Apuntes sobre el uso de la ventilación mecánica en neonatos
Apuntes sobre el uso de la ventilación
mecánica en neonatos – Monografias.com
En la vida postnatal el neonato aumenta las necesidades
de oxígeno para mantener su temperatura,
respiración y otras funciones vitales. La falta de
oxígeno resulta crítico para la supervivencia del
recién nacido, así como para el riesgo de secuelas
neurológicas, por lo que la terapia con oxígeno se
vuelve indispensable; sin embargo, debe recordarse que el exceso
del mismo resulta tóxico para las células
(1).
Las primeras prácticas de asistencia respiratoria
se remontan a 400 años antes de Cristo, donde
Hipócrates describe la intubación traqueal para la
ventilación de los pulmones.
La ventilación mecánica es ahora una
terapia para todas las formas de fallo respiratorio, y aunque la
insuficiencia respiratoria es su indicación precisa, la
ventilación temprana suele ser útil sobre todo en
el pretérmino donde la capacidad de reserva pulmonar y
energética se halle disminuida ante una demanda elevada, y
el inicio temprano de la ventilación mecánica puede
aliviar o evitar una insuficiencia respiratoria grave. (2, 3,
7-11)
La insuficiencia respiratoria es motivada por
patologías del aparato respiratorio y otras por
múltiples causas neurológicas, infecciosas,
musculares, etc.
El uso de la asistencia respiratoria mecánica se
asocia a una importante morbimortalidad. En Estados Unidos la
mortalidad corresponde al 30 % a la enfermedad de membrana
hialina y de estas entre el 50 – 70 % son
pretérminos que requieren asistencia respiratoria
mecánica (13).
Las complicaciones más frecuentes que se
presentan en los neonatos sometidos a este proceder son:
infecciones, neumotórax, neumomediastino, enfisema
subcutáneo, pulmón rígido,
inflamación traqueal, erosión, formación de
granulomas y posteriormente estenosis, toxicidad del
oxígeno, agotamiento físico, hemorragias
pulmonares, gastrointestinal, hemorragia intracraneal, displasia
broncopulmonar, arritmias cardíacas, persistencia del
ductus arterioso, retinopatía del pretérmino,
alteraciones del neurodesarrollo entre otros (2,
13-15).
En el hospital se han realizado varias investigaciones
relacionadas con este tema como en el año 1998, 2000 y
2003 arrojando resultados similares a los descritos por la
literatura mundial poniéndose de manifiesto la alta
morbimortalidad de la terapéutica ventilatoria en el
recién nacido, motivándonos en este sentido a
realizar nuestro estudio.
Antes de la década de los años 60, los
recién nacidos con severa enfermedad pulmonar
tenían muy alta mortalidad, ya que su tratamiento
consistía solamente en medidas de sostén general.
Fue entonces que se introdujo la técnica de
ventilación mecánica en aquellos niños con
probabilidad de morir, la que constituye en los tiempos actuales
un tratamiento estándar para neonatos con severa
dificultad respiratoria. Aún hay países
subdesarrollados con una sobrevida muy pobre en neonatos con
pesos al nacer menor de 1000 gramos, precisamente porque en sus
Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales no se aplica la
ventilación mecánica a este grupo de recién
nacidos (16-18).
La reanimación boca a boca se conoce desde la
antigüedad. Fue Andrea Vesalius en 1543 quien primero
habló de ventilación pulmonar en el neonato. En el
siglo XVI Harrison establece las bases fisiológicas para
la ventilación con presión de distensión
continua, basado en sus estudios del quejido espiratorio. La
bibliografía de los siglos XVII, XVIII y XIX contiene
menciones esporádicas sobre ventilación en
recién nacidos. (19)
Hacia la mitad del siglo XIX comienzan a proliferar las
técnicas de intubación y ventilación siendo
los más relevantes promotores el Pulmotor de Drager
(año 1911), el pulmón de acero de Emerson
(año 1931). En 1928 se describió una técnica
de ventilación con presión positiva mediante sonda
endotraqueal y un dispositivo con regulador de presión que
aunque modificado, se sigue usando en la actualidad.
(20)
El comienzo del desarrollo de la ventilación a
presión positiva se remonta al año 1960, y fueron
Bennett y Bird quienes crearon el primer ventilador a
presión positiva que fue utilizado por primera vez en el
neonato con dificultad respiratoria en el año 1969. En la
década de 1970, en Estados Unidos se comienza a aplicar la
ventilación en el neonato lo cual se expandió al
resto del mundo de forma rápida. En 1971 Gregory introduce
la presión de distensión continua en el
recién nacido, (cámara de Gregory). En 1973
Katlwinkel informó de un método para proporcionar
presión de distensión continua por catéter
nasal. Ya en 1985 se llevan equipos de alta frecuencia
oscilatoria para el tratamiento del Síndrome de Dificultad
Respiratoria. La ventilación con alta frecuencia se
comenzó a aplicar a finales del siglo anterior pero no es
hasta inicio de este siglo que se comienza a aplicar en nuestro
país. (21-23)
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