Integrantes: (Grupo #3) Castillo Dayana Zane Mario Bellorin,
Angel Pages, Mariana Almario, Sarahi ¿Por qué los
ricos son más ricos en los países pobres?
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL POLITÉCNICA “ ANTONIO JOSE DE SUCRE
“ VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ DEPARTAMENTO DE
INGENIERÍA INDUSTRIAL INGENIERÍA FINANCIERA U N E X
P O Tutor Académico: Ing. Iván Turmero MSc. PUERTO
ORDAZ, JULIO 2011
Globalización económica SubEs un término que
va de la mano de la palabra integración, de países,
regiones, mercados, economías, costumbres, culturas, etc.
Se trata de un proceso que se observa a nivel mundial. Hoy en
día, este proceso está acompañado
también de disposiciones de orden político y
cultural que conforman en el escenario mundial, una nueva
definición de los papeles que cumplen los gobiernos,
Estados, empresas, organizaciones no gubernamentales Se ha
adueñado de los grandes foros de discusión, de
muchas calles y plazas de las ciudades donde se reúnen,
periódicamente, los responsables financieros del orden
mundial. En realidad, dichas manifestaciones pueden ser frutos
amargos del desengaño que han provocado, en el Primer
Mundo, los partidos políticos, probablemente cada vez
más anquilosados y burocratizados.
Globalización económica La eficiencia
económica (la eficacia al menor coste) se legitiman muchos
atentados que potencian la explotación humana y, sobre
todo, la infantil. Se fomenta la explotación comercial y
se explotan hasta su agotamiento ciertos recursos naturales,
poniendo en peligro la sostenibilidad del planeta (las naciones
más contaminantes son precisamente las más reacias
a limitar sus emisiones tóxicas y también las
más convencidas defensoras de la globalización
económica). La globalización ha dado forma a una
nueva era en la interacción entre naciones,
economías y pueblos. Pero también ha fragmentado
los procesos productivos, los mercados de trabajo, las entidades
políticas y las sociedades"
Homogeneización normativa y estatuto empresarial En las
sociedades más industrializadas y avanzadas del mundo
occidental, estas dudas se resolvieron con la implantación
del modelo denominado del “Estado del Bienestar”. A
nivel supranacional, no se dispone de ningún contrapeso
político y normativo que vigile este proceso de
globalización y corrija, de un modo justo y equitativo,
los peligrosos abusos que puedan derivarse del mismo. Una de las
mejores cosas que le pueden suceder a un país
subdesarrollado es el poder acceder a los mercados
proteccionistas de los países más industrializados.
Pero esta liberalización debe acarrear, paralelamente, una
regulación laboral, fiscal, medioambiental y social, con
reglas transparentes y no vinculadas a un Estado u
organización transnacional concretos.
Las supuestas bondades de la libertad del comercio El origen
político del comercio internacional Inicia con que cada
país era quien determinaba sus propias políticas en
función de sus necesidades, sin importar los intereses
globales. Reinando este mercantilismo hasta el s.XVIII Surge el
comercio colonial debido a los intercambios de mercancía
impulsado por el gran desarrollo de la producción y la
riqueza Se plantea que el origen del comercio internacional
está basado en una política con la premisa de la
competitividad. El comercio internacional no es más que
otra proyección del estado director, queriendo continuar
con que el comercio sea una herramienta útil para la
dominación y actos bélicos entre los países
y ésta es plasmada con tanta indiferencia y neutralidad,
desde los inicios hasta actualidad, en documentos y libros
legales de la economía.
Las fuentes del movimiento librecambista Se sitúa en uno
de los puntos de encuentro de dos corrientes esencialmente
diferentes: el liberalismo y el utilitarismo El utilitarismo
sólo apoya medidas de inspiración liberal en la
medida en que éstas pudieran procurar a la comunidad la
mayor “utilidad” posible “función de
utilidad es toda aquella información relativa a la
satisfacción que el consumidor obtiene de las diferentes
cantidades de bienes y servicios consumidos por él. Existe
el postulado de la racionalidad, el cual explica que solamente se
requiere que el consumidor sea capaz de clasificar los bienes y
servicios en orden de preferencia Las elecciones del consumidor
están completamente determinadas si tiene una
clasificación (y sólo una) de los productos, de
acuerdo con sus preferencias
Fracaso de los viejos y nuevos modelos Ya no todos los
países participantes en el comercio salen ganando el
intercambio como lo era para el siglo XIX Existen muchas
teorías más las cuales explican la aparición
de países nuevos industrializados. Todo país
dispone de los factores clásicos de la producción:
tierra, trabajo y capital, en las cantidades propias de su
momento y de su economía. Como primera teoría esta
la del librecambio total, donde cada país desea
especializarse en la producción que precisa del factor que
posee en abundancia y exportar esa producción. Pero este
modelo no funciona que para cuya fabricación exige el
empleo en una gran proporción. La liberalización
comercial, aunque beneficiosa para el conjunto del país
afectado, provoca crisis en algunos sectores que requieren la
intervención del Estado
Las viejas teorías de David Ricardo Los modelos de las
ventajas absolutas y relativas Se demostró que no
sólo en el caso de que aparezca ventaja absoluta
existirá especialización y comercio internacional
entre dos países. Puede ocurrir que uno de ellos no posea
ventaja absoluta en la producción de ningún bien.
Puede suceder que la cantidad necesaria de factores para producir
una unidad de algún bien, en proporción a la
necesaria para producir una unidad de algún otro,
será menor que la correspondiente al país que posee
ventaja absoluta. Y se acota que el país en el que tal
cosa suceda tiene “ventaja comparativa o relativa” en
la producción de aquel bien. Existe la peculiaridad de
cada país se especializa en aquellos productos que pueda
producir ventajosamente con respecto a los demás
países, ya que son capaces de producir el mismo
número de bienes aplicando menor cantidad de trabajo. Se
demostró que todos los países se pueden beneficiar
especializándose cada uno en la producción de
bienes aunque no tengan ventaja absoluta en ellos; es suficiente
que tengan ventaja comparativa, es decir, que sean capaces de
producirlo a un precio menor.
Las barreras interpuestas al libre comercio internacional Existen
disposiciones denominadas medidas proteccionistas, son
dificultades impuestas por los países en contra de la
libre circulación de las mercancías, un
régimen comercial internacional de perfecto librecambio.
Siete aspectos que justifican las medidas proteccionistas: Por
seguridad nacional, para eliminar la dependencia
económica, para proteger la industria nacional, para
defender determinados sectores económicos, para defender
determinados valores culturales, para garantizar la paz social a
corto plazo o por motivos puramente recaudatorios Algunos
países occidentales (los Estados Unidos de América
constituyen un buen ejemplo de ello) propugnan la
liberalización del comercio exterior cuando se trata de
abrir nuevos mercados para sus exportaciones, pero establecen
inmediatamente restricciones a la importación de productos
procedentes de terceros países cuando ganan terreno a
favor de los mercados propios.
La protección a la agricultura Europa cambió de
estrategia, ahora los precios agrícolas no están ya
sostenidos y los agricultores están obligados a efectuar
drásticas reducciones de sus producciones con el objetivo
de rebajar los precios europeos al nivel mundial para reencontrar
su competitividad perdida Por ello, la persistente presión
en favor de medidas proteccionistas se debe en buena medida al
hecho de que los productores tienen más que ganar (en
términos per cápita) que los consumidores y debe
señalarse que los productores nacionales prefieren que se
establezcan pagos de tasas de impuestos como medida
proteccionista antes de que se les concedan financiamientos
directos a la producción, debido a que los costes sociales
de aquellas medidas proteccionistas son menos fuertes que los
costes generados por las ayudas directas.
El pensamiento económico de los clásicos
Generalmente en los razonamientos de los clásicos, no se
toman en cuenta el hecho de que los hombres y las mujeres se
agrupan en naciones; desconocieron la gran fuerza de alianza del
sentimiento nacional, y éste es un error todavía
digno de tener en consideración en nuestros días
frente al fenómeno de la globalización
económica. Algunos de estos clásicos afirman en
contra del mercantilismo, que el intercambio internacional es, en
última instancia, un trueque disfrazado, y que los metales
preciosos se reparten por sí mismos entre los
países que los necesitan, dirigiéndose siempre, de
modo automático, a las naciones que poseen un poder
adquisitivo en mercancías más elevado, sin que sea
posible, de ninguna manera, desvirtuar esta ley, también
se dice que todo país saca provecho del libre cambio,
aunque sea unilateral, y que como las ventajas del comercio
internacional deben apreciarse sólo desde el punto de
vista del consumidor, el país que gana más es el
más pobre. La paradoja competitiva del modelo
ricardiano
Casi todo el mundo está de acuerdo que parece mejor
favorecer el comercio que restringirlo, pero resulta conveniente
darse cuenta de que el establecimiento del comercio internacional
plantea problemas de justicia distributiva, que se resisten a ser
ocultados bajo la aparente neutralidad de una solución de
mercado. La ganancia producida por el comercio entre
países tiene que ser repartida adecuadamente entre todos
los afectados, ya sean los consumidores y obreros de los
países desarrollados, los obreros de los países
menos desarrollados o bien cualquier otro colectivo afectado. El
capitalismo no trabaja precisamente para preservar la
conexión social. También que, dejado a sus propias
reglas, el capitalismo podía destruir la propia
civilización liberal. El capitalismo debe ser domesticado,
la intervención gubernamental es necesaria para
reconciliar el dinamismo del sistema capitalista con la
estabilidad social. Las limitaciones del comercio
internacional
La falacia de la “solidaridad internacional” Servido
en ningún caso para proporcionar beneficios relativos a
los países menos desarrollados, sino más bien al
contrario: se ha venido acentuando, como es bien sabido, la
diferencia entre los países ricos y los países
pobres, derivándose hacia una preocupante situación
en la que se han hecho todavía más acusadas las
diferencias de renta y de riqueza entre los pueblos del mundo. De
este modo, según las últimas apreciaciones
estadísticas internacionales, son ahora más ricos
los ricos de los países pobres y más pobres los
pobres de los países ricos. La apertura de los mercados,
mediante mecanismos de desregulación y eliminación
de aranceles, también ha traído consecuencias muy
contradictorias. Por un lado, es cierto que se abren las puertas
para que los productos de los países pobres puedan
venderse en los países ricos; pero aunque las puertas
estén abiertas, la competencia es tan feroz y las
desigualdades de condiciones para competir tan grandes que, en la
práctica, en la última década muchos
países pobres perdieron mucho terreno en el comercio
internacional. El significado inmediato de esto es que, como
resultado de tantos mercados abiertos, los países
más ricos se hicieron todavía más ricos. El
gran desengaño librecambista
Parece lógico deducir, pues, que los productores
nacionales necesitan protección porque otros países
competidores utilizan mano de obra barata en el proceso
productivo del bien o del servicio de que se trate. Ciertamente,
hay que tener en cuenta que la mano de obra extranjera es
también menos productiva, aunque no tanto, casi siempre,
como para compensar su menor coste. Y lo que es peor: sus
condiciones laborales son, con gran frecuencia, infrahumanas y
sometidas a un auténtico y escandaloso dumping social. Hoy
en día, el librecambio creciente con los países con
los salarios bajos y escasa capacidad tecnológica no
conduce necesariamente al desempleo masivo en los países
ricos, sino a la reapertura de las escalas de ingresos primarios
y a crecientes desigualdades acompañadas de una
polarización de la sociedad en dos grupos: los
competitivos y los protegidos. El fomento del fraude a escala
mundial La globalización de la economía puede
conducir, paradójicamente, a un cierto proteccionismo o
fomento del fraude fiscal y social a nivel internacional, o
incluso a un rebajamiento de las diferentes normativas
protectoras del entorno ambiental, que resulta absolutamente
intolerado y perseguido en el propio país. Sólo se
puede competir sin restricciones partiendo de unas condiciones
razonables de igualdad.
El fracaso del libre mercado global Entre las organizaciones
transnacionales hay signos fugaces de que el fundamentalismo del
libre mercado comienza a cuestionarse. A veces se critica la
creencia de que el capital debe tener una movilidad sin
restricciones, y de posturas similares a las del "consenso de
Washington". Sin embargo, el libre mercado anglosajón
permanece como el modelo o patrón para las reformas
económicas en todas partes. La idea de que la
economía mundial debe ser organizada como un solo mercado
universal, no ha sido aún desafiada. Se supone que los
mercados financieros brindan prosperidad y estabilidad y lo
hacen, en mayor medida, si se encuentran libres de interferencias
gubernamentales en sus operaciones y no tienen control ni
restricción alguna sobre su alcance global. Sin embargo,
la crisis actual ha mostrado que esta ideología del
fundamentalismo de mercado es incorrecta. La ideología de
libre mercado asegura que las fluctuaciones en las acciones y los
flujos de crédito son aberraciones pasajeras que pueden no
tener impacto permanente en los fundamentos
económicos.
Los problemas que plantea el comercio internacional
Fundamentalmente, dichos problemas están en que este
comercio no beneficia por igual a todos los países. En
efecto: El mundo no está constituido por
países de igual nivel tecnológico ni productivo,
sino que más bien existe un mundo desarrollado (centro) y
otros países subdesarrollados (periferia). El coeficiente
de elasticidad-renta de la función de demanda de los
productos manufacturados es mayor que la de los productos
primarios, que tienden a clasificarse como bienes inferiores o de
primera necesidad. Las conclusiones que se obtienen de este grupo
de ideas son las siguientes: El comercio internacional
beneficia más a los países desarrollados que a los
no desarrollados, con lo que tiende a incrementar las
desigualdades de partida. Los aumentos de renta, a escala
mundial, dan lugar a una demanda creciente de bienes
manufacturados y decreciente de productos primarios, y las bajas
cotizaciones de éstos van a perjudicar a los productores
de bienes primarios (agricultores y ganaderos) que, aparte de
ejercitar una importante labor de conservación y
mantenimiento medioambiental, no suelen ser, precisamente, las
clases más favorecidas de la Sociedad.
La protesta actual contra la libertad de comercio Los
acontecimientos ocurridos en Seattle son los que han dado un gran
protagonismo a la OMC, que hasta ese momento era una gran
desconocida para la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Ahora, juzgamos conveniente contribuir al conocimiento de esta
organización, cuya misión específica es
tanto liderar la liberalización de los intercambios
comerciales internacionales como defender y hacer cumplir las
normas pactadas que regulan el comercio internacional. Pero
además de dar a conocer la OMC, también es
importante comprender las razones que han impulsado estas
manifestaciones de rechazo en contra de lo que esta
organización representa y, por ello, debemos tratar de
responder a la siguiente pregunta: ¿a qué razones
responde esta contundente protesta contra la libertad de
comercio?. A nuestro juicio, los motivos son muy diversos y en
muchos casos opuestos, pero todos tienen un denominador
común: la crítica a la creciente integración
e interdependencia económica mundial que comúnmente
denominamos «globalización».
El comercio internacional no es la causa que origina muchos de
los problemas planteados, pero sí es cierto que la
eliminación de los obstáculos que tradicionalmente
han limitado los flujos comerciales, principalmente los
aranceles, ha facilitado la salida a la luz de muchos otros que
hoy afectan, determinan e influyen en las corrientes comerciales.
Los factores que determinan la capacidad de competir de las
empresas en los mercados mundiales ya no dependen, en la misma
medida que antes, del grado de protección que cada
país tuviera establecido. Por el contrario, esta capacidad
es el resultado tanto de factores exclusivamente
económicos y empresariales como, también, de los
costos que las empresas deben asumir como consecuencia de la
reglamentación que cada país establece para lograr
otros fines que sus mismas sociedades exigen, como son la
protección de los derechos laborales o la
conservación del medio ambiente. La protesta actual contra
la libertad de comercio
Las instituciones financieras internacionales En 1944, antes de
que acabara la segunda gran guerra, se firmaron en Bretton Woods,
los acuerdos que daban vida al Fondo Monetario Internacional
(FMI) y al Banco Mundial En el FMI descansaría todo un
sistema de cambios fijos basados en los siguientes compromisos:
-Todas las monedas debían ser convertibles y
mantener, a través del oro, una paridad fija con el
dólar, con un margen del +/- 1%. -Podría haber
reajustes de paridades en caso de desequilibrio fundamental de la
balanza de pagos. -Para cubrir desequilibrios no fundamentales de
la balanza de pagos, el FMI pondría a disposición
de los países unos recursos a cambio de cumplir ciertas
condiciones.
El rol pasado y presente de estas instituciones En 1947, dos
años después de acabada la Segunda Guerra Mundial,
los países aliados, con Estados Unidos a la cabeza,
decidieron sentar las bases de un sistema multilateral de
comercio que superara el desastroso deterioro que experimentaron
las relaciones comerciales internacionales en el período
de entreguerras. El resultado fue la firma del Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) Los principios
básicos que inspiraron el GATT fueron los siguientes:
No-discriminación Reciprocidad Transparencia
La última ronda de negociaciones comerciales
internacionales Como organización internacional, la OMC
tiene tres objetivos principales: Ayudar a que las corrientes
comerciales circulen con la máxima libertad posible.
Alcanzar gradualmente una mayor liberalización de los
intercambios. Establecer un mecanismo imparcial de
solución de las diferencias que se puedan presentar.
Veamos que la hipótesis clásica consistente en
privilegiar los beneficios, con la esperanza de que podrán
ser reinvertidos, choca frontalmente en el Tercer Mundo con el
hecho incontrovertible de que una parte considerable de estos
beneficios simplemente no son reinvertidos El futuro de estas
instituciones
Internacionalización y tradición liberal El propio
Huntington ha sugerido que la civilización occidental
debería renunciar a la soberbia pretensión de ser
una civilización universalista y circunscribir su
ambición -por su propio interés– a la de ser una
voz particular más en el conjunto de las civilizaciones
del planeta y no pretender el choque o enfrentamiento entre las
mismas.
Las empresas multinacionales y el comercio internacional Los
efectos discutibles de la multinacionalización A la vista
de los resultados, podemos intuir que ya no son sólo las
grandes instituciones internacionales las que dudosamente pueden
aportar soluciones satisfactorias a los problemas de la
más justa distribución de la renta y de la riqueza
en el mundo del siglo XXI. La influencia y el poder de las
grandes empresas multinacionales, como ya se ha señalado
en algún otro pasaje del presente libro, interfieren
distorsionando el comercio internacional mediante sendos tipos de
actuaciones:
2. Los costes medioambientales Hace aproximadamente quince
años algunos climatólogos ya aventuraron que
nuestro planeta se estaba calentando. Argumentaban que, desde la
revolución industrial, la humanidad había vertido a
la atmósfera volúmenes crecientes de gases, sobre
todo dióxido de carbono (anhídrido
carbónico) Hoy en día, el género humano ha
aprendido, a través de las modernas tecnologías, a
superar las barreras naturales y físicas
(orográficas, distancias, océanos, espacio
exterior). Anteriormente, el equilibrio natural superaba e
impedía la absurda capacidad de destrucción del
Homo sapiens, que ya está descontrolada. Por ello,
sería un triste consuelo el pensar que también
puede producirse una catástrofe ecológica o social
que frene, como consecuencia, esta degradación irracional
del planeta, puesto que entonces se tratará ya de un
auténtico problema de supervivencia de la especie
humana.
Las naciones del mundo ante el nuevo orden La situación de
los diferentes países El caso singular del
Japón
La tasa Tobin. ¿Una incipiente solución para el
futuro? 1. Definición y objetivos de la tasa 2. Las
críticas de los monetaristas o neocuantitativistas 3. El
futuro de la aplicación de la tasa
La globalización y el euro La desaparición del
control del tipo de cambio ¿Un futuro más optimista
para el euro?
Un ejemplo relevante: La situación de los frutos secos
españoles ante el comercio mundial La almendra y la
avellana. Para el primer caso, el problema reside en la
producción estadounidense; en el segundo, el problema
viene representado por la producción turca de tan
delicioso fruto seco.
Integrantes: (Grupo #3) Castillo Dayana Zane Mario Bellorin,
Angel Pages, Mariana Almario, Sarahi ¿Por qué los
ricos son más ricos en los países pobres?
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL POLITÉCNICA “ ANTONIO JOSE DE SUCRE
“ VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ DEPARTAMENTO DE
INGENIERÍA INDUSTRIAL INGENIERÍA FINANCIERA UNEXPO
Tutor Académico: Ing. Iván Turmero MSc. PUERTO
ORDAZ, JULIO 2011