Ayudo al desarrollo de la Conciencia Colectiva o Hago
Omisión – Monografias.com
Amigos Míos:
Quiero brevemente apelar a vuestra conciencia, quiero
dirigirme a vos espíritu, libre del estrés,
cansancio y bloqueos, cuyo cuerpo argumenta miles de escusas, muy
válidas por cierto, pero lo son sólo dentro su
propia dimensión, dentro de los límites de esta
hermosa tercera dimensión, argumentos que tienden a
justificar la inercia a no sentarse a meditar, a caer y continuar
sin darnos cuenta, en la indolencia, en la falta de
acción, en no aceptar nuestra responsabilidad individual y
social ante todo lo que está ocurriendo.
En la medida que crecemos y evolucionamos, debemos
aceptar y apreciar, que nuestro ámbito de influencia se va
incrementando, por ejemplo, cuando éramos niños,
nuestro ámbito de influencia era la casa, la familia,
nuestra cuadra, el colegio y cuando salíamos de
allí, nuestros ojos crecían de admiración,
pues todo el mundo se nos ampliaba, nuestro campo de
acción crecía, descubríamos que había
algo más allá de nuestros propios límites y
los mismos crecían, un poco más.
Pues bien, quiero hacerte ver que, así como
nuestro entorno creció desde la infancia hasta ahora,
desde el punto de vista físico, visitamos con soltura,
nuevos lugares, viajamos a otros países, interactuamos con
otras culturas, etc. Pero está faltando que crezca algo
más, nuestra responsabilidad social, sobre todo, a nivel
de la conciencia.
Cuando aprendiste a meditar, lo hiciste motivado por un
algo muy personal, el que fuere. La técnica de una forma u
otra, cumplió tus expectativas y viste como poco a poco,
pero constantemente, en función a tu regularidad en la
práctica, que tú calidad de vida se fue
modificando, más silencio interior, más perceptivo,
más alegre, menos irritable, más optimista, fuera
dolores de cabeza, chao cansancio físico, dormís
mejor, más energía y voluntad de hacer, más
creativo, mas intuitivo, se empezó a modificar tu entorno,
se alejaron amigos de dudosa calidad y han aparecidos hermosas
personas en tú vida, tus deseos se concretan con una
inusitada velocidad, te sorprendes como las situaciones se
organizan solas y la vida, definitivamente fluye en otra vibra,
con más apoyo de la Ley Natural.
Ahora también has sido testigo de cómo
nuestro mundo ha cambiado, sobre todo a partir de los años
º80 en adelante, desapareció la guerra fría,
cayó el muro de Berlín, desaparecieron las
dictaduras que agobiaron grandes regiones del planeta,
entregó las armas el grupo terrorista más fuerte de
aquel entonces, los Sikhs de la India, desapareció el
Apartheid en África, los aviones caían como moscas
en aquellos años º80 y hablar de meditación o
desarrollo de la conciencia, era osadía pura y eras visto
como un fenómeno raro.
La ciencia y la tecnología han evolucionado
exponencialmente, dejando de ser un lujo para ser una necesidad
básica, la sociedad toda está cambiando, la
conciencia cívica, exigir cada día más tus
derechos, pero también estás y/o precisas cada
día más, estar consciente de tus obligaciones, de
tú entorno, de cómo afectamos con lo que decimos y
hacemos, en otras palabras, estamos más lúcidos y
nos anticipamos a los eventos y reacciones propias y de los
demás, como un hábil ajedrecista de la
vida.
Mientras todo esto ocurre en nosotros y los
demás, como estamos en una realidad tridimensional (esto
significa que todo tiene alto, ancho y profundidad, tan es
así, que hasta los científicos están
aceptando y acercando teorías que avalarían que el
Universo es finito), lo cual significa que estamos gobernados por
tres principios básicos, que son: todo tiene principio y
fin (las cosas, las situaciones, las relaciones, la vida, las
promesas, etc.); por tanto, todo es inestable, nada es eterno, lo
único eterno o constante, es el cambio como la base de la
evolución, y tercero, todo es antagónico
(blanco-negro; día y noche; me palmean y hablan mal de
mí, etc.).
Estas circunstancias o Leyes, propias de nuestra
dimensión, hacen que vivamos dentro de ciclos, procesos
pendulares, donde nuestros días, nuestras semanas,
nuestras vidas, el desarrollo social y cultural y, en definitiva,
nuestro desarrollo como especie también se ven afectados
por estos procesos cíclicos.
Página siguiente |