Pildoras para una buena comunicación: Padres vs adolescentes (página 2)
Aficiones e intereses personal. Si su hijo ama
los deportes, hablen sobre su equipo favorito o vean la Serie
Mundial o las Olimpíadas juntos. La mayoría de los
adolescentes se interesan en la música. Barbara
Braithwaite, una maestra de secundaria de Pensilvania,
señala que "La música es la huella que deja cada
generación. La música define a cada
categoría de edad. Los padres, como mínimo, deben
saberse los nombres de los cantantes más populares." Sin
embargo, es muy importante que usted se comunique claramente con
su hijo si usted piensa que la música que escucha es
inapropiada-y explíquele por qué. Si usted guarda
silencio, él puede interpretar que usted
aprueba.
Emociones Los adolescentes se preocupan bastante
por varias razones. Se preocupan por: sus amigos, su popularidad,
su sexualidad, estar en sobrepeso o flacos, el examen de
matemática, sus notas, entrar a la universidad, ser
abandonados y el futuro del mundo. Y la lista no se acaba. A
veces es difícil discernir si un problema es algo de
importancia para su hijo. "¿Es este un problema
pequeño, mediano o grande? ¿Qué tan
importante es para ti? ¿Qué tan a menudo te
preocupa?" Al descifrar la magnitud y la importancia del problema
usted puede decidir mejor cómo enfrentarlo.
Familia. A los adolescentes les gusta hablar
sobre y participar en los planes para toda la familia, como las
vacaciones, al igual que las cosas que les afectan
individualmente, como las horas para llegar a casa y la cantidad
de sus salarios. Si usted necesita una operación en la
espalda, su hijo querrá saberlo de antemano. Quizás
quiera aprender un poco más sobre la operación. Al
formar parte de este tipo de conversaciones familiares, su hijo
se sentirá más seguro de su pertenencia en la
familia.
Temas delicados. Las familias deben abordar temas
sensibles de manera que encaje bien con sus valores familiares.
Recuerde que evadir estos temas no va a eliminar su existencia.
Si usted evita hablar con su hijo sobre temas difíciles,
lo más probable es que él buscará esta
información en los medios o con sus amigos. Esto aumenta
la probabilidad de que lo que escuche no esté de acuerdo
con sus valores o que la información sea errónea-o
las dos cosas. Sharon Sikora, maestra de secundaria de Colorado,
explica que los alumnos de secundaria comparten mucha
información incorrecta sobre temas que son muy
importantes. Dicen que saben acerca de algunos temas delicados
pero verdaderamente no saben mucho.
Las vidas de los padres, esperanzas y
sueños. Muchos adolescentes quieren tener una
ventanita al mundo de sus padres, el mundo pasado y el presente.
¿Cuántos años tenías cuando te
perforaste las orejas? ¿Tuviste alguna vez un maestro que
te volvía loco? ¿Recibías un salario cuando
tenías 11 años? ¿Cuánto te daban los
abuelitos? ¿Te sentiste triste cuando murió
Abuelito? ¿Cómo es tu jefe en el trabajo? Esto no
significa que usted debe sentirse obligado a compartir todas sus
penas con su hijo. Recuerde que usted es su padre, no su igual, y
a veces es mejor no responder a una pregunta indiscreta. Sin
embargo, recordar detalles de su niñez y su vida actual le
puede ayudar a su hijo a comenzar a dar definición a su
propia vida.
El futuro. A medida que las capacidades
cognoscitivas de los adolescentes se van desarrollando, ellos
comienzan a pensar cada día más en el futuro y sus
posibilidades. Su hijo quizás quiera hablar más
sobre lo que puede anticipar que la vida le ofrezca en los
próximos años-cómo será la vida
después de la secundaria, el trabajo, el matrimonio.
Quizás pregunte, "¿Cómo es vivir en un
dormitorio universitario?" "¿Cuántos años
hay que tener para poder casarse?" "¿Qué
probabilidades hay de que el mundo explote algún
día?" "¿Habrá suficiente gasolina en el
mundo para que yo pueda tener un carro cuando sea más
grande?" Estas preguntas merecen su mejor respuesta. (Y cuando no
pueda responder con certeza, estas preguntas merecen un "No
sé" honesto)
Cultura, acontecimientos. Vivimos en un mundo
saturado por los medios de comunicación. Hasta los
niños más pequeños se exponen constantemente
a programas de televisión, música, cine, juegos
electrónicos y otros medios. No olviden que los medios que
su hijo escoge le pueden abrir una ventana a su mundo. Por
ejemplo, si ustedes han visto la misma película (juntos o
por su cuenta), usted le puede preguntar cómo le
gustó y cuáles fueron sus partes
favoritas.
Comuníquese con amabilidad y respeto. Los
adolescentes a veces dicen o hacen cosas vergonzosas o mal
intencionadas, a veces las dos cosas. No importa cuánto lo
provoque, siempre es mejor responder con calma. El respeto y el
auto-control que usted demuestre al hablar con su hijo
algún día rendirán fruto en sus relaciones y
conversaciones con otras personas.
La manera en que se dicen las cosas es
casi tan importante como lo que usted dice. "Deja de picarte la
cara" puede hacer llorar a un adolescente. "Tu cuarto parece una
pocilga," no es tan práctico como decir, "Necesitas darte
el tiempo para recoger un poco tu cuarto. Se te hará
más fácil si dedicas 5 minutos ahora recogiendo la
ropa del piso-poniendo la sucia en el cesto y colgando la limpia.
Después del almuerzo puedes reorganizar tu librero por
otros 5 minutos." Los jovencitos prestan mucha atención al
tono de voz que usted utiliza con ellos. Un niño de 10
años de edad fácilmente discierne entre una voz
calmada y una voz llena de coraje.
La amabilidad va mano a mano con el respeto. Como lo
explica Joan Lipsitz, una experta nacional sobre la
educación de los alumnos de secundaria y madre de dos
hijos adultos, "Cuando yo era una madre activa y maestra, yo
seguía una regla que se desarrolló de mi
experiencia en el aula: 'Si nunca soy intencionalmente cruel
contigo, tu no serás intencionalmente cruel conmigo.' Esa
regla resultó ser la regla más poderosa que
jamás fijé, ya sea dentro del salón de
clase-donde cambió la cultura-o en casa."
Comunicarse con respeto también requiere evitar
ser condescendientes con los jóvenes. Ellos están
adquiriendo mayor conciencia social y conocimiento del mundo y
sus acontecimientos, y aprecian la conversación atenta.
Jerri Foley, una consejera escolar de Carolina del Sur, relata
una historia sobre un viaje de estudios que realizó con un
grupo de jovencitas mientras en el estado se debatía si
era apropiado seguir ondulando la bandera confederada desde el
capitolio estatal. "Íbamos sobre la carretera cuando
comenzó una gran discusión sobre el tema," recuerda
ella. "Nuestra conversación llegó a tal intensidad
que se nos pasó la salida a casa."
1.14 Las amistades en los primeros
años de la adolescencia
Las amistades suelen tener efectos en varias
áreas de la vida del adolescente-las calificaciones,
cómo pasan su tiempo, a qué clubes pertenecen y
cómo se comportan en lugares públicos, como los
centros comerciales. Los jovencitos que tienen dificultades para
formar amistades generalmente tienen un nivel más bajo de
autoestima, no se destacan tan bien en la escuela, a veces no
terminan la secundaria, y pueden caer en la delincuencia
además de padecer de una variedad de problemas
psicológicos como adultos.
Los niños de todas las edades necesitan sentir
que encajan en su vida social-que están en su ambiente. Al
llegar a la adolescencia, la necesidad de ser "parte del grupo"
es más fuerte que a ninguna otra edad. Las amistades se
estrechan y son más importantes y le ayudan a determinar
quiénes son y hacia dónde van. Es más
probable que formen grupos pequeños o piñas, cada
uno con su identidad especial (por ejemplo, los deportistas, los
estudiosos, los colegiales y los chiflados)
Muchos padres se preocupan que los amigos de sus hijos
ejerzan demasiada influencia en sus vidas y que su propia
influencia vaya disminuyendo. Los padres se preocupan
todavía más si los amigos de sus hijos los animan a
participar en actividades peligrosas o dañinas.
Los estudios del psicólogo Thomas Berndt y sus
colegas han demostrado que los amigos sí
ejercen mucha influencia sobre las actitudes y comportamiento y
que, al pasar el tiempo los amigos se parecen cada vez más
en sus actitudes y en su comportamiento. Por ejemplo, los
adolescentes cuyos amigos se identifican a sí mismos como
problemáticos en la escuela, tienden a aumentar su propio
mal comportamiento en el trascurso del año
escolar.
La influencia de los amigos se siente mucho más
entre los grados de séptimo a noveno. Durante esta etapa
los amigos tienen mucha influencia sobre los gustos en la
música, la ropa y los peinados, así como en las
actividades en las que quieran participar. Sin embargo, los
amigos no reemplazan a los padres. Usted sigue
siendo quien más influye en la vida de su hijo. Los
adolescentes tienden a buscar a los padres más que a sus
amigos cuando se trata de qué planes hacer después
de la secundaria, qué carrera elegir y qué valores
religiosos y morales seguirán. Esta influencia paterna se
siente más cuando la relación entre el padre y el
hijo es fuerte.
Aquí les damos algunos consejos para guiarle
mientras ayuda a su hijo a formar buenas amistades:
Reconozca que la presión entre los amigos
puede ser buena o mala. La mayoría de los adolescentes
se sienten atraídos a los amigos con quienes tienen muchas
cosas en común. Si su hijo escoge amigos desinteresados en
la escuela o que sacan malas notas, quizás esté
menos dispuesto a estudiar o a hacer su tarea. Si escoge amigos
que disfrutan del aprendizaje y sacan buenas notas, su
motivación por destacarse académicamente
será más fuerte. Los amigos que evitan el uso del
alcohol o las drogas serán una buena influencia para su
hijo.
Conozca a los amigos de su hijo. Una buena manera
para descubrir cómo son los amigos es llevarlos en carro a
los eventos-hablar con ellos en el carro le puede dar mucha
información. Usted puede invitarlos a su casa. Ayude a
crear un ambiente cómodo y ofrézcales algo de
comer. Cuando los amigos vienen a visitar a su hijo usted puede
permitirle fijar las reglas de conducta y al mismo tiempo darle
la oportunidad de entender mejor de qué hablan y
cuáles son sus preocupaciones.
Conozca a los padres de los amigos de su hijo. No
es necesario que sean amigos íntimos, pero sí ayuda
saber si las actitudes y preferencias como padres son compatibles
con las suyas. La ex directora Carole Kennedy explica que,
"Aunque el amigo parezca ser buen tipo, usted necesita saber si
un adulto estará presente en la otra casa para
supervisar". Si usted conoce a los padres de los amigos
será más fácil descubrir lo que necesita
saber: a dónde van, con quienes van, a qué horas
comienza y termina la actividad, si habrá un adulto
presente y cómo se transportaran al evento y a
casa.
Dele tiempo libre a su hijo en un lugar seguro para
pasar el rato con los amigos. Las actividades son
importantes, pero demasiadas clases de piano y prácticas
de baloncesto pueden resultar en el agotamiento. Su hijo puede
desarrollar nuevas destrezas sociales y compartir ideas con sus
amigos si usted le permite tiempo libre para pasar el rato con
sus amigos en un lugar seguro y supervisado por adultos. Por
ejemplo, entre amigos su hijo puede aprender que los buenos
amigos saben escuchar cuidadosamente, que se prestan para ayudar
y son seguros de sí mismos (pero no demasiado), que
demuestran su entusiasmo, que tienen un buen sentido del humor y
respetan a otras personas. Al pasar el rato con los amigos,
quizás su hijo pueda superar ciertos comportamientos que
incomodan a otras personas: porque es demasiado serio o
apático, demasiado criticón o terco.
Hable con su hijo sobre los amigos, sobre la amistad
y sobre cómo elegir buenas opciones. Es muy normal que
los adolescentes le dan mucha importancia a lo que otras personas
piensan de ellos. Por lo cual es sumamente importante que usted
hable con su muchacho sobre cómo resistir la
presión por desobedecer las reglas o comprometer las
normas y los valores que se le han inculcado. Ustedes pueden
hablar sobre cómo ser un buen amigo y cómo las
amistades se fortalecen o disminuyen. Pueden también
hablar sobre la importancia de tomar buenas decisiones cuando se
anda entre amigos. "Yo siempre les recuerdo, 'si les parece mal,
lo más probable es que lo sea,'" explica la maestra
Barbara Braithwaite. El maestro Charles Summers le dice a sus
alumnos y a sus propios hijos, "Necesitas examinar quién
eres tú cuando estás con ese amigo." También
sugiere que se pregunten: "¿Cómo quiero que otras
personas me describan?" Las respuestas que los niños den
les pueden guiar para tomar mejores decisiones.
Enséñele cómo salirse de las
malas situaciones. Hable con su hijo sobre las situaciones
peligrosas o impropias que pueden surgir y cómo
enfrentarlas. Pregúntele a su hija de 14 años
qué haría si una amiguita llegara a una velada con
una botella de vino en su bolsa. Pregúntele a su hijo de
12 años qué haría si un amigo le sugiriera
que se salieran de la escuela para comprar
hamburguesas.
Idealmente, los jóvenes podrán decir "no"
a una situación peligrosa o destructiva. Pero si
todavía no han aprendido esta destreza por su cuenta, la
Sra. Marianne Cavanaugh, madre de familia de Connecticut sugiere
una alternativa: "A veces los hijos no quieren hacer lo que los
amigos quieren que hagan. Yo les digo a mis hijos que me culpen a
mí-que les digan a sus amigos que su mamá dice que
'no.' A veces esto les quita algo de presión." Finalmente,
ningún jovencito deberá salir de casa sin cambio
para el teléfono. Como último recurso, este cambio
pudiera salvarle la vida. Un teléfono móvil
también puede ser apropiado si las finanzas familiares lo
permiten y si el jovencito sabe cómo utilizar el
teléfono responsablemente.
Supervise las amistades para ayudarle a su hijo a
evadir comportamientos riesgosos o malsanos. Los adolescentes
necesitan supervisión, especialmente durante las horas
después de escuela que son tan importantes.
Manténgase alerta sobre quiénes son los amigos de
su hijo y qué hacen cuando se juntan. Bill Gangl, un
maestro de secundaria de Minnesota, sugiere, "No tenga temor de
ser el padre molestoso que llama a la otra casa sólo para
asegurarse que su hijo esté allí. Y no tema a decir
que no".
Muchos maestros de secundaria y padres con hijos en esa
edad tienen diversas opiniones sobre las consecuencias de
intentar prohibir que los adolescentes se junten con amigos que
sus padres piensan que no les convienen. Algunos jovencitos se
rebelan si se les prohíbe pasar el rato con ciertos
amigos. Muchos adultos que trabajan con adolescentes sugieren
mejor aclararle al muchacho no sólo el hecho de que usted
no se siente cómodo con su selección de amigos,
sino también sus razones. También sugieren que
usted limite la cantidad de tiempo y las actividades que usted le
permita realizar con esos amigos.
Dé un buen ejemplo como amigo. El ejemplo
que usted ofrezca tiene un mayor impacto que cualquier
sermón que le puede dar. Los jovencitos que ven a sus
padres tratarse con respeto y amabilidad entre sí y hacia
sus amigos definitivamente tienen una gran ventaja. Hornear
galletitas para los nuevos vecinos o escuchar con simpatía
cuando un amigo se siente triste puede ser un mensaje muy
poderoso para su hijo.
1.15 Los cambios emocionales en la
adolescencia
La mayoría de los expertos creen que la idea de
que los adolescentes son regidos por las "hormonas
descontroladas" es una exageración. No obstante, esta es
una edad llena de cambios rápidos en su estado emocional,
el mal genio y una gran necesidad por la privacidad, así
como la tendencia a ser temperamentales.
Los niños pequeños no pueden pensar en el
futuro demasiado, pero los adolescentes sí pueden y suelen
hacerlo con frecuencia lo que resulta en que se preocupen por el
futuro. Algunos podrían preocuparse excesivamente
de:
Muchos adolescentes son un poco cohibidos. Y dado que
los cambios físicos y emocionales son drásticos,
también suelen ser muy sensibles sobre sí mismos.
Quizás se preocupen por algunas cualidades personales o
"defectos" que para ellos son algo muy importante, pero que para
otros son inconsecuentes. (Ellos piensan: "No puedo ir a la
fiesta esta noche porque todos se van a
reír de la espinilla tamaño pelota que traigo en la
frente." Realidad: La espinilla es pequeñita y la esconde
el cabello.) Un adolescente también puede estar bastante
absorto en sí mismo. Puede creer que él es la
única persona en el mundo que siente como él, o que
tiene las mismas experiencias, o que es tan especial que nadie
más, especialmente su familia, lo puede comprender. Esta
creencia puede contribuir a los sentimientos de soledad y
aislamiento. Además, el enfoque en sí mismo puede
afectar la manera en que el adolescente se relaciona con
familiares y amigos. ("¡No puedo soportar
que me vean salir al cine con mi
mamá!")
Los adolescentes cambian repentinamente de estado
emocional
Las emociones del adolescente a veces parecen
exageradas. Sus acciones son inconsistentes. Es normal que los
adolescentes cambien repentinamente de estado emocional, entre la
felicidad y la tristeza, entre sentirse inteligentes o
estúpidos. De hecho, algunos expertos consideran que la
adolescencia es como una segunda niñez temprana. Como
explica Carol Bleifield, una consejera escolar de nivel
secundario en Wisconsin, "De momento quieren que se les trate y
les cuide como a un niño pequeño. Pero cinco
minutos más tarde quieren que los adultos se alejen de
ellos, diciendo, 'Déjame hacerlo sólo'". Puede ser
beneficioso si usted les ayuda a comprender que están
atravesando una etapa con muchos y grandes cambios, cambios que
no siempre parecen resultar en el progreso."
Además de los cambios emocionales que ellos
sienten, los adolescentes exploran varias formas de expresar sus
emociones. Por ejemplo, un joven que anteriormente saludaba a sus
amigos y visitas con abrazos afectuosos, puede de repente cambiar
a un adolescente que saluda con el más leve
reconocimiento. Similarmente, los abrazos y besos que antes
expresaban su amor por sus padres ahora se convierten en un
alejamiento y una expresión de, "Ya déjame,
mamá". Es importante recordar que estos son cambios a las
formas en que ellos expresan sus sentimientos, y no cambios a los
sentimientos en sí por sus amigos, sus
padres y otros familiares.
1.16 Los cambios físicos en la
adolescencia
Al entrar en la pubertad, los adolescentes pasan por
grandes cambios físicos, y no sólo en
relación con su estatura y figura, pero también en
otras formas, tales como el desarrollo del vello púbico y
en las axilas, así como el olor que exude de sus cuerpos.
En las jovencitas, los cambios incluyen el desarrollo de los
senos y el comienzo de la menstruación; en los varones,
los cambios incluyen el desarrollo de los
testículos.
No todos los adolescentes comienzan la pubertad a la
misma edad. En las jovencitas, estos cambios pueden llegar entre
los 8 y los 13 años de edad; en los varones generalmente
la pubertad comienza dos años más tarde. Este es la
etapa durante la cual las características físicas
varían más entre los compañeros de clase y
entre los amigos-algunos pueden crecer tanto que, al terminar el
año escolar, ya no caben en los pupitres que se les
asignaron el septiembre anterior. Para otros, los cambios llegan
más despacio.
Los cambios en los primeros años de la
adolescencia
Los primeros años de la adolescencia traen
consigo nuevas preocupaciones sobre la auto-imagen y su
apariencia física. Jóvenes de ambos géneros
que anteriormente no se preocupaban por apariencia ahora
invierten horas frente al espejo, preocupándose o
quejándose-ya sea por ser demasiado altos, bajitos, gordos
o flacos, o por sus luchas contra el acné. No todas las
partes del cuerpo crecen a la misma vez ni con la misma rapidez.
Las manos y los pies, por ejemplo, pueden crecer más
rápido que los brazos y las piernas. Puesto que el
movimiento del cuerpo requiere de la coordinación de sus
partes-y estas partes van cambiando a su propio paso-los
adolescentes pueden ser torpes en sus actividades
físicas.
La rapidez del crecimiento físico y el desarrollo
pueden influenciar otros aspectos de la vida del adolescente. Una
niña de 11 años que ya ha llegado a la pubertad
tendrá intereses distintos a los de una niña que no
la alcanza hasta los 14. Los adolescentes que se desarrollan
demasiado temprano o demasiado tarde tienen sus preocupaciones
particulares. Los que se desarrollan muy tarde (especialmente los
varones) pueden sentir que no pueden participar en los deportes y
competir con los compañeros más desarrollados. Los
que se desarrollan muy temprano (especialmente las niñas)
pueden sentirse presionadas por entrar en situaciones adultas
antes de estar preparadas emocional o mentalmente para
enfrentarlas. Los efectos de la edad en la cual comienzan los
cambios de la pubertad, combinados con las formas en que los
amigos, los compañeros, las familias y la sociedad en
general responden a estos cambios, pueden tener efectos a largo
plazo sobre un adolescente. Sin embargo, a algunos adolescentes
les agrada desarrollarse diferentemente de sus amigos. Por
ejemplo, quizás disfrutan de ciertas ventajas,
especialmente en los deportes, que el desarrollo temprano les
ofrece sobre los compañeros que maduran más
lentamente.
No importa cómo se desarrollen, muchos
adolescentes tienen una perspectiva distorsionada sobre sí
mismos y necesitan que se les asegure que las diferencias en la
rapidez de su desarrollo son normales.
1.17 Los cambios mentales en la
adolescencia
Los cambios mentales de la adolescencia temprana son
menos fáciles de observar, pero pueden ser tan
dramáticos como los cambios físicos y emocionales.
Durante la adolescencia, la mayoría de los jovencitos
avanzan dramáticamente en la forma en que piensan, razonan
y aprenden.
Los niños pequeños necesitan ver y tocar
las cosas para convencerse que son reales. Pero durante los
primeros años de la adolescencia, los niños mejoran
su capacidad de pensar sobre ideas y cosas que no pueden ver ni
tocar. Ellos pueden razonar mejor para resolver problemas y
anticipar las consecuencias o considerar distintos puntos de
vista o de acción. Por primera vez, ellos pueden
reflexionar sobre lo que pudiera ser, en vez de lo que es. Un
niño de 6 años de edad piensa que una persona que
sonríe está feliz y que una persona que llora se
siente triste. Un niño de 14 años pudiera razonar
que una persona que se siente triste sonríe para esconder
sus sentimientos verdaderos.
Los cambios mentales permiten que los adolescentes
puedan aprender material más avanzado en la escuela. Se
sienten más ansiosos por adquirir y aplicar conocimientos
nuevos y por considerar una variedad de ideas y opciones. Estos
cambios mentales también se aplican a su vida emocional.
Por ejemplo, dentro de la familia, la capacidad de razonar puede
cambiar la forma en que el adolescente habla y actúa
frente a sus padres. Puede anticipar las reacciones de sus padres
ante lo que expresa o hace y prepara una respuesta o una
explicación de antemano.
La identidad del adolescente
Adicionalmente, estos cambios mentales causan que los
adolescentes consideren quiénes son y quiénes
quieren llegar a ser. Este proceso se llama la
formación de identidad y es una actividad
mayor durante la adolescencia. La mayoría de los
adolescentes exploran una variedad de identidades. Adoptan
"fases" que a un padre le parece que cambian constantemente. De
hecho, los adolescentes que no atraviesan este período de
exploración están más expuestos a problemas
sicológicos, especialmente la depresión, cuando
lleguen a ser adultos.
Al igual que los adultos que con mayor experiencia y
madurez pueden batallar con sus diferentes roles o papeles, los
adolescentes batallan para desarrollar un sentido de quien son.
Comienzan a darse cuenta que juegan diferentes papeles con
distintas personas: hijo o hija, amigo, compañero, alumno
y trabajador, entre otros.
Los adolescentes podrán pensar más como
los adultos, pero todavía carecen de la experiencia
necesaria para actuar como adultos. Como resultado, su
comportamiento puede no encajar con sus ideas. Por ejemplo, su
hijo puede participar emocionadamente en una caminata para
recaudar fondos para rescatar el medio ambiente-y al mismo tiempo
tirar las latas de refresco en la calle mientras camina. O puede
pasarse toda la noche en el teléfono o en la computadora,
intercambiando mensajes con un amigo hablando sobre cómo
les cae mal un compañero porque es muy
chismoso.
Toma tiempo para que los adolescentes y sus padres se
adapten a todos estos cambios. Pero los cambios también
pueden ser muy emocionantes. Estos cambios le permiten al
adolescente ver cómo llegará a ser en el futuro y
hacer planes para lograr ser la persona que desea ser.
1.18 Valores morales para distinguir lo
bueno de lo malo en la adolescencia
¿Qué puedo hacer para que mi hijo
desarrolle valores morales y sepa distinguir entre lo bueno y lo
malo? Todos queremos que nuestros hijos desarrollen el respeto y
la compasión por otras personas. Queremos que sean
honestos, decentes y considerados-que sepan defender sus
principios, cooperar con otros y actuar
responsablemente.
Queremos que tomen decisiones morales. Las recompensas
que otorga infundir los valores morales de un jovencito son
enormes: los muchachos que crecen con valores fuertes,
consistentes y positivos son más felices, se destacan
más en sus estudios y están más propensos a
contribuir más a la sociedad.
Hable con su hijo adolescente sobre los buenos
valores
Así como los niños necesitan
ser guiados académicamente, también deben ser
educados en los valores de una sociedad civil-valores como amar
al prójimo; el dinero hay que ganarlo con un trabajo
honrado; decir la verdad y ser honesto; respetar a los
demás, respetar su propiedad y respetar sus opiniones; y
asumir responsabilidad por las decisiones que uno toma.En palabra
y en hechos, los padres juegan un papel importante ayudando a sus
hijos a distinguir entre lo bueno y lo malo y entre lo correcto y
lo no correcto.Muchas de las amenazas a nuestros hijos hoy en
día no por casualidad suceden, sino porque así lo
escogieron-cosas como beber alcohol y manejar, fumar, coger las
drogas, entrar en la actividad sexual y dejar el
colegio.
Las investigaciones indican que los
jóvenes que ejercen un comportamiento riesgoso tienen
más probabilidad de ejercer otros, por lo tanto los padres
deben ayudar a sus hijos a entender los riesgos y las
consecuencias potenciales de sus decisiones-no sólo en el
futuro inmediato si no durante toda la vida.
Afortunadamente la mayoría de los
jovencitos comparten los valores de sus padres en sus aspectos
más importantes. Sus prioridades y principios, así
como su buen ejemplo del buen comportamiento le puede
enseñar a sus adolescentes a tomar el camino correcto a
pesar de que el camino fácil sea muy tentador. Estas son
algunas formas que usted le puede ayudar a su hijo a desarrollar
valores morales:· Si usted persiste en terminar un deber
difícil, su hijo estará más inclinado a
terminar su tarea y sus deberes.· Cuando usted se niega a
beber alcohol antes de manejar, su hijo se fija.· Cuando
usted acepta una pérdida en la cancha de baloncesto con
gracia, su hijo aprende que el ganar no es el todo.· Si su
hijo ve que sus padres se tratan con respeto, este es el ejemplo
que llevará consigo en sus relaciones y en su
matrimonio.· Cuando su hijo ve que sus padres aprecian a
las personas de todas las razas y religiones, es más
probable que tenga amistades diversas.· Cuando usted le
señala a la cajera que le entregó cambio de un
billete de diez dólares y usted le dio un billete de
cinco, su hijo ve cómo funciona la honestidad en
acción.· Cuando su hijo observa a sus padres tomar
decisiones difíciles-"Vamos a comprar un auto usado para
poder ahorrar dinero para las vacaciones familiares"-se da
cuenta.
· Si usted acepta los fracasos como
parte íntegra de la vida-si usted se levanta y sigue
adelante-es más probable que su hijo aprenda a sobrevivir
las penas de la vida.· Si usted tiene la capacidad de
reírse de sus propios errores, su hijo será
más capaz de aceptar sus imperfecciones.· Si usted
se ofrece como voluntario en un albergue, será más
probable que su hijo demuestre compasión por los menos
afortunados.
El dinero en la adolescencia
Su actitud ante el dinero y las posesiones
también moldean las actitudes de su hijo. Si usted cree
que su valor y el de otros se define en términos
materiales, como los carros, las casas, los muebles y ropa
bonita, es más probable que su hijo adopte las mismas
actitudes. Es muy importante que usted cumpla con las
necesidades de su hijo, pero debe guiarlo para
que sepa discernir la diferencia entre lo que
necesita y lo que quiere. La
chaqueta de cuero cara que tiene que comprar
puede ser una buena compra, si tiene los fondos.
Al darle un salario usted le ayuda a comprender el valor
del dinero. Usted decide cuánto le da tomando en cuenta
sus recursos, la edad de su hijo y qué gastos se supone
que cubra con esta cantidad (almuerzos, ropa, donativos para la
iglesia, entretenimiento y otras cosas). Un salario
permitirá que su adolescente aprenda a ahorrar y a gastar
el dinero con sensatez.
Naturalmente que los padres quieren compartir
información y dar consejos que encuadren con sus valores
morales y religiosos. Los expertos en desarrollo infantil nos
dicen que los padres generalmente son más adeptos a dar
información sobre los detalles biológicos
reproductivos que en hablar sobre lo que más importa: los
valores que gobiernan sus actitudes sobre la sexualidad. Para
poder tomar buenas decisiones los adolescentes necesitan tener
información confiable sobre "los detalles de la vida" que
también considere los valores de la familia.
Algunos padres descubren que es más fácil
transmitir sus valores morales a sus hijos cuando pueden apoyarse
en el consejo y la participación de otros padres de
familia. Muchos padres obtienen apoyo de sus iglesias, sinagogas,
mezquitas u otras instituciones religiosas.
En algún momento los padres se sentirán
desalentados y frustrados mientras sus hijos se enfrentan a la
adolescencia. ("No puedo creer que mi hijo haya hecho algo tan
estúpido y desconsiderado. ¿Qué hice mal?")
En general, no es necesario el pánico cuando su hijo se
comporta de una manera que contradice sus normas-siempre y cuando
no lo haga con regularidad. El mal comportamiento debe
reconocerse y enfrentarse. Pero en estos momentos, hay que
recordar nuestros propios tropiezos como adolescentes-y la
mayoría de nosotros acabamos bien, ¿qué
no?
1.19 Influencias de la televisión y
videojuegos en adolescentes
¿Qué puedo hacer para que los medios no
tengan una influencia negativa en mi hijo? Es difícil
comprender el mundo del adolescente sin considerar el gran
impacto que los medios de comunicación hacen en su vida.
Los medios compiten con las familias, los amigos, las escuelas y
las comunidades en su capacidad para moldear los intereses,
actitudes y valores de los adolescentes.
Los medios de comunicación masiva están
presentes constantemente en sus vidas. La mayoría de los
adolescentes ven televisión y películas, utilizan
el Internet, intercambian correos electrónicos, escuchan
discos y emisoras de radio que van dirigidas
específicamente a ellos con música y anuncios
comerciales, y leen artículos y anuncios en las revistas
para adolescentes.
Lo primero es entender el lado bueno. Las nuevas
tecnologías de la comunicación pueden ser muy
divertidas y emocionantes. Utilizadas sabiamente, también
pueden educar. Los buenos programas de televisión pueden
informar, la buena música puede dar aliento, y las buenas
películas pueden ampliar los intereses y abrir nuevos
horizontes. Además hay muchos tipos de medios que se
utilizan dentro del aula de clases-ordenadores, televisión
por cable, y video caseteras que ya son parte íntegra de
la enseñanza. De hecho, en los últimos años
se ha visto un afán por conectar a todos los salones de
clase al Internet y por proveer un número mínimo de
computadoras en cada aula para uso de los estudiantes. Como
resultado los niños deben exponerse a los medios de
comunicación, como mínimo para saber cómo
utilizarlos.
El problema reside en que los adolescentes
frecuentemente no saben cómo o no pueden distinguir entre
lo que es bueno en los medios y lo que es dañino. Algunos
se pasan horas interminables frente al televisor o enchufados a
sus audífonos, alimentándose pasivamente de todo lo
que ven y oyen-violencia, sexo, maldiciones, estereotipos y
personajes e historias totalmente fuera de la realidad. Sabemos
por los estudios como el que dirigieron George Comstock y Erica
Sherrar que el ver demasiada violencia en la televisión
parece aumentar los comportamientos agresivos en los niños
y que el exponerse frecuentemente a la violencia hace que
ésta sea menos sorprendente y más fácil de
aceptar.
Los alumnos que reportan que ven más
televisión que sus compañeros generalmente sacan
peores notas en la escuela y califican peor en los
exámenes estándares. "En cualquier discusión
que tengamos en el aula es muy obvio quienes ven más
televisión que otros," explica la maestra Sherry Tipps. "A
los alumnos con menos motivación en el salón de
clase, mencióneles algún programa de
televisión y de repente reaccionan."
A medida que los adolescentes maduran, las horas
excesivas de televisión, los juegos electrónicos y
el uso de la computadora resultan en una acumulación de
consecuencias negativas. Los niños americanos se pasan
más horas con los medios de comunicación que con su
trabajo escolar. Los alumnos del séptimo grado, por
ejemplo, se pasan un promedio de 135 minutos al día viendo
televisión y sólo 57 minutos haciendo
tarea.
Además de los efectos negativos académicos
y psicológicos, también existen malos efectos
físicos, el número de adolescentes obesos en el
país ha aumentado dramáticamente en las
últimas dos décadas. Estar pasado de peso puede
contribuir a varias enfermedades serias, tales como la
diabetes.
Existen otras influencias negativas en los medios de
comunicación. Por ejemplo, recientemente se ha visto un
aumento en el número de anuncios en las revistas,
incluyendo anuncios para productos nocivos como alcohol y tabaco,
que están dirigidos específicamente a los
adolescentes.
Su hijo aprovechará mucho su consejo para
ayudarle a balancear las actividades relacionadas con los medios
de comunicación, con otras actividades tales como leer,
hablar con familiares y compartiendo con sus amigos. Aquí
les ofrecemos algunos consejos sobre cómo ayudar a su hijo
a escoger con buen criterio cómo va a utilizar los medios
de comunicación:
Limite el tiempo que su hijo ve
televisión. Es imposible proteger a su hijo
completamente de los medios. Si usted le prohíbe
completamente la televisión, sólo va a ganar que le
parezca más atractiva que nunca. Sin embargo algunos
padres sí prohíben la televisión durante la
semana, con algunas excepciones que han acordado de
antemano.
Recuerde que es más fácil restringir las
malas opciones si usted dice no antes de que su hijo traiga a
casa CDs o juegos electrónicos ofensivos o insiste en ver
programas de televisión excesivamente violentos.
Hágale saber que usted tiene la intención de
supervisar lo que escoge ver o escuchar.
Supervise lo que su hijo ve y escucha. La ex
directora Carole Kennedy aconseja, "No se fije solamente en el
volumen de la música, preste atención a la letra
también." Infórmese sobre los programas de
televisión y las películas que le interesan a su
hijo, los juegos electrónicos que quiere jugar y la
música que quiere escuchar. Si usted está bien
informado sobre los intereses de su hijo, usted podrá
adentrarse a su mundo con mayor facilidad y podrá hablar
con él con mayor conocimiento y poder. Pregúntele
que grupos o cantantes le gusta escuchar. Lea sobre sus artistas
favoritos en las revistas o escuche su música en la radio
o en CD.
Usted también puede ver o escuchar con su hijo.
Así podrá compartir un momento con él y
aprenderá más sobre los programas, juegos y
música que le gustan. Hable con él sobre lo que
están viendo y escuchando.
Sugiérale programas de televisión que
usted quiere que vea. Aliente a su hijo a ver programas de
televisión sobre una gran variedad de temas-la naturaleza,
viajes, historia, ciencias, biografía y noticias,
además de los programas creados sólo para
entretener. Los programar noticiosos y de historia por ejemplo,
pueden fomentar conversaciones sobre acontecimientos mundiales,
la política nacional y local, los problemas sociales y
asuntos sobre salud.
Hable con su hijo sobre la diferencia entre los
hechos y las opiniones. Los adolescentes deben aprender que
no todo lo que ven y escuchan es necesariamente cierto.
Infórmele que el programa de televisión o la
película que han visto, la estación de radio o la
música que le gusta escuchar, tanto como la revista que
lee, poseen un punto de vista en particular. Hable con él
sobre cómo los medios promueven ciertas ideas o creencias,
las cuales probablemente no estén de acuerdo con sus
valores familiares. Si su hijo quiere ver, escuchar, o leer algo
que usted cree es impropio, hágale saber exactamente por
qué usted está en desacuerdo.
Hable con su hijo sobre los anuncios comerciales
engañosos. Los adolescentes son muy susceptibles a los
anuncios. Hable con sus hijos acerca del propósito de los
anuncios-vender productos-y sobre cómo juzgar si los
productos anunciados son apropiados para él. Por ejemplo,
si su hija tiene cabello corto, rubio y rizado, pregúntele
si de veras piensa que el shampoo caro que quiere que le compren
va a resultar en una cabellera larga, oscura y lisa, como la
modelo en la revista.
Hable con su hijo sobre los riesgos que toma al
entrar en "salas de charla" electrónicas.
Asegúrese que su hijo entiende bien lo peligroso que es
"hablar" electrónicamente con una persona desconocida.
Existe software que impide el uso de estas charlas cuando hay
niños sin impedir que ellos usen la computadora para otros
propósitos.
Hable con otros padres. Si usted habla sobre las
películas, los programas de televisión, los juegos
electrónicos y CDs con los padres de los amigos de su
hijo, usted tendrá mayor autoridad para decir que no
cuando él quiera ver o escuchar algo inadecuado. Usted
puede descubrir muy rápidamente que no todos los
alumnos del instituto tienen permiso de ver la
última película clasificada que incluye escenas de
sangre y extrema violencia.
Ofrezca alternativas al entretenimiento con los
medios. Dar suficientes actividades con que entretenerse, un
día en el campo o visitando a un amigo puede ser
más interesante.
Dé un buen ejemplo. Si un adolescente ve a
sus padres paralizados frente al televisor o revisando su correo
electrónico mientras se apresura a cenar, definitivamente
va a captar un mensaje claro. Los padres que apagan el televisor
o la computadora y participan mejor en la buena
conversación, los deportes, juegos u otras actividades
están demostrando con su ejemplo otras opciones de
entretenimiento. Un adolescente contemporáneo
quizás se pregunte "¿qué se hacía
antes de que hubiera televisión (o computadoras y juegos
electrónicos)?" ¡Demuéstreselo!
1.20 Cuando el hijo adolescente quiere huir
de casa
Aunque no hay nada que garantice que su hijo no se
escapará de casa, una mejor comunicación puede
mejorar su relación con su hijo y crear confianza.
Presentamos algunas sugerencias:
Presta atención. Su hijo sabe
cuándo usted está escuchando de verdad.
Escúchale atentamente y responda sus preguntas.
Demuestra respeto. Reconozca que la
progresión a la madurez es muy difícil para su
hijo, y apóyelo durante estos años. Dígale
que usted va a responder a cualquier pregunta con respeto y
honestidad.
Trate de entender a su hijo. Trate de entender el
punto de vista de su hijo y acordar su experiencia cuando usted
era joven.
Nada de sermones. Hable en una manera clara y
concisa. Ofrézcale sugerencias constructivas en vez de
concentrarse en los defectos.
Discuta los sentimientos. Hable de los problemas
de ser padre. Cuando los padres están disponibles de ser
honestos y hablan de sus sentimientos libremente, los hijos
también compartirán sus sentimientos.
Crea responsabilidad. Dé la oportunidad a
su hijo de escoger en vez de dar órdenes.
Enséñele que sus decisiones y acciones crean
consecuencias.
No sea el que siempre dé la respuesta.
Pregúnteles "y que si…" para ayudarles desarrollar la
habilidad de resolver problemas.
Trate de trabajar en conjunto. Trabajen juntos,
discutan los problemas, exploren soluciones aceptables para
ambos.
Conozca a las amistades de su hijo. Establezca
una relación con sus amigos. Hable con los padres de
ellos. Esto le ayudará a conocer mejor a su hijo y
establecerá una base de comunicación para el
futuro.
1.21 Depresión y suicidio entre los
adolescentes
Un aumento en la tasa de suicidio entre los jovencitos
en los primeros años de la adolescencia significa que los
padres deben aprender a reconocer las causas y los
síntomas. Muchos factores contribuyen a la
depresión grave que puede resultar en suicidio. Si uno de
los padres sufre de una enorme depresión, es probable que
lo herede su hijo.
Pero a veces las situaciones difíciles como los
divorcios y la infelicidad familiar, la pérdida de un
padre por causa de divorcio o fallecimiento, el abuso sexual o el
uso de drogas o alcohol puede contribuir a un estado depresivo.
Otras situaciones estresantes también pueden contribuir:
por ejemplo, al perder a un familiar querido, al ser ignorados
por sus amigos o al tener preocupaciones serias sobre la
sexualidad.
Señales de advertencia que indican depresión
o tendencias suicidas en adolescentes
· Cambios en los hábitos de
descanso (dormir demasiado o demasiado poco);· Cambios en
el comportamiento (falta de concentración en la escuela,
trabajo o en tareas rutinarias, calificaciones que empeoran);
· Cambios en la personalidad (parecen tristes, aislados,
irritados, ansiosos, cansados, indecisos o
apáticos);· Cambios en sus hábitos
alimenticios (pérdida de apetito o peso o comen
demasiado);· Cambios físicos (falta de
energía, subir o bajar de peso repentinamente, falta de
interés en su apariencia);· Un cambio
drástico o una pérdida (ya sea por causa de muerte,
divorcio, separación o relación fracasada);·
Falta de interés en los amigos, la escuela o
actividades;· Bajo nivel de autoestima (no sienten que
tienen valor alguno, sentido de culpabilidad u odio hacia
sí mismos);· Falta de esperanza en el futuro
(sienten que nada va a mejorar, que nada
cambiará);· Preocupación con la
música, arte o reflexiones personales sobre la
muerte;
· Regalan sus posesiones o de alguna
otra manera "ponen sus cosas en orden"; y· Amenazas
directas por suicidarse al decir cosas como, "¡Mejor
quisiera morirme!" "Mi familia estaría mejor sin
mí." O "No tengo razón por vivir." Estas amenazas
hay que tomarlas siempre en serio.
1.22 Problemas de aprendizaje en la
adolescencia
Los alumnos con problemas de aprendizaje sufren de un
desorden neurológico que les dificulta almacenar, utilizar
o producir información.
Son igualmente inteligentes como cualquier otra persona
y suelen destacar en el arte, la música o los deportes.
Pero puede existir una discrepancia entre su capacidad y su
rendimiento ya que suelen tener problemas con la lectura, la
escritura, con el habla o con las matemáticas, así
como con sus relaciones sociales. Generalmente los alumnos con
problemas de aprendizaje tienen que trabajar más duro que
sus compañeros para compensar por los problemas que
sufren. Esto les puede causar depresión y falta de
seguridad en sí mismos, especialmente si su problema no ha
sido diagnosticado o no han recibido tratamiento.
Busque las siguientes señales de los problemas de
aprendizaje. Si su hijo exhibe uno o dos de estos
síntomas, no hay porque preocuparse demasiado, pero si
usted detecta varios, le sugerimos que busque ayuda.
Señales de los problemas de aprendizaje en la
adolescencia
· Frecuentemente invierte el orden
de las letras en la escritura, por ejemplo escribiendo
tapa en vez de pata.· Se
le dificulta aprender a deletrear usando estrategias como usar la
información de los prefijos, sufijos o palabras
raíz.· Evita leer en voz alta.· Evita
escribir composiciones.· Tiene problemas con la escritura
y trata de evitarla por completo.· No sabe sostener el
lápiz correctamente.· Tiene problemas recordando
ciertos datos.
Si usted sospecha que su hijo adolescente
tiene un problema de aprendizaje, hable con su pediatra, con los
maestros de su hijo y el consejero escolar, y ellos le
ayudarán a obtener una evaluación
profesional.
1.23 Desórdenes alimenticios en la
adolescencia
Los desórdenes alimenticios generalmente ocurren
entre las chicas adolescentes. Los desórdenes alimenticios
entre los varones generalmente ocurren entre atletas,
especialmente los luchadores.
Los desórdenes alimenticios
más comunes son anorexia nervosa y la
bulimia. La anorexia es un desorden emocional que puede
comenzar con una pérdida de peso extrema y la incapacidad
de subir de peso. El 90 por ciento de las personas que sufren de
éste desorden son mujeres. Los estudios científicos
sugieren que una de cada 250 mujeres sufre de anorexia, y sus
síntomas aparecen por primera vez durante los primeros
años de la adolescencia. La bulimia se caracteriza por
episodios de comer en exceso y luego vomitar intencionalmente,
las ayunas y el ejercicio extremo. La bulimia tiende a
presentarse entre las adolescentes mayores, y muchas de ellas
también han padecido de anorexia.Varios desórdenes
físicos están relacionados con los
desórdenes alimenticios, tales como los problemas renales,
las arritmias cardíacas, irritación y
desgarramiento del esófago, mareos y desmayos, y problemas
estomacales e intestinales.
Diríjase a un experto de inmediato
si su hija:
· Baja de peso repentinamente sin
razón médica;· Reduce la cantidad de
alimentos que consume, o deja de consumir carbohidratos y
grasas;· Hace demasiado ejercicio a pesar de sentirse
débil y fatigada;· Le aterroriza la idea de subir
de peso;· Deja de menstruar;· Se excede al consumir
alimentos de alto contenido calórico; o· Trata de
controlar su peso vomitando o utilizando laxantes y
diuréticos.
1.24 Cambios hormonales y la
práctica del deporte en la adolescencia
Cuando practicamos ejercicios se desatan una serie de
cambios hormonales, metabólicos, neurológicos que
resultan beneficiosas al organismo. En esas circunstancias, la
perfusión de los pulmones se hace más intensa y se
facilita el paso de oxígeno de los alvéolos a los
capilares pulmonares, mejorando la función respiratoria,
el rendimiento cardiovascular, y hasta el estado de
ánimo.
Si esta actividad las realizamos cuando nuestro cuerpo
aún está en pleno desarrollo como ocurre en la
adolescencia y juventud, potenciamos las capacidades de
órganos y músculos, entrenándolos para
soportar cargas mayores en la adultez.
La práctica sistemática de un deporte
promueve el metabolismo de los triglicéridos, reduce la
tensión sistólica y diastólica, previene la
hipertensión, el sedentarismo y la obesidad, aligerando
así la carga que nuestros huesos deben
soportar.
Quizás parezca increíble, pero los
ejercicios también activan el tránsito intestinal y
disminuyen el tiempo de contacto entre la mucosa del colon y
ciertas sustancias cancerígenas que es preferible
evadir.
El deporte previene la
depresión
Además, hacer ejercicios espolea la autoestima,
previene la depresión y mejora el estado de ánimo.
Esta actividad puede ser practicada en solitario, pero suele
disfrutarse mucho más cuando la realizamos en grupo, con
el que compartimos el éxito de las libritas rebajadas a
fuerza de perseverancia o los centímetros crecidos en
nuestros bíceps.
El gasto energético que representa una tanda de
aerobios, por ejemplo, nos permitirá llegar más
lejos en el tiempo y con una mejor calidad de vida, aunque ello
depende de la constancia y el tesón que pongamos en el
empeño.
Empieza cuanto antes a practicar ejercicios.
Quizás al principio el cuerpo se lamente, pero luego
él mismo te pedirá dedicarle, al menos, una
sesión de media hora diaria.
1.25 Beneficios de la educación
física en la adolescencia
La actividad física es esencial para el
mantenimiento y mejora de la salud y la prevención de las
enfermedades, para todas las personas y a cualquier
edad.
La actividad física contribuye a la
prolongación de la vida y a mejorar su calidad, a
través de beneficios fisiológicos,
psicológicos y sociales, que han sido avalados por
investigaciones científicas.
BENEFICIOS FISIOLÓGICOSLa
actividad física reduce el riesgo de padecer: Enfermedades
cardiovasculares, tensión arterial alta, cáncer de
colon y diabetes.Ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y el
porcentaje de grasa corporal.Fortalece los huesos, aumentando la
densidad ósea.Fortalece los músculos y mejora la
capacidad para hacer esfuerzos sin fatiga (forma
física).
BENEFICIOS PSICOLÓGICOSLa
actividad física mejora el estado de ánimo y
disminuye el riesgo de padecer estrés, ansiedad y
depresión; aumenta la autoestima y proporciona bienestar
psicológico.
BENEFICIOS SOCIALESFomenta la
sociabilidad. Aumenta la autonomía y la integración
social, estos beneficios son especialmente importantes en el caso
de discapacitación física o psíquica. Los
beneficios comprobados en estas etapas son: La
contribución al desarrollo integral de la persona El
control del sobrepeso y la obesidad. En esta etapa, el control de
la obesidad es muy importante para prevenir la obesidad adulta.
Mayor mineralización de los huesos y disminución
del riesgo de padecer osteoporosis en la vida adulta. Mejor
maduración del sistema nervioso motor y aumento de las
destrezas motrices.Mejor rendimiento escolar y
sociabilidad.
La salud NO es solo la ausencia de enfermedad, salud es
encontrarse bien, lo mejor posible, y eso incluye aspectos
físicos, psicológicos y sociales.
1.26 Educación física en la
adolescencia
Los datos de las últimas Encuestas Nacionales de
Salud en España muestran que cerca del 80% de la
población no realiza la actividad física aconsejada
para mantener la salud.
En la infancia y en la juventud, las personas son
más activas, sin embargo hay un porcentaje elevado de
ellas que no alcanza los niveles adecuados.
La escasa actividad física en estas etapas no
sólo es peligrosa para la salud sino que conlleva una baja
forma física, una menor autoestima y una pobre imagen
corporal.
Los padres y madres en estas edades estamos en una
posición privilegiada para ayudarles a que se conviertan
en personas activas.
La sociedad actual no favorece la actividad
física. Las actividades cotidianas están
mecanizadas, nuestro trabajo requiere menos esfuerzo y
movimiento, y nuestro tiempo libre es menor y más
inactivo. En esta guía explicaremos qué es ser
activo, qué beneficios conlleva para la salud, cómo
serlo y cómo influir para que nuestros hijos e hijas lo
sean. Además conviene recordar que junto con la actividad
física, la dieta sana, la higiene y el sueño
regular son los cimientos para llegar a la vida adulta sanos y
poder disfrutar de una vida plena.
La intensidad de los ejercicios en la
adolescencia
Ante una actividad física cualquiera, puedes
preguntarte:
¿Cómo me siento?
¿Cuál es mi temperatura?
¿Cómo se encuentra mi
respiración?
¿A qué ritmo late mi
corazón?
Intensidad muy suave
Ningún cambio en relación con el estado de
reposo.
Respiración normal.
Ejemplos: paseos, limpieza fácil, etc.
Intensidad suave
Inicio de sensación de calor.
Ligero aumento del ritmo de la respiración y
del ritmo de los latidos del corazón.Ejemplos: paseos suaves, jardinería,
estiramientos, etc.
Intensidad moderada
Aumenta la sensación de calor y se inicia una
ligera sudoración.El ritmo de la respiración y de los latidos
del corazón se incrementa pero aún nos permite
hablar.Ejemplos: paseos rápidos, recorridos en
bicicleta, bailes, natación, etc.
Intensidad vigorosa
La sensación de calor es bastante
fuerte.La respiración se ve dificultada y falta el
aliento.El ritmo de los latidos del corazón es
elevado.Ejemplos: Footing, baile rápido, deportes
(natación, baloncesto, balonmano, etc.) a un nivel
avanzado, etc.
Esfuerzo máximo
La sensación de calor es muy fuerte, existe
sudoración abundante.El ritmo de los latidos del corazón es muy
elevado y falta el aliento.Ejemplos: "Esprintar", deportes a un nivel alto,
etc.Reduce los periodos de inactividad, tales como ver
la televisión.Procura pasear o montar en bicicleta durante
trayectos cortos.Descubre itinerarios para andar o ir en bicicleta
por los alrededores de tu casa y
utilízalos.Asiste como observador a una clase de actividad
física para ver si deseas participar.Realiza las actividades que llevas a cabo en la
actualidad, pero más a menudo.Levántate del sofá cada hora y realiza
estiramientos y ejercicios de flexibilidad.
EMPEZAR ES MÁS FÁCIL DE LO QUE
PARECE
La actividad física no tiene por qué
suponer un gran esfuerzo. Puedes incorporar actividad
física en tu vida cotidiana poco a poco:
– Juega activamente con tus hijos e hijas.
– Comienza con un paseo de 10 minutos y aumenta el
tiempo de forma progresiva.
– Camina siempre que puedas. Bájate del
autobús antes de llegar a tu parada y utiliza las
escaleras.
1.27 Más actividades
físicas, menos adolescentes fumadores
Las personas que hacen ejercicio físico en la
adolescencia tienen menos probabilidades de convertirse en
fumadores que los adolescentes que no realizan actividades
físicas, según una nueva investigación de un
equipo de investigadores finlandeses y
estadounidenses.
El trabajo, financiado en parte por la UE,
se ha publicado en la revista Addiction. Se sabe desde hace
tiempo que es menos probable que fumen las personas que realizan
ejercicio físico de manera regular que aquellos que son
relativamente inactivos. La mayoría de la gente atribuye
este hecho a la familia, y sostiene que los niños cuyos
padres les animan a hacer ejercicio físico tienen
más probabilidades de adoptar un estilo de vida saludable.
En este estudio reciente, los científicos observaron a
casi 2.000 parejas de mellizos, y les preguntaron sobre los
niveles de ejercicio y el hábito de fumar al final de su
adolescencia y luego entre los 20 y los 25 años. Hallaron
que los adolescentes físicamente inactivos tenían
cinco veces más probabilidades de ser fumadores a la edad
de 24 años que los adolescentes físicamente
activos.
Para probar si las diferencias
podrían deberse a la educación familiar, los
científicos compararon seguidamente a mellizos que
presentaban niveles diferentes de actividad durante la
adolescencia. Descubrieron que era más probable que
comenzaran a fumar los mellizos físicamente inactivos que
sus hermanos y hermanas físicamente activos. Dado que los
mellizos reciben la misma educación familiar, la
diferencia no puede atribuirse a que sean distintas las
circunstancias familiares, apuntan los investigadores. «La
actividad física continua parece ser un factor causal
importante por lo que se refiere a la elección y el
mantenimiento de una conducta no fumadora», afirman. Los
científicos explican una serie de mecanismos por los que
la actividad física podría influir en el
hábito de fumar. Una idea es que los niños activos
físicamente pueden desear mejorar y mantener su forma
física y saben que fumar entorpecería el logro de
este objetivo. Además, es probable que estos
jóvenes busquen amigos que tengan intereses similares. Se
sabe también que el ejercicio tiene un efecto positivo
sobre otros factores que protegen contra el tabaco, como la
percepción de la capacidad propia para lograr lo que uno
se propone y la autoestima, indican los científicos.
Finalmente, destacan otra investigación que indica que
fumar y hacer ejercicio podrían estimular las mismas
partes del sistema nervioso central. 1.28 ¿Chicas
buenas, chicas tontas?
¿Será que ser una chica buena
es sinónimo de ser una chica vulnerable y tonta? Las
jóvenes adolescentes les preocupan mucha la imagen que
tiene ante otras mujeres de su edad y muchas veces se visten de
chicas malas, delante de las amigas, para esconder miedos y
temores.
La pose de chica mala es completamente natural. Es la
forma que las adolescentes tienen de esconderse y protegerse con
una forma de comportarse dura, una imagen pública donde se
sienten seguras y que no son vulnerables. Incluso, las amigas que
ocupan puestos de sumisa en el grupo se sienten protegidas por la
amistad de esta compañera fuerte y desafiante.Los papeles
de chica mala adoptadas por las adolescentes son muchos: la chica
dura, la chica popular, la mujer fatal… El problema es que
muchas chicas buenas deciden mostrarse como son, sin interpretar
ningún papel, con sus dudas y sentimientos confusos,
típicos de la edad. Por eso suelen ser el blanco de burlas
y bromas de las demás y rotuladas como chicas tontas. Y
nada más lejos de la verdad, no son actrices, son chicas
buenas que tienen el coraje de no esconderse bajo la
interpretación de un papel de chica dura.
Las chicas buenas y malas
Son estas chicas buenas que más
adelante podrán asumir que la mejor manera de estar en el
mundo es sin recelo de las demás personas,
aprenderán a moverse en el terreno de sus deseos y sus
valores. A su vez podrán adaptarse al grupo que escojan y
por su puesto a defenderse.En la adolescencia el grupo de amigos
es muy importante y en él aprenderemos que la amistad
crece con la lealtad y la bondad. La segunda lección del
grupo de amigos es que la vida te demandará
responsabilidades y obligaciones sin que esto implique renunciar
a quien eres de verdad. Por eso, a la hora de elegir las amigas,
puedes acercarse a gente muy distinta a tus gustos, así
aprenderás a adaptarte sin renunciar a lo bueno que hay en
sí misma.
1.29 ¿El chico adolescente huele
mal?
En la pubertad, las hormonas funcionan sin parar
y a todo gas, haciendo que el cuerpo del chico adolescente
trabaje más para crecer. Eso explica por qué los
niños que entran en la adolescencia sudan mucho y,
en algunas ocasiones, huelan mal.
La temperatura ideal del cuerpo es de 37 grados, si te
acaloras más, tu cuerpo reacciona y suda. El sudor sale de
la piel y, después, se evapora (es decir, el
líquido se convierte en vapor) en el aire, lo cual te
refresca. A veces este sudor o humedad puede oler mal y crear un
hedor. En la pubertad, las hormonas funcionan todo el tiempo, lo
que explica por qué sudas mucho y, bueno, a veces
hueles.
¿Qué hace que el adolescente huela
mal?
El sudor se compone prácticamente de agua y
pequeñas cantidades de otras sustancias químicas
como el amoniaco, la urea, las sales y el azúcar. El
amoniaco y la urea son como sobras de cuando tu cuerpo descompone
las proteínas. El sudor en sí mismo no huele
mal, pero cuando entra en contacto con las bacterias de la
piel, que todos tenemos, huele mal.
¿Qué puedes hacer para no estar sudoroso y
oler mal?
Primero, dúchate o
báñate con frecuencia, especialmente después
de hacer deporte o sudar mucho, como cuando hace calor.
También puedes usar desodorante en las axilas. El
desodorante viene en muchos olores agradables o puedes usar uno
no perfumado. Algunos desodorantes vienen en un tubito y lo
puedes girar para sacarlo. Mucha gente los usa después de
ducharse o bañarse y antes de ponerse la ropa. De lo
contrario, los desodorantes en tubo pueden dejar manchas blancas
en la ropa. También puedes elegir un desodorante
transparente en lugar de blanco. Puedes utilizar desodorante para
evitar el olor.
Un consejo: Si crees que estos productos no te surten
efecto, busca a un médico.
1.30 Hijos adolescentes, nuestros queridos
monstruos
Muchos padres palidecen cuando tienen que afrontar la
adolescencia de sus hijos. La familia no llega a entender esta
especie de metamorfosis chocante de sus hijos. Aquél dulce
y amable niña o niño se transforma, de la noche a
la mañana, es un ser desobediente y con un cuerpo grande y
desproporcionado. No hay misterio en eso, es la
adolescencia que llega y los padres ahora tienen que cambiar
para afrontar la educación de sus hijos adolescentes. Les
cambia la apariencia, la forma de pensar y de ver al mundo.
Incluidos a sus padres.
La adolescencia, esa edad que normalmente oscila entre
los 13 y los 19 años, pero que cada vez se anticipa
más, es la etapa más temida por los padres. Para
los adolescentes también es una época
difícil, con muchos cambios físicos y emocionales,
que los jóvenes inmaturos no tienen experiencia para
manejar.
Esos monstruos adolescentes, manual de supervivencia para
padres
En el libro Esos monstruos adolescentes, manual de
supervivencia para padres, el psicólogo César
Landaeta, un profesional experimentado con 25 años
dedicados al trabajo con los adolescentes, califica a los
adolescentes como monstruos. "Los adolescentes de hoy
están más estresados que lo que los adultos
imaginan. Muchos sufren de hipertensión. Sienten mucha
presión social y por los estudios aunque no lo parezca. Y
a los padres se les hace difícil entenderlos.
Actúan muy diferente a cuando eran niños. Esa es
una manera de reafirmar su personalidad. Puede que un chico, que
de pequeño era responsable, ahora no quiera ni levantarse
para ir al colegio. Uno que era formal y pulcro, ahora se resista
a vestir como sus padres esperan. A los adultos esto les
trastoca, porque sienten que pierden autoridad", explica
Landaeta.
La rebeldía sana es necesaria en la
adolescencia
"La rebeldía sana es necesaria para que se
definan como personas. A veces ni es rebeldía. Lo que pasa
es que los padres tildan así a cualquier forma de
oposición. Lo mejor que pueden hacer los adultos es
convertirse en líderes que negocian sobre normas sensatas
y consecuencias claras", recomienda el
psicólogo.
No hay que expulsar al adolescente de casa
Para Landaeta, lo que funcionó hace
décadas, ya no se aplica a los adolescentes de este siglo.
Las amenazas funcionan poco. "Yo he visto casos terribles en
consulta como niñas que se prostituyen para vivir
independientes de sus padres o muchachos que, sin ser adictos,
viven en la calle con drogadictos, sólo porque los padres
los expulsaron de casa. La sociedad no es la misma que hace 40
años. No tiene sentido lanzar los adolescentes a la calle
supuestamente para que aprendan", concluye Landaeta.
CAPÍTULO II
¿Cómo
entender a los padres? Guía para adolescentes
Algunas píldoras
1º ESCÚCHALES
No es cierto que los padres tengan siempre la
razón, pero escuchar sus argumentos te ayudará a
entender mejor su punto de vista. Piensa que tienen más
experiencia que tú en la mayor parte de los casos y, si no
estás de acuerdo con su opinión, trata de
explicarles por qué en vez de discutir.
2º LA SEGURIDAD 2º SEGURIDAD
La seguridad de sus hijos es una de las principales
preocupaciones de tus padres. Si te piden que llegues a casa
temprano, quieren saber cómo son tus amigos y dónde
vas cuando sales con ellos, no intentan fastidiarte. Sólo
quieren cerciorarse de que estás bien. Seguro que te dan
más libertad si compartes con ellos tu día a
día.
3º LAS TAREAS
Cuando tus padres te obliguen a hacer algo que no te
gusta, trata de explicarles por qué en vez de enfadarte y
encerrarte en tu habitación. Hablar con tus padres sobre
tus preocupaciones les ayudará a entenderte mejor, y
explicarles porqué su decisión te disgusta les
hará ver que eres lo suficientemente responsable para
conocer las consecuencias de tus acciones.
4º LA EDUCACIÓN
Cuando tus padres dicen "no" sólo están
tratando de darte una buena educación. Piensa que, como
padres, no pueden permitir que su hijo se convierta en una
persona caprichosa. Si no te compran todo lo que quieres o no te
dan tanto dinero como te gustaría, es que están
enseñándote a valorar el esfuerzo que supone
ganarse un sueldo.
5º LAS PREOCUPACIONES
Seguro que hablas más con tus amigos que con tus
padres. Y aunque no lo creas, tus progenitores sienten esa falta
de confianza y pueden pensar que te alejas de ellos.
Sabrán comprenderte mejor si confían más en
ti, por eso es bueno que dediques tiempo cada día a hablar
con ellos sobre tus preocupaciones y tu día a
día.
6º LAS EXCEPCIONES
Seguro que alguna vez has querido ir a una fiesta porque
va alguien que te gusta, o necesitas hablar urgentemente con tu
mejor amigo porque te ocurrió algo en clase que necesitas
contarle. Si no se lo explicas a tus padres tal cual, pueden
pensar que lo único que quieres es escaquearte de hacer
tus deberes. Cuéntales la verdad y sabrán ceder y
hacer excepciones cuando lo necesites
7º LA PRIVACIDAD
Imagina que un día llegas algo enfadado a casa.
Necesitas estar un rato a solas y, sin decir ni una palabra,
entras por la puerta y vas directo a tu habitación
cerrando con un portazo. Seguro que tus padres se preocupan
porque piensan que te ocurre algo serio, pero lo único que
te pasa es que necesitas intimidad. Si quieres disfrutar de tu
intimidad o necesitas estar un tiempo a solas, cuéntaselo
a sus padres sin tapujos para que no se preocupen y puedan
entenderte mejor.
8º LA NEGOCIACIÓN
Saber negociar correctamente con tus padres te
ayudará a llevaros mejor y a obtener lo que deseas, aunque
suponga un esfuerzo. Por ejemplo, si quieres llegar más
tarde a casa, comprométete con antelación a sacar
buenas notas, obtener sobresaliente en un examen o sacar la
basura durante dos semanas. Si les demuestras que cumples tu
parte del trato, sabrán que eres lo suficientemente
responsable para comprometerte.
9º LA COMPUTADORA
El tiempo que un adolescente pasa frente al ordenador es
un motivo de discusión en casi todas las familias.
Llévate a tus padres a tu terreno explicándoles un
poco más cómo funciona internet, y
haciéndoles ver que estar frente al ordenador
también es positivo. Además de chatear, aprendes
cosas nuevas cada día y obtienes ayuda para hacer los
deberes. Muéstraselo a tus padres y seguro que te
comprenden mejor.
10º AVISA
La hora de llegada es un problema para muchas familias.
Si tus padres te ponen un límite, hazles caso y trata de
no llegar tarde. Y, si te retrasas, no les mientas ni les dejes
en ascuas. Seguro que les sorprendes si les llamas y les explicas
el motivo del retraso con seriedad. Ellos percibirán que
te preocupas y que no quieres que se pasen la noche en vela
pensando que ha podido pasarte algo grave.
11º EL CELULAR
Seguro que a veces piensas que no serías capaz de
sobrevivir sin tu teléfono móvil. Si es el caso,
intenta guardar las apariencias y sigue unas sencillas normas de
educación para no molestar a tus padres. No estés
todo el día comprobando si tienes un mensaje nuevo y
comparte con ellos tus momentos divertidos al teléfono. Y
nunca lo olvides: el móvil está prohibido en la
mesa y en el cole.
12º LA MÙSICA
¿Cuántas veces te han pedido tus padres
que "bajes esa horrible música"? seguro que muchas, y
probablemente pienses que se debe a que no tienen ni idea de
qué grupos merecen la pena. Si es así,
edúcales. Seguro que si te preocupas por mostrarles tus
gustos y compartirlos con ellos llegarán a apreciar hasta
un tema de heavy metal
13º PAGA
Seguro que tu paga te parece pequeña. O, si no la
tienes, puede que pienses que el dinero que te dan tus padres no
te llega ni para ir a cine. Puede que sea así, pero
quizás sea el momento de poner tu grano de arena. Si
quieres ganar un poco más, demuéstraselo y
búscate un trabajo sencillo que sólo te lleve
algunas horas a la semana. Cuidar a los hijos de tus vecinos es
muy buena idea.
14º EL DINERO
Y si no encuentras un trabajo que se adapte a tus
necesidades, siempre puedes echarle una mano a tus padres a
cambio de un poco de suelto. Por ejemplo, ofrécete a lavar
el coche por un par de euros, a limpiar el jardín, o
cualquier otra tarea que ellos encuentren monótona.
Verás cómo en un par de meses tu paga ha engordado
lo suficiente. Y además habrás demostrado a tus
padres que comprendes el esfuerzo que supone ganarse un
sueldo.
15º EL PACTO
Si tus padres no te permiten hacer algo que tú
deseas muchísimo, como irte de acampada con tus amigos o
ir a la fiesta del año, intenta pactar con ellos.
Muéstrales tu interés y ofréceles algo a
cambio que pueda ser importante para ellos. Por ejemplo,
comprométete a cuidar de tu hermano pequeño dos
fines de semana seguidos para que puedan disfrutar de una cena
romántica, o prepárales el desayuno por sorpresa.
Así verán que te importan y valorarán tu
propuesta desde otro punto de vista.
2.1 CÓMO ME COMUNICO CON MIS
PADRES
Cinco maneras de mostrar (respetuosamente) tu
desacuerdo
Es más fácil estar de acuerdo que en
desacuerdo. Pero podemos aprender mucho de las conversaciones en
las que no coincidimos en nuestros puntos de vista, siempre que
seamos capaces de escuchar y hablar de manera
racional.
Estos 5 consejos pueden ayudarte a mantener los
desacuerdos de una manera constructiva, tanto si estás
hablando con tus padres, un amigo o cualquier otra
persona:
No hagas de ello algo personal. Si te sientes
irritado, recuerda que lo que te enoja es la idea o concepto
que defiende tu padre (o amigo, tutor, compañero,
etc.), no la persona.Evita despreciar las ideas y creencias de la otra
persona. Si alguna vez te ha tocado recibir el ataque o
el desprecio de alguien, ya sabrás qué
importante es usar un lenguaje y un comportamiento
respetuoso. Así que en vez de decir lo que puedes
estar pensando (¡Qué estupidez!), prueba esto:
"No estoy de acuerdo con eso por esta razón…".
Resiste la tentación de gritar, utilizar el sarcasmo o
hacer comentarios despectivos, y así es mucho
más probable que lo que tengas que decir se
entienda.Utiliza frases en primera persona (yo) para
comunicar cómo te sientes, lo que piensas y lo que
quieres o necesitas. Hablar del otro (tu) puede dar la
impresión de que estás discutiendo. Por
ejemplo, decirle a tu madre o a tu padre "Siempre me
recuerdas mis tareas los miércoles cuando sabes que
tengo un montón de deberes" suena muy diferente que
decir "me siento muy agobiado, porque hoy tengo muchos
deberes. ¿Puedo hacer esas tareas
mañana?"Escucha el punto de vista del otro. Escuchar
bien es una manera de mostrar que respetas y entiendes el
punto de vista de la otra persona. Esto hará
más probable que ella haga lo mismo contigo. Cuando la
otra persona hable, trata de no pensar por qué no
estás de acuerdo o lo que le vas a contestar. En vez
de eso, pon atención en lo que está diciendo.
Cuando sea tu turno de hablar, repite cualquier punto
importante que la otra persona haya mencionado para demostrar
que escuchaste y oíste lo que dijo. Luego, con
tranquilidad, explica tus argumentos y por qué no
estás de acuerdo.Mantén la calma. Esto es lo más
importante que puedes hacer en una conversación. Desde
luego, es todo un reto conservar la calma y ser razonable
cuando te sientes enfadado o exaltado por algo, sobre todo si
la persona con la que estás hablando lo hace
acaloradamente. Puede que sea necesario que te comportes como
la persona madura que sabe llevar tranquilamente la
conversación, aunque el otro sea uno de tus padres o
alguien que debería saber mejor cómo
hacerlo.
Por supuesto, el respeto no sólo debe tenerse en
cuenta en las conversaciones difíciles. Ser amable y
considerado con los miembros de tu familia, profesores o
consejeros escolares en las actividades cotidianas nos
ayudará (¡a los padres incluidos!) a sentar las
bases para los momentos en que podamos no estar de
acuerdo.
2.2 ¿Cómo puedo lidiar con mi
enojo?
Cuando el enojo estalla
¿Pierdes la paciencia y te preguntas por
qué? ¿Existen días en que sientes que te
despertaste enojado?
Algo de eso se puede deber a los cambios que experimenta
tu cuerpo: Todas esas hormonas de las que tanto escuchas hablar
pueden causar cambios de humor y emociones confusas. Parte se
puede deber al estrés: Las personas que se encuentran bajo
mucha presión tienden a enojarse más
fácilmente. Otra parte se puede deber a tu personalidad:
Es posible que seas una persona que siente las emociones de
manera intensa o tiende a actuar impulsivamente o a perder el
control. Y otra parte se puede deber a tus modelos para imitar:
Es posible que hayas visto a otras personas en tu familia
"explotar" cuando están muy enfadadas.
Independientemente de lo que te haga reaccionar, una
cosa es cierta: estás seguro de que te enojarás en
algún momento. Todo el mundo lo hace. El enojo es una
emoción normal, y sentirse enfadado no tiene nada de malo.
Lo que importa es cómo manejamos el enojo (y a nosotros
mismos) cuando estamos enojados.
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