Como se comprueba a partir de las declaraciones
anteriores, las voces respecto a esta temática son de
lo más variadas. Desde mi punto de vista, nunca
sabremos con exactitud si las historias que se presentan son
verdaderas o falsas. Muchas veces hasta los propios
participantes de los realitys, en los castings inventan
historias porque sabe que son un pasaporte casi directo a
tener un lugar dentro de los elegidos. Así, estos
secretos pueden "nacer y morir" dentro de la propia
conciencia de los concursantes.
Por este motivo, propongo redireccionar este
conflicto hacia otro ángulo. Hacia el pensamiento de
que, estos programas, se disfrazan de ficciones pero sus
historias pueden o no ser reales. Pasaré a
explicarlo.
Muchas veces hemos visto informes de programas que
se ríen de cosas que pasan en la pantalla. Marley es
objeto de risas de más de uno. No sólo por su
torpeza y su aparente inocencia (por no decir tontera).
Cuando estuvo al frente de Operación Triunfo,
se destacó por mostrar una gran sensibilidad hacia los
chicos: cuando eran llamados a que le den la
devolución su cara expresaba nerviosismo, si
resultaban nominados les daba un fuerte abrazo, y cuando eran
eliminados se emocionaba y lagrimeaba. Esto, junto con
música de fondo, luces y planos cortos
construía un show realmente atractivo para el
público, que al ver todo esto también se
sensibilizaba con los participantes. Algo similar
ocurrió con Soledad Silveyra y su "Adelante mis
valientes", frase que colocaba a los participantes de
GH 1 como verdaderos héroes y personas dignas
de ser felicitadas por el hecho de efectuar semejante
"sacrificio". Actualmente sucede lo mismo con Talento
Argentino, donde Catherine Fulop oficia de jurado y donde
más de una vez llora y emite palabras de aliento y
congratulación hacia los concursantes.
Casi con total seguridad, puedo decir lo mismo de
todos los reality shows. Retomando las palabras de Eliseo
Verón, éste afirma que 'Show es todo lo
que aparece en pantalla, incluida la
información"[32].
En definitiva, todos los reality shows utilizan
elementos del formato de la telenovela. Hay una historia que
se narra, cuyos personajes atraviesan pasiones,
alegrías, peleas, conflictos. Todo esto es
seleccionado, recortado y editado por el equipo de
producción. Al final lo que se pone al aire es una
construcción, un compendio de lo que sucede entre los
participantes. Ya no es "la realidad tal cual es": realidad y
ficción se entremezclan. La realidad se
ficcionaliza.
"¿Será que el éxito del
entretenimiento actual depende de la dosis de reality show
que sea capaz de contener? Para el cineasta y actor
Sebastián De Caro, panelista de Gran Hermano, la
respuesta va en sentido contrario: "Lo que la TV busca
siempre es una novela, no la realidad -sentencia-.
El botón de muestra es Bailando por un
sueño. En términos puros, el programa,
¿qué es? La reunión de unas personas que
bailan para ayudar a otros, con un jurado que determina
quién bailó mejor. Pero a la televisión
eso no le alcanza. Necesita un romance, rumores,
tensión dramática, que en el último
bloque del viernes alguien diga algo tremendo para que el
público espere con ansias el programa del lunes. Eso
es novela, no realidad"[33].
Desde esta perspectiva, entonces, todo programa de
TV tiende a la ficción. No me parece tan errado este
pensamiento. Muchas veces hemos visto informes de Telenoche
(lejos de los formatos a los que hago referencia), a cargo de
Julio Bazán, cuya narración de las
problemática que presenta son bastante particulares,
dándole un tono dramático y poético
mediante los términos utilizados.
De todas maneras, creo que lo que resulta primordial
de establecer es si los televidentes son concientes de que lo
que ven no es "la vida misma" o, por el contrario, si
confían plenamente en los discursos de los canales y
productores. Mi pensamiento es que en los orígenes,
tal vez sí se trató de "vender humo" y que el
telespectador lo compró. Se fomentaron programas que
aparentemente reflejaban la realidad, pero el trasfondo
apuntaba a ser algo armado. Poco a poco la audiencia fue
cambiando, y comenzó a aceptar las reglas del juego.
"Compró" eso que le proponían los programas,
posiblemente porque en definitiva los divertían, sin
importar si era algo verdadero o falaz.
Al principio del trabajo se dijo que la TV pone al
aire lo que da rating, es decir, lo que el público
quiere ver y lo que consume. Entonces, ¿no será
una demanda del televidente consumir continuamente
ficciones?
Frente a este punto, Marcos Gorban señala que
"hace ya mucho que el público sabe leer esos
condimentos televisivos como propios".
Diego Guebel, responsable de Cuatro Cabezas, hace lo propio y
opina que "Los espectadores tienen claro que cuando
miran TV miran TV; no están mirando la vida real, es
una realidad recortada"
Esto significa que, después de más de
diez años de presencia televisiva de estos formatos,
el televidente conoce perfectamente el contenido de lo que
consume. De ser así, no podemos entonces asignarle
culpa alguna a los productores de plantear el concepto de
realidad, cuando en verdad muestran ficción, y mucho
menos de tratar de engañar al
público.
Como conclusión, entonces,
podemos afirmar que el público es perfectamente
conciente de lo que consume, de lo que mira, y responsable de
lo que cree y lo que no. Porque en definitiva, como dice
Abraham Lincoln:
"SE PUEDE ENGAÑAR A
ALGUNOS TODO EL TIEMPO, SE PUEDE ENGAÑAR A TODOS
ALGÚN TIEMPO. PERO NO SE PUEDE ENGAÑAR A TODOS
TODO EL TIEMPO"
3.5 Las
críticas
Las críticas a estos formatos
han sido generadas desde muchísimos puntos y
personalidades. Empecemos por el principio.
En la época de oro de los TS y RS ("95-"07
aprox.) mucho se habló de que estos formatos le estaba
sacando lugar a las ficciones, y el trabajo a muchos actores
que quedaban ociosos. En la entrega de los Martín
Fierro del 2000, surgió el debate por este tipo de
programas que desprestigiaban la TV y que le sacaban el
trabajo a los actores. María Valenzuela y Soledad
Silveyra fueron quienes llevaron la voz cantante, cuando en
el escenario dijeron frases como "Somos actores, queremos
actuar", "la ficción está en agonía
porque se muere por los realitys".
Tiempo después, la gente del medio fue
comprendiendo y entendiendo que la culpa no residía en
los reality ni talk shows. De echo, Solita al siguiente
año estaba conduciendo la primer edición de
Gran Hermano. Por ejemplo, un componente muy relacionado, era
que el país vivía un momento crítico:
estaba en la antesala de lo que sería una crisis que
atacaría de forma devastadora a la industria de la
televisión y a todos los argentinos.
Hoy sabemos que ningún formato le quita lugar
a otro: en la pantalla hay una amplia variedad de programas
para todos los gustos y preferencias (y sino, siempre puede
recurrirse al cable o a una película- o, por
qué no, a ese elemento tan olvidado y relegado por la
computadora: un libro).
Hemos dicho que la televisión responde a lo
que demanda el televidente. El televidente es un individuo,
que a medida que crece va evolucionando en gustos, adquiere
experiencias, y atraviesa un proceso de socialización
en el que adquiere conocimientos, valores y normas. Me
quedaré con la característica de la
dinamicidad: el hombre tiene una naturaleza
cambiante.
Por eso, puede decirse que la programación
televisiva responde a un ciclo que se va desarrollando a
partir de lo que requiere y quiere ver el telespectador. Un
ejemplo muy claro de esto fue Showmatch 2009. El ciclo
fue iniciado con la intención de festejar los 20
años, retomando los segmentos humorísticos
(aquellos característicos de Videomatch), y
proponiendo una carta pensada para arrasar con el rating:
Gran Cuñado VIP. Éste segmento,
después de sólo 17 emisiones (en las que se
presentaron a los famosos e ingresaron a la casa), fue
eliminado del programa. ¿Razones? El bajo rating. Se
detectó que cuando llegaba este segmento, la gente
cambiaba de canal. No gustó.
"Hay épocas en que la gente tiene
ganas de ver realitys. Otras en que los vientos que corren
son mejores para la ficción, y no cualquiera, sino de
las que hablan de determinado tipo de historias. El humor de
la gente, el contexto, las corrientes televisivas en el mundo
te hablan de tendencias y fenómenos. De saber
interpretarlas, y de poder leer lo que la gente tiene ganas
de ver en determinados momentos es que nacen las
programaciones" (Marcos Gorbán).
Es verdad que en 2001, Gran Hermano eliminó
cualquier tipo de competencia. Nada ni nadie hacía que
su rating baje.
"Terminó Gran Hermano y volvió
la ficción, después apareció
Operación Triunfo y bajó la ficción. Y
este año (2010) no hubo una ficción fuerte.
Convengamos que Mal Parida está haciendo 21, 22 puntos
de Rating, y es la ficción más fuerte de la TV
argentina, y el año pasado con Valientes que marcaba
33 y nosotros marcábamos 22, o sea que la
relación era a la inversa. Como que la gente un
año elige ficción, el otro reality, otro
año, de entretenimientos. ¿En dónde
quedó el programa de entretenimientos de Berugo?
¿o Leonardo Simmons? La gente se aburre de los
realitys y se pasa a la ficción, cuando hay una buena
propuesta de ficción. Si es aburrida la ficción
se van al entretenimiento o al
deporte"[34]
En las siguientes planillas de IBOPE, se muestra
este ciclo de gustos e intereses del televidente:
Domingo 1 de mayo de 2011
Miércoles 4 de mayo de
2011
En las primeras dos observamos el rating de la final
del certamen GH 1: el porcentaje es realmente
altísimo. Lidera ambas tablas: la de programas
más vitos por día (la final junto con la
previa) y la correspondiente al programa más visto en
canales de aire. Tres días después, una vez
finalizado el reality, vemos como se invierte esta
estadística. En la tercer tabla ya se ve como las tres
ficciones principales de Canal 13 Y Telefé lideran el
ranking de los programas más vistos del día, y
aún con la presencia de un programa referido a Gran
Hermano (el debate). Esto no significa nada más ni
nada menos que lo siguiente: después de cuatro meses
de reality, el público se saturó y
cambió rotundamente su preferencia.
Entonces, no podemos hablar de culpas de un formato
hacia otro. La decisión final, siempre la tiene el
espectador y su naturaleza dinámica.
Otra variable muy criticada fue y es el
factor violencia que reflejan estos formatos.
A partir de 2001, la televisión en general y
particularmente los talk shows comenzaron a aumentar el grado
de violencia que mostraban. Ya no se apuntaba a programas
como Causa Común (que de hecho terminó sus
transmisiones en el 2000), tal vez el talk show más
serio que se haya hecho en nuestro país. Este estilo
ya no era lo que el televidente buscaba ver, no lo
consumía. La sociedad dejó de demandarlo. Los
gustos cambiaron, la gente se inclinó y demandó
otro tipo de talk show. Y no es una coincidencia que esto
ocurra justo en el año en que el país
atravesó una situación en la que todo se vino
abajo. En este punto María Teresa Faisal, productora
de Entre Moria y vos, señala que "el
aumento de violencia en el programa coincide con el aumento
de violencia social y con ciertos cambios que sufren las
personas por las dificultades económicas que
atraviesan. Hay muchos casos de matrimonios que tuvieron que
irse a vivir a la casa de los suegros, de la madre, de la
hermana…".[35]
Una vez más, la televisión
cambió porque el público cambió. Y el
medio de expresión de estos cambios –y de la
gente- no fue nada más ni nada menos que la
televisión. En este programa, las discusiones cada vez
eran más candentes hasta que llegó un momento
en que la violencia física era moneda corriente. Los
invitados de estos programas, a falta de argumentos (o de
control por parte de la producción) y a sobra de
exaltación comienzan con los improperios, insultos y
"se van a las manos". Hasta Moria Casán expresó
su rechazo y su miedo a ese tipo de reacciones, diciendo que
"Un día termino yo acá tirada en el
piso. Un día me dan una piña a mí. Me la
veo venir. Que alguien me ayude porque siempre veo pasar las
piñas".
¿Por qué no frenar estas situaciones?
Posiblemente estas peleas tenían rating y los
productores optaban por dejar actuar a los participantes
libremente. Ésta es una crítica que siempre se
le hizo a este tipo de programas y a otros donde
sucedía lo mismo. Faisal dice "Yo me resisto a eso
(…) Es como decirles a quienes participan: "Vengan,
mátense, que los vamos a separar". No sólo
intentamos que la gente no se mate, sino que no grabamos
durante los cortes. No especulamos con esos entretelones.
Usamos los cortes para calmar a los invitados y para hacerles
entender que en esos términos no podemos
seguir."
A pesar de este tipo de declaraciones, me surge un
interrogante: ¿por qué se comenzó a dar
este fenómeno repetitivamente en los programas de
estos géneros? Lo peor es que, este tipo de cosas se
mostraban – y muestran- en horarios de
protección al menor. Y esto, a pesar de recibir
sanciones, continuó sucediendo. Gustavo López,
quién fue titular del COMFER, aseguraba que "la
mayoría de las infracciones cometidas por los canales
eran por violación del horario de protección al
menor, sobre todo por el uso de lenguaje inapropiado, y el
resto por la emisión de escenas de sexo y violencia".
El Bar, Gran Hermano y Entre Moria y vos
son algunos de los infractores que en su momento debieron
pagar multas que iban desde los 10000 a los 20000 pesos pero
que, pesar de esto, continuaron con su
metodología.
¿Más ejemplos? En el reality SuperM
20/02 una chica llamada Gisela fue apodada Perú
por su condición de extranjera. Aunque se insita en
que es un apodo "cariñoso", intrínsecamente se
sabe que no lo es. Un apodo cariñoso, bien
podría ser Gise o Gi. Y ni hablar de las
discriminaciones por rasgos físicos que se daban en
dicho programa.
Hoy en día se siguen viendo escenas
inadecuadas en horarios de protección al menor. Lo
sorprendente es que ya es moneda corriente. Sería
divertido buscar aquellos programas que sí cumplan a
rajatabla lo que impone la ley.
Un ejemplo contemporáneo es Showmatch, con el
certamen "Bailando por sueño" y Cantando por un
sueño". Ropa ligera, escenas de insinuación,
violencia verbal entre jurado y participantes. Ante esto,
Alejandro Ripoll comenta:
"A mi me dicen: mostrás dos personas
del mismo sexo besándose, ¿vos no tenés
hijos?" y sí. Prefiero que mis hijos vean una cola y
sepan que hay distintos grados de amor, y no que vean un
balazo o la violencia que hay en la
sociedad".
Hay que reconocer creo, un grado de veracidad en
esta afirmación. La violencia inundó la
televisión. Ya no se trata de una
característica de reality y talk shows.
"De gran hermano se dice "meten ahí 12
O 14 estupidos, son todos vagos"… La gente tiene
derecho a elegir si le gusta mirarlo o no (…) Al que
no le gusta que ponga un programa político. Y tal vez
me decís que un programa así con grandes
estudiosos y no se cuantas cosas más, es lo mismo
porque los políticos mienten, y tampoco querés
mirar eso." (Néstor Grisalena)
En definitiva, lo más importante de resolver
es el siguiente interrogante: ¿Pueden estos sucesos de
violencia influir en los espectadores –especialmente en
los menores- de manera que terminen produciendo
acostumbramiento en lo gusto televisivos? ¿Pueden
estos elegir lo que quieren ver? Mi pensamiento es que el
hombre aprende mediante estímulos. Si al
público se lo bombardea con programas similares entre
sí y de baja calidad y nivel, siendo la única
opción, terminará por pensar que eso es lo
normal. El famoso mecanismo de la NATURALIZACIÓN.
Así, "lograrán deformar el gusto del
público que los reciba" (Hugo Di Guglielmo,
La Programación televisiva en guerra", Pág.
122).
"Si bien se han escrito miles de libros sobre la
televisión y su influencia en la sociedad, el tema
lejos de resolverse se complica cada vez más.
Productores y emisores defienden su libertad de
expresión y está muy bien que así sea.
Pero entonces ¿cómo elevar el criterio del
público para elegir, siendo que los mismo medios cuyo
contenido juzgará son los que alimentan, en su mayor
proporción, su contacto con la realidad?"
Esta proposición de Di Guglielmo afirma la
famosa premisa de que la TV es una ventana al mundo. O tal
vez un espejo. Un espejo que confirma la realidad. Que
confirma lo que somos y lo que hacemos.
Capítulo 4
Entrevistas
Néstor Grisalena
– Antes que nada, contame un
poco tu experiencia laboral en el formato del
reality.Arranque con GH 1, en todo lo que fue
pre-producción. Era toda una novedad, porque era
el primer GH. Participé de unas cámaras que
se les hacían a los chicos, una vez ya
seleccionados antes de ingresar. Era un tipo de
Cámara Gesell para probar si eran agresivos: yo
era como un participante más y los trataba de
hacer enojar, a ver si reaccionaban violentamente.
Hacían distintos ejercicios y preguntas y yo
trataba de "pincharlos" para ver su reacción.
Después, estuve con los chicos los 15 días
aislados en el hotel, aislados en el hotel y ahí
estaba yo más diez más de la
producción, éramos una banda.
Hacíamos un seguimiento de lo que precisaban, que
no se cruzaran entre ellos, etc. Ya durante el programa,
empecé a editar: de las grabaciones de las 24 hs
del día, tenías que ver todos los clips que
estaban guardados y de eso editabas: una
discusión, una cosa cómica, la
estadía de los chicos en la casa (por ejemplo la
recopilación de los 70 días de fulanito en
la casa). Después estuve en GH2, GH3 y en
Operación triunfo. Allí también hice
los móviles de exteriores, me mandaban a las
provincias (Mendoza, Córdoba, Salta). Cuando se
seleccionaban a los participantes, se iba a su pueblo, se
habla con la familia, personas del colegio, etc. y se
armaba la biografía de cada uno. Y también
organizaba los móviles para las galas. Tenia que
ir al lugar, hablar con la familia, ir a hablar con la
policía para buscar un lugar o una plaza o algo
así para hacer el evento. Juntar la gente, ir a
ver al Secretario de Cultura y explicarle un par de
números: que se junten 500, 1000, 2000 personas. Y
el enlace con el móvil del canal, en vivo, con el
programa de acá. Marley mandaba la conexión
con el móvil y allá arengábamos a la
gente, mostrar la mayor cantidad de gente posible. Otra
cosa que hice fue producción de
exteriores-¿Tenés idea de la
inversión total de GH 1?Monetariamente no… no tengo ni una
aproximación a los números. Pero
tené en cuenta que trabaja mucha gente ahí,
hay cabinas de edición que están las 24 hs.
(son tres turnos de 8 horas), se labura siempre, hay
gente trabajando continuamente. En el control hay mucha
gente, donde graban lo que pasa, se chequea lo que pasa,
después se edita, se arma. Hubo un auto para cada
participante cuando ingresaron, un helicóptero que
hacía toma aérea… Fue una movida muy
grande de guita. Montar una casa de cero, el control es
algo enorme… algo de 30 cámaras
monitoreadas robóticamente, micrófonos por
todos lados, camarógrafos permanentes las 24
horas, sonidistas, producción,
técnicos… que vengan las familias de todos
lados, que eso corre todo por cuenta de la
producción, pagarla el viaje, la estadía.
Los médicos, locutores, equipo de
psicólogos…Había catering todo el
tiempo, porque había gente continuamente asique
había desayuno, almuerzo, merienda, cena…te
hablo de GH uno eh…-¿Se recupera lo invertido en un
reality de la magnitud de GH?
¿Cómo?La principal fuente de ingreso es el llamado
telefónico. Mucha gente llamaba y participaba.
También la publicidad, las marcas querían
estar en ese horario. Y no te olvides que estaba la gala,
el debate, etc… Todo el canal se alimentaba de eso. La
final hizo como 40 puntos de rating.. Fue un re
despliegue también, tribuna, pasarela, papeles,
gente de todos lados, la lata que se le pagó a los
ganadores.-¿Las historias son
verídicas?Si, son verídicas… era gente
cualquiera, como que me metan a mi o a vos.. y cada uno
tiene una historia.. y ahí bueno,
convivían. Después bueno, a uno le
costará mas que a otros, algunos entenderán
mejor que es un juego… Pero la gente
discutía ahí adentro, los chicos se
ponían mal, se volvían locos. Había
todo un equipo de psicólogos
detrás.-Vos más que nadie, que desarrollaste
ese papel, podes contestarme esta pregunta: ¿no
hay manipulación o sobre exageración de
algunas historias?Mira, desde el casting nosotros ya
apostábamos a quien iba a ganar.. y muchas veces
nos equivocamos. Sabemos que hay algunas historias y
personajes que miden más, que gustan
más…el canal o la producción tiene
que ir buscándole la vuelta como para que tal vez
se apunte a estos personajes, pero no se manipula ni
modifica nada. Muchas veces se han ido de la casa
personas que eran interesantes, porque los votaban y se
tenían que ir, aunque digas "ese se tiene que
quedar", no podes hacer nada… En el primero
rogábamos que, por ejemplo, no se vaya
Gastón-Y en esos casos se trata de buscarle la
vuelta para que no pase? Por ejemplo, en la última
edición que Cristian U abandonó peor
volvió a entrarSi, bueno, eso yo mucho no lo
entendí…que se yo, eso en GH1 no pasaba..
Ahí si te ibas, te ibas y listo…de hecho se fue
Gustavo, entro Marcelo Coraza y
ganó…-Por que crees que la gente se sigue
enganchando con el formato?Yo creo que a la gente le interesa mucho el tema
de las relaciones, el conflicto.. al margen de que en
esta época mucha gente no quiera ver noticieros,
no quiera ver tanto drama, despelote… entonces
este es un programa que dentro de todo no le hiere la
susceptibilidad de nadie: es una pareja, otro que tiene
una táctica, otro que se acerca, ver a
quién nominan… Y hasta mi vieja se
engancha, que dice "ay, a ver si tal nomina a
este… ay lo nominó…le agarra esa
bronca sana de ver qué pasa… putea pero no
es esa bronca de rutiar porque ven una violación o
un robo que matan a cinco.. y esperan a ver si salen los
que les gustan. La gente se va identificando con cada
uno, y siguen mirando el programa para ver si quedan, si
lo nominan, si gana…a la gente le gusta mucho el
formato.-Vos mismo cuando hablamos me das a entender
de que entre GH 1 y los siguientes hubo cosas que se
fueron relegando. ¿El aislamiento es una de
ellas?GH 1 fue el comienzo, era un proyecto nuevo en
el que había apostado un montón el canal.
Se hacía falta mucha gente. Estuvieron 15
días en el Sheraton de Pilar, nadie se juntaba con
nadie, cada uno en una habitación distinta. Cada
uno de la producción tenia a dos o tres
participantes a quien cuidar. Nos hablábamos entre
nosotros para que no se crucen, para que no venga la
prensa, porque cuando se enteraron que estábamos
acá querían saber todo. Había mucha
gente de seguridad. Fue, la verdad, un "tole tole". El
camino del hotel hacia la casa fue también algo
muy caótico, cada uno en un auto, en fila…
El primer GH estuvo lindo, fue muy intenso. El
aislamiento se recontra cumplió: los chicos no se
conocían. Y tampoco salían, la gente
decía "eh, estos salen que se yo" y no, estaban
todo el día ahí adentro, se volvían
locos.-¿Crees que en muchos casos lo ven
como una novela?Hay gente que lo mira identificándose con
alguien y ve todo enfocado en ese, hay otros que lo miran
como una novela, otro lo mirará con más
drama:"uh, mirá la historia de este, pobrecito, se
tiene que operar, a ver qué cuenta, que le pasa,
cómo le va". Entonces tenés gente que lo
mira de todos los puntos de vista posibles. Lo mira como
quiere cada uno: novela, atracción, divertimento,
etc.-Me dijiste también que estuviste en
talento argentinoSi, estuve en la primera edición. Me
tocó editar también. Es muy, lindo a
mí me gustó mucho. Además
tenés de todo. Gente que de verdad muere por estar
ahí y ganar y otros, que son parte del segmento
humorístico del programa, que van por apuestas,
bromas, etc. Eso también es todo verdad, no los
ponemos nosotros. Hay gente para todo. Y de hecho al
televidente también le gusta ver eso, porque mide.
En TA es muy importante el trabajo de equipo: armar los
escenarios, cambiar la escenografía de cada uno,
el vestuario, el sonido, las luces… todo lo que se ve y
que a la gente le gusta.–Operación triunfo y Talento argentino
apuntan a un público y/u objetivo
diferente?TA se orienta más a buscar artistas de
cualquier tipo, no sólo a buscar voces, ese es el
principal componente que los diferencia. Si bien tiene
algo de reality, tampoco lo es en su forma
pura.En OT conviven todo el día, es un gran
hermano más orientado al canto, tenés
clases de teatro, baile, escenografía,
técnica vocal…-¿Cuál es el objetivo de
cualquiera de estos reality shows?El objetivo es hacer un buen casting para que el
programa mida. Para que la gente lo mire. En el caso de
OT, encontrar la próxima estrella del pop es
más una excusa, una variante. Un tipo que canta
bien y en la semana no produce nada… canta genial
en la gala, la gente lo mira pero no dice nada y la gala
la miran igual. El objetivo es que el programa mida, que
ande bien. Obviamente tiene que haber gente que sepa
cantar, que tenga talento… OT es muy rico, la
enseñanza que se le da a los participantes es muy
grande… un jurado muy reconocido tenía y
los couches eran buenos profesionales. Las visitas de
artistas.. Montaner, Roxana, Daddy Yankee,
etc.-Hace unos años se catalogó a
los realitys, talk shows y programas de chimentos como TV
basura. ¿Qué opinión te merece esa
calificación?A mi, la verdad, eso de calificar de TV basura
porque es un programa de chimentos, o un reality.. no lo
veo bien. De gran hermano se dice "meten ahí 12 a
14 estupidos, son todos vagos"… La gente tiene
derecho a elegir si le gusta mirarlo o no. Y si mucha
gente quiere mirarlo, como decir lo de Tinelli: muchos
dicen "¿A vos te parece?, sigue robando con eso!
gente desnuda, bailando".. y el tipo hace 30 puntos de
rating, la gente lo mira. Al que no le gusta que ponga un
programa político. Y tal vez me decís, que
un programa así con grandes estudiosos y no se
cuantas cosas más, es lo mismo porque los
políticos mienten, y tampoco querés mirar
eso. O un noticiero que me esté hablando todo el
día de muerte, tampoco lo quiero mirar. O una
película-¿Qué tiene que tener un
reality para que sea exitoso?Lo fundamental es hacer un buen casting. El
pilar es hacer una buena selección de los
participantes, la gente que metés. Buenas
historias, los caracteres, el objetivo de cada uno de los
que metés. Con un buen casting, con una buena
muestra de gente, la gente se enganche. Lo segundo, es
tener un grupo grande de laburo que esté bien
aceitado. Hay que tener muchas ganas de estar, y tratar
de involucrarse lo más posible. Porque sino vas a
cumplir un horario y así no funciona un equipo. Es
mucha gente, son muchos lugares… no es como un
actor que vos le decís "vos párate
acá porque la cámara esta allá y
decí esto". No, estos están cada uno donde
quiere, a veces ni se ven. Entonces para mi tiene que
haber un compromiso de todos, de toda la parte de la
producción, post producción, la
música, todo. Parece una pavada pero no lo es.
Cuando hay tanta gente trabajando para el mismo proyecto,
todo tiene que estar bien aceitado, porque sino se cae,
no se sostiene al aire. Errores hay siempre, pero el
espíritu del equipo de ir para adelante tiene que
estar intacto-¿Qué miras en la
TV?Deportes en general: fútbol tenis,
automovilismo, voley, etc. Después miro muchas
películas de todo tipo: drama, documentales,
acción. Tiras y novelas no. La verdad que entre
canales de aire y cable me quedo con los segundos, toda
la vida. Miro algún que otro programa de
política. Pero escucho mucha música. Y no
porque trabaje en la tele.Marcos Gorbán (por
mail)
-Contame antes que nada como llegaste a ser
productor de GH.R: En 1995 Claudio Villarruel me propuso sumarme
a VideoMatch. La idea fue que desarrollara un concepto
nuevo de bromas con cámaras ocultas que hasta el
momento no se habían hecho en Argentina. Eran
cámaras con más producción que las
que se hacían hasta entonces, y que de la mano de
un "gancho" (así se le decían en
España), ayudara a hacerle una broma a una persona
con más desarrollo que lo que se hacía
hasta el momento. Trabajé un par de meses mirando
material de todo el mundo y analizando las claves de ese
formato hasta que finalmente nació la
Cámara Cómplice. Después vinieron
los programas falsos. Vale Valeria, Borocotó, la
Mesa de Andrea, la Ventana de América y muchas
más. Estuve a cargo del equipo de cámaras
ocultas de VideoMatch desde el 95 hasta diciembre del 98.
Ahí me fui a buscar otras cosas. No sabía
qué, pero a producir otro tipo de contenidos.
Trabajé unos meses en Puerto Rico. Volví y
fui el productor ejecutivo de Todos al Diván, con
Petinatto y la negra Vernacci, después fui el
productor general de un ciclo periodístico de
Canal 7 que se llamó Tierra de Periodistas, y en
eso estaba cuando Claudio, ya director artístico
de Telefé me vuelve a llamar y me dice: "Hay un
formato nuevo que explota en todo el mundo. Lo vamos a
comprar. Y me parece que la persona que mejor lo puede
producir acá sos vos". Era septiembre u octubre
del 2000. Volví a Telefé, armé el
equipo, y en marzo del 2001 salía al aire la
primera edición de Gran Hermano.-¿Producir el reality fue un antes y
un después en tu carrera profesional? ¿Por
qué? ¿Qué cosas destacás que
te aportó este tipo de programa?R: Sí. Fue un antes y un después.
Fue el proyecto más grande que me tocó
encarar. Empecé solito en una oficina de 2 x 2 y
con una pequeña Biblia fotocopiada y
terminó en semejante portaaviones. Fue
increíble el éxito, la dimensión del
proyecto y el grado de exposición que tuvo. Y en
la misma dimensión todo lo que aprendí.
Todo lo enriquecedor de los debates y las
búsquedas que hacíamos con el equipo cuando
lo pensábamos, hacíamos el casting, y
demás. Discusiones y análisis con
psicólogos, sociólogos, politólogos.
Fue un trabajo muy serio, muy profundo de análisis
de una sociedad lo que nos permitió plasmarlo con
el éxito que se plasmó. Creo que esa fue la
gran diferencia entre el trabajo que hicimos con los
demás proyectos que quisieron ser parecidos y no
llegaron a esos niveles de audiencia y adhesión.
De todas maneras, al atravesar esa experiencia, no me
cabe deuda que los que más aprendimos fuimos
nosotros. Las discusiones con tipos como Ana Laura
Deluso, Sergio Vainman, Beto Quevedo o los
psicólogos eran verdaderos postgrados.-¿Qué se pone en la balanza a
la hora de decidir qué tipo de formato se pone al
aire? Por ejemplo, optar entre un reality o una
telenovela.R: Yo no hacía ese trabajo. Eso le
correspondía a la dirección
artística del canal. Ellos son los que me
decían cuál era el formato que yo
tenía que producir. De todas maneras, por supuesto
que opinaba. Pero no era mía la
decisión.Y lo que se tiene en cuenta suele ser las
tendencias del momento. Hay épocas en que la gente
tiene ganas de ver realitys. Otras en que los vientos que
corren son mejores para la ficción, y no
cualquiera, sino de las que hablan de determinado tipo de
historias. El humor de la gente, el contexto, las
corrientes televisivas en el mundo te hablan de
tendencias y fenómenos. De saber interpretarlas, y
de poder leer lo que la gente tiene ganas de ver en
determinados momentos es que nacen las programaciones. A
eso tenés que sumarle, además, el
vínculo que con los años los canales pueden
(si es que lo saben hacer) construir en código con
la audiencia. Si un canal logra proponer un
hábito, y eso es años de construir en
común con la gente y ser aceptado, bueno, eso
puede trascender a los cambios de programación a
lo largo de las coyunturas. El mejor ejemplo de esto son
las tiras de la noche de Pol-ka. O el éxito
continuado de ShowMatch. O ahora AM, a la mañana
de Telefé.-¿Crees que los realitys, de gran
éxito en su mayoría, le sacan posibilidad a
que se desarrollen productos locales? ¿Por
qué?R: No, en lo más mínimo. Eso es un
prejuicio viejo que el tiempo se encargó de
demostrar que era falso. Todos los datos de la realidad
dicen lo contrario. El canal que más realitys
produjo fue Telefé. El mismo que más
ficciones y entretenimientos produjo. En A eso,
¿con que se lo contrasta? Al principio se
decía que GH le iba a sacar trabajo a los actores.
Hace mucho tiempo quedó demostrado que no fue
así. Ahora… hablemos al revés: Los
actores que le quitan trabajo a los conductores, a los
productores… Evidentemente el trabajo en los
medios va mutando. Los prejuicios sólo impiden ver
hacia donde es que se corren las tendencias.Al mismo tiempo, lo que dan los fenómenos
globales son ideas y estructuras probadas y que
funcionan. Si los sabes adaptar, tenés grandes
posibilidades de tener un éxito. Pero tenés
que saber adaptarlo al público local, sino,
estás perdido. En el mismo sentido, cuando una
formula funciona en el ámbito local, puedo
funcional en el mundo: Montecristo, CQC, Simuladores son
el mejor ejemplo. Es de ida y vuelta.-Imagino que un show de esta índole
requiere una alta inversión. Sé
también que el objetivo de todo programa es tener
un buen rating para que sea rentable. ¿Lo
invertido en GH, se recupera? ¿De qué
manera? ¿Hubo alguna edición en la que el
margen de rentabilidad fue poco? Si la respuesta es
sí, ¿qué cambios introdujeron para
que esto se modifique?R: En la "división de poderes" de la
estructura empresarial de Telefé, a mi me
tocó administrar el presupuesto previo y hacer la
dirección y puesta artística de GH. Las
ventas, la facturación dependieron siempre de otra
dirección. Es el directorio el que junta los
"debe" y los "haber". Se que todas las ediciones fueron
rentables y ganaron. No siempre tienen una directa
relación con el rating, Por ejemplo: GH 1 tuvo
más rating que el 2, pero el 2 ganó
más dinero porque la casa y la tecnología
se compraron para el 1, por lo que la gran
inversión ya estaba hecha. De todas maneras esto
lo se grosso modo, no conozco los números
exactos.– Mucho se ha hablado de la famosa "TV
basura". Normalmente se incluyen en ese rótulo a
los realitys (especialmente Gran Hermano) ya que se
exponen situaciones violentas, lenguaje inapropiado, etc.
Contame qué pensas sobre esa clasificación
y el papel de GH en la TV.R: También se habló de los negros
y de los judíos. Mucho antes de los cristianos. Y
de todas las lacras que atacan a la sociedad. Ah! No nos
olvidemos de los peronistas.No creo estar a la altura de lo que los
inteligentes suelen recomendar para que la gente
común consuma. Soy gente común. Trabajo
para gente común. Y no le falta el respeto a lo
que consumen mis pares.– ¿Por qué crees que recibe
muchas críticas pero, en definitiva, lo termina
viendo mucha gente?R: A mi siempre me da por compararla con la
masturbación: ¿quién la confiesa
abiertamente?Insisto: No discuto con los que son demasiado
inteligentes porque no lo soy. Ellos saben lo que tenemos
que consumir los consumidores. Ya lo producirán o
harán algo para que lo consumamos. Por el momento,
sólo opinan desde afuera.Pero de todas maneras, a lo largo de estos 10
años me tocó polemizar con 3 vertientes
críticas: Los que juzgan en tercera personal del
plural: "dicen", "critican", "dicen". No suelo
contestarles porque pretenden que otros se hagan cargo de
lo que ellos mismos piensan. Cuando se hagan cargo,
hablamos. En segundo lugar los que dicen que no pueden
mirar "esa basura" más de 5 minutos. Me
tocó en una universidad un profesor que
decía eso y después daba una charla de 75
minutos cuestionando eso que sólo había
visto 5 minutos. Creo que estaba todo dicho en los
tiempos de investigación del objeto de estudio
para sacar semejantes conclusiones.Y en tercer lugar, están los
críticos que denostan eso que no dejan de
consumir. Estos son parte de tu pregunta: ¿Para
que lo critican si lo ven? Habría que
preguntárselo a ellos. En la tele, lo que no se
ve, se levanta. Si está, es porque se ve. Y si es
visto, debería ser analizado con un poco
más de apertura mental.También están los que critican
desde ese lugar. De esas críticas solemos aprender
mucho. Y cuando no, es una pasión increíble
polemizar. Porque son esas discusiones que nos hacen
crecer.– ¿Pensás que lo que pasa
dentro de las paredes de la casa es un fiel reflejo de la
sociedad? ¿O que pone a la luz de todos las
características y valores socio-culturales con los
que nos manejamos? Si es así, ¿por
qué parte de la audiencia critica el formato, si
en definitiva se ven a sí mismos?R: Varias preguntas en una. Vamos por partes:
No, no son un reflejo de la sociedad. Es ingenuo creer
que una sociedad sea representada por 18 personas que
juegan un juego de resistencia, convivencia y
aislamiento. Ni siquiera nos sentimos representados por
los más de 250 diputados que sí
deberían representarnos, así
que…Lo que sí es cierto que es si a esas 18
personas no los atraviesa la misma realidad que atraviesa
a la gente que es público, no vas a poder
construir un éxito con ese casting. Tienen que
padecer de las mismas alegrías, inseguridades y
miedos que la gente común. Eso no los hace
representantes, pero sí tenés que apuntar a
que las problemáticas que surjan en el programa no
sean de extraterrestres.Y cuando la audiencia es la que critica, es
porque se ve a sí misma. Eso es difícil y
apasionante. ¿Quién no se critica cuando de
una u otra manera se ve frente al espejo? Es como es con
esos presidentes de los que nadie se hace cargo pero
siempre ganan elecciones. Al que habría que poner
bajo la lupa ahí es a la sociedad, ¿no? Ese
es uno de los debates que el prejuicio bobo nunca
dejó plasmar.– Aunque se trate de mostrar "la realidad tal
cual es", desde la producción se le puede dar un
sentido y moldear la realidad (informes orientados a
supuestas estrategias entre participantes, historias de
amor, preponderancia de unas historias sobre otras). Eso,
agregado a la música, el estilo del conductor,
etc. forman una especie de "novela" para el televidente.
Entonces, ¿Poner al aire un reality show es la
forma barata de hacer una ficción?R: Bueno, hablando de prejuicios, en esta
pregunta encuentro varios: 1 – ¿Quién te
dijo que es barata? Eso es un prejuicio. Y falso.
Producir un reality es más caro que una
ficción.En segundo lugar otro prejuicio: "¿La
realidad tal cual es?" Hay muchas interpretaciones a esa
pregunta. No, disculpame. Cualquiera sabe que no es
así: Dentro de la casa de Gran Hermano, por
ejemplo, no hay inseguridad. No te secuestran, no hay
inflación. Ni metrobus, ni bici sendas. Ni te
hacen la boleta por estacionar mal, ni llega
Clarín. Ni escuchás a Cristina. No te joden
tus viejos. Ni tus novios o novias. No comés lo
que querés, pero sabés que igual
comés… hay un millón de razones para
saber que no es la realidad "tal cual es".Y respecto a todo el compendio de
"manipulaciones" que manipulan esta pregunta para
llevarla a semejante formulación, sólo se
me ocurre sugerir que son antiguas. Hace ya mucho que el
público sabe leer esos condimentos televisivos
como propios. Deberías sumarle además la
activa participación y protagonismo de las redes
sociales e Internet en la "hechura" de esta clase de
programas. Quizás por ahí llegues a un
producto un poco más cercano a lo que es en
realidad. Los programas cocinados en laboratorios de
producción son los que más lejos del
reality están. Las señales 24 hs en vivo
suman a esto mismo. El secreto del triunfo de un reality
es la impotencia de la producción. Ahí es
cuando funciona de verdad. El que lo quiso producir y no
entendió esto, hizo un fracaso.Nada más reñido con esta respuesta
que tu pregunta!-Después de tanta experiencia
debés tener una idea de por qué gusta y es
tan visto GH. ¿Qué mecanismos crees que se
dan en el público que hace que sintonice el
reality?R: Uf, creo que en todas las respuestas
anteriores vas a encontrar hilos que te lo
expliquen.– Algo que me llama la atención es que
de GH hablan todos: adolescentes, gente de la 3era edad,
adultos y de todos los sectores sociales.
¿Cómo se hace para llegar a un abanico tan
grande de público?R: También creo habértelo
respondido en las largas respuestas
anteriores.– Leí en una entrevista que dijiste
que hubo una especie de crisis en el formato de GH, dado
que los que se presentaban a los castings tenían
como objetivo, a cambio de la exposición, obtener
fama. ¿Se dio únicamente en la
versión local? ¿Que explicaciones
encontrás a esto? ¿En cuál de las
ediciones de GH notaste ese quiebre?R: No, es un fenómeno de todo el mundo.
Sólo que en algunos países se nota
más. Por lo general los peores castings son los
que se hacen después de un gran éxito. GH 2
y 5 son el mejor ejemplo. El 1 y el 4 (2007) fueron los
mejores castings. El primero era justamente el primero. Y
el del 2007 se hizo después de 4 años de
que el programa no estuviera en el aire.– Sacando ésta problemática,
¿notás alguna evolución desde el GH
1 al actual? ¿Positiva o negativa?
¿Cuáles crees que son las causas de estos
cambios?R: Ni positiva ni negativa. Ya nadie es ingenuo
respecto al formato. Ni el público, ni los
participantes ni la producción. Esa es la
más importante de las evoluciones. En la lectura
de los ganadores podés encontrar una respuesta a
esto. Gastón era "maldito" por trazar estrategias
en el 1. Marianela y Cristian U ganaron con estrategias.
Ahí el salto. Ahí el cambio en la mirada de
la gente y de los que juegan. Ahí la
pérdida de candidez. Y también en las
preguntas que se hacen respecto al programa: Por suerte
ya no nos preguntan tonterías tales como:
"¿Está guionado?", "¿Les dan
drogas?", ¿Les dan alcohol para que tengan sexo?".
Evidentemente ya se sabe de qué se habla.
¿Hacia donde vamos? Ni idea. En el 2007 cuando
hicimos 3 gran hermanos no sabíamos ni lo que era
el twitter. Y el twitter fue el protagonistas del 2011.
Creo que eso dice mucho.– ¿Esa crisis del formato se puede
relacionar con la irrupción de Operación
Triunfo en la pantalla? ¿Es OP una variante de GH?
¿Comparten un mismo objetivo, público,
contenido?R: No. Para nada. Son dos formatos de un mismo
género. El reality es un género como el
periodístico y la ficción. OT, GH,. Talento
Argentino y mil más son formatos. Y la existencia
de cualquier formato de cualquier género no
implica la muerte del otro.– Esa fama que aparentemente van a buscar los
participantes, suele ser abundante en los primeros meses
pero luego desaparece. Sólo algunos de GH hoy
tienen una carrera exitosa, pero en el caso de OT,
ninguno. ¿Se les "suelta la mano" por parte del
canal, los participantes no pueden lidiar con la
exposición o simplemente es algo
característico de los realitys producir estrellas
"fugaces"?R: No es lo mismo. Y compararlos es un error.
Vamos por partes: GH no es un casting de talentos. Fama
no es talento. Los de GH pueden ser famosos un tiempo y
ya. Lo que hagan después con esa fama depende de
ellos. Puedan ganar plata yendo a un boliche y
después pasar al olvido, o estudiar periodismo o
locución y terminar al frente de un noticiero como
Daniela Ballester, o baile y actuación como la
negra Capristo. Pero ese camino ya es de ellas. No de GH.
Nadie dijo que cuando hacíamos el casting de GH
buscáramos talentos.Respecto a OT el problema es otro. Te sugiero
que lo corras de este malentendido. El problema en OT es
la quiebra de la industria discográfica. Las
empresas editoras de discos ya no pueden empujar nuevos
artistas porque la piratería las quebró. No
se venden discos. No pueden invertir en Marketing, ni en
afiches, ni en giras ni en la formación de una
carrera. Ese problema no sólo les cortó la
carrera a los que salieron de OT, sino que encuentra el
mayor problema en la casi nula cantidad de nuevos
artistas que hay en el mercado. Y ninguno de ellos es
empujado por la industria discográfica. Ese es un
mundo en plena reformulación. Y esa crisis es la
crisis del mundo de la música, no de
OT.– Concluyendo, ¿Qué
ítems consideras fundamentales para que un reality
sea exitoso?R: Que interprete y cuente historias que la
gente tenga ganas de ver. Y que respete el género.
Igual que con cualquier otro productor exitoso, sea de
ficción o periodístico.– ¿Miras TV abierta?
¿Qué tipo de programas? ¿Qué
pensás de la TV de hoy en general?R: Miro de todo. Y con respeto. Pero cada vez
soy más público de cable. Es lógico.
El 75 por ciento del público de la TV abierta es
"D", 20 % es "C" y sólo el resto es "AB". En
consecuencia es lógico que cada vez tenga
programas que sean menos atractivos para mi gusto en la
TV abierta. Pero a esto lo entiendo como una
evolución lógica del mercado y no como un
pecado o una condena. Es el fenónemo de estos
tiempos que hay que saber leer para entender que lo que
vemos está cada vez más y mejor
targeteado.Lara
Rodríguez
-Primero que nada, contame
cómo decidiste entrar al reality.R: Yo trabajaba en Hindu club, un
country en Don Torcuato, y me ofreció una
compañera y amiga, que, ella hablando con su
marido tenían ganas de anotarse y bue!! Le dije
que sí y el marido de ella a su vez le dijo a un
amigo, los equipos eran de 4 personas!!!! Así fue
que largamos!!!!-¿Cuánto tiempo
estuviste? ¿A qué instancia
llegaste?R: Estuve una semana, pero
más de paseo que de programa… jajaj!!! El
programa lo filmamos en un día, más algunas
reuniones y cursos que tuvimos que hacer para entender el
funcionamiento, pero no más que eso. Llegue a la
instancia final, dónde tuve la suerte de
participar con el cantante de los Pericos El Bahiano, un
capo total, la re peleo con nosotros para que
pudiéramos ganar el viaje a Punta de
Este.-¿Qué otro reality
show conocías? ¿Te gustaba
verlo/s?R: La verdad que ninguno,
jamás imagine participar de uno. No le daba ni
cinco de bola, es más, ni tele veía me la
pasaba trabajando.-¿Nunca tuviste miedo a
tanta exposición? ¿O fuiste a buscar
eso?R: Ufff!!! Tenía un miedo!!!
Casi muero de la vergüenza!!! Jamás busque
exposición, todo lo contrario…. Lo
único que me interesaba, me atrapaba y me
desafiaba era viajar a Francia, a ese castillo hermoso,
con historia y hacer todos esos desafíos
físicos, ya que soy una amante del deporte y su
entorno…– Y entonces qué
experiencia en cuanto a lo físico te llevás
de tu paso por la TV? ¿Era lo que pensabas?
¿Volverías?R: Si volvería!!! Pero por
el contenido del programa en el que participe, por la
experiencia física vivida, pero no por la fama,
las cámaras, las luces y más… no no
no, la tele no es lo mío!!! De todos modos no me
arrepiento!-¿Cómo fue el
proceso del casting? ¿Se interesaron por la
historia personal de c/u?R: Bien, el proceso de casting fue
largísimo y tedioso!! Más que un casting
fue superar pruebas, miles, test psico-físicos,
pruebas de natación, de laboratorio, chequeos
clínicos generales, entrevistas, pruebas de
ropa….Se interesaron más en lo
grupal que en lo personal, como funcionábamos como
equipo, de hecho tuvimos que ponernos un nombre al
equipo, nos llamábamos"Carcajada" nos pintamos una remera
y tuvimos que inventar una canción de
presentación como equipo, fue
buenísimo… disfrutamos muchísimo el
armado… Teníamos un capitán y
todo…-¿Hubo aislamiento previo
al comienzo del reality? ¿Cómo se manejaba
allá el tema de la privacidad de c/u de los
participantes?R: No, no hubo aislamiento,
estábamos en un hotel todos juntos, participantes
y famosos, cada uno dormía con quien
quería, era un descontrol, conocimos mucha gente,
imaginate… eran 16 equipos compuestos de 4
participantes y un famoso!!!!-¿Solés ver
reality shows? ¿Qué pensas de éstos?
¿Ves diferencias entre Expedición Robinson,
Gran Hermano y Operación triunfo? ¿O crees
que todos persiguen y logran los mismos
objetivos?R: No la verdad que no los veo,
para nada, pero escucho mucho los comentarios de la
gente… Te doy mi opinión.. si el reality
tiene como contenido aprender a cantar, bailar,
hacer deportes y demás, más alla de que el
objetivo de la fama siempre este implícito creo
que no es lo mismo que la idiotez de gran
hermano…-¿Alguna otra
observación, comentario, apreciación sobre
estos formatos y/o tu paso por
éstos?R: Para terminar te diría
que la tele tiene magia… mucha magia, primero
arranque con una vergüenza terrible, y
después estar ahí, tiene un tinte especial
que según la personalidad de cada uno podrá
o no manejarlo para detenerse a tiempo o seguir inmerso
en esa magia.Conclusión
Informar. Entretener. Educar.
Estas tres funciones son las que,
históricamente, se le han atribuido a la
televisión. Hoy este trabajo nos encuentra
cuestionando si los "formatos basura" cumplen alguna de
estas funciones o, en cambio, son un mal que poco a poco
irá degradando la calidad de nuestra
televisión.La televisión es comunicación. Y
ésta se sostiene mediante dos patas: el emisor,
por un lado, y el receptor por el otro. Dentro de la
pantalla hay un grupo de individuos que emite los
mensajes; fuera de ella hay otro que los
decodifica.Actúa un tercer elemento en el proceso
mencionado anteriormente: la retroalimentación.
Dicho elemento se encuentra más acentuado
todavía en los últimos años, debido
al protagonismo tomado por el telespectador en la
TV.El interrogante es uno solo: ¿Por
qué la TV basura –si lo es- es
exitosa?La respuesta es más que simple si tenemos
en cuenta el proceso de comunicación: es exitosa
porque lo que se ofrece, es consumido. Esta dualidad
emisor-receptor es olvidada por gran parte de los que
critican y estigmatizan la televisión de hoy.
Echan la culpa únicamente a una de las "patas"(al
emisor) y se olvidan de la otra. Es importante decir que,
si hay de haber culpas o responsabilidades, éstas
son repartidas.De todos modos no creo que éste sea un
problema de culpas. Pienso que si se pone empeño
en encontrar un culpable, nos encontraríamos
envueltos en una encrucijada, al igual que si tratamos de
descubrir qué fue primero, la gallina o el
huevo.Después de todo, lo que se esta
sentenciando es el contenido de los talk y reality shows.
¿Por qué el contenido atrae al televidente?
Se ha dicho que el espectador se ve reflejado, se
reconoce, se identifica con las historias, con la gente,
con las situaciones. Ahora bien, esta
identificación en la cual se ve inmersa la
sociedad, ¿nos habilita para tildar de estos shows
de reflejar "la realidad tal cual es"?El debate se amplifica, porque los detractores
de estos formatos niegan rotundamente que esto suceda en
la vida cotidiana, mientras que desde "la cocina" de
estos programas, en las publicidades se venden como "la
vida misma".El trabajo nos ha demostrado que ninguna de las
partes tiene la razón. Y esto es así porque
no existen las verdades absolutas. Hugo Di Guglielmo, un
hombre con una amplia trayectoria en la
televisión, está en lo cierto cuando afirma
que la TV "edita, selecciona, arma un discurso sobre
la realidad". Esto es así por el simple hecho
de que no la puede abarcar en su totalidad. Es imposible.
Marcos Gorbán lo pone en evidencia muy claramente
cuando dice que "Dentro de la casa de Gran
Hermano, por ejemplo, no hay inseguridad. No te
secuestran, no hay inflación. Ni metrobus, ni
bicisendas. Ni te hacen la boleta por estacionar mal, ni
llega Clarín. Ni escuchás a Cristina. No te
joden tus viejos. Ni tus novios o novias. No comés
lo que querés, pero sabés que igual
comés…".Pero sí hay en ese, en otros realitys y
en la vida misma competencia, engaños, amores,
alianzas, compañerismo, discusiones. Y eso
sí se refleja en la tele. Se refleja lo que pasa.
No podemos negar que existe. Podemos afirmar entonces que
los participantes de estos formatos representan algunos
aspectos de los argentinos, pero no lo tratan de plasmar
y reflejar como si la verdad fuese así.El entrevistado agrega que "Es ingenuo
creer que una sociedad sea representada por 18 personas
que juegan un juego de resistencia, convivencia y
aislamiento. Ni siquiera nos sentimos representados por
los más de 250 diputados que sí
deberían representarnos". Y si nos
ponemos a pensar, lo mismo sucede con las ficciones.
Abundan las historias de los ricos dueños de
extensas hectáreas de campos que se enamoran de
chicas sirvientas. Pocos se pueden identificar con esa
historia, pero sí lo harán con las
distintas situaciones y sentimientos que atraviesan los
protagonistas.Una pregunta frecuente entre los críticos
es: ¿hasta dónde se puede llegar con lo que
se muestra?"Creo que quienes somos responsables de
qué se pone en el aire debemos saber que nuestro
deber es generar un show q entretenga con las mejores
armas. No se trata de tirar gente a la pantalla porque a
la propia gente le gusta y de paso se bajan los
costos"[36]Es verdad. Muchos de los productores y/o
programadores no tienen en cuenta la dimensión de
lo que se pone al aire: violencia, sexo, lenguaje
inapropiado. Se olvidan de que la televisión, como
todos los medios, forma parte de la socialización
y del aprendizaje. Tanto de chicos, como de grandes. Pero
si analizamos objetivamente, encontramos que la
televisión de hoy –cualquiera sea el
formato- alude a esas temáticas: noticieros,
informativos, programas políticos, magazines,
ficciones, etc. Esto es así porque todos estos
elementos están presentes en la vida, y, debido a
la ya mencionada retroalimentación, es impensado
que no estén en la pantalla.Creo fehacientemente que el interrogante
respecto al éxito ha sido resuelto. Un programa es
un éxito cuando el público dice
"sí". Y está claro que, en gran parte de
los casos expuestos, el público dijo sí una
y mil veces. Dijo sí ante la primer experiencia,
Gran Hermano 1. Volvió a decir sí con una
variante, como lo fue Expedición Robinson. Hoy en
día, más de diez años
después, el público los sigue eligiendo.
Como afirma el entrevistado "En la tele, lo que no
se ve, se levanta. Si está, es porque se
ve".No podemos, entonces, atribuirle a este
fenómeno televisivo la causa de "desconocimiento"
por parte de la audiencia o echarle la culpa al que pone
al aire un programa de este tipo. Este "sí", es
una elección pura y exclusiva del individuo. Y
como en la vida, las elecciones se hacen porque
–gracias a Dios- somos personas libres. Y como
tales, debemos y tenemos que afrontar la responsabilidad
de nuestras decisiones y elecciones. Muchos niegan que
consumen estos formatos, otros directamente no los ven
porque, sin saberlo, los tildan de anti-culturales. En
ambos casos se da el prejuicio. Y como dice nuestro
entrevistado Marcos Gorbán, "Los prejuicios
sólo impiden ver hacia donde es que se corren las
tendencias". Vistas las dos caras de la moneda,
podemos afirmar que la televisión –y la
calidad de ésta- es responsabilidad de
todos.La respuesta a nuestro interrogante principal
está explícita. Los programas –o
mejor dicho sus contenidos- se basan y manejan respecto a
lo que pasa en la vida real. Esto es necesario, ya que
caso contrario no motivarían al público
para consumirlos y no tendrían éxito. Todo
se mueve bajo un solo elemento: el interés. Es un
dar y recibir constante. Por ende, como ya se dijo, la
responsabilidad de lo que hoy en día esta en la
TV, es responsabilidad de todos.El fragmento del libro Vivir de Aire de Hugo Di
Guglielmo lo explica claramente: "La
televisión confirma, con la imagen que emite, la
realidad que supuestamente refleja. No es un fiel reflejo
de la realidad porque no puede abarcar toda la realidad.
Sí puede decirse que arma un discurso sobre la
realidad. Por eso, la televisión no es responsable
de nada, es una herramienta, un
medio."Entonces no. La televisión actual no
está en decadencia. Si ésta es una
concepción de gran parte de la sociedad, creo
conveniente declarar abiertamente que la que esta en
decadencia es la sociedad misma –aunque no creo que
así sea. Sí creo que es una sociedad que no
se puede mirar a los ojos, y que si se mira no se
reconoce. Una sociedad que niega lo que le pasa, y que
cuando se plasman esas cosas en la TV, gran parte se
horroriza y otra gran parte lo acepta. Lo que
todavía no se dio cuenta es que la funcionalidad
de la televisión cambió. Ya no es aquella
"caja boba". Como dice Hugo Di Guglielmo, "hoy más
que nunca es un poder en sí mismo, en todo el
planeta".5.
BibliografíaLIBROS
-Hugo Di Guglielmo. "Vivir
del Aire"– Caminos, Alfredo, "Reality
Games, la otra cara de los reality shows", UAB,
Barcelona, España. Mayo 2001.-Carlos Ulanovsky, Silvia Itkin,
Pablo Sirven. "Estamos en el
aire"-Pablo Sirven. "Quién
te ha visto y quien TV".-Carlos
Ulanovsky."Qué desastre la TV! (pero como
nos gusta)"-Hugo Di Guglielmo."La
programación televisiva en guerra".
1ª ed. –Buenos Aires. La Crujía
Ediciones. 2010-Gustavo Orza.
"Programación televisiva: un modelo de
análisis instrumental"– Eliseo Verón. "Esta
ahí, lo veo, me habla" (ficha). Facultad de
Ciencias Sociales, UBA, s/f. Traducción de
María Rosa del Coto, ed. or: 1983.– Casetti, Francesco – ODIN, Roger,
"De la paleo a la neo-televisión",
Communications, 51, 1990SITIOS DE INTERNET
–
www.televisión.com.ar–
www.elargentino.comwww.razonypalabra.org.mx
www.exitoina.com
www.uff.br
www.infobae.com/
www.comfer.gov.ar
www.resisteunarchivo.blogspot.com
www.opinionymedios.blogspot.com
www.lalaurette.com.ar
www.lanacion.com.ar
www.clarin.com.ar
www.yoamoatlf.com.ar
www.exitoina.com
www.bandana.com.ar
www.lanacion.com.ar
www.clarin.com.ar
www.ibope.com.ar
www.wikipedia.com
Autor:
Agustina Belén
DussertUNIVERSIDAD DE
MORÓNLicenciatura en Relaciones
PúblicasMedios de Comunicación
II[1] Chasqui, Revista Latinoamericana
de Comunicación. “Talk Shows:
Fascinación o rechazo”, por Jorge Acevedo
Rojas, comunicador social. 2001[2] Entre Moria y vos, por ejemplo,
durante su emisión fue líder en rating en
la franja de la tarde, obteniendo un promedio durante
su duración de 10 puntos.[3] “Trabajo exploratorio
acerca de la temática de los talk shows”.
COMFER. Publicaciones Digitales.[4] Primicias Ya, enero de 2011
[5] Andrea Politti, entrevista en
Tiempo Argentino. 31 de diciembre de 2010[6] El nombre del programa hace
referencia a la novela que George Orwell publicó
en 1949, "Mil novecientos ochenta y cuatro", en la que
el Gran Hermano es el líder que todo lo ve y
todo lo puede, en la distópica
Oceanía.[7] España, Estados Unidos,
Francia, Italia, Australia, Tailandia, Arabia,
Sudáfrica, Portugal, Suecia, Bélgica y
Alemania son algunos de los países en los que se
hicieron versiones de gran éxito.[8] “Reality show: el
espectáculo de la intimidad en la
televisión argentina”, Alfredo Caminos y
Mariana Aranguren. Texto presentado en el evento
"Estrategias Comunicacionales en el siglo XXI. Tres
Encuentros para el análisis, reflexión y
proyección". Facultad de Periodismo y
Comunicación, Universidad Nacional de La Plata.
Agosto 2001.[9] Revista Alambre.
Comunicación, información, cultura.
Nº 1, marzo de 2008[10] Pág. 119
[11] En nuestro país se
destaca Ideas del Sur, Pol-Ka, Telefé
Contenidos, 4 Cabezas, Mandarina TV, etc.[12] “La programación
televisiva en guerra”, de Hugo Di Guglielmo. Pag
27[13] “La programación
televisiva en guerra”, de Hugo Di Guglielmo. Pag
20-21.[14] Director de Showmatch.
Dirigió también, GH 1, 2, 3 y la primera
y segunda temporada de OT[15] Portal de Las Relaciones
Públicas.[16] Martín Kweller. La
Nación, 24 de julio de 2003.[17] “Hasta la última
gota de rating”, La Nación, 6 de diciembre
de 2000.[18] Leonardo Tarifeño y
Natalia Gelós en “La TV: ¿reality o
show?” La Nación, 28 de enero de 2011.[19] “Vivir del aire”, de
Hugo Di Guglielmo. Pág. 134[20] “La programación
televisiva en guerra”, de Hugo Di Guglielmo. Pag,
55.[21] Revista Noticias, 2007.
[22] Revista Noticias, 2007
[23] “La programación
televisiva en guera”, de Hugo Di Guglielmo.
Pág. 63[24] “Usame y tirame”, en
Página 12. 19 de febrero de 2004.[25] Franja horaria con mayor
audiencia, comprendida entre 20:00 y 23:00 horas
aprox.[26] Entrevista a Luciano Elizalde,
“Ilusión de la realidad cotidiana y
entretenimiento evasivo, las claves de los
realities”. Blog de la Comunidad de graduados de
la Facultad de Comunicación de la Universidad
Austral.[27] “Telebasura: de la
telerrealidad a la tele-ficción (la
hipervisibilidad televisiva)”, de Gerard Imbert.
El País, 10 de enero de 2005.[28] Trabajo exploratorio acerca de
la temática de los talk shows”. COMFER.
Publicaciones Digitales.[29] “Sexo, escándalos y
TV”, La Nación. 16 de julio de 2002[30] “La programación
televisiva en guerra”. Pág. 138[31] “Sexo, escándalos y
TV”, por Miriam Molero. La Nación, 16 de
julio de 2002[32] “Ni realidad ni
ficción”. Clarín, 5 de enero de
2001.[33] La TV, ¿Reality o show?
La Nación, 28 de enero de 2011[34] Entrevista a Alejandro Ripoll,
director de Showmatch[35] “Sexo, escándalos y
TV”, La Nación. 16 de julio de 2002.[36] “Vivir del aire”, de
Hugo Di Guglielmo.
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