Topomina indigena del municipio Vargas (Venezuela) (página 4)
Puede ser apócope de la voz Taramaima, que
significa "El gran Tarama", pero este nombre se asignaba a una
nación vecina, llamada también toronoima,
"el gran pájaro". Tarama, se dice, fue un gran
antepasado de la nación tarma que legó su
nombre a su pueblo.
Ahora bien, la posibilidad de que la palabra esté
formada por los étimos tara (langosta, insecto
Acridium) y el superlativo –ma, no debe
considerarse extraña, pues otras naciones indígenas
tenía nombres similares, tal vez por invocar a su
espiritu-animal protector. Tales son los casos de los
Toronoimas, "el gran pájaro", los
Cocheima, "el gran venado".
Los tarma fueron entre los guerreros indígenas
del centro los más destacados en la defensa de la costa,
impidiendo la entrada de los conquistadores al territorio
costero, mientras que el formado por los valles del río
Tuy, del hoy estado Aragua y de Caracas, era defendido
por caracas, teques, mariches…
Después de las derrotas sufridas por Guaicaipuro,
Catia, Paramaconi, Guaicamacuto y los otros caciques
interioranos, los tarma se sometieron a la corona
española, a través de las encomiendas y las
poblaciones que se crearon alrededor de estas:
Carayaca,Tarmas, Maiquetía, Mamo…
TIBRON: Nombre de un poblado de la parroquia
El Junco, ubicado en la Lat. N. 10°29"00" y la Long. O.
67°05"00", a unos 1600 metros sobre el nivel del mar.
De esta palabra se deriva Tibroncito, nombre de otro
centro poblado cercano, perteneciente a la parroquia
Carayaca, ubicado a los 10°28"30" de Lat. N., y a
los 67°06"30" de Long. O. Igualmente se denomina con esta
forma diminutiva a una quebrada de Carayaca que nace en
la ladera norte de El Junquito, a unos 1800 metros sobre el nivel
del mar y desemboca en el río Petaquire,
después de recorrer unos 4 kilómetros.
La voz tibrón designa al
tiburón. En ella se suprime la u, un
sonido débil que no parece muy perceptible al oído.
La voz tiburón es de procedencia
tupí y toma varias grafías y formas:
tiburón, tiberaun, tiberón, iperú,
ipperú, ipero, iperuacú, uperu. La palabra
tiburón fue impuesta por el uso general que le
dieron los conquistadores.
La voz propiamente caribana para tiburón es
waypayaba (del chayma).
TIRIMA: Nombre de un sitio cercano a
Tarmas en la vía hacia Carayaca, ubicado
matemáticamente en la Lat. N. 10°32"05" y Long . O.
67°08"00".
Aunque la palabra parece una unión paradójica de
un diminutivo (ti, pti, ptik) y un superlativo (ima,
ma), en realidad es un caso parecido al de Tarmas.
En efecto, nótese la similitud entre tarama y
tirima.
La palabra t-iri designa al grillo (Gryllus
domesticus), por onomatopeyismo, así como en
chayma, la voz es iriz. De manera que se
designa el lugar con la voz Tirima para contrastar con
Tarama, es decir, al lado de "la Gran Tara",
"el Gran Grillo".
TOPO (EL): Nombre de un sitio y de un
río. El caserío está ubicado en las
coordenadas 10°31" de Lat. N. y 67°05" de Long. O., al
sureste de Tarmas. El río nace a unos 1200 metros sobre el
nivel del mar.
Acerca de la palabra topo véanse los
párrafos introductorios de este capítulo.
TUNITAS (LAS): Centro poblado
ubicado en la parroquia Catia La Mar, en la Lat. N. 10°35"00"
y la Long. O. 67°04"30".
La palabra tunita es el diminutivo de la voz
tuna, con la cual se designaba en caribano el agua y una
planta (Opuntia tuna Mill., Opuntia Engelmanni.
Salm-Dyck.), el nogal de estos contornos.
La voz es de origen arawak y la documentó
Fernández de Oviedo en el Sumario de la
Historia…, pág. 507, en 1526.
Entre los carbanos se conocían diversos tipos de
cardones y tunas, entre ellos los denominados
yacurero, pitahaya, ocoyep, caracuey, yaguarey…
TUPIEPE: Topo ubicado aproximadamente en las
coordenadas 10°32"26" de Lat. N. y los 67°06"30" de Long.
O., en la parroquia Carayaca.
En la palabra se distinguen dos étimos: top y
pipue, que significan "piedra" y "piel, concha",
respectivamente. Es decir, la palabra compuesta
significaría "Concha de Piedra", pero si en vez de la
palabra top, se está utilizando la forma
pronominal ti, o tu, entonces
significaría "La Concha", "Aquella Concha".
La otra posibilidad es que la voz original Topopue,
"El Cerro", con sentido de antonomasia, se transformara en su
forma actual.
Si por otra parte tomamos la palabra topo en su
sentido de "instrumento", además de la voz pue
con la connotación de "huella, después, hubo,
estuvo", entonces habría que hacer una revisión
arqueológica al cerro para buscar talles huellas de
instrumentos u objetos.
URAMA: Punta ubicada en la parroquia
Caruao (Lat. N. 10°37"55", Long. O. 66°25"50");
también se denomina así a la quebrada que nace en
la ladera norte del topo La Cortalera, a unos 600 metros
sobre el nivel del mar y tiene un recorrido aproximado de dos
kilómetros, antes de desembocar al este de la punta
homónima.
La palabra urama o urana es de origen
caribe y designa la lapa (Coelogenys
subniger Desm.). En el kariña actual, se
mantiene el étimo de la palabra y se dice
rüana.
La palabra lapa también es indígena y
tiene origen arawak, al ser asimilada por el caribano
chayma se transformó en irapa, como
ocurre con todas las voces que tienen el sonido l.
YAGRUMAL: Quebrada que nace aproximadamente en
la Lat. N. 10°20"18" y la Long. 67°06"35", a unos 1450
metros sobre el nivel del mar. Desemboca en el río
Petaquire.
Yagrumal es la voz para indicar el sitio poblado de
yagrumos (Cecropia peltata L.).
La palabra yagrumo es arawak, de la
región de Haití. Fue documentada por primera vez
por Pedro Mártir. Al yagrumo se le conoce
popularmente como "el árbol de la pereza (Bradypus
tridactylus)", dado que este bradipodido gusta de las ramas
tiernas del mismo.
YAGUARA (LA): Quebrada de la
parroquia Carayaca que se forma por la unión de
las quebradas Cedral y Marcano, en el punto donde las coordenadas
son: 10°29"50" de Lat. N., y 67°04"25" de Long. O. Cae en
el río Petaquire a la altura de la planta de
bombeo de la empresa Hidrocapital, llamada Mamo.
La voz yaguara distingue a una palmera Roystonea
regia o Roystonea venezuelensis) que tiene como
hábitat a todo el país. Con esta palabra
también se distingue a la palmera Acrocomia
sclerocarpa Martius.
ZAMURITO: Pico ubicado en la parroquia
Naiguatá, en la Lat. N. 10°33"00" y la Long.
O. 66°32"20".
Zamurito es disminutivo español de la voz
zamuro, con el cual se designa el Coragypa
atratus,. El vocablo zamuro, común en todo
el país, es de origen caribe continental y ha
tomado diversas formas en los diferentes dialectos
acríbanos:
Cumanagoto | Curumo | |
Chayma | Curún | |
Pemón | Kurún | |
Tamanaco | Kirimú | |
Maipure | Kurrúm | |
Kariña | Kurumü |
La primera documentación de la palabra la recoge la
Relación de Nuestra Señora de Caraballeda y
Santiago de León.
3. La voz
Guaira
La Guaira, capital del Estado Vargas y la parroquia
homónima, se encuentra en una estrecha franja de la costa,
ubicada entre el mar Caribe y el Guariarepano,
en los 10°36"20" de Lat. Norte y los 66°55"40" de Long.
Oeste.
La historia de La Guaira ha sido ampliamente
investigada por sus cronistas, quienes también han
incursionado en la interpretación del nombre de la
ciudad.
Localmente se han publicado además algunos textos que
han intentado desentrañar el significado de la palabra
Guaira. Algunos de estos estudiosos han acudido a
fuentes lingüísticas diversas, incluso de regiones
lejanas como la incásica, en la búsqueda de sentido
para esta voz indígena; también han investigado
vocabularios relativamente más cercanos como el
warao y el pemón.
Al mismo tiempo, en el deseo de llegar a la prístina
significación original, ha motivado propuestas
ortográficas para recoger más fidedignamente el
sonido indígena original de la palabra guaira, y
como resultado han sido divulgadas las grafías Uaira,
Uayra, Guayra, Waira, Wayra,Huaira, Huayra…
***
Ahora bien, examinemos las interpretaciones que se han hecho
del nombre Guaira. Tomando como base el quechua, se ha
publicado que la voz significa "horno ardiente". En efecto, en
rigor, la palabra guaira en quechua designa el horno de
barro utilizado por los indígenas del Perú para
acrisolar la plata. Se ha pretendido que el puerto de La
Guaira recibió dicho nombre quechua por sus
características climáticas particularmente
calurosas.
Lo endeble de esta teoría es que, siendo toda la
región tropical tan calurosa, incluida la incásica,
sólo en un sitio marino se encuentre la palabra
guaira como toponímico.
Hay muchas razones para rechazar la procedencia quechua del
nombre de La Guaira. Si fuese cierta la propuesta, se
debería llamar Guaira a toda la región
calurosa costera y no a un sitio tan específico. Por otra
parte, ¿qué conocimiento del quechua tenían
Diego de Osorio y los moradores de la región, desde que en
1584 se creó allí el apostadero y la caleta, por
disposiciones de la Real Hacienda de Caracas, como para
que denominaran el lugar con un apelativo inca y no
caribe, que era la etnia dominante en el lugar?
En Venezuela, hemos localizado dos centros poblados que tienen
el mismo nombre, pero de reciente fundación, precisamente
por guaireños: Uno en Falcón (Lat. N.: 11°48",
Long O.: 69°57") y otro en Zulia (Lat. N.: 9°11", Long
O.: 7°10"). Además, hay otras pequeñas
comunidades con este nombre en Colombia, una en los llanos de
Casanare (Lat. 4°41" N; y Long. 72°34" O.), y
otra en el Valle del Cauca (Lat. 4°03"N; Long. 76!28"O.).
Existen otros lugares, también de tierra adentro, en
varios sitios que llevan este nombre. En el Paraguay hay
una importante provincia que lleva el nombre
Guairá, ubicado entre las coordenadas Lat.
25°37" y 25°31" S., y Long. 25°59" y 26°11" S;
pero este nombre agudo es de origen tupí-guaraní y
no quechua. También designa un salto de agua del
río Paraná, el Salto del
Guairá, ubicado en Lat. Sur: 24° y Long. O.
54°, en la frontera de Paraguay con Brasil. Y en
este país, hay una importante población llamada
Guairá (Lat.21°05" S., Long. 54°15" O.)
La palabra Guaira o Guairá con la cual
se designan estos lugares, está más bien
relacionada con la voz caribe que identifica la danta
(Tapirus terrestris).
Como dato interesante, la palabra guaira está
presente en varios dialectos del caribano continental. Por
ejemplo, en el caribe de Centroamérica, la voz
waira designa a la flauta de caña, denominada
entre los caribanos nuestros caicara (cumanagotos,
chaymas) o kaikrá (pemón). Por las
mismas razones antes asentadas, no podríamos considerar
que la voz provino de la América Central hasta nuestras
costas, como nombre de flauta a designar un sitio marino.
Veamos el caso de la lengua pemón. En esta
lengua caribana, la voz waira designa a la danta. Esta
palabra sobrevive del caribano antiguo (coaca, cumanagoto,
chayma) guariare, voz usada para designar el mismo animal y
a una abeja en particular, llamada en pemón, casualmente,
con nombre parecido: wairapuyí. (*)
Examinemos el posible origen warao de la palabra: en
este idioma, la palabra waira designa el buque, es
decir, la embarcación grande. ¡Qué enorme
tentación para un investigador subjetivo! Dado que La
Guaira es precisamente un puerto marítimo, tal
significación le viene al dedillo: Buque o
embarcación grande… pero hay un problema con doble
connotación. Los waraos están tanto
geográfica como lingüísticamente muy lejos de
la región caribana central, donde quienes la habitaron le
dieron un nombre distintivo a este lugar.
Otra tentación para el investigador,
conocedor de los vínculos amerindios con el Asia, es el
significado de la palabra waira en el japonés
antiguo: "lugar de pinchos o cardones". ¡Qué bien le
cuadraría a La Guaira, en cuyos cerros abundan
las tunas, los cardones y les espinos de las xerófitas!
Pero de la misma manera, el nombre le cuadraría a todo el
litoral venezolano y del caribe, donde hay sólo
una Guaira.
Resulta sorprendente que la semejanza fonética entre
"aire" y Guaira, le haya sugerido a algún
intelectual inspirado en la brisa marino el significado de
"vientos huracanados y ardientes que vienen del mar", para la
palabra guaira. Esto puede ser muy poético, pero
no se ajusta a la verdad de unos vientos marinos que no se
concentran en el punto donde está la ciudad. Si
algún viento ha sido denominado guaira es porque
la ciudad se lo dio y no al revés; así como
guaira se denomina a la vela triangular de algunas
embarcaciones que usan los vientos como fuente de
energía.
Con respecto al significado de la palabra, todavía hay
más. En un programa de televisión un cronista
guaireño, cuyo nombre se prefiere silenciar, hablando
sobre La Guaira expresó que la voz significa
"amigo" en la lengua indígena. Aunque se puede entender la
buena intención del cronista en promocionar el turismo en
la región y su deseo de enaltecer el espíritu de
cordialidad innata e histórica del guaireño, con
profunda pena no queda más remedio que desmentir su
afirmación gratuita, carente de apoyo
lingüístico y documental.
Ante todas estas alternativas revisadas, queda sólo el
camino de una investigación menos subjetiva y más
apegada a los procedimientos que usaban los nativos para poner
nombre a sus lugares. Como lo señalamos en un capitulo
anterior, había varias maneras de hacerlo:
? En honor a la planta o animal más abundante
en el sitio.? En honor a un distinguido personaje real o de sus
mitos.? Como recordatorio de un acontecimiento importante
ocurrido en el lugar, y? Como descripción del territorio.
La verdad sobre el nombre Guaira es menos rebuscada y
mucho más sencilla; se mantiene entre los pescadores
waikerí de la actualidad para designar a una
sardinita de nado muy rápido, que por otro nombre
castellano algunos denominan "chicharro", nombre canario de jurel
(Caranx hippos). Los informantes waikerí
aseguran que esta sardinita sólo abunda y es
característica de las costas guaireñas sensu
lato, es decir, las ubicadas exactamente enfrente de la
ciudad, en la desembocadura del río Osorio.¿Hay
documentación que pruebe esto?
La documentación más confiable acerca de la
palabra caribana guaira está en la obra de
Francisco de Tauste Arte y Vocabulario de la Lengua de los
Indios Chaymas… y otros, editada en 1680 en Madrid.
El misionero estuvo durante veintidós años
conviviendo con los indígenas de la nación
chayma y otros caribanos de la parte norte, central y
costera de Venezuela. Fue fundador del pueblo de San Francisco,
jurisdicción actual del Estado Monagas. Escribió su
libro para que los misioneros aprendieran la lengua de estos
indios caribanos y pudieran enseñarles en ella. El tiempo
entre estos indígenas otorga a su obra un amplio margen de
garantía en cuanto a exactitud, aunque no se puedan negar
las influencias latinizantes y del método de Nebrija en su
gramática, además de algunos errores en la
transcripción de fonemas, algunos de ellos
señalados en una "Fe de Erratas" de la obra misma. Su
exactitud puede superar a Humboldt, de oído educado en
voces germanas; y a Bretón (francés).
Según Tauste, la voz designa la "liza (sic) de
mar". Cierto es que Taute transcribe la voz como guaria,
pero atendiendo a lo dicho por él mismo en el
Prólogo de su libro, la palabra es asimilable a la voz
guaira, que nos ocupa y cuya metátesis es del
tipo común entre los caribanos.
La lisa de mar (Mugil cephalus) abunda en aguas
caribanas; el pequeño pez (querepe, para los
indígenas), que nuestros pescadores de orilla han obtenido
por muchos años en lo que se denominaba La Plantica de La
Guaira es el que realmente da nombre a la ciudad capital
del Estado Vargas.
Tal vez el nombre Guaira se le daba también al
río que fue rebautizado como Osorio. Si la entonces
cálida y abundante desembocadura de este río
atraía a las sardinitas, nada más lógico que
darle el nombre al sitio y al río. Quedaría por
establecer con los ictiólogos si las sardinitas llamadas
chicharros por los guaireños son en realidad lisas o una
especie determinada y específicamente diferenciada. De ser
así, se propone que el nombre Sarda guairensis o
Clupea pilchardus guairensis, según sea el caso,
le sea asignado a los mismos.
Guaira significa sencillamente, "lisa de mar", nombre
en nuestro parecer muy apropiado para una ciudad marina, como
corresponde a la mayoría de los toponímicos
indígenas ubicados a la orilla del mar en toda la costa
caribana, algunos de los cuales hemos considerado en
páginas anteriores.
Por lo tanto, debe honrar a la región y a los nativos
de La Guaira, la connotación marina de su nombre,
porque el mar ha estado presente en el pasado histórico y
en la vida económica de esta tierra y todavía es la
esperanza de su futuro promisorio, tanto por la vía del
trabajo del puerto, como del turismo.
Conclusiones
Ha sido el propósito de este trabajo
enaltecer el aporte de los ancestros indígenas en la
toponimia del Estado Vargas, así como rescatar la
denominación caribana por encima de los otros nombres que
se invocan sobre parroquias y sitios.
Los ejemplos abundan. La Piedra del
Alemán, en las cercanías de La Salina, debe
llamarse Piarima o Diarima. La parroquia El
Junko, así con k, es un reconocimiento implícito a
un Club de hipismo de esa zona, que delega al olvido el nombre
indígena de Tibrón o Petaquire
para esa región.
Los nombres de Raúl Leoni y Carlos
Soublette, para dos parroquias del municipio, pueden parecer
políticamente apropiadas a algunos, pero sin desmerecer
del valor y la honra de Soublette, sería ideal que se
mantenga la denominación ancestral, y se cambiaran a
Urimare o Guaracarumbo la primera y a
Pariata o Curucutí la segunda,
preservando el nombre de Soublette para un nuevo municipio.
Este trabajo cumplirá su cometido si a
pesar de sus imperfecciones, llena el vacío de una
necesidad de obras dedicadas a la formación de los
jóvenes de esta región.
Hoy la constitución reconoce la pluralidad
lingüística de Venezuela y en otros países se
recuperan las lenguas nativas con empeño, con
dedicación, con amor, para que no se pierda su belleza, su
historia y la identidad de los indígenas.
En Venezuela se impone rescatar y preservar lo que se pueda
del chayma, el kariña, el
yaruro, el sáliva y otros muchos idiomas
que están en peligro del olvido. No basta que estén
en los libros, hay que traerlos de nuevo a la vida, especialmente
donde hay poblaciones descendientes directas de esas etnias.
Esta obra es un intento por reconocer a nuestros antepasados y
se inscribe en ese respeto por los legados de nuestros
primigenios pobladores.
Pariata, 30 de Agosto de 2003
[1] Recordemos que Fajardo, tal vez
despectivamente, llamaba a la gente de Tierra Firma
“comedores de arepa”, precisamente por ser el
maíz el principal sustento de las naciones
aborígenes que, aún conociendo la yuca, no daban a
esta tanta preferencia, como sí lo hacían los
caribes.
[2] Arístides Rojas: Estudios
indígenas. Caracas, 1941.
[3] Francisco de Tauste: Arte y Vocabulario de
la Lengua de los Indios Chaymas, Cumanagotos, Cores… Leipzig,
1888, pág. 1. (Se ha respetado la ortografía
original en el título)
[4] Ibídem.(El subrayado es mío,
JIA)
[5] Juan de Pimentel: Relación
geográfica de Caracas y Caraballeda. En Relaciones
geográficas de Venezuela por A. Arellano Moreno. (El
subrayado es mío, JIA)
[6] Luis R. Oramas, citado en la obra Tarmas.
Historia y tradición, de Daniel Benítez.
Dirección de Cultura de la UCV. Caracas, 1993, pág.
13.
[7] Agustín Codazzi: Resumen d e la
Geografía de Venezuela, pág. 249 (Cursivas de
JIA)
[8] Cesáreo de Armellada: Literatura
Indígena Venezolana, bajo “Etimologías en
pemón”, pág. 41. Monte Avila Editores,
Caracas, 1986
[9] La ocasión es propicia para recordar
la gran hermandad lingüística del hombre. Resulta
inevitable relacionar el topo indígena con el griego topo,
para indicar lugar, que como étimo forma parte de la
palabra toponimia. Nuevamente encontramos esas
“casualidades” que cuando se repiten parecen
conformar un sistema u orden. Así, con esta voz, topo,
ocurre que parece ser común a lenguas aparentemente
distintas: Por ejemplo, en kari’ña, piedra se dice
toopü; en náhuatl la voz tepetatl designa un bloque,
una piedra. En tártaro, tek es piedra. En japonés,
tei es sabana, sitio. En arawako, tokai es el lugar (por lo
general un cerro) donde el piache se comunica con los
“espíritus”. En pascuence, la palabra
Tepito-Henua es el nombre propio de la isla de Pascua.
[10] Arellano Moreno: Relaciones
Geográficas de Venezuela, pág. 113. La fecha de la
Relación de Caraballeda es 1578. El subrayado es
mío (JIA)
[11] Antonio Reyes: Caciques Aborígenes
de Venezuela.
[12] Jorge C. Mosonyi: Diccionario
básico de la lengua Kari’ña. UCV.
Mimeografiado, 1987.
[13] Véase la obra de Benítez
sobre Tarmas, ya citada.
[14] A. Arellano Moreno: Op. cit.: ver:
Relación de Nuestra Señora de
Caraballeda,pág. 134.
[15] Simón Bolívar: Obras
completas (Carta al Señor General Antonio José de
Sucre, Otuco, 14 de abril de 1824)
[16] En la obra Relaciones Geográficas
de la Gobernación de Venezuela (1767-1768). Madrid, 1909,
pág. 55.
[17] Pedro Simón: Noticias… Tomo I,
página 352, 353)
[18] Agustín Codazzi: Resumen de la
Geografía de Venezuela, pág. 107.
[19] Gonzalo Fernández de Oviedo:
Sumario…, Tomo I, pág. 500.
Autor:
Jesús Israel Acevedo Torrealba
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