La tarea comunicativa: una alternativa metodológica en el proceso de enseñanza- aprendizaje
- Marco teórico que sirve de referente a la concepción de la tarea comunicativa como una alternativa metodológica
- Teorías y métodos más significativos en el proceso de enseñanza- aprendizaje de lenguas extranjeras
- Sustentación metodológica
- Breve referencia al enfoque comunicativo
- La tarea en la clase de lenguas
- La competencia cognitivo- comunicativa y sociocultural
- Acerca de las condiciones de inmersión lingüística
- Resultados de la entrevista a la muestra de los estudiantes del Curso preparatorio
- Análisis de los resultados de la guía de observación para el control de las tareas comunicativas
- La evaluación y la autoevaluación
- Algunos ejemplos de las tareas comunicativas
- Conclusiones
- Bibliografía
El valor del dominio de la lengua, y de su aplicación en escenarios concretos y situaciones diferentes constituyen una premisa fundamental para los individuos hablantes de una lengua, así como para aquellos que aprenden una segunda lengua. Ambos deben comunicar y comprender mensajes y deben saber dónde, qué, para quién, cómo, y para qué es este.
La aplicación de una práctica que sea consecuente con dicho propósito forma parte del tema investigado, en el cual se hace énfasis en el proceso de enseñanza– aprendizaje y en la pericia con que deben activarlo los docentes dedicados a la enseñanza de lenguas extranjeras.
El aprendizaje de la lengua materna deja huellas imborrables en la conducta lingüística del individuo. Estas huellas son apreciables en el aspecto fonético, lexical y sintáctico; son tan sólidas, que, en ocasiones, se convierten en serios obstáculos para el aprendizaje de una segunda lengua, por las asociaciones que tienden a hacer los estudiantes al tratar de aplicar las estructuras propias de su lengua materna a la lengua que aprenden. Sin embargo, estos patrones a su vez, pueden propiciar un aprendizaje más rápido y efectivo cuando las lenguas tienen el mismo origen o similares estructuras.
Por ello, el proceso de enseñanza –aprendizaje de una segunda lengua es muy complejo: implica en el estudiante joven un conocimiento reflexivo que le proporcione la capacidad de comparar eficazmente los aspectos nuevos de la segunda lengua con los patrones estructurales y socioculturales, característicos de su lengua materna. Esto le permitirá durante el proceso de enseñanza – aprendizaje, orientar sus esfuerzos hacia los nuevos hábitos y habilidades lingüístico-comunicativas que requiere incorporar.
Actualmente, en los fundamentos científicos de la didáctica de las lenguas que se sustenta en teorías psicológicas de avanzada acerca de la actividad humana y el funcionamiento de la personalidad, la tarea, de aprendizaje o la comunicativa, se han erigido como un eficaces instrumentos del profesor, representativas de aspectos de la cultura en la cual actuará el estudiante una vez que haya logrado dominio de la segunda lengua. Sin embargo, las expectativas que se han creado hasta el presente con el objetivo de lograr planificación, organización, ejecución y evaluación de la actividad de aprendizaje en la simulación de la cultura, no han sido satisfechas, al quedar alejadas las condiciones escolares de simulación cultural con respecto a las condiciones reales de la cultura que debe ser incorporada.
El surgimiento de la lingüística moderna, a partir de los estudios realizados por Saussure, centró su atención en el sistema de la lengua, su estructura, unidades y niveles, lo cual constituyó un aporte para la época, a pesar de que no concibió la importancia de los usos y las necesidades comunicativas del individuo. A partir de las concepciones anteriores, surge el estructuralismo.
Hacia los años 50, Noan Chomsky se convirtió en el exponente de la gramática generativa y transformacional. Aportó los niveles de organización del lenguaje (nivel de estructura superficial y de estructura profunda) y acuñó los términos de competencia y actuación, referidos a las reglas gramaticales y al del comportamiento humano que explica su dominio. Según Roméu Escobar (2003) su restricción reside en no sacar a la luz, la cantidad de usos y significados que se ponen de manifiesto durante la comunicación real.
A partir de los últimos años del siglo pasado comienza a gestarse con sumo interés modelos nuevos para el estudio de diversos aspectos del lenguaje. La profundidad en el estudio de la lengua en uso y su acción social ejercida por la Pragmática y la Sociolingüística, dieron paso a la Lingüística del habla (del texto o del discurso) al ponderar las unidades supraoracionales.
Consecuentemente, el profesor de idiomas debe conocer los aspectos teóricos, metodológicos, didácticos, sicológicos que permitan al estudiante no solo acceder al sistema de la lengua, sino además, a su cultura. En este sentido, la tarea comunicativa adquiere singular relevancia porque se convierte en la materialización de los objetivos a lograr por parte del estudiante en las condiciones de inmersión sociocultural en que trascurre el proceso de enseñanza- aprendizaje.
Por tanto, un enfoque didáctico para la enseñanza de la lengua española a estudiantes no-hispanohablantes, que se combine con la ejecución de tareas comunicativas debe permitir, a quien aprende, la adecuación de la dinámica sicológica y cultural del contexto social en el cual se encuentra inmerso. Esta formación lingüística en condiciones de inmersión sociocultural no se limita a la enseñanza – aprendizaje de la segunda lengua, sino, además es portadora de un contenido ético que constituye en la enseñanza universitaria cubana, una línea a seguir en la práctica de la docencia con estudiantes extranjeros. En este sentido, la tarea comunicativa adquiere en la actualidad singular relevancia, al considerarse como la materialización ejecutora de los objetivos que el hombre se plantea alcanzar en la cultura representada.
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