales perturbadas del
estudiante con sus familiares o con sus profesores.
En concreto, para tener una vida feliz es requisito
indispensable el gozar de buenas relaciones humanas.
Por otra parte la eficiencia y productividad en empresas
e instituciones diversas (clubes deportivos, instituciones
vecinales, etc.) tienen como factor de primera importancia la
constitución de equipos de trabajo que tengan buenas
relaciones interpersonales. Porque en ambientes conflictivos y
con discordias en que predominan los antagonismos, resentimientos
y desconfianza sucede precisamente lo contrario. Lo que impulsa
cada vez más a ejecutivos y directivos tanto a aplicarse
en propia capacitación en relaciones interpersonales, como
a la puesta en práctica de programas destinados a mejorar
el respectivo clima organizacional.
El ser humano busca de una u otra forma a otros humanos
para que nos den " seguridad por respaldo social". La que
obtenemos en las relaciones interpersonales y en la pertenencia a
grupos.
En los grupos este requerimiento básico del ser
humano lleva prácticamente a todos los fenómenos
sociales. Cada cual acepta el orden social por su necesidad de
pertenecer e incluso participa en el control social buscando la
integridad del grupo, presionando a los otros a adecuarse a
él. Cuando el grupo da satisfacción a la
mayoría de sus miembros a este requerimiento de respaldo
social existe el espíritu de cuerpo. Por él todos
no sólo tratan de mantener al grupo íntegro,
evitando su desintegración, además se preocupan de
la suerte de todos sus integrantes. Es así que el bien
común rige la acción de todos los miembros del
grupo, lo que asegura un sólido orden social.
Además, cada cual se preocupa por el proceso de
socialización que es hacer que los recién
ingresados al grupo se adecuen al orden social existente. A mayor
espíritu de cuerpo hay mayor coincidencia en las
representaciones que corresponden a ese orden social.
Para que exista orden social debe de haber normas que
den las pautas de conductas que rijan las actividades de los
grupos.
Además de darles seguridad a sus miembros porque
todo está conformándose en patrones estables y se
puede confiar en que los otros actuarán de maneras
determinadas, cada uno conforma su accionar a esas pautas de
conducta.
El orden social no es un fin en sí mismo. Es
sólo un medio para alcanzar los objetivos del
grupo-sociedad. Estos objetivos son muy específicos y
también, generales.
LOS
VALORES.
Los valores son medios para objetivos
específicos. Así, por ejemplo, el valor de la
fidelidad conyugal que está presente en la mayoría
de las culturas tiende obviamente a prevenir la existencia de
conflictos. Es decir, está al servicio de la
armonía interna del grupo que es un objetivo
específico.
El control social está constituido por conjuntos
de normas y los valores. El cumplimiento de las normas se obtiene
a través de sanciones claramente estipuladas y bien
conocidas por los individuos. Debido a que las normas se dan en
torno a situaciones específicas como son las instituciones
o costumbres, son atingentes en su mayoría a sectores
particulares del grupo- sociedad. Aunque hay conjuntos de normas
que corresponden a la situación de pertenencia y por lo
mismo son generales para todos los individuos que integran la
sociedad.
Si el valor social personal es bajo, todos trataran de
actuar conforme a los valores de su grupo.
Este valor social personal se presenta en tres tipos
distintos:
Evaluación social personal, que dan
los grupos primarios (la familia, los amigos, etc.). Status que
se obtiene en la sociedad o en grupos secundarios
Prestigio que se logra en base a rendimientos
circunstanciales y por lo mismo tiene una duración
determinada, como sucede con artistas, deportistas y otros que
cumplen con determinados valores del momento en la respectiva
sociedad.
A diferencia de lo que ocurre con los valores, las
normas son controladas por la sociedad a través de
sanciones que normalmente están claramente determinadas.
Con el paso del tiempo, las normas tienden a integrarse en
códigos escritos que constituyen la estructura de la
justicia en cada sociedad.
La armonía y paz indispensable en un grupo humano
o en una sociedad depende esencialmente de que los individuos
consideren no sólo a los que están cercanos o
ligados a él por distintos lazos, sino que a todo universo
que compone esa sociedad o grupo en cuanto a sus intereses y
requerimientos. El bien común es su resultado. De otra
forma surgen las tensiones y los conflictos que llevan a luchas
abiertas con todas las consecuencias negativas
conocidas.
Deriva de todo lo anterior el marco en que forzosamente
habrá de desenvolverse la vida social para todo individuo
y en consecuencia, lo que hará de ella algo satisfactorio
o perjudicial
III.- INFLUENCIA
Y CAMBIO DE ACTITUDES.
El ser humano es un ser racional y por lo tanto no todas
las personas se comportan del mismo modo ya que lo que diferencia
a una persona de la otra es su forma de expresarse y comportarse
con los demás individuos que lo rodean. Por lo mismo
tenemos que aclarar que en la vida de todo ser humano existen
muchas conductas que el mismo se forma o le forman cuando es
todavía un niño y que a través de los
años estas conductas van creciendo y
desarrollándose a través de su vida
afectándole para bien o para mal, afectando todo esto de
alguna manera en la personalidad y comportamiento de la persona.
Para muestra, podemos hablar de dos conductas de todo ser humano
que le pueden llegar a afectar de una manera positiva o negativa
en su vida, según sea esta la que el individuo domine
más.
Conducta pasiva:
Son socialmente pasivas las personas que transgreden sus
propios derechos al no ser capaces de expresar sentimientos y
opiniones o hacerlo con falta de confianza, de modo que los
demás pueden no hacerle caso. Esta actitud muestra falta
de respeto hacia las propias necesidades. Su objetivo es evitar
conflictos a toda costa.
Quien es objeto de esta conducta tiene que adivinar
constantemente lo que realmente está diciendo la otra
persona, lo cual puede generar frustración e incluso ira
hacia la persona pasiva.
Conducta agresiva:
Esta conducta se da cuando se defienden los derechos
personales de manera inapropiada e impositiva.
La conducta agresiva puede expresarse de manera directa
o indirecta.
La agresión verbal directa incluye ofensas
verbales, insultos, amenazas y comentarios
humillantes.
El componente no verbal incluye gestos hostiles o
amenazantes, como puños apretados, miradas intensas y
ataques físicos. La agresión verbal indirecta se da
con comentarios sarcásticos y murmuraciones.
Las víctimas de personas agresivas acaban por
sentir resentimiento y evitarlas.
IV.- MADUREZ
HUMANA
La persona madura ha desarrollado ciertas actitudes en
relación consigo misma y con su medio ambiente que le
permiten elevarse sobre las "niñerías" de
pensamientos y conducta.
La persona que ha alcanzado madurez humana, acepta las
criticas con agradecimiento, pues sinceramente se alegra que le
den esas oportunidades, de mejorarse, no se compadece a sí
mismo, ha comenzado a sentir como las leyes de
compensación trabajan en todos los aspectos de la vida, no
espera recibir consideraciones especiales de ninguna
persona.
Controla su mal genio, se enfrenta a las emergencias con
serenidad, no siente lastimada su vanidad fácilmente,
acepta la responsabilidad de sus propios actos sin intentar
presentar excusas, ha dejado atrás la etapa de "todo o
nada", reconoce que ninguna persona o situación es "ni
completamente buena ni completamente mala".
No se impacienta con los atrasos razonables. Ha
aprendido que él no es el árbitro del universo y
que con frecuencia debe acomodarse a la conveniencia de otras
personas y a sus particulares, sabe perder, puede aceptar la
derrota y la decepción sin lamentaciones ni quejas, no se
exagera por aquellas cosas que no tienen remedio, no se
acostumbra a aparentar más de lo que es, ni es
jactancioso.
Se alegra sinceramente del éxito y buena fortuna
de que gozan otras personas. Ha superado la etapa de la envidia y
los celos, tiene una actitud mental y receptiva y amplia que le
permite escuchar con respeto e interés las opiniones de
otras personas, no está continuamente buscando errores y
defectos en los demás.
Planea las cosas importantes por adelantado en vez de
confiarlas a la inspiración del momento, tiene fe en la
existencia de un poder superior. Se siente parte integral de la
humanidad en general, y quiere hacer la contribución que
le corresponda a todos los grupos de los cuales forma
parte.
Obedece los dictados esenciales de la
"Regla de Oro" en sus diversas manifestaciones: Amaras a
tu prójimo como a ti mismo.
V.-
CONCLUSIÓN
El ser humano para poder cubrir su necesidad de animal
social satisfactoriamente debe constituir parte de una sociedad
por la cual espera ser aceptado y que él aceptara tal como
es o se adaptara a ella por medio de normas dictadas por la
estructura de la misma sociedad.
Las relaciones interpersonales o humanas llevan consigo
la formación de una sociedad y con esta la creación
de grupos normas y valores que son parte de códigos
conductuales indispensables para la convivencia en armonía
de sus miembros y derivado de las características de cada
grupo social se definirá el comportamiento bueno o malo de
cada individuo de esta.
Una optima relación personal laboral es alcanzada
cuando existe la capacidad de exponer puntos de vista propios,
defender nuestros derechos y expresar deseos sin menos preciar
los de los demás, lo que se logra a través de una
auto estima apropiada, tomando en cuenta el ambiente en el que
nos desarrollamos teniendo una justa idea de lo que son los
demás individuos con los que interactuamos.
El grado de facilidad que posee una persona para
relacionarse dentro de una sociedad depende básicamente de
la personalidad que dicha persona tiene, la cual se va
desarrollando a través de las vivencias en cada individuo,
de aquí se define que las características de una
persona con la que es difícil relacionarse puede ser la
enfocada a una conducta pasiva o una conducta
agresiva.
La comunicación es el arte de transmitir o
percibir un conocimiento o mensaje a través de un medio la
comunicación puede ser buena o mala dependiendo del
ambiente en el que se realice, el transmisor y el receptor. La
buena comunicación es la base fundamental para las
relaciones interpersonales.
La comunicación eficaz consiste no
únicamente en el intercambio de palabras con una o varias
personas sino además es una serie de elementos que
influirán positiva o negativamente, como lo son las
reacciones visuales, la postura, los movimientos, gestos y
expresiones de la cara, la voz , el lenguaje, originalidad y
sobre todo la seguridad que da el conocimiento que tenga el
individuo acerca del tema que se está
discutiendo.
La madurez que caracteriza un individuo no es
determinada directamente por la edad o status de dicho individuo
sino más bien por el ambiente en el que se ha desarrollado
como persona y las experiencias que se han tenido las cuales
influyen en el carácter y son evaluadas día a
día con varios parámetros que son controlados ante
distintas situaciones, como lo son el grado de responsabilidad,
las reacciones mentales, las decisiones que toma etc.
Podemos cultivar las buenas relaciones interpersonales
con las demás personas teniendo con ellos una
comunicación efectiva y practicando con ellos la
interactuación además de tomar cuenta que cada
persona es diferente a otra y dependiendo de las
características de cada una se definirá una
conducta buena o mala de nosotros hacia ellos, las relaciones se
van mejorando conforme se va conociendo al individuo,
dándole un trato prudente y respetuoso.
VI.-
BIBLIOGRAFÍA
El Poder de las Relaciones
Humanas:
Joan B. Wallace, Ed. Exi, 1ra
edición 2005
Doce Pasos y Doce Tradiciones
Alcohólicos
Anónimos
Autor:
Lic. Jorge Argoud
Martínez
Posgrado Maestría en
Criminología
Trimestre Septiembre-Noviembre,
2010
MATERIA: SEMINARIO DE COMPORTAMIENTO SOCIAL
PROFESOR: DRA. ELVIA MORENO BERRY