Ramón Gallegos y La Inteligencia Espiritual –
Monografias.com
Ramón Gallegos Nava es el padre fundador de la
educación holista, su obra es el planteamiento de toda una
nueva visión de la realidad y está encaminada
concretamente a una novedosa propuesta educativa, cuyo
corazón lo constituye la inteligencia
espiritual.
Su niñez trascurre en los Angeles, California,
Vivir la guerra muy de cerca, también fue un hecho
determinante en la construcción de su posterior
visión holista de la realidad. Los combatientes de la
guerra de Vietnam fueron en su mayoría mexicoamericanos,
parte de la comunidad, del barrio donde habitaba, las continuas
perdidas humanas que no podían pasar desapercibidas
reforzaban sus preguntas existenciales y su búsqueda
espiritual
Recibió fuerte influencia de renombrados
académicos que se adhirieron a una filosofía de
vida basada en la espiritualidad oriental, en especial un
profesor que abandona su empleo y estatutos para dedicarse de
lleno a difundir dicho conocimiento predicando con el ejemplo de
una vida compasiva y con conocimiento de experiencias de su
propio ser.
Su sensibilidad al sufrimiento, y a las injusticias, se
conjugaban con las circunstancias tan contradictorias que la vida
ponía en su camino, como por ejemplo el ser testigo de la
abundancia económica de californianos, por un lado, y por
otro, la miseria total.
Otras experiencias que gravaron gratamente su alma
infantil fueron los encuentros con los llamados hippies, con
quien sentía compartir su necesidad de una nueva
visión existencial y de los que podía percibir el
repudio al consumismo materialista así como a la
búsqueda por el desarrollo sólo económico de
los gobernantes. Dichos encuentros le dejó un grato aroma
de felicidad y libertad
En estas escuelas filosóficas por
las que transitó, encontró ambos polos del ser
humano, tuertos guiando a ciegos, ciegos que en realidad no
querían ver, etc. El conocimiento sobre lo transpersonal y
lo místico con que ya contaba, así como su
capacidad de discernimiento le permitieron entrar al pantano y
salir sin mancha, pero su necesidad de acceder a la verdadera
trascendencia se agudizó. Estas experiencia, el que muchos
de sus amigos quedaran atrapados y otros salieran fuertemente
dañados, le guiaron mas a este pensamiento que ya
tenía de que es necesario que las escuelas vitalicen el
mundo de vida de los alumnos, que sus enseñanzas sean
verdaderamente significativas, le den orden y dirección
trascendente a su vida y no solo lo llenen de información,
es decir que la enseñanza en las escuelas sea ética
con profundo sentido espiritual. Al no encontrar apoyo en
ningún espacio, ya fuese individual o social, formal o
informal, público o privado, se refugio en si mismo y en
la guía que le proporcionaban las lecturas que permanente
hacia sobre pensamiento místico trascendental. Su
reflexión sobre la estructura del programa educativo y su
hacer deshumanizado, materialista, por vez primera lo centro en
la necesidad de una nueva educación, una educación
holista, encaminada a proporcionar el abono necesario para el
florecimiento del ser, una educación cuyo contenido fuera
la vida misma, tal cual se vive.
Con gran decisión, firmeza y
entrega, por cinco años se adhirió a una escuela
filosófica muy estricta, cambio su estilo de
alimentación y su forma de vida, tomó totalmente
las riendas de su propia transformación espiritual y se
dedico intensamente a nutrir y desarrollar el florecimiento de su
ser interno, sin olvidar o dejar de lado que existe
también un mundo externo.
La práctica meditativa zen fue el
antídoto a su tribulación espiritual, la puerta al
autoconocimiento y la luz que lo conecto con el ser universal.
Trabajo tan intenso rindió frutos ricos y diversos.
Entendió que el orden interno y la paz, son necesarios
para que se dé la comprensión espiritual, la
ecuanimidad. De los grupos esotéricos que visitó,
al salir de ellos, se fue formando una shanga con otros amigos
que ahí conoció, y que se convirtieron en sus
hermanos espirituales, todos coincidían en el mismo
concepto de espiritualidad, con ellos experimentó lo
maravilloso de autodirigirse y tomar decisiones propias. En 1980
con la idea de formar una comunidad espiritual mas seria rentan
una casa y se van a vivir todos juntos, dicha convivencia
sólo dura 6 meses pero fue un periodo muy creativa en todo
sentido. Ese tiempo fue para hacer balance y corte de caja, el
silencio profundo que vivió le hizo comprender que la
espiritualidad simplifica la vida. Ahí determinó el
rumbo que su vida seguiría en adelante. El grupo se
disolvió y el tomó como eje de su vida y trabajo a
la espiritualidad. En 1980 inicia su actividad docente en una
primaria impartiendo clases de educación física e
inicia sus estudios de licenciatura en psicología, estos
dos aspectos marcan la madurez de su obra educativa y
espiritual.
Página siguiente |