Miguel de Cervantes Saavedra fue un soldado, novelista,
poeta y dramaturgo español. Supónese que
nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de
Henares y murió el 22 de abril de 1616 en Madrid, pero fue
enterrado el 23 de abril y popularmente se conoce en forma
errónea esta fecha como la de su muerte. Es considerado la
máxima figura de la literatura española. Es
universalmente conocido, sobre todo por haber escrito El
ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, que muchos
críticos han descrito como la primera novela moderna y una
de las mejores obras de la literatura universal. Se le ha dado el
sobrenombre de Príncipe de los Ingenios.
Vida
Se supone que Miguel de Cervantes nació en
Alcalá de Henares.1 El día exacto de su nacimiento
es desconocido, aunque es probable que naciera el 29 de
septiembre, fecha en que se celebra la fiesta del arcángel
San Miguel, dada la tradición de recibir el nombre del
santoral. Miguel de Cervantes fue bautizado en Alcalá de
Henares (España) el 9 de octubre de 1547, en la parroquia
de Santa María la Mayor.2 En el acta del bautizo
reza:
Domingo, nueve días del mes de octubre,
año del Señor de mill e quinientos e quarenta e
siete años, fue bautizado Miguel, hijo de Rodrigo
Cervantes e su mujer doña Leonor. Baptizóle el
reverendo señor Bartolomé Serrano, cura de Nuestra
Señora. Testigos, Baltasar Vázquez,
Sacristán, e yo, que le bapticé e firme de mi
nombre. Bachiller Serrano.
Su padre, de ascendencia cordobesa y de antepasados
gallegos, se llamaba Rodrigo de Cervantes y era cirujano, oficio
más parecido al actual practicante que a nuestra idea de
médico. Según Américo Castro, Daniel
Eisenberg y otros cervantistas, Cervantes tiene ascendencia
conversa por ambas líneas familiares. Por el contrario,
Jean Canavaggio afirma que no está probado, y lo compara
con los documentos que apoyan esta ascendencia, sin lugar a dudas
para Mateo Alemán. Su madre fue Leonor de Cortinas, de la
cual apenas se sabe nada, excepto que era natural de Arganda del
Rey.3 Sus hermanos fueron Andrés (1543), Andrea (1544),
Luisa (1546), que llegó a ser priora de un convento
carmelita; Rodrigo (1550), también soldado, que le
acompañó en el cautiverio argelino; Magdalena
(1554) y Juan, sólo conocido porque su padre lo menciona
en el testamento.
Hacia 1551, Rodrigo de Cervantes se trasladó con
su familia a Valladolid. Por deudas, estuvo preso varios meses y
sus bienes fueron embargados. En 1556 se dirigió a
Córdoba para recoger la herencia de Juan de Cervantes,
abuelo del escritor, y huir de los acreedores.
No existen datos precisos sobre los primeros estudios de
Miguel de Cervantes, que, sin duda, no llegaron a ser
universitarios. Parece ser que pudo haber estudiado en
Valladolid, Córdoba o Sevilla. También es posible
que estudiara en la Compañía de Jesús, ya
que en la novela El coloquio de los perros elabora una
descripción de un colegio de jesuitas que parece una
alusión a su vida estudiantil.
En 1566 se establece en Madrid. Asiste al Estudio de la
Villa, regentado por el catedrático de gramática
Juan López de Hoyos, En el año de 1569 un tal
Miguel de Cervantes fue condenado en Madrid a arresto y
amputación de la mano derecha por herir a un tal Antonio
de Segura. La pena, corriente, se aplicaba a quien se atreviera a
hacer uso de armas en las proximidades de la residencia real. No
se sabe si Cervantes salió de España ese mismo
año huyendo de esta sanción, pero lo cierto es que
en diciembre de 1569 se encontraba en los dominios
españoles en Italia, provisto de un certificado de
cristiano viejo (sin ascendientes judíos o moros) y meses
después era soldado en la compañía de Diego
de Urbina.
Pero la gran expectativa bélica estaba puesta en
la campaña contra el turco, en que el Imperio
español cifraba su continuidad en el dominio y
hegemonía en el Mediterráneo. Diez años
antes, España había perdido en Trípoli
cuarenta y dos barcos y ocho mil hombres. En 1571 Venecia y Roma
formaban, con España, la Santa Alianza, y el 7 de octubre,
comandados por el hermanastro bastardo del rey de España,
Juan de Austria, vencieron a los turcos en la batalla de Lepanto.
Fue la gloria inmediata, una gloria que marcó a Cervantes
quien relataría luego, en la primera parte del Quijote,
las circunstancias de la lucha. En su transcurso recibió
el escritor tres heridas, una de las cuales, si se acepta esta
hipótesis, inutilizó para siempre su mano izquierda
y le valió el apelativo de «el manco de
Lepanto» como timbre de gloria.
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