El militar y el botanico: Alejandro O'Reilly y Andre Pierre Ledru
- Introducción
- La
Ilustración, las ciencias y los viajeros del siglo
XVIII - La
"Memoria" de O"Reilly y el "Viaje" de
Ledrú - Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Desde el siglo XVI Puerto Rico recibió la visita
de numerosos viajeros españoles y de otras naciones que
arribaron a la isla con diferentes objetivos. Durante la
dominación colonial española llegaron a nuestra
tierra funcionarios reales, eclesiásticos, militares y
otros. Algunos de estos visitantes plasmaron en documentos sus
impresiones sobre el país y sus
habitantes.[1] En el siglo XVIII visitan a Puerto
Rico muchos otros personajes[2]algunos de ellos
observando la realidad de nuestra isla con unas perspectivas
particulares. Dichas perspectivas debían su particularidad
a la influencia de las ideas de la Ilustración en los
países del Occidente europeo, y la forma en que
éstas motivaron el desarrollo en las ciencias, la
política y la economía.
El Mariscal Alejandro O"Reilly y el botánico
André Pierre Ledrú son dos de los visitantes
"ilustrados" que viajan a Puerto Rico en el siglo XVIII. O"Reilly
llega a la isla en 1765 con la encomienda de analizar la
situación de la colonia y reportar sus hallazgos a la
corona española, mientras que Ledrú arriba en 1797
para realizar estudios sobre la flora, la fauna y los
"habitantes" de Puerto Rico. Pese a que ambos personajes
tenían misiones diferentes, sus observaciones presentan un
retrato interesante sobre la sociedad puertorriqueña de la
época.
En este trabajo es de mi interés comparar los
textos sobre Puerto Rico escritos por O"Reilly y
Ledrú[3]y analizar sus perspectivas sobre
la sociedad puertorriqueña de la época. En este
análisis observaré la influencia de las ideas
ilustradas en sus opiniones y sus apreciaciones sobre la sociedad
isleña, considerando las particularidades de la
misión de cada personaje.
La
Ilustración, las ciencias y los viajeros del siglo
XVIII
A lo largo del siglo XVIII el desarrollo de las ideas
ilustradas marcaron el inicio de una nueva era en el mundo
occidental, en la que el espíritu de la "razón"
sería la guía para el progreso de las naciones.
Países como Francia, Inglaterra y España adoptan
este marco ideológico para el desarrollo de las ciencias,
así como para la administración y el gobierno de
sus imperios ultramarinos. En el "mundo ilustrado" las ciencias
jugaban un papel importante, ya que servían para que el
hombre dominara a la naturaleza, lo que brindaba un optimismo a
las sociedades europeas. En este ambiente se promovieron las
exploraciones[4]y las investigaciones en lugares
remotos del planeta.
Muchas de las potencias europeas del siglo XVIII, en
especial Francia, reconocieron en la ciencia y la
investigación científica un elemento importante
para la fortaleza de un país moderno. Esto motivó
el intento de conocer los recursos y las situaciones
geográficas de Asia, Oceanía y en especial de las
Américas. Este interés por conocer estaba unido a
los intereses comerciales que durante siglos habían
impulsado a las exploraciones europeas. Es por ello, que las
motivaciones para que los gobiernos de las naciones europeas
patrocinaran los viajes de exploración del siglo XVIII,
hay que considerarlas más allá de la
Ilustración, hay que buscarlas en el comercio, la
política y el equilibrio de poder y la expansión
colonial. No obstante, es necesario destacar el genuino
interés de viajeros y hombres de ciencia, ya que lo
particular de las exploraciones de la segunda mitad del siglo
XVIII fueron los métodos científicos empleados en
la investigación.[5] En esta encrucijada de
motivos se sitúan el botánico francés
Ledrú y el militar español O"Reilly, quienes ven la
isla de Puerto Rico con diferentes "ojos" pero que están
influenciados por el "iluminismo".
La "Memoria" de
O"Reilly y el "Viaje" de Ledrú
El Mariscal de Campo, Alejandro O"Reilly, era un militar
profesional nacido en Dublín, Irlanda en 1725 y que desde
muy joven se había enlistado en la marina de guerra
española. O"Reilly, quien sirvió en Italia durante
la Guerra de Sucesión de Austria (1741-1748), estuvo
durante un tiempo en los ejércitos francés y
austriaco, pero regresó al servicio español donde
recibió el mando de una brigada.[6] En 1762
participó en la campaña de Portugal y más
adelante fue enviado como inspector general a Cuba, visitando a
Puerto Rico durante ese viaje en 1765.[7] De ideas
ilustradas y siendo uno de los favoritos del rey español
Carlos III,[8] O"Reilly recibió la
encomienda de preparar un informe oficial sobre la
situación general de las islas de Cuba y Puerto Rico. En
este documento de carácter oficial, el Mariscal hace una
serie de observaciones y comentarios sobre la vida material de
los puertorriqueños. Si bien es cierto que el texto no
profundiza sobre la sociedad y sus prácticas, éste
si nos revela al menos la impresión del militar sobre el
pueblo puertorriqueño.
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