La Conquista de Guatemala – Monografias.com
La Conquista de
Guatemala
Evelin Johana Shocoy
Pedro de Alvarado era un capitán español
que se distinguió en la conquista de México por su
valor y su capacidad de mando, por lo que Hernán
Cortés decidió enviarlo a conquistar estas tierras
y tratar de someterlas.
Según Bernal
Díaz del Castillo, Alvarado salió de
Tenochtitlán, México el 13 de noviembre de 1523, al
frente de 300 soldados y numerosos indios auxiliares
tlaxcaltecas. La llegada de la expedición conquistadora a
Guatemala no fue una sorpresa; diversos hechos la habían
anunciado ya a los naturales. Primero llegaron las noticias sobre
la presencia de extraños en las costas.
Guatemala estaba habitada
por muchos grupos indígenas. Los reyes Quichés
habían tratado de unir a todos los grupos por la fuerza de
las armas, pero no lo habían logrado. Los indios se
enfrentaron a los españoles divididos entre
ellos.
El primer combate fue a
orillas del Río Tilapa. Esta batalla fue sangrienta, el
invasor era poderoso, sus hombres montaban a caballo y
tenían armas de fuego, pero los indígenas eran
valientes, flechadores certeros y expertos en la lucha cuerpo a
cuerpo. A Alvarado le fue duro vencerlos.
Luego de su primera
victoria, los conquistadores se dirigieron a Zapotitlán,
la capital de Xuchiltepec, en donde se libraron nuevas y
reñidas batallas. La ciudad cayó finalmente en
poder de los invasores. Después continuaron su avance
hacia Xelajú, en Quetzaltenango, pero en el camino se
encontraron con tropas indígenas comandadas por el
principe Azumanché, pariente de Tecún Umán,
se produjo una batalla en las faldas del volcán Santa
María en la que murieron muchísimos guerreros, al
grado que las aguas del Río Olintepeque se tiñieron
de sangre; desde entonces los nativos le llamaron Xequijel, que
quiere decir "río de sangre". En esta batalla
perdió la vida el príncipe
Azumanché.
El mando del
ejército quiché pasó a manos de Tecún
Umán, que se enfrentó a los invasores en las
llanuras de Quetzaltenango, en los llamados Llanos del Pinal. Fue
tan duro el combate que los hombres pelearon cuerpo a cuerpo. En
esta sangrienta batalla muere heroicamente Tecún
Umán y los quichés son vencidos.
Luego de la muerte de
Tecún Umán, los reyes Quichés Oxib Quej y
Belejeb Tzii pretendieron engañar a los españoles,
instándoles a trasladarse a Gumarcaaj, capital de los
Quichés, conocida también como Utatlán.
Desde el principio, los castellanos sospecharon que el
propósito de los reyes Quichés era atraerlos a la
ciudad para quemarlos en ella. Alvarado mostró
desconfianza, por lo que decidió alojarse en unos llanos
de las afueras y no en la capital. A pesar de la insistencia de
los reyes el conquistador se negó a entrar, y éste
a su vez los invitó a visitarlo en su campamento. Alvarado
tomó prisioneros a los reyes quichés, los
acusó de traición e hizo que los quemaran vivos.
También mandó a incendiar la ciudad de Gumarcaaj,
según el Memorial de Sololá esto ocurrió el
7 de marzo de 1524.
Los reyes cakchiqueles
Belejep-Qat y Cahi-Imox al saber de la derrota de los
Quichés, recibieron a Alvarado en la ciudad de
Iximché con toda clase de atenciones y le pidieron que los
ayudara a combatir a sus enemigos los Tzutujiles. Estos
vivían en las márgenes del lago de Atitlán,
su capital era Chitinamit y su rey Tepepul. Alvarado
aceptó gustosamente, envió mensajes a los
tzutujiles ordenándoles que se rindieran pero éstos
se negaron dándoles muerte a los emisarios. Entonces
Alvarado decidió someterlos por la fuerza, se puso al
frente de su ejército y atacó la ciudad; los
tzutujiles se resistieron, pero terminaron al dominio
español.
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