Sexualidad cibernética: de lo privado a lo
público – Monografias.com
La gran mayoría de las sociedades del mundo
reprueba y condena exhibir los genitales en público. Sin
embargo, lo que antes fuese privado, se ha colectivizado y
convertido en público. Tanto voyeuristas como
exhibicionistas convergen en un mismo espacio sin importar su
orientación sexual, llámese homosexual,
heterosexual, bisexual, transexual, transgénero o
travesti. Todos ingresan al canal de cámaras web (cw)
abierto al público.
Dicho canal creado en los Estados Unidos y dirigido al
mundo de habla inglesa como la propia Unión Americana,
Inglaterra, Irlanda, Canadá, Australia y Nueva Zelanda,
acoge no sólo a personas de estas nacionalidades, sino a
todo aquel que mediana o ampliamente pueda comunicarse en
inglés sin importar si es latinoamericano, europeo,
asiático o africano.
El ingreso al canal es gratuito, ya sea como espectador
o para ser visto. La internet facilita que millones de personas
en el mundo accedan, a través de una conexión por
computadora, a un universo antes desconocido, donde la diversidad
sexual humana asoma con mayor transparencia que en el
pasado.
Ahí se congrega parte de la humanidad sin
discriminación alguna por credo, raza, religión,
preferencia sexual, solvencia económica o apariencia
física. Todos son bienvenidos al canal. Sin embargo, cada
uno se resguarda en la intimidad de su hogar, desde donde
fantasea y vivencia su propio erotismo o estimula el erotismo y
el placer ajeno.
Las personalidades que aquí se dan cita son:
Straigth= heterosexual, a veces abreviado como "str8", gay=
homosexual, bisexuales casados o divorciados, shemale=
hombre–mujer, así como transexuales y gente común.
Muchos son los que se prestan a ser vistos, pero son
multiplicados por quienes gustan mirar y enviar mensajes en la
sala pública para alentar con frases cargadas de un
lenguaje sexual a quienes placen por mostrarse.
Comencemos por quienes gozan de ser vistos. Los hay
vestidos con ropa formal, deportiva, en pijama o de manera
casual, enfocando su cámara en algún punto
especifico del cuerpo, puede ser un torso desnudo, la abultada
bragueta que se aprecia bajo los pantalones, o simplemente
comienzan su demostración usando boxers o "briefs",
calzoncillos. Permanecen ahí, silentes, esperando a ser
descubiertos y vitoreados por algún espectador que
comience a enviar mensajes públicos en la sala, lo que
roba la atención colectiva e insita a mirar determinadas
cámaras.
Cuando las peticiones públicas comienzan a
aparecer y son leídas por quienes están dispuestos
a mostrase, inicia el juego de enseñar un poco o un mucho
de lo que se les demanda, como los sobacos, el pecho, el vientre,
los muslos, los pies, los testículos, o el pene en estado:
"soft", sin erección, o "hard", erecto. "bush", el pelo
del pubis, "hole ass", ano, "chest", pecho, etc.
Algunos se despojan lentamente de la ropa, otros bajan
sus pantalones, boxers o shorts de un tirón. Hay quienes
solicitan que lo hagan de una sola vez y otros prefieren observar
un desnudo lento, y así comienza el ritual de ver y ser
vistos.
Sobresalen algunos chicos guapos y jóvenes, con
cuerpo labrado en un gimnasio y bien dotados que recurrentemente
aparecen en cámara para ser halagados por sus atributos
físicos hasta alcanzar la eyaculación.
Además de leer los mensajes masivos que reciben, responden
a quienes les escriben y miran a otras personas, hablan por
teléfono o por micrófono para participar del placer
compartido mediante los sentidos de la vista y el
oído.
Hay quienes se muestran por breve tiempo, otros por una
o más horas hasta gratificar con una generosa
eyaculación al desesperado público, la que puede
ser degustada y llevada a la boca con las yemas de los dedos por
el aún jadeante hombre. Los espectadores muestran
benevolencia con sus mensajes siempre y cuando sean complacidos,
pero también suelen ser despiadados e indiferentes cuando
no son satisfechas sus demandas, o simplemente porque de
súbito apareció otro hombre u otra mujer más
complaciente o de su mayor agrado. Entonces, los reconocimientos
acaban y el que se exhibe es prácticamente ignorado en su
totalidad.
Para aquellos que poseen una personalidad narcisista,
debe herirles profundamente esa indiferencia luego de ejercitarse
en un gimnasio para labrar un cuerpo que despierte el deseo y la
admiración de miles de personas. Para esas personas debe
implicar un esfuerzo adicional llevar un régimen
alimenticio estricto para cuidar su piel, y que de pronto, un
intruso que aparece de la nada les robe a un público que
tanto bien hacía a su psique y a su ego. Sin duda, la
competencia entre varones también se expresa en el terreno
de la sexualidad y en el deseo de ser admirados por personas de
ambos sexos.
Varones de todas las orientaciones sexuales saben que
son vistos por otros hombres heterosexuales, homosexuales o
bisexuales, así como por mujeres de distintas edades,
complexiones, razas, etc. Estando en ese canal, no hay espacio
para sentirse agredido u ofendido porque un heterosexual recibe
halagos de otro hombre o una mujer, o porque un gay sea
reconocido por una mujer.
Página siguiente |