La observación
conductual
Cascio, Francisco
Para obtener información del mundo que rodea al
hombre y comprenderlo, él hace uso del análisis, en
este caso, aplicado a los individuos por medio de técnicas
indispensables, como la observación,
específicamente en el campo de la Orientación de la
Conducta, puesto que explora comportamientos, por lo cual es un
tema importante en el área de Conducta II como fundamento
teórico y práctico en las Técnicas
Conductuales a emplear por el orientador para modificar
comportamientos no operativos.
Por lo tanto, se abordará detenidamente la
temática de la observación, los principios
básicos para realizarla y los elementos que la conforman,
así como se estudiará la observación
participante y la no participante, además de la
observación estructurada y la no estructurada, para
finalmente explicar cada uno de los instrumentos de registro
utilizados en la técnica de la observación y llevar
a cabo la aplicación de la misma de forma
idónea.
La observación es una actividad del ser humano y
además es un elemento fundamental para las
investigaciones, asimismo permite observar los hechos tal cual
como ocurren y sobre todo aquellos que al investigador le
interesan y considera significativos. Se emplea
básicamente para recolectar datos del comportamiento o
conducta del sujeto o grupo de sujetos, hechos o
fenómenos. Igualmente, Hurtado (2000) expresa:
La observación es la primera forma de contacto
o de relación con los objetos que van a ser estudiados.
Constituye un proceso de atención, recopilación y
registro de información, para el cual el investigador se
apoya en sus sentidos (vista, oído,
olfato, tacto, sentidos kinestésicos,
y cenestésicos), para estar al pendiente de los
sucesos y analizar los eventos ocurrentes en una visión
global, en todo un contexto natural. De este modo la
observación no se limita al uso de la vista.
(s/p).
Por ende, observar consiste en examinar detenidamente,
ya que es la actividad humana que consiste en fijar la
atención en ciertos fenómenos para analizarlos en
profundidad y constituye el método básico para
obtener información acerca del mundo que nos
rodea.
En tal sentido, la observación conductual
consiste, como su propio nombre indica, en observar conductas
(comportamientos) y se trata del método o técnica
ideal de evaluación de competencias. Para ser puesta en
práctica a cabalidad debe cumplir con algunos principios
como tener un propósito específico; ser planeada
cuidadosa y sistemáticamente; llevar por escrito un
control cuidadoso de la misma; especificar su duración y
frecuencia; y seguir los principios básicos de
confiabilidad y validez.
Del mismo modo, la observación presenta unos
elementos indispensables como el sujeto u observador, en el que
se incluyen los factores sociológicos y los culturales,
además de las experiencias específicas del
investigador; el objeto de la observación, que es la
realidad, pero en donde se han introducido procedimientos de
selección y de discriminación, para separarlo de
otras sensaciones; las circunstancias de la observación,
que son las condiciones concretas que rodean al hecho de observar
y que terminan por formar parte de la propia observación;
los medios de la observación, que son los sentidos y los
instrumentos desarrollados por los seres humanos para extender
los sentidos o inventar nuevas formas y campos para la
observación; y el cuerpo de conocimientos, que es el
conjunto de saberes debidamente estructurados en campos
científicos que permiten que haya una observación y
que los resultados de esta se integren a un cuerpo más
amplio de conocimientos.
En consecuencia, a partir de allí surgen las
diferentes técnicas, como lo es la observación
participante, la cual según Rincón (1995):
"Está determinada por el hecho de que el observador
participa de manera activa dentro del grupo que se está
estudiando y se identifica con él de tal manera que el
grupo lo considera uno más de sus miembros." Es decir, el
observador tiene una participación tanto externa, en
cuanto a actividades, como interna, en cuanto a sentimientos e
inquietudes. Igualmente, la observación participante es
una de las técnicas privilegiadas por la
investigación cualitativa y consiste, en esencia, en la
observación del contexto desde la participación del
propio investigador. Suele alargarse en el tiempo y no se realiza
desde matrices o códigos estructurados previamente, sino
más bien desde la inmersión en el
contexto.
Este tipo de observación proporciona
descripciones de los acontecimientos, las personas y las
interacciones que se observan, pero también, la vivencia,
la experiencia y la sensación de la propia persona que
observa.
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