En la década de 1980, el
término omnipresente "Biotecnología" fue abrazado
con entusiasmo por Monsanto para describir sus actividades de
investigación.
Monsanto tiene la patente europea
número 301749, otorgada originalmente en marzo de 1994 a
la compañía Agracetus[1]Es aberrante
porque funciona como una "patente de especie": otorga a su
propietario el monopolio exclusivo sobre todas las variedades y
semillas de soja modificadas genéticamente, sin tomar en
cuenta los genes utilizados o la técnica empleada. Cuando
Agracetus consiguió esta patente, además del Grupo
ETC (entonces RAFI), Greenpeace y otras organizaciones, la propia
Monsanto inició un juicio contra aquélla, alegando,
entre otros argumentos -el documento de apelación
tenía 292 páginas-, que era una patente absurda
porque no tenía "novedad" ni "invención" y que
"debía ser revocada en totalidad" por el control que
entregaba a una sola empresa. Dos años después,
Monsanto compró Agracetus, con patente incluida, y
súbitamente cambió de opinión sobre los
hechos.
De esta manera, Monsanto adquirió
así el monopolio mundial de la soja transgénica, ya
que aunque su patente no tenga validez legal en algún
país, actúa como un gánster para lograr los
mismos resultados. En Argentina, por ejemplo, la patente nunca
tuvo validez, ya que no cumplió con los trámites de
registro nacional en el plazo adecuado. Esto no impide a Monsanto
haber cobrado compulsivamente regalías, porque al vender
la semilla cobra este porcentaje incluido en el precio. Pero en
el país solo el 18 por ciento de la soja
transgénica es comprada a distribuidores. El resto se
vende sin certificación o es producto de que los propios
agricultores guardan parte de su cosecha como semilla para la
próxima siembra.
La mayoría de los agricultores en el
mundo tienen esta práctica de guardar semilla. No
solamente los campesinos, para los cuales esto es obvio, sino
también muchos agricultores comerciales. Esta
tradición está reconocida en Naciones Unidas como
parte de los derechos de los agricultores, como un pequeño
reconocimiento al trabajo que durante más de 10 mil
años han venido haciendo los campesinos para mejorar y
proveer de alimento a la humanidad.
En la oficina de patentes de EE.UU., es
donde comienza el problema, al permitir una patente sobre la
vida. Las semillas de Monsanto están protegidas por una
patente de la "Propiedad Intelectual"; las semillas son buenas
para una temporada. Cuando un agricultor compra semillas de
Monsanto, que también firma el Acuerdo de
Tecnología, que estipula que no podrán recoger las
semillas y replantar la misma. Mientras que el agricultor es
libre de sembrar plantas de cualquier tipo de semillas que desee,
los tribunales han sostenido que los agricultores no están
vinculados a las semillas de Monsanto en campañas futuras.
Sin embargo, es difícil y costoso dejar de usar semillas
de Monsanto una vez que el agricultor ha plantado porque no puede
recoger y volver a sembrar las semillas de Monsanto conseguidas
después de la cosecha, y tienen que comprar todas las
semillas nuevas para la nueva temporada. Incluso si un
agricultor, que una vez plantadas las semillas OGM, (Organismos
Genéticamente Modificados), a continuación, que
deseen cambiar de nuevo, se enfrenta a la cuestión de las
semillas en el suelo de la siembra anterior que aparecen y por
eso Monsanto ha demandado a los agricultores con la excusa de
violación de patentes. Se recuerda que Monsanto posee
más de 20.000 patentes.
En la actualidad, hay en la Corte Suprema
de los EE.UU. (agencia del gobierno de EE.UU.), un caso de
mantener la prohibición de alfalfa OMG, como los OGM a
menudo contaminan las granjas cercanas a través de la
polinización cruzada, un juez de la Corte Suprema de
Justicia, (Clarence Thomas) fue un abogado de Monsanto desde 1976
hasta 1979, pero se ha abstenido de descalificarse a sí
mismo debido a un conflicto de intereses directo.
La prohibición fue colocada en la
alfalfa OMG debido al peligro de contaminación cruzada (no
por la seguridad de los alimentos, el USDA no llevó a cabo
un adecuado estudio de impacto ambiental); las resoluciones
anteriores han estado en contra de Monsanto.
El juez Scalia ha señalado que la
contaminación no es "el fin del mundo". Sin embargo,
sí afecta a los agricultores en materia de comercio
internacional, porque hay muchas prohibiciones de OMG en Europa,
y no quieren los cultivos OMG de los EE.UU.
Una sentencia contra la
contaminación y en favor de la seguridad pondría en
falta a la ética del USDA[2]ante las
noticias y no podría negar ante tribunales inferiores que
no pudo proteger a los agricultores no OGM de la
contaminación. Y un fallo a favor de la seguridad
alimentaria podría poner el USDA en las noticias otra vez,
(se conectan los puntos de la colisión), debido a su
negativa a prohibir los transgénicos, a fin de proteger su
propia patente sobre el gen Terminator. Así queda en
evidencia la complicidad gubernamental en monopolios
OMG.
Monsanto en
Argentina
Durante el gobierno de Carlos Menem,
(1989-1999), Argentina, fue, particularmente para, el gigante de
la ingeniería genética fácil ingresar, para
sembrar, sus semillas de destrucción a este país.
Las consecuencias son desastrosas y todo el país se
sumió en la miseria. El desempleo ha aumentado
rápidamente y la hambruna se elevó en el
país. Los agricultores fueron expulsados de sus tierras,
por lo que la ingeniería genética se pudo instalar
y contaminar el país. La producción de semillas
estan en manos de 4 gigantes empresas,( Monsanto; Cargill;
Dreyfus y Nidera Handelscompagnie), de la ingeniería
genética. Entre las cuatro: Monsanto y Cargill.
Argentina, segundo productor mundial de
transgénicos y tercero en la producción mundial de
soja, sufre los ataques cada vez más agresivos de Monsanto
para cobrar lo que según la multinacional "le pertenece"
en concepto de regalías por el uso de su patente sobre la
soja transgénica. Afirmación temeraria, ya que
Monsanto ¡no tiene patente de soja válida en
Argentina! Esto no le impidió, sin embargo, amenazar
al país con cobrarle una "multa" de 15 dólares por
cada tonelada de soja argentina exportada a Europa.
Este caso es paradigmático porque
muestra claramente tanto las estrategias -legales e ilegales- de
los gigantes genéticos como los riesgos a los que se
exponen los países que permiten los
transgénicos.
En lugar de comprar las semillas de
Monsanto cada año, los agricultores pueden sacrificar las
semillas de su cosecha y guardarlos para la replantación,
sin perjudicar los rendimientos de la cosecha. Monsanto ha dejado
de vender sus semillas Roundup Ready de soja debido a un fuerte
aumento en las ventas en el mercado negro de semillas
genéticamente modificadas, estima que más de la
mitad de las semillas transgénicas sembradas en la
Argentina se compraron en el mercado paralelo, esto ha impedido a
la empresa obtener ingresos de miles de dólares. Algunos
analistas dicen que el rápido crecimiento del mercado
negro ha limitado los ingresos de Monsanto Argentina a partir del
U$S 680 millones en 2001 a U$S 200 millones en 2007. En la
compañía, (que no informa de las cifras de ventas
para Argentina), sus ejecutivos, reconocen que el daño es
grave.
Monsanto reanudaría la venta de
semillas de soja, si el gobierno garantiza renovada
aplicación de la ley, garantizando "un justo retorno" para
los productores de semillas.
El gobierno del ex-presidente Néstor
Kirchner, (2003-2007), reabrió el Instituto Nacional de
Semillas (Inase),, para aplacar a las compañías de
semillas, pero los detalles de cómo va a velar por
difundir las tierras agrícolas más un país
tan grande no son claros.
En Monsanto se mueven en un intento de
exprimir al gobierno a fortalecer la legislación de
semillas que es el Congreso o por lo menos a aumentar la
aplicación de la legislación vigente.
En el pasado, los agricultores han sido
capaces de sacrificar las semillas mediante la explotación
de una laguna en la legislación destinada a proteger a los
pequeños agricultores. El gobierno ha dicho que tiene
intención de reforzar esa laguna.
Con Monsanto fuera del juego, sólo
tres grandes empresas – Nidera Handelscompagnie BV de Holanda,
Asociados Don Mario y Relmó, estas dos últimas de
Argentina – toman el control del mercado de semillas de
soja argentina, sin embargo, todos deben pagar regalías a
Monsanto si venden la soja resistente al Roundup.
Según Francisco Firpo, director de
Nidera Semillas[3]filial argentina de la
compañía Holandesa, la negativa de Monsanto para
seguir invirtiendo en el desarrollo de semillas, podrían
para el clima de Argentina y el suelo significar pérdidas
de productividad a largo plazo para los agricultores.
En Argentina, los agricultores tienen el
derecho a guardar y replantar simiente, lo cual está
establecido también en la ley de semillas y Creaciones
Fitogenéticas, (Ley Nº 20.247 promulgada el 30/3/73).
Este es el sistema más tradicional de protección de
propiedad intelectual en semillas, recogido en nuestra Ley de
Semillas y se encuadra en los lineamientos del Convenio de la
Unión Internacional para la Protección de
Obtenciones Vegetales (UPOV) de 1978, al cual nuestro
país, se encuentra adherido por ley 24.376/94.
Por tanto, los reclamos de Monsanto son
ilegales. Pese a esto, por presiones, el gobierno argentino
está negociando desde hace tres años para que
Monsanto pueda cobrar sus regalías. Ya desde 1999 la
trasnacional estableció (a través de sus
distribuidores) el concepto "regalías extendidas": el que
compra soja transgénica certificada puede guardar una
parte de su cosecha, pero debe abonar un porcentaje a la empresa
para usarla, lo cual obviamente contraviene la ley de semillas
argentina.
Sabemos que un monopolio es el control
exclusivo de un bien o servicio que permite manipular los
precios. Esto se logra a través de regulaciones
gubernamentales utilizadas para imponer el monopolio. La manera
de romper el monopolio es eliminar esas leyes. Esto es simple,
pero no resulta fácil en el caso de Monsanto, porque las
raíces se extienden a nivel internacional, federal,
estatal y reglamentos del gobierno local. Monopolio y
propietarios esquina de un mercado al tomar el control del
recurso y otros impidiéndole el uso del
recurso.
En febrero de 2004 el secretario de
Agricultura, Javier de Urquiza, presentó una propuesta
más escandalosa: la creación de una ley de
"regalías globales", llamada Fondo de Compensación
Tecnológica. Por este mecanismo (todos) los agricultores
pagarían un porcentaje al momento de la venta, captado por
el propio gobierno, para entregarlo a las empresas semilleras. Es
decir, el gobierno aplicaría impuestos para garantizar los
intereses de las multinacionales contra sus propios agricultores,
contra los derechos de los agricultores establecidos en Naciones
Unidas y contra la ley de semillas de ese país. Debido a
la protesta masiva de los agricultores esa ley está
estancada. Y por esta razón Monsanto amenaza ahora con el
cobro de una tasa mucho mayor, a aplicarse en los puertos de
entrada de los destinos de exportación de la
soja.
Monsanto ya logró que también
el gobierno brasileño y el paraguayo, donde la soja
transgénica fue introducida por contrabando desde
Argentina, la legalizaran y cooperaran en el cobro de
regalías por la soja contrabandeada. Según Carlos
Vicente, de GRAIN[4]en Argentina, "la
fórmula parece apuntar a los cultivos que generan
más dinero (algodón, soja, maíz), encontrar
un punto de acceso, contaminar el suministro de semillas y luego
tomar el control (…) La historia de lo que ocurrió en
Argentina es una grave advertencia de lo que sucede cuando se
permite echar raíces a la agricultura
transgénica".
Con los transgénicos, ya sea por
caminos legales, como en Argentina, donde Monsanto primero
dejó extenderse el cultivo sin tomar medidas; o ilegales,
como el contrabando y la contaminación con genes
patentados en otros países, vamos hacia una
violación global, masiva e impune de los derechos de los
agricultores por parte de un puñado de trasnacionales. Que
no es un tema apenas jurídico, sino coartar tradiciones
fundamentales para la agricultura y la alimentación de
toda la humanidad.
Consecuencias
inevitables de un modelo genocida y ecocida
Años de soja en
Argentina.
La amplia experiencia adquirida en
Argentina después de varios años de
imposición del cultivo de soja transgénica
resistente al Glifosato[5]dan la oportunidad al
resto del mundo de aprender la lección y no repetir los
errores ni permitir las imposiciones que hicieron posible que
Argentina se convirtiera en apenas una década en una
"republiqueta sojera".
En 1996 y de manera absolutamente solapada
y antidemocrática se permitió la
introducción de la soja transgénica de Monsanto en
nuestros campos. Sin estudios de impacto ambiental
independientes, sin ningún tipo de consulta
pública, sin ninguna discusión parlamentaria ni
legislación que la avale.
Una simple disposición de la
Secretaría de Agricultura creó en 1991 la
Comisión Nacional Asesora de Biotecnología
Agropecuaria (Conabia)[6] que a partir de
allí y con amplia participación de las
corporaciones "asesoró" a la secretaría sobre la
aprobación de OGM.
Ahora, mes con mes, vivimos en Argentina la
emergencia de un nuevo problema socio-ambiental debido a la
invasión territorial producida por la imposición
del monocultivo de soja transgénica de mano de Monsanto y
de un puñado de terratenientes y asociaciones
empresariales de siembra.
Los impactos de las fumigaciones, el
desmonte, el desplazamiento de campesinos, la falta de alimentos,
las inundaciones y sequías, las nuevas enfermedades, son
moneda corriente en las noticias pero solamente desde algunos
medios alternativos aparece relacionada con la
"sojización".
Todo esto viene de la mano de la
instalación de una visión fragmentada de los
problemas en que se ocultan las causas profundas de los mismos
para analizarlos o mostrarlos, muchas veces de manera
sensacionalista, pero siempre aislados y producidos casi como
"fenómenos naturales".
Por eso lo primero y fundamental es
recuperar la mirada integral de la problemática.
Únicamente mirando y analizando la totalidad y la
complejidad de la situación se podrá llegar a
alguna conclusión útil para avanzar en alguna
dirección y salir de la rueda destructiva en la que el
modelo de agro-negocio-soja-transgénicos nos ha
metido.
Después de años de
expansión del cultivo de la soja transgénica en
Argentina las consecuencias socio-ambientales son una verdadera
catástrofe. Presentamos un breve repaso por los datos
concretos que hablan de la tragedia de la soja en el Cono
Sur.
Durante el año 2003 Argentina,
exportó cerca de 25 millones de toneladas de harina de
soja y el petróleo. Los casi 5,5 mil millones
dólares obtenidos de las exportaciones de soja en los tres
primeros trimestres del año dio a la economía un
ascensor muy necesaria, ya que poco a poco se recupera de una
recesión que llevó a un defecto y una
devaluación de la moneda en 2002.
La tierra sembrada con soja se ha
triplicado en la última década a casi 32 millones
de Hectáreas en 2003, impulsado en parte por las enormes
ganancias de productividad han hecho los agricultores mediante el
uso de semillas modificadas genéticamente por Monsanto
para resistir su herbicida Roundup Ready. En Argentina se
sembrarán en la próxima temporada 38 millones de
hectáreas de soja transgénica bajo la
técnica de siembra directa.
Esta superficie representa más del
65% de la superficie agrícola del país.
Prácticamente 100% de la soja que se
cultivará es soja transgénica resistente al
herbicida glifosato (SOJA RR)[7].
La SOJA RR es propiedad de Monsanto, la
mayor empresa semillera del mundo y también creadora del
glifosato, el herbicida que se debe utilizar para sembrar la SOJA
RR. Monsanto controla 90% de las semillas transgénicas que
se comercializan a nivel mundial.
Monsanto declaró que las ganancias
generales aumentaron un 44% en 2007 con respecto al año
anterior y un 120% en el 2008 en relación con el
2007.
Este año se aplicarán
más de 200 millones de litros de glifosato sobre toda la
superficie cultivada con soja en Argentina mientras en el
año 1996 se utilizaban 13 millones 900 mil
litros.
El producto comercial cuyo principio activo
es el glifosato (Roundup) contiene además una serie de
coadyuvantes que aumentan notablemente su toxicidad,
fundamentalmente el surfactante poea (polioxietil amina) cuya
toxicidad aguda es 3 a 5 veces mayor que la del
glifosato.
Por supuesto que este uso intensivo de
glifosato ya ha provocado el surgimiento de muchísimas
malezas resistentes al glifosato. Algunas de las ya informadas
son: Hybanthus parviflorus (Violetilla), Parietaria debilis
(Yerba Fresca), Viola arvensis (Violeta Silvestre), Petunia
axillaris (Petunia), Verbena litoralis (Verbena), Commelina
erecta (Flor de Santa Lucía), Convulvulus arvensis
(Correhuela), Ipomoea purpurea (Bejuco), Iresine difusa (Iresine)
y recientemente el Sorghum halepense (Sorgo de Alepo) que por ser
una maleza muy difícil de controlar ha despertado gran
alarma.
Luego de pasar más de una
década negando el surgimiento de malezas resistentes,
Monsanto a través de su vicepresidente admitió este
hecho y propuso una solución: reemplazar a toda la soja
resistente al glifosato por una nueva soja resistente a un nuevo
herbicida: el dicamba[8]—de hecho aún
más tóxico que el glifosato.
Además se utilizarán otros
herbicidas y agrotóxicos para controlar malezas y
plagas del monocultivo de soja ya que la siembra directa requiere
de la aplicación de otros herbicidas antes de la siembra
de la soja: entre 20 y 25 millones de litros de 2-4-D, otros seis
millones de litros de atrazina[9]y unos seis
millones de litros de
endosulfán[10]
Esta lluvia de agrotóxicos produce
tremendos impactos sobre la salud de la población,
animales domésticos, cultivos alimenticios y contamina
suelos, cursos de agua y el aire en toda la extensión del
cultivo de soja. Suman cientos los casos denunciados por
distintas organizaciones e investigadores en los cuales
está perfectamente documentado el impacto de los
agrotóxicos en las comunidades y sus
producciones.
La difusión pública de estas
denuncias ha llevado a que recientemente la Asociación
Argentina de Abogados Ambientalistas solicitara a la Corte
Suprema de Justicia de la Nación la prohibición de
la fumigación con glifosato.
Este avance desenfrenado de la soja se ha
producido a pesar de que según recientes investigaciones
de la Universidad de Kansas la SOJA RR, produce entre un 6 y un
10% menos que la soja convencional.
El monocultivo de soja repetido año
tras años en los campos produce una intensa
degradación de los suelos con una pérdida de entre
19 y 30 toneladas de suelo en función del manejo, la
pendiente del suelo o el clima. Los agricultores de soja deben
intercambiar la soja con el maíz u otros cultivos
alimentarios
Cada cosecha de soja extrae año a
año miles de toneladas de nutrientes de nuestro suelo que
se exportan. Sólo como ejemplo podemos citar que cada
año se van con la soja un millón de toneladas de
nitrógeno y 160 mil toneladas de
fósforo.
También cada cosecha que se exporta
se lleva unos 42.500 millones de metros cúbicos de agua
cada año (datos de la temporada 2005/2007) correspondiendo
28.190 millones a la pampa húmeda.
El investigador Walter
Pengue[11]en una entrevista que salió
publicada el Lunes, 2 de febrero de 2009 en el diario Pagina12,
mencionaba que:
–Se necesitan unos 550
milímetros de agua por hectárea en el caso de la
soja de primera y 450 en la soja de segunda. Los nutrientes son
otro factor. El costo de reposición del nitrógeno y
el fósforo en el caso de la soja es un 25 por ciento del
valor de la cosecha.
Hay un pool de nutrientes en el suelo que
año a año se va achicando.(…) diez
años atrás desaparecieron 110 mil productores. En
un año, la Argentina puede tener tres cosechas continuas
con rotaciones agrícola- ganaderas recurrentes sin
restricciones. Eso tiene un valor que no es reconocido. Se
está usando el agua a costo cero. Quién determina
ese valor es El mercado internacional de granos: la oferta y
demanda.
– No necesitan venir a invadirnos: a
través del mercado internacional re-direccionan lo que
tenemos que producir. El gobierno de China decidió
utilizar los recursos en los países que no valoran el
agua. Nos compran soja y destinan el agua que tienen para uso
industrial, doméstico y agrícola. A futuro hay que
discutir además la cuestión de la huella de carbono
(cantidad de dióxido de carbono producida por un individuo
medio en las distintas economías). A los europeos y
norteamericanos ya les preocupa y están tratando de
mitigarla, nosotros no le estamos dando importancia. Por la
vía de la mitigación, con el tiempo, muchos van a
pagar el costo del carbono como un impuesto, por ejemplo en los
alimentos.
El mundo busca proteína animal, en
lugar de vegetal, y esta última la utiliza para alimentar
a sus animales, o peces, como sucede en China o la India.
Entonces, nosotros producimos proteína de una calidad, a
costo ambiental barato, y ellos producen la otra con la que se
alimentan.
Por eso la economía ecológica
cuestiona los modelos de consumo y apunta a un cambio de
paradigma. Es importante dar esta discusión para ver si
vamos a seguir produciendo soja u otro cultivo.
El Estado podría comerciar su
producto más relevante a través de una
comercializadora, argentina por ejemplo, que juegue en el mercado
internacional. O juntándonos con países de la
región y conformando una trader del Mercosur.
Quizás, en parte, no se les ocurre. Pero eso sería
una discusión con los sectores más importantes de
la tierra, grupos corporativos que representan a países o
que, incluso, los superan. Es más fácil discutir
con los chacareros que con los pooles de siembra o con estos
grupos expoliativos, que revientan los recursos naturales, los
explotan a costo cero, toman sus ganancias. Grupos como Dreyfus,
Bunge, Cargill, Monsanto, Bayer.
Dreyfus, Cargill y Bunge están
comercializando una buena parte de los granos de la Argentina y
lo hacen en un contexto legal que les damos como país.
Tenemos que recuperar el manejo de los recursos naturales. Parte
de América latina está apuntando a recuperar sus
recursos, porque los países desarrollados los toman a
costo cero. Los granos no tienen el valor del recurso
intrínsecamente utilizado.
A su vez Monsanto, afirmó que la
degradación del suelo y el uso de plaguicidas no se
debieron a la utilización de su soja GM. Sostiene, (a
sabiendas que no lo van a hacer), que los agricultores tienen que
rotar los cultivos con el fin de permitir que el suelo se
recupere. Sin embargo, debido a la creciente demanda de soja, que
los agricultores de Argentina roten los cultivos y crece
sólo soja, lo que va a dañar aún más
el suelo. Cada año se deforestan en Argentina más
de 200 mil hectáreas de monte nativo por el avance de la
frontera agrícola debido fundamentalmente a la
expansión del monocultivo de soja. Considerando que cada
500 hectáreas de soja requieren de un trabajador rural es
evidente la expulsión de trabajadores rurales y campesinos
de los territorios donde se cultiva.
Los grandes productores sojeros
están obteniendo ganancias extraordinarias. El Grupo Los
Grobo (Grobocopatel)[12] que declara cultivar 150
mil hectáreas en Argentina y en todo el Cono Sur
(Paraguay, Brasil y Uruguay) apuesta a controlar 750 mil
hectáreas.
El modelo sojero produce una enorme
concentración de la tierra en pocas manos ya sea por la
adquisición de la tierra por grandes productores o por su
arrendamiento por los "Pooles de Siembra". Como
consecuencia en los últimos 10 años se han perdido
más del 20% de los establecimientos productivos. La obvia
consecuencia de esta concentración es que ha disminuido de
manera dramática la producción de alimentos
básicos para nuestro pueblo. Por citar sólo un
ejemplo: el número de explotaciones lácteas
disminuyó mas del 50% entre 1988 y 2006, pasando de 30 mil
a 13 mil. En el caso del algodón su producción
disminuyó en un 40% en la provincia de Chaco y un 78% en
la provincia de Formosa como consecuencia del avance de la
soja.
Miles de campesinos son expulsados
violentamente de sus tierras para imponer este modelo y son
criminalizados por resistir los desalojos y el avance de la soja.
El Mocase (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) y el
Movimiento Nacional Campesino Indígena permanentemente
denuncian la persecución de campesinos del movimiento a
causa de resistir la expulsión de sus tierras en forma
violenta para imponer el cultivo de soja.
Finalmente es fundamental tener presente
que la introducción de la soja transgénica en
Argentina fue el mecanismo elegido por Monsanto para inundar de
transgénicos el Cono Sur ya que fue desde Argentina desde
donde se comercializó de manera ilegal la soja
transgénica a Brasil, Paraguay y Bolivia (países en
los que el cultivo de los transgénicos estaba prohibido),
inundando estos países de transgénicos e imponiendo
así, a partir de la contaminación, la
República Unida de la Soja que poco tiempo después
publicitaba Syngenta[13]
¿Quién
gobierna la República Unida de la Soja?
Los tibios intentos de las frágiles
democracias latinoamericanas por poner algún límite
al poder económico dominante generado por dos
décadas de globalización y
neo-liberalización económica han encontrado en los
últimos meses un topetazo contundente en la perversa
alianza de grandes terratenientes con las corporaciones del
agro-negocio que están actuando de manera brutal en todos
los países del Cono Sur.
En una ilustración de notables de la
visión de la industria biotecnológica para la
Argentina y la región, el 27 de diciembre de 2003 un
anuncio de Syngenta en el diario argentino: La Nación
muestra un mapa de la "República Unida de la Soja, un
territorio que abarca Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil –
está cubierto por la soja RR. La imagen representa la
visión de Syngenta de que la soja no conoce fronteras,
muestra claramente cuál es la intención de las agro
empresas, que se atreven a burlarse de la resistencia de los
movimientos locales al modelo neoliberal de agro
exportación de la soja RR, promovido por la industria
semillera y agroquímica.
No se trata aquí de hacer un juicio
sobre los gobiernos democráticos de la región, ni
de evaluar su capacidad de transformación de la realidad o
su compromiso con los pueblos latinoamericanos. Dejamos esto para
los pueblos que desde sus propios procesos van respondiendo y
creando espacios para responder y construir nuevas
realidades.
Creemos, sin embargo, que no es posible
pasar por alto algunos hechos, unos notoriamente públicos
y otros que apenas ocupan algunas columnas en los medios; todos
aparentemente desconectados entre sí pero profundamente
ligados en una raíz común que es la de someter a
los pueblos, controlar su agricultura y su alimentación
ocupando y destruyendo sus territorios.
Un hilo común atraviesa todas estas
noticias y se fortalece como metáfora aleccionadora de las
pretensiones de estos sectores: la soja transgénica y su
invasión de territorios en el Cono Sur intenta ser, de
hecho, la "República Unida de la Soja".
Así, el lockout patronal de los
terratenientes sojeros de la Argentina que ocurrió en 2008
mostró la senda de lo que luego en Bolivia se
convirtió en una feroz agresión cargada de odio,
desprecio por la vida humana y racismo contra los pueblos
originarios.
Allí aparece en escena como uno de
los principales dirigentes de la "Media Luna" el presidente del
Comité Cívico pro Santa Cruz (Bolivia), Branco
Marinkovic[14]que "casualmente" resulta ser uno de
los grandes productores de soja de la región.
En los días de pleno recambio
democrático que llenó de esperanzas al pueblo
paraguayo, el país se vio también brutalmente
conmocionado por la represión contra campesinos que
incluso llevó a la muerte al campesino Bienvenido
Melgarejo[15]y con los grandes terratenientes
anunciando que van a recurrir a las armas para defender sus
latifundios.
En Uruguay y en medio de suaves presiones
gubernamentales para establecer restricciones sobre el incremento
de las áreas para el cultivo de soja con la
creación de un Plan de Producción Agrícola
también los grandes sojeros hicieron oír su voz y
sembraron de amenazas los grandes medios.
Desde sus autoridades, el gobierno de
Brasil ya se rindió a los transgénicos y ha
convertido a la CTNBio[16]en una puerta de
aprobación automática de todo los que las
corporaciones desean.
Uruguay levantó la moratoria a la
aprobación de nuevos transgénicos y abrió
así las puertas para el ingreso de las "nuevas"
mercancías transgénicas de Monsanto. No es casual
que la soja transgénica aparezca en muchas noticias: es
simplemente un instrumento del control corporativo de la
agricultura y el control territorial que llega de la mano de las
agro-empresas y sus patrones, los grandes productores y las
corporaciones transnacionales.
Por supuesto que cada uno de estos actores
tiene mecanismos de acción diferenciados: las
corporaciones permanecen silenciosas y hacen sus negocios
mientras invierten enormes sumas en publicidad en los medios
masivos de comunicación de manera de tenerlos siempre a su
favor y que nunca se publiquen en ellos los cuestionamientos
públicos que reciben. También son quienes logran
los apoyos de Estados Unidos en aquellos casos en que se necesita
la intervención política directa o bajo las
sombras.
En cambio, los grandes productores sojeros
son los que hacen el trabajo sucio con distinto grado de
brutalidad, pero siempre brutalmente demuestran su desprecio por
la vida y la dignidad humana para consagrarse al único
dios que conocen: el Dios Dinero. Entonces ellos sí pueden
cortar rutas, desabastecer ciudades, asesinar campesinos o
dividir un país.
La República Unida de la Soja
permanece con sus murallas altas y su reino de
especulación y muerte en el poder. Puede ser que
detrás de la caída del muro financiero del
capitalismo global también empiecen a caer las murallas de
esta República. Los pueblos están listos para
seguir haciéndose cargo de sus vidas y su
alimentación.
Argentina:
Además de ser un océano de soja, arrasa
también con la salud de la gente de campo
En contraposición al mapa virtual de
Syngenta, existe un mundo real en que los campesinos son
amenazados y despojados de sus tierras, sus bosques son
devastados, su ganado y sus cultivos destruidos, y su salud es
puesta en peligro por la fumigación que realizan los
productores de soja RR.
Breve semblanza para explorar la
extensión de las raíces de Monsanto y entender la
maquinaria de un monopolio, por lo tanto, la ciencia y la salud
detrás de los OMG (Organismos Modificados
Genéticamente) no será cubierto en
detalle.
Los OMG se crean mediante la
inyección de virus y / o bacterias en una célula
animal o vegetal, junto con el ADN de las formas de vida que
nunca se mate en la naturaleza (como las arañas y
cabras).
Hay pruebas extensas que los
transgénicos son perjudiciales para la salud
El crecimiento de la mono-producción
de soja incrementa "los problemas sociales que impactan en la
salud, generando enfermedades emergentes de la pobreza y la
migración interna", y provocan a la vez "más
necesidad de presupuesto tanto para el sistema de salud
pública como para las políticas sociales destinadas
a estos grupos vulnerables". Estas conclusiones forman parte del
trabajo "Los desafíos de la Argentina en torno al
crecimiento rural a espaldas del medio ambiente y la salud", de
la investigadora rosarina del CONICET María Alejandra
Silva[17]y -aunque no sea su propósito-
vienen a respaldar las recientes palabras del gobernador Hermes
Binner respecto a que "el proceso de sojización ha
significado vaciar el campo, que la gente migre a las ciudades,
con oficios que no corresponden a las demandas que hoy tiene una
ciudad, a vivir en los peores lugares, lo que genera planes
sociales que nunca tendrán el valor del trabajo como
elemento formador del individuo y la sociedad".
Es un hecho que con ayuda del
diseñado de plantas y alimentos solo se ha logrado
disminuir la calidad del esperma y la fecundidad en las mujeres.
Ese conjunto se llama eugenesia del siglo XXI. Eliminación
de razas "inferiores" así que, ya no es necesario realizar
las guerras inmediatas y actos de violencia, porque la
mayoría de la gente se está ejecutando ahora con
armas biológicas. (Alimentos que consume la
población, contienen todos los plaguicidas que penetran en
las plantas). Estos organismos modificados genéticamente,
puede reducir drásticamente la población en el
largo plazo y se realiza de hecho. Numerosos estudios demuestran
esto y está empeorando. Quieren reducir
drásticamente el número de personas "inferiores"
que les erosionan sólo los recursos valiosos. Quieren
tener una reducción de la humanidad, debido a que asi hay
menos gente "inferior" para controlar, o mejor, esclavizar. Es
simplemente terrible porque es la amarga realidad, realidad cada
vez mas progresiva.
Los OMG no se limitan a la
alimentación, los productos químicos industriales
de plástico y las drogas pueden ser cultivados en las
plantas como el maíz, y hay una probabilidad abrumadora de
que se hayan ingerido estas sustancias químicas y drogas,
si se vive en Argentina.
Prácticas de negocios de Monsanto
son corruptos, por ejemplo, ha habido casos en que las semillas
que se venden como no OGM, fueron contaminadas por
ellos.
La polinización cruzada es rampante
y es un enorme problema, porque contaminan las granjas no OGM y
ponen en peligro el suministro de alimentos. La mayoría de
las personas no son conscientes de que hasta el 75% de su dieta
diaria se compone de los alimentos OMG.
Todo esto es parte del Programa de las
Naciones Unidas del Programa de Desarrollo Sostenible (recordemos
que los Rockefeller tienen una influencia abrumadora en las
Naciones Unidas). Monsanto promete que sus semillas son
más prolíficas y pueden alimentar a más
gente, esto es todo lo contrario.
La parte más impactante de esto es
que el USDA[18]Co-propietario de una patente,
junto con Monsanto, en un gen ("Terminator Gene") que pueden
destruir los alimentos y ser usado como un arma biológica.
(Ver párrafo).
El gen "Terminator" es una secuencia
genética específica insertada en el ADN de una
semilla. Una vez activado por un catalizador químico
sintético de la elección del fabricante, la
secuencia hace que las semillas hayan sido modificados para
"cometer suicidio" después de una temporada, y no
germinará si se plantan en una temporada posterior. y los
cultivos que producen sean estériles. La planta en el
proceso produce un veneno que reenvía en las semillas.
Allí este veneno elimina la fertilidad para que estas ya
no sean utilizables. Con esta tecnología, (si se lo
propusieran) se podría acabar con los alimentos del
planeta en una temporada.
Patentado por el USDA y Delta & Pine
Land Co., ahora propiedad de Monsanto, esta tecnología
"Terminator" no tiene beneficios agrícolas o
económicas en agricultores y/o consumidores de los OGM. La
única motivación es proteger los derechos de
propiedad intelectual, de acuerdo con los propietarios de la
tecnología. Los opositores sostienen que las sociedades
sólo utilizará esta para exprimir más dinero
de los agricultores y comenzar un monopolio de las semillas
suicidas químicamente saturada. Las plantas
transgénicas que ya ha demostrado la transferencia de
ciertos genes un bacterias de las parientes silvestres. La
posibilidad de que el gen "Terminator" pueda ser transferido no
ha sido negado por nadie. De hecho, la tendencia de las plantas
genéticamente manipuladas para "filtrar" los rasgos es que
alcalce a otras. De hecho, el sentido común recomienda el
gen "Terminator" no se extienda, porque la transferencia de genes
a través de la hibridación se basa en gametos
fértiles de cada especie, la producción de la misma
se suprime por este gen.
El USDA y el co-propietario de la
patente,(Monsanto) del gen "Terminator Gene" se comprometieron a
no comercializarlo en 1999, sin embargo, en 2001, firmaron un
acuerdo de comercialización. Siete años
después, este último compró la patente y
ahora está asociado con el USDA. Cabe recordar que este
organismo gubernamental determina si una planta es segura para
crecer y los OMG no son seguros para crecer.
El USDA también ha participado en la
dispersión de las subvenciones ilegales a Monsanto,
así como aplicar descuentos a los agricultores sobre las
primas de seguro de las cosechas si utilizaban las semillas de
Monsanto, lo que equivale a la aprobación del
producto.
Recuerde que el USDA es socio comercial con
Monsanto. Aquí es donde va el dinero de los impuestos. Se
está pagando por intermedio del gobierno para
envenenarse.
JD Rockefeller es famoso por la frase: "La
competencia es un pecado." Por supuesto, los Rockefeller se
juegan mucho en la biotecnología y la Fundación
Rockefeller financió los centros de la biología y
la investigación que condujo a la creación de
organismos modificados genéticamente; el libro de William
Engdahl[19]"Semillas de destrucción", es
altamente recomendable para los detalles completos.
El gobierno de EE.UU. ha estado financiando
la investigación de OGMs desde 1983; William Engdahl ha
dicho que esto le dará el control de los propietarios de
las semillas de alimentos en las regiones y naciones enteras,
cuando se comercializa.
Muchas personas confían en la FDA
(Food & Drug Administration) para determinar la seguridad de
los alimentos o un producto. La FDA es corrupta, en particular en
el ámbito de los OMG. La única "prueba" para la
seguridad que se requiere es que el productor de OGM presente un
informe sobre la seguridad de uno (del mismo autor) de los OMG
nuevos. Este fraude se llevó a cabo por Michael
Taylor[20]un abogado que fue a trabajar para la
FDA y estableció el «Fin del ensayo". Pueden las
empresas de semillas OMG prohibir cualquier ensayo de sus
productos, mediante contrato, a sus compradores.
La política de motivación que
los transgénicos son "sustancialmente equivalentes" a los
alimentos y la comida, ya se ha decidido a estar a salvo. Sin
embargo, este es un oxímoron, porque a fin de recibir una
patente, el nuevo producto debe ser diferente.
La FDA ha hecho que sea ilegal para
etiquetar los alimentos transgénicos que contienen OMG, ya
que son GRAS[21]Algunas compañías,
como Whole Foods[22]están comenzando a
etiquetar sus productos como NO OMG.
La EPA[23]es responsable de
determinar la seguridad de los OMG en el medio ambiente. Los
organismos modificados genéticamente (OMG) pueden soportar
más pesticidas y herbicidas que cultivos normales, por lo
que varias de estas toxinas se utilizan y se ha producido una
resistencia mayor a las toxinas. Ya se ha demostrado el polen de
OMG es perjudicial para ciertos insectos muchos creen que la gran
mortandad de abejas en los EE.UU. es el resultado de grandes
cantidades de pesticidas rociados sobre los cultivos OGM,
más aún, en algunos cultivos ya hay plaguicidas que
figuran en su ADN.
EPA es una agencia corrupta que es incapaz
de proteger la salud pública: hay más de 80.000
productos químicos usados hoy en día, pero
sólo unos pocos cientos han sido probados a fines de saber
si son seguros.
"Los datos son preocupantes", señala
la investigadora Silva, directora del Grupo Salud de los
Trabajadores de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR,
y enumera que entre los años 1988 y 2000 desaparecieron
100 mil productores; que en la región pampeana hay una
alarmante tendencia hacia la concentración de la propiedad
de la tierra y que la expansión de la frontera
agropecuaria afecta gravemente la conservación de los
bosques nativos y expulsa a sus pobladores.
El ingrediente más reciente de ese
inventario es que "la opción de la producción
masiva de biocombustibles a base de soja y maíz para la
exportación en un momento histórico caracterizado
por el fin de la etapa del combustible fósil barato en el
mundo, puede generar en el país un reemplazo de la
producción de alimentos, el aumento del precio de los
mismos, la deforestación indiscriminada de bosques
nativos, la contaminación producida por el uso de los
agroquímicos y la erosión de los
suelos".
Este modelo provoca un gran impacto social
porque "aumenta la migración de mano de obra desocupada
por un sistema productivo que requiere tecnología", idea
que Silva respalda con testimonios recogidos entre los propios
campesinos que deben migrar: "La tierra es donde uno se
desarrolla con la familia y todo. Es muy importante. No es lo
mismo que te arrinconen en un barrio, en el que no te podes
desarrollar. Al campesino, llevarlo al pueblo, a las ciudades, es
como atarle las manos. En el pueblo tienen que ser dependientes
de la comuna".
Cómo serán las consecuencias
de la sojización que "quienes se benefician con este
modelo también reconocen el impacto social del modelo",
señala la investigadora, y recuerda palabras del
presidente de la Asociación de la Cadena de Soja Argentina
(ACSOJA), ingeniero Rodolfo Rossi: "Hay que reconocer que hay
índices de reducción del número de
productores en países como la Argentina, y una
situación económica particular que no satisface a
todos".
En este contexto, la salud no parece ser un
problema central en dicha cadena de la soja, al punto de que en
2006 más de 16 millones de hectáreas de la
Argentina fueron utilizadas para cultivar soja RR (resistente al
herbicida tóxico: Ram Rod de Monsanto), que contamina el
agua de las napas.
Silva recuerda que "algunos
académicos europeos plantean la existencia de nuevas
pruebas de peligro de la exposición humana al herbicida
Roundup que se usa en los cultivos de soja. Un grupo de
científicos encabezados por el bioquímico
Gilles-Eric Serafini[24]de la Universidad de Caen
(Francia) demostró que las células de placenta
humana son muy sensibles al Roundup, demostrando en un estudio
epidemiológico en Ontario que la exposición a dicho
producto casi duplica el riesgo de abortos espontáneos en
gestaciones avanzadas. Algo similar plantea el bioquímica
Paggi[25]cuando rescata la revisión
toxicológica del glifosato conducida por un equipo de
Estados Unidos que indica efectos adversos en todas las
categorías: subcrónicos, crónicos,
carcinogeneticos, mutagénicos y reproductivos".
Igualmente, se registraron casos de
poblaciones con problemas de salud ligados a los
agroquímicos o con impactos en el medio ambiente, como se
observó en diferentes zonas de las provincias de Formosa,
Misiones, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa
Fe. En esta última se pudieron ver denuncias en
localidades como Alejandra, Recreo, Avellaneda, San Eduardo, San
Lorenzo, San Cristóbal, Aeropuerto de Rosario, Granja La
Verdecita en ciudad de Santa Fe, Las Petacas y Venado
Tuerto.
En los alrededores de la ciudad de
Córdoba, existe un barrio llamado Ituazingó cuyos
pobladores sufren hace años la condena de los plaguicidas.
Al estar cercado por plantaciones de soja, la población
sufre de una lluvia continua de agrotóxicos que ha
derivado en enfermedad y muerte. Entre sus 500 habitantes han
aparecido múltiples casos de cáncer, leucemia y
malformaciones congénitas. Los productores de soja
realizan fumigaciones aéreas y terrestres de
agroquímicos como glifosato o endosulfan, las cuales, ya
sabemos, afectan directamente a los pobladores.
La utilización de
agroquímicos muestra una tendencia creciente, acentuada
después de la crisis de 2001, ya que dos años
después se incrementaron las ventas un 32 % con "marcado
aumento de productos importados más baratos, pero con
escaso respaldo técnico y calidad certificada y de marcas
poco reconocidas". La cantidad comercializada se triplicó
en la última década, con un aumento marcado de los
insumos para la siembra directa, predominando los herbicidas y
dentro de éstos, los glifosatos que se aplican en la soja
y en los barbechos químicos. Grupos de investigadores de
la Universidad Nacional del Litoral encontraron sustancias
tóxicas en granos maduros y verdes de soja, así
como también en el suelo usado para la siembra, lo que
causa la contaminación de las capas freáticas.
También, un estudio realizado en 2001, demostró que
existían restos de glifosato y endosulfán en soja
verde, los productos alimenticios que se obtienen de estos
granos, de haber sido presentados en un primer momento como "el
alimento ideal", ahora son cuestionados desde el ámbito
científico debido a su alto grado de exposición a
los plaguicidas.
Marie
Trigona[26]Crítica del modelo de
agricultura de soja intensificó recientemente la
investigación lanzada por la escuela de medicina superior
de la Argentina mostró que un líder químico
utilizado en el cultivo de soja puede ser perjudicial para la
salud humana. El estudio ha alarmado a los responsables
políticos en la nación sudamericana.
Este estudio fue dirigido por un
líder en embriología, Dr. Andrés Carrasco,
profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires. En su
Oficina en la escuela superior de medicina de la nación,
muestra los resultados del estudio, el glifosato, patentado por
Monsanto bajo el nombre de "Round Up" causa defectos de
nacimiento cuando se aplican en dosis mucho menores de lo que
comúnmente se utiliza en campos de soja. Fotos de defectos
de nacimiento en los embriones de los anfibios de rana expuestos
a glifosato, así lo demuestran. Los embriones de rana
crecidos que parecía algo de una película de terror
futurista, criaturas con defectos visibles y un ojo el
tamaño de la cabeza, deformaciones de la médula
espinal y los riñones que no están plenamente
desarrollados.
El Dr. Carrasco informa que embriones
procedentes de un óvulo fertilizado sobrevivieron el
estado hasta la etapa de larva, desarrollando defectos obvios que
pondrían en peligro su habilidad para vivir en su
hábitat normal, "en el lado donde se inyectó la
celda contaminada se pueden ver defectos en el ojo y defectos en
el cartílago." Durante los últimos 15 meses, el
equipo de investigación del Dr. Carrasco documentós
reacciones de embriones sometidos al glifosato.
Embriológicos de estudio se basan en
la premisa de que todos los animales vertebrados comparten un
diseño común durante las etapas de desarrollo. Esto
es aceptado por los medios científicos, con esta premisa
el estudio indica que las células embrionarias humanas
expuestas a glifosato, incluso en dosis bajas, también
sufren defectos.
En 2002, un estudio de la Sociedad Real del
Reino Unido recomendó especial cuidado con los alimentos
transgénicos destinados a bebés: "Existe el riesgo
de que los bebés alimentados artificialmente puedan
desnutrirse si se les alimenta con fórmulas lácteas
a base de productos transgénicos, dado que esos alimentos
no están reglamentados ni han sido probados adecuadamente"
(Daily Telegraph, 5 de febrero de 2002).
"Cuando un campo es fumigado por un
avión, es difícil de medir cuánto glifosato
permanece en el cuerpo," dice el Dr. Carrasco. "Cuando se
inyectan las células embrionarias con glifosato, usted
sabe exactamente cuánto glifosato está poniendo en
la celda y tienes un estricto control".
Según la FAO, los plaguicidas son
causantes de más de 20 mil muertes accidentales al
año. Las malas condiciones en las que trabajan la
mayoría de los campesinos en Latinoamérica los
expone, aún más, a los daños de los
agroquímicos, muchos no cuentan con el equipo necesario
para evitar el contacto de los productos en su piel, otros no
saben leer los rótulos con las instrucciones de
aplicación de los mismos; y nada pueden hacer cuando sus
comunidades, casas y familias son rociados por la lluvia
fumigadora de los aviones.
El glifosato es el más vendido de
los herbicidas en el mundo y es ampliamente utilizado en los
cultivos de soja en Argentina.
Para colmo de males, los programas de ayuda
alimentaria para los pobres ("Bio-Solidaridad") se basan en la
soja, cuando se comen en exceso, puede tener efectos inhibitorios
sobre el hierro, calcio, zinc y la absorción de Silver1
B12. Hace unos años, la Argentina utiliza para producir
alimentos variados y saludables para ocho veces su
población. Ahora, en el país de la carne,
«los pobres están siendo alimentados con cultivos
utilizados para la alimentación animal en los
países desarrollados.»
Otro problema es la elaboración,
formulación, transporte, almacenamiento,
distribución, fraccionamiento, expendio, aplicación
y destrucción de envases de los agroquímicos. En el
caso de la provincia de Santa Fe se encuentra legislado pero "hay
un cumplimiento laxo por parte de proveedores, productores y
control de policía del Estado", precisa Silva. Más
aun, de acuerdo a un estudio de la Facultad de Agronomía
de la UBA, "la decisión de comprar agroquímicos se
realiza bajo presión de los proveedores, con criterios
exclusivamente economicistas, desconociendo las pautas de
almacenamiento y utilización según la toxicidad de
los mismos".
De acuerdo a estudios realizados en
provincia de Buenos Aires, también es de resaltar que los
niños son quienes sufren más casos de
intoxicación, aunque la mayoría de las veces pasen
desapercibidos o no se detecten. No siempre son llevados a los
centros de salud y cuando concurren suelen ser atendidos por
manifestaciones y síntomas visibles antes que por los
determinantes del problema. Los niños se exponen en el
hogar, en el trabajo de sus padres cuando los acompañan o
cuando ellos mismos realizan tareas agrícolas: cosecha de
frutas, desbrotes, etc.
Mientras tanto, "es escasa o nula la
reflexión sobre la sustentabilidad ambiental y sanitaria
del modo de crecimiento del sector rural", admite la
investigadora del CONICET, agregando que "la naturaleza cultural
nos lleva a utilizar agroquímicos de manera
indiscriminada, despreocupados por el impacto que pueden
ocasionar en el medio ambiente y la salud de los trabajadores, su
familia y la comunidad lindera. Dichas representaciones y
prácticas responden a la lógica económica
que subyace al modelo agroexportador predominante, más
preocupado por el crecimiento que por el desarrollo
rural".
Frente a ello, Silva plantea como
desafío en el sector rural "agregar a la mirada del
crecimiento económico, aquellos aspectos que hacen a la
sustentabilidad ambiental y de salud. En suma, se requiere
comprender que lograr un crecimiento sostenido no es lo mismo que
lograr un desarrollo sustentable donde se logre el abordaje de la
siniestralidad laboral y del impacto de los agroquímicos
en la salud del ecosistema y la población".
Monsanto accede
más rápido a los mercados mundiales
Monsanto se compromete a comprar las
operaciones de Cargill[27]Internacional de
Semillas en América Central y América Latina,
Europa, Asia, África. Cargill, con sede en Minneapolis,
Minnesota, es una comercializadora internacional, tiene una
posición de liderazgo en las semillas oleaginosas a nivel
mundial y es una de las pocas compañías con
presencia de larga data en Asia, Centroamérica y
América Latina. Procesador y distribuidor de productos
agrícolas, alimentos, financieras e industriales productos
con cerca de 79.000 empleados en más de 1.000 lugares en
72 países y con las actividades de negocios en 100
más. Su negocio internacional de semillas emplea
aproximadamente a 2.200 personas.
En ST. LOUIS, el 29 de junio. Monsanto
Company (NYSE: MTC) y Cargill, Incorporated, anunciaron que han
firmado un definitivo acuerdo:
Monsanto compra las operaciones
internacionales de las semillas de Cargill en América
Central y América Latina, Europa, Asia y África por
US $ 1,4 mil millones.
Esta adquisición incluye la
investigación de semillas, la producción y las
instalaciones de ensayo en 24 países y ventas y
operaciones de distribución en 51 países de las
cinco regiones. Como se sabe Cargill se especializa en el
desarrollo y la comercialización de maíz, girasol y
semillas, soja, alfalfa, sorgo, trigo y semillas de arroz
híbrido.
La adquisición no incluye las
operaciones de Cargill de semillas en los Estados Unidos y
Canadá o de los comerciantes agrícolas Cargill en
el Reino Unido.
Dijo Ernesto S. Micek, presidente de
Cargill y consejero delegado. "Este acuerdo combina germoplasma
excelente de Cargill e internacionales de investigación,
comercialización y la red de distribución con el
liderazgo de Monsanto en biotecnología ". "La
revolución de la biotecnología está
cambiando rápidamente el mercado internacional de semillas
la industria, y Monsanto ha sido un actor clave en este
campo".
Dijo Hendrik A. Verfaillie, presidente de
Monsanto. "El potencial de nuestros rasgos de
biotecnología existentes fuera de Norteamérica es
aproximadamente el doble de superficie el potencial de
América del Norte. Cargill La empresa internacional de
semillas nos da un acceso más rápido a estos
mercados mundiales".
"Podemos acelerar la
comercialización a través de canales de
distribución establecidos que traerán estos y
nuestros rasgos futuro agronómicas y de calidad a
más los agricultores de todo el mundo en las variedades
que quieren crecer".
Conclusión
En conclusión, es innegable que el
nuestro gobierno es profundamente cómplice de la
despoblación a través del control de alimentos. Es
alarmante que los científicos de Monsanto y otros
aficionados estén llevando a cabo nuevas creaciones OMG
por sí mismos, lo cual podría tener resultados
catastróficos. Aunque esta opción podría
romper el monopolio de Monsanto, no es ciertamente la mejor
manera de ir. Hasta ahora, no existen pruebas de que las plantas
manipuladas genéticamente beneficien a la naturaleza, al
aire o al agua. Por el contrario, tienden a necesitar más
herbicidas, por lo tanto contaminan todavía más el
ambiente. Y el segundo tipo de plantas transgénicas mata
también insectos beneficiosos, es decir que alteran el
equilibrio ambiental.
Es igualmente falso que las plantas
transgénicas ayuden a prevenir la desforestación.
La mayoría de los cultivos manipulados
genéticamente (soja, maíz y algodón) son
bienes de exportación y requieren vastas áreas de
tierra. Así, los grandes agricultores compran más y
más bosques en todo Brasil para sustituirlos por cultivos
de soja.
Una solución sería educar a
las familias, educar a los amigos, y especialmente la
educación de los agricultores es fundamental. Que
los gobiernos eviten la participación de los EE.UU. esta
es especialmente preocupante, en relación con la
esterilidad del gen "Terminator" y necesita ser expuesta por
todas partes.
Monsanto tiene una larga historia de la
mentira, el cabildeo, sobornar y presionar a los
científicos y funcionarios del gobierno con el fin de
mantener su monopolio en el lugar.
Monsanto ha utilizado prácticas de
negocio muy sucio para acaparar el mercado de
semillas.
Dentro de los contratos de Monsanto existen
disposiciones como ordenar la destrucción de todas las
semillas de compañías que pasan a ser de su de la
propiedad, Monsanto compra muy barato en el proceso
licitatorio.
Estos son algunos números que nos
ayudan a entender el modus operandis, (La forma legal utilizada)
de Monsanto en su arremetida contra los campesinos:
Número de campesinos estadounidenses
investigados anualmente por Monsanto, 500.
Presupuesto anual de Monsanto destinado a
investigar y procesar granjeros en Estados Unidos, 10 millones de
dólares.
Ganancia más grande registrado a
favor de Monsanto como resultado del juicio por la demanda a un
granjero, 3.052.800 dólares.
Ganancias que obtuvo Monsanto hasta el
año 2005 por demandas a granjeros, 12 millones de
dólares.
Sentencia de prisión más
larga, dada a un granjero de Tennesse, condenado por violar un
acuerdo con Monsanto, 8 meses.
El caso de Percy Schmeiser:
En 1998, Percy Schmeiser, un agricultor canadiense de 71
años de edad, recibió una demanda por parte de la
compañía Monsanto por "utilizar ilegalmente"
semillas de cánola[28]de la empresa. El
agricultor alegó que su cultivo de cánola
tradicional fue contaminado por cánola transgénica
que sembraron sus vecinos, él nunca compró ni
sembró semillas transgénicas de la empresa, pero
esto no sirvió para que la corte fallara en favor de la
compañía y el agricultor tuviera que pagar 153 mil
dólares (un millón 600 mil pesos, aproximadamente)
por daños a la empresa. (Se recuerda que, las semillas que
caen de los camiones, por acción del viento y
polinización por insectos, llegan a las tierras
agrícolas no transgénicos y contaminan campos que
no sembraron OGM. Así, muchos otros campesinos,
principalmente en Estados Unidos, han recibido demandas por parte
de la empresa, con pocas posibilidades de ganar aunque la
razón esté de su lado.
Otra manera de como Monsanto ha eliminado
la competencia es a través de la retención de
semillas no OMG en el mercado. También han socavado sus
precios, haciendo que su producto más barato parece ser un
buen negocio para los agricultores.
Las últimas noticias sobre los
efectos perjudiciales de los OGM han sido suprimidas, como en el
caso de algunos investigadores de noticias, por caso Jane Akre y
su marido Steve Wilson,de Fox Tv, sobre la hormona rBHG, (hormona
de crecimiento bovino), la hormona, que puede dañar a las
vacas, fue aprobado por el gobierno de EE.UU. como un medicamento
veterinario sin pruebas adecuadas de la forma en que afectaba a
los niños y los adultos que beben la leche "Got Milk". El
gobierno ha permitido que la leche tranquilamente se haya
adulterado con los efectos de la hormona sintética (rBGH).
La presión del fabricante de dicha hormona, Monsanto,
logró que fueran despedidos y que gran parte de lo que
descubrieron fuera escondido bajo la alfombra.
Tienen los medios financieros para hacer
esto, de alguna manera, tendremos nosotros (ya que el gobierno no
quiere ni puede hacerlo), que librar una batalla a tiempo
completo contra un gigante manipulador.
Bibliografía
Monsanto http://www.monsanto.com
Walter A. Pengue Cultivos
Transgénicos ¿Hacia dónde vamos?Editorial
– UNESCO Buenos Aires, 2000
Diario La Nación: Sábado 27
de diciembre de 2003, Suplemento Campo, Pág. 6
http://www.gepama.com.ar/
http://www.sourcewatch.org/index.php?title=Monsanto_and_the_Roundup_Ready_Controversy
http://www.journalstar.com/articles/2008/08/11/news/business/doc489ca0145fe6c500201124.txt
http://webs.sinectis.com.ar/wapengue/
http://www.eldiplo.org/dossier.php3?numero=31&dossier=018
http://www.analisisdigital.com.ar/
http://www.unl.edu.ar/noticias/noticia.php?nid=6481
http://www.buscagro.info/
http://www.elciudadano.cl
http://www.foxbghsuit.com/
http://www.prwatch.org
http://www.organicconsumers.org/rbgh/moreakrestuff.cfm
Autor:
Luque, Jorge
[1] Agracetus: Con sede en Middleton,
Wisconsin, fue fundada en 1981 y ha sido parte de Monsanto
desde 1996. Se trata de una instalación especializada en
el cultivo de plantas. Es el centro de excelencia de Monsanto
para la transformación de la soja y la
investigación, incluyendo la biología molecular,
cultivo de tejidos, la agronomía, fisiología
vegetal, y la genética.
[2] United States Department of Agriculture
(USDA por sus siglas en Inglés)
[3] Nidera: fundada en Holanda tiene su sede
en Rotterdam, es una compañía internacional de
comercio y agro-negocios con fuertes raíces
tradicionales en Europa y Argentina. En Argentina participa en
la I + D de libros agronómicas y en una gama de insumos
agrícolas. Desde 2006 está activo en el mercado
de la bioenergía y en 2007 se va hacia el mercado de la
energía al volverse activo en la industria de
energía verde.
[4] GRAIN: organización internacional
sin fines de lucro que trabaja apoyando a campesinos y
agricultores en pequeña escala y a movimientos sociales
en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la
biodiversidad y controlados comunitariamente.
[5] Glifosato (N-fosfonometilglicina,
C3H8NO5P, CAS 1071-83-6) herbicida no selectivo de amplio
espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de
arbustos, en especial los perennes. Es un herbicida total. Es
absorbido por las hojas y no por las raíces. Su
aplicación mata las plantas debido a que suprime su
capacidad de generar aminoácidos aromáticos.
[6] CONABIA evalúa los posibles
riesgos que puede causar la introducción del cultivo
transgénico en los agro ecosistemas. Esta
evaluación ocurre en dos etapas. Durante la primera, la
CONABIA determina si el cultivo transgénico puede o no
ensayarse en condiciones experimentales en el campo
(condiciones de confinamiento). Durante la segunda, que
transcurre después de tales ensayos, la CONABIA
evalúa la posibilidad de que el cultivo
transgénico se siembre en gran escala (no confinado).
Como resultado final, autoriza la liberación del cultivo
transgénico para su siembra a escala comercial.
[7] "Roundup Ready": Roundup o redondear al
alza.
[8] Dicamba (3,6-dicloro-2-ácido
methoxybenzoic) registrado en USA en 1967 y pertenece a la
familia de herbicidas del grupo de los ácidos
aromáticos. Controla malezas de hojas anchas, anuales o
perennes, en cultivos de cereales y en pasturas.
[9] Atrazina C8H14ClN5 : herbicida artificial
para controlar el crecimiento de malas hierbas en la
agricultura, inhibe el proceso fotosintético de las
plantas. La atrazina pura es un polvo blanco sin olor, no muy
volátil, reactivo o inflamable.
[10] Endosulfán: insecticida y
acaricida organoclorado. Es un disruptor endocrino. A causa de
su alta toxicidad y su alto potencial de bioacumulación
y contaminación ambienta. Prohibido en más de 50
países, incluyendo la Unión Europea y varias
naciones de Asia y África occidental, aún se usa
extensamente en muchos otros países como India, Brasil,
y Australia. Una prohibición global sobre el uso y
fabricación de endosulfán está siendo
considerada bajo el Convenio de Estocolmo
[11] Walter Alberto Pengue: Ingeniero
Agrónomo (con especialización en genética
vegetal) y Magíster en Políticas Ambientales y
Territoriales de la Universidad de Buenos Aires. Doctor en
Agroecología (UE). Director del Programa de
Actualización en Economía Ecológica.
Coordinador del Área en el GEPAMA. Profesor Titular Area
Ecología Urbana, Economía Ecológica,
Universidad Nacional de General Sarmiento. Instituto del
Conurbano. Ingeniero Agrónomo (con
especialización en genética vegetal) y
Magíster en Políticas Ambientales y Territoriales
de la Universidad de Buenos Aires. Doctor en
Agroecología (UE). Profesor de grado y posgrado de
Economía Ecológica, Ecología
Política, Agroecología tanto en las universidades
nacionales de Buenos Aires, General Sarmiento y Rosario como
extranjeras. Es miembro del Consejo Científico de la
Sociedad Internacional de Economía Ecológica,
ISEE. Actual Presidente (2008-2010) de la Sociedad Argentino
Uruguaya de Economía Ecológica, [ASAUEE
www.gepama.com.ar/asauee]. Conferencista internacional sobre
temas ambientales, de agricultura y seguridad alimentaria.
Autor de tres libros sobre cuestiones ambientales, con el apoyo
de UNESCO y PNUMA, capítulos de libros y documentos
científicos sobre los impactos económicos y
ecológicos de los procesos de transformación
tecnológica.
[12] Los Grobo: grupo económico
argentino con eje en la producción y exportación
agroindustrial alimentaria en la Argentina, Paraguay y Uruguay.
Tiene su sede en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires.
Dirigido por la familia Grobocopatel, de ahí su
denominación, uno de los principales grupos
empresariales de la Argentina. Es el primer productor de trigo
del país y el segundo de soja. Gustavo Grobocopatel ha
recibido el mote de "Rey de la Soja".
[13] Syngenta Compañía dedicada
a la protección de cultivos, investigación,
desarrollo, producción y comercialización de
semillas.
[14] Branco Marinkovic: 21/8/1967 Ingeniero
Electromecánico, economista, ganadero, gerente general
de Industrias Oleaginosas S.A. (IOL), accionista y director del
Banco Económico. Ex director de la Cámara de
Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Instituto Boliviano de
Comercio Exterior (IBCE) y la Cámara de Industrias,
Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco).
[15] Bienvenido Melgarejo: el primer luchador
campesino de la Asociación de Agricultores del Alto
Paraná (ASAGRAPA). asesinado bajo el gobierno de Lugo,
el sábado 4 de octubre de 2008.
[16] CTNBio: Órgano colegiado
multidisciplinario, por la Ley Nº 11,105 del 24 de marzo
de 2005, cuyo objetivo es proporcionar mano técnica y
asesorar al Gobierno Federal en la disputa,
actualización y aplicación de la Política
Nacional de Bioseguridad de los OMG y como el establecimiento
de normas técnicas de seguridad y técnicos
asesorar sobre la protección de la salud humana, los
organismos vivos y el medio ambiente, las actividades impliquen
la construcción, la experimentación, cultivo,
manipulación, transporte, comercialización,
consumo, almacenamiento, disposición de organismos
liberación y modificado genéticamente y sus
productos.
[17] María Alejandra Silva
científica del CONICET que realizó estudios,
sobre denuncias por intoxicación con agroquímicos
en varias localidades de toda la República. Trabajo
publicado el 4-2-08
[18] United States Department of Agriculture
(USDA por sus siglas en Inglés)
[19] F. William Engdahl Periodista
estadounidense. Ha publicado numerosos libros dedicados a los
problemas energéticos y cuestiones de
geopolítica. Sus obras de más reciente
publicación en francés son Pétrole, une
guerre d’un siècle: L’ordre mondial
anglo-américain (Jean-Cyrille Godefroy éd., 2007)
y OGM: semences de destruction: L’arme de la faim
(Jean-Cyrille Godefroy éd., 2008).
[20] Michael Taylor (primo segundo de Tipper
Gore) es conocido por la "puerta giratoria" entre el gobierno
de los EE.UU. y Monsanto. Fue recientemente elegido por Obama
como el Comisionado Adjunto para los alimentos de la FDA.
[21] Generally Recognized As Safe "GRAS" es
un acrónimo de la frase generalmente reconocida como
seguros.
[22] WF es una cadena de supermercados
fundada en 1980 en Austin Texas. Hoy, es una cadena
líder en productos naturales y orgánicos con
más de 270 tiendas en EEUU y el Reino Unido. La
alimentación que WF ofrece, se focaliza en la mejor
calidad posible y en productos totalmente orgánicos que
desechen todo tipo de aditivos y conservantes, favoreciendo la
compra a granjeros locales y regionales, con el
propósito de mantener una agricultura sostenible.
[23] Agencia de Protección Ambiental
de EE.UU.
[24] Gilles-Eric Serafini es profesor
universitario e investigador en biología molecular en la
Universidad de Caen, (Francia). Él es también el
autor de un libro titulado OGM, Le Vrai Débat (alimentos
modificados genéticamente, el debate real). Fue uno de
los primeros científicos en alertar a la opinión
pública contra los riesgos vinculados a los Organismos
Genéticamente Modificados (OGM). En esta entrevista, nos
recuerda algunos hechos básicos acerca de los OGM y nos
dice acerca de la amenaza que representan.
[25] Susana José de Paggi: Profesora
de Ciencias Naturales Magister en Ecología
Acuática Continental Dra. en Ciencias Naturales.
Investigador Independiente CONICET. Profesor Titular de
Limnología. Facultad de Bioquímica y Ciencias
Biológicas. Universidad Nacional del Litoral.
[26] Marie Trigona es una escritora,
traductora y productora de radio con sede en América del
Sur. Su blog: www.mujereslibres.blogspot.com
[27] Cargill: fundada en 1865,
corporación multinacional privada, con base en
Minnesota, EE. UU. La mayor corporación estadounidense
(en lo que respecta a las ganancias). Sus actividades
comerciales incluyen la compra, venta, procesado y
distribución de granos y otras mercancías
agriculturales, el cultivo y venta de forraje ganadero, y la
venta de ingredientes para la industria farmacéutica.
Son 75 empresas organizadas en torno a cinco grandes segmentos:
Servicios de Agricultura, Ingredientes de Alimentos y
Aplicaciones, Origen y Procesamiento, Manejo de Riesgo y
Financieros, y el industrial.
[28] CANOLA: pertenece a la familia de las
crucíferas y las principales especies aceiteras son:
Brassica napus y B. campestris, las variedades son
alógamas de polinización cruzada, la cual se
realiza por insectos y el viento. El fruto en forma de vaina de
3 a 4 mm de ancho y 6 cm de largo. Contiene de 15 a 40
semillas. El contenido de aceite de la semilla varía de
40 a 45 %; constituido por más del 60% de ácido
graso oleico y un bajo contenido de grasas saturadas. El aceite
de canola es el aceite vegetal líder en el
Canadá, país con el consumo más alto per
cápita a nivel mundial. Estados Unidos le vende
aproximadamente el 70% de aceite.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |