Factores de riesgo, ocurrencia y consecuencias de caídas en adultos mayores
- Resumen
- Introducción
- Fundamentación
teórica - Diseño
metodológico - Resultados y
discusión - Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
Bibliográficas - Anexos
Exergo
"La vida es una sucesión de
retos y los retos, de por sí, son un motivo más
para vivirla y disfrutarla."
Palabras del Profesor Dr. Eugenio
Selman-H. Abdo, Presidente de la Asociación Médica
del Caribe.Abril, 2003.
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo,
longitudinal en adultos mayores del Módulo Barrio Adentro
1 de Chirica Vieja de la parroquia Chirica San Félix
municipio Caroní del estado Bolívar con el objetivo
de determinar el comportamiento de los factores de riesgo,
ocurrencia y consecuencias de las caídas de los mismos,
desde el 1ro de enero al 31 de diciembre de 2010. Se
trabajó con la totalidad de los adultos mayores de dicho
Consultorio Médico (350). Para obtener la
información se utilizaron como fuentes historias
clínicas individuales, historias clínicas
familiares y exámen físico, completándose la
información a través de un cuestionario aplicado al
paciente, previo consentimiento informado, teniendo en cuenta los
criterios de inclusión y exclusión,
utilizándose variables como: edad, sexo, factores de
riesgo intrínsecos y extrínsecos, caídas,
consecuencias de estas, polifarmacia e hipotensión
ortostática. Predominó el grupo etáreo de
60-69 años y el sexo femenino. Las enfermedades
osteomioarticulares, visuales e Hipertensión Arterial
fueron las afecciones crónicas más frecuentes. Como
factor de riesgo intrínseco que altera el equilibrio
resalta la polifarmacia y dentro de los que alteran la marcha:
las artropatías degenerativas. Como extrínsecos se
destacaron el baño con piso deslizante, suelos con
superficie muy pulida y la falta de lámpara o interruptor
al alcance de la mano. Resultó significativo el porciento
de adultos mayores que sufrieron caídas y los trastornos
psicológicos como la principal consecuencia de estas. Se
recomendó diseñar una estrategia de
intervención a nivel comunitario para disminuir la
incidencia de caídas en el adulto mayor a partir del
control y disminución de los factores de
riesgo.
Introducción
La aplicación de los avances científicos y
tecnológicos a la medicina y el mejoramiento de las
condiciones de vida de la población constituyen factores
principales de la prolongación de la vida del ser humano.
El hecho de que los países en desarrollo, se nutran
rápidamente de los avances científicos y
médicos de los países desarrollados, han permitido
que, contrariamente a lo ocurrido en estas últimas
naciones, la prolongación de la vida y en consecuencia, el
envejecimiento de la población se haya producido en un
período mucho más breve que en Europa y
América del Norte. 1,2
El envejecimiento individual no es un fenómeno
exclusivo de las sociedades modernas. Ha estado presente en todas
las etapas del desarrollo social y ha sido siempre de
interés para la filosofía, el arte y la medicina.
Durante el presente siglo más y más personas
sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha
situado como etapas de la vejez, esto, considerado como uno de
los logros más importantes de la humanidad, se transforma
en un problema si no es capaz de brindar soluciones adecuadas a
las consecuencias que del mismo derivan.1,2
Por otra parte, la duración máxima de la
vida humana no se ha podido establecer hasta el momento, aunque
algunos científicos la estiman en unos 120 años,
pero lo importante no es llegar a esta edad, ni incluso prolongar
la existencia, sino poder vivir años libres de
discapacidades, un envejecimiento saludable, de modo que seamos
sujetos activos hasta el límite de nuestras
vidas.3
En el informe sobre el tema La Salud y el Envejecimiento
a la 26 Conferencia Sanitaria Panamericana se
señaló: "La solución a los problemas de
salud de las personas adultas mayores requiere algo más
que el simple acceso a un médico. Exige un cambio en la
cultura sanitaria, la promoción de salud, la
detección temprana de los problemas y la asignación
de los recursos apropiados para proporcionar
rehabilitación comunitaria. Se necesitan recursos humanos
adiestrados para comprender las diferentes necesidades de salud
de una población que está envejeciendo. Los
sistemas deben ser flexibles y prestar servicios coordinados que
se organicen según las necesidades de la población
y los recursos de la comunidad."4
El progresivo y continuo crecimiento del número
de ancianos y de la proporción que ellos representan en la
población general (envejecimiento poblacional),
situación que nunca antes había enfrentado la
humanidad, origina necesidades económicas, sociales y
culturales, con modalidades integrales en el abordaje de este
problema, con énfasis en las socio sanitarias, para la
promoción y mantenimiento del bienestar de las personas
mayores.
Todas estas premisas justifican la necesidad del estudio
profundo de los factores relacionados con la atención
integral al adulto mayor, sobre los cuales recae la
atención médica y socio cultural, lo cual es de
gran importancia para la promoción de salud y la
prevención, curación o rehabilitación al
anciano en su comunidad.
El actual envejecimiento de las poblaciones ha sido
logrado en gran número de países por todas las
medidas de mejora de las condiciones socio sanitarias, de
alimentación, del control de las enfermedades infecciosas,
que han acompañado al logro de la disminución de la
natalidad y de la mortalidad, pilares básicos para que las
poblaciones envejezcan.5
La ancianidad constituye hoy un serio problema de salud
mundial, especialmente en los países desarrollados y en
los que van emergiendo del subdesarrollo. En los países
superexplotados y colonizados este problema no tiene actualidad y
es sencillamente porque los habitantes no llegan a viejos, el
promedio de vida puede ser tan bajo que va desde 30 hasta 45
años, cifra tremendamente acusatoria. La dependencia y el
deterioro físico y psíquico, más que la
muerte en sí misma constituye el fantasma de la edad senil
y la mayor preocupación del anciano. 6,7
Según datos de las Naciones Unidas, en 1950,
existían en el mundo 200 000 000 de personas mayores de 60
años, pero ya en 1975 esta cifra alcanzó los 350
000 000. Las proyecciones demográficas indicaron que en el
año 2000 habían 600 000 000 de ancianos, cifra que
se reduplicará en el 2025, fecha para la cual los mayores
de 60 años en Japón y Singapur serán el 29 %
y el 27% de la población respectivamente mientras que en
Suecia llegarán a ser el 30 %, en China serán los
mayores de 65 años 80 millones al igual que en la India.
En 40 ó 50 años el número de habitantes del
planeta con 65 años o más pasará de 184 a
678 millones. América Latina en 1980 tenía 23.3
millones (6.4%) de personas de 60 años y más, para
el 2000 se estimó en 41 millones (7.2%) y para el 2025 se
estima en 93.3 millones (10.8%) aunque actualmente la
población de más de 60 años supera el 10 %
en 4 países de América Latina (Uruguay, Argentina,
Barbados y Cuba). 8
Según las previsiones de la Organización
de Naciones Unidas, para el año 2050 el 22 % de los
habitantes del planeta serán ancianos y uno de cada tres
adultos será una persona de edad avanzada.
9
El proceso de envejecimiento en Venezuela, se ha
producido con mayor rapidez, teniendo en cuenta que en el
año 1900 el 4,5% de sus habitantes tenían
más de 60 años y al inicio del presente milenio el
valor relativo es superior al 13%, con una tendencia a su
incremento que pronostica para el año 2025 la
proporción de una persona de 60 años o más,
por cada 4 habitantes. 10 11,12
Es paradigma del gobierno venezolano enfrentar esta
problemática social, dando a este grupo poblacional una
atención priorizada, que permita mantener una calidad de
vida adecuada realizando enormes esfuerzos para la seguridad de
las personas que arriban a la tercera edad, y emplea para ello
recursos, tanto materiales como humanos, sin escatimar el costo
de estos. 13, 14,15. 16
La OMS define el envejecimiento activo como el proceso
de optimización de oportunidades para luchar por la salud,
por la participación activa en la vida, y por la seguridad
de alcanzar calidad de vida cuando el ser humano
envejece.12 Los adultos mayores tienen mucho por
contribuir: tienen sabiduría y experiencia y, al
mantenerlos saludables, funcionales e independientes, pueden
continuar contribuyendo a sus comunidades y a sus familias, y
serán más felices.
La vejez puede significar para el viejo sano la
máxima realización de sus potencialidades vitales,
la culminación del desarrollo de la personalidad y de la
propia individualidad y el logro de un modo de ser más
profundo y auténtico, y de una mayor paz interior y
armonía con los demás.
El aumento de la longevidad en los últimos
años ha producido cambios importantes en el patrón
de mortalidad y morbilidad de las poblaciones. Estas variaciones
muestran un gradual incremento en la ocurrencia de eventos
adversos relacionados con las últimas décadas de la
vida, entre ellos, los accidentes. En Venezuela, desde hace
varias años, estos ocupan un lugar importante entre las 10
primeras causas de muertes, sexta para las personas de 60
años o más, y las caídas son el motivo
más común, en lo que refuerza la necesidad de su
atención por lo que constituye uno de los problemas
más acuciantes para el adulto mayor. Las
estadísticas mundiales, y las venezolanas, demuestran que
en los últimos años las tasas de morbilidad y
letalidad por accidentes van en aumento al igual que ocurre con
las enfermedades vasculares.
Por ser los accidentes y específicamente las
caídas, una problemática que va en aumento con
repercusión directa en la morbilidad y mortalidad de las
personas mayores de 60 años en Venezuela, se decide
realizar este estudio, con el objetivo de tener un instrumento de
trabajo que permita conocer los factores de riesgos fundamentales
de las mismas, para accionar en su prevención, y con
vistas a esto elaborar posteriormente estrategias de trabajo para
la prolongación de la vida con calidad evitando que el
adulto mayor se convierta en una carga familiar y
económica para el individuo y la sociedad.
Existen escasos estudios precedentes acerca de esta
temática en nuestra área de salud, por lo que ante
esta situación nos planteamos el siguiente problema
científico:
PROBLEMA CIENTÍFICO:
¿Cuáles son los factores de riesgo de las
caídas, la ocurrencia de estas y sus consecuencias en el
adulto mayor del Módulo Barrio Adentro 1 Chirica
Vieja?
Interrogantes científicas:
¿Cuales son las características
clínicas, demográficas y epidemiológicas
más importantes de los adultos mayores?
¿Cuáles serán los factores de
riesgo más frecuentes de las caídas en el adulto
mayor?
¿Cuántos sufrieron
caídas?
¿Cuáles fueron las consecuencias
más frecuentemente encontradas en los adultos mayores que
han sufrido caídas?
De estas interrogantes científicas se derivan los
siguientes objetivos:
Objetivos
Objetivo General:
Determinar el comportamiento de los factores de
riesgo, ocurrencia y consecuencias de las caídas en el
adulto mayor del Módulo Barrio Adentro 1 de Chirica
Vieja
Objetivos
Específicos:
Caracterizar los adultos mayores del Módulo
Barrio Adentro 1.Identificar los factores de riesgo más
frecuentes de las caídas en el grupo
estudio.Determinar la ocurrencia y las principales
consecuencias de las mismas en los adultos mayores que las
han sufrido.
Capítulo I
Fundamentación
teórica
1-Definiciones de envejecimiento
El envejecimiento se define como la serie de
modificaciones morfológicas, psicológicas,
funcionales y bioquímicas que origina el paso del tiempo
sobre los seres vivos. Se caracteriza por la pérdida
progresiva de la capacidad de adaptación y de la capacidad
de reserva del organismo ante los cambios. Es un proceso
dinámico que se inicia en el momento del nacimiento y se
desarrolla a lo largo de nuestra vida.
El mismo tiene un componente genético, que en
cierta medida es responsable de la pérdida o
disminución de las habilidades, pero además, se
encuentra influenciado por factores ambientales entre los cuales
se pueden mencionar la adicción al tabaco, al alcohol, el
sedentarismo, una alimentación inadecuada, condiciones
laborales, contaminación atmosférica y determinadas
enfermedades. 1
Envejecer no es lo mismo que enfermarse, en el camino
hacia el envejecimiento se van produciendo cambios en los
órganos y sistemas que tienen repercusión directa
en la valoración semiológica y
fisiopatológica, la actitud diagnóstica y las
decisiones terapéuticas según los efectos de los
cambios físicos, pues perece ser que una parte normal del
envejecimiento es una ligera disminución de la
percepción, la memoria y el pensamiento, existe
además evidencia de que el ejercicio físico y
mental continuo y moderado es útil para el mantenimiento
de las capacidades cognoscitivas, los cambios en la memoria, la
percepción y otros cambios "cognoscitivos" comunes en las
personas de edad muy avanzada, no se pueden encontrar
directamente en una atrofia u otros cambios físicos en el
cerebro. 3,17 18
La adaptación a la vejez es un proceso para el
cual el hombre y la sociedad deben estar preparados. El fracaso
de dicho proceso conlleva innumerables desajustes en el anciano,
como la depresión, la angustia, el sentimiento de soledad,
la introversión, la agresividad y a desorden y conflicto
en la sociedad, mientras que el éxito lleva al desarrollo,
bienestar, creatividad y a una relación armónica
con la familia y la sociedad. 19
En la actualidad se presta mayor interés y
atención a los aspectos sociales, económicos y
científicos sobre el envejecimiento y sus consecuencias.
Algunos consideran a la vejez como una etapa de decadencia
física y proyectan sobre los ancianos una imagen de
discapacidad, inutilidad social y rigidez. Estas ideas
estereotipadas que muchos creen verdaderas, llegan a denigrar y
descalificar a la vejez. Por la necesidad de estos tiempos donde
el hombre cada día tiene mayor expectativa de vida, y por
ende, debe mejorar su calidad de vida, es que se torna casi
obligado intensificar todos los modelos de gerocultura donde la
geroprofilaxis tiene un papel preponderante. 20
Aún cuando es cierto que las personas ancianas
especialmente sufrirán de una o más enfermedades
crónicas, también es posible que se pueda demorar
la aparición de estas o aliviar su sintomatología
si se sigue un cierto estilo de vida. Envejecer de manera
saludable implica no solo tener la posibilidad de cuidados
médicos ante los problemas de salud que se presenten en
esta etapa de la vida, implica también reconocer a los
ancianos como seres humanos con necesidades y posibilidades
especiales, significa aceptar que los ancianos necesitan
reconocimiento , respeto, seguridad y sentirse participe de la
sociedad. Para alcanzar estos logros es preciso que la familia,
las comunidades y el estado actúen en conjunto para
conseguirlo. 21,22
Longevidad satisfactoria significa, llegar a viejos
llenos de proyectos de vida, proyectos de continuidad social, o
como cuidadores reconocidos de familia, como asesores de
empresas, o simplemente como pareja, inclusive como cualquier
individuo, que organiza y disfruta su tiempo libre una vez que se
ha jubilado. 23
El proceso de envejecimiento conlleva a la
disminución paulatina de innumerables funciones vitales,
específicamente funciones motoras, sensoriales y de
autorregulación cuya alteración hace que las
personas de edad avanzada tengan un mayor riesgo de sufrir
accidentes como consecuencia de su capacidad disminuida de
reacción cuando fuerzas externas o su propio peso los
lleva a perder el equilibrio. 24
Existen muchos cambios asociados al paso del tiempo y la
mayoría son cambios involutivos que tienen una
repercusión indudable sobre la fisiología del
organismo, pero su principal efecto está en la capacidad
de adaptación del individuo a las exigencias del medio. La
salud del anciano presenta un amplio espectro de situaciones
posibles que van desde: 21
La aparición de nuevas enfermedades, tanto
agudas como crónicas.La morbilidad y comorbilidad generadas por
enfermedades ya presentes y las consecuencias de las
enfermedades.Los accidentes.
Todo esto provoca
La disminución de la
funcionalidad.La discapacidad.
La dependencia
La hospitalización.
La institucionalización.
La muerte.
También influyen la Diabetes Mellitus, la
depresión, el miedo a volver a caer y la
disminución de la masa muscular; así como la
reducción de la altura corporal, de la longitud y
velocidad del paso; un menor ritmo de los movimientos de los
brazos al caminar, y la postura en flexión, marcha
oscilante y senil. 25
2- Consideraciones acerca de las
caídas
2-1 Definición de caída
Según la Organización Mundial de la Salud,
caída es la consecuencia de cualquier acontecimiento que
precipita al paciente al suelo en contra de su voluntad.
26 Es el desplazamiento del cuerpo en forma inadvertida y
súbita hacia un plano inferior con relación a la
presencia de uno o varios factores, con o sin pérdida del
estado de conciencia o lesión.
Una tercera parte de las personas mayores de 65
años que viven en la comunidad se caen por lo menos una
vez al año, siendo más frecuente en mujeres y
personas institucionalizadas por lo que constituyen los
accidentes más frecuentes en las personas mayores y en
muchos casos los accidentes son fatales o, cuando menos, muy
incapacitantes. La incidencia anual de caídas entre
personas ancianas que viven en la comunidad aumenta del 25 %
entre los 65-70 años, al 35 % después de los 75. La
mitad de las personas mayores que se caen lo hacen repetidas
veces y son más frecuentes en hogares de ancianos y
residencias. Las mujeres parecen sufrir más caídas
que los hombres hasta los 75 años, a partir de la cual la
frecuencia es similar en ambos sexos. Ellas provocan lesiones
importantes y fracturas que en los pacientes de edad
geriátrica conllevan a una larga y difícil
rehabilitación, pudiendo llegar a ser en ocasiones
fatales; además traen consigo, por leves que sean,
factores físicos o psicológicos, pérdida de
la movilidad y para las personas ancianas, esto es tan precioso
como la vida misma. 27, 28, 29,30
La problemática que tienen las caídas
accidentales es su nombre, que por su significado habitual se
entiende como un suceso casual, fortuito debido a la suerte. No
obstante, cuando se tiene en cuenta que pueden ocurrir, pueden
evitarse o al menos disminuir la gravedad de sus consecuencias
(invalidez, incapacidad y otras) 31
Es un problema frecuentemente ignorado por los
pacientes, la familia y los mismos médicos, por lo que es
muy importante preguntarlo en forma directa, sin embargo cuando
el paciente o la familia lo mencionan se describe como
caídas accidentales, desmayos, pérdidas repentinas
del estado de conciencia o como pérdida súbita de
la fuerza en las piernas. Hay que tener en cuenta que muchos
pacientes ocultan las caídas para evitar ser restringidos
en su vida cotidiana.
Ante una caída, el profesional debe proponerse no
solo evaluar los posibles efectos provocados por esta, sino,
además, hacer una evaluación exhausta de las causas
y factores asociados que produjeron las mismas y proponer para
ello un plan de manejo para evitar que otras se
produzcan.
La mayoría de las caídas ocurren durante
actividades leves o moderadas, tales como un ejercicio
físico incorrecto, la presencia de animales
domésticos, calzado inadecuado, soledad. Y también
debido a la vestimenta larga, ingestión de bebidas
alcohólicas, no utilizar aditamentos necesarios
(bastón, andadera, lentes). Su mayor parte ocurre en el
domicilio, debido a las condiciones del piso, mala
iluminación, escalera, desorden, baño; y por
peligros específicos, como cordones sin atar, alfombras,
mascotas.26 Otros factores que constituyen riesgo son:
entre otros, los trastornos de la visión, del sistema
vestibular, así como el déficit en la
perfusión cerebral, cambios estructurales en el Sistema
Nervioso Central, los peligros del Medio Ambiente y otras
enfermedades asociadas.
La mayoría de las caídas en el adulto
mayor traducen un síntoma de enfermedad o trastorno
subyacente (incluyendo iatrogenia) por lo que no es apropiado
atribuir la caída solamente a peligro ambiental o a la
edad. 23, 32Un quinto de los adultos mayores de entre 65 a
69 años, y hasta dos quintos de los mayores de 80, relatan
al menos una caída en el último año. Las
caídas son más frecuentes en personas más
añosas y suelen anteceder a un período de
declinación gradual de las funciones y al desarrollo de
estados confusionales agudos. 33, 34
Epidemiología
Si bien es cierto que la prevalencia de caídas
puede ser estudiada de distintas maneras, ya sea por sus
consecuencias: muertes, lesiones, hospitalizaciones, o bien por
fracturas producidas, es un hecho claro que están
subdiagnosticadas. Su incidencia real es desconocida, alrededor
del 30% de los mayores de 65 años en la comunidad caen al
menos una vez al año y esta proporción aumenta al
50% en los de más de 80 años, las 3/4 partes de las
caídas ocurren en el hogar y 1/3 son debidas al entorno
estimándose que alrededor del 5 al 10% de las
caídas que tienen lugar en el domicilio, llegarían
a conocimiento del médico, directa o indirectamente. En
cuanto al sexo las mujeres se caen el doble que los hombres, pero
a partir de los 75 años no existen diferencias, el 5% de
los que caen requieren asistencia médica constituyendo la
causa más común de muerte accidental en ancianos.
Ellas pueden provocar además el llamado "síndrome
post-caída" que, sin provocar problemas físicos
iniciales, produce secuelas psicológicas tan
incapacitantes como una fractura de cadera. 28, 35, 36,
37
Las estadísticas demuestran que en los
últimos años se han incrementado de manera
alarmante los accidentes y como consecuencia de esto las tasas de
morbilidad y letalidad comportándose de igual manera que
las enfermedades crónicas no trasmisibles.
38
Según la Organización Mundial de la Salud,
los accidentes domésticos son la tercera parte de los
accidentes que se reportan como productores de lesiones y
muertes. Algunos estudios demuestran que la cifra de lesionados
por este tipo de accidente es cinco veces superior a los
ocasionados por el tránsito. 39
Los accidentes son la sexta causa de muerte para las
personas de 60 años o más y las caídas son
el motivo más común. De todas las muertes por
caídas, más del 70 % ocurren en personas de edad
avanzada. 39
-Factores que influyen en las caídas del
anciano
Usualmente las caídas son producto de la
combinación de varios factores, los cuales pueden ser
intrínsecos (con relación a la persona) y
extrínsecos (con relación al ambiente).
Dentro de los factores intrínsecos se
encuentran:
Los cambios asociados al envejecimiento como la
disminución de la agudeza visual, el enlentecimiento
del tiempo de reacción y la marcha
oscilante.Las enfermedades como las neurológicas,
cardiovasculares, músculoesqueléticas y
psiquiátricas.Otros factores como el síncope, anemia,
deshidratación, hipoglucemia e infecciones.Medicamentos: aquí se contempla la
polifarmacia, los diuréticos, antihipertensivos,
hipnóticos y sedantes.
Dentro de los extrínsecos podemos
mencionar:
Factores ambientales
Características del suelo.
Iluminación.
Escaleras.
Cuarto de baño.
Dormitorio.
Otras: estantes muy altos, sillas sin
brazos.
Factores sociales
Calles o aceras rotas.
Contén de acera demasiado alto.
Alumbrado público deficiente.
Transporte público poco accesible.
Institucionalización.
Desplazamiento excesivo.
Como se mencionó anteriormente las enfermedades
crónicas son muy frecuentes en este grupo
poblacional:
1- Enfermedades crónicas: Enfermedad de
Parkinson, Demencias, Enfermedad Cerebrovascular, Diabetes
Mellitus, Hipertensión Arterial, Enfermedades del
corazón, entre otras.
Entre las enfermedades crónicas no trasmisibles
con mayor prevalencia se encuentran la Hipertensión
Arterial, la Cardiopatía Isquémica y la Diabetes
Mellitus. 36
La Cardiopatía Isquémica es la principal
causa de caídas en el anciano, realizándose cada
vez mayor número de procedimientos de
revascularización. Ante el envejecimiento de la
población, y dada la alta incidencia de esta
afección en este grupo, resultan imprescindibles las
medidas de prevención primaria y secundaria, cuyos
objetivos en el anciano son disminuir la morbimortalidad
cardiovascular y mejorar, en lo posible, la supervivencia libre
de síntomas. 2 El control de los factores de riesgo
coronario en los ancianos tiene valor predictivo y su tratamiento
reduce el riesgo cardiovascular.
Las Enfermedades Cerebrovasculares comprenden los
trastornos graves que más prevalecen en naciones
desarrolladas y causa importante de caídas. La cifra de
prevalencia aumenta progresivamente con el envejecimiento, del 5
% a los 20 años de vida a 75 % en mayores de 75
años (incluida la Hipertensión). Su frecuencia
aumenta con la edad y se ha deducido que el número de
accidentes cerebrovasculares aumentará conforme se
incremente la población de ancianos. 40, 41 Ellas
constituyen un grupo de enfermedades que afectan el
encéfalo, como resultado de un proceso patológico
de los vasos sanguíneos, su contenido o ambos. Los
procesos patológicos incluyen: lesión de la pared
vascular, oclusión de la luz por trombos o émbolos,
rotura de vasos, alteración de la permeabilidad de la
pared vascular y el incremento de la viscosidad u otro cambio de
la cualidad de la sangre.
La Hipertensión Arterial (HTA) es la más
común de las condiciones que afectan la salud de los
individuos y las poblaciones en todas partes del mundo.
Representa por sí misma una enfermedad, como
también un factor de riesgo importante para las
caídas. En la mayoría de los países, la
prevalencia se encuentra entre el 15 y el 30 %. La frecuencia de
HTA aumenta con la edad, y se ha demostrado que después de
los 50 años casi el 50 % de la población la padece.
Su prevalencia en adultos mayores, según Waisman, oscila
entre un 60 a un 70%. 8, 42, 43 La misma constituyó
la enfermedad de más alta prevalencia reportada para ambos
sexos, con mayores afectaciones en las mujeres. Esto la convierte
en un problema de salud prioritario, teniendo en cuenta que es un
factor de riesgo importante para otras enfermedades,
fundamentalmente para la Cardiopatía Isquémica y
las Enfermedades Cerebrovasculares que se ubican dentro de las
primeras causas de muerte en el país desde hace más
de tres décadas. La prevalencia elevada de esta enfermedad
proviene en su gran mayoría de los grupos poblacionales de
las edades precedentes, que es justamente donde es más
efectiva la prevención de su aparición. Ello es
válido para otros problemas de salud.
La Diabetes Mellitus es una enfermedad endocrino
metabólica, vascular, crónica, producida por una
interacción variable de factores genéticos y
ambientales. Estas anormalidades pueden conducir a serias
complicaciones agudas, como la cetoacidosis, la hipoglucemia, el
coma hiperosmolar, así como a otras complicaciones
denominadas tardías, entre ellas, las microvasculares
(retinopatía, nefropatía y neuropatía) y las
macrovasculares (arteriopatía periférica,
coronariosclerosis y accidentes vasculoencefálicos). Todos
estos estados son factores de riesgo de caídas en el
paciente diabético. 44, 45
Los adultos mayores pueden presentar síntomas
tardíos en el curso de la enfermedad, o muchos de ellos
semejar problemas achacables al "envejecimiento". En general, los
síntomas clínicos suelen aparecer en ellos a
niveles más altos de glicemia que en pacientes más
jóvenes.21, 22,23
En el adulto mayor, en la presentación
atípica (más que silenciosa) de la Diabetes, es
más frecuente: el deterioro funcional aparentemente
inexplicable, pérdida de vitalidad, aparición
inopinada de incontinencia urinaria o infecciones de
repetición (particularmente urosepsis y candidiasis
mucocutánea).
Ocasionalmente el cuadro de inicio es un padecimiento
caracterizado por deterioro cerebral favorecido por la
deshidratación crónica y eventual, concurrencia de
hiponatremia y, de tiempo en tiempo, es posible observar casos
que se presentan como síndromes dolorosos que se confunden
con radiculopatías y que corresponden a neuropatía
diabética.
2- Alteraciones visuales: Cataratas, retinopatía,
glaucoma, etcétera.
3- Sistema vestibular: La pérdida de equilibrio
relacionada con la edad, puede ocurrir como resultado de
osteoporosis con acúmulo de calcio en el órgano de
Corti; además puede ocurrir por traumatismos, infecciones
del oído y por consumo de fármacos como furosemida,
aspirina, aminoglucósidos, etcétera.
4- Sistema locomotor: Alteraciones osteo-musculares
asociados directa o indirectamente con la edad, así como
los problemas de los pies (hallux valgus, callos y otras
deformidades). La sarcopenia (disminución de la masa
muscular relacionada con la edad) está relacionada con el
empobrecimiento de la velocidad de la marcha, la
disminución del apretón de mano, el incremento de
caídas y la disminución de la capacidad para
mantener la temperatura corporal, pueden ser una causa más
de trastorno del equilibrio y de la marcha, y con ello acarrear
caídas.
Se estima que en la tercera década de la vida, se
llega al máximo nivel de masa ósea, y de ahí
en adelante se pierde paulatinamente hasta la menopausia, en el
caso de las mujeres, y sobre los 70 años en los hombres,
donde la pérdida es mucho más acentuada.
De tal modo que mientras mayor sea la reserva,
más resistencia tendrá el hueso al momento de
recibir golpes. Lo anterior está vinculado de alguna forma
con la
osteoporosis, que es una enfermedad propia de adultos
mayores, en la que se pierde el calcio de los huesos,
haciéndolos más frágiles y más
propensos a romperse.
Sin embargo, en las personas mayores, tan importante
como la calidad del hueso son los golpes que se le den a
éste. Por eso las caídas, son un factor esencial en
el riesgo de padecer fracturas de cadera. Los ancianos se caen
por muchas causas, desde las alteraciones para caminar, la
visión defectuosa, la falta de equilibrio, etc., hasta los
accidentes producto de barreras arquitectónicas como las
escaleras sin pasamanos y sin antideslizantes, los desniveles de
la acera, la falta de iluminación nocturna para concurrir
al servicio higiénico, etc. Una de las principales
diferencias de los ancianos respecto de los más
jóvenes, es que basta una pequeña cantidad de
energía para que, en el contexto de un hueso poco
resistente, se produzca la fractura.46, 47 Las
deformidades osteoarticulares se relacionan directamente con la
calidad de la marcha y con el equilibrio 48, 49
5- Sistema neurológico: Cambios estructurales en
la corteza cerebral, bien de causa vascular o degenerativa,
trastornos de la vía piramidal, extrapiramidal o
cerebelosos, son causas importantes de inestabilidad de la
marcha.
6- Enfermedades agudas: Las infecciosas, y la
exacerbación de algunas enfermedades crónicas, como
la Insuficiencia Cardíaca Congestiva, puede precipitar
caídas. De hecho, la caída puede ser un signo
indirecto del inicio de una enfermedad en pacientes mayores y no
es extraña una caída como primera
manifestación de una neumonía, por ejemplo, en un
anciano.
7- Polifarmacia: El 81 % de los ancianos toman
medicación y de ellos los 2/3 partes ingieren más
de un fármaco habitualmente. Esta cifra aumenta con la
edad, y así hasta el 30 % de los mayores de 75 años
toman más de 3 fármacos.
Uso incorrecto de los medicamentos: No es infrecuente en
la población anciana el mal cumplimiento en la frecuencia
de las dosis, la confusión entre distintos fármacos
o la automedicación. Todo esto junto con la presencia de
pluripatología, supone que las reacciones adversas sean
más frecuentes entre los ancianos, y por tanto aumenta el
riesgo de caídas. 50
Actualmente se conoce que en los ancianos la respuesta a
los medicamentos es diferente que en los adultos jóvenes.
Sin embargo generalmente se asume que lo que constituye una buena
alternativa para el adulto, es igual para el anciano; esto no es
así, pues hay factores que modifican la respuesta
farmacológica en los ancianos, unos son consecuencia
directa del envejecimiento y otros son factores asociados a
él. Cuando evaluamos el metabolismo de los medicamentos,
encontramos disminución de la capacidad metabólica
de reacciones de la fase I, del flujo plasmático
hepático y de la masa hepática y, como
consecuencia, disminuye el aclaramiento de medicamentos que son
extraídos por el hígado, sobre todo, los
relacionados con la oxidación microsomal. En el
riñón también ocurren cambios importantes,
como disminución de la masa renal y las nefronas, del
flujo plasmático renal, de la secreción tubular y
el aclaramiento de creatinina, todo lo cual conlleva a
disminución del aclaramiento renal de fármacos.
51
Los problemas relacionados con los medicamentos en los
seniles son numerosos y en ocasiones de naturaleza complicada.
Las benzodiazepinas es el grupo farmacológico más
claramente relacionado con las caídas, y los
antihipertensivos y diuréticos ocupan el segundo lugar,
después de los sedantes. Se afirma que el 20 % de los
ancianos tratados con antinflamatorios no esteroideos desarrollan
inestabilidad y confusión. 52, 53
Los trastornos del ritmo (bradiarrítmias y
taquicardias) pueden, en muchas ocasiones, ser los causantes de
las caídas. 12 Los accidentes vasculares
encefálicos con sus secuelas motoras también
constituyen factores de riesgo importantes para la ocurrencia de
accidentes en la senectud. El deterioro cognitivo de cualquier
origen y los estados depresivos son situaciones que se asocian a
las caídas. El empleo de fármacos destinados a
tratar estas enfermedades, incrementan las posibilidades de
caídas. Las alteraciones de la visión son las
primeras que aparecen y constituyen un riesgo potencial, que
hacen más vulnerable a los ancianos a los accidentes.
54, 55, 56
Grupos de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de caída son:
la edad, historia de caídas previas, las alteraciones de
la estabilidad y/o la marcha y el número de
fármacos usados; por lo que se deben dividir en 3
grupos.
Alto riesgo: Aquellas que reúnan varios de
los factores anteriores, más de 75 años y que
posean patologías crónicas o permanezcan
ingresados en hogares.Riesgo intermedio: Ancianos entre 70 y 80
años que se valen por sí solos, pero con un
factor de riesgo específico.Bajo riesgo: Menor de 75 años, buena
movilidad, no enfermos, pero que han podido tener alguna
caída, generalmente por un descuido.
57
Diagnóstico
Evaluación de las caídas.
Ante una caída, el profesional debe proponerse no
solo evaluar los posibles efectos provocados por esta, sino,
además, hacer una evaluación exhausta de las causas
y factores asociados que produjeron las mismas y proponer para
ello un plan de manejo para evitar que otras se produzcan.
58
El Equipo de Salud Familiar cuenta con las fortalezas
suficientes para evaluar científica y exhaustivamente esta
problemática, no solo al adulto mayor que ha sufrido la
caída sino también a aquel que por su
biología y situación ambiental corre el riesgo de
sufrirla. 59
Hay que hacer recobrar rápidamente la confianza
en sí mismo al adulto mayor, evitando la inmovilidad y el
llamado síndrome post-caída, por lo que es
necesario tenerlo en cuenta, ya sea en el servicio de urgencia o
en el domicilio, al visitarlo.
Evaluar la posibilidad de caída en
relación a un cuadro paroxístico, ya sea de origen
neurológico o cardiovascular (examen neurológico,
evaluar pulso).
Evaluar las consecuencias de las caídas en el
espectro osteo-muscular, y en el caso de diagnosticar una
fractura de cadera, sin tener preocupación por la edad,
actuar como si se tratara de una apendicitis aguda, en el caso de
resolución quirúrgica y, en el caso de
inmovilización, pensar siempre en el menor tiempo posible
y en el material menos pesado que pudiera entorpecer aún
más su movilidad.
Evaluar las patologías que el paciente tiene y
los fármacos que está recibiendo en forma
crónica y, por sobre todo, los recientemente recibidos.
53
El equipo de medicina familiar es un conocedor de la
salud ambiental que rodea a la familia, pero debe, no obstante,
insistir en evaluar la seguridad del medio que rodea al adulto
mayor y muy especialmente al que presenta otros factores de
riesgo.
Consecuencias
Las podemos clasificar como:
Inmediatas
Fracturas (1-6 %)
Lesiones que requieren cuidados
médicos (5-25 %)Hospitalización (1 de
c/40)Mortalidad (2/3 de los
accidentes)Permanencia prolongada en el
suelo.
Mediatas
Síndrome post
caída.
-trauma psicológico
-limitación de movilidad
-dependencia en las actividades de la vida
diaria (AVD)
-sobreprotección familiar
Las consecuencias de las caídas van desde las
físicas donde la fractura es la consecuencia más
seria de las mismas. Su incidencia aumenta con la edad y es
más alta en mujeres. Las caídas pueden ocasionar
fractura de cadera, hemorragia interna, neumonía
aspirativa, lesiones de tejidos blandos y pérdida de la
funcionalidad e independencia, entre otros. El 1% de ellas
produce una fractura de cadera, el 5% otras fracturas mientras
otro 5% lesión hística grave, el 50% o más
de los ancianos que se caen, admiten vivir con ese temor y a una
cuarta parte, el miedo los ha hecho dependientes para
bañarse y vestirse, los familiares, a menudo, reaccionan
con ansiedad y toman actitudes excesivas. 26
La tasa de mortalidad entre los enfermos que han sufrido
una fractura de cadera es del 10-20 % más alta que entre
aquellas de igual sexo y edad que no la han sufrido. 60 La
mayor parte de estos fallecimientos ocurren en los cuatro meses
siguientes, además, es causa de incapacidad física
posterior, ya que la mitad de los que sobreviven tras ella no
recuperan nunca el nivel funcional que tenían
antes.
Otras consecuencias son daños de tejidos blandos,
los traumas de tejidos nerviosos (poco frecuente, pero graves);
así como la hipotermia, deshidratación, infecciones
respiratorias y sobre todo, el tromboembolismo pulmonar y las
úlceras de decúbito.
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