- Introducción
- Pedro Elías Gutiérrez
- La Banda Marcial de Caracas
- Construyendo el alma llanera
- Discografía
- Anexos
- Conclusión
- Bibliografía
"Muchas cosas han cambiado o las ha devorado el tiempo. Otras se esfumaron, como la zarzuela "Alma Llanera". De ella sólo queda tan perdurable como prestigioso y cada vez más extendida fama, el nombre de aquella obra…".
Carlos Eduardo Misle
Introducción
La figura de Pedro Elías Gutiérrez juega el papel principal en esta coyuntura, este personaje se puede presentar como un agente social con tres funciones específicas: La Primera como productor; compositor y creador de la obra, la Segunda como reproductor; director por 43 años (1903–1946) de la banda marcial de Caracas, que fue la única institución reproductora de música hasta la creación de la OSV en 1930, y presentaba las famosas retretas de jueves a domingos en la Plaza Bolívar cerrando con el joropo del Alma Llanera (debido a la aceptación en la noche del estreno y tiempo más tarde a petición del público) y finalmente como receptor al escuchar la gran aceptación y la repetición de este para su difusión, se convierte, entonces, en el primer legitimador del alma llanera como símbolo de identidad nacional ya que tenía el poder como director y militar de llevar a su audiencia de forma complaciente las piezas más aclamadas por el público asistente a la plaza y la piezas musicales aprobadas por los entes ligados al poder de Estado, así era bienvenido cualquier elemento que fortaleciera ese icono nacionalista del hombre llanero creado en la época gomecista. Comenzando a crearse no sólo por Pedro Elías Gutiérrez, sino por muchos de los artistas nacionales que como él que buscaban la aceptación del público y de los entes gubernamentales, convirtiéndose el joropo, además de ser un género musical, en una representación cultural muy diversificada desde su vestimenta, su baile, sus caricaturas, portadas de disco y partituras, ensayos, novelas poesía y composiciones musicales que versan sobre este ritmo, influyendo en la construcción de ese sentido de lo nacional del joropo y sobre todo en el "Alma Llanera"
OBJETIVO GENERAL
Realizar una investigación documental sobre la historia musical del compositor, Pedro Elías Gutiérrez, creador de la herencia cultural del siglo XX símbolo de la identidad venezolana.
Objetivos Específicos.
Describir antecedentes, historia musical, composiciones de Pedro Elías Gutiérrez
Identificar conceptos sobre las piezas musicales: el Joropo, el Alma llanera, manifestaciones del género musical venezolano.
Pedro Elías Gutiérrez
Nació, en La Guaira, Departamento Vargas (Hoy Edo. Vargas) el
14 de marzo de 1870. Hijo del General Jacinto Gutiérrez destacado hombre
público, Magistrado, político, diplomático, institutor,
legislador y de Doña Sofía Ana Hart. Realizó estudios en
el célebre colegio Santa María de Caracas, refería su Director,
el sabio Agustín Aveledo, que muchas veces encontraba al futuro gran
músico y compositor, abstraído, hilvanando melodías que
sacaba de las gomitas de los botines, usados entonces, por lo que fue músico
nato, de gran talento, intuición y facilidad artística. Al cumplir
los 15 años, Gutiérrez comenzó a estudiar música
bajo la dirección del maestro Trino Gil y más tarde en la Academia
de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes de Caracas (hoy Escuela
de Música José Ángel Lamas), A los 16 años de edad
escribió su "Marcha triunfal a María" que desde entonces
se interpretó en las iglesias, a pesar de la oposición de sus
padres, a que se dedicase a la música por no ser una "carrera lucrativa
y estimada", encauzará su vocación por esa vía, aunque
fue después de la muerte de sus padres cuando lo hizo con mayor intensidad,
llegando a dominar con excepcional habilidad el contrabajo y prácticamente
todos los instrumentos de cuerda.
En 1889, A los 19 años de edad, estrenó su primera obra musical su "Sinfonía", en el Teatro Municipal de Caracas por lo que El Presidente de la Republica Juan Pablo Rojas Paúl, quien quedó impresionado por el talento del joven, después del éxito sin precedentes de su Sinfonía, le ofreció una beca para realizar estudios en Roma, que no aceptó "por no dejar sola a su madre que era viuda". Este gesto de amor filial le valió la condecoración del Busto de El Libertador y la Medalla de Instrucción Pública al joven y tímido maestro.
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