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Guatemala: Acumulación de capital 1940-2000 (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4

"(-). Sobre la base de la producción de mercancías, en que los medios de producción son propiedad de unos cuantos particulares y en que, por tanto, el obrero manual tiene que producir mercancías aisladamente y por su cuenta o vender su fuerza de trabajo como una mercancía, por carecer de los elementos necesarios para explotarla por cuenta propia, aquella premisa solo se realiza mediante el incremento de los capitales individuales, o sea, en la medida en que los medios sociales de producción y de vida se convierten en propiedad privada de unos cuantos capitalistas. Sobre el cimiento de la producción de mercancías, solo bajo forma capitalista puede levantarse una producción en gran escala. Por eso, el régimen específicamente capitalista de producción presupone una cierta acumulación del capital en manos de los productores individuales de mercancías. Teniendo esto en cuenta, dábamos por supuesta esa premisa al estudiar el transito del artesano a la industria capitalista. Podemos dar a esta acumulación el nombre de acumulación originaria, ya que no es resultado histórico sino por el contrario, base histórica o punto de arranque de la producción específicamente capitalista. (—). Todos los métodos de potenciación de la fuerza social productiva del trabajo que brotan sobre esta base son, a la par, métodos de producción redoblada de plusvalía o producto excedente, que, es, a su vez, el elemento constitutivo de la acumulación. Son, por tanto, al mismo tiempo, métodos de producción de capital con capital, o métodos encaminados a acelerar la acumulación de este. La reversión constante de plusvalía a capital adopta la forma de un aumento de volumen del capital invertido en el proceso de producción. A su vez, este aumento funciona como base para ampliar la escala de la producción y los métodos a esta inherentes, de reforzamiento de la fuerza productiva del trabajo y de producción acelerada de la plusvalía. Así, pues, aunque el régimen de producción específicamente capitalista presuponga cierto grado de acumulación de capital, este régimen, una vez instaurado, contribuye de rechazo (rebote) a acelerar la acumulación. Por tanto, con la acumulación de capital se desarrolla el régimen específicamente capitalista de producción, y el régimen específicamente capitalista de producción impulsa la acumulación de capital. Estos dos factores económicos determinan, por la relación compleja del impulso que mutuamente se imprimen, ese cambio que se espera en la composición técnica del capital y que hace que el capital variable (el costo del trabajo) vaya reduciéndose (relativamente) (continuamente), a medida que aumenta el capital constante (el costo de la maquinaria y equipo, materias primas, tecnología e insumos).[3]

La crisis general de la economía europea en el siglo XVII

"… la economía europea atravesó una crisis general durante el siglo xvii, última fase de la transición general de la economía feudal a la economía capitalista. (…)… desde comienzos del siglo xvii, la sociedad burgeois avanzó sin encontrar grandes obstáculos."[4] Esta crisis allanó el camino al triunfo del capitalismo. ""El comercio… alcanzo su cúspide en 1590-1620… y luego decayó irremediablemente, (tuvo) una leve recuperación hasta la década de 1650 para luego permanecer estacionario hasta 1680. …

"También es evidente que la expansión de Europa atravesó una crisis. A pesar de que las bases del fabuloso sistema colonial del siglo xvii fueron echadas sobre todo después de 1650. (Barbados comenzó a exportar azúcar en 1646, Jamaica inicio sus plantaciones en 1664, Haití restableció las suyas en 1655, Martinica las comenzó ese mismo año, las exportaciones de azúcar de St Kits sobrepasaron a las de añil en 1660). (…) las revoluciones catalana, napolitana y portuguesa marcaron el momento de la crisis del Imperio español durante la década de 1640. La gran era de los recursos políticos la guerra y la administración ad hoc desapareció junto con los grandes imperios mundiales del siglo xvi: el español y el turco. La crisis para Europa que resultó relativamente inmune, le demostró que era necesario terminar con los últimos vestigios del feudalismo para poder desarrollar francamente el capitalismo.

"la conquista europea de América y de las principales rutas comerciales, no cambio fundamentalmente su estructura, porque aun las Américas exportaban más de lo que importaban.

… muchos de los requerimientos de las colonias llegaron a ser satisfechos localmente, las manufacturas españolas en expansión debieron de pagar las consecuencias.

"hasta el siglo xviii… El viejo colonialismo no se transformó en uno nuevo: se derrumbo y fue reemplazado."

"Las guerras de la conquista fueron sumamente destructoras. La opulenta ciudad de México o Tenochtitlán fue arrasada por los vencedores. La capital de los quiches en Guatemala, llamada Utatlán o Gumarcaah, pereció entre las llamas junto con sus reyes, y sus habitantes fueron reducidos a la esclavitud. No corrieron mejor suerte los documentos pertenecientes a la cultura de los indios que fueron destruidos por los primeros misioneros cristianos para obligarlos a abandonar sus viejas creencias religiosas." [5]

"…los obstáculos en el camino de la revolución industrial fueron de dos tipos… la estructura económica y social de las sociedades pre capitalistas, simplemente no le dejaban campo de acción suficiente.

Pero hay un segundo problema… aun cuando quitáramos los obstáculos del camino de la revolución industrial, ello no daría por resultado una sociedad de maquinas y de fabricas."

"la crisis del siglo xvii derivó en una considerable concentración del poder económico. (-). La economía de tipo servil se transformó entre 1760 y 1861.

"… la concentración contribuyó a incrementar la acumulación de capital… Por un lado, la industrialización requería probablemente una acumulación preliminar de capital mucho mayor que la que el siglo xvi podía obtener. Por otra parte, requería inversión en los lugares adecuados, donde aumentaran la capacidad productiva. La concentración, es decir, la creciente distribución desigual de la riqueza en los distintos países, aumenta casi automáticamente la capacidad de acumular, pero no en aquellos lugares donde la crisis provoco un empobrecimiento general.(-) Los nuevos tipos de colonia eran, hasta cierto punto mercados a captar que dependían de las reservas internas.

"… el colapso de la economía imperial española en América, comienza claramente un poco antes de la guerra de los treinta años e independientemente de ella." concluimos así que las guerras son un factor que "que complica la crisis" pero no que causa la crisis "salvo en el plano político".[6]

Debido a la abundante bibliografía existente sobre Guatemala en el periodo de 1525 a 1930, y a que la actualidad no demanda mayores especificaciones, es a partir de esta fecha que la correlación de la vida propiamente nacional con la internacional cobra mayor importancia.

Guatemala: el movimiento revolucionario de 1944

CLAUSURA DEL MODELO LIBERAL AUTORITARIO.

LA DEMOCRACIA COMO INGREDIENTE PRINCIPAL DEL NUEVO MODELO

El fin de la Segunda Guerra Mundial ofrece el espacio necesario no sólo para el "aireamiento" de las viejas ideas caducas del liberalismo autóctono, sino para el impulso de las nuevas visiones del mundo occidental. La revolución de Octubre, en 1944, replantea a la nación guatemalteca, el modelo democrático como la premisa fundamental de la organización social (impulsado por la claridad extraordinaria del pensamiento del Dr. Juan José Arévalo, quien se ubica al frente del proceso). [7]La más amplia concertación de fuerzas opositoras al régimen militar autoritario, tuvo como consecuencia la caída de Ubico, iniciándose una crisis política generalizada en junio de 1944 que se corona el 20 de octubre, cuando una insurrección militar, con amplio respaldo y participación popular, constituye a una Junta Revolucionaria de Gobierno. "Las fracciones (contrarias)… que gozaban del favor de los Estados Unidos, fueron derrotadas en las elecciones para diputados y Presidente de la República a fines de 1944. El nuevo gobierno, en funciones a partir de marzo de 1945, fue presidido por el Dr. Juan José Arévalo".[8] Para fines de la década, como producto de las divergencias crecientes de las distintas posiciones políticas, se produjo un intento de golpe de Estado por parte del entonces Jefe de las Fuerzas Armadas, Coronel Francisco Javier Arana. La insurrección fue frenada, por órdenes del Dr. Arévalo, por el Ministro de la Defensa, Teniente-coronel, Jacobo Arbenz Guzmán, quien recibió propuestas expresas del embajador de EE.UU. para derrocar a Arévalo, a cambio de cien millones de dólares. Poco después de aquella entrevista, puesta en conocimiento de Arévalo, el diplomático y su familia fueron invitados a salir del País.[9] Posteriormente, se promulgó el decreto 712 que obligaba al arrendamiento de tierras ociosas a los campesinos. En este punto comenzaron a tocarse intereses manifiestos de la oligarquía criolla y los enclaves norteamericanos. Ya en el gobierno de Jacobo Arbenz, que sucedió al de Arévalo, la promulgación de la Reforma Agraria, que buscaba terminar con el "ancién régime", la construcción de una carretera que sustituyera y complementara la transportación por ferrocarril (propiedad del enclave bananero norteamericano) y el inicio de los trabajos para la creación de una empresa, Jurún Marínalá, productora de energía eléctrica, que rompería el monopolio de la Electric Bond and Share, también propiedad de estadunidenses, enfrentó necesariamente al régimen revolucionario con tales intereses.

En el aspecto político, el desacuerdo con la posición internacional norteamericana y el estrecho asesoramiento recibido por Arbenz del Partido Comunista Guatemalteco (PGT), le llevó a distanciarse del gobierno estadunidense. Agravándose las tensiones entre ambos regímenes.

La Revolución de Octubre, como se conoce en la historia nacional, es el puente fundamental que une diferentes esfuerzos democráticos impulsados desde el Estado en el siglo XX, y que adquieren, después de 1954, cuando se interrumpe el proceso,[10] alguna continuidad en los Gobiernos de Miguel Ydígoras Fuentes(58-63), y Julio César Méndez Montenegro(66-70). No obstante, el modelo liberal autoritario, revivido y desarrollado orgánicamente a partir de l963, con una mezcla seudo keynesiana[1]se mantiene como elemento dominante hasta entrada la década de los ochenta.

A la altura histórica en que el anhelo democrático tiene lugar(1944-1954), el desarrollo de las condiciones sociales ladinas no sólo es capaz de desarrollar e impulsar las dos formas de manifestación nacional no cumplidas por el régimen liberal(libertad individual y ampliación de la propiedad privada), sino que pueden proponerse, dado el ímpetu que adquiere el desencadenamiento de fuerzas sociales largamente contenidas, metas históricas de carácter más avanzado con las cuales la democracia adquiere no sólo el contenido del desarrollo capitalista sino la posibilidad de su superación.

Podría decirse, de lo anterior, que las fuerzas sociales desencadenadas alcanzan un nivel ideológico mayor al que podría corresponder, en estrictu sensu, a sus propias relaciones productivas, donde el desarrollo capitalista, en su forma más acabada, constituye apenas una promesa[11]Podría decirse, también, que estructura y superestructura violentan su separación y, con sus necesarios vínculos, adquieren su propio desarrollo. Es entonces que se da un fenómeno en el que algunos sectores de la dirección política confunden sus propias visiones, conformadas en otros países de formación social más desarrollada, con las visiones y las expectativas del mundo ladino guatemalteco.

El límite del esfuerzo democrático, instaurado por la Revolución, está constituido no sólo por los intereses en juego contra los que atenta un proyecto tan ambicioso como el que se desarrolló en Guatemala, sino fundamentalmente por las contradicciones generadas por anticipado entre las nuevas fuerzas productivas y sus relaciones de producción. Otras formas de contemplar este proceso corresponden, en buena medida, a un anecdotario muy rico pero limitado y a una lucha ideológica de los grupos en que comienza a dividirse el mundo ladino guatemalteco, hasta entonces granítico, y que van dando lugar a esquemas de clase ortodoxos más definidos. La misma dinámica que moldea y completa el proceso de ladinización se encarga de fragmentarlo en el instante mismo en que éste alcanza su grado mayor de maduración. El proceso de descomposición del mundo ladino y su recomposición en clases de carácter más definido, no ocurre, como ninguna de las manifestaciones sociales relevantes, de un día para otro; va adaptándose a lo nuevo sin destruir totalmente lo viejo en un discurrir que adquiere las connotaciones específicas de lo nacional, de lo propio, de lo interno.

La idea de Nación, después de la posguerra, incluye por primera vez a la sociedad y a los mundos indígenas pero les pide occidentalizarse, cambiar sus relaciones comunitarias por relaciones de clase. Incluye también a los conservadores ligados a la tierra pero les pide capitalizar sus relaciones productivas, desplazar sus características extensivas por las de uso intensivo de capital. Coloca como hegemónicas de su proyecto a las fuerzas modernas empresariales, todavía en gestación.

EL PROLETARIADO AGRÍCOLA

Una de sus manifestaciones está dada por la existencia de un proletariado agrícola importante y superior, numéricamente, al que genera el incipiente desarrollo industrial. Este proletariado agrícola comienza a manifestarse con el desarrollo de los enclaves norteamericanos, iniciados con el cultivo del banano. Posteriormente, este proletariado se amplia, con el auge de los cultivos algodoneros y las plantaciones azucareras. Así también con la inscripción de algunas unidades agrícolas cafetaleras en el patrón de acumulación abierto por el periodo revolucionario.

Las características de este proletariado agrícola son su ocupación estacional en las plantaciones, mediante contrataciones salariales, y su apego a la tierra, a la cual permanece vinculado mediante formas de economía campesina, que a diferencia del modelo indígena campesino, de carácter comunitario, se erige fundamentalmente sobre bases familiares. A este proletariado corresponde, en el otro extremo, una burguesía empresarial agrícola de corte tradicional y ligada o formada, en su caso, con intereses externos.

Para dar una idea del significado de la tenencia de la tierra en Guatemala, consignamos datos del censo agropecuario realizado en abril de 1964(Véase cuadro1 infra, que registra un total de 371 mil fincas agropecuarias, con un total de más de 4 millones de manzanas. El 65% de dichas fincas con el 90% de superficie, permanecía como propiedad privada. El otro 35% de la tenencia, con el 10% de la superficie, se encontraba, básicamente, en áreas comunales y de colonato. Las difíciles condiciones de cultivo en las pequeñas propiedades y en las tierras comunales, que dedican casi un 15% de total a los diferentes cultivos de temporal conocidos, como el maíz, el fríjol y el arroz, principalmente. De otro lado, se presenta la agricultura del tipo empresarial con carácter permanente debido a las seguridades de irrigación, inversión, tecnología y mercados, donde predominan la caña de azúcar, el algodón, el trigo, etc., que ocupa el 9.3% de la tierra disponible, correspondiendo el 7.3 a las grandes concentraciones de propiedad. El café, dados los mecanismos de intermediación a que es sometido en el propio campo y a su carácter tradicional diseminado, entre otras razones, se encuentra en ambos sistemas (empresarial y campesino).

Cuadro 1. GUATEMALA: Tenencia de la tierra en Porcientos (Total fincas agropecuarias: 371 000, en 4 millones de manzanas).

CONCEPTO%

TOTAL

% DE LA TIERRA EN PROPIEDAD PRIVADA

% DE LA TIERRA EN PROPIEDAD COMUNAL

No. De Fincas

100%

65%

35%

Superficie

100%

90%

10%

Superficie dedicada a cultivos Básicos

N D

1.5%

Superficie dedicada a la Agricultura Empresarial

7.3

2.0

Fuente: Dirección General de Estadística. Censo agropecuario 1964.

Al interior del País la estructura productiva ofrece diferencias básicas con su estructura de intercambio: El cuadro 2 permite apreciar, para 1947/49, la menor significación relativa de los bananos y el café en la composición del producto nacional frente a otros cultivos agrícolas y actividades pecuarias: El maíz aparece con una importancia relativa mayor (13.5%), lo mismo que la cría de ganado (10.58%), frente al café (7.8%) y el banano (5.4%). Otras actividades agrícolas aparecen, en conjunto, con la mayor significación (15.6%). La producción de maíz y fríjol aparecen como la clásica economía campesina de subsistencia, cuyo estudio e investigación en el caso mexicano ha contribuido a su comprensión.[12]

Las diferencias sustanciales con el modo de economía campesina observado en México y el desarrollado en Guatemala, radican en que en tanto en México tiene una marcada connotación familiar, en Guatemala representa, además, características comunales y se encuentra asociada fuertemente a la etnia indígena. Tal vez por eso mismo las categorías excedentarias y transicionales son más débiles que las de infrasubsistencia y subsistencia en relación con la tipología de Shejtman para México.[13]

Hasta la asunción revolucionaria al poder en 1944, y debido a la liberación de la fuerza de trabajo, la producción campesina se realizaba bajo las formas de colonato, de propiedad comunal, de pequeña propiedad y sustancialmente de aparcería; es decir que para que el indígena pudiera producir sus cultivos de subsistencia debía trabajar durante un tiempo o en una parcela de tierra específica, para el patrón de la finca. La adaptación mañosa del finquero a la nueva forma de presentación de la fuerza de trabajo, le lleva a privilegiar la contratación estacional(o enganche) forma bajo la cual "paga" salario a la fuerza de trabajo, consistente en bienes de consumo, como maíz y fríjol, que, de todas formas son producidas por el campesino. Esta es una explicación de por qué no se encuentran, significativamente, campesinos excedentarios indígenas, puesto que su excedente es apropiado por el empresario agrícola, favorecido fundamentalmente por la estructura de tenencia de la tierra y las formas y relaciones de producción. Explica también la manera como en la propiedad privada, sin mayores inversiones, se producen el diferencial de alimentos básicos (que no aparecen en el cuadro), producidos en el país. [14]

Cuadro 2. GUATEMALA: Estimación del Producto Nacional Bruto en 1947/49.(1 quetzal=1 dólar)

Origen

Millones de

Quetzales

Porcentaje

del Total

AGRICULTURA

189.8

56.7

Maíz

45.0

13.5

Café

26.1

7.8

Banano

18.2

5.4

Frijol

12.4

3.7

Ganado

35.1

10.5

Pesca

0.8

0.2

Otros

52.2

15.6

MANUFACTURA

Y MINERÍA

46.3

13.8

Alimentos

16.0

4.8

Tejidos

8.7

2.6

Aserraderos

4.2

1.2

Otros

17.4

5.2

INDUSTRIA

DE LA CONSTRUCCIÓN

4.2

1.3

SERVICIOS

61.1

18.2

Comercio

23.5

7.0

Transporte

11.0

3.3

Vivienda

17.5

5.2

Otros

9.1

2.7

SECTOR

GOBIERNO

33.0

10.0

Gobierno Nacional.

30.4

9.1

Municipios

3.2

0.9

TOTAL PNB

335.0

100.0

FUENTE: Id cuadro 1, p 39.

Cuadro 3. GUATEMALA: Estructura porcentual del número de fincas y superficie según formas simples de tenencia de la tierra, por tamaño.

TAMAÑO PORCENTAJE

NÚMERO

SUPERFICIE

(Hasta 2 manzanas)

(46.0)

(3.9))

Hasta 2 a menos de 32 manzana

96.4

31.8

De 32 a menos de 64 manzanas

1.5

5.8

De 1 caballería a 200 y más

2.1

60.4

Total

100.0

100.0

Fuente: Id cuadro anterior.

Cuadro 3A. GUATEMALA: Uso de la tierra.

Estructura porcentual (Superficie: 4 926 755 manzanas).

USO DE LA TIERRA

TEMPORAL

PERMANENTE

SUMA

Pastizales

1.0

29.4

30.4

CULTIVOS

19.6

9.3

28.9

(Maíz, frijol, arroz, café)

(14.9)

(2.0)

(16.9)

(Azúcar, café algodón trigo

(4.7)

(7.3)

(12.0)

Bosques y montes

——–

23.4

23.4

Tierras en descanso

12.2

——-

12.2

Siniestramiento

1.0

——-

1.0

Otros

——-

4.1

4.1

TOTAL

33.8

66.2

100.0

Fuente: Ibídem

Por las condiciones anteriores, el proletariado industrial en Guatemala, su número y la calidad de tales, aparecen muy débilmente constituidos durante el régimen revolucionario. La carencia de una información precisa y la debilidad de la existente, sólo permiten el señalamiento de los rangos en los que se ha movido. Los datos del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS),[15] recogen un promedio de 24 000 trabajadores industriales en el periodo revolucionario. El empleo no agrícola durante los primeros años de la revolución-1948 a 1951-, alcanzó un número cercano a los 37 mil trabajadores (cuadro 4). La industria manufacturera registra un nivel de empleo de más de 20 mil trabajadores; el transporte alrededor de los 8 mil; el comercio va de los 4 500 a 5 000; los servicios, entre 3 500 y 4 000 y la electricidad no alcanza los mil trabajadores. Debido a que el cómputo corresponde a la afiliación del Seguro Social, inaugurado con el régimen revolucionario, y al que se evadía con frecuencia, los números consignados no expresan las cantidades exactas de trabajadores pero sí permite establecer el rango en el que se movía el empleo.

Las categorías más importantes del modelo democrático implementado estuvieron dadas por la libertad de la fuerza de trabajo y el conjunto de leyes y regulaciones de tipo social que garantizaban y protegían el ejercicio de esa libertad, así como por la plena vigencia de la propiedad privada, cuyas modalidades la enfrentaron a las antiguas formas de latifundio.

Cuadro 4. GUATEMALA: EMPLEO NO AGRÍCOLA

Número de

trabajadores

No. de Esta-

Tipo años

1948

1949

1950*

1951**

blecimiento

TOTAL

37 198

37 135

37 588

36 792

1 086***

Ind. Manufac

19 926

20 047

20 548

19 606

557

Electr. y agua

787

775

726

832

6

Comercio°

4 492

4 800

4 871

4 914

245

Trans y comunicación

8 040

7 650

7 788

7 940

94

Servicios

3 953

3 864

3 655

184

* sept. 1950. ** Feb. 1951. *** sep. 1949. Incluye banca y seguros

Fuente: Banco de Guatemala, Boletín del Banco de Guatemala, Centroamérica, 1951, p 36.

El conjunto de relaciones sociales productivas que generó la revolución y que en determinado momento fueron liberadas por ésta, señaló el principio del fin de formas de producción y acumulación de tipo predominantemente extensivo, que no sólo no disminuyeron la importancia del cultivo del café sino concomitantemente, la de los grupos oligarcas que lo manejaban. Tampoco significó el total desplazamiento de ese cultivo, que conservó niveles altos de exportación, ni la anulación política y económica de los cafetaleros. Su significado concreto fue la ampliación del espectro de los grupos dominantes y la modernización y diversificación de las formas productivas.

La no consideración de estos hechos fundamentales deformó la visión histórica de algunos de los grupos radicalizados de la clase media que accedió al poder político y que consideraron acabada la antigua hegemonía del poder económico, social y político local. Estos errores de "dirección" no sólo no midieron el potencial de las fuerzas a las que se enfrentaban sino que tampoco indagaron en las expectativas concretas de la masa popular, en sus aspiraciones y nivel de desarrollo.

Acumulación

De otro lado, los cálculos de la formación de capital fijo en los años anteriores e iniciales del movimiento revolucionario del 44, revelan los cambios sociales en la producción y en las formas de acumulación a los que nos hemos venido refiriendo. Puede notarse (Cuadro 5) el dinamismo de su crecimiento a nivel global y los importantes cambios de su estructura.

La construcción, que mantiene un importante crecimiento absoluto desde 1942/43 observa, a pesar de ello, un decrecimiento en su participación relativa, ya que de representar el 33.3% del total al inicio del periodo, disminuyó en alrededor de 13 puntos en el último año observado. Esto sugiere una mayor utilización relativa del capital propiamente productivo en favor de actividades económicas más dinámicas. La formación de capital agrícola, a pesar de su importante crecimiento, observa también, al igual que la construcción, una disminución sustancial en su participación relativa, que le lleva de representar el 40.6% en 1942/43 a significar una cuarta parte del total de la acumulación, aproximadamente, al final del periodo.

Cuadro 5. GUATEMALA: CÁLCULOS APROXIMADOS DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL PRIVADO. 1943/44 A 1948/49.(En millones de quetzales de cada año).

Año FISCAL

ACUMULA-CIÓN DE CAPITAL PRIVADO

CONSTRUC-CIÓN

%

FORMACIÓN DE CAPITAL AGRÍCOLA

%

MAQUINA-RIA

%

1942/43

3.200

1.065

33.3

1.300

40.6

.730

22.8

1943/44

4.240

1.335

31.5

1.755

41.4

2.150

27.1

1944/45

7.300

2.155

29.5

2.835

38.8

2.319

31.6

1945/46

12.260

3.480

28.4

4.580

37.4

4.200

34.3

1946/47

14.860

3.835

25.8

5.045

33.9

6.000

40.4

1947/48

17.800

3.625

20.4

4.775

26.8

9.400

52.8

FUENTE: Adler, John H., Schlesinger, Eugene R., y Olson, Ernst C., "Las Finanzas Públicas y el Desarrollo Económico de Guatemala". FCE, México, 1952, p 329.

A pesar de no contar con información suficiente del Producto Nacional Bruto de los primeros años de la revolución, el cálculo de la tasa de acumulación de capital como porcentaje de ese producto (Cuadro 6), permite detectar un elevado dinamismo a partir del periodo revolucionario, con relación a los años anteriores. La tasa así calculada registra incrementos de más del doble en la última fase del periodo, variando desde 1.8 hasta 5.3 a precios corrientes de cada año y de 1.6 a 4.6 en constantes.[16] Estos elementos sugieren el cambio del patrón acumulativo y la modernización del aparato productivo asociado a la formación de fuerzas sociales productivas nuevas que se incuban desde antes del cambio revolucionario al cual propician. Esta modificación en el modelo político de dominio incide, a su vez, en la liberación y legitimación de esas fuerzas sociales nuevas que van a conformar posteriormente un proletariado en expansión y una naciente burguesía en ascenso. El mismo modelo, que en el ámbito político es altamente revolucionario, no destruye de tajo la formación social anterior, no sólo porque no tiene capacidad para hacerlo sino porque tampoco el nivel de desarrollo de las fuerzas sociales lo permite. Al cambio en el esquema de dominio no corresponde necesariamente un cambio violento en el patrón acumulativo.

Cuadro 6. GUATEMALA. Tasa de acumulación de capital como % del Producto Nacional Bruto. 1942/43 a 1947/48.

Año Fiscal

Precios corrientes

Precios constantesa

1942/43

1.8

1,6

1943/44

1944/45

1945/46

5.1

4.1

1946/47

1947/48

5.3

4.6

Fuente: Id cuadro anterior.

a)año base: 1937/38

El final del periodo revolucionario

En las condiciones en que Guatemala emerge de largos periodos dictatoriales, en un escenario mundial en que, después de la segunda guerra, el capitalismo se encuentra fuertemente apuntalado y con la hegemonía indiscutida de los EE.UU., el surgimiento de las libertades democráticas son no sólo la amplia vía para un proceso capitalista sino también la posibilidad anticipada de su negación. En ese sentido se da el acontecer histórico de los sucesos más importantes de ese periodo, que se interrumpe en 1954. Dicho devenir se epiloga con la intervención abierta, reconocida por el Departamento de Estado Norteamericano y los enclaves económicos existentes en el País.

Lo que no se conoce suficientemente es el comportamiento de la población, su actuación, y, en definitiva, los elementos sociales endógenos que posibilitaron la caída del gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán en el año mencionado.

Sabemos(y ha sido parte de la lucha política más importante desarrollada por las fuerzas democráticas denunciarlo), que un movimiento armado entrenado y subvencionado externamente, comandado por el Coronel Carlos Castillo Armas, y autodenominado "Movimiento de Liberación Nacional", penetró por el oriente del País desde territorio hondureño, tuvo algunas escaramuzas con el Ejército "Revolucionario", el que finalmente, para "evitar un inútil derramamiento de sangre", decidió pedir la renuncia del coronel Jacobo Arbenz Guzmán y formar un triunvirato de transición, para entregar finalmente el mando del gobierno al movimiento invasor [17]

Por condiciones de la disputa ideológica no se han investigado suficientemente los elementos internos que dieron posibilidades al triunfo contrarrevolucionario. En ese sentido, algunos de ellos que asumen características "nacionales", jugaron papel determinante y fueron utilizados hábilmente por los dirigentes del ejército invasor: A la nacionalidad comenzada a ser construida desde la reforma liberal, y basada sobre un creciente sector ladino, que se amplió con el proceso revolucionario de 1944, le fueron añadidos elementos claves de identidad en su desarrollo. Estos elementos son favorecidos por el contenido social de la revolución de octubre. Se trata de la consolidación de la familia como base fundamental de la estructura social de País y de los valores morales, religiosos y cívicos que se dan a partir de ella. Nunca antes como en el periodo de referencia aparece una consolidación ideológica tan clara de la iglesia católica en las capas populares ladinas (recuérdese que, en las etapas anteriores, la iglesia católica había sentado sus reales principalmente en los criollos y en las comunidades indígenas). Al igual que en México con la Virgen de Guadalupe, el sincretismo religiónnacionalidad toma cuerpo en la imagen negra del Cristo de Esquipulas.

Así también, como valor social, la consolidación de la propiedad privada y el acceso a ella (que, paradójicamente, desarrolla la promulgación del Decreto 900, Ley de Reforma Agraria en el campo) y que, en la mayoría de los casos de la ciudad, se reduce a la posibilidad de poseer casa-habitación) ya sea realmente o como expectativa futura, genera el principio ideológico de su defensa.

Sobre estos elementos, fundamentalmente, actuó la campaña ideológica desarrollada por los voceros de "la liberación", así como la propaganda mantenida desde el exterior. Se convenció a grandes núcleos de población de que el comunismo arrebataría sus propiedades a todos por igual, que a las familias les serían quitados sus hijos y enviados a la Unión Soviética y se nombró Capitán General del Ejército "Liberacionista" al Cristo de Esquipulas, significando con ello la más profunda convicción de lucha "contra el comunismo ateo".

Por si fuera poco, la búsqueda de lo nacional, que había sufrido durante largo tiempo la escisión de la unidad Centroamericana y que tenía parte de su territorio (Belice) sujeto a la dominación inglesa, necesitaba de líderes carismáticos, populares, que afianzaran su identidad; ante el derrumbe del "soldado del pueblo", como era llamado el coronel Jacobo Arbenz, encontraron en el nuevo jefe "libertador" parte de las nuevas formas que asumía su identidad nacional tan necesitada de héroes. Así fue que los titubeos y la incapacidad del gobierno de organizar a sectores populares para la defensa de la Revolución[18]permitió que irrumpiera y se manifestara la adhesión que con carácter popular dio su bienvenida en cada una de las regiones "liberadas" y, finalmente, en la capital de la República, al contrarrevolucionario Castillo Armas.[19]

El paso del caudillo fue efímero, siendo eliminado físicamente después de un periodo de intrigas palaciegas.[20] Su cuerpo expuesto al pueblo en Palacio Nacional, fue objeto de veneración por interminables filas de hombres y mujeres, la gran masa ladina,[21] que derramaba inconsolables lágrimas.

Con la muerte de Castillo Armas, accedió a la presidencia provisionalmente, mientras se convocaba a la elección del nuevo presidente, el vicepresidente Luis Arturo González López.

Casi con la misma espontaneidad con la que Castillo Armas fue aclamado y venerado, fue olvidado. La búsqueda continuaba.

Esta forma nacional de comportamiento encuentra una explicación al nivel del análisis de clase, en las expectativas ofrecidas por la revolución hacia una naciente clase burguesa, que busca consolidarse y que comienza a ejercer un dominio ideológico de las masas. Sus expectativas encuentran el asidero principal en la liberación de la mano de obra y en la formulación de una reforma agraria que busca crear, a su vez, cierta dinámica para un mercado interno. Esto significaba un cambio tecnológico en las formas de producción que sustituyera el uso extensivo de la tierra y la fuerza de trabajo, para su uso intensivo capitalista. Así también el que pudiera aflorar una pequeña burguesía capaz de transformar los anteriores trabajos, con métodos de producción artesanal, en pequeñas empresas; así como difundir el comercio y los servicios. La vía ancha hacia las formas de producción y acumulación capitalista, abierta por el proceso revolucionario entró en contradicción, desde la perspectiva empresarial, con el alto grado de organización social y de libertades democráticas que se promovían desde la dirigencia del gobierno. En el centro de las contradicciones surgidas, estuvo constituido el fantasma del comunismo, fantasma que logró asustar no sólo a las clases emergentes sino también, por su subordinación ideológica, al conjunto de la población ladina. Haber perdido la batalla ideológica en el interior del País significó perderla también en el exterior, desde donde se formalizó el aparato de la intervención. Esta es la interioridad de un proceso social del cual aquí apenas se propone una línea más total de comprensión.

  • INCREMENTO DEL PROCESO DE ACUMULACION RELACIONADO CON EL DOMINIO POLITICO

Las estadísticas de la actividad económica, recogen el nuevo periodo inaugurado con el régimen castillo-armista con una dinámica de crecimiento mayor. Esta se refleja no sólo en las tasas de crecimiento de la economía, sino en la diversificación de las actividades agropecuarias y en una incipiente industrialización.

Las características resumidas de las variables introducidas por la autollamada "liberación", jefaturada por Castillo Armas, en el modelo de desarrollo alcanzado durante la revolución, son las siguientes:

i) Liberalización de la fuerza de trabajo en el sentido clásico en que ésta se libera, es decir, ejerciendo su capacidad de contratación en el mercado de trabajo pero sin las garantías políticas alcanzadas en la fase anterior y con estancamiento de las sociales, lo que favorece, junto a otras medidas, un aumento en la tasa de acumulación y crecimiento del modelo;

ii) armonía entre las formas del dominio político, la gestión pública y el proceso de acumulación, lo que da por resultado que las nuevas actividades, de carácter industrial, sean complementarias a la explotación tradicional de la tierra.

iii) Estancamiento relativo del proceso de industrialización respecto del crecimiento de la producción agrícola. No obstante, leve incremento, en términos absolutos, del proceso de industrialización con respecto a los diez años anteriores.

iv) el régimen de Castillo Armas fue el resultado final de una campaña fuertemente llevada por la guerra fría a nivel mundial y que encontró condiciones suficientes en el medio nacional para dar fin, mediante una invasión armada, al proceso revolucionario inaugurado en 1944. Sin embargo, el proceso social de capitalización fue continuado. Lo que cambió sensiblemente fue el modelo político de dominación. Este se adaptó al contexto ideológico de las clases dominantes y satisfizo las aspiraciones inmediatas de los grupos industriales emergentes resolviendo, al mismo tiempo, las "trabas" con que habían tropezado los tradicionales grupos agroexportadores. El desarrollo de este modelo de dominación se basó en el control de la fuerza de trabajo y la garantía de realización al capital en su tasa de ganancia y acumulación.

Cuadro 7. GUATEMALA: Tasas de Crecimiento de las variables que se indican. 1950-1976.(Precios de 1975).

Periodos

Producto Geográfico Bruto

Consumo

Inversión

1950-1954

2.2

3.2

4.9

1955-1959

6.1

6.0

5.3

1960-1964

5.3

5.0

10.1

1965-1969

6.1

4.8

2.7

1970-1976

6.0

5.1

9.6

1950-1959

3.9

3.8

4.7

1960-1969

5.5

4.7

6.0

1955-1974

6.4

5.1

9.8

1950-1976

4.9

4.4

6.0

Fuente: Banco de Guatemala. Dirección General de Estadística. Guatemala, Centroamérica.

Si medimos la tasa de crecimiento del PIB de 1950 a 1976, su tasa más baja (2.2) se registra en los primeros cuatro años, que se corresponden con el gobierno de Jacobo Arbenz. Incluso, entre 1952 y 1954 se produce una tasa negativa (de -2.4), a precios corrientes, en la acumulación de capital. De 1950 a 1976, la tasa de crecimiento registrada es del 6% anual promedio. Los indicadores del consumo y la inversión para el periodo de 1950-54(3.2 y 4.9, respectivamente), resultan también significativamente bajos frente al 5.5% de crecimiento promedio anual del consumo en los siguientes 20 años y el 10% promedio anual de la inversión Esto revela también las características básicas de un proceso de concentración de capital que también implica, dialécticamente, otro de marginación creciente.

De acuerdo con lo expuesto, el periodo que va de 1944 a 1954, puede ser entendido como un periodo de transición, de una economía predominantemente agraria, a otra en proceso de industrialización. Lo que sugieren las tasas de crecimiento, lo confirman la composición porcentual del valor de las exportaciones (Cuadro 8) que en el periodo 1950-76 ven decrecer la importancia de los productos tradicionales desde un 90% hasta un 63% en la integración de las exportaciones. Este decrecimiento se compensa con la participación de productos no tradicionales (de carácter industrial), que de constituir alrededor de un 10% en el último periodo del gobierno revolucionario, se incrementan hasta un 37% al final del periodo mencionado.

Al interior de la estructura de los productos tradicionales es muy significativo el comportamiento del peso porcentual del café que, habiéndose mantenido en 78.4% en 1950 y 76.5% en 1955, observa una caída hasta 25.6% en 1975, respecto del total de las exportaciones. Es significativo también que productos agrícolas y pecuarios como el algodón, el azúcar (con características industriales) y la carne, que no figuraban en las exportaciones de antes de 1955, alcanzan niveles importantes al final del último periodo señalado, constituyendo entre los tres un peso ligeramente mayor al del café. Comentario especial merece el banano, ya que, aunque no era muy importante dentro de las exportaciones en 1950(11.3%), se vio reducido a casi la mitad al final del periodo de análisis y, sin embargo es el producto que peyorativamente identifica al País y al resto de Centroamérica, como Repúblicas bananeras.

Cuadro 8. GUATEMALA: Composición porcentual del valor de las exportaciones.

Producto

1950

1955

1960

1965

1970

1975

1976

Total

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

Tradición

89.7

90.5

84.4

74.0

57.0

63.1

62.8

Café

78.4

76.5

64.2

48.8

33.8

25.6

30.5

Algodón

4.5

5.0

18.0

8.9

11.5

10.5

Banano

11.3

9.5

14.9

2.6

6.9

5.4

5.2

Carne

0.2

2.4

4.3

2.6

2.6

Azúcar

0.1

2.2

3.1

18.0

14.0

No trad.

10.3

9.5

15.6

26.0

43.0

36.9

37.2

Fuente: Banco de Guatemala. Dirección General de Estadística. Guatemala, Centroamérica.

EL COMERCIO EXTERIOR

De 1955 a 1959 se acentúan las tendencias observadas durante el gobierno de Jacobo Arbenz en cuanto a los orígenes de las importaciones. EE.UU. decrece su participación de 64.1% del total en 1955 a 55% en 1959. El resto de Centroamérica sigue pesando muy poco (2.3% en 1959). Alemania experimenta una fuerte recuperación, situándose del 7.1% al 10.1% al final del periodo. México presenta un declive desde el 5.5% a sólo el 2.4%. El tamaño de "otros" sugiere la tendencia creciente en la diversificación de las fuentes de abastecimiento externo del País, que no obstante resulta todavía significativamente dependiente de los productos norteamericanos y sus redes de comercialización y financiamiento.

En cuanto a las exportaciones (Cuadro 9), es de notarse que la reducción del mercado estadunidense es significativa, manteniendo la tendencia decreciente, que le hace disminuir 20.2% respecto del total, ya que de representar el 74.1 en 1955 desciende al 53.9% en 1960. Alemania absorbe 16.6% más en igual periodo, yendo de 3.2% a 19.8%. Las exportaciones hacia Centroamérica (en el mismo periodo) se mueven levemente (de 1.7 a 4.3 puntos porcentuales. "Otros" y Resto del mundo absorben poco más del 20% promedio para los años de referencia.

Cuadro 9. GUATEMALA: Destino de las exportaciones por principales países (Total en millones de quetzales y %)

AÑOS DESTINO

TOTAL %

EE.UU.

MCCA

ALEMANIA

RESTO DEL MUNDO

1955 1960

98.5 100.0 116.2 100.0

74.1% 53.9%

1.7% 4.3%

3.2% 19.8%

21.0% 22.0%

Fuente: Elaboraciones del autor con datos de la Dirección General de Estadística y Banco de Guatemala, Boletines estadísticos correspondientes. SIECA: El Sector Externo de la Economía Guatemalteca 1950-1976, Guatemala, Centroamérica, 1978, cuadro 10.

1957-1960: acumulación y reacomodo de fuerzas políticas y sociales

Nos hemos referido ya, y podría repetirse acá lo anotado para dar una idea del significado de la tenencia de la tierra en Guatemala. En ese contexto, al final de la década de los cincuenta, las formas y el contenido de las aspiraciones populares en torno a la integración centroamericana sirven de base nacional desde la cual dar cabida a las nuevas formas del proceso de acumulación y al avance de un deliberado desarrollo industrial cuya dinámica se manifiesta en el Mercado Común Centroamericano (MCCA).

Lo que interesa resaltar es que el surgimiento del MCCA no corresponde de manera lineal y mecánica a las formas de internacionalización del capital y a las ligas que éste establece con la naciente burguesía local y los grupos agroexportadores, sino que se imbrica también dentro de un proceso expectacional más amplio de las masas centroamericanas, que le dan contenido. En otras palabras, el nuevo modelo, a través del mercado común centroamericano, con todo y que no busca resolver los problemas de las amplias capas populares, si puede dar salida a los propios problemas de acumulación y crecimiento hegemónicos y ser utilizado por la creciente internacionalización del capital por las expectativas que crea en los pueblos centroamericanos, respecto de una unificación largamente anhelada. Es por ello que los gobiernos de la zona no encuentran mayores impedimentos para lograr los necesarios acuerdos de integración de sus economías ya que no pueden oponérsele banderas de carácter popular, que tengan vigencia ideológica, para detener a las formas de acumulación que, en el discurso, buscan reintegrar a las Repúblicas centroamericanas. El destino del MCCA está ligado al destino mismo de Centroamérica, donde la interdependencia de los cinco países núcleo es cada vez mayor y se origina en la política. Es a partir de 1959-60 que se tomaron las medidas necesarias para su implementación [22]Destacan: La adopción de un arancel común para casi todos los artículos importados desde terceros países; el libre comercio para casi todos los productos generados en la región; el avance sustancial en el desarrollo de la infraestructura física que viabilizaría el intercambio comercial y el establecimiento de los mecanismos monetarios y cambiarios para facilitar los pagos en monedas locales, compensando solamente en divisas los saldos de comercio. Así también, la adopción de un conjunto mínimo de instrumentos de fomento industrial.

En ese sentido, consideramos que, independientemente de los altibajos que ha enfrentado el MCCA, tiene perspectivas porque encuentra fundamentos en un proyecto nacional de integración largo tiempo acariciado y por un modelo de desarrollo que lo necesita. Es esta convergencia indispensable ya en la actualidad para la consecución de un modelo político exitoso.

EL PERFIL ECONOMICO-SOCIAL DEL NUEVO RÉGIMEN

Uno de los efectos producidos por el nuevo modelo en ciernes, lo constituye la dinámica empresarial mostrada por los patronos formalmente inscritos en el Seguro Social de Guatemala: en 1960, ascendían a 7 202, habiéndose duplicado en los 10 años siguientes, a un ritmo medio anual de 7.5%.

Cuadro No 10. GUATEMALA: Patrones inscritos en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Total y tasas de crecimiento medio anual.

AÑOS

1960

1969

Tasas de Crecimiento 1969/1960

TOTAL

7 202

13 862

7.5

Fundamentando, respaldando y articulando al régimen por el cual se expresa, aparece el Estado. Este, no sólo consiste en el conjunto de instituciones concretas que formula la sociedad civil, sino que constituye la hegemonía del pensamiento predominante en ella, así como la reproducción y difusión del proyecto hegemónico. El campo de la llamada superestructura.

Para unos, ese proyecto hegemónico pasaba por una disputa previa del poder político a través de las armas; para otros, a través de una profundización de la construcción democrática, que abarca no sólo las formas gubernamentales sino la derrota ideológica de las fuerzas conservadoras decimonónicas aún presentes en la región. Este es el debate fundamental, que oscila entre la razón de las armas y las armas de la razón. De aquí que, con la sola excepción de Costa Rica, y con una incidencia menor en Honduras, Centroamérica enfrentó cuatro décadas de violencia política prácticamente ininterrumpida.

El asesinato de Castillo Armas, en 1957, desencadena dos tendencias encontradas. De un lado quienes apuntan la necesidad de institucionalizar el "pensamiento" castilloarmista, basado significativamente en una postura anticomunista. Para ello, consideran que una definición necesaria está constituida por la propuesta de una "violencia organizada" que garantice la persecución, hasta el final, del "cáncer" comunista. Para ellos el mecanismo idóneo esta dado por las fuerzas armadas, dado que si éstas, finalmente, no apoyaron al régimen revolucionario era porque participaban, como institución, de las ideas anticomunistas. Del lado opuesto quienes creen que pueden abrirse espacios para la negociación y la recuperación de las posiciones perdidas en el 54, apostando a la apertura del sistema, creyendo que el asesinato de Castillo Armas revela contradicciones en la Hegemonía que favorecen esa negociación. Con muy reducido espacio de expresión y desde la clandestinidad, quienes creen únicamente en la salida violenta.

La irrupción de un grupo social nuevo en la fisonomía del país, la llamada clase media, aparece como el eslabón capaz de unir esas posiciones encontradas. Aunque, aparentemente, sus preocupaciones están más focalizadas hacia una cierta modernización de las relaciones económicas y sociales. Hija casi directa de

la propia revolución de octubre, pareciera más dispuesta a asumir posiciones de "derecha" que a convertirse en el espacio de negociación política en la que confían los continuadores de la revolución de octubre. Para esta clase media emergente, lo que aparece con claridad es la oportunidad de construir sobre si misma a la burguesía empresarial, mercantil y financiera. Sólo quienes aparecen ligados a las organizaciones estudiantiles desean convertirse en una nueva articulación social democrática de izquierda. Mientras tanto, los acontecimientos van estableciendo los límites que como grupo social o como individuos, se ven inducidos a desarrollar. Con alguna visión de futuro y más que todo por su propia experiencia de vida, el nuevo gobernante que asume el poder en 1958, el General Miguel Ydígoras Fuentes intenta sostener una posición intermedia entre el proyecto revolucionario de 1944-54 y el contrarrevolucionario de 1954-57

3.1. LA ECONOMÍA

"LA CONSTRUCCIÓN DE PIRÁMIDES, LOS TERREMOTOS Y HASTA LAS GUERRAS PUEDEN SERVIR PARA AUMENTAR LA RIQUEZA, SI LA EDUCACIÓN DE NUESTROS ESTADISTAS EN LOS PRINCIPIOS DE LA ECONOMÍA CLÁSICA IMPIDE QUE SE HAGA ALGO MEJOR."

Esta cita corresponde a las ideas más generales de Keynes sobre el sistema económico y el papel del Estado. Con mayor o menor acercamiento, corresponde también al comportamiento de las acciones de gobierno en el mundo entero (desde 1930 hasta 1980, aproximadamente). Debe tenerse presente que cuando nos referimos a la naturaleza de este pensamiento no estamos privilegiando la letra de lo expresado por Keynes sino más bien la simbología que representa, sobre todo, en cuanto al papel del Estado y de su representación más difundida: el gobierno.[23]

En ese sentido, dos son las ideas sustantivas del planteamiento keynesiano:

a) La capacidad del Estado para definir el rumbo de la economía; y

b) la utilización del Gasto Público como el más formidable de los instrumentos de Política Económica, pasando por su redefinición en gasto de inversión.

La contradicción del régimen castrense es la de que, sin apartarse del modelo económico cepalino,[24] e incluso con marcadas tendencias hacia lo que se identifica como populismo (que privilegia la no devaluación, la existencia y el desarrollo de las empresas públicas, el incremento del gasto gubernamental, que se refleja en el explosivo crecimiento del aparato burocrático, etc.), mantiene su carácter autoritario y cerrado.

Cuadro 11: GUATEMALA: Inversión Geográfica Bruta. (Tasas de crecimiento en 1960-81. Millones de quetzales de 1958).

TASA

Inversión Bruta total

Inversión Privada

Formación Bruta K Fijo

Inversión Pública

Maquinaria y Equipo

Carreteras y obra pública.

Exponencial

6.3

4.5

3.8°

9.6

13.7°°

10.3

Semilogarít

6.5

4.6

3.8°

10.0

13.7°°

10.3

°1980/1965. °°1981/1965. Fuente: Elaboraciones del autor con datos de Banco de Guatemala, Boletines Estadísticos de : enero, febrero, marzo de 1965 p 81. Enero, febrero, marzo de 1982, p 54. Guatemala, Centroamérica.

Si estuviéramos obligados a expresar en breve la política económica del régimen político guatemalteco, establecido desde 1960 hasta 1986(que incluye al régimen militar de 1963-82), diríamos que gira en torno de lo dicho y de la puesta en marcha del Mercado Común Centroamericano (MCCA). Ya en el espacio histórico abordado que corresponde a su creación nos hemos referido ampliamente a sus antecedentes. En lo que sigue buscaremos establecer las condiciones de su desarrollo: sus inicios, su auge y su agotamiento relativo (cuadro 12).[25]

Cuadro 12. AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: Porcentaje de exportaciones entre esquemas de integración, interregionales y totales.

Años /esquemas

1960

1970

1980

1981

1982

1983

1984

ALADI/TOT

7.7

9.9

13.7

13.7

12.1

8.6

9.1

GA*/TOTAL

0.7

1.7

3.9

4.0

4.5

3.4

3.1

MCCA/TOTAL

7.4

26.0

20.1

22.6

22.4

19.3

16.6

CARICOM/TO

3.9

4.2

6.4

7.2

8.6

8.6

7.8

A.L./TOTAL

8.8

11.1

15.2

16.6

15.0

11.8

11.7

*GA: Grupo Andino. Fuente: CEPAL. Relaciones económicas internacionales y Cooperación regional de América Latina y El Caribe. Cuadro 33, p 177.

El dinamismo del comercio intrarregional reflejó el incremento en el grado de industrialización que pasó de 14% en 1960 a 17.5% diez años después.

Tanto para el conjunto de Centroamérica, como en el caso particular de Guatemala, el MCCA, modificó sustancialmente sus relaciones comerciales con el exterior; en 1951 las exportaciones al MCCA eran todavía insignificantes, y representaron apenas el 0.6% del total de las exportaciones hechas por el País. El mercado por excelencia de los productos guatemaltecos estaba constituido por los Estados Unidos, que absorbía el 87.6% del total de las exportaciones realizadas (cuadro 13).

Es a partir de 1960 que las magnitudes mencionadas comienzan a tener un desarrollo inverso; en ese año el MCCA absorbió el 4.3% de las exportaciones guatemaltecas, en tanto que los Estados Unidos absorbieron el 54%. Hasta ese momento la diferencia sustancial en el comportamiento del mercado externo estuvo dada por una presencia nueva e importante de Alemania Federal y la también significativa del Japón. Hacia 1970 la importancia del MCCA adquiere el rango número uno como recipiendario de los productos exportados por Guatemala, significando el 34.4% del total exportado. En esa misma fecha los EE.UU. reciben el 28.3%.

Este año aparece como el de mayor importancia relativa del MCCA ya que en años posteriores deberá enfrentar las crisis de carácter mundial (como la del petróleo que no sólo afecta la participación relativa del MCCA, sino muy seriamente la balanza de pagos) y las de carácter interno por conflictos entre países del área y catástrofes naturales,[26] la agudización del enfrentamiento civil en los países más poblados del área y la tensión en las fronteras de Nicaragua.

Hacia 1976, en términos relativos, se contraen significativamente las exportaciones al MCCA hasta el 5.8%, en el mismo año el mercado norteamericano tiene un ligero repunte, significando el 35.1%. Debe anotarse que, aun cuando en términos relativos con respecto a los otros mercados, se experimenta un descenso del MCCA, en términos absolutos continúa su importancia ascendente llegando a cerca de 200 millones de dólares (quetzales) el monto de las ventas efectuadas por Guatemala al MCCA. Los años de 1980 y 1981, muestran una nueva recuperación del MCCA en cuanto a las exportaciones hechas al mismo por Guatemala, que le llevan a significar el 30.1% el 32.3% de total de sus exportaciones, respectivamente.(Mismo cuadro 13). Los EE.UU. continúan su tendencia a disminuir en términos relativos su importancia como mercado de productos guatemaltecos, descendiendo al final del periodo al 25.2% del total.

Cuadro 13. GUATEMALA: Destino de las exportaciones FOB por principales países. (Total en Millones de quetzales y Porcientos)

AÑOS/ DESTINO

1951

1955

1960

1965

1970

1975

1980

1981

TOTAL

76.1

98.7

116.2

187.8

297.1

623.5

1519.

1226.

%

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

MCCA

0.6

1.7

4.3

18.9

34.4

27.9

30.1

32.3

EE.UU.

87.6

74.1

53.9

36.2

28.3

22.8

27.5

25.2

EUROPAOC

0.0

0.0

0.0

0.0

11.0

22.7

18.5

10.7

ALEMANIA

1.0

3.2

19.8

14.6

11.8

10.0

8.3

8.2

JAPÓN

0.1

0.9

4.8

11.0

6.8

5.2

2.8

4.9

MÉXICO

0.0

0.0

0.0

0.0

0.3

0.6

1.5

5.3

OTROS

10.7

20.1

17.2

19.3

7.7

10.8

11.3

13.4

Fuente: Dirección General de Estadística y Banco de Guatemala, Boletines Estadísticos correspondientes. SIECA: El Sector Externo de la Economía Guatemalteca 1950-1976, Guatemala, Centroamérica, 1978, cuadro 10.

El año de 1975 parece ser el de mayor significación para el mercado europeo, que recibe el 32.7% del total exportado por Guatemala, superando en ese nivel al MCCA y a los EE.UU. Alemania Federal, que adquiere casi el 20% en 1960, inicia en ese mismo año un descenso que le lleva a representar el 8.2% en 1981. El Japón también desciende a partir de 1965(11.0%) hasta el 2.8% en 1980, logrando un ligero repunte en 1981(5%).

Este análisis, que abarca el periodo del régimen militar autoritario, muestra un cierto desdén del régimen estadunidense y del guatemalteco por sus relaciones económicas de intercambio y una amplia búsqueda por parte de Guatemala, de la ampliación y diversificación de su mercado exterior que le lleva a incluir a la República Popular China y a Taiwán.

El interés de Europa también aparece manifiesto en la región. Es probable que la crisis del Petróleo haya jugado de manera determinante en la interrupción del modelo adoptado por el régimen castrense y que en ello haya incidido el renovado interés de los EE.UU. por recuperar a nivel mundial la hegemonía amenazada cerca del final de la guerra fría. Lo que aparece como definitivo en el decaimiento posterior del régimen militar guatemalteco es el anunciado final de la guerra fría que convierte a los EE.UU. de aliado en enemigo. Las banderas de la democracia y la protección de los derechos humanos, que sustituyen a su cruzada por la libertad y contra el comunismo, por parte de los EE.UU., dejan encallejonado un proyecto guatemalteco basado justamente en esos slogans y sin la capacidad suficiente de maniobra, ni la solvencia moral para modificarlos y asumir los nuevos de la "Metrópoli".

El comportamiento de las relaciones comerciales con México va muy ligado al desarrollo de sus relaciones políticas. La política exterior mexicana mantenida casi hasta el final del siglo XX, consideraba que la afinidad de los gobiernos centroamericanos con los EE.UU. constituía una amenaza a su propia seguridad nacional. La instauración de un régimen militar supone para esa política un estrecho acercamiento con EE.UU. De aquí que, desde 1954, las relaciones diplomáticas guardan un exagerado tono de formalidad que no da espacios para la apertura de proyectos de interés común o de intentos de coincidencia política. Es elocuente el hecho de que hasta la llegada a la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, ningún presidente mexicano había realizado visita alguna de Estado a Guatemala. No obstante, tanto a nivel de las relaciones oficiales propiamente como en las comerciales, la actitud más común de México fue ignorar la existencia de los países situados al sur de su frontera, dándoles la espalda. Parte de esa actitud fue sufrida por los propios estados mexicanos situados en esa latitud. Las modificaciones de la política hacia Centroamérica basada en la triangulación de la mantenida con los vecinos del norte, sólo se replantea con el inicio de los gobiernos civiles en Guatemala, a partir de 1986.

Cuadro 14. GUATEMALA: Origen de las importaciones CIF por

Principales países.

(Total en millones de quetzales y Porcientos).

Partes: 1, 2, 3, 4

Años/ Origen

1951

1955

1960

1965

1970

1975

1980

1981

Total

80.9

103.5

137.5

229.3

295.2

732.7

1 598.2

1 673.5

%

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

MCCA

1.2

1.5

5.5

13.7

22.0

14.2

14.0

11.9

Ant Hol

3.8

5.9

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