Ética del morir o de la muerte: eutanasia, distanasia y ortotanasia
- Introducción
- El fenómeno del muerte humana
- Ética del morir o de la muerte
- ¿Qué dice el magisterio de la iglesia?
- Para la reflexión ética
- Conclusión
- Anexo
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo intenta abordar la temática de la muerte humana, el acto último y definitivo de toda persona; desde una ética del morir o de la muerte. Para ello organizamos el estudio en tres partes, a saber: la primera aborda el fenómeno de la muerte humana, su significado, sus implicancias para la persona; además de ofrecer un breve recorrido histórico del vocablo "eutanasia" que revela ser polisémica y ambigua. Un intento de reconstrucción del vocablo y del significado de la eutanasia y otros conceptos inseparables de ella, ayudarán a la claridad de la posterior reflexión. Presentamos tanto en esta primer sección como en el anexo los criterios científicos para la definición de la muerte clínica, de fundamental importancia para abordar las cuestiones acerca de la muerte y la vida. ¿Cuándo el sujeto se considera muerto?
En la segunda parte se ofrece una visión panorámica del magisterio de la Iglesia sobre el tema de la eutanasia desde Pío XII hasta Juan Pablo II, y las conclusiones posibles que pueden ser inferidas a partir de su lectura.
En la tercera y última parte presentamos la reflexión propiamente ética sobre el acto humano de la muerte; los diferentes ámbitos y posibilidades como son la eutanasia, la distanasia, adistanasia y la ortotanasia.
I- EL FENÓMENO DEL MUERTE HUMANA
La muerte es una realidad que pone al ser humano ante el misterio profundo de la vida, de su propia vida. La muerte es una condición de la vida; no podría pensarse esta sin la vida. Según M. Vidal, a quien seguimos en este apartado, toda interpretación de la muerte supone, lleva consigo una interpretación de la vida.[1]
La tanatología, un término acuñado en 1901 por E. Metchnikoff a la ciencia sobre la muerte, es un punto de interés grande en el siglo XX. Si hay una preocupación permanente para el ser humano en el transcurso de su historia, tanto personal como universal, es el hecho de morir, el acontecimiento de la muerte, que ha cobrado una importancia no menor en la reflexión actual. El discurso se ha especializado y se ha abordado desde distintas disciplinas de la ciencia: historia, antropología cultural, sociología, biología, psicología, filosofía, y también la ética.
En el campo de la ética, la reflexión sobre la muerte se aborda en dos grandes vertientes que originan una doble distinción que puede establecerse en el fenómeno humano del morir: como "morir" y como "muerte consumada"
El morir es un acontecimiento que le pertenece a la misma vida humana y puede ser interpretado, de varios modos, a saber: como final, es decir, acabamiento, como consumación, es decir, plenitud; como ruptura, es decir, como cambio y como transformación, como realización definitiva. Lo que tienen en común todas estas interpretaciones son la comprensión de la finitud de la vida humana intratemporal.
Como muerte consumada, la muerte humana es una objetivación para los que aún vivimos. De esta forma, llega a ser una representación del morir para uso de los que todavía no han muerto y ante ella surgen o acaecen varias preguntas como el para qué y el por qué de tal acontecimiento. Además, ante el morir, la pregunta básica podría ser sobre las condiciones preferibles o deseables para tal acontecimiento.
La muerte es un acto humano que necesita de una constante reflexión ética. Así lo dijo K. Rahner:
El término del hombre como persona espiritual que decide libremente su propia suerte, ha de ser consumación activa desde dentro, situarse activamente en su perfección o imperfección, dar el postrer testimonio que resulta y como resume en general toda su vida. En este caso la muerte lleva consigo la total posesión de sí mismo por parte de la persona[2]
Siguiendo en la línea antes mencionada, la reflexión de la ética al evento del morir se hace más que necesaria en nuestros días y debe aportar su visión específica al problema del mismo.
Ética del morir o de la muerte
Veamos a continuación los aspectos generales de una ética del morir o de la muerte, y para ello seguiremos a J.R. Flecha[3]que lo presenta como sigue.
La muerte es el gran interrogante lanzado a la vida entera de todo hombre/mujer: ¿puede el ser humano pedir y buscar para sí mismo la muerte?, ¿cuál ha de ser el ethos del ser humano ante el desafío de su propia muerte? ¿qué actitudes éticas debe intentar alimentar?
Nadie muere para sí mismo, como nadie vive para sí mismo. La sociedad tiene el deber ético de organizar un servicio hospitalario y asistencial adecuado para que la muerte, como el trabajo o la sexualidad, no sea una ocasión propicia para la explotación, la discriminación o la injusticia. Aquí hay un vasto campo reservado a la ética.
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