- Abstract
- El
ajo - Principios activos
- Acciones terapéuticas
- Aplicaciones del ajo
- Prescripción y
preparación - Contraindicaciones
- Conclusiones
- Bibliografía
Teníamos que realizar una monografía de
una planta medicinal, el ajo era una de las que más nos
atraía, por lo que se decidió realizarla del
mismo.
Se trataba de realizar una pequeña
investigación de la planta, para poder valorar sus
componentes, las aplicaciones que se hacían de él,
su toxicidad o peligrosidad…, así como la
existencia o no de estudios que nos pudieran probar bajo
evidencia científica los usos que ya se realizaban de
forma tradicional desde hacía mucho muchos
años.
El trabajo intentará abarcar el mayor
número de informaciones, datos, experiencias,
investigaciones, hechos experimentales, etc., que sean posibles.
Para poder llegar a una buena conclusión o conclusiones,
sobre la utilidad o no de ingerir el ajo o sus
suplementos.
EL ajo cuyo nombre en latín es allium sativum L.,
pertenece a la familia de las liliáceas, igual que las
cebollas, los puerros, etc; y a la subfamilia de las allioideas,
aunque también existen autores que lo agrupa en la
subfamilia de las liliifloras.
Etimológicamente la palabra allium, se cree que
proviene de la palabra celta all, que significa "picante,
caliente". Y el término sativum es una contracción
de seminativum que significa "que se puede sembrar".
El allium sativum L., recibe diferentes denominaciones
dependiendo de la lengua en la que se habla o escribe: ajo
(castellano), all (catalán), beratz, barartxuri (vasco),
alho (gallego y portugués), ail (francés), garlic,
ramson (inglés), knoflook, look (holandés),
koblauch (alemán), aglilo (italiano).
Se trata de una planta herbácea, formada por
bulbos divididos. Con floración entre los meses de julio y
septiembre.
El ajo está formado por una raíz bulbosa,
compuesta de 6 a 12 bulbitos, los llamados "dientes de ajo" y que
conforman a su vez lo que conocemos con el nombre de cabeza de
ajos. Cada uno de estos bulbitos está envuelto por una
especie de túnica blanca, a veces incluso puede ser algo
rojiza, membranosa, transparente y muy fina, parecida a las que
cubren todo el bulbo. De su parte inferior nacen las partes
fibrosas que se introducen en la tierra para poder alimentarse y
al tiempo anclarse.
El tallo posee una altura de entre 20 y 40
centímetros, con forma cilíndrica, y con hojas
lineales que lo rodean inferiormente. Las hojas son largas,
estrechas, planas. Y las flores que posee suelen ser blancas o
rosadas, formando una umbela en el extremo del tallo floral que
se cierra antes de su floración en una especia de
cápsula membranosa con una punta muy muy larga.
La parte del ajo que se utiliza de forma
terapéutica es su bulbo, que se recolecta una vez las
flores se han marchitado.
Su origen es incierto, pero la mayoría de autores
lo localizan en la zona central del continente asiático.
Aunque se sabe que en la antigüedad era utilizado por
egipcios y chinos. Pero también existen historiadores que
localizan su origen exactamente en Siberia, y entonces la llegada
a otras zonas geográficas se debería al
tránsito que se desarrollaba en las tribus nómadas,
hace más de 5000 años.
Un dato curioso, es la huelga que llevaron a cabo los
esclavos que trabajaban en la construcción de las
pirámides egipceas, porque no se les proporcionaban sus
alimentos. Estos eran las cebollas y los ajos, pues se le
reconocían propiedades vigorizantes y
fortificantes.
Encontramos mención del ajo en la cultura
islámica y en la hindú
En Grecia y Roma, fue considerado un gran
afrodisíaco; en la época medieval se utilizaba
contra brujas, vampiros y malos espíritus. En la Segunda
Guerra Mundial, para combatir las heridas, etc.
A finales del siglo XV los españoles lo
introdujeron en el continente americano, junto con la
colonización.
En la actualidad su cultivo y consumo está
extendido a nivel mundial y también se utiliza como
componente de muchos preparados farmacéuticos.
España ocupa el primer puesto a nivel europeo y
el cuarto a nivel mundial de la
producción de ajos.
Los principales componentes del ajo son:
Aminoácidos como el ácido
glutamínico, la argenina, el ácido
aspártico, la leucina, la lisina, la valina,
etc.
Minerales, de los cuales la mayor cantidad la
encontramos de manganeso, potasio, calcio, iodo y fósforo,
y en cantidades menores, magnesio, selenio, sodio, hierro, zinc y
cobre.
Vitaminas, en una cantidad mayor como la vitamina B6, la
vitamina C, la vitamina PP y en menor el ácido
fólico, el ácido pantoténico y la
niacina.
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