Calidad de la extensión Universitaria desde los significados compartidos por los participantes en el proceso
Resumen
El presente trabajo "Calidad de la extensión
Universitaria desde los significados compartidos por los
participantes en el proceso" describe como desde los significados
compartidos por los involucrados en el proceso extensionista
emergen criterios acerca de la calidad de la extensión
universitaria desde las fuentes: estudiantes, profesores,
directivos y miembros de la comunidad en la que está
insertada dicha institución. Y como de las narraciones de
los sujetos participantes surgen criterios de calidad y mejora
que pueden convertirse en directrices para el perfeccionamiento
de la labor extensionista, por lo que resulta muy acertado
indagar en estos significados y en base a ello proponer cambios,
asimismo desde los significados compartidos se puede evaluar el
proceso en cuestión, a partir de las necesidades sentidas
de los propios participantes en el proceso..
Palabras Claves. Calidad, extensión
universitaria, significados compartidos, mejora,
Texto del
artículo.
Desarrollo
"Extensión Universitaria. Calidad
de la desde de los significados compartidos por los participantes
en el proceso."
"Cualquier cosa que se quiera decir
sobre calidad en la educación es siempre algo provisional
y tentativo. Uno no puede pretender dar mas que ideas aún
sin cerrar que están a la espera de nuevas reflexiones de
otros autores para remodelarse."
Zabalza, M. A.
(2008)
La Revolución educativa de la que
somos testigos, no solo a nivel mundial, sino, y sobre todo, en
el contexto nacional, ha generado una serie de cambios que hemos
de asumir como metas si queremos marchar a la par del desarrollo
educativo y social. Educación para todos y a lo largo de
la vida se han convertido en las premisas para el desarrollo de
todo proceso formativo.
Al hablar del caso particular de la
educación superior en el escenario internacional y
nacional, es imprescindible hacer mención de una serie de
características distintivas del panorama actual entre las
cuales podemos citar: la masificación, el énfasis
en la formación integral, la aparición de nuevos
escenarios tecnológicos y la redefinición de
saberes.
Las necesidades educativas del siglo XXI determinan que
la esencia de la educación sea facultar y capacitar a los
estudiantes para pensar y actuar de forma autónoma,
independiente y articulada. Se persigue desarrollar en los
educandos competencias para interactuar con una sociedad envuelta
en cambios sucesivos que demandan nuevas y más complejas
respuestas.
Potenciar el desarrollo pleno de la personalidad de cada
individuo, tarea ineludible de la educación, es lo que
puede contrarrestar con éxito la alienación y
supresión de valores que proliferan en el escenario
mundial actual.
Universidad y cultura comparten ideales: ambas persiguen
esa forja de la esencia humana, que sólo se hace real y
verdadera a través de la práctica cultural. La
universidad ofrece múltiples oportunidades para acceder a
la cultura y enriquecerla. La necesidad de fomentar el desarrollo
cultural se erige, por tanto, como norte de las universidades
actuales.
El informe elaborado por la Comisión
Internacional de la UNESCO sobre la Educación para el
siglo XXI, La Educación encierra un tesoro, conocido como
El Informe Delors, (1996), señala que la educación
ha de organizarse alrededor de cuatro aprendizajes fundamentales:
aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, y
aprender a ser, que implica la atención al desarrollo
más completo posible del ser humano. Supone no solo una
formación intelectual, mediante la cual el hombre pueda
ampliar por sí mismo el campo del saber; sino
también una formación ética y
estética a través de las cuales descubra la belleza
y, aún más, desarrolle la capacidad para crearla y
se inserte en el medio en que se desenvuelve con ajuste a las
normas y demandas que de él provienen, en armonía
con sus semejantes.
Diversas y complejas son las exigencias que
se plantean a la Educación Superior del siglo XXI. En la
medida en que sean capaces de responder a ellas de una manera
eficiente, mayores serán los niveles de calidad de sus
procesos educativos. Esta es otra cuestión importante que
reverbera en los discursos educativos actuales. Las universidades
están compelidas a rendir cuentas a la sociedad de su
quehacer, y de la calidad con que cumplen su encargo
social.
Varias razones justifican el énfasis
colocado en la calidad de los procesos que se acometen en el
escenario de la educación superior. Entre ellas podemos
citar las siguientes:
Necesidad de conocer el destino de las
inversiones en educación.Interés de las instituciones
educativas en el prestigio y evaluación
social.Alcance de los índices de
cantidad en la escolarización superior.Necesidad de generar niveles mayores de
calidad.Exigencias socioculturales a la
educación y necesidad de un ajuste competente a
éstas.
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