Veinticinco días estuvo hospitalizado el Negrito,
y ningún familiar lo visitó, solamente Oswaldo, su
casero, se presentó una tarde a visitarlo, bajo los
efectos del alcohol y con una botella de aguardiente en uno de
los bolsillos traseros del pantalón . Al ser dado de alta,
todavía enfermo, ya que las dos heridas que sufriera ese
fatídico viernes, una en el pie y otra en la pierna; no
estaban totalmente curadas, y aunque siendo pequeñas,
representaban peligro para él , por su condición de
pre_diábetes; se dirigió en taxi, hasta su lugar de
habitación, contando con que Oswaldo se encontrara
allí, para que le prestara dinero y cancelarlo. En el
trayecto a casa, pensaba _¡Pero cómo es eso posible
Dios mío?, yo tan mal que me siento, y que no haya habido
nadien esperándome para acompañarme ¡Ni
siquiera Sant! ¿Qué le habrá pasado a Sant
Dios mío? ¿Será que ya le dieron el cambio
que estaba pidiendo para la Amazonia? ¡Pero es raro!,
porque él no se hubiera ido sin avisarme! ¡Tiene que
haberle pasado algo!, en lo que pueda me llego hasta el Hospital
en donde trabaja _ El Negrito Ambrosio, debido a su enfermedad,
adelgazó una barbaridad, y parecía un
cadáver andante; así lo vio su sobrino Sant por
última vez, desde un autobús que se dirigía
al centro de la ciudad y que pasaba cerca de la casa de su
tío; y lo vio que venía caminando de la
estación de servicio hacia su casa, con un diario en su
mano derecha, vestido con una camisa rosada y mangas largas,
echada por el lado de afuera del pantalón color kaqui, y
un lento paso, ¡Paso que distaba mucho!, de aquel paso
rápido y enérgico que siempre caracterizó al
Negrito Ambrosio Ortiz; Sant, mentalmente, le pidió la
bendición y le dijo adiós, mientras dos gruesas
lágrimas rodaban por sus mejillas, haciendo que
purpurearan ¡Lágrimas! Que más bien
parecían dos pequeños y hermosos diamantes, que al
contrastar con su piel y la brillante luz, lanzaban
múltiples destellos multicolores. Dos meses pasaron, luego
de este contacto ignorado con su sobrino; y el Instituto de
Capacitación para el Trabajo, a petición de
él; le cedió dos piezas desocupadas, que estanban
en el club de la Institución , para que el Negrito viviera
en ellas, y éste, procedió a mudarse para el sitio
en cuestión; en una de las piezas, colocó todo lo
que era herramienta de jardinería; chícuras o
abrechuecos, almocafres, machetes,, zapapicos,hachas,
carretillas, azadones, palas también guardó otras
herramientas; como martillos, destornilladores, alicates,… y
las tres bicicletas que poseía, también las
guardó en el lugar, ya que ni siquiera tenía
fuerzas para manejarlas; asegurando dicha pieza con doble cadena
y un gran candado; en la otra pieza colocó el resto de los
objetos: como la cama, la cocina, televisor ,… El barrio en
donde se había residenciado el Negrito , estaba situado en
la parte sur de la ciudad, siendo uno de los peores, y no
había pasado un mes de estar allí, cuando se le
metieron unos ladrones, mientras él se encontraba de
guardia, y le robaron los dos ventiladores, el televisor y la
plancha. Estos artefactos los volvió a reponer; pero al
mes y medio de haberlo hecho, se le volvierón a introducir
en el lugar y esta vez, además de los dos ventiladores, el
televisor y la plancha, también le sustrajeron algunos
pares de zapatos y algunas chaquetas, las cuales formaban parte
del uniforme que le era dotado por la Institución en el
que laboraba, y que él los tenía por docenas,
incluyendo camisas y pantalones, puesto que él cuidaba
mucho la ropa. En vista de esto, pensó, muy enojado y con
desánimo _¡Ya se cebaron los malditos desgraciados!
¡Pero no voy a comprarles más televisor!
¡Ventiladores y de vaina! ¡Y eso por el calor . De
ahora en adelante tengo que estar más pendiente
¡Porque en una de esas me dejan hasta sin nevera; voy a
tener que irme de aquí a como dé lugar y lo
más pronto posible, antes de que los ladrones me dejen en
la calle! ¡Y que raro que no se han llevado la cocina con
todo y bombona! ¡Mañana mismo empiezo a buscar para
donde irme_ Así pensaba el Negrito, pero para su degracia,
en esos días, se le recrudeció la enfermedad, a
causa de las delicadas heridas ya mencionadas anteriormente , las
cuales no se le habían llegado a curar totalmente, y se le
infectaron, más que todo por falta de cuido; esto le
impidió seguir montando guardia, por lo que se
dirigió al Instituto de Seguridad Social, con la
intención de solicitar reposo, pero una vez allí,
los galenos, viendo la gravedad del caso, lo dejaron internado
nuevamente . Los médicos, luego de estudiar el caso del
Negrito por dos días; le diagnosticaron, que para salvarle
la vida y por haberle picado gangrena , había que
amputarle la pierna, ¡La misma pierna que su sobrino Sant
le salvara un día!. A la semana de estar hospitalizado,
fue a visitarlo un compañero de trabajo, y El Negrito, al
verlo, se alegró mucho, y haciendo gestos de
satisfacción, le dice contento _¡Caramba
señor Cadiz!, me hace feliz el verlo por aquí
¡De verdá verdá!,es que veo tan poca gente
conocida por estos lados, ¡Que bueno pues! ¿Y
cómo está usté? ¡Cómo me le va?
_ _ Yo estoy bien, gracias a Dios; y me contenta mucho que mi
visita lo haga sentir bien a usté ¡Porque
sinceramente amigo mío!, usté no sale de una,
¿Qué fue lo que me le pasó ahora? A lo que
le contesta el Negrito, muy desanimado _¡Aay señor
Cadiz! ¿Qué es lo que no me pasa?, mire , las
heridas de la pierna que no se me curan por el diábetes, y
ahora me le dio cangrena para completar la vaina ¡Y lo que
me enferma más de lo que estoy!, es que los doctores me
dicen: que tengo que cortarme la pierna para poderme sanar!_
¡Y eso me tiene;bueno pues!_ Y el señor Cadiz le
dice con tristeza y sitiéndose muy mal, al ponerse en el
lugar del Negrito _Bueno amigo mío, si esa es la
única forma de que usté recupere la salú,
tiene que tomarlo con el mejor ánimo posible y resignarse
a eso, porque lo más importante es seguir viviendo y
confiar en Dios, porque … En eso, y repentinamente, el Negrito
lo interrumpe, al recordar algo y caer en cuenta de su real
situación _¡Mire compañero!
¿Usté me puede hacer un favor? ¡Un gran
favor!_ El señor Cadiz, sorprendido y preocupado por la
forma vehemente en que le hablaba su compañero de trabajo,
le dice, en un tono apaciguante _Usté dirá amigo
mío ¿En qué puedo servirlo?_ _Bueno
compañero, resulta que yo no tengo a nadie a quién
recurrir, estoy solo ¡Completamente solo! ¡Y
usté me cayó del cielo!, porque mire en la
situación en que me encuentro; yo necesito que usté
vaya a donde yo vivo, y vea las cosas que yo tengo ahí,
para que me le busque negocio a las tres bicicletas y a todas las
herramientas que yo tengo ahí; porque necesito dinero y
tengo que estar bien preparado, porque lo que me viene es
candanga con burundanga , y ese sueldito que gano no me va a
alcanzar para nada ¿Usté me haria ese gran favor
compañero?, se lo agradecería toda la vida ?_
_¡Comó no amigo mío!_ Le responde el
señor Cadiz, mostrándole al Negrito mucha
sinceridad y entusiasmo_ ¡Cómo no! ¡Ahorita
mismo me voy adonde usté vive!, para ver cuánto se
puede pedir por esos corotos, y después empiezo a hacerle
las diligencias para vendérselos! ¿En dónde
está viviendo usté, amigo mío?_
Contestándole el Negrito, con tranquilidad_ En el clu, en
unas piezas que me prestó el Intituto; tome aquí
tiene las llaves_ _¿Ahí amigo mío?_Le
pregunta el señor Cadiz, sin poder ocultar su
preocupación y con un dejo de temor _¿En ese barrio
tan peligroso?_ A lo que el Negrito dice, con resignación
_ Sí compañero, ahí mismo, ¿Pero
qué se va hacer? La necesidá tiene cara de sapo.
Mire compañero, esta es la llave del candado, en donde
están las bicicletas y las herramientas ¡Y mire
compañero!, aproveche y me le busca negocio
también, a ese poco de uniformes que tengo ahí,
toda esa ropa está nuevecita, y los zapatos y las
chaquetas también ¡Eso está sin estrenar! _
_Está bien amigo mío, voy a eso; nos vemos luego_
Dice el señor Cadiz, despidiéndose, mientras le
estrecha la mano al Negrito; y éste se queda pensantivo,
diciendo para sí _Parece mentira, el menos que yo esperaba
¡El jefe del departamento de planificación de
cursos!, se presenta por aquí a visitarme; la verdá
que me sorprende, porque nuestro trato no ha pasado del saludo
diario en la puerta, aparte de que le hice el jardín de su
casa hace tiempo ¡Bueno! Lo cierto es que se
apareció en el momento que más lo necesitaba,
Porque ¿Cómo me muevo yo de aquí?
¡Gracias Dios mío!_ Como a las dos horas, el
señor Cadiz regresó nuevamente al Hospital, con el
rostro muy compungido por la tristeza y sintiéndose
anímicamente muy mal; y al llegar a la cama del Negrito,
le dice, con entrecortada voz, mientras éste, impaciente ,
lo veía con los ojos del que espera lo peor _ Le traigo
malas noticias amigo mío_ Y el Negrito, sin dejarlo
continuar, se incorpora bruscamente en la cama y le pregunta
furioso ¡Me volvieron a robar los malditos malandros
verdá?_ _Peor que eso amigo mío_ Le responde el
señor Cadiz, con la misma entrecortada voz y
sintiéndose aún más mal _Cuando
llegué allá, encontré las puertas abiertas
de par en par, y cuando entre a las piezas, lo único que
encontre fueron puros papeles y periódicos regados por el
suelo, y cosas inservibles y un colchón que parecía
nuevo, quemado casi todo_ El Negrito Ambrosio, con purpureantes
lágrimas de impotencia que bajaban por su rostro y
haciendo un gesto de rabia y dolor, "como el de una impotente
fiera herida", le alcanza a preguntar al señor Cadiz, con
entrecortada y temblorosa voz _ ¿Se llevaron todo?_ A lo
que le contesta su interlocutor, sintiendo la misma impotencia
que le transmitía el Negrito _¡Todo amigo
mío!, con decirle, que cuando usté salga de
aquí, no tiene nada que ir a buscar para allá,
porque no va a encontrar ¡Ni siquiera una cucharilla!, yo
no vi nada ¡Pero nada que valiera la pena recoger! ¡Y
eso que yo revisé todo muy bién!_ El Negrito,
sintiendo un nudo en la garganta y casi sin poder emitir sonido
por su temblorosa boca, murmura trémulamente _Todo
¡Hasta mi guitarra! ¡Mi eterna compañera!, mi
único consuelo en horas de amargura, mi eterna amante
¡Ella! ¡Ella también me dejó!, gracias
compañero, está bién, déjeme solo por
favor_ El señor Cadiz, temblándole las piernas,
imaginándose cómo se sentía el Negrito, al
sacar la cuenta por lo mal que él se sentía; no
pudiendo soportar más tanto dolor, le dijo, con pesada y
gutural voz _ Lo entiendo amigo mío, ya me voy, nos
seguimos viendo ¡Si Dios quiere!_ El Negrito Ambrosio,
luego de despedirse del señor Cadiz, se quedó como
alelado, ido, viendo en la dirección por donde
había desaparecido su compañero de trabajo, y
pensaba, a la vez que sonreía leve y tristemente, con un
dejo de ironía en el gesto _Bueno, por lo menos estoy
vivo; ya mañana me van a cortar la pierna ¡Y ya
veremos! Que sea lo que Dios quiera. ¡Que bolas!, yo que
siempre me burlaba de Sant, porque lo perseguían los
mochos para que él los cuidara y los curara; primero fue
la vecina que tenía en el Metral, y que tenía una
úlcera varicosa en una pierna y se la mocharon;
después se mudó para Santa Francisca, y ahí
adoptó un abuelo, al que también le mocharon una
pierna porque se le infectó una cortada¡Y ahora que
yo voy a ser otro mocho más!, no voy a contar con
él ¡Que irónica es la vida!, yo me burlaba y
ahora me tocó a mí, y no puedo contar con la ayuda
de mi sobrino¡Porque lo engañé y se dio
cuenta! ¡Sí! ¡Esa es la razón de que me
abandonara! ¡No puede ser otra!, ¡Vio a Méry
Cleofe y a Jesús conmigo, sacó cuenta y me
descubrió!_ Y pensando así, sentía que sus
entrañas eran golpeadas y punzadas dolorosamente, por
verdugos implacables e invicibles; y abatido por el sufrimiento,
seguía cavilando con aflicción su arrepentimiento
_¡Sant, Sant!, perdóname por no tener la
valentía de decirte la verdá ¡Y tan
bién que te conozco y no me atreví!, te hice a ti,
lo que siempre me hicieron a mí ¡Y tú no te
lo merecías! ¡Tú! ¡El único que
creyó en mí, el único que supo quién
era yo y cómo era yo, y que me dio su cariño, su
amistá y su confianza! ¡Tú, que más
que sobrino, fuiste mi amigo fiel! ¡Sí, un amigo de
verdá, verdá!, y pensar que no te dije nada, por
temor a que te arrecharas conmigo y me abandonaras ¡Y
precisamente!, por no decirte nada fue que te arrechaste!
¡Porque sí yo te conozco bién!, tú te
hubieras arrechado en el momento, pero después me hubieras
comprendido; pero así son las cosas, no te dije lo que
estaba pasando, y te alejaste de mí ¡Bueno!, yo creo
que hasta Dios y su hijo Jesús el Cristo me abandonaron y
se alejaron de mí definitivamente_ Y se podría
decir que había pasado así, ya que Sant, su
sobrino, quien todas las noches, después de decir sus
oraciones al Creador, le pedía al Todopoderoso, por medio
de su hijo Jesús, que protegiera y ayudara a sus padres, a
sus hermanos, a sus sobrinos, a sus hijas, a su mujer y
también a su tío Ambrosio; desde el día que
lo dejó en las manos de la hija y del yerno, no
había nombrado más al Negrito, en las oraciones y
peticiones que dirigía al Creador Todopoderoso. Al
día siguiente, cuando ya la insípida e incolora
mañana, le pedía permiso a la quejumbrosa madrugada
para tomar su lugar; se llevó a cabo la
intervención quirúrgica en la pierna del Negrito,
la cual fue realizada con mucho éxito; luego de la misma,
lo trasladaron de nuevo a la habitación, en donde se
encontraba antes de la operación; y cuando se
despertó de la anestesia, muy mareado y adolorido;
instintivamente se buscaba la pierna, pensando y sintiendo que
aún la tenía allí y que no se la
habían amputado; sintiendo el vacío en el lugar.
Esta sensación que sentía el Negrito, la cual le
hacía buscarse la pierna, era debido a que el cerebro,
luego de haber sido amputado un miembro del cuerpo, sigue
mandando órdenes a éste, como si aún se
encontrara en su lugar; esta sensación queda allí
por mucho tiempo ¡Incluso por años!. Y era por eso
que el Negrito, sentía que movía los dedos y todo,
e insistía en buscarse la pierna inultimente, para
palparla; en esto se encontraba, cuando se percató de que
estaba solo en el cuarto, ya que el otro paciente que se
encontraba con él allí, lo habían dado de
alta, mientras lo estaban interviniendo a él, y
tristemente, soltando lágrimas, causadas por diversas
sensaciones entremezcladas e indefinibles; pensó
compungido _Nadie, ni una alma siquiera, nadie que se
interése por mí, nadie que me pregunte como
salí de la operación, solo como siempre
¡Grimosamente solo!, no hay quien pregunte que cómo
me siento, ¡Que si me dolió! ¡Bueno!, me
preguntaré yo mismo_ Y el Negrito Ambrosio, en alta voz y
con rabia tristona, comenzó a preguntarse a sí
mismo _¡Ambrosio! ¿Cómo saliste de la
operación?, salí bien, muy bien ¿Y
cómo te sientes chico?, me siento de maravilla ¿Y
te dolió mucho esa vaina vale?, si supieras que no, no me
dolió un coño ¡Mira chico! ¿Y ahora y
que te dicen el Mocho Ambrosio?, si vale, me jodí, ahora
sí es verdá que estoy bien jodío
¡Viejo, solo! ¡Y para completar mocho!
¡Sí, viejo, mocho y solo!_ Así se encontraba
el Negrito, en su solitario, triste y doloroso monólogo;
cuando llegó Francys, la enfermera de guardia,
quién al oírlo y verlo en semejante actitud,
pensó con tristeza ¡Aay Dios mío!
¡Pobrecito!, además de mocho, como que se va volver
loco_ Y acercándose a él, con cautela, le pregunta
con timidez _Señor Ortiz ¿Ya se despertó?
¿Cómo se siente?_ El Negrito, sorprendido por la
presencia de la enfermera, se quedó viéndola
fijamente, con una rara mirada y sin saber que decirle; y ella,
le sigue hablando _Voy aprovechar para tomarle la temperatura y
la tensión_ Después de hacer lo que dijo, Francys
le dice al Negrito, con tierna y apacible voz _Bueno señor
Ortiz, todo está bién, quédese tranquilito,
y no se desespere, con el tiempo se acostumbrará a su
nueva situación, cordura y voluntá, que la vida
continúa_ _ Aay señorita_ Le responde el Negrito,
con desánimo _Si usté supiera ¡Pero es mejor
que no sepa!, yo estoy aquí y no quiero estar aquì;
yo quiero estar aquí y no estoy aquí_
_¿Qué enredo es ese señor Ortiz?_ Pregunta
Francys, extrañada y confundida. A lo que le contesta el
Negrito, con el mismo desgano y mostrando una leve y triste
sonrisa en flor _Eso mismo señorita, eso mismo, un enredo,
una confusión, las dudas que tengo en mi cabeza, dudas que
me nublan la mente y no me dejan ver con claridá,
cómo es que va ser mi vida de ahora en adelante; porque
por más que me esfuerzo, no veo por ningún lado la
razón para seguir adelante, no veo ninguna razón
que justifique que yo siga viviendo_ _¡Ay señor
Ortiz!_ Dice Francys, sorprendida ¡Por favor!, no diga eso
ni jugando, eso es pecado; Dios nos dió la vida con todo
su amor, y no la podemos despreciar y solamente Él nos la
puede quitar_ _Aaay señorita_ La vuelve a interrumpir el
Negrito, en el mismo tono de voz y con la misma actitud
desalentadora _Usté no me entiende, ni me
entenderá, porque para que me entienda, tendría que
echarle el cuento, y es demasiado largo_ _Como quiera
señor Ortiz _ Le dice Francys, animosa _Pero recuerde,
ánimo ¡Mucho ánimo!, que Dios está
allí, y Él no abandona a sus ovejas, ¡Y
quítese esas locuras de la cabeza, de no querer seguir
viviendo! Que la vida es bella y es una sola. Bueno señor
Ortiz, yo me voy, ya yo terminé mi guardia, voy a hablar
con la enfermera que me recibe, para darle las intrucciones
respecto a usté. Hasta mañana si Dios quiere_
_Hasta mañana mi amor_ Le responde el Negrito, con agrado,
mientras pensaba con disgusto _Esta enfermera es bien
chévere, siempre me trata bien y se preocupa por mí
¡Pero esa que viene en la tarde! ¡Ugh! ¡Es
más retrechera que quién sabe!, como que si el
marido no le cumpliera bien_ Y así pasó la tarde el
Negrito, cavilando sobre su desgracia. Míriam, la
enfermera de guardia, le cumplió el tratamiento de las
seis de la tarde; ésta, después de haberle tomado
la temperatura y la tensión, le dijo al Negrito, con
sequedad _El otro tratamiento que le toca, se lo va a suministrar
la enfermera del turno de la noche, porque yo entrego mi guardia
ahora a las siete; hasta mañana_ _ Hasta mañana_ Le
responde el Negrito, en el mismo tono y entre dientes; para luego
decir, mentalmente _Hasta mañana cascarrabias ¡Y ve
a ver si hablas con tu marido, porque te vas a morir como el
querrequerre!_ Más o menos veinte minutos más
tarde, luego de que Míriam, la enfermera de guardia; se
retirara, al Negrito le entraron ganas de ir al baño a
orinar y a defecar, y comenzó a dar gritos hacia el
pasillo del Hospital, pidiéndole ayuda a cualquiera que le
oyera, pero dándose cuenta de lo inútiles que
resultaban sus voces de auxilio, decidió por sí
solo, levantarse para ir al baño a hacer su necesidad, ya
que ni el pato quirúrgico, lo tenía a la mano;
¡Y así lo hizo! ¡Habiéndosele acabado
de practicar, pocas horas antes, semejante intervención
quirúrgica!, razón por la cual, su organismo no
resistió tamaño esfuerzo, y le sobrevino un infarto
al corazón, en la región del miocardio, lo que hizo
que cayera de la cama estrepitosamente, dándose un brutal
golpe; y luego de siete dolorosos y angustiantes minutos de
sufrimiento y agonía, debatiéndose en el
frío y oscuro piso y sin que nadie le prestara ayuda:
murió el Negrito Ambrosio; habiendo sufrido así; la
última penuria, de las muchas que sufrió durante su
vida "¡Como cruel presagio de aquel aciago y oscuro
amanecer en que nació! ¡En el que hasta el sol se
negó a salir! ¡Negándole su luz durante ese
día!" ¡Grimosamente solo, murió el Negrito!,
y así lo encontró, cuando hacía su primer
recorrido, la enfermera del turno de la noche, en posición
fetal de cúbito lateral derecha; tirado en el suelo de la
solitaria y lúgubre habitación numero cinco, del
servicio de Medicina Hombres, del Hospital del Instituto de
Seguridad Social "Miguel José Carballo Torres";
ésta, al verlo,dio un gritico de susto, corriendo
rápidamente hacia él , para prestarle ayuda, pero
ya había pasado más de media hora de su deceso; y a
Geny sólo le quedó dar aviso, para que se llevaran
a cabo todas las diligencias que el caso ameritaba. Al día
siguiente del hecho, dieron aviso al Instituto de
Capacitación para el Trabajo, el cual se hizo cargo de
todo lo relacionado con el funeral, y muy contrario a lo que el
Negrito quería ¡Pero que muy contrario a su
última voluntad!, toda su familia se enteró de su
muerte ¡Mas que todo!, por los avisos de prensa y radio! Y
asistieron todos al velorio, como también la harían
al sepelio! ¡Y por ironías de la vida!, el
único que no se encontraba allí, era su sobrino
Sant; a éste le fueron a avisar, a eso de las seis de la
tarde del día siguiente del deceso, a su lugar de trabajo,
"El Hospital de la Boyera. " Cuando Sant vio a César, su
hermano menor, sintió una punzada de temor en el pecho, y
luego de los saludos de rigor, y después de haberse
propinado un fuerte y mutuo abrazo; Sant, con impaciencia
nerviosa, le pregunta a César _ ¿Y qué te
trae por aquí hermanazo?_ A lo que su hermano, con
tristona voz y cabizbajo, le responde _Vengo a traerte una mala
noticia _ Y Sant, asustado y mucho más nervioso, temiendo
por alguno de sus familiares, dice_ ¡Una mala noticia!
¡Dios mío! ¿Qué fue lo que pasó
hermanazo?_ Y César, con el mismo tono de tristeza, le
responde _Se murió mi tío Ambrosio_ A lo que Sant,
habiendo sentido como que le daban un mazazo en la cabeza, con el
pecho oprimido por indecifrables y dolorosas sensaciones y un
cúmulo de lágrimas pugnantes por salir de sus
brillosos ojos; dice con trémula voz _¡Dios
mío! ¡Cuándo? ¡Cómo?_ A lo que
César, compartiendo el dolor que imaginaba sentía
su hermano en ese momento, le responde _ Anoche, como a las
siete, a nosotros nos avisaron por teléfono esta
mañana. ¿Qué te parece si nos vamos de una
vez para la funeraria?, ya yo estuve allá; y tú ya
estás por salir, pide permiso para que nos vayamos_
Preguntándole Sant, a su hermano menor, con resquemor y
expectación _ ¿Y toda la familia lo sabe?_ _
Sí, ya todos deben de estar allá_ Le responde
César; receloso, ya que él conocía muy bien
la posición de su hermano mayor, con respecto a la familia
Ortiz-Aponte. Sant, quien siempre había considerado a su
familia ¡Exceptuando a sus padres y a sus hermanos !, gente
sofisticada e hipócrita ¡Hecho que se
reafirmó mucho más, con la relación que
existió entre él y el Negrito Ambrosio, su
tío!; le dijo a César, con temblorosa voz, y ya con
las salobres lágrimas rondando por sus trigueñas
mejillas, a causa de la impotencia, el dolor, la rabia y de otras
tantas inexplicables sensaciones ¡Vete hermano!, vete
tú solo; porque allá debe de estar toda esa
jauría de perros, riéndose y burlándose de
mi tío y dando gracias a Dios, porque al fin se
murió el mostruo de la familia, ¡Porque al fin se
murió la rata negra de la familia Ortiz-Aponte!,
sólo ustedes no actuarán así, porque si bien
no lo querían mucho, tampoco lo odiaban y sí le
tenían respecto_ Y en realidad era así, tal como lo
estaba pensando Sant; los familiares del Negrito Ambrosio,
estaban todos en el lugar en donde estaban velando a éste;
y se reían, se burlaban, hacían comentarios soeces
respecto al Negrito ¡Sobre todo Pablito y sus secuaces :
Ramón y Antonio! ¡Y todos en su gran
mayoría!, estaban muy felices y difrutando _ cual
reunión festiva_ solo su hermano Santiago, la mujer de
éste y los hijos de ambos; le guardaban respecto y se
mantenían alejado del grupo celebrante. Mientras tanto
Sant, con las misma actitud, continuaba diciéndole a
César, su menor hermano _Yo sé que ustedes no se
alegran de que mi tío se haya muerto ¡Sobre todo por
mí!, porque ustedes saben lo que representaba él
para mí ¡Pero esa gente1 ¡Dios mío
perdóname! ¡Pero a esa gente lo que me provoca es
…! ¡Sí hermano! ¡Es mejor que yo no vaya
para allá! ¡Porque si lo hago, lo menos que puede
pasar es que yo agarre y le caiga a coñazo limpio con
cualquier vaina, a todos esos desgraciados que tanto daño
le hicieron a mi tío Ambrosio! ¡Y los saque de
ahí a toditos ! ¡Así como Jesús el
Cristo, sacó a todos los hipócritas malvados de la
casa de su Padre el Creador! ¡Porque nada más verles
las caras de felicidá que deben de tener!, o que vayan a
comenzar a burlarse de mí o a lanzarme indirectas
irónicas o que vayan a venir a dirigirme la palabra
hipócritamente; ¡No me voy a poder aguantar y puede
suceder cualquier cosa! ¡Vete hermano!, vete tú
solo, que yo soportaré mi pena triste y solo;
quedándome el consuelo, de que la última vez que lo
vi, lo vi con vida, caminando lento pero seguro de sí;
como siempre fue mi tío ¡Cómo siempre lo
recordaré yo!._ Dentro de su triste penar, y mientras se
dirigía a su casa, Sant se veía mentalmente,
llegando al sitio en donde velaban a su tío; con un filoso
machete en la manos emulando al Negrito Ambrosio; y se
ponía a sacar a plan de machete, a todos los familiares de
éste ¡Y estuvo tentado seriamente y en varias
oportunidades, de llevar a cabo sus pensamientos! ¡Tanto en
el velorio, como en el sepelio! ¡Y sólo su
condición de hombre pacífico y temeroso del Creador
Todopoderoso! Le impidió materializar esta acción,
la cual su corazón le pedía con vehemencia que lo
hiciera; y un remordimiento de consciencia, comenzó a
molestar a Sant horriblemente, y mentalmente se decía para
sí _Por eso es que no puedo seguir el ejemplo de nuestro
Señor Jesús el Cristo; por eso es que no puedo ser
cristiano y seguir las normas escritas y establecidas por el
Creador Todopoderoso! ¡Porque aparte de mi debilidá
por las mujeres; no sé perdonar! ¡Y no pude perdonar
a mi tío Ambrosio! ¡Y eso me duele! ¡Y me va a
doler toda la vida! ¿Por qué?¿Por
qué?_ Un sin fin de porqués, con respecto a la
relación de él con su tío Ambrosio;
comenzaron a entrechocar en la mente de Sant, el cual estuvo
¡Y está!, recordando tantos ratos y momentos
plancenteros de dominó, de bochas, de guitarra, de amistad
y de conversaciones amenas, al lado de su tío. El NEGRITO
AMBROSIO ORTIZ
F i n
P_F: De los familiares que le sobreviven a Ambrosio
Emiliano Ortiz Aponte (El Negrito), quien por fin está
descansando en paz eternamente, ya que los muertos ni sienten, ni
podecen, ni molestan a nadie; Mara María: se
convirtió en una antisocial, y en este momento,
está purgando condena en una cárcel de mujeres, por
una de sus fechorías… Méry Cleofe: está
viviendo en un barrio marginal, en un rancho de lata y
cartón, junto a sus siete muchachos y a Jesús,
sobreviviendo con el mísero sueldo mínimo que
devenga su marido… Eliodoro: está inválido, y
vive en un paupérrimo ancianato, abandonado por toda su
familia… Ramón: está alcholizado y convertido en
un indigente… Antonio: a éste lo está matando una
Leusemia, y deambula de hospital en hospital, sin que nadien lo
acompañe o ayude… Carmela: sufre de una rara enfermedad,
la cual la está consumiendo lentamente y casi no tiene
grasa sobre sus huesos, aparte de que los hijos se la pasan
peleándose horriblemente, por la posesión de la
casa de los Ortiz-Aponte… Pablito: tiene todo el cuerpo
cubierto de horribles y hediondas llagas, y en cada una de las
piernas tiene una úlcera varicosa; sobrevive, pidiendo
limosna en ciudades alejadas de Caracuay y del estado Urauca…
Santiago, por su lado; vive saludable y feliz, rodeado de una
bella y armoniosa familia, por lo cual no deja de darle gracias
al Dios Creador, todos los días. A esta felicidad de
Santiago y su familia, ha contribuido en muchos aspectos, su hijo
mayor, Santiago Ortiz (Sant); quien alcanzó su anhelado
sueño, de convertirse en escritor, por cuyo oficio, ha
sido muy reconocido, sobre todo por la obra en la cual narra la
vida de su tío, EL NEGRITO AMBROSIO ORTIZ: "Como
pidiendo perdón"…
L é x i c o
A
Acequia. Canal para conducir las aguas
tomadas de una corriente principal,
generalmente desde un río.
Afiligranar. Hermosear.
Aguaitar. Acechar, mirar, esperar.
Alforja. Especie de talega, abierta por el
centro
y cerrada en los extremos, que se lleva
al hombro o en el anca de las
bestias con el peso repartido.
Almocafre. Herramienta para cavar
superficialmente
la tierra, se usa para escardar o para
escardillar.
Also. Voz alemana para -así-.
Alzada. Estatura del caballo o la mula, desde el casco a
la cruz.
Arriero. Persona que conduce las caballerías de
carga.
Atracá. Hartarse de alimentos.Comer o beber,
satisfacerse.
Auf. Voz alemana para -por-.
Aufwiedersehen. Voz alemana para
–adiós-.
B
Bandola. Especie de látigo, que se hace con una
vara de guayabo o vera preferiblemente, de unos ochenta
centímetros de largo, y que culmina en su punta, con una o
varias tiras de cuero de diferentes tamaños.
Bamba. Moneda de oro o de plata, cuyo valor nominal
equivale a dos pesos y medio o lo que es lo mismo, cinco
reales.
Batea. Juego de envite y azar, el cual se lleva
a
cabo con dados y en una mesa, muy popular
en fiestas patronales.
Beata. Persona que expresa bondad y piedad exagerada y
generalmente fingida.
Befinden. Voz alemana para -estar o estamos-.
Beschluss. Voz alemana para -acuerdo-.
Bregando. De bregar, trabajar, luchar,
accionar.
Bosta. Excremento o estiércol del ganado, ya sea
vacuno, cabrío,..
Bochas. Juego que se realiza con ocho bolas grandes,
cuatro de un
color y cuatro de otro; y una bola pequeña
llamada mingo.
Bululú. Reunión bulliciosa y desordenadas
de
personas o cosas.
C
Cachaza. Insensibilidad, calma, frescura.
Candanga con burundanga. Expresión para
-tremendo, fuerte, difícil…
Capa Ratón. Pequeño arbusto, parecido al
Acacio, por sus hojas.
Capot. Capote, tapa que cubre el motor de los
vehículos automotores.
Carajo. Expresión popular de disgusto o
de
sorpresa; órgano sexual masculino.
Carrizo. Expresión popular, utilizada como mote o
apodo. Interjección de sorpresa o desagrado. Planta
gramínea .
Castrar. Obtener la miel de las abejas, por medio del
raspado de los panales o colmenas,, cosechar la miel. Capar,
extirpar los órganos o glándulas genitales en el
macho, necesarías éstas para producir
generación.
Caución. Garantía, fianza,
prevención, precaución,
obligación.
Cayapa, cayapear. Reunirse muchos, pata atacar a otro
con más seguridad, o
para llevar a cabo un fin común.
Acuadrillar.
Cíclica. De ciclo; completar algo un ciclo
completo.
Cipote. Expresión popular, usada como mote.
Necio, memo. Miembro viril.
Colegallo. Con forma igual a la cola de un gallo o
parecida a ella ; se nombra así, más que todo
a los machetes que tienen esta forma en su punta.
Contristado. Triste, afligido.
Coroto. Trasto, mueble, utensilio…
Corpovaginoplastia. Reconstrucción del conducto
vaginal en la zona del himen generalmente
Cualquiercosa. Comida típica, de cualquier
región Latino_Americana, compuesta por judías de
cualquier color, arroz, carne de cualquier tipo y
acompañada con pan de trigo o de maíz, bananos o
papas.
Cuchicheo. Acción y efecto de cuchichear ;
hablar al oído.Conversar en voz baja.
Cuadra. Dormitorio de los cuarteles, sala
grande
Cuartillo. Moneda de cobre, bronce o níquel;
llamada también locha; cuyo valor nominal, equivale a la
cuarta parte de un real o a dos centavos y medio de peso. Medida
de capacidad de áridos, igual a 1.156 mls.
Currículum Vitae. Carrera o transcurso de la
vida. Conjunto de datos de una
persona, relativos a su estado civil, estudios
realizados, su capacidad profesional,…
CH
Chícura. Herramienta utilizada para abrir huecos
en la tierra, la cual está compuesta por un largo mango de
madera, culminando en una punta de hierro aplanada, parecida al
pico de un pato algunas y acanaladas otras.
Chinguete. Chorro.
Chozpar. Brincar alegremente.
D
Denn. Voz alemana para -pues-.
Duchando. Enterando.
Informando.Bañando.
Duel. Diccionario.
E
Efeba. Adolescente.
Encina. Árbol de la familia de las
fagáseas, de madera dura y cuya corteza es gruesa, blanda
y acolchada, muy parecida a la del Alcornoque.
Encajonar. Acobardar; ( No se encojone – No se
acobarde).
Enfiteusis. Cesión por largo tiempo del dominio
útil de un inmueble, finca,…, con un pago anual de un
canon de arrendamiento.
Enjalma. Albarda; silla especial para las bestias de
carga.
Escardilla. Escardadera, almocafre, escarda.
Espolear. Picar el caballo con las espuelas, en los
ijares. Avivar, estimular.
F
Fajilla. Bandita hecha de un papel especial ; con
la cual se rodea parte del cigarrillo, del tabaco y
también la cajetilla que los contiene.
Falda. Parte baja de un monte, ladera, montaña,
sierra,…
Frau. Voz alemana o tratamiento alemán para
-señora casada-.
Frique. Frustración, frustre…
Fruncido. Doblegado, doblado, arrugado.
Fuerte. Moneda de oro o de plata, cuyo valor nominal es
de cinco pesos.
G
Garabato. Especie de gancho o garfio, elaborado a partir
de la rama de un arbusto o árbol.
Gañir. Gemir con agrado. Aullar.
Gey. Ciruela fraile.
Gimotear. Gemir frecuentemente.
Granjear. Adquirir, conseguir, obtener. Conseguir
voluntades.
Grumosamente. Con bastante grima. Grima en
exceso.
Guamo. Árbol familia de las mimosáceas,
muy utilizado en las haciendas de café para sombrear los
cultivos del mismo.
Guarandinga. Coroto, trasto, cosa.
Guáter. Water, retrete, letrina.
Gunst. Voz alemana para -favor-.
Gut. Voz alemana para –bueno-.
H
Herr. Voz alemana para -señor,
señores-.
Histerectomía. Extirpación
quirúrgica del útero; ya sea parcial o
total.
Horcón. Madero colocado verticalmente y que
sostiene las vigas de un tejado.
I
Ictericia. Pigmentos biliares en la sangre, los cuales
provocan mucho cansancio y sueño, todo esto a causa de la
afección que sufre el hígado.La piel toma un tono
amarilláceo a causa de este mal.
Interdicto. Juicio posesorio de carácter
sumario.
J
Jedoch. Voz alemana para –pero-.
Judía. Poroto, caraota.
Jurungar. Entrepitear, revisar, buscar.
L
Lecos. Gritos estrepitosos.
Lechoso. Venezolanismo por sortario, con
suerte.
Locha. Moneda de cobre, bronce o níquel, cuyo
valor nominal equivale a una cuarta parte de un real o a dos
centavos y medio de un peso
M
Mandatario. Persona a quien se le otorga poderes o
mandato para actuar por otro u otras personas.
Mann. Voz alemana para -hombre-.
Mano. Medida utilizada en el argot campestre o
agrícola, y que equivale a un conjunto de cinco unidades,
o sea : cinco manos es igual a veinticinco
unidades.
Mapire. Pequeño saco con una larga asa, y que
está hecho de mecatillo; con capacidad aproximada para
cinco o seis kilos.
Maruza. Pequeña bolsa, hecha de tela, para cargar
lo necesario.
Maute. Novillo vacuno, entre dos y tres
años.
Medio_Real. Moneda de oro o plata, cuyo valor nominal
equivale a una cuarta parte de un peso o a cinco centavos de peso
o a la mitad de un real. 25 céntimos.
Mojón. Mentira, embuste,
engaño.
N
Nein. Voz alemana para – no-.
Nichts. Voz alemana para -nada -.
Ñ
Ñoñada (ñoña).
Algo de poca importancia, sin valor. Excremento.
O
Osteoma. Tumor de estructura ósea.
Osteomielitis. Inflamación del hueso o de la
médula ósea.
Osteotomía. Resección o separación
de un hueso.
P
Peso. Moneda de oro o plata ; la misma es utilizada
como unidad monetaria en varios países, y cuyo valor
nominal, varia de unos a otros ; para los efectos de la obra
leída, equivale a cien céntimos o 20
centavos.
Pica-Pica. Ortiga, planta familia de las
urticáceas.
Pico e loro. Navaja, cuya hoja tiene forma del pico de
un loro.
Pimpina. Vasija, alcarraza de arcilla porosa y poco
cocida.
Pinitos. Primeros pasos de un niño o una persona
convaleciente.
Pisatario. Persona (s) que habita (n) sobre propiedades
o tierras ajenas y la (s) usufructúa (n).
Pistolada. Necedad, simpleza,
tontería.
Pocilga. Chiquero ; habitación deseada y en
mal estado.
Porotos. Planta leguminosa, conocida
también
como : judías, alubias, caraotas,
habichuelas, frijoles.
Prebendas. Beneficios anejos o anexos.
Pretil. Media pared, muro protector,
antepecho.
Punta. Cierto tipo de machete corto y
puntiagudo.
Q
Quejumbrosa. Voz triste y lastimera.
Querrequerre. Especie de ave de color verdusco y
tamaño parecido al loro, cuyo canto, suena como su
nombre ; esta ave, si es privada de su libertad, se muere de
la rabia.(carriquí o querques).
Quinchoncho. Arbusto de la familia de las leguminosas de
semilla comestible.
Quince- treinta. Forma 15_30 utilizada en
medicina o centros de salud,
para referir a los pacientes.
Quintal. Medida equivalente a 46 kilos, para los efectos
de la obra leida. Quintal métrico= cien kilos. Peso de
cien libras en castilla= 46 kilos
R
Real. Moneda de oro o plata, cuyo valor nominal equivale
a medio peso o a diez centavos de peso (50
Céntimos).
Resabiada. Mañosa, mal acostumbrada.
Rezongar. Gruñir, refunfuñar
Restallar. Chasquear el látigo o la
bandola
Rozar. Limpiar de matas, o de hierbas,
un terreno para cultivarlo.
Ruhe. Voz alemana para -tranquilo,
tranquilidad-.
Rumiar. Meditar, refunfuñar.
S
Santamaría. Golpe que se le da a un trompo,
dejándole caer una piedra encima, estando éste,
colocado sobre otra piedra; por haber perdido el dueño el
mismo, la competencia denominada Troya.
Santonino. Árbol familia de los
cupresáceos o coníferos, como la secoya. Un
ejemplar adulto de esta especie, puede llegar a medir más
de cien metros de altura y hasta diez de diámetro, y entre
sus raíces, las cuales sobresalen del suelo hasta tres y
cuatro metros y pueden abarcar en conjunto hasta treinta metros
de diámetros; se pueden ocultar fácilmente veinte
personas.
Subclavia. Vena principal, que pasa muy cerca de la
clavícula. Conexión externa, que se le hace a los
pacientes allí, para suministrarle fluidoterápicos,
medicinas y alimentos, se le
llama también Vía central.
T
Tarajallo. Grandulón, zagaletón,
Muy
grande o alto.
Trémulo. Tembloroso. Que tiembla.
Titilar. Centellear la luz de un cuerpo
Luminoso.
Troje. Troja, expacio cerrado con tabiques, el cual se
utiliza como almacén.
Trompo, peon o peonza. Jueguete hecho generalmente de
madera, de forma cónica; al cual se le enrolla un guaral o
cabulla alrededor, para luego lanzarlo fuertemente al suelo, para
hecerlo girar rápidamente sobre una pequeña punta
de metal en la cual culmina su configuración.
Troya. Competencia que se le realiza con varios trompos,
se hace un círculo en el suelo y se traza una raya a
cierta distancia del círculo, y se procede a trasladar los
trompos del círculo a la raya y luego de la raya al
círculo, y pierde el competidor, cuyo trompo sea el
primero en ser introducido al círculo en cuestión.
El traslado del trompo se hace: dándole golpes al trompo
que está colocado en el suelo, con otro trompo, el cual,
para el momento de hacer el contacto, debe estar
girando.
Tuqueque. Especie de camaleón, conocido
también como larga-rabo; ya que el mismo, lanza parte de
su cola, como sistema de defensa y la cual es venenosa, su
aspecto normal es de color grisáceo oscuro.
U
Usucapión. Adquisición de una casa,
bienes, tierras, … por haberla poseído por cierto tiempo
determinado por la ley, sin que lo reclame su legítimo
dueño.
Usufructuar. Derecho de disfrutar utilidades y
beneficios, de algo que le pertenece a otro, previa
enfiteusis.
V
Von. Voz alemana para -de-.
Vorágine. Confusión, lío,
pasión
desenfrenada.
W
Wunderbar. Voz alemana para – estupendo,
maravilloso.
Autor:
Francisco Tovar (TAFS)
Sitio Web: usuarios.lycos.es/tafs/
Los Teques. Estado Miranda. Venezuela
Esta obra se comenzó el 08 de diciembre del 1993,
y se terminó el 13 de junio del 1994. Se
reescribió, se le hizo su pulitura y se terminó de
adornar literariamente, el 03 de Septiembre del 1997. La
última revisión se le hizo el 12 de octubre del
1999.
Contraportada
El escritor y poeta Francisco Tovar,
nació en el barrio La Matica de Los Teques, estado
Miranda, Venezuela; un tres de septiembre del año 1956,
estuvo a punto de morir a los cuatro meses de vida ¡Es
más!, murió por varios segundos… Hizo su
instrucción de primaria, en la escuela "Cecilio Acosta"
ubicada en ese tiempo, en el barrio Camatagua, frente a La
Lechería. Sus primeros tres años de
instrucción secundaria, los hizo en el Instituto de
comercio "Dr. Jesús Muñoz Tébar", de Los
Teques; luego en el liceo Fco. de Miranda y después en el
Agustín Codazzi nocturno de Maracay… Desde muy
joven soñó y escribió…
Escribió y soñó…Investigó,
estudió, escribió… Y luego de muchos
años de paciente caminar y esperar, llegó… Y
su arduo trabajo literario de años y años,
está saliendo a la luz pública, gracias a
Dios.
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