Los Laches y Chitareros y sus caminos a la llegada de los españoles.
Introducción
A la llegada de los españoles al estrecho valle
del actual municipio de Capitanejo, en él y sus
alrededores habitaban los siguientes grupos indígenas: los
Muiscas, los Laches y los Chitareros. Todos ellos tenían
como base el idioma Chibcha, los Muiscas en su forma más
pura, los Laches mezclado con dialectos de tribus de los Llanos
Orientales y los Chitareros con dialectos de las tribus caribes.
Las tribus de los Llanos Orientales llegaron a territorio Muisca
por el camino hacia la Salina de Chita. Las tribus caribes
ascendieron desde el río Magdalena por las márgenes
de los ríos Sogamoso y Chicamocha. Cuando se habla de
familias indígenas los estudios se refieren a grupos de
una misma comunidad lingüística, en la cual puede
haber diferentes dialectos.
Familia
Caribe
Ubicación. Buscaron para vivir las tierras
bajas y calientes como las costas y los valles de los ríos
Magdalena, Cauca, Atrato y Sinú. Esta familia fue muy
numerosa, se agrupó en territorios independientes. No se
unificaron en un estado sino que se disgregaron en agrupaciones
menores, de diferente organización social, distinta
religión y costumbres propias para cada una. Los Muzos
habitaron la región del río Magdalena comprendida
entre los ríos, Sogamoso, Ermitaño y Suárez.
Los Motilones cuyos descendientes aún viven, en la hoya
del río Catatumbo.
Características Físicas. Su cuerpo
era de mayor tamaño que el de los chibchas, eran
corpulentos, musculosos y de nariz curva o afilada. Su rostro
tenía facciones más finas. Algunas tribus
acostumbraban a tatuarse las orejas, los brazos y las piernas.
Usaban como vestido guayucos y otros vivían desnudos.
Acostumbraban a pintarse el cuerpo y la cara con tintas que
extraían de las plantas, se adornaban con narigueras,
zarcillos y collares. (Figura 1).
Actividades. Su vida a la orilla del mar y de las
cuencas hidrográficas los hizo navegantes expertos,
pescadores, cazadores y guerreros. La principal actividad de los
caribes fue la guerra. Eran valerosos y opusieron resistencia al
dominio español. Cultivaban el algodón, el
ñame, la yuca, el maíz y las frutas. La
preparación de venenos ocupó entre ellos un
importante lugar. Sus flechas resultaban fatales no solo por la
punzada sino por el curare en que iban untadas. El curare lo
obtenían de hierbas tóxicas y de animales
ponzoñosos o del veneno de las ranas. Quien era alcanzado
por tales sustancias sufría dolores terribles,
convulsiones, asfixia, paros cardíacos y
paralización del sistema nervioso.
Guerra. Usaban como armas flechas incendiarias y
otras envenenadas con curare, también empleaban la pica y
el hacha de piedra. Asistían a la guerra adornados con
penachos de plumas. Algunos practicaron la antropofagia.
Lucían collares de dientes de serpientes y fieras
salvajes.
Vestido. No ponían cuidado especial al
vestido. Solían andar desnudos y cuando más
cubrían las partes genitales, los hombres con un guayuco o
taparrabo y las mujeres con un pequeño trapo de
algodón o de fibras vegetales.
Comercio. Los caribes alcanzaron cierto grado de
desarrollo comercial. Se trasportaban por el mar y los
ríos en canoas y piraguas. Negociaban perlas, caracoles,
esmeraldas, tabaco y algodón por mantas, plumas y
alimentos. Algunas tribus caribes trabajaban muy bien el oro y el
barro.
Religión. Adoraban al Sol y la Luna, las
estrellas, las piedras y veneraban a los muertos. Los mohanes,
brujos o médicos eran los encargados de hacer las
ceremonias religiosas. La religión no les imponía
prohibiciones como a los Chibchas y de allí sin duda su
vida libertina y despreocupada.
Vivienda. Como estas tribus eran nómadas o
seminómadas, armaban sus viviendas transitorias con
palmas, paja, madera y barro al abrigo de árboles o
peñascos.
Familia
Chitarera
Los Chitareros. Los conquistadores
encontraron el territorio suroriental de Santander (Figura
3) habitado por una serie de comunidades autónomas que
llamaron Chitareros, nombre de los recipientes con chicha que les
ofrecían a su paso. Eran grupos diversos en su lengua y en
sus formas de organización social, (Figura 4). Los
cacicazgos de las tierras altas parecidos a los de los Muiscas
del altiplano cundiboyacense, en cultura, vestido, patrones de
asentamiento y organización económica. Se
diferenciaban en los niveles de organización
política y las creencias religiosas. Estaban divididos en
dos grandes zonas culturales: Los cacicazgos de las tierras altas
y las tribus de las tierras bajas.
.
Figura 3. Territorios de etnias
indígenas en Santander.
Vivienda. Como las tribus Chitareras
estaban en proceso de sedentarización, construían
sus viviendas de una manera más firme, pero usando los
mismos materiales de madera, barro y paja.
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