- Etimología del nombre
- Los
testimonios más antiguos sobre el
lugar - Los
últimos años de existencia de la
alberca - Descripción de la
construcción - Destrucción de la alberca encantada de
Xancopincan - ¿Y donde quedó la alberca de
Xancopincan? - Conclusiones
- Bibliografía
consultada
Historia y leyenda de un antiguo
monumento
de Azcapotzalco
"Fuentes y más fuentes,
para refrescar los cuerpos
y para refrescar las mentes,
fuentes donde el agua para arriba
brinca…
¡¿Y dónde quedó
la de Xancopinca?!"
Verso compuesto por el Sr. Álvaro
Pablo Saldaña (qepd)
Compositor y Cronista de
Azcapotzalco
Portada: dibujo de Víctor
Álvarez Arellano.
De voz de nuestros abuelos y vecinos de mayor edad, los
chintololos[1]escuchamos una antigua leyenda sobre
la existencia de un manantial o fuente de la que brotaba agua
dulce, en algún lugar al oriente de
Azcapotzalco;[2] a este manantial se le
conocía como "la alberca encantada de Xancopincan".
Según nos cuentan las versiones recientes, hasta este
sitio llegaban grupos de jóvenes y niños a
disfrutar de un chapuzón en el agua, mientras que las
señoras se juntaban para lavar la ropa y platicar las
noticias de la comunidad.
La leyenda cuenta que en este lugar de aguas
turbulentas, habitaba el espíritu de la Malinche, quien
custodiaba el tesoro perdido de los Aztecas, escondido en sus
profundidades para evitar que los codiciosos conquistadores
españoles lo encontraran. Los desafortunados que
tenían la desgracia de contemplar el fantasma de
Malintzin, quedaban inmediatamente hechizados de amor y eran
conducidos hasta el manantial, donde las aguas formaban un
remolino que los arrastraba hasta el fondo, estrellándolos
contra las rocas y ahogándolos.
Este singular sitio fue destruido a finales de los
años sesenta al construirse la Unidad Habitacional
Cuitlahuac. En la actualidad, no queda rastro de la "alberca
encantada" de Xancopincan y son pocos los que recuerdan la
ubicación exacta del manantial; sin embargo, según
los testimonios de las personas mayores que la conocieron, esta
se ubicaba en el estacionamiento poniente de dicha
Unidad.
En el presente trabajo, nos remontaremos al pasado de
este lugar, para conocerlo a través de las narraciones de
la gente que lo conoció y que nos dejó el
testimonio de su existencia, plasmado en algunos documentos
pictóricos y escritos que llegan a nosotros desde la
antigüedad.
Veamos pues la tradición que encierra este sitio
ya desaparecido. Conozcamos la historia y sumerjámonos en
las aguas de la leyenda de la "alberca encantada de
Xancopincan".
Etimología del
nombre
El antiguo nombre indígena con el que se
denominaba al lugar es el de XANCOPINCAN, que deriva de una voz
nahuatl que significa "Lugar donde se hacen
adobes".[3]
El topónimo se compone de las
palabras:
xamitl
…………………………………………… ladrillo o
adobe.
copina
………………………………………….. hacer o sacar
algo de un molde.
can
………………………………………………
designativo de lugar.
Este nombre hace referencia a la actividad relacionada
con la fabricación de ladrillos de arcilla sin cocer o
adobes, que los habitantes del lugar realizaron en alguna
época.
Propuesta del glifo Xancopincan: "Lugar
donde se hacen adobes".
Los testimonios
más antiguos sobre el lugar
Existen varios documentos históricos que
mencionan la existencia de Xancopincan, los cuales nos remontan
hasta la fecha Ome Acatl (2 caña), año de 1299 d.C.
al momento en que los mexicas fueron arrojados, después de
veinte años de vivir en Chapultepec, por una
coalición de los pueblos que habitaban en la cuenca de
México, quienes que veían en ellos un
peligro.
Al ocurrir estos acontecimientos, los soberanos
Acolhuacatzin y Cuetlaxochitzin (1283-1343 d.C.), gobernaban en
Azcapotzalco a los tepanecas.
Sobre esto, don Domingo Chimalpahin, cronista de
Chalco-Amaquemecan, nos cuenta que:
Hacia la mitad del dicho año de 2 Acatl, (los
mexicas) se trasladaron al tular de Acocolco Aztacalco, que ahora
(se llama) San Cristóbal Xancopincan; allá
(también) fueron asediados los mexicas, y (muchos) cayeron
en manos de sus enemigos.[4]
Los colhuas les capturaron a Huehue Huitzilihuitl, que
fue su primer tlatohuani, y lo llevaron a Colhuacan, donde lo
sacrificaron; había gobernado a los mexicas durante 73
años, (y murió) cuando el tlatohuani Cocoxtli
llevaba 19 años gobernando en Colhuacan.
Luego, en este mismo año, los mexicas se
trasladaron a Colhuacan, y se asentaron en Tizapan; habían
partido de Acocolco Aztacalco, que ahora se nombra San
Cristóbal Xancopincan.[5]
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