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Paper Los riesgos de China cierta duda razonable (página 8)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Responsable de la matanza de Tiananmen y artífice
de la gran revolución china de fines del siglo XX,
encarnada en la política de reforma: en torno a estos dos
polos girará, sin duda, la valoración final que la
Historia haga de la figura de Deng Xiaoping. En mi
opinión, el tiempo hará que prevalezca la segunda
valoración, la valoración del Deng que sacó
a China de la pobreza y la situó en una senda de progreso
y modernización.

(5) El peso de la tradición: el
confucianismo-leninismo

La revolución china fue más una
revolución nacionalista que una revolución
comunista. El objetivo fundamental de los comunistas chinos que
tomaron el poder en 1949 no era tanto construir una sociedad
comunista como reconstituir la soberanía nacional de
China, recuperar la unidad y terminar con su debilidad y con las
agresiones exteriores que ésta había
posibilitado.

La RPC, desde 1949 hasta nuestros días, no se
puede comprender bien si no se tiene en cuenta su fuerte
vinculación con las tradiciones culturales y sociales de
China, conformadas a lo largo de varios siglos de historia. Una
visión superficial de la China Popular, de su
carácter revolucionario, "comunista", podría llevar
a pensar que supuso una ruptura radical con la evolución
anterior del país. No es así: por el contrario, el
comunismo se fusionó en China con sus tradiciones
milenarias.

El comunismo chino incorporó ingredientes
tradicionales de la cultura china y, en concreto, de lo que
constituye la médula de ésta desde hace muchos
siglos: el confucianismo. Por otro lado, tomó del
marxismo-leninismo fundamentalmente el segundo componente, el
leninismo. El peso del marxismo, como ideología, como
doctrina política, fue escaso.

El papel que han cumplido Mao y Deng ilustra otra de las
características de la forma de gobierno confuciana,
según la cual en la cima de la estructura de poder se
halla un gobernante supremo, que ejerce con benevolencia y
espíritu paternal la dirección de los grandes
asuntos del país. El gobernante supremo es el centro del
poder y está revestido de grandes atributos.

En una perspectiva confuciana, la victoria comunista de
1949 puede ser contemplada como el triunfo de una fuerza
política que empezó desde unas bases muy limitadas,
pero que poco a poco, gracias al ejemplo moral y al sacrificio de
sus militantes, fue ganando el respeto y el apoyo del pueblo. El
cargo de gobernante benévolo y supremo, que en la
época imperial había sido ocupado por el emperador,
y cuyo puesto había estado vacante durante los tiempos de
crisis de la primera mitad del siglo XX, fue restablecido en la
figura de Mao Tse-tung y, a partir de 1978, en la de Deng
Xiaoping. Los cuadros del Partido Comunista asumieron la
función rectora que antes había correspondido a los
mandarines.

(6) El liderazgo del Partido Comunista

Como hemos señalado, el Partido Comunista ha sido
la fuerza vertebradora y dirigente en la evolución de la
RPC.

El papel de liderazgo social y moral ejercido por el
Partido Comunista se ha erosionado sin duda con el paso del
tiempo. La crisis de Tiananmen fue un duro golpe a su prestigio.
El paso del tiempo ha afianzado la convicción de que se
cometió un error en la forma de resolver esta crisis. La
violencia utilizada fue probablemente innecesaria y el
daño infligido a la imagen de China fue muy grave. La
corrupción y el nepotismo han dañado también
la imagen del Partido Comunista.

Sin embargo, a pesar de la erosión de su
liderazgo, del deterioro originado por la corrupción y el
nepotismo y del vacío ideológico, a pesar de todos
estos factores resulta difícil imaginar un futuro de China
en el que no tenga un papel determinante el Partido
Comunista.

Pese a los errores cometidos en las cinco décadas
largas durante las que ha gobernado, el Partido Comunista
conserva activos de peso frente al pueblo chino.

La legitimidad del Partido Comunista se sustenta en dos
factores, básicamente. Uno de ellos se puede calificar
como "histórico": el Partido Comunista devolvió a
China la unidad nacional, le permitió superar una larga
crisis que se arrastraba desde mediados del siglo XIX,
transformó a China en una potencia temida y respetada en
la comunidad internacional, terminando con un largo
período de agresiones exteriores.

El segundo factor está ligado a la etapa de
reforma que ha caracterizado a China en los últimos 30
años. Desde que se abordó la política de
reforma, el Partido está liderando un gran proceso de
transformación económica que ha producido una
mejora espectacular en las condiciones de vida de la
población.

(7) La mayor revolución económica de la
Historia

Como se indicaba al principio de este ARI, la reforma
china ha provocado la mayor revolución económica de
la Historia, en el sentido de que nunca hasta ahora un colectivo
tan grande de población ha experimentado una
progresión tan intensa de sus condiciones
económicas y materiales de vida en un período de
tiempo tan corto. China ha crecido a una tasa media anual cercana
al 10% durante las tres décadas de reforma.

La perspectiva histórica mostrará,
probablemente, que el fenómeno más importante del
mundo de nuestros días es el ascenso de China. Gestionar
ese ascenso y facilitar el acoplamiento de esta nueva China en el
mundo es uno de los grandes retos de la comunidad
internacional.

Este crecimiento se ha asentado se una serie de bases
sólidas que previsiblemente seguirán estando
presentes durante mucho tiempo, como: la abundancia de mano de
obra; la alta tasa de ahorro; un modelo de crecimiento "abierto",
orientado hacia el exterior, hacia la integración en la
economía internacional; la liberalización del
sistema económico; el papel de Hong Kong como gran centro
de intermediación entre China y el resto del mundo; y un
marco institucional favorable al crecimiento económico y
los negocios.

De hecho, las previsiones más generalizadas
apuntan al mantenimiento de una elevada tasa de crecimiento de la
economía china, que en un plazo de tiempo relativamente
corto se convertirá en la primera economía del
mundo en tamaño.

(8) El cambio político: la democracia
gradual

Según un tipo de análisis muy extendido,
China ha registrado una profunda transformación
económica, pero el sistema político, basado en la
dictadura del Partido Comunista, no se ha modificado. En las
versiones más extremas de este análisis, la
situación política de China es muy poco diferente a
la que existía hace 20 ó 30 años.

Este tipo de análisis ignora el enorme cambio que
se ha producido en China en el marco de libertades de la
población. Los ciudadanos chinos disfrutan hoy en
día de un grado de libertades personales incomparablemente
mayor que el que tenían hace 20 ó 30 años.
Pueden viajar, cambiar de residencia y de trabajo, de una forma
que hubiera sido inimaginable antes de la era de la
reforma.

La referencia a tener en cuenta para comprender la
transición política de China no es la
transición política en la Unión
Soviética, sino cómo se ha producido la
transición económica en China. La reforma
económica, que se inició hace 30 años, ha
sido gradual, paulatina y sin rupturas. No ha habido big bang de
la reforma (privatizaciones masivas o liberalizaciones bruscas de
precios) como sí hubo en Europa del Este.

China fue liberalizando poco a poco su sistema
económico. Se liberalizaron progresivamente los precios.
Se permitió la propiedad privada en las empresas. Sin que
se pueda identificar un momento en el que produce el cambio
cualitativo, la economía china ha dejado de ser socialista
para convertirse en una economía capitalista. China tiene
todavía un fuerte intervencionismo estatal en la
economía, de eso no hay duda, y las empresas estatales
siguen desempeñando un papel clave. Pero no es una
economía que se pueda considerar socialista: una parte
mayoritaria de la producción se produce en condiciones de
sector privado y se comercializa a precios libres, etc. Y la
tendencia es hacia un creciente peso de los elementos privados en
el sistema económico.

La libertad de expresión, la capacidad de
crítica, también se ha ido expandiendo
paulatinamente. Lo mismo que China fue avanzando en la reforma
económica y un día se encontró con ya no era
socialista sino capitalista, el marco de libertades, de
crítica, de participación ciudadana irá
avanzando y un día, quizá no muy lejano, China se
encontrará con que, por fin, se puede considerar como una
sociedad democrática.

Conclusión: El 1 de octubre de 2009 se celebra el
60 aniversario de la fundación de la República
Popular China (RPC), con la que termina un largo período
de inestabilidad y debilidad de China. En estas seis
décadas China se ha transformado en una gran potencia
mundial, protagonizando la que probablemente es la mayor
transformación económica de la historia de la
humanidad.

(Enrique Fanjul – Antiguo consejero comercial de la
Embajada española en Pekín, antiguo presidente del
Comité Empresarial Hispano-Chino y autor de tres libros
sobre China)

– La vocación global de China a través de
sus personalidades – (ARI) – (Real Instituto Elcano –
29/10/09)

(Por Augusto Soto – ARI 152/2009)

Tema: La creciente vocación global de China se
manifiesta en la diplomacia viajera y formativa de su estrato
dirigente, así como en la reflexión e influencia de
variados personajes en el país y en el mundo, de
nacionalidad china y de la órbita cultural
china.

Resumen: Este análisis se propone, en primer
lugar, constatar la actitud global de los dirigentes
máximos y de la elite china. Segundo, identifica algunas
célebres instituciones, estrategas y especialistas chinos
que analizan las consecuencias de esa actitud global propia de la
apertura lanzada por Pekín hace una generación.
Tercero, explica el papel de influyentes personalidades del
ámbito cultural chino en este proceso.

Análisis: El informe de 2009 editado por el
Consejo Europeo para las Relaciones Internacionales, titulado A
Power Audit of EU-China Relations, indica que Europa encuentra
dificultades a la hora de comprometer (engage)
políticamente a China. Esta constatación se
manifiesta igualmente en barreras al acceso a altos
burócratas y al proceso decisorio de Pekín
necesario para que distintos proyectos chino-europeos solucionen
problemas in situ.

Esta opacidad en cualquier caso contrasta con la actitud
de apertura global, a su propio ritmo, seguida por la elite
china. En los últimos años una activa diplomacia
viajera se ha comprometido en el exterior en la firma de
numerosísimos contratos y acuerdos bilaterales y
multilaterales. Además, los viajes han servido al aparato
exterior para afinar su estrategia. Esta actitud, iniciada en la
era de Deng Xiaoping, igualmente ha inspirado a emprendedores,
empresarios y a diversos conglomerados a disponer de una
estrategia exterior.

De igual modo, en años recientes han surgido
nuevos espacios de intercambio e influencia y se han potenciado
una serie de think tanks y centros educacionales, locales e
internacionales, en el gigante asiático, en los que
trabajan connotados analistas y estrategas chinos. Los miembros
de estos colectivos asisten a los más diversos
diálogos y foros internacionales, interesados más
que nunca en analizar las consecuencias de la expansión
internacional del país-continente.

Además, en estas últimas tres
décadas se han popularizado las reflexiones de
personalidades chinas y asiáticas particularmente
interesadas en el futuro de China continental y en sus relaciones
exteriores. Estas reflexiones igualmente son de significado
estratégico porque crean corrientes de opinión en
la "aldea global".

La actitud global de la elite

En la última década se han ampliado los
espacios y el número y rango de personas que inciden en la
formación de ideas para la adopción de
políticas estratégicas adoptadas por el Partido y
el Estado chinos. Igualmente, en este período se ha
potenciado la influencia de centros decisorios de grandes
empresas y célebres think tanks que colaboran con
instituciones homólogas a nivel internacional.

Pekín entiende que una estrategia de desarrollo
nacional está más unida que nunca a la realidad
global y a la política internacional. Y esta
percepción se agudiza porque incluye las oportunidades que
ofrece la actual crisis financiera mundial. En ésta,
muchas economías asociadas a China necesitan de su
cooperación (así como a la inversa). Como se sabe,
a fines de esta década las prioridades clave para
Pekín incluyen identificar y asegurar fuentes y suministro
de energía, encontrar mercados abiertos donde vender sus
productos y buscar oportunidades de inversión para sus
excedentes financieros. En 2009 sus reservas en divisas, las
mayores del mundo, son vistas con un creciente interés
global.

Paralelamente, las oportunidades que ve China se
identifican, discuten y afinan en las más variadas
ocasiones. El Foro de Davos (donde España este año
estuvo infrarrepresentada) es una de ellas. Estas ocasiones son
especialmente importantes para el actual liderato chino del
Comité Permanente del Politburó, hecho de historias
de vida que, con excepciones, en su etapa formativa apenas tuvo
contacto externo.

En lo institucional la vocación exterior la
recoge explícitamente una de las enmiendas de la
Constitución adoptadas por la Asamblea Popular Nacional en
2004, que concede mayor protagonismo diplomático al
presidente (responsabilidad que en este caso recae en Hu Jintao).
Igualmente viajan las otras figuras del Comité Permanente
del Politburó.

En sus giras por el exterior los líderes ejercen
una colegialidad más o menos análoga a la que
practican en la política nacional. Desde 2002 son nueve
los miembros del actual Comité Permanente del
Politburó (antes eran media docena). Las visitas las
pueden encabezar, alternadamente, Hu Jintao o el primer ministro
Wen Jiabao, pero también otros líderes que han
incidido en importantes acuerdos. El ejemplo más reciente
de este tipo en el espacio de la UE fue la ejecutiva visita hecha
en junio a Madrid por el líder He Guoquiang. He
catalizó una serie de contactos técnicos y
políticos que desembocaron en el acuerdo firmado a inicios
de septiembre de 2009 y por el que la tercera operadora china,
Unicom, ingresó con una novedosa fórmula en el
capital de Telefónica.

En los siguientes escalones del Partido y del Estado
(particularmente en los ministerios) destacan los efectos del
proceso de globalización que fueron los 14 años de
negociaciones para ingresar a la OMC y concluidas en 2001. Ese
proceso coadyuvó a formar a una nueva generación de
técnicos y negociadores.

Como es sabido, la especialización de los
líderes se centra en los ámbitos de la
ingeniería, de la economía, de la
administración, del derecho y de la ciencia
política, campos de conocimiento de un porcentaje
importante de los dos últimos Comités Permanentes
del Politburó en la última década. Para
entender su grado de internacionalización
prácticamente da igual que de los 25 miembros del
decimoséptimo Politburó actual los especializados
en las ingenierías hayan bajado en su
representación en comparación con los dirigentes
especializados en derecho y ciencia política, más
representados en el decimosexto Politburó. Al fin y al
cabo, con cualquier especialidad el intercambio con el exterior
que se promueve desde esa misma instancia es inevitable. De
notable relevancia es la administración, campo en el que
la Escuela Central del Partido tiene convenios para formar
personal con un puñado de países occidentales
(entre ellos con España, desde 2006).

En sus contactos internacionales destacan las redes que
mantiene el personal de las industrias estratégicas, como
las del sector energético. En primer lugar se sitúa
la acción de la elite ingeniera del Ministerio del
Petróleo, que por tradición tiene peso
político. Esa importancia se remonta a cuando este
colectivo abogó por la apertura al mundo antes que la
expresase oficialmente Deng Xiaoping en 1978. Entonces expusieron
el simple argumento de que proponerse una economía en
expansión moderna requería de una tecnología
puntera que sólo tenía EE UU y que urgía
obtener.

En general, la influencia del lobby petrolero, que
actualmente incluye a las empresas gigantes como Sinopec y CNOOC,
se fortaleció nuevamente después de que China se
transformase en claro importador de petróleo a inicios de
la década pasada. Son estrategas que trabajan con el
"síndrome de la escasez" y con la directriz de la no
dependencia externa, claves en la conciencia política de
los dirigentes. Por tanto, cuentan con especial margen para ser
escuchados.

Ciertamente, fuera del Estado y del Partido, aunque no
muy distantes de ellos si logran un extraordinario éxito,
China cuenta con emprendedores cuya elite está por
definición compuesta por grandes estrategas. Aquí
se sitúan las máximas personalidades del mundo
digital y del software, como Pony Ma, fundador de la
compañía Tencent, que desde hace un lustro ha
operado como el mayor buscador y proveedor de servicios de
entretenimiento y mensajería, revolucionando las
posibilidades de Internet en China. Y por esta misma razón
aún con un margen de expansión exterior.

Instituciones, estrategas y especialistas

En la vocación global de China cuentan los
análisis de este proceso. Y quienes ejercen esta
reflexión se han transformado a su vez en una
generación internacionalizada. Un espacio de
recepción de análisis con resonancia
política es la Conferencia Consultiva Política del
Pueblo Chino. Como es sabido, no se trata de un think tank, pero
en los últimos años han dado allí su
opinión reconocidos profesionales cosmopolitas, varios de
ellos profesores y conferenciantes internacionales. El gremio de
los profesores es importante por la clásica
relación maestro-alumno y por la sólida red de
vínculos que genera.

Una instancia relevante es el Instituto Chino de
Estudios Internacionales (CIIS), un think tank gubernamental
clave. Entre sus miembros se da una interesante síntesis
entre política, diplomacia y academia y la renovada
aspiración china por influir en el exterior. Destaca su
presidente, Ma Zhengang, quien es justamente miembro del
Décimo Comité Nacional de la Conferencia Consultiva
Política del Pueblo Chino y co-presidente del
Comité de Asuntos Exteriores del Partido Comunista. Desde
hace años, Ma dicta cursos y participa en foros
internacionales. Entre sus participaciones más recientes
en los últimos tres años sobresalen el Trialogue21
(enfocado a las relaciones entre China, Europa y EEUU) y el
Seminario Global de Salzburgo (en el que participará en
diciembre de este año). En España, Ma ha
participado en foros organizados por la Fundación
Botín, en 2006, y por OPEX en Pekín, en
2007.

En otro flanco y con una larga tradición, la
Academia China de Ciencias Sociales y la Universidad de
Pekín generan estudios y diagnósticos de la
situación del país en las más variadas
especialidades. Entre los actores que particularmente tiene la
Academia destacan las figuras "puente". Esto es, personalidades
polifacéticas en la investigación y en la
administración y que viajan a menudo. Una figura es la del
ex subdirector para América Latina y hoy para Europa,
Jiang Shixue. Jiang ha tejido una relevante red de contactos con
América Latina, con España (entre otros centros,
con el Real Instituto Elcano) y con los principales think tanks
latinoamericanos y norteamericanos dedicados a
Iberoamérica.

Igualmente se capta el pulso de la economía, de
las estrategias económicas, de los proyectos empresariales
(e incluso de los geoestratégicos) en el espacio de
formación y debate que es la Escuela de Negocios
China-Europa (CEIBS) en Shanghai. La CEIBS, pese a contar con una
decisiva iniciativa y capitales europeos, con los años ha
entrado en aquel fructífero sincretismo que ha dado como
resultado que se la pueda considerar de ambos mundos. Destacan
los foros organizados allí y en otras ciudades. El
más reciente fue el Octavo Foro China Europa celebrado en
Tianjín en abril de este año y con la asistencia de
altos cargos chinos y de personalidades europeas.

Personalidades "puente" en la CEIBS han sido Liu Ji,
presidente honorario de la institución, autor de la famosa
teoría de "las tres representaciones" y cercano al ex
líder Jiang Zemin. En Liu destacan sus juicios sobre el
Estado de bienestar. Esa preocupación le hace una
personalidad que ayuda a entender mejor la imperfecta
separación, hecha por algunos observadores, entre la
"coalición populista" y la "coalición elitista" en
la elite del Partido y de la que tanto se ha hablado en la
primera mitad de la administración de Hu Jintao.
También en los últimos años ha aportado con
su reflexión en la CEIBS el profesor Feng Shaolei, decano
de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de
Área de la Universidad Normal del Este de China, asesor de
la ciudad de Shanghai, y cuyos intereses de estudio,
además de Eurasia, incluyen la histórica
transición de regímenes políticos en la
Europa meridional.

El perfil de las personalidades
estratégicas

Luego hay otro nivel. Es el de la reflexión
influyente de los intelectuales chinos y asiáticos del
ámbito cultural chino. Aprecian que les concierne el
presente y el futuro del país-continente. Con su quehacer
contribuyen a retroalimentar la vocación global de
China.

Uno de ellos es Zhang Wei-Wei, ex intérprete de
Deng Xiaoping y de otros líderes, investigador del Centro
para Estudios Asiáticos en Ginebra y profesor visitante en
las universidades de Fudan, en Shanghai, y en la Universidad
Tsinghua, en Pekín, alma mater de Hu Jintao. Zhang ha
visitado más de 100 países en distintos proyectos y
es especialista en relaciones Beijing-Taipei, lo que lo convierte
en un consultor particularmente posicionado.

Con un perfil con similitudes y diferencias
también destaca, entre varios otros, Minxin Pei, director
del Programa de China del Carnegie Endowment for International
Peace, institución con sede central en Washington y con
oficinas en Pekín. Ciertamente Pei tiene el privilegio de
estar en el centro del análisis de las relaciones
chino-norteamericanas y de la interacción entre personajes
estratégicos. Pero tanto o más importante
aún, Pei destaca por su versión hipercrítica
del estado de cosas en China. Aunque es leído en
Zhongnanhai, sus más ácidas apreciaciones no
trascienden en sus entrevistas oficiales en China, como por
ejemplo se puede apreciar en sus declaraciones recogidas por la
agencia oficial Xinhua. Pei tiene relación con
instituciones dedicadas al estudio de China en
Barcelona.

Igualmente, en EEUU destaca la figura del pensador
neoconfuciano Tu Weiming, nacido en Kunming. Su perfil se acerca
más a la figura de un pensador de la China de ultramar que
a la del perfil del emigrado a Oriente u Occidente. Tu es
profesor en Harvard y ha sido uno de los ocho intelectuales
invitados por el gobierno de Singapur para desarrollar el
currículo escolar de ética confuciana. Es
importante considerar además el renacimiento oficial en
China de la figura de Confucio (recuérdese también
el impulso que Pekín ha dado a la apertura de los Centros
Confucio en los cinco continentes en esta década). Tu
también fue nombrado en 2001 por Naciones Unidas como
miembro del Grupo de Personas Eminentes para facilitar el
Diálogo de Civilizaciones, foro del cual España ha
sido co-impulsor. Por tanto, se le puede entender como un
pensador de carácter estratégico de acuerdo a los
parámetros de la agenda internacional del período
post 11-S.

En ultramar también destacan los dirigentes
ilustrados del mundo cultural de origen chino. El más
relevante ha sido el ex primer ministro de Singapur, Lee Kuan
Yew, célebre por vincular con China a políticos,
empresarios e intelectuales singapurenses y asiáticos.
También lo es por divulgar el prestigio de China
utilizando el argumento explicativo de los "valores
asiáticos" en la primera mitad de la década de los
años 90. En verdad, Lee puede ser considerado como
precursor cercano del concepto de "ascenso pacífico",
acuñado por Zheng Bijian en Pekín (luego denominado
"desarrollo pacífico").

Relacionado con Lee se sitúan otros intelectuales
de ultramar. Aquí encaja el también servidor
público singapurense, Kishore Mahbubani, ex ministro de
Exteriores y decano y catedrático de Práctica
Política en la Escuela Lee Kuan Yew de Política de
la Universidad Nacional de Singapur. Es autor del controvertido
libro, El nuevo hemisferio asiático: el irresistible
traspaso del poder mundial a Oriente. En Mahbubani interesa su
cercanía al campo cultural chino (aunque descienda de
indios), y por los lazos políticos con China, que
él ha contribuido a reforzar en los últimos
años tras tres décadas como diplomático. Por
supuesto, interesa su reflexión sobre China. Mahbubani
participa en una serie de foros internacionales que en Occidente
incluyen, entre otros, al Foro de Davos y la Conferencia de
Seguridad Anual de Múnich. Mahbubani se refiere a menudo a
un Occidente "que sólo se escucha a sí
mismo".

Otro plano es el de las personalidades externas a China
continental, pero cuya reflexión e influencia se refiere
en gran medida a ella. Son los investigadores y estrategas
taiwaneses que perciben que el poder de la economía china
"arrastra" en el medio plazo a todos los demás aspectos de
su vida nacional. Por tanto, inevitablemente, al reflexionar
sobre la isla están previendo escenarios futuros, y por
ello, al fin y al cabo, cabe prever que intentan pensar como
pensarían sus contrapartes de China continental.
Interesante es que en parte de ese proceso reflexivo
también intervienen sus contrapartes del continente. Un
nexo de relación se da entre el Consejo Chino de Estudios
de Política Avanzada, presidido por Andrew N.D. Yang, en
Taipei, la Academia China de Ciencias Sociales y otros
principales centros y think tanks del continente.

Conclusiones: Como recuerda Mahbubani, una estrategia
para China debiera ser patrimonio de todos los países con
una estrategia global. En el caso particular de España,
desde 2005 el vínculo con China se califica por ambas
partes como "asociación estratégica
integral".

Pero excepto en los destinos individuales de un
número impreciso, creciente, pero aún limitado de
personas (tanto a nivel oficial como de la sociedad civil), en el
caso español queda todavía mucho margen antes de
que se pueda hablar de una generación de estrechos y
estables contactos con una parte de la amplia elite que juega un
gran papel en cada nuevo ciclo político, social o
cultural. Generalmente, por parte española, muchos
vínculos que han sido estrechos los desdibuja el tiempo
por cambios de destino, misión, mercado o
especialidad.

Tan importante como esos vínculos importa
interactuar cada vez que es posible con los líderes chinos
en las más altas instancias internacionales (como en
Davos, en el G-20), y de manera sostenida con los analistas y
pensadores chinos en el exterior y con sus congéneres de
ultramar. Muchas veces, las apreciaciones sobre estrategias que
está adoptando Pekín pueden aclararse aún
más en estos diálogos. Además, conviene
recordar que los espacios informales cuentan tanto como los
formales.

A medio camino entre la formalidad y la informalidad,
por otra parte, parece razonable aprovechar los aspectos
más dinámicos que ofrece la Expo de Shanghai 2010.
Por un lado, con la Expo se arriesga la miniaturización de
la imagen al coincidirse en la "cacofonía" que supone que
cada país promueva lo propio junto a otros a la vez.
Así, tan efectivo como proyectar imagen, productos y
credibilidad es utilizar la ocasión para actualizar redes
de contacto y generar otras.

Siempre pensando en el largo plazo, procede
interiorizarse de los proyectos actuales y de futuro que tengan
en mente los emprendedores chinos, actualizar el conocimiento de
las figuras emergentes en áreas estratégicas. Y
éstas también incluyen los campos de la cultura y
de las comunicaciones debido al más reciente
énfasis que Pekín ha decidido dar a su soft
power.

La República Popular China llega a su 60
aniversario viviendo su momento más complejo desde su
fundación. Esto significa recordar que el país es
más pragmático, más ecléctico y
más global que nunca.

(Augusto Soto – Consultor y profesor en
ESADE)

De la hemeroteca reciente (se privilegia el orden
cronológico sobre el temático)

Alguien voló sobre el nido de cuco

"En su informe "Modernización de China 2008", la
Academia de Ciencias de China, considerada como el organismo de
investigación más importante del país,
utilizó la analogía de la "paloma de la paz" para
concebir el anteproyecto de un nuevo orden mundial"… – China y
su "paloma de la paz" (BBCMundo.com – 30/1/08)

El especialista en China de la BBC, Shirong Chen, dice
que el uso del famoso símbolo va acorde con las
intenciones chinas de insistir en su desarrollo pacífico.
Sin embargo, al mismo tiempo Shirong subraya que China quiere
tener un papel de mayor liderazgo en el mundo y, con ese fin,
busca desarrollar algunas organizaciones clave en la
región asiática.

En el esquema de los expertos chinos, la
Organización de las Naciones Unidas representa la cabeza
de la paloma, que estaría conectada con la futura
Unión Asiática.

China espera que la isla de Hainan sea la sede de ese
bloque convirtiéndola en una zona de libre mercado para
todos los países del continente. El Foro de
Cooperación Económica de Asia-Pacífico
(APEC, por sus siglas en inglés) constituye el ala
derecha, mientras que la izquierda es el propuesto Foro de
Cooperación Económica Asia-Europa, que
sustituiría a la actual cumbre Europa-Asia. El resto del
cuerpo de la paloma lo completan las regiones de América
del Sur, Oceanía, y África.

Según la Academia de Ciencias de China, se espera
que el país se convierta en la segunda potencia del mundo
para 2030 en base a su "fuerza nacional objetiva". El informe
define el término como "un componente básico de la
fuerza nacional en su totalidad y la suma de los verdaderos
activos y la capacidad objetiva de mantener la supervivencia y el
desarrollo de una nación". En ese marco, el documento
señala que China subió al tercer puesto en 2004,
situándose sólo por detrás de Estados Unidos
y Japón.

Ahora, falta ver cuál será la
reacción de otros países poderosos del continente
como Japón e India a las más recientes revelaciones
de las ambiciones políticas chinas.

Más allá del informe es indudable que,
impulsada por su extraordinario crecimiento económico,
China sigue encaminada a recuperar gran parte de su antigua
supremacía en toda Asia, reafirmándose como el
más probable reto para Estados Unidos en la
categoría de superpotencia mundial.

La "paloma de la paz" busca nido en tierras
extrañas (y alimento para los "pichones")

"El Gobierno chino está estudiando un plan para
estimular a sus empresas a adquirir terrenos de cultivo en
regiones en desarrollo como Latinoamérica y África
y asegurarse así el suministro de cereales en medio de un
déficit de dimensiones globales. La publicación
"Revista China de Negocios Siglo XXI" informó hoy de que
el Ministerio de Agricultura anunció que departamentos
gubernamentales están negociando políticas para
estimular la compra y alquiler de tierras en el exterior
destinadas a la producción de cereales, y cita varios
ejemplos en África"… China estudia comprar tierras de
cultivo en Latinoamérica y África para asegurarse
el suministro de cereales (La Vanguardia
9/5/08)

Li Zhengdong, director del Departamento de
Cooperación Internacional de esta cartera,
señaló que "hasta ahora el ministerio no ha
decidido ninguna medida concreta", porque está supeditada
a una macropolítica de carácter estatal, pero su
aprobación es inminente.

Este plan fue confirmado por un funcionario
anónimo cercano al grupo de trabajo a los corresponsales
del diario británico "Financial Times" en China, una
fuente que señaló que, de llevarse a cabo, la
adquisición de terrenos sería en América
Latina y África, aunque esperan cierta resistencia
internacional.

Según el director Li, la iniciativa no es nueva,
ya que en 2003 el Comité Central del Partido Comunista de
China (PCCh) propuso esta estrategia destinada a adquirir
terrenos agrícolas y forestales e intereses pesqueros en
el extranjero.

Empresas estatales chinas como bancos y petroleras
empezaron a aplicar este plan en los últimos años,
pero la subida del precio del cereal en todo el mundo, debido al
encarecimiento del crudo y de la que en parte se culpa al aumento
de consumo en China, está obligando a Pekín a
volver a analizar esta estrategia.

En China el precio del cereal aumentó un 25 por
ciento en los tres primeros meses del año en medio de una
subida generalizada de la inflación (8%) que en el
país asiático es sinónimo de
revueltas.

Con un 40 por ciento del campesinado global, China
cuenta con tan solo un 9 por ciento de la tierra arable del
planeta (menos de un 13 por ciento de su territorio), por lo que
se ve obligada a importar, por ejemplo, un 60 por ciento de la
soja que consume.

De llevarse a cabo esta estrategia, los cultivos
prioritarios en el exterior serían la soja, el
plátano y aceites vegetales y comestibles.

La revista china citó algunos de los proyectos
agrícolas que China llevó a cabo en África
en los últimos años, como el de la
Administración de Agricultura de la provincia de Hubei
(centro de China) en Mozambique, cuando en 2005 compró
1.000 hectáreas donde se cultivan arroz y maíz con
una inversión de 10 millones de dólares (6,4
millones de euros).

En otro proyecto similar, la provincia de Shaanxi
(centro) está invirtiendo 71 millones de dólares en
Camerún para cultivar 5.000 hectáreas de arroz y
establecer una planta de elaboración de este grano con el
apoyo de los ministerios chinos de Comercio y
Agricultura.

Los funcionarios que participan en el proyecto
señalan que los obstáculos a los que se enfrenta
China con este proyecto son, además de una fuerte
oposición por parte de los gobiernos extranjeros, la falta
de experiencia de sus empresarios y la inestabilidad
política de los países en desarrollo en los que
tienen pensado invertir.

"Una gigantesca réplica de la Ciudad Prohibida
domina las alturas de la turbulenta capital de Nigeria. En Lagos,
la mole imperial no hace las funciones de museo, como en
Pekín. Es, por el contrario, un centro comercial donde se
venden todo tipo de manufacturas "made in China". Hasta
aquí la anécdota. El dato es que los intercambios
comerciales entre el África Subsahariana y China crecen a
un ritmo del 50% anual desde hace una década, con una
balanza cada vez más desequilibrada a favor de oriente"…
China "invade" el África Subsahariana (El Confidencial –
16/6/08 – Por Ángel Villarino. Bangkok)

"China construye carreteras, edificios,
ferrovías, puertos, instalaciones petroquímicas y
cuarteles militares: está sacando petróleo,
cultivando tierras agrícolas, talando árboles y
ofreciendo productos y servicios", ilustra Robert I. Rotberg,
analista de la World Peace Foundation. La presencia
asiática filtra cada vez más en la vida cotidiana
de los africanos. Durante el año 2007, Pekín
subvencionó programas para aprender mandarín a los
funcionarios y hombres de negocios nigerianos. Meses
después implementó la misma estrategia en
Angola.

La invasión de productos chinos es apabullante.
En Sudáfrica, el 90% de las camisetas que se comercializan
tienen etiqueta asiática. Mientras que en Sierra Leona,
nación devastada por las guerras, una
compañía con sede en Shanghai está creando
el primer hotel de lujo del país. En Zambia, Pekín
ha invertido cerca de 170 millones de dólares en el sector
minero, especialmente para la extracción de cobre, metal
necesario para su pujante maquinaria industrial. En Uganda, las
farmacéuticas asiáticas han instalado laboratorios,
comercializado cientos de medicamentos más baratos que los
exportados por las compañías occidentales,
patentado un nuevo remedio contra la malaria y levantado una
enorme fábrica de mosquiteras que es ya líder de
ventas en el país. En países como Zambia se han
registrado manifestaciones masivas y revueltas para protestar
ante la "invasión china".

La inversión directa de China en África
abarca todos los sectores y supera ya los 11.700 millones de
dólares anuales. El flujo comercial, aunque
desequilibrado, circula en doble sentido. Junto con India,
país que también ha irrumpido con fuerza en la
escena africana, China compra ya alrededor de una cuarta parta de
las exportaciones africanas. "Las compañías chinas
e indias son la vanguardia de la integración de las
economías africanas en el mercado global. Pekín
está haciendo muchos esfuerzos para animar el proceso. El
año pasado, por ejemplo, eliminó los impuestos en
190 productos procedentes de los 25 países menos
desarrollados de África", resume el economista Harry G.
Broadman.

Los esfuerzos del gigante asiático por acercarse
a África tienen, como no, aspectos políticos.
Según análisis como el de Mark Leonard, autor de
What Does China think?, el modelo chino se está planteando
como una alternativa a la vía del libre mercado occidental
que, encabezada por Estados Unidos, ha sido el único
modelo para los países africanos desde la implosión
de la Unión Soviética."Para los gobiernos africanos
el crecimiento de China significa que ya no tienen que elegir
entre la asimilación a las reglas de Occidente y el
aislamiento", escribió el ensayista.

Entre otras cosas, China financia y monitorea la
creación de cinco "Zonas Económicas Especiales" en
África, a imagen y semejanza de los experimentos con el
libre comercio llevados a cabo en el sur del país durante
la primera fase de su aventura capitalista a finales de los
años 70.

En noviembre de 2006, el PCCh organizó una cumbre
de países africanos en Pekín, celebración
que preparó a conciencia engalanando la ciudad y cerrando
miles de fábricas para mejorar la atmósfera y
contener la polución. El presidente Hu Jintao
prometió duplicar la ayuda a los países africanos
en 2009, cancelo la deuda de 32 naciones y ofreció 10 mil
millones de dólares en créditos blandos para poner
en marcha negocios, formar personal, crear hospitales y
escuelas.

En la misma cumbre, China cerró doscientos tratos
comerciales con quince países diferentes, disparando hasta
los 42 mil millones de dólares el volumen de intercambio
comercial con África y desplazando así a Estados
Unidos como el primer socio comercial del continente.

"Al principio nos concentramos en algunos sectores, como
agricultura, petróleo y pesca. Ahora es posible ver
inversiones chinas en manufactureras, electrónicas,
incluso turismo, telecomunicaciones y construcción.
Nuestra entrada es cada vez más ancha", analizó
Yang Guang, director del Instituto de Estudios Africanos de la
Academia de Ciencias Sociales china.

Según los datos que maneja Guang, en el
año 2008 había 800 empresas chinas invirtiendo en
África, de las cuales unas 100 son públicas. En
torno a 80.000 chinos se han desplazado a África en
consecuencia al incremento de esta presencia económica.
Muchos viven en gigantescos cuarteles amurallados donde mantienen
su estilo de vida sin mezclarse con las poblaciones
locales.

Desplazando al gigante imprescindible (la conquista
china)

"China se convirtió en el mayor mercado de
exportaciones japonesas, según nuevas cifras del mes de
julio dadas a conocer en Tokio. Es la primera vez -desde la
Segunda Guerra Mundial– que China pasa a ser el principal cliente
de Japón"… China, el principal mercado de Japón
(BBCMundo – 21/8/08 – Por Andrew Walker)

Esta es otra señal del creciente peso de China, y
en general de otras naciones emergentes, en la economía
mundial.

China logró superar a Estados Unidos como el
primer destino de las exportaciones japonesas. Las ventas
dirigidas a la débil economía estadounidense
disminuyeron, en especial la exportación de
vehículos. Sin embargo, la demanda en China ha continuado
creciendo.

Para algunos economistas, esto ha sido sólo un
estímulo temporal vinculado a las Olimpiadas de
Pekín que se debilitará cuando finalicen los
juegos. Pero aún así, China tiende a convertirse en
un mercado cada vez más importante para Japón y
para muchos otros países. Una parte importante de este
comercio consiste en el envío de piezas o partes a China,
para que posteriormente sean ensambladas.

EEUU ya no es el gigante imprescindible

El declive industrial de Estados Unidos indica que la
nación autónoma de la inmediata posguerra se ha
convertido en el centro de un sistema cuya vocación es
consumir más que producir. El país es esencial para
el mundo no por su producción, sino por su consumo, que en
2006 representó el 70% del PIB, frente al 61% en Reino
Unido, el 59% en Italia o el 55% en Japón, Alemania,
Francia y Canadá.

Mientras que en 1929 el 44,5% de la producción
industrial mundial estaba en EEUU, en comparación con el
11,6% de Alemania, el 9,3% de Gran Bretaña y el 2,4% de
Japón, hoy su producto industrial es inferior al de la UE
y Japón. El sector manufacturero en EEUU ha perdido 3,7
millones de empleos en los últimos siete años. Las
manufacturas representan hoy el 10% de los puestos de trabajo y
el 12% del PIB, aunque supone el 50% del gasto en I+D.

En los 40 años posteriores a la II Guerra
Mundial, el mayor empleador de EEUU era General Motors; hoy es la
cadena de supermercados de descuento Wal-Mart, que contrata a sus
empleados por salarios muy bajos y con empleos temporales o
precarios.

Los servicios financieros, en cambio, han crecido dos
veces más rápido que la industria manufacturera en
los últimos 20 años, lo que ha agudizado lo que el
ex primer ministro francés Michel Rocard llama el
"divorcio entre capitalismo y economía de mercado", es
decir, el desvío de la liquidez hacia lo inmaterial y lo
especulativo.

La actividad financiera puede generar grandes
beneficios, pero son muchos los economistas que advierten que una
tasa de beneficio elevada en actividades con escaso potencial
tecnológico e industrial conduce a la improductividad. En
Estados Unidos, los beneficios de los servicios financieros
fueron el 47% de los beneficios corporativos totales antes de
impuestos en 2007.

Ese modelo productivo explica, entre otras cosas, el
escaso interés mostrado por EEUU en moderar su consumo
energético. A lo largo de su historia, europeos,
japoneses, chinos o indios, por ejemplo, han tenido que luchar
contra el agotamiento del suelo y la escasez de los recursos
naturales. En Estados Unidos, en cambio, una población
liberada del pasado descubrió una naturaleza aparentemente
inagotable.

Según escribe Emmanuel Todd en su libro
"Después del imperio", en EEUU la economía
dejó de ser una disciplina que estudia la
asignación óptima de unos recursos escasos para
convertirse en "la religión de un dinamismo desinteresado
por la noción del equilibrio".

Lo que parece inevitable es que el siglo XXI ya no
será otro "siglo americano" debido al surgimiento de un
nuevo orden multipolar, no necesariamente más equilibrado
o democrático. El experimento de capitalismo autoritario
que tiene lugar de manera notable en China y en la Rusia de
Vladimir Putin demuestra que el capitalismo liberal no es la
única forma de capitalismo posible. Probablemente la gran
lucha ideológica del siglo XXI se librará en torno
a las distintas versiones del capitalismo.

Algunos analistas creen que el llamado "consenso de
Washington" pronto será reemplazado en buena parte del
mundo en desarrollo por un "consenso de Pekín" basado en
el desarrollo liderado por el Estado y en la ausencia de
libertades públicas y derechos
democráticos.

El autoritarismo parece inherente a los "petroestados",
que se independizan económicamente de sus ciudadanos al no
necesitar de sus impuestos para financiarse. Desde 1999, los
ingresos anuales de los países de la OPEP se han
cuadruplicado, hasta los 670.000 millones de dólares en
2007. En 2007, el consumo mundial de crudo fue de 86 millones de
barriles diarios, un 13% más que en 1999.

A 100 dólares el barril, el valor de las reservas
probadas de crudo de los países exportadores de
petróleo es de 104 billones de dólares, una cifra
equivalente al valor conjunto de todas las acciones y bonos
cotizados en las bolsas del mundo. Unos 48 billones pertenecen a
los países miembros del Consejo de Cooperación del
Golfo (Arabia Saudí, Qatar, Omán, Kuwait,
Bahréin y Emiratos Árabes Unidos). Los demás
países de la OPEP poseen 44 billones y los no miembros
(Canadá, Noruega, México y Rusia), 12
billones.

India y China, por otra parte, están regresando
al papel económico que tuvieron hasta el siglo XVIII, lo
que quiere decir que, al menos en términos
económicos, el mundo multipolar ya ha comenzado. Y a los
términos económicos tarde o temprano les siguen,
por lo general, los políticos y militares.

Aunque China está a décadas de distancia
de tener una flota de portaaviones y submarinos nucleares como
los que permiten a EEUU proyectar su poder globalmente, el
gigante asiático está aumentando su gasto militar a
un ritmo del 16% anual. Su presupuesto de defensa es de 59.000
millones de dólares (un 1,4% del PIB), una fracción
del de EEUU (4,6% del PIB), pero suficiente para derribar, como
hizo en enero de 2007, uno de sus satélites en
órbita a 800 kilómetros de altura con un misil, lo
que amenaza con desencadenar una carrera armamentista en el
espacio.

Una docena de países ya son capaces de poner
satélites en órbita, lo que quiere decir que
también tienen capacidad para derribarlos. Un ataque a
gran escala a la red internacional de satélites
haría colapsar las telecomunicaciones globales, lo que
arrastraría al sistema financiero y a la economía
mundial.

La nueva multipolaridad de la globalización es
evidente en los países emergentes, que en los
últimos cuatro años han acumulado un
superávit por cuenta corriente de 2,5 billones de
dólares y que este año excederá los 625.000
millones, una suma que ha estado financiando los déficits
gemelos de EEUU y que ahora les permitirá estimular sus
economías con políticas
contracíclicas.

En 2007, los países en desarrollo representaron
el 52% del crecimiento mundial, frente al 37% de los años
90. Su proporción del PIB mundial es hoy del 29%, cuando
en 1995 era del 18%. En el año 2007 China
representó el 17,8% del crecimiento global, frente al
14,6% de EEUU. Las empresas de los Brics (Brasil, Rusia, India y
China) absorbieron durante ese año el 39% del capital de
las salidas a Bolsa mundiales.

El 75% de las reservas mundiales de divisas, de seis
billones de dólares (a mediados de 2008), están en
sus manos. Sus fondos soberanos tienen otros 2,5 billones
más en sus arcas. La capitalización de sus bolsas
es de 17,8 billones, frente a los 2,2 de 2000. La de las bolsas
de EEUU es de 17,5 billones.

El consumo de los 17 mayores países en desarrollo
equivalía al 48% de EEUU en 2000; en 2008 es del 65% y en
2017 podría superarlo. El comercio mundial está
cambiando como resultado: en 2000, EEUU importaba el 20% de los
bienes y servicios del mundo; en 2000, sólo el 14%,
mientras que en los países emergentes esas cifras han ido
del 33% al 40,6%. Las exportaciones chinas a EEUU sólo
representan el 8% de su PIB, las de India el 4%, las de Brasil el
3% y las de Rusia el 1%.

En África, Irán o Asia central, China no
sólo está comprando materias primas: está
desplegando un ejército de ingenieros para construir
infraestructuras y está empeñada en un programa de
inversiones estratégicas en defensa y el sector
financiero, llenando todos los vacíos de poder que
encuentra a su paso, sobre todo en Siberia, donde Rusia, cuya
población disminuye a pasos acelerados (tendrá la
misma población que Turquía en 2025) no puede
contener el empuje demográfico chino. El experto en
geopolítica indio Paragh Khanna sostiene en su libro "El
segundo mundo" que Rusia tendrá que decidir en un futuro
cercano convertirse en un aliado estratégico de la UE o en
un "petroestado vasallo de China".

En el sureste asiático, donde vive una
diáspora de origen chino de 35 millones de personas, el
"Imperio del Centro" ha construido una "esfera de co-prosperidad"
que eventualmente podría crear su propio fondo monetario
internacional y una moneda única para aislarse de las
crisis financieras occidentales. Malasia y Tailandia aún
realizan ejercicios militares conjuntos y maniobras navales con
EEUU, pero al mismo tiempo han firmado acuerdos militares con
China, incluyendo el Tratado de Amistad y Cooperación, un
pacto de no agresión de los países de la
zona.

El cuadrilátero
India-Japón-Australia-China ya comercia más entre
sí que con la otra orilla del Pacífico y ha
comenzado a extender sus redes en el Asia central, absorbiendo en
su órbita a miniestados fallidos como Tayikistán o
Uzbekistán e incluso al gigantesco y muy rico en
petróleo Kazajastán. La Organización de
Cooperación de Shanghai, que une en su seno a China y
Rusia, podría incluso convertirse en una "OTAN del
Este".

Con alrededor del 20% de la población mundial,
China consume la mitad del cemento del mundo, el 30% del acero y
el 25% del aluminio y desde 1999 ha multiplicado por 23 veces el
cobre que consume. Hasta mediados de 2008, China no
parecía haber acusado el frenazo de la economía
norteamericana: sus exportaciones a EEUU sólo han
caído un 5% en el último año, mientras que
las que se dirigen a Brasil, India y Rusia han crecido un 60% y a
los países de la OPEP un 45%. Más de la mitad de
las exportaciones chinas van ahora a países
emergentes.

Según datos oficiales del Gobierno chino, el
comercio entre China y América Latina superó los
102.000 millones de dólares en 2007, un 46% más que
el año anterior. El comercio de China con África,
por su parte, alcanzó los 73.000 millones. Chile,
Perú y Argentina exportaron a China alrededor del doble de
lo que importaron de ella, pero México,
Centroamérica y Colombia sufrieron grandes déficits
comerciales con ese país.

Aunque nadie saldrá indemne de una
recesión en EEUU, todos esos datos indican que ese
país ha dejado de ser el único "gigante
imprescindible" de la globalización.

Además, con "recochineo" (te vas a
enterar…)

"No hace mucho, las autoridades chinas acudían a
los encuentros estratégicos con EEUU sabiendo que
recibirían alguna que otra reprimenda de las autoridades
estadounidenses. Era frecuente que Washington les recriminase su
mala gestión económica por aplicar subsidios
estatales, regular excesivamente la inversión extranjera o
mantener su moneda infravalorada y que les recomendase que su
sistema económico se pareciese más al americano.
Pero en las últimas semanas, el dedo acusador apunta justo
en la dirección opuesta. Los funcionarios chinos han
reprochado a EEUU su gestión económica mientras
defienden la intensa regulación del coloso
asiático"… China culpa a EEUU de la crisis
económica mundial (Negocios – 18/6/08 – Por Edward
Wong – NYT)

El país asiático está molesto por
la aparente hipocresía de los americanos que intentan
decirles qué deben hacer, cuando su sistema se encuentra
estancado.

A mediados de 2008, las críticas se hicieron
hecho más evidentes. Liu Mingkang, responsable de la
comisión reguladora del mercado bancario acusó la
"pervertida concepción" regulatoria de Washington y
culpó a EEUU por la grave crisis hipotecaria que a punto
estuvo de congelar los mercados occidentales de
deudas.

El representante chino en la Organización Mundial
del Comercio (OMC) hizo un llamamiento a EEUU para que cese la
depreciación descontrolada del dólar antes de que
la crisis vaya más lejos y continúe la escalada de
precios del crudo y de los alimentos. Además, algunas
autoridades chinas han criticado la "actitud discriminatoria" de
EEUU hacia ciertas inversiones extranjeras.

Todos estos gestos reflejan una nueva autoconfianza por
parte de China. El gigante asiático se mostró
inusualmente audaz antes de los Juegos Olímpicos de
agosto, vistos como un signo de la relevancia de China en el
mundo.

"El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha
señalado que la economía del país ha
mostrado signos positivos antes de lo esperado, en el primer
trimestre del año, como consecuencia del plan de
estímulo económico adoptado en noviembre pasado.
Sin embargo, en una entrevista difundida por el diario oficial
'China Daily', Wen se mostró prudente. "China no puede
salvar el mundo y tampoco puede sobrevivir sin el mundo. Lo que
tenemos que hacer es todo lo posible para minimizar el impacto de
esta crisis", ha dicho el primer ministro chino"… Palabras
del Primer ministro del país – "China no puede salvar el
mundo y tampoco puede sobrevivir sin el mundo" (El Mundo –
13/4/09)

El dirigente chino considera signos positivos que la
demanda doméstica haya aumentado de forma sostenible y la
inversión en activos fijos haya crecido a buen ritmo en el
primer trimestre de 2009. Al mismo tiempo, las importaciones y
exportaciones han registrado un cierto aumento mensual en ese
periodo, a pesar de haberse reducido en tasa interanual. Estos
indicadores son un síntoma de que algunos sectores y
empresas chinas están en proceso de recuperación
gradual.

El primer ministro chino agregó que algunas
industrias, no especificadas, han registrado ingresos mensuales e
interanuales en los tres primeros meses del
año.

Como tercer signo de posible recuperación, Wen ha
recordado que el índice de gerentes de compras y el de
confianza empresarial de la industria manufacturera
también se elevaron, lo que indica que la economía
china ha empezado a estabilizarse y recuperarse en algunas
áreas.

Y por último, la confianza en los mercados ha
aumentado y la economía registró una cierta
reactivación por primera vez en tres meses, con
incrementos tanto en las bolsas como en los volúmenes de
transacciones inmobiliarias.

A pesar de estas buenas noticias en medio de la
depresión económica global, Wen ha reconocido que
su país, tercera potencia económica del mundo por
PIB, se enfrenta a graves dificultades debido a la
contracción de la demanda externa de sus principales
clientes: Estados Unidos, la Unión Europea y
Japón.

Esta contracción ha supuesto un desastre para el
sector manufacturero chino, motor del crecimiento del país
durante tres décadas y que en los últimos meses ha
registrado miles de cierres de empresas que han dejado en la
calle a por lo menos 20 millones de personas. "No podemos dejar
de estar vigilantes", ha advertido al referirse al avance y
expansión de la crisis financiera
internacional.

Debido a que esta recesión sin precedentes en las
principales economías todavía no ha tocado fondo,
"no podemos asegurar que la economía china se haya salvado
de la crisis", ha dicho.

Durmiendo con el enemigo (el principal acreedor del peor
deudor)

"Cuando en 1987 el grupo irlandés U2 cantaba With
or with out you, China ocupaba el puesto número 11 en el
mapa del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, con 268.217,5
millones de dólares y un leve superávit por cuenta
corriente de 300 millones de dólares. Veintidós
años después, China es un gigante que ocupa el
cuarto puesto en la economía del mundo con un PIB de 3,2
billones de dólares, y un superávit por cuenta
corriente que ronda los 400.000 millones. Pero así como el
gigante asiático se ha ganado un puesto entre los
líderes de la economía mundial, también se
ha creado una relación de dependencia con EEUU, y
más en concreto con su divisa y con su mercado de
deuda"… China, EEUU y el síndrome de U2 (Cinco
Días – 4/5/09 – Por Miguel
Rodríguez)

China tiene unas reservas en divisa extranjera de 1,95
billones de dólares, según los datos a cierre de
marzo de 2009 del banco central del país. 744.000 millones
de dólares están invertidos en deuda pública
estadounidense, según los datos de febrero de 2009 del
Departamento del Tesoro americano. Es decir, que cerca del 40% de
las reservas en divisa extranjera de China dependen de la
evolución del mercado de deuda americano -y del
dólar, en consecuencia-, de la misma manera que China
posee el 23% de la deuda emitida por EEUU. Eso sin contar con lo
que el país ha invertido en renta fija privada de empresas
como Freddie Mac o Fannie Mae, y que ronda los 400.000 millones
de dólares.

Si más de un tercio del PIB de China está
invertido en dólares y Estados Unidos transita por la peor
crisis económica desde los años 30 del siglo XX, no
es de extrañar que las autoridades del país
asiático hayan mostrado en público su inquietud por
el futuro de sus inversiones. En marzo de este año, el
Gobierno chino propuso reemplazar al dólar como divisa de
reserva mundial por una nueva moneda de referencia controlada por
el Fondo Monetario Internacional. Algo así como convertir
los actuales derechos especiales de giro del FMI en la divisa de
reserva mundial. Los SDR son una suerte de moneda interna del
organismo, sostenida por el dólar, el euro, el yen y la
libra esterlina, que los países pueden utilizar como
moneda de reserva y para pagos internacionales.

Pero ni Estados Unidos está dispuesto a ceder la
hegemonía de su moneda en el mundo, ni realizar una
transformación como esa es tan fácil. "China quiere
diversificar sus reservas, pero para deshacer sus posiciones en
dólares tendría que llegar a un pacto con Estados
Unidos, y recibir el apoyo del FMI y del Banco Mundial", explica
el profesor de Esade Robert Tornabell. "No es posible ahora
mismo, un movimiento así provocaría el hundimiento
del dólar y una depresión muy profunda a nivel
mundial".

Es más, China, entre la espada y la pared, en
estos momentos se ve obligada a comprar deuda de EEUU para
mantener los precios al alza y evitar que sus inversiones pierdan
valor. Así que es inimaginable una venta de activos en
dólares que no sea consensuada y gradual. De lo contrario
la estampida del mercado de deuda estadounidense podría
ser catastrófica. "Sería un poco absurdo cargarte
el 90% de tu inversión por salvar un 10%", sostiene
José Carlos Díez, economista jefe de
Intermoney.

La disyuntiva es mayor, porque a China comercialmente le
interesa que el dólar esté caro, porque favorece la
competitividad de sus exportaciones. Pero cualquier movimiento
para diversificar sus reservas afectará negativamente al
billete verde. "Ellos mismos son los que mueven el mercado",
afirma Antonio Villarroya, estratega de tipos de Merrill Lynch.
Difícil coyuntura, por tanto, la de China (I can't live…
with or without you, que cantaban los irlandeses U2).

Pero Geithner, intenta tranquilizar a los acreedores
(que ríen por no llorar…)

"El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy
Geithner, de visita oficial en Pekín, ha defendido la
seguridad de la deuda pública estadounidense adquirida por
China y la fortaleza del dólar. Su intervención ha
provocado risas entre los asistentes a su conferencia en la
Universidad de Pekín"… Geithner provoca carcajadas en
Pekín: "Los fondos chinos están muy seguros"
(Libertad Digital – 1/6/09)

Geithner defendió en su discurso la voluntad de
la Administración norteamericana de reducir el
déficit público a pesar de las últimas
partidas de gasto aprobadas para superar la crisis
económica y financiera. Geithner insistió en que la
Administración de Barack Obama defenderá un
dólar fuerte, cuestión fundamental para China,
país que cuenta con importantes reservas en
dólares.

En marzo de 2009, China seguía siendo el
principal poseedor de deuda pública estadounidense, con
768.000 millones de dólares (unos 540 millones de euros),
según datos oficiales, pero algunos analistas consideran
que el total de las inversiones chinas vinculadas al dólar
podrían duplicar esta cifra, hasta casi los 2 billones de
dólares.

"Los fondos chinos están muy seguros",
afirmó Geithner durante su intervención en la
Universidad de Pekín. Esta respuesta provocó la
risa entre los estudiantes del público, un claro
síntoma del escepticismo que provoca entre la
población. Muchos critican incluso el absurdo que supone
que un país en vías de desarrollo como China
invierta su dinero en deuda de un país extranjero en lugar
de en mejorar el nivel de vida de sus propios
ciudadanos.

Geithner insistió también en la
intención de la Administración Obama de recortar el
déficit público y prometió un gasto futuro
"muy disciplinado" y barajó incluso la posibilidad de
incluir normativa del tipo si vas paga (pay-as-you-go),
fórmula empleada para definir los proyectos que deben
incluir la financiación en la propia ley que apruebe el
Congreso.

"Tenemos los mercados de inversión libre de
riesgo más profundos y más líquidos del
mundo. Estamos comprometidos con la rebaja del déficit
público a un nivel sostenible", dijo. "Creemos en un
dólar fuerte (…) y vamos a asegurarnos de que reparamos
y reformamos el sistema financiero para mantener la confianza",
agregó.

El responsable estadounidense también
abogó por un papel más relevante de China en
instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI). "China
es demasiado importante para la economía global como para
no tener un sillón fijo en la mesa internacional",
afirmó.

En cualquier caso, Geithner defendió la necesidad
de reformas para no volver al modelo anterior ni en Estados
Unidos ni en China. Ambos deben cambiar sus estrategias de
crecimiento, ya que los consumidores americanos deben ahora pagar
sus deudas tras años viviendo por encima de sus
posibilidades.

Para China, que, según Geithner, está "en
una fuerte y envidiable posición", eso significa reducir
su dependencia del crecimiento orientado a la exportación.
"Las compras de los consumidores estadounidense no pueden ser tan
determinantes como fórmula de crecimiento como lo han sido
en el pasado", dijo. "En China (…) el crecimiento sostenible
requerirá un giro sustancial desde la demanda externa a la
interna y de la inversión en crecimiento intensivo en
exportación al crecimiento basado en el consumo",
explicó.

Mientras Geithner aconseja a los chinos, gastar
más… Yu Yongding, un ex asesor del Banco Central de
China aconseja a los americanos, ahorrar más (o
sea…)

"Otra crisis financiera mundial podría ser
desencadenada como consecuencia de una pérdida de
confianza en el dólar, a menos que EEUU no ahorre
más, según Yu Yongding, un ex asesor del Banco
Central de China"… China alerta de una nueva crisis financiera
"inevitable" si EEUU no ahorra más (Libertad Digital –
2/6/09)

El ex asesor del Banco Central de China alertó de
la llegada de una nueva crisis financiera mundial "inevitable",
como resultado de la pérdida de confianza en el
dólar. Para evitar tal proceso, EEUU tendrá que
ahorrar mucho más, advirtió.

Es "muy natural" que todo el mundo esté
preocupado por el creciente gasto público y déficit
fiscal que está aplicando el Gobierno de EEUU,
añadió.

Por ello, Yu solicitó que "Geithner muestre sus
cálculos" (reducir el déficit público hasta
el 3% del PIB a medio plazo), para saber "cómo el Gobierno
de EEUU puede lograr este objetivo". La primera potencia mundial
precisa aumentar su tasa de ahorro y reducir su déficit
por cuenta corriente (déficit exterior) o una nueva
"crisis financiera provocada por una crisis del dólar
podría ser inevitable", indicó el
académico.

Wen Jiabao (que no se confía de Geithner)
diversifica sus reservas y sale de compras en las
"Rebajas"

"Deberíamos acelerar la puesta en práctica
de nuestra estrategia exterior y combinar el uso de las reservas
de divisas con la salida al exterior de nuestras
compañías", declaró el premier chino ante
algunos diplomáticos del país a última hora
del lunes"… China utilizará sus reservas en divisas
(Expansión – 22/7/09 – Por Jamil Anderlini /
FT)

Wen afirmó que Beijing también pretende
que las empresas del país aumenten el nivel de
exportaciones globales. La estrategia de "salida" es un eslogan
para fomentar la inversión y las adquisiciones en el
extranjero por parte de grupos industriales estatales como
PetroChina, Chinalco, China Telecom y Bank of China.

Qu Hongbin, economista jefe para China de HSBC,
aseguró que "ésta es la primera vez que asistimos a
declaraciones oficiales sobre este tipo de iniciativas, que
fomentan la compra de activos extranjeros por parte de sus
empresas". Las inversiones directas al exterior de
carácter no financiero aumentaron el año pasado
hasta los 40.700 millones de dólares (28.600 millones de
euros) frente a los 143 millones de dólares registrados en
2002.

Aunque Wen no especificó qué parte de los
2,1 billones de reservas se destinaría a las empresas, Qu
Hongbin explicó que la iniciativa forma parte de una
estrategia para reducir su dependencia del dólar
estadounidense como divisa de reserva. En su opinión,
"ésta es una diversificación de reservas. En lugar
de acumular reservas en divisas y activos financieros a corto
plazo, el Gobierno quiere que el país opte por activos
corporativos a más largo plazo".

Los grupos estatales, sobre todo los que pertenecen a
los sectores de recursos naturales, ya han empezado la
búsqueda de empresas extranjeras y activos que
estén en venta debido a la crisis global. China Investment
Corp, el fondo de riqueza soberana valorado en 200.000 millones
de dólares, ha comprado participaciones en empresas
extranjeras y se ha hecho con una participación del 1,1 %
de la británica Diageo.

En una entrevista publicada por un periódico
estatal, el presidente del Banco de Desarrollo de China
aseguró que las inversiones en el exterior de su
país se acelerarían, pero estarían centradas
en economías en desarrollo ricas en recursos. "Todos dicen
que deberíamos acudir a los mercados occidentales a
comprar activos a buen precio", explicó Chen Yuan. "Creo
que en lugar de ir a Wall Street, lo mejor es dirigirnos a
países con recursos energéticos y naturales",
añadió.

Análisis – Primer plano: Opiniones importantes
(lecturas recomendadas)

– Hay que reequilibrar las relaciones EU-China (El
País – 21/6/09)

(Por Kenneth Rogoff)

A medida que la economía mundial se estabiliza,
existe el riesgo creciente de que EEUU y China regresen a los
patrones económicos previos a la crisis, lo que
supondría un riesgo para ellos y para el resto del mundo.
A pesar de la retórica de los funcionarios chinos sobre la
necesidad de una nueva moneda mundial que reemplace al
dólar y los coqueteos de los legisladores estadounidenses
con las cláusulas Buy American (que atemorizan a todos, no
sólo a los chinos), nadie querrá hacer olas en un
barco que está por naufragar. Así pues, China sigue
teniendo un superávit comercial gigantesco y EEUU sigue
gastando y pidiendo préstamos.

No hay duda de que la estabilidad a corto plazo parece
muy atractiva en estos momentos. No obstante, si las relaciones
comerciales y de deuda entre China y EEUU simplemente se reanudan
a partir de donde se quedaron, ¿qué evitará
que vuelva a darse la misma dinámica insostenible que
acabamos de presenciar? Después de todo, los enormes
préstamos solicitados por EEUU en el extranjero fueron
claramente un factor clave que contribuyó a crear el
reciente caos financiero, mientras que la excesiva dependencia de
China del crecimiento impulsado por las exportaciones la ha hecho
muy vulnerable a una caída brusca de la demanda
global.

Los gigantescos estímulos fiscales en ambos
países han servido para evitar temporalmente más
daños, pero ¿dónde están los cambios
que se necesitan? En estos momentos ¿no sería mejor
aceptar más ajustes mediante un crecimiento poscrisis
más lento que tendernos una trampa que nos llevaría
a una crisis mayor?

Es cierto que tanto la Administración
estadounidense como el liderazgo chino han hecho algunas
propuestas inteligentes de cambio. Pero ¿son sinceras sus
intenciones? El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy
Geithner, ha sugerido un replanteamiento profundo del sistema
financiero, y los líderes chinos están empezando a
tomar medidas para mejorar la red de seguridad social del
país.

Estas medidas deberían contribuir en gran medida
a que las balanzas comerciales de EEUU y China se sitúen
en niveles más sostenibles. Una mayor
reglamentación financiera en EEUU significa que los
consumidores no podrán pedir préstamos con tanta
facilidad y endeudarse excesivamente con hipotecas y tarjetas de
crédito. Por otra parte, los consumidores chinos
podrían empezar a gastas más de sus ingresos si
pudieran preocuparse un poco menos por tener que ahorrar para la
atención de la salud, la educación de sus hijos y
sus jubilaciones.

No obstante, hay razones para preocuparse. Ahora que el
mundo parece estar saliendo de su horrible crisis financiera, es
parte de la naturaleza humana caer en la complacencia, y la
política interna sobre las relaciones comerciales y
financieras EEUU-China está muy arraigada. Da miedo pensar
en las lecciones que el sector financiero estadounidense
extraerá si tras el rescate multibillonario sólo
hay reformas superficiales e ineficaces. Y
¿prevalecerán acaso los intereses exportadores de
la costa china en las decisiones de política de tipos de
cambio a expensas de los consumidores pobres del interior del
país?

Otro motivo de inquietud es que la recuperación
global todavía es frágil. Los líderes
estadounidenses y chinos han combatido la crisis no sólo
con estímulos fiscales enormes, sino también con
una profunda intervención en los mercados crediticios. Esa
extraordinaria generosidad fiscal, a costa de los contribuyentes,
no puede continuar indefinidamente.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha
advertido, con razón, que este enorme estímulo
fiscal temporal es una "inyección de azúcar" que a
final de cuentas pasará sin que haya reformas profundas.
Como he sostenido anteriormente, el resultado final de los
rescates financieros y la expansión fiscal será
casi seguramente un aumento de los intereses y de los impuestos
y, muy posiblemente, inflación.

Para bien o para mal, quizá no sea posible
retroceder en el tiempo. Parece que finalmente los consumidores
estadounidenses, cuya glotonería contribuyó a
alimentar el crecimiento en todo el mundo durante más de
una década, se pondrán a dieta. Además de
las condiciones más estrictas para los préstamos,
la caída de los precios de las casas y las tasas elevadas
de desempleo seguirán limitando el gasto de los
consumidores estadounidenses.

Francamente, unas tasas más altas de ahorro
personal en EEUU no serían algo malo. Seguramente
ayudarían a reducir el riesgo de que se repitiera pronto
la crisis financiera. Los candidatos obvios para sustituirlos
serían los consumidores de China y otros países
asiáticos, cuyas economías combinadas son
más que iguales a la de EEUU. Pero ¿están
dispuestos los Gobiernos asiáticos a abandonar su
paradigma mercantilista? Fuera de Japón, los encargados
del diseño de políticas en Asia ciertamente no
parecen estar dispuestos a apreciar el tipo de cambio.

Desde el principio de esta década, al menos unos
cuantos economistas (entre ellos, yo) habían advertido que
era necesario controlar los desequilibrios comerciales y de
cuenta corriente a nivel mundial para reducir la posibilidad de
una crisis financiera grave. EEUU y China no son los
únicos responsables de esos desequilibrios, pero su
relación ciertamente está en el centro de
ellos.

Antes de la crisis hubo mucha palabrería,
incluyendo reuniones de alto nivel organizadas por el Fondo
Monetario Internacional, pero muy poca acción. Ahora, los
riesgos se han desbordado a todo el mundo. Esperemos que esta vez
haya más que palabras. Si, por el contrario, los
encargados de las políticas en EEUU y China ceden a la
tentación de volver a los desequilibrios anteriores a la
crisis, las raíces de la próxima crecerán
como el bambú. Y ésas no serían buenas
noticias para EEUU, para China ni para nadie
más.

(Kenneth Rogoff es profesor de la Universidad de Harvard
y fue economista en jefe del FMI. © Project Syndicate,
2009)

– Soros ve a China como el gran ganador de la crisis
(Cinco Días – 30/6/09)

El multimillonario inversor George Soros auguró
hoy que el temor a la inflación elevará los tipos
de interés y ahogará el crecimiento, una vez que la
economía se haya recuperado de una crisis de la que China
será la gran beneficiada.

"El miedo a que se dispare la inflación
forzará a la Reserva Federal a subir los tipos, lo que
reprimirá el crecimiento y llevará a
estanflación (combinación de estancamiento
económico y altos precios)", aventuró hoy Soros en
un foro organizado en Nueva York por The Wall Street Journal y la
escuela de negocios IESE.

Sin embargo esa opción es "la mejor", pues "la
alternativa sería una deflación que sólo
empeoraría el abrumador peso de nuestra deuda",
señaló Soros, convencido de que la economía
crecerá "a trompicones", alternando avances y
paradas.

"Aunque lo peor de la recesión ya ha pasado,
tantos años de excesos requieren un tiempo para
recuperarse", afirmó el inversor sin atreverse a
señalar cuánto se dilatará ese proceso, ya
que, añadió con humor, "mi teoría es que el
futuro es impredecible".

Para Soros, la situación económica actual
es "un vaso que se puede ver medio lleno y medio vacío,
por lo que no es el momento de tener una firme convicción
de nada" a la hora de invertir.

El gran error que se cometió con la burbuja
financiera fue, a su juicio, creer que los mercados
podrían arreglar solos la situación.

"Las burbujas no se pueden prevenir, pero sí se
puede controlar su crecimiento", según Soros, para lo que
abogó por un papel más activo de los reguladores,
tratando siempre de que éstos mantengan su independencia
de las fuerzas políticas.

El conocido inversor recordó que "en los viejos
tiempos, el banco central enviaba cartas a las entidades diciendo
que no se invirtiera más en el mercado inmobiliario porque
estaba muy inflado o recomendaciones de ese estilo. Eso es lo que
se necesita ahora".

"No se puede esperar de los partícipes que se
resistan a una burbuja, lo previsible es que se incorporen a
ella, así que se necesita una fuerza exterior -la
regulación- que contrarreste esa atracción",
explicó.

En ese sentido, puso como ejemplo China y su
"capitalismo de estado", que le ha permitido que su sistema
financiero haya quedado "prácticamente intacto" por la
crisis internacional.

"Veo a China como gran beneficiario del derrumbe del
sistema financiero internacional", ya que "no temen a la
nacionalización de los bancos, porque ya están
nacionalizados", y "estimulan sus exportaciones
financiándolas", al tiempo que "sospecho que están
diversificando sus reservas en divisas extranjeras y apostando
por materias primas".

Soros, quien dijo que él también
invertiría en bienes tangibles más que en divisas,
concluyó que "el poder e influencia de China va a aumentar
mucho más rápido de lo que se
creía"…

– China y Rusia en la crisis (La Vanguardia –
22/8/09)

(Por Rafael Poch)

Pasividad en Moscú, reflejos en Pekín. Una
comparación en la respuesta al gran parón
económico global

En todo el mundo la actual crisis, además de
crear problemas, ha abierto oportunidades para cambios
importantes. Es lo que normalmente se define con la
expresión, "la crisis como oportunidad".

Por ejemplo, a nivel mundial se podría aprovechar
la crisis para encarar una transición energética
sostenible y afirmar un consenso más eficaz y decidido
contra el calentamiento global – esa es la verdadera y decisiva
oportunidad. En el sector del automóvil la crisis se
podría aprovechar para llevar a cabo una
reconversión que impulsara el coche
eléctrico.

En la esfera financiera se podría utilizar la
ocasión para ilegalizar la "banca de inversiones" y los
paraísos fiscales, etc., etc. Lo mismo podemos decir sobre
los países. En España, por ejemplo, la crisis
podría ser aprovechada para acabar con la
degradación especulativa del litoral, con el "sector
ladrillo"- aunque el actual plan de recuperación
gubernamental más bien insiste en alimentar el desastre,
tirando más dinero en nuevas carreteras, asfaltos y
alumbrados, innecesarios para paliar la crisis del sector, sin
rastro de una visión estratégica a medio y largo
plazo….

Vamos a examinar este tema en el caso de Rusia y de
China, comparando lo que se ha visto en ambos países desde
que estalló la crisis. El resultado es un panorama bien
diferente y contrastado, que podría ser la apostilla al
documento "Rusia y China comparadas" que se repartió para
esta sesión… (sólo se reproduce la parte
sobre China).

En China

1) Veamos ahora la situación en China. Lo
más extraordinario de China es que la política anti
crisis comenzó antes de la crisis. De alguna manera, desde
que yo llegué a China en 2002, ya estaba en marcha un
cambio de rumbo de dirección keynesiana. ¿Por
qué?; porque el sistema chino vio venir muchos de los
problemas de la economía global, entre ellos el peligro de
la extrema dependencia del país de la exportación,
lo que la dejaba completamente expuesta a los bandazos de un
brusca caída de la demanda, como ha ocurrido.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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