- La anorexia
nervosa - El experimento de
Minnesota: la inanición humana en el
laboratorio - Las
adicciones - Malthus y el
Yin-yang de las disorexias: yendo de la hambruna predicha a
la sobrealimentación
patológica - La obesidad hace su
irrupción en el escenario actual - En
resumen - Bibliografía
"La inanición relativa es la única
característica confirmada que se asocia con la
longevidad." (Larocca, 2008)
La selección natural, en sus mecanismos
biológicos, nunca cesa de dar pausa, especialmente, cuando
nos sorprende, como en esta ponencia tendremos oportunidad de
constatar.
Durante los últimos años, investigadores,
por todas partes, han iniciado la tarea de modificar el modo como
interpretamos las funciones de aquellas actividades que — antes
de la era de las neurociencias — nos fueran conocidas con el
nombre simplista de "procesos mentales".
LA ANOREXIA
NERVOSA
La anorexia nervosa, condición que en su
manifestación sintomática parece contravenir las
leyes biológicas de los instintos y de los ajados
"procesos mentales" — que marcan el abismo intelectual y
dominio moral — que nos separan de otros animales será
el objetivo primordial de esta lección.
En esta coyuntura, y, para dar comienzo a esta
proposición didáctica, examinamos factores
enigmáticos que caracterizan aspectos de la
fenomenología de la entidad susodicha. Condición
cuyo estudio nos ocupará aquí, en lo que respecta
al entendimiento general de los trastornos
psicosomáticos.
La medicina psicosomática: El
poder inefable del espíritu sobre la materia
La anorexia nervosa constituye el modelo ideal para la
investigación de los llamados trastornos
psicosomáticos.
Lo es así, porque en esta dolencia excepcional la
interacción de lo psíquico con lo orgánico
adquiere la expresión epistemológica más
elocuente que puede encontrarse en todas las ciencias
médicas y del comportamiento.
El fenómeno portentoso de la distorsión de
la imagen corporal
Dentro de esta entidad diagnóstica, enfatizamos
la distorsión patognomónica de la imagen corporal
como objeto especial de nuestras investigaciones.
La distorsión de la imagen corporal, en la
anorexia nervosa, determina la actitud de la paciente hacia su
propia figura, basada en la percepción de lucir
extremadamente obesa, cuando, en realidad, aparenta enormemente
delgada.
Esta manera de pensar condensa el significado de la
llamada distorsión paratáctica, que para el
conocimiento general, a continuación
ilustramos:
Distorsión paratáctica: Concepto de HS
Sullivan que se refiere a la forma en que una persona despliega
su naturaleza, y los conflictos que enfrenta, ante el terapeuta y
su entorno y que (por mecanismos inconscientes) no
estarían expresando sus verdaderas
características.
Uno de los aspectos implícitos en la
definición ofrecida, en el párrafo anterior, es la
mención del concepto de una transferencia
terapéutica dentro del marco de mecanismos
inconscientes.
Lo que instiga la pregunta: ¿Transferencia a
qué, cómo, o a quien?
En este caso se refiere a distorsiones e
identificaciones proyectivas e idealizadas de origen
narcisista.
Prosiguiendo
De manera paradójica y como defensa
psicológica, la anoréxica, subrepticiamente, se
considera a sí misma persona dotada de singular esbeltez,
por todos envidiada y, por tanto, resentida, ya que todos anhelan
ser tan delgados como ella.
Por la misma razón hemos propuesto, en una de mis
ponencias, que el "camino de la mente es derrotero de dos
vías."
La anoréxica, de manera asombrosa, se regodea en
la práctica agonizante de un estoicismo exagerado.
Resistiendo el hambre en sus manifestaciones extremas,
prefiriendo el consumo de cantidades minúsculas de comidas
ritualistas y poco nutritivas, mientras que a la vez se somete al
rigor de los ejercicios más estrenuos en búsqueda
implacable de una mayor flacura.
Predisposición extrema al desgaste físico,
ejemplificada por el dolor tolerado, que, en la mejor de las
circunstancias — y de manera adaptiva — sus organismos
opondrían.
Este detalle corrobora nuestra impresión personal
del cisma entre la mente y el cuerpo que existe en esta
condición.
En este último respecto, "expertos" abundan — a
menudo, sin el beneficio de la experiencia a su lado — quienes
tratan de resumir de la manera siguiente la paradójica
situación que la anoréxica, en sus entendimientos,
plantea.
Veamos:
El hecho inexplicable de que la condición
selecciona como sus víctimas mujeres supuestamente dotadas
de inteligencia en exceso de lo común, miembros de
familias ajustadas y afluentes. Pero mujeres que prefieren el
castigo de la inanición autoimpuesta — como maniobra
desesperada y, en ocasiones trágica — para controlar
impulsos derivados de compromisos subconscientes que, sin duda,
yacen en los recesos más recónditos de sus vidas
emocionales.
Lo que añade más a la confusión
existente de lo que aclara — si es que en efecto — algo logra
clarificar.
EL EXPERIMENTO DE
MINNESOTA: LA INANICIÓN HUMANA EN EL
LABORATORIO
Durante los días postreros de la Segunda Guerra
Mundial, en la Universidad de Minnesota, un grupo de
científicos, bajo auspicios gubernamentales, condujo una
investigación que, todavía se considera como el
prototipo del estudio de los efectos de la inanición
humana artificialmente inducida (lo que coincide con la esencia
de la anorexia nervosa).
En este proyecto, los investigadores trataron de
establecer los efectos de la privación alimenticia
extrema, bajo condiciones controladas, para poder aplicar
éstos conocimientos, al proceso de asistir a los
supervivientes de internamiento en campos de concentraciones,
retornando a los Estados Unidos al final de las
hostilidades.
Los hallazgos iniciales fueron consistentes con una
iteración — que el tiempo, ya hubiera confirmado — del
hallazgo de que la mayoría de los sujetos que se someten a
los rigores del hambre forzada, manifiestan muchas de las
acciones repetitivas que han hecho a tantos describir
(erróneamente) a las anoréxicas como
obsesivas-compulsivas y personas "perfeccionistas".
De interés es que en mi artículo,
Hombres con Trastornos del Comer — en proceso de ser
publicado — yo describo a MK Gandhi, personaje
histórico, quien durante sus ayunos prolongados
exhibía estos mismos comportamientos, como estrategia (de
uso generalizado) para disfrazar los retorcijones que el hambre
le causara.
Las conductas compulsivas descritas se esfumaban, en el
experimento de Minnesota, como por arte de magia, con la
provisión a los voluntarios de la nutrición
adecuada.
En diferentes palabras, el hambre determinó que
las actividades compulsivas se expresaran, y no que las
tendencias tipo obsesivo-compulsivas fueran responsables por dar
origen a la inanición intencional, que tantos proponen
como causa de la anorexia.
Para conferir más credibilidad a mis argumentos
en favor de la primacía somática en el caso de esta
condición, revisemos lo que sucede en el mundo de las
adicciones. Condiciones que muchos, de manera arbitraria,
equiparan con la última.
LAS
ADICCIONES
Del gozo aparente que la anoréxica deriva de la
auto inanición y de lucir extremadamente emaciada —
evitando la gordura — muchos deducen que el estado de
privación extrema de alimento actúa en los centros
de la recompensa cerebrales de manera similar a como lo hacen, en
sus propios mecanismos, las drogas recreacionales.
Las drogas, aparte del hecho de que se las quiera
relacionar con todas las dependencias conocidas, representan un
problema diferente, de repercusiones enormes, que, como tantos
otros de índoles similares, permanecen en espera de
encontrar solución.
Para adoptar un patrón existente y, para muchos
fiable, en el tratamiento de las adicciones, desde su inicio, los
métodos promovidos por los grupos que Alcohólicos
Anónimos inspiraran, han sido imitados, adaptados y
modificados para asistir en el proceso de su cura, alcanzando
éxitos muy poco aparentes.
En la actualidad se cuentan más de 34 millones de
alcohólicos, solamente en los Estados Unidos.
Jugando a ser Dios
Por la razón antedicha, los científicos
postulan, que — como acontece con, ambas, la anorexia nervosa,
y la obesidad — los métodos de terapia para remediar las
drogadicciones, meramente basados en las ciencias conductistas,
ni bastan, ni son lo suficientes, si se aplican por sí
solos.
Ya veremos más acerca de esto.
Big Pharma hace su entrada breve en este
tablado donde se presenta el drama del uso de un fármaco
para el tratamiento de las adicciones
Hacen más de 30 años que una nueva
sustancia fuese patentada para el alivio y cura de los
síntomas del alcoholismo, la que se conoció como
la: Naltrexona.
La misma medicación, bajo el nombre de ReVia, ha
sido reintroducida, por la compañía DuPont Merck,
después de que investigaciones recientes en su uso
soportaran el hecho de que ésta puede eliminar el deseo
vehemente de consumir licor que domina al alcohólico y,
posiblemente a quienes usan otras sustancias
estupefacientes.
Lo que — de ser constatado — representaría
buenas noticias, aunque existen complicaciones y efectos
secundarios que hay que tener en cuenta antes de
utilizarla.
El interés que, en esta lección esta
medicina suscitara, es que muchos científicos, asumieron
que la naltrexona, actuando como antagonista de los impulsos
destructivos — que se comportan como si fueran adicciones en
las anoréxicas — serían contrarrestados por los
efectos de esta medicación.
Estaban equivocados
Del salto misterioso de la mente al
cuerpo
Retornemos a la anorexia nervosa como cambio de
paradigma en el mecanismo de la selección
natural
En esta sección abordamos el quid de la
cuestión acerca de los orígenes, razón
adaptiva y causación de la anorexia nervosa
La anorexia nervosa, condición de causa
indeterminada puede que sea, no una, sino muchas entidades
diferentes en sus principios, aunque idénticas en sus
manifestaciones clínicas.
Entre las tantas causas posibles, este autor propone una
por nadie más sospechada.
Nosotros la concebimos como una exaptación
evolutiva, aunque ineficiente, a la sobrealimentación
extendida y patológica — de orígenes
epigenéticos, actualmente generalizada — que en nuestra
especie permea los comportamientos del comer, resultando, como
consecuencia, en la globesidad y sus complicaciones.
La obesidad difundida y epidémica, en esta
formulación causativa, se concibe como otro brote
contagioso cuyo curso ulterior dependerá de los ajustes
que los organismos afectados realicen, guiados por la
selección natural.
Pero antes de proseguir, debemos entender minuciosamente
las nociones a que hemos aludido en párrafos anteriores;
las cuales por ser tan originales — se apartan — de las, por
los demás, propuestas.
En seguida, expondremos las premisas de que
partiéramos para formular los conceptos hipotéticos
que este autor desarrollara.
Veamos
De acuerdo a los principios del proceso de la
Selección Natural, cuando un organismo, como miembro de
cualquier especie, está amenazado por condiciones adversas
que oponen su supervivencia; la teoría estipula, que en
esta situación — para lograr sobrevivir en la manera
para la cual el género en peligro está adaptado —
cambios compensadores se desencadenarán en un esfuerzo a
concederle ajuste a la nueva circunstancia.
Supervivencia para el más
idóneo
Si estos cambios son eficientes, garantizando la
estabilidad de la especie a riesgo, mutaciones adaptivas
sobrevendrán, que en turno se pasarán
hereditariamente a generaciones futuras para la
preservación del grupo a riesgo.
En este caso, una mutación adaptiva habrá
ocurrido, las que no son tan extrañas como antes
supusiéramos.
En nuestro medio, y por todas partes, existen abundantes
ejemplos de las mutaciones y persistencias de muchos rasgos
adaptivos a los que hago referencia en mi teoría
original.
Veamos algunos
Para la migración a zonas glaciales, nuestro
género conformó a los diseños
homeostáticos que la Naturaleza había
seleccionado para los moradores de esas zonas
geográficas.Para la vida en las alturas andinas y alpinas, la
policitemia compensatoria se estableció en los
habitantes de las cimas elevadas del globo.Los moradores de las zonas áridas hicieron
ajustes parecidos, logrando, bajo el palio de la
vegetación frondosa, medrar donde otros no fueran
capaces de hacerlo.
MALTHUS Y EL YIN-YANG
DE LAS DISOREXIAS: YENDO DE LA HAMBRUNA PREDICHA A LA
SOBREALIMENTACIÓN PATOLÓGICA
Como expresáramos en mis ponencias: Las
Políticas de la Gordura y El Hambre y sus
Paradojas, nuestra especie se encuentra en una encrucijada
crítica ajustándose a la epidemia de la obesidad
universal, frente a la Selección Natural.
Si es hecho palmario e incontrovertible que nuestro
género no ha sufrido cambios evolutivos en decenas de
miles de años, es igualmente cierto, que retos a nuestra
estabilidad y supervivencia — que amenazan nuestra seguridad y
destino final — nos han llegado desde adentro, provenientes de
nuestras propias acciones irrazonables y aventuras
autodestructivas.
Mutaciones adaptivas en pinzones en las
Islas Galápagos
Hemos mermado la capa del ozono
Hemos modificado nuestras dietas y hábitos
naturales creando confusión en los sistemas estables
que regulan nuestros biorritmosHemos destruido nuestras prístinas
forestasComemos solamente por placer, a deshoras y a todas
horas del día, lo que hacemos sin cesar, o detenernos
a pensar en las consecuenciasEn nuestros viajes, nos desplazamos a velocidades
extremas, mientras nos empachamos con comida y bebida en
medio de hacerloDependemos en la energía nuclear —
ignorando las lecciones fatales — aprendidas como resultado
de la radiación emitidaNos sumergimos en los mares a profundidades
impensables
Síndrome de Laron o de La
Insensibilidad a la Hormona del Crecimiento
Lo que hacemos, y seguimos haciendo, mientras que
desafiamos todas las probabilidades que las estadísticas
apilan en nuestra contra, pretendiendo que somos únicos,
invencibles, especiales, inmortales, y amos y señores del
universo y de nuestro efímero e intrascendente rol en el
Gran Designio del Orden Natural.
LA OBESIDAD HACE SU
IRRUPCIÓN EN EL ESCENARIO ACTUAL
Nos preguntamos ¿Por qué razón
hemos olvidado el derrotero trazado para nuestra especie —
abandonando nuestro propósito original de disponernos a la
conquista de nuestro mundo — convirtiéndonos en su lugar
en una estirpe de gordos exagerados y obesos morbosos?
No lo sabemos
Pero, lo que sí sabemos, derivado del campo de la
microbiología, es que organismos nocivos y eventos que los
rodean, en sus supervivencias se acompañan por
fenómenos adaptivos.
Por ejemplo, tenemos la evidencia necesaria para
establecer que la falcemia, mal debilitante, en África
protege a sus víctimas contra la malaria.
Por su parte, el Síndrome de Laron (predominante
en el pueblo de Loja en Ecuador) resulta de una mutación
que, debido a que el organismo no utiliza de manera adecuada la
hormona del crecimiento, protege a quienes lo heredan, contra el
cáncer, la diabetes y enfermedades
cardiovasculares.
Fundados en las ciencias biológicas, ciertos
principios de la genética pueden aplicarse al estudio de
la obesidad, como trastorno de adaptación en espera del
rescate provisto por la selección natural.
Es en este lugar — en el extremo opuesto del continuo
disorexia/disponderosis — donde la anorexia se encuentra, como
tendremos oportunidad de apreciar más adelante, en el
extremo opuesto a la gordura. Veamos
El dogma central de la teoría evolucionista es la
selección por variación fortuita.
En otras palabras que el fenómeno de la
mutagénesis ocurre al azar, sin tomar en
consideración la utilidad posible de una alteración
hereditaria para un organismo dado.
Lo que nos parece improbable
Si ésta es beneficial, el individuo y su especie
sobrevivirán. Pero, si no lo es, ambos resultarán
extintos.
Al respecto, el destacado bioquímico y
biogenético John Cairns ha propuesto que cuando
poblaciones se someten a ciertas formas de presión
selectiva intensa — como indisputablemente constituye la
obesidad — que variantes emergen que inducen un cambio en el
fenotipo.
En este caso, la variante es la anorexia nervosa
compensatoria que introduce un cambio de fenotipo — vis
à vis la obesidad — de dramática
apariencia.
Lo que sugiere que existe una vía
fisiológica que responde a una presión
específica para producir una mutación que confiere
el fenotipo correcto para aliviar esta presión.
Para más detalles:
http://en.wikipedia.org/wiki/Adaptive_mutation
Lo que postulamos que sea el caso con la
aparición imprevista del fenómeno de la anorexia
nervosa, efectuado para salvaguardar el futuro de nuestro
género que la obesidad desenfrenada y epidémica
amenazan.
EN
RESUMEN
Para nosotros, la anorexia nervosa y condiciones afines
representan expresión del esfuerzo adaptivo que — en
acto de desesperación terminal — nuestra especie intenta
frente a la obesidad global que nos azota. Para, de esta manera,
lograr el acumulo del tiempo requerido para que el mecanismo de
la selección natural ejecute la mutación decisiva
que garantice nuestro futuro, o para que permita la
extinción final de nuestro género.
Aún creemos en el principio que predica que la
parte más crucial del tratamiento de las anoréxicas
constituye la restauración nutritiva — aunque, porque
ésta contradice los mecanismos de la obesidad, el enemigo
refractario — esta opción resulta, tristemente, como
algo que es más fácil decir que de realizar, ya que
no son las víctimas del conflicto quienes en sus mentes la
resisten, sino que es el imperativo biológico de la
selección natural que ciegamente la opone, como parte del
paradigma psicosomático de la anorexia nervosa.
"Hemos encontrado al enemigo y somos nosotros"
("We have met the enemy and he is us") parafraseando la
conocida frase "Hemos encontrado al enemigo y eran
nuestros" ("We have met the enemy and they are ours")
pronunciada por el comodoro Oliver Hazard Perry en la Guerra
de 1812.
Fin de la lección.
BIBLIOGRAFÍA
Larocca, FEF: La Anorexia
Nervosa: Tautología y Neurociencia aplicadas, el
futuro de una Ilusión… en
letras-uruguay.comLarocca, FEF: La Longevidad y la
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Mente al Cuerpo: Derrotero de Dos Vías en
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Bulimia en los Hombres?: Laberintos taxonómicos en
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Girl Tarcher/Putnam
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca