El objeto de investigación y la terminología pedagógica (página 2)
A lo anterior es necesario agregar que en el contexto
cubano, se han asumido acríticamente términos
pedagógicos provenientes de otras teorías
pedagógicas que tienen un basamento filosófico
alejado del materialismo dialéctico, la filosofía
que sustenta la Pedagogía Socialista que unida a lo mejor
del pensamiento nacional cubano, constituye sustento
teórico de la educación cubana.
Atendiendo a lo anteriormente expuesto, es frecuente
encontrar en las investigaciones educativas el uso de varios
términos pedagógicos para designar un mismo
proceso; la declaración de proceso docente educativo para
nombrar procesos que desbordan la actividad escolar; la
utilización del proceso de enseñanza aprendizaje
como objeto de investigación en investigaciones de
Ciencias Pedagógicas; entre los problemas más
comunes.
A partir de esta situación el presente trabajo se
orienta a analizar los problemas más frecuentes de las
investigaciones educativas en las relaciones entre el objeto de
investigación y la terminología
pedagógica.
Desarrollo
En el diseño de las investigaciones educativas el
objeto de investigación tiene una estrecha relación
con el resto de los componentes y un vínculo fundamental
con la concepción del marco teórico.
Acerca del objeto de investigación existen
numerosas conceptualizaciones entre estas la de la
Resolución Ministerial 597/76 del Ministerio de
Educación, que lo define como: "….es generalmente
una integridad realmente existente: naturaleza, sociedad,
pensamiento, proceso de la producción, proceso de la
enseñanza, etc. (…)" (p 78)
En las investigaciones educativas el objeto de
investigación, por supuesto, tiene que ver con los
procesos que ocurren en las instituciones escolares en general,
así en 1978, Botvinnikov, A.D., caracteriza al objeto como
aspectos concretos del proceso de enseñanza, la actividad
de los docentes o los estudiantes, la clase, las formas de
organización del trabajo extraclase, el contenido y los
métodos de su realización, es decir, el conjunto
claramente determinado de fenómenos pedagógicos
sujetos a investigación.
Para Álvarez de Zayas y Sierra en 1997, "es una
parte de la realidad objetiva portadora del problema, sobre la
que debe actuar el investigador con el propósito de
solucionarlo" (p 6).
García, Lisardo, 2003, por su parte plantea que
"se concibe la investigación educativa como una actividad
cognoscitiva especial, (…) en que el investigador opera,
transforma, estudia un aspecto concreto del mundo, que reconoce y
puede caracterizar objetivamente" y más adelante
señala que "el objeto del conocimiento del investigador
debe ser reducido, descompuesto, caracterizado y convertido en
unidades o aspectos del mismo que son los que efectivamente son
estudiados por el investigador". (p 87)
Para Marta Martínez, 2003, "el objeto es el
espacio lógico objetivo que constituye el fundamento real
de la interconexión de los hechos, o dicho de otra forma,
la porción finita que se estudia de la realidad." (p 113)
La citada autora abunda al respecto al plantear que es imposible
transformar aquello que no se conoce, ni investigar un
área que no se domina. Este proceso es contradictorio
porque mientras más se aleja el sujeto del todo, del
problema, objeto de investigación, más se aproxima
a él, a su solución, a su conocimiento. Marta
Martínez se basa en las ideas de Lenin, V.I., acerca del
tema: "El movimiento del conocimiento hacia el objeto, solo puede
ir, siempre dialécticamente, se aparta para acertar con
más seguridad".
Beatriz Castellanos, et al. 2005 considera que en la
Investigación educativa, el objeto "constituye aquella
esfera concreta de la realidad educativa donde se manifiesta el
problema científico identificado en la etapa
exploratoria".
Desde la perspectiva de los autores anteriores la
realidad educativa representa la totalidad indivisa, mientras que
el objeto es la parte orgánica del todo que se abstrae
para su estudio y transformación, por cuanto es contentiva
de una determinada contradicción, existente entre el
estado actual y el estado deseable de un fenómeno o
proceso educativo.
El objeto debe ser declarado empleando la
terminología científica coherente con el modelo
teórico de esa esfera de la realidad que se ha adoptado o
construido.
Muchas de las dificultades que se presentan al
determinar el objeto tienen su origen en un insuficiente estudio
teórico previo y la ausencia de una toma de
posición al respecto por lo que es indispensable partir de
la estructura de las Ciencias de la Educación y sus
disciplinas integrantes, para abstraer de la totalidad la
región particular que será estudiada y transformada
a través del proceso investigativo.
Una de las principales dificultades en la
conducción de la investigación científica,
según Lisardo García, 2003, en cualquier
área, es la relacionada con la determinación del
objeto de la investigación y sus relaciones con el
problema de la misma. En este proceso se revelan las concepciones
teóricas, filosóficas y metodológicas del
investigador, aunque muchas veces estas no son sumamente
conscientes.
En la dialéctica de lo subjetivo y lo objetivo,
el investigador al estudiar la realidad, mediante los procesos de
abstracción y generalización, de análisis y
síntesis, en el complejo acto reflejo que implica la
aprehensión de la realidad obtiene una
representación, una imagen, de esta que se convierte en
objeto de trabajo en su actividad de conocimiento.
A propósito, continúa Lisardo
García, 2003, en el proceso de construcción
teórica de ese objeto, el investigador trata de
representar sus interrelaciones con los demás aspectos de
la realidad con los que él interactúa, descompone
el objeto de estudio en sus elementos constituyentes o
relacionales, que lo conforman como una integridad
cualitativamente distinguible y que se pueden entender como
subsistemas particulares del objeto.
La determinación del objeto de
investigación significa precisar cuál es el aspecto
que es estudiado y transformado integralmente, como identidad y,
posteriormente, clarificar y describir aquellos tipos de
interacciones, procesos, aspectos que son focalizados en la
investigación para conocerlos mejor y
modificarlos.
Existen carencias entre los investigadores al no ser lo
suficientemente conscientes de la importancia de utilizar
coherentemente las categorías teórico
filosóficas en su actividad. Cuando por objeto se reduce
al aspecto o área del conocimiento estudiado, puede
adoptarse una postura que no oriente a profundizar la labor. De
hecho, semejante adopción puede hacer olvidar la
relación dialéctica entre las categorías de
sujeto objeto y sus interdependencias.
La identificación acertada del objeto de
investigación es fundamental en cualquier
investigación, más en las Ciencias de la
Educación y las Ciencias Pedagógicas
específicamente muestra las posiciones filosóficas
del autor y el dominio teórico de la
Pedagogía.
Esto ocurre en momentos en que es necesario ampliar la
mirada crítica para enfrentar la confrontación con
posiciones teóricas que subsisten y que constantemente
aparecen en un mundo en que pretende predominar el pluralismo
indiferenciado de ideas, Chávez, Justo, 2003. Es
común en esta confrontación de posiciones
teóricas, que el investigador tome de diferentes fuentes
términos, conceptos, puntos de vista y los utilice
acríticamente en el cuerpo de la investigación,
estableciendo una mezcla de teorías que la mayor parte de
las veces denota el escaso dominio de las mismas que posee el
investigador.
En otras oportunidades se utilizan conceptos que algunos
autores de textos recientes han asumido como suyos y que son de
la autoría de conocidos pedagogos cubanos y de las
desaparecidas República Democrática Alemana y la
Unión Soviética, mostrando ligereza en el estudio
teórico realizado.
A propósito Josefina López y otros, 2002,
afirman que en el estudio realizado sobre el estado actual del
sistema de las categorías fundamentales de la
Pedagogía ha arrojado la existencia de diferentes formas
de enfocarlas lo que denota un problema teórico
importante. Problema teórico, que desde el punto de vista
de los autores de este trabajo lastra las investigaciones
pedagógicas y constituyen un verdadero problema para las
Ciencias Pedagógicas en Cuba al quedar estos trabajos como
los referentes "más actuales" que encuentran los docentes
en sitios Web y en los Centros de Documentación
Pedagógica.
Un estudio realizado en 1998 por el Instituto Central de
ciencias Pedagógicas acerca de las categorías de la
Pedagogía en Cuba reveló la existencia de una
valiosa tradición pedagógica, poseedora de una
sólida concepción científica, así
como de un sistema de categorías, que ha contribuido,
entre otros factores, a proyectar una sólida
concepción autónoma de la educación y de la
escuela cubana en diferentes momentos y con enfoques
filosóficos disímiles. No obstante, señalan
que en la actualidad se aprecian algunas inconsecuencias en el
leguaje de la Pedagogía al uso. (Chávez, Justo, y
otros, 2005).
Más adelante los citados autores afirman que "Al
proceso educativo en general lo estamos llamando proceso de
enseñanza aprendizaje o proceso docente educativo. En
ambos casos hay incongruencias porque en el primero, nos estamos
refiriendo solo a la labor del maestro y a la del alumno; y como
ya se dijo anteriormente el proceso educativo en general es
más que eso y, en el otro caso, el término docente
lo empleamos en lugar de instrucción, que resulta ser el
par dialéctico con el de educación (sentido
estrecho)" (p 32).
Otro de los problemas frecuentes en las investigaciones
es la denominación de pedagógico, educativo y/o
formativo al proceso que ocurre en las instituciones escolares y
constituye objeto de estudio de la Pedagogía, al respecto
plantean Chávez y otros, 2005, "En realidad es proceso
educativo o pedagógico. ¿Por qué se ha
confundido el lenguaje pedagógico entre nosotros?,
¿es acaso por las malas traducciones de las obras
pedagógicas procedentes del alemán y el ruso,
fundamentalmente?,¿será por la asimilación
acrítica de conceptos procedentes de otros sistemas
teóricos sin respetar la tradición
científica cubana? Quizás sea por esas
interrogantes y por muchas más." Concluyendo más
adelante que: "La realidad es que en Cuba existen en el lenguaje
de la Pedagogía y de la Didáctica esas y otras
imprecisiones conceptuales, lo que da la imagen de ser una
ciencia en estado naciente y no una que posee una larga y rica
tradición en el país y que se comenzó a
desarrollar desde fines del siglo XVIII. (p 33)
Proceso pedagógico se ha venido denominando al
que ocurre en las instituciones escolares, pero también en
otros sectores de la sociedad, lo que ha extendido el campo de
acción de la Pedagogía a los medios masivos de
comunicación, las organizaciones de masas y otros "entes",
que se plantea contribuyen a la educación de la
personalidad. Ante esta disyuntiva se ha venido cerrando el
espectro del término a proceso pedagógico escolar,
evitando imprecisiones, al limitar el proceso pedagógico a
lo que ocurre en la escuela, y es organizado y ejecutado por la
escuela.
Lo propio ocurre con el proceso educativo, considerado
el objeto de estudio (la educación) de la
Pedagogía, pero al situarlo en instituciones escolares,
separan de él al proceso de enseñanza aprendizaje y
quedan como elementos libres las actividades educativas que
organiza la escuela fuera del proceso de enseñanza
aprendizaje y que comprenden formas de organización del
proceso educativo tales como charlas éticas, debates,
matutinos, actos cívicos, trabajo socialmente útil,
el trabajo con las organizaciones estudiantiles, entre otros, que
juegan un importante papel en la educación de la
personalidad de los estudiantes, así como en el lugar que
ocupa la escuela con respecto a la familia y la
comunidad.
Las citadas formas de organización no se
corresponden con las del proceso de enseñanza aprendizaje,
al tener objetivos diferentes (se centran en los sentimientos,
convicciones, actitudes y valores); sus contenidos que dependen
del encargo social de la escuela y que generalmente no son
responsabilidad de ninguna asignatura, tales como la
educación patriótica, ambiental, económica,
jurídica, entre otras; métodos propios y formas de
evaluación basadas en la observación del estudiante
fundamentalmente, la presencia de varios observadores y en lapsos
prolongados de tiempo.
Otra situación interesante es la referida a la
categoría formación y al proceso formativo en
general, se distinguen tres corrientes en Cuba, pues en general a
nivel internacional es poco usado y existen importantes idiomas
como el inglés donde no existe en el sentido que lo
utilizan las Ciencias Pedagógicas en Cuba.
El uso más extendido en el mundo está
relacionado con la formación profesional y así
aparece en el Código del Trabajo Europeo (Ardouin y Garre,
2004), para referirse además a la formación
permanente. Así la formación está vinculada
a la adquisición de una profesión y
oficio.
En Cuba, a partir de la última década del
siglo XX, comienza a hablarse de proceso formativo y algunos
autores, como Carlos Álvarez, 1999, plantean que "La
Pedagogía es la ciencia que tiene como objeto de estudio
el proceso formativo", conceptualizándolo como "un proceso
totalizador cuyo objetivo es preparar al hombre como ser social"
(p 9). Para él el proceso formativo incluye en una unidad
dialéctica los procesos educativo, desarrollador e
instructivo.
Por otra parte, plantean Chávez y otros, 2005 que
"se utiliza el término formación como
sinónimo de educación en su sentido estrecho" (p
31). Situación común en la práctica
educativa donde se denomina formativo a todo lo relacionado con
la educación de los estudiantes en los anteriormente
citados: sentimientos, convicciones, actitudes y valores, que se
manifiestan en la conducta.
Respecto al término docente educativo, este llega
a Cuba procedente de la ex República Democrática
Alemana, debido a incorrectas traducciones, y se ha diseminado
ampliamente en el contexto nacional, para designar en muchas
ocasiones todo cuanto ocurre en la institución escolar.
Para Carlos Álvarez, 1999, este constituye el objeto de
estudio de la Didáctica y al respecto plantea que
está "dirigido a resolver la problemática que se
plantea a la escuela: la preparación del hombre para la
vida, pero de un modo sistémico y eficiente" (p 15). En el
citado texto plantea que en el proceso docente educativo se
pueden observar la actividad del docente (la enseñanza), y
la del estudiante (el aprendizaje).
Otros autores lo amplían a toda la actividad
escolar, la que se produce en el aula y fuera de ella, siempre
organizada por la institución escolar, sobre todo a partir
de la diferenciación de los términos docente, para
la actividad de enseñanza y aprendizaje y educativo,
mediante esta, pero también en las formas de
organización que son intencionalmente educativas y se
dirigen a la formación de valores y de una conducta
reconocida socialmente.
Acerca de proceso de enseñanza aprendizaje se ha
escrito frecuentemente, sobre todo a finales del siglo XX y
principios del actual, sobre todo justificando el apelativo de
desarrollador al citado proceso. Lo que no admite dudas es que
este es el objeto de estudio de la Didáctica, por lo que
las investigaciones que lo declaren como objeto de
investigación enmarcan, en el caso de las tesis en
opción al título de Doctor en Ciencias
Pedagógicas, el trabajo en el terreno de la
Didáctica y deberán ser discutidas en el tribunal
de grado que con ese fin existe.
Es curioso que algunas investigaciones dirigidas a la
superación profesional manejen como parte de su objeto de
estudio el proceso de enseñanza aprendizaje de determinada
asignatura y/o disciplina.
Otra disyuntiva se crea entre la superación
profesional, la preparación y procesos como la
capacitación, bastante frecuentes en las investigaciones
educativas.
Muchos autores consideran preparación como
sinónimo de superación profesional, otros prefieren
preparación para designar procesos que ocurren en las
instituciones escolares cubanas e involucran a todos los
docentes, sean estos titulados o no, atendiendo a la gran
cantidad de estudiantes en formación presentes en el
Sistema Educativo Cubano. El término preparación es
muy utilizado para procesos que tienen que ver con estudiantes en
formación.
Por otra parte capacitación se introduce con
fuerza a partir de la década de los 90 en que muchos
términos provenientes del sector empresarial, llegan al
Sistema Educativo Cubano y se regularizan sobre todo por la
difusión de la Maestría en Educación
Avanzada, más en los últimos años ha ido
cediendo paso a "superación profesional" y a
"preparación" para denominar los procesos antes llamados
de capacitación, quizás porque la Pedagogía
ha ido recuperando algún terreno perdido ante el embate de
la terminología, corrientes, teorías e ideas que
llegaron al país procedentes de Latinoamérica y
otras partes del mundo desde principios de los años 90 del
siglo XX.
Sería oportuno mencionar la frecuencia con que se
observa en la memoria escrita de investigaciones educativas el
uso indiscriminado de los términos antes citados, se
utiliza pedagógico, educativo y/o formativo para designar
al mismo proceso en diferentes momentos de una
fundamentación teórica, y en distintas partes de la
memoria escrita, igual ocurre con docente educativo y proceso de
enseñanza aprendizaje. Elemento que debe ser tenido en
cuenta por los investigadores, asumiendo una posición
crítica en la selección de los mismos y una vez
elegido el que se utilizará, ser consecuente con el
mismo.
Los investigadores en Ciencias Pedagógicas no
pueden olvidar que sus investigaciones tributan a la
Pedagogía Cubana y que deben respetar su sistema
categorial, su terminología.
El objeto de investigación de las investigaciones
educativas no puede desentenderse de lo planteado anteriormente,
pues delimita la parte de la realidad que porta el problema
científico. Las imprecisiones que se tengan pueden lastrar
los mejores resultados científicos al denotar escaso
estudio y dominio del tema.
Conclusiones
El objeto de investigación es el espacio
objetivo que constituye el fundamento real donde se conectan
los hechos, constituyendo la porción finita que se
estudia de la realidad por lo que es imposible transformar
aquello que no se conoce, ni investigar un área que no
se domina.La identificación correcta del objeto de
investigación es fundamental en las investigaciones
educativas pues muestra las posiciones filosóficas del
autor y el dominio teórico de la
Pedagogía.Existe una relación estrecha entre el objeto
de investigación y el marco teórico conceptual
de la misma, está última está presente
desde la misma concepción del proceso investigativo y
la declaración del problema de
investigación.En Cuba el estado actual del sistema de las
categorías fundamentales de la Pedagogía
muestra la existencia de diferentes formas de enfocarlas lo
que denota un problema teórico importante.Es común en esta confrontación de
posiciones teóricas, que el investigador tome de
diferentes fuentes términos, conceptos, puntos de
vista y los mezcle acríticamente en el cuerpo de la
investigación, estableciendo una mezcla de
teorías que denota poco dominio de las
mismas.El objeto de investigación debe asumir
posiciones con respecto a la variedad de interpretaciones que
se asignan a la terminología pedagógica para
delimitar la parte de la realidad que porta el problema
científico. La presencia de imprecisiones en la
memoria escrita, así como en el discurso del
investigador denotan escaso estudio y dominio del
tema.
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MINED. Resolución Ministerial 597/76. Ministerio
de Educación. Ciudad de La Habana 1976, p 78
Autor:
Dr. C. Gonzalo González
Hernández
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