- Los
riesgos de la somnolencia - Razones para dormirse
- Qué sucede al
"dormirse" - Causas
de un accidente grave - Cómo sobreviene el
"apagón" - ¿Puede prevenirse el
"apagón"? - Algunas interrogantes
Setiembre 22 de 2010
Me "dormí" por el kilómetro 200 de
la Ruta 3 de Uruguay el martes de Semana Santa de 1980. Al
cumplir de nuevo 30 años en 2010 (nací en 1936)
decidí actualizar el tema al ver que hoy son muchos los
"conductores somnolientos" que provocan
tragedias.
CUATRO MUERTOS Y NUEVE
HERIDOS:
26.11.2006, Ruta 14 kilómetro
157,7 – Uruguay – Foto Diario El
País
Aquel martes conducía solo desde Montevideo, la
Capital, rumbo a Salto que está 500 kilómetros al
Norte. A medio camino me "dormí" al tomar una curva a la
derecha. Me "despertó" la sacudida de mi auto cuando
salió de la carretera: ya había cruzado el carril
opuesto e iba directo hacia unos bloques de hormigón que
formaban un arco. Corregí lo que pude, bajé un
corto terraplén sobre las 4 ruedas y paré con ellas
para arriba en el césped de abajo. Antes destrocé
el lado izquierdo del auto contra los bloques y partí o
arranqué con el paragolpes el que quedó a mi
frente. Éste hundió el capó y
agujereó el techo sobre mi cabeza, apenas detrás
del parabrisas. Cuando me desaté y salí por la
ventanilla, llegaban corriendo los vecinos del lugar para
auxiliarme. Juntos dimos vuelta el vehículo
enseguida.
No sufrí ni un rasguño porque no
venía nadie por la vía contraria, porque
tenía el cinturón bien ajustado, por reaccionar
como ex Piloto Militar, porque el último poste se
elevó y voló hacia atrás sin golpear el
vidrio… ¡y porque San Juan, San José y Santa
María estaban de guardia! Pasé por esto por no
dormir lo necesario la noche anterior tras regresar de un viaje y
porque no paré a dormir fuera de la ruta, -como
correspondía-, al sentir el cansancio: quería
llegar pronto a casa de mis padres donde ya estaban mi esposa y
mis hijos.
Los riesgos de la
somnolencia
Según los neumólogos especialistas en
trastornos del sueño de la Sociedad Española de
Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, los
problemas en la carretera relacionados con la somnolencia suelen
ser hasta cuatro veces más graves que los causados por las
drogas, el alcohol o los trastornos mentales.
"Los accidentes que sufren las personas que se
duermen al volante suelen ser choques frontales o salidas de la
carretera a velocidades elevadas de conductores que viajan solos
y en días laborables. La mayoría se producen en
autopistas o carreteras monótonas, de madrugada o
después de comer, cuando se dan los mayores picos de
sueño.
"Son más graves, según SEPAR, porque
las capacidades del conductor que se duerme son incluso
más reducidas que las del que bebió o
consumió drogas antes de coger el coche. Diversos estudios
equiparan 17 horas de vigilia continuada con una reducción
de las habilidades de conducción equiparable a una
alcoholemia de 0,05 mg/ml. Así, mientras que las personas
que conducen ebrias reaccionan con lentitud, torpeza y con
evidente falta de reflejos, las personas que se duermen al
volante no llegan ni siquiera a reaccionar, no se produce ni la
acción refleja de frenar." ("La Apnea del
Sueño está detrás del 20% de los accidentes
de tráfico, según SEPAR",
es.noticias.yahoo.com)
Pese a lo que me pasó y a estas advertencias,
seguí "durmiéndome" muchas veces: después de
comer, trabajando en la computadora, viendo el noticiero nocturno
de la televisión o leyendo el diario en la cama de noche
como hace mucha gente. Pero no soy el único que se duerme
cuando no lo desea pues hay casos peores.
Hace muchos años, un amigo ya jubilado me
contó que tuvo un terrible despertar cuando aún
estaba en actividad: manejaba un camión de bomberos de
día y un taxi por la noche. Una madrugada se
despertó, -porque estaba realmente dormido-, mientras
conducía el taxi como un sonámbulo por la calle
Paraguay de Montevideo junto a la estación central del
ferrocarril. La calle es flechada de norte a sur y de alto
tránsito, por ser la entrada al Centro de la ciudad de
muchísimos vehículos… ¡¡pero
él iba manejando contra flecha!! Gracias a Dios no se
cruzó con nadie, giró en "U", huyó por la
primera transversal, se fue a dormir y pudo vivir para contarlo,
aunque nunca recordó cómo había llegado
hasta ese lugar.
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