Las vacas con producción mayor a 8500 lbs tuvieron menor tasa de concepción en los meses de octubre (42.2%), noviembre (38.4%), diciembre (49.9%) y enero (56.4%), (p < 0.01) en comparación de las vacas de menor producción. Los índice temperatura-humedad el día del servicio (ITH's) afecto la tasa de concepción en vacas de todos los estratos de producción. Sin embargo, las vacas con producción mayor de 8500lbs tuvieron una menor tasa de concepción aun en valores de ITH's confortables que no afectan la gestación de los otros dos grupos (p < 0.01). La reducción de la gestación en estas vacas fue evidente a ITH's mayores a 79% (p < 0.01); además las vacas con producción de 8500lbs o menores, la reducción de la gestación fue significativa cuando se sirvieron a ITH's de 79% o mayores (p < 0.01). Pero a valores de ITH de 81% o más la reducción de la gestación fue aun mayor para los diferentes grupos de producción (p>0.01). La tasa de concepción no fue afectada por el mes de servicio pero si por el ITH. Sin embargo, el efecto es mayor y más perdurable en vacas con mayor producción.
El nivel productivo afectó la tasa de concepción (p < 0.01), ya que a medida el nivel de producción láctea aumenta la tasa de concepción disminuye (r= -0.92**), siendo esto por igual en las vacas de todos los estratos productivos. La tasa de concepción fue menor en vacas con producción mayor de 8500 lbs (46.9%) que en los demás grupos de producción.
El número de partos afectó la tasa de concepción (p < 0.01), ya que a medida el número de partos aumenta la tasa de concepción disminuye (r= -0.73**), siendo esto por igual para los cuatro grupos en que se subclasificaron los números de partos. La tasa de concepción fue mayor en vacas de 1° parto (62.52%) que en los demás grupos. Además se observó que la diferencia significativa (p < 0.01) con respecto al año 2008 sobre los años 2007 y 2009, y la del 2009 sobre 2007 relacionado a la tasa de concepción. Esto se debió a que si comparamos de manera individual cada año, observaremos que en el año 2008 el número de vacas de 1° parto fue similar al número de vacas =5° partos, en comparación a los años 2007 y 2009, en los cuales el número de vacas de 1° parto es inferior (p < 0.01) al registrado por aquellas vacas =5° partos; además si comparamos los tres años por igual observaremos que el número de vacas de 1° parto es mayor para el año 2008, seguido de 2009 y posteriormente 2007. Por otra parte el número de vacas que presentaron un número mayor o igual a 5° partos fue menor para el año 2008, seguido de 2007 y 2009 respectivamente; por lo antes mencionado se atribuye que las diferencias significativas (p < 0.01) existentes de tasa de concepción para los tres año de estudio se debió al factor número de partos.
El nivel productivo afectó el numero de servicios por concepción (p < 0.01), ya que a medida el nivel de producción láctea aumenta el número de servicios por concepción aumenta (r= 0.96**), siendo esto por igual en las vacas de todos los estratos productivos. El numero de servicios por concepción fue mayor en vacas con producción mayor de 8500 lbs (2.1 servicios) que en los demás grupos de producción.
El número de partos afectó el numero de servicios por concepción (p < 0.01), ya que a medida el número de partos aumenta el número de servicios por concepción aumenta (r= 0.91**), siendo esto por igual para los cuatro grupos en que se subclasificaron los números de partos. El numero de servicios por concepción fue menor en vacas de 1° parto (1.4 servicios) que en los demás grupos.
El nivel productivo afecto el número de días vacíos (p < 0.01), ya que a medida el nivel de producción Láctea aumenta el número de días vacíos aumenta (r= 0.70**), siendo esto por igual en las vacas de todos los estratos productivos. El número de días vacíos fue mayor en vacas con producción mayor de 8500 lbs (196 días) que en los demás grupos de producción.
El número de partos correlacionado al número de días vacíos, estadísticamente fueron no significativos (r= -0.28ns). El número de días vacíos fue mayor en vacas de 1° parto (216 días) que en los demás grupos.
Finalizado el estudio, se recomienda:
Para un buen manejo reproductivo de una ganadería se recomienda tener presente que la temperatura ambiente y la humedad relativa afectan negativamente sobre el comportamiento reproductivo de las vacas; por lo tanto:
Facilitar la infraestructura y el manejo adecuado en la vaquería que ayude a mantener la temperatura corporal óptima (38.0-38.6 °C) en las vacas.
Dentro de las consideraciones de manejo adecuado se pueden mencionar: a) Enfriamiento de las vacas pre y post servicio (sombra, baño y ventilación). b) Monitorear la temperatura rectal al momento del servicio de tal manera que en este instante no supere los 38.0-38.6 °C.
c) Mantener a las vacas en instalaciones de sombra, y no mandarlas a potrero por lo menos durante las primeras 72 horas posteriores a la inseminación artificial.
d) Regular el manejo y el efecto de la sala de estrés calórico dependiendo de la época y los meses del año.
e) Comenzar el estrés calórico a tempranas horas del día y procurar llevarle hasta el anochecer, permitiendo así el no incremento de la temperatura corporal en las vacas.
Hacer otras investigaciones en las cuales se evalúen grupos de vacas en las diferentes condiciones de manejo mencionadas anteriormente.
Introducción
Durante numerosos años, la ganadería ha sido una cuestión de costumbre y arraigo. Con el transcurrir del tiempo la cría del ganado bovino se segmento en dos grandes categorías: por un lado, las instancias de alguna escala (haciendas, ranchos, etc.) dedica a la cría del ganado para producción de carne o leche; y por otro lado, las unidades familiares en las que la tenencia del ganado cumple funciones múltiples.
En nuestro país la ganadería es un rubro que representa una de las bases de la economía nacional, ya que es una fuente que genera empleos y por ende ingresos a la población. El rubro es importante ya que uno de sus sub-productos, la leche, es base en la alimentación diaria de la población.
En la actualidad este sector pecuario se encuentra sin atención debido a la falta de intereses de las autoridades competentes y por otro lado al poco conocimiento sobre el manejo adecuado de las ganaderías pese a la gran importancia tanto económica como alimenticia que este representa a la población salvadoreña.
Entre los factores de importancia que limitan el desarrollo de la ganadería lechera tenemos: el manejo, la genética, la nutrición, salud y las condiciones medio ambientales como: la temperatura ambiente, la radiación solar, la humedad relativa, la velocidad del viento; destacando que todos son importantes en la reproducción, producción y por lo mismo tienen su protagonismo. En nuestro país no se ha dado la debida importancia a las condición climática, por tal motivo las ganaderías tienen problemas reproductivos y limitantes en la productividad de las mismas; por lo tanto uno de los retos importantes en la productividad y reproductividad será contrarrestar el efecto negativo de dichos factores ambientales para mejorar la tasa de concepción de las ganaderías
salvadoreñas, ya que se ha comprobado que las temperaturas altas combinadas con otras variables climáticas tienen influencias en disminuir la tasa de concepción, incidiendo directamente en la producción de leche que finalmente se refleja con bajos ingresos para las ganaderías.
Esta investigación pretende mejorar la capacidad de la producción y reproducción de las ganaderías debido a que existe la necesidad de que este sector pecuario sea más eficiente no solo en sentido productivo y reproductivo, sino también en la rentabilidad, contribuyendo de esta manera a difundir nuevas tecnologías a los ganaderos de las zonas.
La investigación se realizó en la hacienda lechera "Potrero Verde", ubicada en el caserío El Cedral, Cantón Miraflores, Departamento de San Miguel, El Salvador. Durante un periodo comprendido del 25 de Enero al 07 de Junio de 2010.
Los objetivos del estudio fueron determinar los efectos del mes de servicio y los índices temperatura ambiente, humedad relativa, temperatura-humedad (ITH), radiación solar, velocidad del viento el día del servicio y sus interacciones con otras variables de manejo y productivas sobre la tasa de concepción en vacas lecheras.
Los datos utilizados en el estudio fueron obtenidos de registros de reproducción y producción láctea de vacas de la raza Holstein que existen en la explotación, con apoyo de un sistema de cómputo (programa VAMPP). Además dentro de los registros reproductivos, se analizaron 3,606 inseminaciones artificiales, y solo 267 registros contaron con la información sobre producción láctea.
Revisión de literatura
2.1. Generalidades de los bovinos.
El ganado vacuno fue domesticado en Asia hace unos 10,000 años; alrededor del año 2,000 A.C. llegaron a la parte sur de Europa, posteriormente fueron traídos a América en el segundo viaje de Cristóbal Colon en el año de 1,945.
Los vacunos se han usado para producir carne, leche y como animal de trabajo durante todo el desarrollo de la especie humana. Los antepasados de todas las razas lecheras importantes son animales originarios de Europa, de las islas británicas y de las islas situadas entre estas y el continente, todas ellas pertenecientes al género Bos taurus (25)
2.1.1. Clasificación zoológica de los bovinos.
Reino: Animal
Grupo: Ungulados
Bloque: Protungulados
Sub-familia: Bovinae
Género: Babulus
Sub-genero: Búfalo africano (B. Africanus caffer)
Búfalo analico (B. indicus) (48).
2.2. Situación actual reproductiva de las ganaderías en el trópico.
Los países tropicales en desarrollo han estado y continúan interesados en aumentar la producción domestica de leche por varias razones: a) La producción local a quedado rezagada con respecto a la demanda b) Las importaciones de leche y sus derivados para satisfacer esta demanda, van en aumento c) La actividad lechera continua siendo un componente importante dentro de las economías nacionales como generadora de
Ingresos, empleos y crecimiento económico.
Frecuentemente se cita que el mejoramiento genético del ganado en ecozonas tropicales es una prioridad para aumentar la productividad. Se ha promulgado que el reemplazo de las razas locales con ganado de mayor potencial genético aumentaría la productividad drásticamente.
En contraste, varios investigadores han recomendado utilizar ganado con potencial genético intermedio en un sistema de doble propósito, ya que: a) Los recursos alimenticios son de baja calidad b) Los alimentos concentrados son costosos, en casos y de calidad variable c) Por las altas temperaturas que se manejan a nivel del trópico (46,60,64,90,93).
Los productores en ecozonas tropicales se caracterizan por trabajar en medios ambientes económicos y físicos más difíciles que aquellos encontrados en ecozonas templados. El precio de la leche es menor, el interés real sobre el capital invertido y su variabilidad es mayor y el costo de insumos comprados, como el alimento concentrado, semen, etc. es también mayor (11,73).
La temperatura alta y humedad elevada de la mayoría de los ecozonas tropicales aumentan los requerimientos de energía para manteamiento, incrementan las pérdidas de proteína del plasma sanguíneo debido a una mayor actividad de las glándulas sudoríparas, además disminuye el consumo de materia Seca y proveen un ambiente favorable para la proliferación de enfermedades y parásitos (60). Por otro lado las plantas tropicales crecen más rápido y producen más volumen que las plantas de las zonas templadas. Sin embargo poseen un menor valor nutritivo debido a que, proporcionalmente tienen menos células mesofilicas no lignificadas, Por lo tanto los animales en el trópico, disponen de forraje con mayor contenido de lignina y fibra pero
con menos digestibilidad lo que limita el consumo y por consiguiente su productividad.
Bajo estas condiciones, el proceso de selección natural ha favorecido la existencia de razas pequeñas que producen poca leche y que producen y crecen lentamente. Junto con otras características adaptivas que ponen a estos animales en equilibrios con el medio ambiente en el cual viven y producen. Como señala Vaccaro, el genotipo más productivo dependen principalmente del medio ambiente (econozona y nivel de manejo) donde se encuentran los animales, donde el germoplasma nativo independientemente del nivel del manejo que tenga o de la ecozona donde se encuentre es generalmente de baja productividad. Sin embargo bajo niveles de manejo alto (confinamientos), la producción de leche aumenta a medida que la proporción de germoplasma exótico aumenta, independientemente de la econozona donde se encuentren los animales. Es decir, dada la oportunidad de manejo (alimentación) los grupos genéticos expresan su potencial y por lo tanto las razas especializadas en leche producen más (88). Así mismo existen también la tendencia a producir a un mas leche en econozona de alturas comparadas con econozonas de bajuras, debido a que los factores ambientales (calor, humedad, etc) son menos drásticas reduciéndose así las posibilidades de estrés y enfermedad así como también a la mejor calidad del forraje posible.
En niveles de manejo intermedio (animales en pastoreo con pasturas mejoradas y fertilizadas) los animales con el 50% y el 75% de germoplasmas exótico tienden a producir más leche que los exóticos puros. Ya que al parecer, con los niveles de manejo simiconfinados y animales en pastoreo se crean un desbalance entre el ambiente y el potencial de los animales con alta proporción de germoplasma exótico, el cual induce animales puro de rasas exóticas a producir la misma cantidad de leche o en algunos caso menor que aquellos con una proporción de germoplasmas exóticos de 50% a 75% (77).
2.3. Índices reproductivos en ganaderías lecheras.
Los índices reproductivos son indicadores del desempeño reproductivo de hato (días vacios, intervalos entre partos, tasa de preñez, tasa de concepción, etc.).
Los indicadores se pueden calcular cuando los eventos reproductivos del hato han sido registrados en forma adecuados. Ya que ellos nos permiten identificar aéreas de mejoramiento, establecer metas reproductivas realistas, monitorear los progresos e identificar los problemas en estadillos tempranos (77).
Además los indicadores reproductivos pueden ser utilizados para investigar la historia de los problemas (infertilidad, etc.), ya que la mayoría de los índices para un hato son calculados por medio del desempeño individual de las vacas por tanto en pequeños hatos la evaluación del desempeño reproductivo puede pasar del promedio del hato al desempeño individual de la vaca. Los índices reproductivos que caracterizan el ganado bovino en el trópico en general son deficientes, con porcentajes de preñes de 45% a 55%, intervalos entre partos de 18 meses y edad a primer parto superior a los 3 años (48).
2.3.1. Tasa de concepción.
La fertilidad de la vaca lechera comúnmente es medida calculando el porcentaje de vacas que conciben luego de una única inseminación artificial (IA), también conocida como tasa de concepción. Las revisiones de la literatura científica vinculada con la fertilidad de las vacas lecheras revelan una tendencia a una disminución en la tasa de concepción en los hatos del trópico americano, y de otras partes del mundo. La tasa de concepción en vacas lecheras ha disminuido del 66% en 1951, al 50% en 1975, al 40% en 1997. Mientras tanto, la fertilidad (preñez/IA) en vaquillonas ha permanecido en un 70% en el mismo período. Por lo tanto, la diferencia en las tasas de concepción entre vaquillonas y vacas en lactancia no puede ser atribuida a la genética o a la calidad seminal. Los cuatro factores que determinan la tasa de concepción en un rodeo lechero son: 1) la fertilidad de la vaca, 2) la fertilidad del toro, 3) la exactitud en la detección de los celos, y 4) la eficiencia en la Inseminación artificial (16). La fertilidad de la vaca se refiere a todos aquellos factores que influyen en la preñez e incluyen elementos tales como nutrición inadecuada y estrés ambiental. La fertilidad del toro se refiere a la calidad de semen utilizado en la Inseminación artificial. La exactitud en la detección de los celos está relacionada con el momento de IA con respecto al celo. La eficiencia de la IA se refiere a todos los factores que afectan la tasa de preñez debido a la técnica de IA propiamente dicha. Las tasas de concepción en vacas en lactancia son bajas aun en establecimientos bien manejados. Análisis de datos de Minnesota en 1998 (DHIA) arrojan tasas de concepción en vacas lecheras que varían desde el 15 al 60%, con un promedio del 35%. La consecuencia de estas pobres tasas de concepción es que algunas vacas deben recibir numerosos servicios antes de concebir (20).
2.3.2. Tasa de preñez.
La tasa a la cual las vacas quedan preñadas en un hato lechero, comúnmente denominada tasa de preñez, es definida como el porcentaje de hembras cargadas dentro del total de vientres en servicios del hato, la cual debe de andar dentro del 40-64% de los vientres en servicios (16,37). Las revisiones de la literatura científica vinculada con la fertilidad de las vacas lecheras revelan una tendencia a una disminución en la tasa de preñez en los hatos del trópico americano, y de otras partes
del mundo. La tasa de preñez en hatos lecheros ha disminuido del 70% en 1971, al 50% en 1985, al 40% en 1999, provocando una disminución en la rentabilidad de los hatos lecheros, debido a la baja eficiencia en la reproducción y como consecuencia baja producciones lácteas (16).
2.3.3. Edad al primer parto.
Uno de los factores que afectan adversamente la economía de la ganadería tropical, es la avanzada edad al primer parto que presentan los bovinos. Las edades al primer parto reportadas para ganado de leche en condiciones del trópico americano fluctúan entre 24 a 28 meses; y para el ganado de doble propósito es de 30.8 a 50.7 meses (37). La consecuencia principal de un retrazo en la edad al primer parto, es la avanzada edad de la novilla al primer celo (37,42, 67).
2.3.4. Intervalo entre parto.
Intervalo entre parto es el periodo de tiempo que transcurre entre los partos más recientes de cada vaca del hato (59, 61, 75). Se puede dividir en dos: período de servicio o período entre el parto y la concepción, y el periodo de gestación o tiempo transcurrido desde el servicio útil hasta la fecha de parto (12,16). La frecuencia del parto en la vida de una vaca, puede afectar considerablemente su vida productiva. Un retraso en la concepción significa un intervalo mayor entre partos, reduciendo el número de crías producidas por cada animal. Se considera óptimo un intervalo entre partos de 12 a 13 meses (15, 20, 35). Este parámetro se regula principalmente por la rapidez con que la vaca vuelve a ser cubierta tras un parto determinado; ésta precocidad depende primordialmente del pronto restablecimiento de la actividad reproductiva después del parto, cuyo control es determinado por el hipotálamo, hipófisis, ovarios y las correlaciones existentes entre sus hormonas (67, 72).
2.3.5. Números de servicios por concepción
Es el promedio del número de servicios que necesitan las vacas para preñarse en un hato (16,20). Este parámetro influye en una forma directa en el período abierto y
por consiguiente en el intervalo entre partos (81).
Lograr una eficiencia reproductiva notable equivale a obtener un aprovechamiento máximo de la fase estral de celo. El ideal sería obtener una preñez como consecuencia de una cubrición, o sea una concepción del 100%. Para calificar de aceptable la eficiencia reproductiva del hato, la mayor parte de las hembras deben al primer servicio. El servicio dado a la vaca a un corto intervalo después del parto se traduce en baja fertilidad y se refleja en el número de servicios requeridos para la gestación (16).
2.3.6. Días vacíos
Se refiere al tiempo transcurrido entre el nacimiento de un ternero y el momento en que vuelve a preñarse la vaca (16,37). Este parámetro no debe exceder los 100 días, por lo que se maneja el primer servicio a los 60 días post parto (puerperio), un segundo servicio si no hay concepción a los 81 días y en un extremo, cubrición a los 102 días post parto, siendo el promedio de 81 días (15,65).
Dando como ventaja la maximización de la producción láctea diaria durante el intervalo entre nacimientos y la prolongación del período total de producción (15,65).
Para incrementar la eficiencia reproductiva es necesario esperar que se establezcan tempranamente la funcionabilidad de los ovarios y útero para que la vaca no se vuelva un problema. El retardo del inicio de la actividad ovárica puede considerarse como una estrategia postparto de la vaca para evitar, la concepción durante los períodos de estrés (42,81).
En la vaca suele presentarse el estro de los 40 a los 50 días después del parto, un
cuidadoso examen de los ovarios revela que ocurre la primera ovulación aproximadamente a los 25 o 30 días luego del parto, lo que significa que el primer crecimiento folicular y la primera ovulación se acompaña de estro silencioso es por esto que la fertilidad baja (61,81). La ausencia prolongada de celo después del parto se ve afectado por clima, alimentación, duración de la lactación, nivel de producción, tipo de ordeño, periodo de amamantamiento, edad y estado patológico de los genitales después del parto. (15, 16, 18).
2.3.7. Intervalo de aplazamiento.
Es el período de los primeros 60 días post parto, tiempo durante el cual el servicio no es conveniente aunque la vaca presente celo (18).
El período post parto constituye una etapa de gran importancia en el ciclo reproductivo. Como se mencionó con anterioridad, el servicio dado a la vaca a un corto intervalo después del parto se traduce en baja fertilidad y se refleja con el número de servicios que se requieren para obtener gestación (18, 61, 72, 81). Para que se restaure la eficiencia reproductiva se necesitan que se complete la involución uterina y se reasuma la actividad hormonal (19, 59).
2.4. Factores que afectan la eficiencia reproductiva en hatos lecheros.
Se ha observado que cerca de 90% de los ovocitos son fertilizados después de la monta o inseminación; sin embargo, una alta proporción de estas gestaciones se pierden (8). La muerte de los embriones antes del reconocimiento materno de la gestación (días 16 a 19) se considera como muerte embrionaria temprana; la que ocurre entre el reconocimiento materno de la gestación y el momento en que se ha completado la organogénesis (alrededor del día 42), se denomina muerte embrionaria tardía, y la pérdida de la gestación posterior al día 42 se llama muerte fetal (16).
La muerte embrionaria temprana contribuye con la mayor proporción de pérdidas de gestaciones (40-60%), la muerte embrionaria tardía lo hace con 10-15% y la muerte fetal con 5 a 15%. Las causas de las pérdidas de gestaciones son de naturaleza diversa y están asociadas con la alta producción de leche, el intervalo del parto a la primera ovulación, la profundidad del balance energético negativo, problemas del puerperio, momento de la inseminación, técnica de inseminación, características de la dieta, estrés calórico, infecciones uterinas y por factores genéticos (41).
2.4.1. Razas
Se conoce que las razas europeas y cebuinas (Bos indicus) difieren en sus requerimientos nutritivos y, más importante, en su respuesta o reacción a los efectos directos e indirectos del clima tropical. Los animales de razas cebuinas y los criollos, así como sus cruces, se adaptan mejor a las altas temperaturas y otras condiciones climáticas y son más eficientes para utilizar forrajes toscos de baja calidad, requiriendo menor cantidad de proteína en sus dietas. Asimismo, son altamente resistentes a la infestación de parásitos externos, principalmente garrapatas (41, 57).
Esta extraordinaria adaptación, lograda a lo largo de muchos años, se ha conseguido a costa de la productividad. Las razas lecheras especializadas europeas, en cambio, altamente sensibles a los rigores climáticos antes anotados, difícilmente pueden adaptarse a las condiciones naturales del trópico y, con mayor razón, producir tanta leche como su capacidad genética lo determina. Por esta razón, la introducción de razas puras de ganado lechero europeo de alta producción, sin el mejoramiento de la alimentación, de las condiciones sanitarias y del manejo en general y sin la modificación de la temperatura ambiental y radiación solar, tanta leche como su capacidad genética lo determina. Por esta razón, la introducción de razas puras de ganado lechero europeo de alta producción, sin el mejoramiento de la alimentación, de las condiciones sanitarias y del manejo en general y sin la modificación de la temperatura ambiental y radiación solar, principalmente, jamás podrá convertirse en una alternativa viable para las zonas tropicales. Por otra parte, si se emprende en estos cambios necesarios, se corre el riesgo de que la operación no resulte rentable, debido a las altas inversiones que pueden demandar (24).
2.4.2. Nutrición.
Independientemente del efecto de los cambios metabólicos provocados por el BEN (bance energético negativo), las dietas ofrecidas a las vacas altas productoras también pueden afectar su fertilidad. Este efecto se puede ver cuando se administran dietas con alto contenido de proteína con relación al consumo de energía (58). Las dietas con contenidos de proteína cruda de 17 a 19% llegan a ocasionar una disminución de la fertilidad; se ha demostrado que las vacas alimentadas de esta forma tienen altas concentraciones de urea y amoniaco en sangre y en los fluidos uterinos, lo cual afecta la viabilidad de los espermatozoides, óvulo y embrión (19). En condiciones de campo es frecuente la medición de las concentraciones de urea en sangre o en leche, lo que permite evaluar las dietas. Las concentraciones sanguíneas de urea mayores de 20 mg/dl se asocian con baja fertilidad. En condiciones invitro se ha observado que concentraciones equivalentes a las que tendrían las vacas consumiendo dietas altas en proteína, afectan el desarrollo embrionario, lo cual se refleja en una reducción de la proporción de embriones que llegan al estado de blastocito (42). Proveer todos los nutrimentos a las vacas altas productoras obliga a ofrecer dietas altas en energía basadas en altas proporciones de granos. Es frecuente que se presenten alteraciones
subclínicas en el pH ruminal, lo cual se ha asociado con la baja fertilidad.
Un factor de riesgo en la pérdida de gestaciones tempranas es la acidosis ruminal. Una hipótesis propuesta del mecanismo de este fenómeno consiste en que la dieta alta de granos ocasiona acidosis y una elevación de endotoxinas libres, las cuales provocan liberación de prostaglandina F2a y regresión del cuerpo lúteo (71, 63). La semilla de algodón se utiliza extensivamente en las dietas de las vacas bajo sistemas intensivos de producción. Esta semilla, además de ser una excelente fuente de energía, proteína y fibra, contiene altas concentraciones de gosipol. Esta sustancia es altamente toxica en especies monogástricas, sin embargo, el rumiante es relativamente resistente debido a que este pigmento es inactivado en el rumen. No obstante, en machos, las dietas con contenidos altos de gosipol ocasionan infertilidad. Las dietas comunes ofrecidas a las vacas lecheras (10% de la MS) provocan concentraciones de gosipol en plasma que caen dentro del margen de seguridad (5 ?ml), las cuales si pueden afectar la fertilidad., en vacas lecheras con dietas que contenían semilla de algodón con mayor contenido de gosipol, mostraron una disminución significativa de la fertilidad. Además, estudios in vitro demuestran un efecto negativo del gosipol en el desarrollo embrionario (45, 68).
2.4.3. Balance energético.
Después del parto el consumo de materia seca (MS) se necesita incrementar para cubrir la demanda de nutrimentos para la producción de leche. Sin embargo, la vaca es incapaz de consumir la materia seca necesaria para cubrir sus necesidades, por lo cual recurren a sus reservas de grasa y proteína. Las vacas lecheras después del parto caen en un balance energético negativo (BEN), lo cual significa que la suma de la energía necesaria para su propio mantenimiento y la que requieren para la producción de leche es mayor que la energía consumida, por lo que se ven obligadas a utilizar sus reservas corporales. Estas vacas llegan a su punto más bajo de balance energético negativo entre los días 10 y 20 posparto, y siguen en balance energético aproximadamente hasta el día 70 a 80 y en algunos casos (vacas de primer parto) hasta el día 100 posparto (74,91). Todas las vacas caen en balance energético negativo durante el periodo posparto y tienen la capacidad de adaptarse a esos cambios. Sin embargo, algunos animales llegan a fallar en este proceso, lo cual puede ser secundario a un bajo consumo de nutrimentos provocado por problemas de salud, periodos secos prolongados que provoquen obesidad o por complicaciones durante el parto. El balance energético negativo afecta algunos procesos reproductivos, de esta forma se ha asociado con un retraso en la primera ovulación posparto y con una disminución de las concentraciones séricas de progesterona en el segundo y tercer ciclo posparto, lo que potencialmente puede afectar la supervivencia embrionaria. Por otra parte, el balance energético negativo también afecta el desarrollo folicular y el potencial de los ovocitos para desarrollar embriones viables (89,91).
La primera ovulación posparto es uno de los parámetros que se ha correlacionado con la fertilidad. Se conoce que el periodo del parto a la primera ovulación ha aumentado en las vacas modernas. El número de ciclos previos a la primera inseminación están correlacionados positivamente con la fertilidad (87), lo cual contribuye, en parte, con la baja fertilidad del primer servicio. Por otra parte, se han observado cambios en las características de las fases lúteas de la primera ovulación en vacas altas productoras. En estudios realizados describen que es evidente que la incidencia de fases lúteas anormales es mayor en las vacas modernas que en vacas de hace 20 años (56, 70, 79).
2.4.4. Estrés oxidativo.
Las vacas lecheras altas productoras tienen un metabolismo intenso; bajo estas condiciones, aproximadamente 1-2% del oxígeno metabolizado se convierte en especies reactivas de oxigeno. Las especies reactivas de oxígeno, como los radicales libres superóxido, radicales piróxilo e hidroxilo y los oxidantes no radicales, tienen efectos dañinos al causar lipoperoxidación y en consecuencia daño al DNA y destrucción de las proteínas (69). Las especies reactivas de oxigeno son removidas por sistemas bioquímicos presentes en las células y en los fluidos extracelulares, estos mecanismos se conocen como sistemas antioxidantes. Estos sistemas incluyen moléculas como el ?caroteno y la vitamina E, las cuales actúan a nivel de la membrana celular hidrolizando peróxidos para mantener la integridad de los fosfolípidos. En este mecanismo también participan enzimas como la glutatión peroxidasa, la cual es dependiente del selenio (3,84). Esta enzima, Incremento la generación de radicales libres que puedan superar a los mecanismos antioxidantes y comprometer la función celular; este problema es más drástico cuando existe una deficiencia en el consumo de sustancias antioxidantes. La producción excesiva de radicales libres puede afectar la fertilidad debido a que los tejidos esteroidogénicos del ovario, los espermatozoides y los embriones en etapas tempranas de desarrollo, son muy sensibles al daño causado por ellos. La suplementación con antioxidantes es una forma de enfrentar el problema de la baja fertilidad y en varios estudios, en los cuales se han administrado ?caroteno o vitamina E, y selenio, se ha mejorado la fertilidad (3).
2.4.5. Manejo de la inseminación artificial
La baja eficiencia de la detección de estros limita la fertilidad global del hato. Este problema lo padecen todos los hatos de ganado lechero en todo el mundo. En trópico se detecta, en el mejor de los casos, el 60% de las vacas en estro y casos extremos en los cuales escasamente observan el 30% (44). Desde hace más de 50 años se ha aplicado el esquema de inseminación AM-PM y PM-AM, lo que significa que las vacas que presentan el estro en la mañana son inseminadas en la tarde y las de la tarde se inseminan en la mañana siguiente (88). Este esquema proporciona buenos resultados en fertilidad, siempre y cuando se cuente con una eficiente y precisa detección de estros. En condiciones deficientes en la observación de estros, no se sabe si la vaca observada en estro se encuentra en las primeras o en las últimas horas del periodo de aceptación. Si se programa la inseminación 12 h después, es probable que se realice demasiado tarde, cuando ya haya ocurrido la ovulación (93). Esta situación aumenta la probabilidad de encontrar óvulos viejos, ya que la viabilidad de estos es de 10 horas. Así, el óvulo se fertiliza pero da origen a un embrión que muere en los siguientes días (47). Este error es el más frecuente en los hatos y contribuye con la baja fertilidad, ya que mejorar la fertilidad del hato, a través de un incremento del porcentaje de concepción, es una tarea muy difícil. Una posibilidad de mejorar la fertilidad es mediante el aumento de la tasa de preñez. Es decir, con el mismo porcentaje de concepción se puede aumentar el número de vacas gestantes por ciclo, sólo aumentando el número de vacas inseminadas. El único recurso para aumentar el número de vacas inseminadas es el incremento de la eficiencia en la detección de estros. Algunos de los factores que afectan la eficiencia en la detección de estros son el poco tiempo dedicado a esta actividad, la pobre capacitación del personal, la falta de motivación y las instalaciones con pisos de cemento mal diseñado (47).
2.4.6. Alteraciones hormonales.
La función lútea se ha asociado con la baja fertilidad, algunos estudios muestran
que las vacas sub-fértiles tienen afectada la función del cuerpo lúteo. Se ha observado en las vacas altas productoras, menores concentraciones séricas de progesterona, lo cual se asocia con la baja fertilidad (62). Estudios recientes, demuestran que las vacas en lactación tienen un flujo sanguíneo hepático mayor que las vacas no lactantes, lo cual se asocia directamente con mayor capacidad hepática para metabolizar las hormonas esteroides (86). Así, altas tasas de flujo hepático determinadas por alto consumo de nutrimentos (20 a 25 Kg de materia seca al día), puede causar bajos niveles de progesterona, lo cual afecta el establecimiento y mantenimiento de la gestación. Si bien existe evidencia de un metabolismo de la progesterona más rápido en vacas en lactación, la relación de los niveles séricos de esta hormona con la fertilidad no es muy clara. En diversos estudios no se ha encontrado evidencia que la baja fertilidad este asociada con bajas concentraciones circulantes de progesterona (66). Además, los resultados de tratamientos en los cuales se ha administrado progesterona o se ha tratado de estimular la función lútea con GnRh o hCG, son contradictorios (43).Por otra parte, también se ha observado que las vacas altas productoras tienen menores concentraciones séricas de estradiol, lo que se ha asociado con una disminución en la intensidad de la conducta estral (58).
2.4.7. Genética.
Datos de Estados Unidos muestran que en este país se ha incrementado la
consanguinidad en forma dramática desde 1980, lo cual también se ha asociado con
una disminución de la fertilidad (39). Si bien en México no se cuenta con información acerca de la consanguinidad del ganado lechero, se debe recordar que la genética del ganado lechero mexicano tiene su origen principalmente en Estados Unidos. En el pasado, las características reproductivas habían sido consideradas como no heredables debido a que se asumía, en forma absoluta, que estas obedecían más a factores ambientales y menos a la expresión de los genes. En evaluaciones recientes se ha confirmado su baja heredabilidad, sin embargo, es evidente una amplia variación genética, lo que permite proponer que es posible su mejoramiento relativo a través de selección (85). Se conoce que algunos parámetros reproductivos no tradicionales como el intervalo del parto a la formación del primer cuerpo lúteo (periodo del parto a primera ovulación) tienen una heredabilidad de h2=0.13 a 0.28, considerada como moderada (23). La condición corporal tiene una heredabilidad también moderada (h2=0.2-0.3) (52), y esta variable esta asociada con el balance energético posparto y con el periodo de parto a primera ovulación. Se debe recordar que cuando las vacas caen en severos balances energéticos negativos pierden más condición corporal y tardan más en ovular (19). Además, el inicio de la actividad ovárica posparto esta correlacionado positivamente con un incremento de la fertilidad y que por cada día de retraso a la primera ovulación se ha observado un aumento de 0.24 y 0.41 días abiertos (23). Bajo estas circunstancias, ya se están incluyendo parámetros reproductivos en los criterios de selección, ya que es probable que se hayan seleccionado vacas para producciones altas descuidando su fertilidad.
2.4.8 Factores ambientales
Los factores físico-ambientales que afectan al ganado fueron definidos por Johnson et al, y corresponden a una compleja interacción de la temperatura del ambiente, humedad relativa, radiación solar, velocidad del viento, precipitación, presión atmosférica, luz ultravioleta y polvo. Para una mejor comprensión del efecto que ellos provocan sobre el ganado se presenta una breve descripción de los cuatro factores más importantes (53).
2.4.8.1. Temperatura ambiente.
Es probablemente la variable más investigada y al mismo tiempo la mas utilizada como indicador de estrés. El concepto de zona termoneutral es el resultado de investigaciones realizadas a comienzos de la década de los 70's. Esta refleja el rango de temperatura ambiente efectiva de confort para el ganado y para la cual no existe a la fecha una metodología clara que permita su estimación (55). Definió la temperatura ambiente efectiva de confort para el ganado como el estado constante de temperatura corporal, la cual puede ser mantenida sin necesidad de ajustes fisiológicos o de comportamiento. Por esta razón el promedio de la temperatura ambiente es generalmente considerado como la principal medida térmica utilizada para estimar confort animal. Así mismo, el efecto de la temperatura sobre las variables productivas también ha sido ampliamente estudiado (53). Johnson, informo de los umbrales térmicos a los cuales vacas Holstein disminuyen su producción diaria de leche (-5 °C y 21 °C). Estos valores representan límites a los cuales los animales activan mecanismos fisiológicos que les aseguran su supervivencia en desmedro de la productividad.
Un resumen de los principales efectos del frio y del calor fue presentado por Khalifa, quien expreso que si bien la temperatura ambiental es importante, por si sola no es una adecuada expresión de la respuesta animal al estrés, ya que si bien la temperatura ambiental ha sido reconocida como uno de los factores mas importantes en la productividad del ganado también se ha reconocido que esta es alterada por la acción
del viento, humedad relativa, precipitación y radiación solar entre otros factores (54).
2.4.8.2. Humedad relativa.
La humedad relativa (HR), es considerada un factor de potencial estrés en el ganado, ya que acentúa las condiciones adversas de las altas temperaturas (24). Los principales efectos de la HR están asociados con una reducción de la efectividad en la disipación de calor por sudoración y respiración (10, 76). La tasa de evaporación depende de la gradiente de presión de vapor que existe entre el animal y el medioambiente circundante, así como de la resistencia al movimiento en contra de la gradiente (83). Richards, reporto que a temperaturas superiores a los 30 °C, la HR comienza a asumir un importante rol en los procesos evaporativos. En estas condiciones, la simple gradiente de presión de vapor no es suficiente para asegurar una adecuada evaporación. Así entonces, altas HR reducen el potencial de disipación de calor tanto de la piel como del aparato respiratorio, afectando a los animales especialmente en medioambientes en los que la disipación del calor por vías evaporativas es crucial para mantener la condición homeotermica (24, 77).
2.4.8.3. Velocidad del viento.
El rol de viento en el bienestar y desempeño productivo de los animales ha sido largamente reconocido por los investigadores. El viento ayuda a reducir los efectos del estrés por calor durante el verano mejorando los procesos de disipación de calor por vías evaporativas, Cabe señalar que esta respuesta depende del estado en que se encuentra la piel del animal, es decir, seca o húmeda, ya que la transferencia de calor es mas eficiente cuando la piel esta húmeda que cuando esta seca. La importancia de la velocidad del viento fue realzada por, quienes la incluyeron como uno de los factores de ajuste del ITH (Índice temperatura-humedad relativa). Por otra parte, durante el periodo invernal el viento tiene un efecto negativo, ya que incrementa la perdida de calor. Fox y Tylutki (1988), señalaron que los requerimientos de mantención del ganado en invierno se ven negativamente afectados por el viento (32). Similares respuestas fueron encontradas por Karen y col, quienes evaluaron el balance térmico del ganado en pastoreo durante el invierno, observando modificaciones en los requerimientos de energía metabólica del ganado producto de la radiación de onda corta, temperatura ambiente, velocidad del viento, orientación del cuerpo y dirección del viento. La velocidad del viento tiene además un efecto negativo en la escala de jadeo que es una herramienta visual desarrollada para evaluar el estrés por calor en los animales (53).
2.4.8.4. Radiación solar.
La radiación solar (directa e indirecta), es considerada como uno de los factores
más importantes que afectan el balance térmico en el ganado (NRC 1981, Finch 1986, Silanikove 2000). La radiación de onda corta y onda larga tienen un fuerte impacto en la carga total de calor y en el estrés por calor en los animales (67). También se ha demostrado que la radiación solar tiene un impacto directo en la temperatura rectal y la tasa de respiración. Existen además antecedentes que indican que la radiación solar tendría un efecto en algunas concentraciones enzimáticas y minerales en el plasma. Sin embargo, la cantidad de calor radiante absorbida por un animal depende no solo de la temperatura del animal, sino también de su color y textura. Superficies oscuras irradian y absorben más calor que superficies claras a una misma condición ambiental (53).
2.5. Efectos del estrés calórico en hatos lecheros.
El estrés provocado por las altas temperaturas (estrés calórico) afecta la eficiencia reproductiva del ganado bovino en general. Sin embargo, algunas razas son mas
susceptibles que otras, lo cual depende básicamente de los mecanismos que tiene cada raza para regular su temperatura corporal en condiciones de estrés calórico (31).
Algunas razas de bovinos (Bos indicus), evolucionaron en climas cálidos, lo que les confirió tolerancia a las altas temperaturas, mientras que las que lo hicieron en climas fríos y templados (Bos taurus) son más sensibles al efecto negativo del estrés calórico. El ganado lechero es una raza altamente susceptible a las altas temperaturas, prueba de ello está en la reducción en fertilidad cuando este ganado es encuentra en climas cálidos o durante la época del año con mayor temperatura. Así, el porcentaje de concepción llega a caer de 40%, obtenido en los meses templados o fríos del año, hasta 15% durante el verano (4). Los efectos del estrés calórico en la reproducción del ganado lechero se han incrementado en los últimos años, lo que ha coincidido con el incremento en la producción de leche (92). Se ha observado que el aumento en la producción de leche se refleja en un incremento de la generación de calor metabólico. Esta generación de calor se ha asociado con el incremento del peso vivo de las vacas lecheras. De esta forma, vacas más grandes tienen un mayor aparato digestivo, lo que les permite consumir y digerir más alimento. Durante el metabolismo de los nutrimentos se genera calor, el cual contribuye con el mantenimiento de la temperatura corporal, condición favorable en climas fríos. Sin embargo, en climas cálidos el calor se debe eliminar para mantener la temperatura corporal dentro de los rangos normales. La capacidad de termorregulación de la vaca lechera es insuficiente, lo cual ocasiona un incremento de la temperatura corporal. En vacas en estrés calórico es común que la temperatura alcance valores entre 39.5 a 41°C, lo cual afecta, en primer lugar, la función celular (40). En condiciones invitro, el estrés calórico durante los días 1 al 7 después del estro afecta el desarrollo embrionario en vacas súper ovuladas. En condiciones in vitro, la exposición de los embriones a temperaturas equivalentes a la temperatura rectal de las vacas bajo estrés calórico (41 °C), disminuye la proporción de embriones que llegan a la etapa de blastocito (40). La susceptibilidad de los embriones al estrés calórico disminuye conforme los embriones avanzan en su desarrollo (28). Así, los embriones de dos células son más susceptibles que los embriones en la etapa de mórula. Independientemente de la etapa del desarrollo en que los embriones son susceptibles al estrés térmico, el resultado final es un aumento de la muerte embrionaria. Por otro lado, el estrés calórico puede afectar el mecanismo de reconocimiento materno de la gestación. Las altas temperaturas comprometen la habilidad de los embriones para producir cantidades suficientes de interferón-t (IFN-t) u otros productos celulares, necesarios para el reconocimiento materno de la gestación (73).
2.5.1. Efecto sobre los hábitos de pastoreo.
En medios térmicos elevados los bovinos tienden a reducir su producción de calor mediante anorexia voluntaria. Esta reducción del consumo de alimento como mecanismo para reducir la carga térmica se refleja consecuentemente en su conducta de pastoreo, ya que, al pastar menos, reducen tanto el consumo de alimentos (la fermentación a nivel ruminal y la digestión generan calor) así como la actividad muscular desplegada en la búsqueda de los mismos. Estos animales cambian sus hábitos de pastoreo, realizando éste en horas de la noche donde las temperaturas son más frescas. Este efecto de la radiación solar en la conducta del pastoreo sobre los bovinos es importante pues indica la necesidad de suministrar buen pasto nocturno a los animales que tienen que soportar temperaturas diurnas de 27°C o más, o suministrarles potreros con sombras
(Preferiblemente naturales de árboles) en el caso que la variación de temperatura entre el
día y la noche sea inferior a 11°C (59).
2.5.2. Efecto sobre la nutrición.
Aparte de disminuir la nutrición si disminuye el pastoreo como se explico en el punto anterior, la vaca con estrés calórico tiende a perder más saliva y minerales como sodio y potasio, además de la posible acidosis ruminal por el efecto de pérdida de saliva (38).
2.5.3. Efecto sobre el crecimiento.
Como ya se menciono las altas temperaturas ambientales disminuyen el apetito, reducen la ingestión de alimentos y horas de pastoreo por lo cual el animal se ve afectado indirectamente en cuanto a crecimiento por no cubrir sus requerimientos nutricionales. Además aunque no se ha demostrado, parece que hay una relación directa entre la temperatura rectal y la respiración con el peso del animal y la rata de crecimiento. Los becerros de los animales de origen tropical son más pequeños y con una rata de crecimiento menor que los becerros de los animales de origen templado. Pero, si estos últimos nacen en clima tropical su tamaño es más pequeño que el de sus homólogos en condiciones tropicales y su rata de crecimiento menor. Además, aparte de la disminución en la rata de crecimiento medido a través del peso vivo, también se ha encontrado una disminución en la talla (60).
2.5.4. Efecto sobre la producción láctea.
Como resultado del descenso del consumo de alimento, se afecta la producción y composición de la leche. Los rendimientos lácteos disminuyen de un 50 a un 75% a temperaturas superiores a 26,5°C con vacas Holstein y superiores a 29,5°C con vacas Jersey y Pardo Suizo. No se notan efectos negativos en vacas Brahman a temperaturas del orden de los 32°C. La temperatura crítica para el descenso en la producción láctea radica entre 21 y 26,5°C para las vacas Holstein y Jersey y entre 29.5 y 32°C para las vacas Pardo Suizo. Estos resultados fijan la temperatura óptima para el rendimiento lácteo de las razas templadas de bovinos entre 10 y 15.5°C (33). Temperaturas tan bajas como 0°C apenas tienen efectos sobre la producción láctea en tanto que temperaturas superiores a 15.5°C afectan adversamente el rendimiento lácteo (58). Además, de la disminución en la producción de leche también varia la composición de la misma. Disminuye el rendimiento en grasa y disminuye la proporción de los ácidos grasos de cadena corta, sin embargo el Palmítico y Esteárico aumentan. Los sólidos no grasos también disminuyen (53).
2.5.5. Efecto sobre la fertilidad.
La temperatura afecta la reproducción en vacas notablemente, pudiendo bajar de
75% a 10% en la eficiencia reproductiva del rebaño. La causa de mayor merma en la reproducción se debe a fallas en la implantación del embrión, ya que la vaca con stress calórico presenta vasodilatación periférica (para disipar calor) por lo cual el aporte sanguíneo a los órganos como el útero disminuye (43). Además cualquier tipo de stress determina liberación de Prostaglandinas y entre ellas la PgF2? la cual tiene efecto luteolitico y agrava más el cuadro de infertilidad. Abonado a esto, la hipertermia crónica puede disminuir el peso al nacer de los becerros, puede también prolongar el curso del parto natural lo cual puede resultar en becerros de viabilidad sub-óptima, reduce en forma notoria la tasa de concepción, disminuye la cantidad y calidad del eyaculado e incrementa la mortalidad embrionaria. Los machos también son afectados en su eficiencia reproductiva por el efecto de stress calórico. Aunque bovinos, caprinos, ovinos y bufalinos tienen mecanismos de disipar calor en el escroto, a medida que
aumenta la temperatura ambiental se ve disminuida la espermatogénesis, y aumenta el
Porcentaje de atipias y de espermatozoides muertos (42).
En algunas zonas el efecto de la temperatura produce un efecto estacional puesto que hay una disminución de la capacidad reproductiva del rebaño en cierta época del año (44).
2.6. Zona de confort o comodidad térmica
El rango de temperatura ambiental entre los 6 ºC y los 21ºC denominado zona
de confort o comodidad térmica, entendida ésta como la zona en la cual la vaca obtiene por los mecanismos termorreguladores normales, el ajuste de la temperatura interna sin gasto alguno de energía adicional (4). De hecho se podría afirmar que los bovinos
Paradójicamente, tienen mayor capacidad para soportar las temperaturas bajas que las
altas. Por la presencia de estaciones se ha estudiado la tolerancia en vacas lecheras a temperaturas menores de 5ºC. Una vaca adulta en su pico de lactancia es muy tolerante a temperaturas muy bajas de hasta -17ºC o menos, porque genera mucho calor con el nivel de metabolismo normal y con la fermentación ruminal (16).
En cambio, cuando la temperatura excede los 27ºC, aún con niveles bajos de humedad, la vaca se encuentra por fuera de la zona de confort y empieza a presentar dificultades para mantener la temperatura corporal viéndose obligada a invertir energía adicional para iniciar los mecanismos de termorregulación, sacrifi- cando su utilización en actividades productivas y reproductivas en las regiones más cálidas del planeta, comprendidas entre los 30ºC de latitud al norte y al sur de la línea ecuatorial, entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, prevalecen temperaturas, humedad y radiación solar por encima del rango de confort para la eficiente producción en el ganado bovino (20).
El ganado Cebú y sus cruces muestran mayor tolerancia al calor que el ganado europeo. Esta tolerancia no parece depender de la capacidad de sudoración sino de una menor generación de calor que es posible que se deba a su menor nivel de producción láctea, menor consumo de alimento (mayor eficiencia de conversión) y más bajo nivel de metabolismo basal (9).
La tolerancia al calor es un requisito vital para la producción ganadera bovina en el trópico. Se define como la capacidad del individuo para utilizar eficientemente la energía sin generar calor excesivo, manteniendo su productividad en niveles elevados. Se mide a través del índice de tolerancia y cuando un animal tiene 100 se considera bien adaptado a la temperatura y humedad ambiental (20).
Además, relacionado con este asunto, desde los años 60 se dispone de un Índice de Temperatura Humedad, (ITH). El aumento de cada punto en el ITH por encima de los 18 ºC significa en ganado de leche: Disminución de 0.26 kilos de leche por día, Disminución del consumo de 0.23 kilos de forraje por día, Incremento de 0.12 ºC en la temperatura corporal de la vaca. A diferencia de las características de producción y del producto que dependen de la genética Aditiva, la adaptación de un animal al medio ambiente depende de la acción poligénica (41).
Materiales y métodos
3.1. Materiales.
3.1.1. Localización geográfica.
El estudio se realizó en la hacienda "Potrero verde," ubicada en el caserío El Cedral, Cantón Miraflores, Departamento de San Miguel, El Salvador. Las coordenadas geográficas del lugar son 13º 22" latitud norte y 88º 03" longitud oeste. El propietario es el señor agrónomo Santiago Arnoldo Perla.
La explotación está localizada a 19 kilómetros al sur oriente de la ciudad de San miguel, la vía de acceso es una carretera descubierta, transitable todo el año, con una altitud aproximada de 150 msnm. El Área total de la hacienda dedicada a la explotación lechera es de 134.78 Hectáreas.
3.1.2. Condiciones climáticas.
La zona donde se realizó la investigación presenta dos estaciones bien marcadas, una seca (noviembre-abril) y una lluviosa (mayo-octubre).
Las características climáticas más importantes de cada época se describen a continuación.
3.1.3.. Duración del estudio.
El análisis de datos se realizó en un periodo de 20 semanas comprendidas del 25 de
Enero al 07 de Junio de 2010 (140 días). Durante el periodo de investigación se realizaron las siguientes actividades:
Identificación de las unidades experimentales (vacas) que cumplieron los siguientes requisitos:
Que hubiesen sido servidas dentro del periodo comprendido del 1 de enero de 2007 al 31 de diciembre de 2009.
Que las vacas incluidas no presentaran problemas reproductivos.
Estar clasificadas dentro de grupos de acuerdo al número de partos (hasta un máximo de 7 partos).
Estar clasificadas en grupos de acuerdo al nivel productivo.
Que las vacas en sus registros presentaran informes reproductivos.
Que las vacas en sus registros presentaran informes sobre producción láctea (= 1000 lbs/lactancia)
3. 2. Manejo de las vacas.
El hato se maneja en una forma semi-estabulada donde los grupos de alta y baja producción se sacan a un periodo de pastoreo libre de 5 a 8 am y de 5 p.m a 12 a.m, el resto del día permanece de forma estabulada; mientras que el grupo horro permanece en potreros (pastoreo libre) todo el día.
3.2.1. Ordeño.
Los ordeños son realizados de forma mecánica. Las vacas están condicionadas a dos ordeños, los cuales se realizan en las horas siguientes:
Primer ordeño: 2 a.m.
Segundo ordeño: 2 p.m
3.2.2. Alimentación.
La ración de alimento suministrada a las vacas es a base de ensilaje, concentrados, zacate y sales minerales. Dieta que varía de acuerdo al estado reproductivo, a los días lactantes, a la producción láctea y a la conformación física de la vaca.
Grupo | Ración |
Altas productoras | 16 lbs. de concentrado, 50 lbs. de ensilaje. |
Bajas productoras | 8 lbs. de concentrado, 50 lbs. de ensilaje. |
Horro | 6 lbs. de concentrado (maíz, Afrecho, Rastrojo), zacate. |
Recuperación | 3 lbs. de concentrado, 2 lbs. de maíz molido, 2 gr de estimulante para la digestión, �b de grasa vegetal (adicional a la ración). |
3.2.3. Tratamiento de estrés calórico.
Al grupo de altas productoras se les proporciona de 9 a 11 a.m, y de 12 a 1 pm (a libertad del animal). Mientras que al grupo de baja producción se les brinda de 9 a 10 am y de 12 a 1 pm., posteriormente pasan al ordeño (los 2 grupos), luego regresan nuevamente a los establos, para luego ir a pastoreo y los baños de estrés calórico se les proporciona en igual horario al día siguiente.
3.2.4. Reproducción.
Para ésta se utiliza principalmente la inseminación artificial con semen proveniente de toros estadounidenses y europeos puros. Existen algunas ocasiones en las cuales se hace uso de la monta natural con toros encastados de razas europeas. Las inseminaciones son realizadas por tres inseminadores y repartidas de acuerdo a la disponibilidad de tiempo de cada uno. Las revisiones veterinarias se programan cada mes.
3.2.4.1. programa de sincronización de celos.
Las vacas que por ejemplo vinieron en celo 3 o 4 días después de la primera dosis es porque ya estaban dentro del periodo diestro, por lo tanto no necesitaron segunda dosis de aplicación; pero las que no vinieron en celo, sí fue necesaria la aplicación en ellas.
3.2.5. Sanidad.
Dentro de la explotación se cuenta con un programa de sanidad el cual comprende: desparasitaciones, vitaminas, vacunaciones, pruebas de mastitis cada 15 días, pruebas de tuberculosis; esto con el propósito de prevenir cualquier tipo de patología que puedan afectar el rendimiento productivo y reproductivo del hato. Además se cuenta con productos de uso diario como: antibióticos, antiinflamatorios, sueros, entre otros.
3.2.6. Instalaciones.
3.2.6.1. Galeras.
La ganadería cuenta con 9 galeras, de las cuales 2 son utilizadas como salas de estrés calórico con un diseño de cañón, del resto, 2 galeras son con un diseño de un solo alero, 2 con un diseño de dos aleros y 3 galeras unidas con diseño de cañón.
3.2.6.2. Comederos.
Se cuentan con dos tipos de comederos, uno de ellos ubicado en la sala de ordeño del tipo americano con capacidad para alojar 24 vacas, el otro es un comedero libre el cual se encuentra ubicado a la orilla de cada galera que aloja los grupos de producción.
3.2.6.3. Bebederos.
Se cuenta con pilas ubicadas a la orilla de cada galera que aloja a los grupos de producción.
3.2.6.4. Sala de ordeño.
Está ubicada en medio de la instalación que aloja al hato completo, la sala posee un modelo tipo doble tramo, con capacidad para 24 vacas.
3.2.7. Equipo.
3.2.7.1. Ordeñadora mecánica.
Se cuenta con una maquina ordeñadora de 12 puntos de tipo línea directa, con pulsaciones eléctricas y con una bomba de vacío.
3.2.7.2. Tanque refrigerador.
Se cuenta con 2 tanques con capacidad para 5,000 y 3,500 botellas, los cuales cumplen la función de almacenar y refrigerar la leche a 2°C.
3.2.7.3. Balanza.
Se cuenta con un pesador de leche automático, el cual está conectado directamente a la ordeñadora, registrando datos una vez ordeñada la vaca.
3. 3. Métodos.
3.3.1. Origen de los datos.
Los datos utilizados en el estudio fueron obtenidos de registros de reproducción y producción láctea que existen en la explotación, con apoyo de un sistema de cómputo (programa VAMPP). Se analizaron 307 registros reproductivos, dentro de los cuales se obtuvieron 3,606 inseminaciones artificiales de vacas lactantes de la raza Holstein con intervalo al servicio mayor a 35 días posparto. Además dentro de los registros reproductivos, solo 267 contaron con información sobre producción láctea. Cada registro reproductivo contenía la siguiente información:
número de identificación de la vaca.
fecha de inseminación.
hora de inseminación.
temperatura ambiente al momento de la inseminación.
temperatura rectal al momento de la inseminación.
nombre del toro (si fuere monta natural).
nombre del inseminador.
fecha de palpación y diagnóstico médico.
fecha de nacimiento.
numero del parto.
fecha del parto inmediato anterior.
días de lactancia.
producción acumulada (kg).
intervalo entre parto, días vacios, e información general del hato.
3.3.2. Modificación de producción láctea a 305 días.
La información sobre producción láctea es ingresada cada 7 días en el sistema de cómputo (programa VAMPP), el cual registra la producción de forma acumulada (kg) durante los días en que dura la lactancia; Por lo cual fue necesario hacer modificaciones:
Las producciones lácteas acumuladas (kg) fueron transformadas a lbs.
Las producciones acumuladas (lbs) fueron ajustadas a 305 días (tiempo promedio que dura una lactancia).
Ejemplo de modificación:
4766 kg x 2.2 lbs =10,485 lbs x 1.03 = 10,799 lbs
3,392 kg x 2.2 lbs = 7,462 lbs x 1.64 = 12,238 lbs
10,799 lbs + 12,238 lbs ? = 11,518 lbs.
3.3.3. Registro y cálculo de variables climáticas.
Durante el periodo de estudio de 2007 a 2009, se obtuvieron los registros diarios de
Temperatura ambiente (°C), humedad relativa (%), radiación solar (cal/cm2), y velocidad
del viento (km/h) de la Dirección general de servicios nacionales de estudios territoriales (SNET), ubicada en la Facultad Multidisciplinaria Oriental, Universidad de El Salvador, en el km. 144 1/2 carretera el litoral, San Miguel, a menos de 6 kilómetros del hato lechero en estudio. Se calculó el índice temperatura-humedad (ITH) de acuerdo a lo establecido por Ingraham et al (49), mediante la siguiente ecuación:
La temperatura rectal en cada animal fue determinada mediante termómetros clínicos, al instante preciso de la inseminación artificial. Los demás datos (número de partos, producción de leche acumulada (kg), y registros reproductivos en general) fueron tomados de los registros del sistema de cómputo mencionados anteriormente, existentes en la hacienda. La preñez fue determinada entre 35 y 45 días post-inseminación, mediante palpación rectal. Además, se determino la tasa de concepción de acuerdo a lo establecido por Bustamante (16), mediante la siguiente ecuación:
3.3.4. Manejo y clasificación del hato.
Con el objeto de conocer el comportamiento de los animales según su nivel de producción de leche estimada a los 305 días (PL) sobre la tasa de concepción, las vacas se agruparon en tres niveles de PL: PL 1, 8500 lbs (N=99). Para evaluar el número de partos las vacas se subclasificaron en: 1 vacas de primer parto (N=52); 2 vacas con dos partos (N=49); 3 vacas de tres a cuatro partos (N=86); 4 vacas mayores o iguales a cinco partos (N=80)
3.3.5. Unidades experimentales.
Para la realización del estudio se identificaron 307 vacas, de las cuales 267 contaban
con los requisitos correspondientes mencionados en la sección (3.1.3). Según la información recopilada en sus registros, las vacas se distribuyeron de acuerdo al nivel productivo y al número de parto. Los datos del resto de vacas (N=40), no fueron considerados en el estudio debido a las restricciones.
3.4. Metodología estadística.
3.4.1. Factores en estudio.
Temperatura ambiente (°C).
Humedad relativa (%).
Índice temperatura-humedad (%).
Radiación solar (cal/cm2).
Velocidad del viento (km/h).
Temperatura rectal (°C).
Producción láctea (lbs.).
Número de partos.
3.4.2. Variables para la evaluación del estudio.
Durante el estudio se evaluaran las siguientes variables:
Tasa de concepción (%).
Temperatura rectal (ºC)
Número de servicios por concepción.
Días vacios.
3.4.3. Diseños estadísticos.
3.4.3.1. Diseño de bloques completamente al azar.
Este diseño se utilizó para las variables: Tasa de concepción, Número de servicios por concepción, días vacios, donde el total de tratamientos fueron doce (por variable)
con tres observaciones por tratamiento respectivamente. El modelo estadístico es el siguiente:
3.4.3.1.1. Distribución estadística del análisis de varianza.
Donde:
a = número de tratamientos.
b = número de bloques.
N = número total de observaciones de los tratamientos.
3.4.3.2. Diseño completamente al azar.
Este diseño se utilizó para la variable tasa de concepción, donde el total de tratamientos fueron doce, con tres observaciones por tratamiento respectivamente.
3.4.3.2.1. Distribución estadística del análisis de varianza.
Donde:
t = número de tratamientos.
n = número total de observaciones de los tratamientos
3.4.4. Pruebas estadísticas.
3.4.4.1. Prueba de Duncan para igual número de observaciones.
Esta prueba se efectuó en todas las variables y factores del estudio, para los tratamientos y bloques correspondientes. Su fórmula matemática es la siguiente:
3.4.4.2. Prueba de Correlación (r).
Esta prueba fue necesaria para medir el grado de asocio entre
dos variables (una dependiente Y, y otra independiente X), pudiendo obtenerse
un resultado positivo, negativo, o en todo caso no haber asocio, las cuales
son explicadas en un cuadro cartesiano. Su formula matemática es la siguiente:
Prueba estadística que se efectuó en los factores de estudio siguientes:
Efecto de la Temperatura ambiente (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto de la Humedad relativa (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto del Índice temperatura-humedad (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto de la Radiación solar (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto de la Velocidad del viento (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto de la Temperatura rectal (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto del índice temperatura-humedad (X) sobre la temperatura rectal (Y).
Efecto de la Producción láctea (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto del Número de partos (X) sobre la tasa de concepción (Y).
Efecto de la Producción láctea (X) sobre el N° de servicios por concepción (Y).
Efecto del Número de partos (X) sobre el N° de servicios por concepción (Y).
Efecto de la producción láctea (X) sobre el Número de días vacios (Y).
Efecto del Número de partos (X) sobre el Número de días vacios (Y).
3.4.4.3. Prueba de Regresión (b).
Esta prueba estadística se utilizó para representar el cambio ocurrido en la variable dependiente Y (cuanto aumenta o disminuye), por cada unidad de cambio que experimente la variable independiente X. Su formula matemática es la siguiente:
Prueba estadística que se efectuó en los factores de estudio siguientes:
Efecto de la Temperatura ambiente (X) sobre la tasa de concepción (Y).
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