Alcances de la Política Monetaria en favor del Desarrollo Económico (página 2)
Para los bancos centrales, la única certeza es la
incertidumbre. El conocimiento imperfecto sobre la brecha de
producción, la verdadera tasa de inflación (el
indicador más preciso y completo), el desenvolvimiento de
la productividad, los cambios tecnológicos, el
comportamiento en el mercado de activos financieros, y los
cambios generados en la economía global exigen a la
autoridad monetaria una constante actualización y
revisión de los paradigmas. La cantidad de objetivos, por
lo general, supera la disponibilidad de instrumentos, y la
aplicación de cualquier plan de acción exige un
cuidadoso análisis de los mecanismos de
transmisión. Para poder conocer los resultados de una
política es preciso esperar el paso de varios trimestres e
incluso años. El efecto retardado de la política
monetaria exige consistencia intertemporal, junto a una cuota de
prudencia y "sintonía fina". Los hechos demuestran que no
existe piloto automático en la ejecución de un
programa monetario. El monitoreo de su progreso debe ser una
tarea irrenunciable, y la intervención oportuna en la
corrección del rumbo preestablecido puede evitar
situaciones indeseadas en el futuro. El enfoque de
administración de riesgos aplicado por el Banco Central de
Argentina en los últimos años ha permitido disponer
de distintos planes de acción frente a los posibles
desafíos que imparte la dinámica de cambios. Este
manejo de escenarios construido sobre la base de la
acumulación de reservas, la regulación prudente de
las instituciones bancarias y financieras y la flotación
administrada del tipo de cambio, ha dotado a la economía
de estabilidad cambiaria y financiera. Es de esperarse que la
incertidumbre continúe siendo la regla general, pero una
adecuada administración de riesgos puede atenuar los
impactos imprevistos e indeseados.
El cambio de la tecnología informática en
las últimas décadas ha constituido un nuevo reto
para los hacedores de política económica. La
velocidad y número de transacciones electrónicas,
las nuevas formas que adopta el "dinero"9 y el acceso universal a
este tipo de instrumentos son cambios que se irán
profundizando con el paso del tiempo. Gracias a las nuevas
tecnologías, los bancos centrales pueden conocer en tiempo
real, y con
una precisión estadística altamente
significativa, la evolución de diferentes variables
determinantes. La información precisa y oportuna es un
insumo clave en la política económica y esta
situación puede obrar a favor de la autoridad
monetaria.
Tal como se ha expresado en apartados anteriores, la
política monetaria es un instrumento importantísimo
de política económica, pero no el único.
Para tender un puente entre los que pugnan por un banco central
totalmente independiente y los que pugnan por la
subordinación del banco central al poder ejecutivo, puede
sugerirse una posición ecléctica, basada en un
modelo de "coordinación". Es preciso que el Banco Central
tenga objetivos claros y medibles, pero la consecución de
objetivos generales requiere de una coordinación con otros
hacedores de políticas. El caso más representativo
es el de la lucha contra la inflación. Un contexto de
altas tasas de inflación genera distorsiones en los
precios relativos y bloquea los beneficios de un sistema de
precios. La eficiente asignación de recursos y el clima de
negocios se entorpecen frente a un escenario con altas tasas de
inflación10. La adopción de un plan de
acción para combatir esta patología es tarea de
varios sectores, no sólo del ámbito
gubernamental.
Una economía que quiera alcanzar una senda de
crecimiento económico sostenido y ulterior desarrollo
precisa de un sistema financiero sólido y accesible. El
desarrollo de mecanismos para el fortalecimiento del
crédito a largo plazo es un desafío abierto para la
República Argentina. Con el correr de los años, la
estabilidad financiera y la confianza en la moneda local,
motivarán a los argentinos a aumentar aún
más su confianza en el sistema financiero y el mercado de
capitales local, profundizándolo e integrándolo
más aún con la economía real. En este
ámbito, el Banco Central es un actor protagónico,
pero no único. De nuevo, debe destacarse la necesidad de
políticas estratégicas, que gocen de
coordinación y consistencia intertemporal. La
orientación de los recursos financieros al desarrollo
productivo, la innovación y la tecnología son
condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo. Los bancos
centrales, a través de una regulación adecuada
pueden promover la existencia de instituciones bancarias
solventes, y gracias a su papel de prestamista de última
instancia, puede constituirse en un garante de la estabilidad
financiera y de la cadena de pagos. La política de
acumulación de reservas, mencionada más arriba, es
un baluarte en la estabilidad cambiaria, tan preciado para los
agentes económicos argentinos.
Otro desafío que se abrirá aún
más con el correr de los años es el de la
integración a otros mercados. El Mercosur actual es
todavía muy diferente del Mercosur potencial. La
integración económica irá en aumento, y la
necesidad de coordinar políticas macroeconómicas
impondrá retos significativos para los gobiernos futuros,
pero también a los actuales. Hoy por hoy, las cuestiones
vinculadas al comercio son sobresalientes, pero con el correr de
los años, las políticas financieras, monetarias y
cambiarias pasarán a ocupar otro lugar en el orden del
día de las agendas comunes. Si se aspira a convertir al
Mercosur en un "Área de Estabilidad Macroeconómica"
(C.E.I., 2003) , es necesario avanzar en políticas de
coordinación, y la tarea no es para el futuro, sino que es
un reto actual. La experiencia de la Unión Europea puede
arrojar luz sobre los posibles "costos" de una unión
monetaria, y los errores cometidos pueden ser aleccionadores a la
hora de evaluar un modelo de integración para el Mercosur
(Plihon, 2002).
Otro desafío para los bancos centrales es el que
concierne al sistema monetario internacional. El gran volumen de
transacciones financieras internacionales y la integración
entre los mercados de capitales es un hecho y con tendencia en
aumento. Hace algunas décadas, la tenencia de reservas
internacionales en dólares era la moda y costumbre. La
aparición del Euro, junto a la apreciación de otras
monedas pone en evidencia la complejidad del sistema monetario
internacional. La crisis de los últimos años ha
debilitado la posición e incluso la imagen de las divisas
tradicionales, y la aparición de China como un actor
protagónico de la economía mundial también
supone nuevos desafíos para el sistema. Todavía es
incierto el roll que puede pasar a jugar el oro, commodity que ha
multiplicado su valor por cinco en los últimos diez
años. El sistema de Bretton Woods fijó los
límites y alcances del sistema monetario internacional
hasta su colapso en los años "70. A partir de allí,
el predominio del dólar fiduciario ha sido indiscutido,
pero la situación actual ya no es la misma. Hay varios
interrogantes abiertos, como por ejemplo: ¿Quiénes
definirán el nuevo esquema monetario mundial?
¿Cómo lo harán?
Los bancos centrales deben estar en
sintonía con los cambios constantes y dinámicos de
la economía; los desafíos planteados en este
apartado son sólo ejemplos de la complejidad del tema en
cuestión.
VI.
CONCLUSIONES
El desarrollo económico es una sana
aspiración de los países democráticos en el
mundo entero. Las sociedades han avanzado en la toma de
conciencia acerca de los problemas que generan el desempleo, la
falta de oportunidades para todos, pobreza y marginación,
e incluso el creciente problema del medio ambiente y el manejo
adecuado de los recursos naturales. El camino hacia el desarrollo
económico debe contemplar estas cuestiones en su hoja de
ruta, y sin lugar a dudas, debe renovarse el impulso sobre la
educación y el desarrollo tecnológico. La
generación de riqueza, con igualdad de oportunidades para
todos no podrá ser alcanzada sin el esfuerzo decidido y
planificado de los ciudadanos.
El presente trabajo ha intentado mostrar la importancia
de los gobiernos en la construcción de una economía
sustentable y desarrollada. El manejo prudente de las
herramientas de política económica es crucial. La
política monetaria es una de esas herramientas que
resultan indispensables a la hora de "engrasar" el engranaje del
crecimiento. Es por ello que dentro de una estrategia de
desarrollo debe pensarse en el papel que encarará el Banco
Central.
Resulta crucial para una economía sostener el
valor de su moneda, no sólo para facilitar los
intercambios, y dotar a los agentes de una reserva de valor para
sus ahorros, sino también para contar con previsibilidad y
un clima de negocios adecuado. Lo anterior no debe ser la
única meta a cumplir, ya que no puede perderse de vista la
generación de empleo y el crecimiento de la actividad
económica sostenida en el tiempo. La adecuación de
los objetivos de estabilidad de precios y crecimiento sostenible
debe ser una tarea coordinada por diferentes actores
económicos y gubernamentales. Las tasas de interés
y los mecanismos de regulación prudencial deben conformar
un modelo que incentive el ahorro genuino y, a su vez, la
inversión productiva. En suma, se necesita fortalecer el
crédito productivo de mediano y largo plazo. A
través de un proceso sostenido en el tiempo, contando con
previsibilidad y consistencia intertemporal, los agentes
económicos podrán contar con un mercado de
capitales que sirva para intermediar entre los intereses de
ahorro y los de inversión, de manera más eficiente.
La universalización de los servicios bancarios, la
confianza en la banca pública y privada, la existencia de
un prestamista de última instancia (garante de liquidez y
solvencia) y una adecuada regulación hacia adentro del
sistema, como así también sobre los flujos de
capitales externos, darán frutos muy preciados para el
crecimiento económico.
Un paciente modelo de acumulación (como el caso
de la acumulación de reservas internacionales) dota a la
autoridad monetaria, y al país en su conjunto, de mayores
grados de libertad. Sin duda, un mecanismo de acumulación
de este tipo supera con sus virtudes los mecanismos de
endeudamiento crónicos a los que muchos países
estuvieron atados por décadas (García
Martínez, 2005, pág. 84).
Se hizo mención a la necesidad de desarrollar un
clima de negocios que incentive la inversión productiva.
En este sentido, cobran importancia las inversiones extranjeras
directas, que a diferencia de los capitales especulativos, se
instalan en el país apostando a su futuro. Los inversores
especulativos, con su "dinero caliente" son totalmente
procíclicos: llegan en épocas de bonanza y se van
cuando más se los necesita. En cambio, los capitales que
invierten en infraestructura y capital fijo evalúan sus
proyectos a largo plazo y para ello se requiere de recursos
humanos y de infraestructura adecuados. Argentina es un
país de características extraordinarias y que
cuenta con muchas ventajas. Es preciso movilizar diferentes
sectores clave para el desarrollo, no sólo del país
en su conjunto, sino también de las diferentes
economías regionales. Hay ejemplos muy motivadores sobre
el desarrollo de un determinado sector en forma
estratégica y apostando a las exportaciones y la
creación de valor. Un caso paradigmático es el del
Plan Estratégico Vitivinícola. Afortunadamente, no
es el único caso, pero aún queda mucho para hacer
en otros sectores y regiones del país. Y de nuevo aparece
la política monetaria como facilitadora, con su roll de
reguladora de la banca y el crédito, entre
otras.
La generación de riqueza no es obra de un decreto
o aparece por arte de magia. Un gobierno puede favorecer o
entorpecer la senda de crecimiento sostenido y posterior
desarrollo. Está en los hacedores de política, y en
la dirigencia en general, decidir qué alternativa
adoptar.
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NOTAS:
1 Esta clasificación es ampliamente difundida.
Confrontar con (Lara de Ricci, 2001, pág. 7).
2 (Friedman, 1968), op. cit., pág. 11.
Traducción propia.
3 El NAIRU es el nivel máximo de ocupación
que no propicia una aceleración inflacionaria. En estricto
rigor, no es lo mismo que la tasa natural de desempleo. La tasa
natural de desempleo es aquella en donde el desempleo
involuntario existente es de carácter friccional (Abeles
& Borzel, 2005, pág. 3).
4 Es decir, se sostiene que las empresas no tienen una
única tasa de utilización de la capacidad
instalada. Cf. con (Kriesler & Lavoie, 2005), op. cit.,
página 20.
5 Confrontar con (Woodall & Cox, 2008),
página 186.
6 (Facultad de Ciencias Económicas – Universidad
de Buenos Aires, 2001)
7 Lo contrario sería ejercer una política
monetaria expansiva con "miopía", emitiendo moneda para
promover el crecimiento rápido y ficticio, y generando
problemas en los siguientes trimestres o años.
8 El sistema de precios de una economía
capitalista es una de las mejores virtudes de este sistema, al
facilitar la asignación de recursos y al ayudar a
responder a la pregunta ¿Qué, cómo y para
quién producir? Vale aclarar que la existencia de fallas
en el mercado motiva la intervención del Estado, de
ahí que la presencia regulatoria del gobierno para salvar
dichas fallas debería ser prudente y de "sintonía
fina".
9 Tarjetas de débito, crédito,
transferencias bancarias instantáneas, acceso a mercados
de capitales para poder invertir desde cualquier lugar, etc.,
constituyen un fenómeno impensado hace cuarenta o
cincuenta años atrás.
10 El riesgo potencial podría ser mayor en el
caso de una inflación reprimida, donde el control de
precios se perpetúa en el tiempo.
Autor:
José Daniel Atencio
Mayo de 2011
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