- En el Caso
Ecuatoriano - Guerra del
41 - El conflicto de la
cordillera del cóndor - Guerra del Cenepa
1995 - Mahuad, El Chicago
Boy - El Traidor
Gutiérrez - Gobierno de Rafael
Correa
"Nuestro Partido Comunista Marxista Leninista del
Ecuador concibe la guerra revolucionaría como la
continuación de la lucha política del proletariado
por medio de las armas; como un enfrentamiento de clase contra
clase que enfrenta a la clase obrera y a los pueblos contra el
imperialismo y sus lacayos, la burguesía y su aparato
estatal y represivo; como la más alta forma de la lucha de
clase; como una actividad que se desarrolla en una
situación histórica concreta, como un proceso de
organización y lucha y no como expresión del deseo
subjetivo, voluntarista de unos pocos
hombres"[1].
La necesidad y posibilidad de la revolución en el
Ecuador, se acerca cada día, la crisis económica,
el descontento popular, la creciente lucha social, la
calificación en el proceso de acumulación de
fuerzas, el posicionamiento real de la izquierda revolucionaria,
el papel de vanguardia del Partido en un importante sector del
movimiento social, la integración de otras fuerzas
políticas que vienen incrementando el crecimiento de la
tendencia democrática, patriótica y de izquierda en
el país y en América Latina, ratifica este suceso,
partimos del hecho que la revolución no esta supeditada a
la voluntad del ser humano, pero decimos que cada vez se acerca
mas justamente, por que el escenario actual es el mejor espacio
para que los revolucionarios difundamos ante las grandes masas
populares la teoría de la revolución, y
construyamos ese poderoso movimiento revolucionario de masas que
nos permita cumplir nuestros objetivos estratégicos, pero
también consideramos que es oportuno, confirmar las tesis
revolucionarias de que sin la utilización de la violencia
organizada de la masa, por la conquista del poder, no se
implementará el socialismo científico y la sociedad
comunista. Esto no porque en el Partido haya dudas del
único camino histórico y científico del paso
por vía violenta al Socialismo, sino que ante las masas y
las teorías antimarxistas planteadas desde hace muchos
años atrás, tratan de tergiversar la historia y
hacernos creer que con un gobierno democrático ya vivimos
el socialismo que las clases trabajadoras luchan por
conquistar.
Para un marxista leninista o para un revolucionario
conciente y consecuente, no puede haber socialismo y Comunismo,
sin la eliminación de la propiedad privada sobre los
medios de producción, sin la toma del poder por la clase
obrera y su Partido y sin la dictadura del proletariado, ya que
en el Socialismo se mantiene la lucha de clases, la
burguesía y sus esbirros se mantienen todavía como
un sector contrarrevolucionario.
La insurrección armada popular, la guerra del
pueblo al igual que el Partido son herramientas para la toma del
poder, para la instauración del socialismo y el Comunismo,
pero para conquistar este objetivo, debemos conocer a los
enemigos: al imperialismo y la gran burguesía,
además de sus aparatos coercitivos que tratan de mantener
la dictadura de clase burguesa existente en el capitalismo.
Sólo conociendo el accionar y las particularidades de la
fuerza publica nacional se puede direccionar el trabajo
político y militar encaminado a su neutralización,
incorporación a la lucha revolucionaria o
confrontación directa.
"Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo,
ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los
demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una
batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás
ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada
batalla". [2]
El materialismo dialéctico analiza las realidades
en permanente cambio, en movimiento, con una interrelación
de los fenómenos, aplicando sus leyes del desarrollo
objetivamente, en lo histórico y en lo actual. Entonces
para conocer al sustento material de la represión debemos
analizarlo en esos parámetros.
Las Fuerzas Armadas de un Estado tiene misiones y
objetivos definidos, más por el servicio que le presta a
la clase social dominante específicamente, que por su
propia conformación; en el Estado burgués las
fuerzas armadas al igual que en otros sectores sociales en su
interior existen diferencias de clases fundamentalmente entre
oficiales (de general a teniente) y clases (de suboficial a
soldado), esto ha conllevado que por un sinnúmero de
ocasiones violen la constitución ecuatoriana en el
precepto de ser una fuerza obediente y no deliberante, son
distintas razones las que han permitido a las fuerzas armadas
ecuatorianas tener criterios políticos aparentemente
autónomos, de acuerdo a su conveniencia. En la
mayoría de casos cumpliendo a cabalidad su papel de
instrumento de represión de la clase dominante y en otras
un supuesto entendimiento con los sectores populares, que ha ido
agudizando las contradicciones interburguesas e internas de la
fuerza publica.
En el caso ecuatoriano que no es distinto a otro
país, capitalista, con desigualdad social e inequidad en
la distribución de la riqueza, en cuanto a las fuerzas
armadas se plantea textualmente:
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