- Introducción
- Epidemiología
- Manifestaciones clínicas
- Diagnóstico
- Exámenes de laboratorio
- Causas de síncope
- Clasificación de los sincopes neuralmente mediados
- Diagnóstico diferencial
- Referencias
Introducción
Síncope es una disminución transitoria de conciencia y tono postural por una reducción global del flujo sanguíneo cerebral. Anormalidades en el control autonómico cardiovascular pueden comprometer el riego sanguíneo y producir síncope mediado por mecanismo neurogénico. Entre estos episodios el paciente tiene presión sanguínea y tolerancia ortostática normal. El síncope es un fenómeno médico muy frecuente y sus características clínicas y evolutivas son características. El diagnóstico diferencial con crisis epilépticas, con las cuales se confunde en forma ocasional, se puede efectuar con una anamnesis cuidadosa y estudio autonómico en los síncopes recurrentes (Figs. 1-4). Se define como el compromiso transitorio de conciencia y del tono postural por hipoperfusión encefálica.
Epidemiología
El síncope constituye un fenómeno médico de los más frecuentes. En niños se desconoce su incidencia por falta de registros adecuados (1). Se dice que todo adulto ha presentado o ha visto un síncope en su vida. Es un diagnóstico diferencial importante con crisis epilépticas. El síncope recurrente es un problema relativamente frecuente en la edad infanto juvenil como causa de consulta en neurología y muchas veces de difícil evaluación.
Manifestaciones clínicas
La descripción de los síntomas que hace el familiar
o el paciente es subjetiva y suele ser ambigua: embotamiento, mareo, falta de
equilibrio, enlenteci-miento mental u otros términos. Es necesario un
interrogatorio dirigido y cuidadoso para determinar el significado preciso de
estas palabras. La sucesión de acontecimientos que es característica
bajo determinadas circunstancias como bipedestación, calor, stress, ayuno
o post-alimentación, la presencia de debilidad generalizada, la incapacidad
de mantenerse en pie, la ausencia de pérdida de conciencia o su compromiso
parcial, pueden ser asociadas con un fenómeno reactivo emocional. Son
un fenómeno médico frecuente y no son fácilmente separadas
de los signos clínicos de las crisis epilépticas focales.
Diagnóstico
La presencia de un pródromo con mareo, y lo más notable, la intensa palidez y sudoración, cefalea, ocasionalmente con aprensión, salivación, malestar epigástrico, náuseas y/o vómitos, que el paciente trata de detener con bostezos y suspiros en su curso es característico. La visión oscurecida o interrumpida, los ocasionales zumbidos de oídos y la incapacidad de pensar con claridad (oscurecimiento de mente) con duración de algunos segundos a minutos es frecuente. Es característico del síncope que el paciente sea capaz de protegerse al caer y recordar lo ocurrido e incorporarse sin estado post ictal. Durante el síncope es característica la permanencia de percepción aún con falta de conciencia completa, y la capacidad para reaccionar en un paciente inmóvil, con todos los músculos relajados, con dilatación pupilar, sin relajación de esfínteres, con pulso filiforme, lento o no perceptible, con presión sistólica bajo 60 mm de Hg. y respiración imperceptible, asociado a palidez facial y apariencia de muerte por segundos. Si se prolonga más de 20 segundos el síncope puede ser convulsivo con sacudidas breves, clónicas de extremidades y tronco, con fasciculaciones faciales o extensión tónica del tronco, pero con recuperación rápida y con percepción correcta del ambiente e intento de pararse. Esta característica resulta útil para hacer el diagnóstico diferencial con crisis epilépticas.
Síncope: Diagnóstico diferencial con epilepsia Perla David
Una anamnesis con las circunstancias de aparición de los episodios y los antecedentes mórbidos personales y familiares es importante. El diagnóstico es esencialmente clínico evolutivo y de confirmación etiológica con exámenes de laboratorio dirigidos a reproducir los síntomas y determinar su causa (Figs. 1-4).
Exámenes de laboratorio
El electroencéfalograma (EEG) post crítico reciente repetido es útil en el diagnóstico de la epilepsia ya que pone de manifiesto alteraciones epileptiformes específicas en 50 a 75% de los casos.
Ningún hecho por si sólo distingue en forma absoluta el síncope de la crisis epiléptica, pero considerados en conjunto y complementados con el EEG permiten distinguir entre ambos trastornos.
METODOS ESPECIALES DE EXPLORACION
En los pacientes que presentan síncopes recurrentes pero que no los experimentan espontáneamente durante la observación médica, el intento de reproducirlos puede ser de gran ayuda diagnóstica.
Si un estado se acompaña de presíncope se puede hacer reproducirlo al paciente. Si se reproducen los síntomas esta maniobra es de valor diagnóstico y terapéutico porque se puede enseñar al paciente a manejar su estado o evitarlo.
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