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El problema del objeto de la lógica dialéctica materialista marxista (página 3)



Partes: 1, 2, 3

Notemos algo. Antes de conocer un objeto particular,
finito, singular, individual, etc., es decir, concreto sensible,
ya tenemos, por medio de las categorías
filosóficas, un conocimiento "a priori" del objeto (Este
"a priori" es sólo con relación al acto de
conocimiento del objeto singular-concreto, pues es a posteriori
con relación al proceso del conocimiento en general).
Comúnmente, el proceso del conocimiento se le reconoce el
ser un proceso que va del fenómeno a la esencia, de la
esencia de primer orden a la de segundo orden, y así
sucesivamente. Pero, el conocimiento, también, es un
proceso que va de lo interno a lo externo, de la esencia
más profunda al fenómeno exterior. Las
categorías filosófica y, en general, el
conocimiento de lo lógico es lo que posibilita este paso.
En las categorías filosóficas el hombre tiene un
conocimiento de lo esencial, de la esencia más profunda
del objeto, aún antes de interactuar con el objeto. Por
eso es que las categorías filosóficas son esquemas
lógicos. Lenin con razón declara que hay que
considerar "el infinito proceso de profundización del
conocimiento de las cosas por el hombre,… que va de la
apariencia a la esencia y de la esencia menos profunda a la
más profunda" (11). A esta idea hay que añadir la
idea del proceso inverso, el movimiento que va de la esencia al
fenómeno. De lo contrario, habría que darle la
razón al agnosticismo, pues entonces siempre
quedaría una esencia (la más profunda o una de las
más profundas) por conocer. Si detrás de cada
esencia se esconde otra esencia más profunda, y si el
conocimiento va de la esencia menos profunda a la más
profunda; entonces siempre quedará una esencia (la
más profunda) por conocer. Pero detrás de la
interacción, detrás de la lógica del objeto
no queda nada.

Por ejemplo, Marx agotó la esencia del capital en
su teoría de la plusvalía, porque agota su
lógica. El pensamiento teórico agota el objeto, no
así el conocimiento empírico. A nivel de este
conocimiento (el empírico) el conocimiento se torna un
proceso infinito que va de la apariencia al fenómeno, del
fenómeno a la esencia, etc.; pero a nivel del
teórico se estudio no directamente el objeto concreto
sensible, sino el objeto ideal (por ejemplo, el capital) y
entonces el objeto concreto sensible (el organismo social) se
interpreta como una buena aproximación al objeto ideal,
con el cálculo correspondiente del error cometido. El
objeto ideal (la idealización) es la esencia del objeto
depurada de lo fenoménico. Al estudiar el objeto ideal se
descubre la ley teórica que mueve su esencia, con lo que
se agota la esencia en cuestión (por ejemplo, la ley de la
plusvalía). Claro que el objeto concreto sensible puede
tener distintas esencias (la materia es inagotable), pero para
cada una de estas esencias hay un objeto ideal (una
idealización), y así sucesivamente. Por ejemplo, el
organismo social es un "objeto concreto sensible", lo que Marx
estudia de él es una idealización: el capital. Si
ahora se estudia este objeto concreto sensible desde otra
perspectiva, encontraremos otra idealidad que agotará al
objeto concreto sensible nuevamente en esta nueva perspectiva, y
así sucesivamente. Otro ejemplo, con el estudio de la
radiación electromagnética del cuerpo absolutamente
negro o, simplemente, cuerpo negro, Planck descubre una ley
teórica (fórmula de Planck o función
universal de Kirchhoff) de la cual se deduce teóricamente
el conjunto de las leyes empíricas que caracterizan la
radiación electromagnética (el poder emisivo) de
las sustancias concreto-sensibles (los cuerpos grises), de modo
que incluso predice las no conocidas. La función universal
de Kirchhoff, de la cual Planck da su fórmula, no es
más que el poder emisivo del cuerpo negro. Todo cuerpo de
la naturaleza (cuerpos grises) es una buena aproximación
al cuerpo negro (en la naturaleza no hay cuerpos negros,
sólo buenas aproximaciones, es decir, cuerpos grises). Con
esto, Planck agota el fenómeno de la radiación
(poder emisivo) desde esta perspectiva. Si ahora estudiamos la
sustancia desde otra perspectiva, tarde o temprano
aparecerá otra ley teórica que agotará una
vez más la realidad, y así
sucesivamente.

Para exponer el sistema de categoría de la
filosofía o de la dialéctica materialista se debe
tener en cuenta, en segundo lugar, el método y las
características de éste. Para exponer el sistema de
categoría hay que apelar a un método.

En la concepción del método de
exposición de las categorías chocamos con una
dificultad. Mientras que en cualquier ciencia el método y
el objeto difieren; en lo tocante al sistema de categorías
de la filosofía, el objeto y el método son el
mismo. El método para investigar y exponer el sistema de
categorías de la filosofía, en especial de la
dialéctica materialista, es la propia dialéctica
Este método en la filosofía hay que buscarlo en las
propias categorías. Las categorías
filosóficas son método del conocimiento, son un
medio de conocer la realidad, nos dan un conocimiento de las
cosas del mundo de lo concreto sensible. Según Kopnin,
"las… categorías de la filosofía… no
se diferencian por el hecho de que unas sean…
categorías del método y otras, de la teoría"
(8). Según él, "el método es, al mismo
tiempo teoría, y la teoría, método"
(8).

Notemos que a estos dos elementos: la teoría y el
método, hay que añadir un tercero: la
axiología. La axiología, como medio de
valoración de la realidad, es también un cuerpo de
la filosofía. En los términos de la
dialéctica materialista, hay coincidencia también
de la teoría, la metodología y la axiología.
Hay que decir como Lenin ante el problema de la coincidencia de
la lógica, la gnoseología y la dialéctica
objetiva: no hacen falta tres palabras (esto es: teoría,
método y axiología), basta con una:
dialéctica materialista. Este es un principio,
también, de la filosofía.

Hay una circunstancia adicional: el método de
investigación difiere formalmente del de
exposición. C. Marx señala que "claro está
que el método de exposición debe distinguirse
formalmente del método de investigación. La
investigación ha de tender a asimilarse en detalles la
materia investigada, a analizar sus diversas formas de desarrollo
y a descubrir sus nexos internos. Sólo después de
coronada esta labor, puede el investigador proceder a exponer
adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y consigue
reflejar idealmente en la exposición la vida de la
materia, cabe siempre la posibilidad de que se tenga la
impresión de estar ante una construcción a priori"
(27). Pero, por más que difieren formalmente el
método de investigación y el de exposición,
en esencia se reducen a uno: al dialéctico.

Marx declara que su método en la economía
política es el dialéctico. Él mismo
señala –refiriéndose a la crítica que
hay en la literatura de su método- que "al exponer lo que
él llama mi verdadero método de una manera tan
acertada, y tan benévolamente además en lo que se
refiere a mi modo personal de aplicarlo, ¿qué hace
el autor sino describir el método dialéctico?"
(27). Y señala: "Mi método dialéctico
–el que aplica en El Capital a la economía
política- no sólo es fundamentalmente distinto del
método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, la
antítesis de él" (27).

En el problema del método de la exposición
de la dialéctica materialista –nos parece- hay que
seguir a Marx en El Capital; su método en El Capital es un
buen ejemplo de utilización de la dialéctica como
método. Para comprender este método, vamos a
transcribir aquí parte de lo que Marx cita como forma
adecuada de exponerlo. El cita lo siguiente sobre lo que dijeron
de él: "Lo único que a Marx le importa es descubrir
la ley de los fenómenos en cuya investigación se
ocupa. Pero no sólo le interesa la ley que los gobierna
cuando ya han cobrado forma definitiva y guardan entre sí
una determinada relación de interdependencia,… Le
interesa además, y sobre todo, la ley que rige sus
cambios, su evolución, es decir, el tránsito de una
forma a otra, de uno a otro orden de interdependencia. Una vez
descubierta esta ley, procede a investigar en detalles los
efectos en que se manifiesta… Por tanto, Marx sólo
se preocupa de una cosa: de demostrar mediante una concienzuda
investigación científica la necesidad de
determinado órdenes de relaciones… y de poner de
manifiesto del modo más implacable los hechos que les
sirven de punto de partida y de apoyo. Para ello, le basta
plenamente con probar, a la par que la necesidad del orden
presente, la necesidad de un orden nuevo hacia el cual tiene
inevitablemente que derivar… La crítica tiene que
limitarse a comprobar y contrastar un hecho no con la idea, sino
con otro hecho. Lo que… le importa es, sencillamente, que
ambos hechos sean investigados de la manera más
escrupulosa posible y que formen real y verdaderamente, el uno
con respecto al otro, distintos momentos de desarrollo, y le
importa sobre todo el que se investigue con la misma
escrupulosidad la serie en que aparecen enlazados los
órdenes, la sucesión y articulación en que
se enlazan las distintas fases del desarrollo. Pero es, se
dirá, que las leyes generales… son siempre las
mismas, ya se proyecten sobre el presente o sobre el pasado. Esto
es precisamente lo que niega Marx. Para él, no existen
leyes abstractas… Según su criterio, ocurre lo
contrario… El valor científico de tales
investigaciones estriba en el esclarecimiento de las leyes
especiales que presiden el nacimiento, la existencia, el
desarrollo y la muerte de un determinado organismo… y su
sustitución por otro más elevado" (27).

Podría argumentarse que este método de
Marx es aplicable al capital, a la economía
política, a la historia humana –realmente la cita se
refiere a la aplicación a esa realidad-, pero: ¿no
es aplicable como método al estudio de la
dialéctica misma y a su exposición en un sistema?
Es decir, tiene sentido aplicar la dialéctica materialista
al estudio (investigación) y exposición del sistema
de categorías de la dialéctica materialista, en
particular a la forma de la lógica dialéctica. Si
el sistema de categorías de la dialéctica
materialista no es dialéctico, entonces la
dialéctica no es universal; si lo es, entonces hay que
pensar que este sistema tiene nacimiento, crecimiento,
existencia, desarrollo y muerte, y sustitución de este
"organismo" por otro.

Para no pecar de "metafísico" (entiéndase
este término en el sentido hegeliano) y ser
dialéctico, hay que abordar la exposición del
sistema de categorías de la filosofía (o de la
dialéctica) de modo dialéctico.

No se trata aquí, en este trabajo, de hacer una
exposición del sistema de categorías de la
filosofía del materialismo dialéctico, es decir, de
desarrollar una lógica dialéctica. Se trata
sólo de consideraciones sobre el objeto de esta
lógica. En Kant y en Hegel este objeto está claro,
no así para la lógica marxista. Los clásicos
del marxismo no dejaron una lógica con mayúscula,
sino que dejaron solamente indicaciones teórico
metodológicas dispersas. Por eso, algunos lógicos
de inclinación marxistas han formulado uno que otro
criterio. Para nosotros está claro que el objeto de la
lógica dialéctica marxista versa sobre el sistema
de categorías, o es esta lógica dialéctica
un determinado sistema de categorías, como lo es en Kant y
en Hegel.

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32.- Lenin, V. I. Cuadernos filosóficos. Editora
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Autor:

Evelio A. Pérez
Fardalez

Partes: 1, 2, 3
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