Concepción de la Escritura en estudiantes de educación media y diversificada
- Introducción
- Objetivos
- Concepción paradigmática de la escritura
- Proceso de la escritura
- Propiedades de los textos
- Conclusiones y recomendaciones
- Referencias bibliográficas
Introducción
El lenguaje escrito ha sido un tema de reflexión durante mucho tiempo, puesto que, no se ha encontrado la unanimidad deseada entre el lenguaje y la escuela, se han adaptado metodologías en diversos diseños curriculares que aun no han logrado la aprehensión que se desea entre el lenguaje escrito y la educación actual.
Si preguntáramos a nuestros estudiantes ¿Qué es para ustedes la escritura?, Seguramente, nos responderían que es algo aburrido, lo relacionarían con términos como: ortografía, gramática, corrección, que para ellos no tienen ningún valor o atractivo. Asociarían la pregunta, además, a un libro de texto donde sólo se traten temas de gramática o a un diccionario tal vez. Qué idea tan alejada de la realidad. Es cierto, para escribir debemos usar reglas gramaticales y diccionarios, pero la escritura es mucho más que eso.
Como profesores de lengua tenemos la tarea de ampliar esa concepción que tienen los estudiantes sobre la escritura. La lengua escrita sabemos que implica mayor complejidad, ya que su aprendizaje es intencionado y sucede en la institución escolar, si bien ese aprendizaje nunca cesa sino que se continúa a lo largo de toda la vida. Constituye, por tanto, un largo proceso de enseñanza-aprendizaje que involucra con la adquisición inicial de la lectura y de la escritura, el desciframiento de los grafemas y su trazado, y continúa con la producción y recepción de textos, entendiendo por texto la unidad lingüística significativa formada por unidades menores debidamente cohesionadas entre sí, que contribuyen al sentido global del texto, de modo que éste resulta coherente.
Puesto que, la escritura un instrumento apasionante para acercarnos y relacionarnos con la realidad, a través de ella vemos los objetos más lejanos, los paisajes, observamos todo lo que nos rodea con precisión, decimos todo lo que sentimos con detalles. En fin, por medio de la escritura podemos aprender, imaginar, reflexionar y gozar de la belleza de la realidad o de la invención.
Ahora bien, existen diversas concepciones de la escritura; es por ello que resulta interesante, analizar en nuestros alumnos cuáles son las experiencias que los enlazan emocionalmente a la escritura, y así indagar su mundo personal, seleccionar los temas sobre lo que les gusta, les interesa, los motiva, les preocupa, el entorno social en el que se desarrollan en el momento en que están aprendiendo.
Diariamente, como educadores exaltamos la escritura y hablamos de su importancia, se les ordena a los estudiantes a escribir; sin embargo, no hemos considerado los sentimientos, los valores, los intereses y las opiniones que estos tienen sobre la escritura y, de todos estos aspectos, depende mucho su apreciación e interés por escribir.
Por lo antes expuesto, esta investigación tiene como finalidad indagar qué existe en el educando al momento de elaborar producciones escritas. De esta inquietud mana una interrogante ¿Qué concepciones tienen los estudiante sobre las prácticas de la escritura?, tomando en cuenta que los estudiantes son los protagonistas del proceso enseñanza aprendizaje.
OBJETIVOS
Objetivo General
Analizar las concepciones que tienen los estudiantes sobre la práctica de la escritura en Primer año de Ciclo Básico Diversificado y Profesional.
Objetivos Específicos
Analizar el proceso de producción de textos escritos por parte de los alumnos de Primer año de Ciclo Diversificado y Profesional.
Categorizar las actitudes que tienen los alumnos en relación con la escritura.
CONCEPCIÓN PARADIGMÁTICA DE LA ESCRITURA
En la actualidad, la didáctica de la escritura se debate entre dos paradigmas: por un lado, el paradigma tradicional, conocido también como asociacionista o conductista; y por otro, el paradigma emergente, conocido como constructivista o interaccionista. Cada uno tiene su postura específica sobre la concepción de la naturaleza y función de la lengua escrita y sobre concepciones epistemológicas y metodológicas del proceso de enseñanza-aprendizaje, que se concretan en acciones educativas plenamente opuestas.
Por una parte, el paradigma tradicional concibe la escritura como un código de transcripción de unidades sonoras a unidades gráficas (Odreman, 1998). Es decir, bajo este paradigma la escritura es vista como un acto mecánico de trazado de letras, reproducción de texto escrito a través de la copia, el dictado y otras actividades que en ningún momento propician el desarrollo intelectual y expresivo del alumno.
Esta concepción de la escritura revela el poco valor que nuestros planteles educativos le han dado a la producción escrita, porque forma parte de una actividad mecanicista; donde el protagonista de la educación (educando) queda reducido a una pasividad receptora, imitativa, repetitiva y memorística. Por supuesto, el paradigma tradicional genera dificultades a la hora de tratar de concebir la escritura como un proceso del pensamiento.
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