El autoestima en el crecimiento personal de los atletas de polo acuático
- Introducción
- Autoestima y aspectos psicológicos en los deportistas de Polo acuático
- Aspectos psicológicos de los deportistas de Polo acuático
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Por crecimiento personal se entiende la actualización de las potencialidades humanas que la persona puede hacer mas allá de su desarrollo natural en función de la edad tal como es conocido el crecimiento personal ha sido abordado por áreas a saber: emocional, autoconocimiento, familiar, social y académico – laboral.
Al referirse a la autoestima necesariamente hay que relacionar la eficacia personal, o confianza frente a los desafíos con el respecto a uno mismo o la sensación de considerarse merecedor de la felicidad, según lo plantea Branden (2005), explica el autor la eficacia personal implica confianza en el funcionamiento de la mente, capacidad para pensar y entender, aprender, elegir y tomar decisiones; confianza para entender los hechos de la realidad que entran en el ámbito de los intereses y necesidades de cada persona, capacidad para creer en sí y en la confianza en sí mismo.
La psicología ciencia que estudia al ser humano como una entidad compleja ha planteado la necesidad de abordar una rama para el estudio de la actividad deportiva y sus atletas originándose la psicología deportiva dedicada al estudio exhaustivo de las variables relacionadas con el comportamiento del atleta como individuo porque se hace necesario entender los factores psicológicos que inciden de forma positiva o negativa en el rendimiento y desempeño deportivo.
A los deportistas acuáticos específicamente se les exige habilidades psicológicas, según Vasconcelos – Rasposo (1993) destacando en los de más nivel las siguientes:
a) habilidad de enfrentarse a la competición de una manera relajada.
b) integrar las situaciones en que ha tenido un buen resultado así como aquellas situaciones en las que las cosas no se desarrollaron como pensaba.
c) definir objetivos realistas, evitando cometer repetidamente los mismos errores.
d) desarrollar el equilibrio adecuado entre el Yo real y el Yo idealizado como nadador.
e) percibirse próximo al yo idealizado al mismo tiempo que se desarrolla una motivación intrínseca, f) tener la capacidad de definir en el tiempo y aguardar el momento de éxito durante las épocas de trabajo.
g) desarrollar una capacidad de autocritica, así como ser receptivo a la retroalimentación que otros puedan proporcionar para proceder a realizar cambios que garanticen su progresión como deportista.
En conclusión, tener un elevado nivel de confianza, un buen control emocional y una elevada capacidad de adaptación.
De allí que el deportista, específicamente el de polo acuático debe de estar con la mente abierta, despejada con la finalidad de que se encuentre en un estado tanto físico como psicológico optimo tanto en la etapa de su preparación así como en la de competición.
DESARROLLO.
Autoestima y aspectos psicológicos en los deportistas de Polo acuático
Desde la perspectiva de que la autoestima es un área del crecimiento personal que construye el sentimiento valorativo del ser, de lo que es, de todos los rasgos que conforman la personalidad del individuo, es decir rasgos mentales, culturales y espirituales, tiene gran importancia la influencia de aquellos ámbitos donde se desarrolla la persona, en este caso los deportistas de polo acuático.
Entre las áreas consideradas en el crecimiento personal es vital el área familiar ya que en ella es donde toda persona va creciendo, va formando su personalidad, es desde este ámbito en donde se van incorporando los valores, reglas y costumbres de acuerdo al modelo que la sociedad le presenta a la familia.
Según Mussen, Conger y Kagan (2000), para estar en condiciones de enfrentar estos desafíos el individuo debe desarrollar paulatinamente una filosofía de vida, una visión del mundo y un conjunto de creencias morales y de normas directrices que por ser más sencillas y básicas que sean no son negociables. Esta filosofía es fundamental para poner orden y congruencia en las numerosas decisiones que un individuo tendrá que tomar.
Quiles expone en mimeografiado para el taller de mejora de la autoestima (2008) que la autoestima constituye la valoración que la persona hace de si mismo fundamentada en sus pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias de las experiencias vividas. Esta experiencias se pueden agrupar en sentimientos positivos hacia sí mismo, mostrando así una autoestima alta, en caso contrario sensación de no ser lo que esperábamos lo cual refleja un autoestima baja.
Estos juicios no son permanentes, puesto que son modificados en el transcurrir de la vida dado las experiencias de interacción con el mundo físico y social.
Plantea Quiles, que el gran interés generado por la autoestima en el ámbito científico, educativo así como en otros ámbitos viene dado porque esta área del crecimiento personal es considerada un factor clave en el desarrollo de un buen ajuste emocional y cognoscitivo así como una buena salud mental y buenas relaciones con sus semejantes.
De lo expuesto por el autor antes citado se desprende que todo ser humano que está bien consigo mismo se manifiesta satisfecho en la vida, son personas proactivas, capaces de afrontar los retos, resolver con seguridad los problemas y responsabilidades que de estos se deriven, por consiguiente se identifica como una persona con autoestima alta, mientras que aquellas que manifiestan insatisfacción personal y permanente inseguridad son personas con autoestima baja. La autoestima baja se considera un factor de riesgo para el desarrollo de problemas psicológicos.
La persona con autoestima alta se reconoce en cuanto a cómo se percibe a si mismo porque es consciente de sus fortalezas y debilidades sin sentirse mal por ello, genera cambio cuando algo no le satisface y posee una imagen realista de sí mismo. Es entusiasta, intenta aprender para mejorar, aborda nuevas tareas con entusiasmo, confianza y seguridad, ejerce funciones de liderazgo, tiene buenas relaciones interpersonales, manifiesta sentimientos y opiniones con seguridad empleando una comunicación asertiva, tiene confianza en sí mismo, toma sus propias decisiones, atiende sus responsabilidades, está satisfecho consigo mismo y gusta a los demás.
De igual forma manifiesta que se puede reconocer a una persona con autoestima baja por tener una imagen distorsionada de sí misma, percibiéndose llena de defectos, minimizando o ignorando sus fortalezas, generalmente no modifica lo que no le gusta por verlo imposible, realiza actividades con desconfianza, aborda nuevas tareas con temor y miedo al fracaso, no expresa sus sentimientos y valores por temor a la reacción de los otros.
Las características descritas sobre autoestima alta y sobre autoestima baja constituyen un breve esbozo que identifican a cada una de ellas, dejando expuesto que no se agotan con estas.
La autoestima tiene consecuencias profundas en la conducta, tal como influir en la forma de actuar en toda las otras áreas del crecimiento personal, en la manera de actuar en el trabajo, en los logros obtenidos en la vida, en la forma de cómo se abordan las dificultades, en el modo en cómo se relaciona con los demás: padres, amigos, compañeros, pareja entre otros.
Se plantea que tiene profundas consecuencias en el ser humano pues se manifiesta con conductas y actitudes que incrementan o disminuyen la autoestima.
Aspectos psicológicos de los deportistas de Polo acuático
El termino –polo- viene de la pronunciación de la palabra india "pulu" cuyo significado es pelota.
La natación es un deporte en el que la competición se centra sobre todo en el tiempo. Los nadadores se encuentran en constante comparación y evaluación, con la presión tanto de padres como de evaluadores; estas situaciones, entre otras, generan en los niños ciertos tipos de emociones y sentimientos (como orgullo, vergüenza, ansiedad, tristeza, temor al fracaso, miedo, aburrimiento, desesperación, satisfacción) que de cualquier manera influyen en su actuación, bien sea en la forma como aprecian su ejecución o en la manera como perciben su capacidad técnica, física o mental. Las emociones negativas (especialmente la ansiedad, el sentido de inutilidad o la irritación) constituyen un potente factor de incomodidad en el aprendizaje de cualquier contenido por que "atrapan la atención"; sin embargo, cuando el estado de ánimo es positivo, se mejora la capacidad de comprender mejor la información y de utilizar las estrategias disponibles (Eccles y Wigfield 2002; García, 1996), todo con el objetivo de optimizar la actuación física y psicológica.
A los deportistas de polo acuático se les distingue entre los nadadores de elite de los de otros niveles, tal y como lo plantea Vasconcelos – Rasposo (1963) destacando en los de más nivel, las siguientes habilidades:
a) Habilidad de enfrentarse a la competición de una manera relajada.
b) Habilidad para integrar las situaciones en las que ha tenido un buen resultado así como aquellas en las que no se desarrollaron como pensaba.
c) Definir objetivos realistas, evitando cometer repetidamente los mismos errores.
d) Desarrollar un equilibrio adecuado entre el yo-real y el yo-idealizado como nadador.
e) Percibirse próximo al yo-idealizado, al mismo tiempo que se desarrolla una motivación intrínseca
f) Capacidad de diferir en el tiempo y aguardar el momento de éxito durante las épocas de trabajo.
g) Desarrollar una capacidad de autocrítica, así como ser receptivos a la retroalimentación que otros puedan proporcionar para rápidamente proceder a realizar los cambios necesarios que garanticen su progresión como deportista.
En suma, tener un elevado nivel de autoconfianza, un buen control emocional y una elevada capacidad de adaptación.
Las respuestas emocionales de los deportistas ante la competición son aspectos fundamentales en su rendimiento y en su formación, tanto deportiva como psicológica. La experiencia competitiva y el tipo de deporte influyen en la interpretación que los deportistas hacen de sus respuestas (Mellalieu, Hanton, & O"Brien, 2004). La autoconfianza hace referencia a la creencia que tiene una persona de poder hacer aquello que quiere hacer; es uno de los factores más frecuentemente citados en relación al rendimiento (Feltz, 1994).
Velásquez y Guillén (2007) refieren que la regulación emocional ha mostrado la importancia y la influencia que ejerce sobre diversas áreas del desarrollo del individuo, especialmente sobre su funcionamiento social durante la infancia.
En el ámbito deportivo existen diferentes eventos provocadores de emociones tanto positivas como negativas, por ejemplo, la satisfacción y alegría ante el triunfo, la culpa o la frustración ante la pérdida, la impotencia o el desconcierto que se dan en el transcurso del entrenamiento y de los espacios de competencia.
Conclusiones
Desde el punto de vista de los aspectos psicológicos de los deportistas de polo acuático, esta disciplina le exige habilidades en estrecha relación con las planteadas por la autoestima, tales como:
a) En la habilidad para enfrentarse a la competición de una forma relajada esta en concordancia con si ejecuta su trabajo con satisfacción, lo hace bien (autoestima alta) o bien si ejecuta su trabajo con desconfianza (autoestima baja).
b) En cuanto a la segunda habilidad planteada, el saber integrar las situaciones en que ha tenido un buen resultado así como aquella en que no se desarrollaron como pensaba, está en estrecha relación con estar consciente de sus fortalezas y debilidades (autoestima alta) o tener una imagen distorsionada de sí mismo (autoestima baja).
c) En relación a la habilidad de saber definir objetivos realistas, evitando cometer repetidamente los mismos errores se corresponde con la caracterización de un deportista con alta estima quien es capaz de dirigir su vida, objetivos hacia donde crea conveniente además evita cometer los mismo errores intentando encontrar el problema y solucionarlo mientras que uno que se caracterice por una baja estima dirige su vida hacia donde los otros quieran que vaya y ante un problema se responsabiliza del fracaso y desiste de solucionarlo.
d) En la habilidad de desarrollar un equilibrio adecuado entre el yo real y el yo idealizado como nadador, en una persona con autoestima alta debe de tener una concepción de su imagen bastante realista de sí misma quien se concibe como único y especial, que no está desequilibrada por una concepción del yo idealizado, pero percibiéndose próximo a este.
e) Referido a desarrollar una capacidad de autocritica, así como a ser receptivos a la retroalimentación; esta habilidad esta en estrecha relación de estar constantemente revisando el yo real para poder estar consciente de sus fortalezas y debilidades y así tener una imagen realista, a la vez que tiene una comunicación asertiva y acepta la retroalimentación de sus semejantes para mejorar alguna situación.
f) Con respecto a la capacidad de diferir en el tiempo, el polo acuático es un deporte en el que la competición se centra con mayor peso en el tiempo, siendo comparados por los padres como por los jueces por lo que tales juicios influyen en cualquier manera en su actuación dado que tienen un valor tanto para los deportistas con alta autoestima como para los de baja autoestima.
Finalmente, una persona en este caso un deportista de polo acuático que se autoestima, en mayor o menor grado se identifica por ser una persona que se aprecia, que se acepta, que se tenga afecto, que se atiende y cuide sus necesidades, que tenga autoconciencia y tenga una actitud de apertura.
Bibliografía
1. Barroso, M. (2002). El Autoestima del Venezolano. Venezuela: Editorial Galac.
2. Branden, N. (2005). Los seis pilares de la Autoestima. Buenos Aires: Editorial Paidós.
3. Caravedo, L (2005). El aporte del deporte y el futbol en el desarrollo personal, aproximaciones al mundo emocional de los niños y adolescentes. Lima, Videria.
4. Mussen, P.; Conger, J. Y Kagan, J. (2000). Desarrollo de la Personalidad en el niño. México: Editorial Trillas.
5. Perea, T (2006). Natación II. Polo acuatico y Nado sincronizado. Bogota. Panamericana editorial Ltda.
6. Vasconcellos-Rasposo, J. (1993). Os factores Psico-Socio-Culturais que influenciam e desterminam a busca da excelencia pelos atletas de elite portuguesa. Tesis Doctoral. Universidad de Trás-os-Montes y Alto Douro.
7. Weinberg, R. y Gould, D. (1996). Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio físico. Barcelona: Editorial Ariel.
Autor:
MSc. Gaelu Echeverría
Institución: Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte (CENACADE) Dirección Medica Nacional Extensión Zulia. Instituto Nacional de Deporte. Ministerio del Poder Popular para el Deporte. Maracaibo – Venezuela. 2011.