De inteligencia superdotada, y provisto de
una enorme y enfermiza curiosidad, hizo prácticamente de
todo y llegó a acumular una omnímoda o completa
cultura. Primeramente estudió lenguas, aunque sus
inclinaciones iban por el arte y nunca, a lo largo de toda su
vida, dejó de cultivar el dibujo; al tiempo que
escribía sus primeros poemas, se interesó por otras
ramas del conocimiento como la geología, la química
y la medicina.
Goethe estudió Derecho en Leipzig
(1765); allí conoció los escritos de Winckelmann
sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le
obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Frankfurt;
Katharina von Klettenberg, amiga de su madre, le cuidó y
le introdujo en el misticismo pietista, que ponía su
énfasis en el sentimiento dentro de la confesión
protestante; por entonces compuso sus primeros poemas.
Retomó los estudios en 1770 en Estrasburgo y los
concluyó al año siguiente; esos dos años
allí fueron muy importantes para él: conoció
a Friederike Brion, que le inspiró la mayoría de
sus personajes femeninos, y trabó amistad con el
filósofo Johann Gottfried von Herder, cuyos Discursos
a la nación alemana tanto influyeron en el
Romanticismo alemán. Herder le introdujo en la
poesía popular alemana, le descubrió el universo de
Shakespeare y le liberó definitivamente del Neoclasicismo
francés y de la confianza en la razón de la
Aufklärung alemana.
Vuelto de nuevo a Fráncfort,
escribió la tragedia Götz von Berlichingen
(1773) y al año siguiente su novela Las cuitas del
joven Werther (1774) y colaboró con Herder en la
redacción del manifiesto del movimiento Sturm und
Drang («Tempestad y arrebato»), considerado el
preludio del Romanticismo en Alemania: Sobre el estilo y el
arte alemán (1773). En esta obra se reivindica la
poesía de James MacPherson (Ossian) y de
Shakespeare.
La inspiración del Werther
le venía de mediados de 1772, cuando un amor no
correspondido por una tal Charlotte Buff, esposa de un
funcionario de apellido Kestner, lo había tenido en dos
años de calvario, de los que salió al enamorarse de
la jovencísima Maximiliana Brentano. Aquel desamor y el
suicidio de un conocido suyo inspiraron en 1774 la
composición de la novela, en parte epistolar. Las
desventuras del joven Werther tuvo un éxito tan
grande y representó tan bien en la figura del protagonista
el desencanto de las jóvenes generaciones que
suscitó una epidemia de suicidios adolescentes en el
país.
Entre 1772 y 1775 escribió
además los dramas Clavijo (1774) y
Stella (1775). Mientras, intentaba abrir con poca
fortuna en Frankfurt un bufete de abogado, y como además
había roto su compromiso de matrimonio con Lili
Schömemann, no dudó en 1775 en aceptar la
invitación a la Corte de Weimar de Carlos-Augusto,
heredero del ducado de Sajonia-Weimar, y marchó hacia
allá prácticamente huyendo de las dos cosas, de la
abogacía y del compromiso sentimental.
Leyendo el Werther, de Wilhelm
Amberg, 1870.
Entró al servicio del
príncipe heredero Carlos Augusto y fijó su
residencia en Weimar ya hasta su muerte. Las tareas que
éste le encomienda le hacen abandonar prácticamente
la literatura durante casi diez años. Allí Anna
Amalia, madre de Carlos Augusto, que había empezado a
crear un círculo de intelectuales con el preceptor de su
hijo, Wieland, lo amplió al incluir en él a Goethe
y posteriormente Herder y Friedrich von Schiller; fugazmente
pasaron también por allí Jakob Michael Reinhold
Lenz y Friedrich Maximilian Klinger. Goethe pasa de ser consejero
secreto de legación (1776) a consejero secreto (1779) y
finalmente se convierte en una especie de ministro
supremo.
Inicia en esa época sus
investigaciones científicas. Interesado por la
óptica, concibió una teoría distinta a la de
Isaac Newton sobre los colores y también investigó
en geología, química y osteología,
disciplina esta última en que descubrió el hueso
intermaxilar en marzo de 1784, que pone una de las primeras
piedras en la teoría de la evolución del hombre,
aunque en esto se le adelantó por muy poco un anatomista
francés, lo que le supuso una gran frustración. Las
cartas a Charlotte von Stein dan fe de esta época de su
vida, envuelta en todo tipo de encargos y gestiones para reformar
el muy pequeño y humilde estado de Weimar.
Desde un puesto tan importante tuvo la
oportunidad de relacionarse con la alta aristocracia y
conoció a personajes notables, como Napoleón
Bonaparte, Ludwig van Beethoven, Friedrich von Schiller y Arthur
Schopenhauer. En 1782 fue añadida la partícula
von a su apellido por el mismo Duque Carlos Augusto pese
a las protestas de la nobleza, para formar parte de la Corte con
un cargo equiparable al de los restantes ministros,
pertenecientes todos a ella.
Ingresó en la Masonería el 11
de febrero de 1783, aunque según el escritor
masónico Lorenzo Frau Abrines,[1] la fecha de su ingreso
es anterior, el 23 de junio de 1780, dentro de la efímera
logia Amalia, que abatió columnas dos años
después. En 1830, dos años antes de su muerte,
Goethe compuso un poema titulado Para la fiesta de San Juan
de 1830, en ocasión de celebrarse su cincuentenario
como miembro de la masonería. A su condición de
masón y a su paso por la Masonería, así como
a otras aficiones que al parecer cultivó, se atribuye
influencia en su obra, especialmente en
Fausto.
Por otra parte, seguía profundizando
en el estudio del teatro de William Shakespeare y de Pedro
Calderón de la Barca, algunas de cuyas obras (por ejemplo,
El príncipe constante de Calderón) hace
representar con éxito como encargado del teatro en la
Corte de Weimar; en estas funciones empezó a cartearse con
Schiller. Las lecturas teatrales de estos autores amplían
notablemente los horizontes de su espíritu. Le domina
además el entusiasmo ante la falsa poesía
céltica de Ossian y escribe un famoso monólogo del
gran dios del Romanticismo, Prometeo, que personificaba
el genio rebelde de los creadores y del cual se sintió
justamente orgulloso:
Fue como la mecha que provocara el
estallido que descubrió y sacó a plena luz las
más secretas condiciones de hombres dignos.
(Poesía y verdad, lib. XV)
Goethe en la campiña romana
(1786), por Johann Heinrich Wilhelm Tischbein. Óleo sobre
lienzo, 164 x 206 cm. Städelsches Kunstinstitut,
Frankfurt.
Así fue en efecto, en lo referido al
movimiento conocido como titanismo, uno de cuyos más
preclaros representantes fue Giacomo Leopardi. Merced a Goethe,
Weimar se convirtió en el auténtico centro cultural
de Alemania; allí compuso poemas inspirados por Charlotte
von Stein y empezó la redacción de sus obras
más ambiciosas, como sus dramas Ifigenia en
Táuride (1787) Egmont y Fausto, que
luego revisaría a fondo tras la profunda impresión
que recibió en su trascendental viaje a Italia
(1786–1788), que cambió su desequilibrada
estética romántica por el equilibrio
clásico. Empezó en Venecia, donde compuso sus
Epigramas venecianos, y terminó en Roma, donde
estudió la cultura grecolatina a fondo; de esta
época son sus Elegías romanas. El viaje a
Italia supone el comienzo de su periodo
clásico.
Sin embargo, a su regreso a Weimar en 1788
se encuentra una gran oposición a su nueva
estética; es más, se forma un cierto
escándalo cuando llega a divulgarse que desde ese mismo
año vive amancebado con una jovencita, Christiane Vulpius
(1765–1816), que le dio al año siguiente un hijo,
Julius August Walther von Goethe (1789–1830); cuatro
abortos sucesivos posteriores inducen a creer que entre ambos
había incompatibilidad de grupos sanguíneos, en
aquella época desconocida. Goethe legitimó a su
único hijo en 1800.
No abandonó completamente su
pretensión de labrarse una carrera científica. En
Zur Farbenlehre, 1810, intentó refutar con poca
fortuna la teoría de los colores de Newton. En el primer
volumen de esta obra se halla la que es sin duda la primera
historia comprensiva de la ciencia.
Dirigió el Teatro ducal entre 1791 y
1813 y con motivo de este cargo conoció en 1794 al
dramaturgo Friedrich von Schiller, con el que sostuvo una luenga
amistad y cierta correspondencia epistolar hasta la muerte de
éste en 1805. Schiller publicó las hasta entonces
inéditas Elegías romanas de Goethe en su
periódico, Las Horas, en 1795. También
imprimió la novela Los años de aprendizaje de
Wilhelm Meister (1796) y la novela en verso Hermann y
Dorothea (1798). Schiller incitó a Goethe a que
prosiguiera en la gran obra de su vida, el Fausto, poema
que no paraba de corregir y ampliar y cuya primera versión
apareció en 1808. Desde dos años antes se hallaba
ya casado con Christiane Vulpius, quizá para acallar a
quienes criticaban su estilo de vida. El hecho más
importante quizá de esta época de su vida es su
entrevista en Érfurt con Napoleón I en 1808, cuando
el ejército francés ocupaba parte del territorio
prusiano en el marco de las guerras
Napoleónicas.
La Revolución francesa supuso para
Goethe un gran trastorno; algunos de sus epigramas venecianos ya
tratan este tema, pero como su pensamiento se hallaba por
completo imbuido del equilibrio y armonía del clasicismo y
veía el ser como una totalidad orgánica a partir de
la filosofía de Kant, el desarrollo de la
revolución y el cambio provocado por la violencia le
parecían una atrocidad. Eso se plasmó en algunas
obras de entonces, como la colección de novelitas breves
Conversaciones de emigrados alemanes (1795), la obra
épica Germán y Dorotea (1797) y la
tragedia La hija natural (1799 y ss.). Algo
después aparecen las novelas de madurez: Las
afinidades electivas (1809) y Los años de
peregrinaje de Wilhelm Meister (1821, revisado en 1829),
así como un diario de su viaje por Italia, Viajes
italianos (1816), su autobiografía Poesía
y verdad en varias entregas (1811–1833) y un poemario,
Diván de Oriente y Occidente (1819), donde se
deja sentir algo el influjo de la poesía oriental. Goethe
murió en Weimar el 22 de marzo de 1832. La versión
final de su gran poema coral Fausto apareció
póstuma ese mismo año.
En cuanto a su carrera literaria, Goethe la
inició en el seno de un exasperado Romanticismo deudor del
Sturm und Drang, cuya obra más representativa se
encargó de escribir él mismo: Las cuitas del
joven Werther. El viaje a Roma supuso para él ir
arrinconando esa estética en una evolución que le
hizo al cabo renegar del Romanticismo e identificarse con el
equilibro clásico grecolatino, lo que puso fin a su
tormentosa vida interior. Fue esa la revelación del
Clasicismo, verdadera raíz con la que podía
identificarse la cultura alemana. «Ahora comprendo el
sentido del mármol», escribirá en una de
sus Elegías romanas.
De ese viaje por Italia son fruto
también los Epigramas venecianos, entre los
cuales hay algunas meditaciones profundas sobre la
contemporánea Revolución francesa o el significado
de la vida y de la cultura. La postura política de Goethe
es sin embargo conservadora: «prefiero la injusticia al
desorden», escribirá. Eso le supuso algunos
recelos por parte de otros artistas a los que no les importaba en
lo más mínimo no acordarse con su contexto social,
como por ejemplo Beethoven. En las dos versiones de su complejo y
grandioso Fausto se encuentra el último mito que
fue capaz de engendrar la cultura europea, el de cómo la
grandeza intelectual y la sed omnímoda de saber pueden,
sin embargo, engendrar la miseria moral y espiritual. Por otra
parte, en la lectura y estudio de Spinoza encuentra
también un consuelo al desequilibrio romántico que
le embargaba, como cuenta en Poesía y verdad,
donde se extiende en comentar especialmente su frase de que
«quien bien ama a Dios, no debe exigir que Dios le ame
a él».Goethe disfrutó ya en vida de
fama, respeto, prestigio y admiración. Delacroix le
retrató en una litografía en 1827, aparte de
ilustrar Fausto y Götz von Berlichingen.
Por ello, fueron muchos los jóvenes de su época que
quisieron conocerlo en persona o, cual se suele pedantescamente
decir: vera effigies. Por otra parte, su secretario,
Eckermann, anotaba cuidadosamente sus conversaciones con el
maestro a lo largo de los años y escribió unas
Conversaciones con Goethe, donde aparecen reflejadas las
opiniones que en sus últimos años sostuvo sobre
esas visitas y también sobre todo lo divino y lo
humano.
FAUSTO
La mejor obra dramática de Goethe es
sin duda el Fausto, que ha pasado a ser una obra
clásica de la Literatura Universal. La primera
versión, el Urfaust o Fausto original,
estaba acabada en 1773. Pero el autor la siguió retocando
hasta 1790; ya en abril de 1806 estaba completo, pero las guerras
napoleónicas demoraron dos años la
publicación hasta 1808; la segunda parte sólo
sería publicada en 1833, un año después del
fallecimiento del autor. La primera parte de esta compleja
tragedia se articula en torno a dos centros fundamentales; el
primero es la historia de cómo Fausto, fatigado de la vida
y decepcionado de la ciencia, hace un pacto con el diablo que le
devuelve la juventud a cambio de su alma; el segundo es la
historia de amor entre Fausto y Gretchen, que Mefistófeles
manipula de forma que Fausto llegue al homicidio -mata al hermano
de su amada- y Gretchen tenga un embarazo indeseado, que le
conduce primero al infanticidio y luego a ser ejecutada por
asesinar a su hijo.
La historia de Fausto se inspira, como
muchas leyendas, en hechos ciertos. Existió un tal Johann
Faust que nació hacia 1490 en el sur de Alemania y se
doctoró en la Universidad de Heidelberg en 1509. Tras
dejar la universidad, emprendió una vida de aventuras
marcada por una huida constante a causa de las múltiples
acusaciones de brujería que se le hicieron. Dejó
una biblioteca que incluía libros de medicina,
matemáticas y magia negra. Esta pintoresca vida dio origen
a la leyenda popular, aprovechada por autores de piezas de
títeres y marionetas y había servido además
para inspirar leyendas populares. El primer libro sobre este mito
se editó en 1587 por parte de Johannes Spiess, quien, en
su prólogo, advirtió que había omitido
referir fórmulas mágicas para evitar que quienes
tuvieran el libro fueran acusados de brujería. Otros
libros y libretos teatrales trataron el tema del pacto con el
diablo para lograr el dominio sobre la naturaleza: en el teatro
de títeres de los siglos XVI y XVII, la historia se
cerraba siempre con los demonios llevándose a Fausto, pero
Goethe alteró este argumento haciendo que se salvara
Gretchen al final de la primera parte, anticipando la
salvación de Fausto al término de la segunda,
cuando los demonios que quieren llevarse su alma tienen que
retirarse ante la llegada de una legión de ángeles.
Además Goethe cambia el impulso que mueve a Fausto: el
deseo que lo acercaba a la brujería no es codicia, maldad
o vagancia, sino el ansia de saber, el deseo de grandeza, de
plenitud, de totalidad. La moraleja que acaso tenga la obra
será que ese deseo de conocimiento conlleva la miseria
moral.
La obra ha sido interpretada modernamente
por Walter Benjamin y también por Klaus Mann, quien, en su
novela Mephisto, concibe el pacto con el diablo como una
metáfora del pacto de Alemania con Hitler.
FAUSTO: EL
ESPÍRITU DE LA TIERRA
Había una leyenda popular, el
Volkvbuch, que condenaba a un personaje llamado Fausto a las
más terribles torturas por vender su alma al diablo a
cambio de la juventud y el gozo de los placeres terrenales, pero
Goethe quería distanciarse de ella. El poeta necesitaba
salvar al personaje para hacer de él un ser vivo, capaz de
equivocarse. Sin embargo, la solución no habría de
aparecer más que con los años, al mismo tiempo que
el propio Goethe crecía espiritualmente. El cambio de
perspectiva fundamental respecto a Fausto lo tuvo Goethe hacia
finales de la década de los setenta, cuando su etapa de
búsqueda ocultista dio paso a la científica.Hacia
1780 comenzó sus estudios sobre biología,
óptica y paleontología. Fruto de éstos es su
hallazgo del hueso maxilar que representa un elemento
común en hombres y animales, y le inspiró la
teoría de la estructura, desarrollada en La metamorfosis
de las plantas, obra que también estimularía el
pensamiento de Darwin en su Evolución de las especies.
Asimismo destacó como investigador de los fenómenos
de la percepción cromática, que expuso en
Teoría de los colores, obra de la que Goethe se
sentía enormemente orgulloso. Ese interés por la
ciencia natural transformó a Fausto de criminal
inconsciente, aunque bueno, en un ser lúcido pero cansado
de la ciencia convencional de tal modo que invoca con artes
mágicas al Espíritu de la Tierra para que le ayude
a encontrar la verdad.
Sin embargo, todavía eran
necesarias más experiencias en la vida del poeta, quien
descubre -al mismo tiempo que su personaje- que no se pueden
alcanzar de un solo golpe los secretos de la vida, sino que el
pensamiento debe penetrar, poco a poco, pacientemente, en el alma
y en el espíritu de las cosas que nos ofrece el mundo
sensible. Ése es el punto de partida de todo el desarrollo
ulterior de Fausto. Goethe, hacia el final de su vida, confiesa a
su secretario, Eckermann, que el núcleo esencial de esta
obra está encerrado en un solo verso: "Quien siempre
aspira y se afana (por superarse), a ése le podemos
salvar" (Fausto II).
Pero cabe preguntarse si el genial
escritor fue un hombre feliz. Él mismo reconoce: "Mi vida
ha sido el eterno danzar de un guijarro que una y otra vez quiso
ser levantado". El 22 de marzo de 1832, momentos antes de morir,
acompañado de su nuera Ottilia, dijo simplemente: "Abrid
los postigos para que entre más luz"
OBRA
Monumento a Goethe en Leipzig.
Monumento a Goethe, tras su
restauración y colocación (2007) en la plaza Goethe
de Fráncfort.
Obra literaria
El capricho del enamorado
(1767), comedia en verso de un acto.Los cómplices (1768),
tragedia en verso.Götz von Berlichingen
(1773), drama.Las cuitas del joven Werther
(Die Leiden des jungen Werther, 1774).Clavijo (1774),
drama.Stella (1775),
drama.Ifigenia en Táuride
(1787), drama en prosa, del que hizo anteriormente una
versión en verso yámbico.Egmont (1788),
drama.Torquato Tasso (1790),
drama.Elegías romanas
(Römische Elegien, 1795), poemario.Los años de aprendizaje de
Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Lehrjahre,
1796), novela.La novia de Corinto (1797),
poema.Hermann y Dorothea (1798),
idilio épico en verso.Fausto, Primera Parte,
(1807).Las afinidades electivas
(Die Wahlverwandtschaften, 1809), novela.Poesía y verdad, Parte
I (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit),
autobiografía (1811).Viaje a Italia
(Italienische Reise, 1816).Diván de Oriente y
Occidente (Westöstlicher Diwan, 1819),
poemas.Los años de peregrinaje de
Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Wanderjahre, oder
Die Entsagenden, 1821), novela.Fausto, Segunda Parte,
póstuma (1832).Poesía y verdad, Parte
II (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit),
autobiografía (1833).
Obra científica
Morfología
El pensamiento científico de Goethe,
como el literario, es también muy original. Aunque a
menudo ha sido considerado como uno de los representantes
más destacados de la Naturphilosophie, en
realidad su producción científica se sitúa a
caballo entre el romanticismo y el clasicismo,
desmarcándose, por ejemplo, de los excesos especulativos
de Schelling. La morfología de Goethe se construye en
torno a dos conceptos nucleares: el tipo y la
metamorfosis:
En lo que concierne al tipo,
destacan sus trabajos sobre el hueso intermaxilar, cuya
existencia demostró común a todos los
vertebrados. Este fue un descubrimiento fundamental, pues
demostraba la existencia de un tipo osteológico
común a todos los vertebrados.El concepto de metamorfosis fue
desarrollado en el campo de la morfología vegetal.
Según la teoría goethiana, todos los
órganos florales de las plantas son variaciones de una
forma original de donde se derivan por
metamorfosis.
En La metamorfosis de las plantas
(Versuch die Metamorphose der Pflanzen zu
erklären), publicada en 1790, Goethe presenta todas las
estructuras vegetales como variaciones de la hoja, entendida como
una estructura ideal. Goethe comienza con los cotiledoness, a los
que considera hojas imperfectas. Estos últimos, bajo la
influencia generativa y cada vez más refinada de la savia,
se metamorfosean en los sépalos, los pétalos, los
estambres y los pistilos. De este modo, todos los órganos
vegetales se conciben como apéndices idénticos,
variedades de un apéndice vegetal abstracto, que difieren
entre sí por su forma y grado de
expansión.[2]
LA TEORÍA DE
LOS COLORES
Teoría de los
colores (título original en alemán:
Zur Farbenlehre) es un libro escrito por Johann
Wolfgang von Goethe en 1810. Contiene algunas de las primeras y
más precisas descripciones de las sombras coloreadas, la
refracción y el acromatismo/hipercromatismo.
Espectro luminoso según la
teoría de Goethe. Cuando un haz de luz está rodeado
de oscuridad, encontramos tonos amarillo-rojizos en la parte
superior, y azul-violáceos en la parte inferior. El
espectro con el verde en el centro aparece solo cuando los bordes
violáceos se superponen a la parte
roja-amarilla.
Cuando un haz de oscuridad está
rodeado de luz, encontramos tonos azul-violáceos en el
borde superior, y amarillo-rojizos en la inferior. Cuando los
bordes se solapan, aparece el magenta en el centro.
Muchos filósofos y físicos,
entre los que se encuentran Arthur Schopenhauer, Werner
Heisenberg, Ludwig Wittgenstein y Hermann von Helmholtz quedaron
fascinados por la teoría de Goethe. Mitchell Feigenbaum
estaba convencido de que Goethe estaba en lo cierto. Su
influencia se extendió al mundo del arte, en especial a la
obra de J. M. W. Turner. Turner la estudio e hizo referencia a la
teoría en los títulos de muchas de sus obras
(Bockemuhl, 1991).
Goethe consideró que su propia
teoría era una explicación más general, y
que las observaciones de Isaac Newton eran casos especiales
dentro de su teoría.[1] La obra de Goethe no
recibió mucha aceptación entre la comunidad
física de la época normalmente no se trata en los
trabajos modernos de historia de la ciencia. Los físicos
han aceptado, sin embargo, que hay que distinguir entre el
espectro óptico tal y como lo observó Newton y el
fenómeno de la percepción humana. Los
descubrimientos acerca del modo en el que el cerebro interpreta
los colores, por ejemplo la constancia de color y la
teoría retinex de Edwin Land tienen muchas similitudes con
la teoría de Goethe—particularmente su
énfasis en el brillo y el contraste como factores
determinantes de la percepción del color.
Cuando el ojo ve un color se excita
inmediatamente, y ésta es su naturaleza, espontánea
y de necesidad, producir otra en la que el color original
comprende la escala cromática entera. Un único
color excita, mediante una sensación específica, la
tendencia a la universalidad. En esto reside la ley fundamental
de toda armonía de los colores…
Goethe, Teoría de los
colores, p. 317
Teoría de los colores no
sólo rompe radicalmente con las teorías
ópticas newtonianas de su tiempo, sino también con
toda la metodología de la ilustración concerniente
al reduccionismo científico. Aunque la teoría no
fue bien recibida por los científicos,
Goethe—considerado una de las figuras intelectuales
más importantes de la Europa moderna—endó que
su teoría del color era su mayor logro. Teorizadores
holísticos y científicos como Rupert Sheldrake
todavía nombran la Teoría de los colores
como un ejemplo inspirador de la ciencia holística. En la
introducción del libro destaca la filosofía de la
ciencia única de Goethe.
ABREVIATURA
La abreviatura Goethe se emplea para
indicar a Johann Wolfgang von Goethe como autoridad en la
descripción y clasificación científica de
los vegetales. (Ver listado de especies descritas por este autor
en IPNI)
Cultura de Alemania
Fausto
Literatura de Alemania
Prerromanticismo
El Instituto Goethe
Schiller
Referencias
? Diccionario Enciclopédico
de la Masonería, I, p. 508.? Russell, E. S. (1916). Form and
Function. A Contribution to the History of Animal
Morphology. Londres.
GOETHE EL HOMBRE
MÁS INTELIGENTE DE LA HISTORIA
La doctora Catharine Morris Cox Miles, que
fuera profesora de psicología clínica en la
Universidad de Yale, realizó el cálculo del
cociente intelectual de 301 personajes célebres que
vivieron entre los años 1450 y 1850. Se trata de artistas,
políticos, escritores, pensadores, matemáticos,
inventores y, en general, individuos prominentes que pasaron a la
Historia gracias a sus obras o sus logros. Los resultados
aparecen en su libro The Early Mental Traits of Three Hundred
Geniuses (Los rasgos mentales tempranos de trescientos
genios).
Según se explica en el libro: "La
información utilizada son los registros históricos
de su herencia biológica, su niñez y su juventud.
El método empleado es la historiometría. Los
criterios en la medición de los rasgos concernientes son
reconocidos índices psicológicos".
A continuación se expone SOLO una
parte de la lista:CI 210: Johann Wolfgang von Goethe (poeta y
dramaturgo alemán)CI 205: Gottfried Leibniz
(filósofo y matemático alemán)CI 200: Hugo
Grocio (jurista, escritor y poeta holandés)CI 200: Thomas
Wolsey (estadista, juez y religioso inglés)CI 195: Blaise
Pascal (matemático, físico y filósofo
francés)CI 190: Pierre-Simon Laplace (astrónomo,
físico y matemático francés)CI 190: Voltaire
(escritor y filósofo francés)CI 190: George
Berkeley (filósofo y religioso británico)CI 190:
Friedrich Schelling (filósofo alemán)CI 190: Sir
Isaac Newton (físico y matemático inglés)CI
185: Galileo Galilei (astrónomo y físico
italiano)CI 185: Joseph Louis Lagrange (matemático,
físico y astrónomo italiano)CI 185: Auguste Comte
(filósofo francés)CI 185: Alexander von Humboldt
(naturalista y explorador alemán)CI 185: Jean le Rond
d"Alembert (matemático y filósofo francés)CI
180: Leonardo da Vinci (artista, inventor e ingeniero italiano)CI
180: René Descartes (filósofo francés)CI
180: Charles Dickens (novelista inglés)CI 180: Francis
Bacon (filosofo inglés)CI 180: Lord Byron (poeta
inglés)CI 180: Erasmo de Rotterdam (filósofo y
teólogo neerlandés)CI 180: Víctor Hugo
(escritor francés)CI 180: David Hume (filósofo,
economista e historiador escocés)CI 180: Alexander Pope
(poeta británico)CI 180: Michelangelo di Lodovico
Buonarroti (escultor, arquitecto y pintor italiano)CI 175:
Immanuel Kant (filósofo alemán)CI 175: Baruch
Spinoza (filósofo holandés)CI 175: Lope de Vega
(poeta y dramaturgo español)CI 175: Wilhelm von Humboldt
(erudito y estadista alemán)CI 175: Christiaan Huygens
(astrónomo, físico y matemático
holandés)CI 175: Johannes Kepler (astrónomo y
matemático alemán)CI 170: Martin Lutero
(teólogo alemán)CI 170: Pedro Calderón de la
Barca (poeta y dramaturgo español)CI 170: Georg Friedrich
Händel (compositor alemán)CI 170: Diego
Velázquez (pintor español)CI 170: Michael Faraday
(físico y químico británico)CI 170: Johann
Strauss (compositor austriaco)CI 170: Richard Wagner (compositor
alemán)CI 170: Rafael Sanzio (pintor y arquitecto
italiano)CI 170: Alejandro Dumas (novelista y dramaturgo
francés)CI 170: Maximilien de Robespierre (político
francés)CI 170: David Livingstone (explorador y misionero
escocés)CI 165: Wolfgang Amadeus Mozart (compositor
austriaco)CI 165: Ludwig van Beethoven (compositor
alemán)CI 165: Charles Darwin (científico
británico)CI 165: Barón de Montesquieu (pensador
francés)CI 165: Denis Diderot (filósofo
francés)CI 165: Georg Wilhelm Friedrich Hegel
(filósofo alemán)CI 165: Thomas Hobbes
(filósofo inglés)CI 160: Benjamin Franklin
(político, científico e inventor estadounidense)CI
160: Nicolás Copérnico (matemático y
astrónomo polaco)CI 160: Peter Paul Rubens (pintor
flamenco)CI 150: Bartolomé Esteban Murillo (pintor
español)CI 150: Jean-Jacques Rousseau (escritor y
filósofo franco-suizo)CI 155: Rembrandt Harmenszoon van
Rijn (pintor holandés)CI 155: Simón Bolívar
(militar y político venezolano)CI 155: Miguel de Cervantes
Saavedra (novelista, poeta y dramaturgo español)CI 155:
Honoré de Balzac (novelista francés)CI 155: Jean de
La Fontaine (poeta francés)CI 150: Abraham Lincoln
(político y abogado estadounidense)CI 145: Napoleón
Bonaparte (militar y gobernante francés)CI 145: Gioacchino
Rossini (compositor italiano)CI 140: Hernán Cortés
(conquistador español)CI 140: Giuseppe Garibaldi (militar
y político italiano)CI 130: Sir Francis Drake (marino
inglés)
FRASES DE
SABIDURÍA JOHANN WOLFGANG VON GOETHE
1749-1832. Poeta y dramaturgo
alemán.Un hombre de noble corazón
irá muy lejos, guiado por la palabra gentil de una
mujer.
No basta saber, se debe también
aplicar. No es suficiente querer, se debe también
hacer.
No podemos modelar a nuestros hijos
según nuestros deseos, debemos estar con ellos y
amarlos como Dios nos los ha entregado.
Las grandes pasiones son enfermedades
incurables. Lo que podría curarlas las haría
verdaderamente peligrosas.
La locura, a veces, no es otra cosa que
la razón presentada bajo diferente forma.
El hombre más feliz del mundo es
aquel que sepa reconocer los méritos de los
demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera
propio.
El comportamiento es un espejo en el
que cada uno muestra su imagen.
Cuando el hombre no se encuentra a
sí mismo, no encuentra nada.
Una vida ociosa es una muerte
anticipada.
Es un gran error creerse más de
lo que uno es, o menos de lo que uno vale.
Uno tiene que ser algo para poder hacer
algo.
Si la juventud es un defecto, uno se
corrige muy pronto de él.
Si los hombres, una vez que han hallado
la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría por
satisfecho.
La ley es poderosa, pero más
poderosa es la necesidad.
Actuar es fácil, pensar es
difícil; actuar según se piensa es aún
más difícil.
A veces nuestro destino semeja un
árbol frutal en invierno. ¿Quién
pensaría que esas ramas reverdecerán y
florecerán? Mas esperamos que así sea, y
sabemos que así será.
Nadie es más esclavo que el que
se tiene por libre sin serlo.
Los perezosos siempre hablan de lo que
piensan hacer, de lo que harán; los que de veras hacen
algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que
hacen.
El único hombre que no se
equivoca es el que nunca hace nada.
Nadie sabe lo que hace mientras
actúa correctamente, pero de lo que está mal
uno siempre es consciente.
El mal está sólo en tu
mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente
lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el
mal.
Contra la estupidez, hasta los dioses
luchan en vano.
La venganza más cruel es el
desprecio de toda venganza posible.
Nunca se desprende uno de lo que le
pertenece, aunque lo tire o lo regale.
El hombre feliz es aquel que siendo rey
o campesino, encuentra paz en su hogar.
Lo peor que puede pasarle aun hombre es
llegar a pensar mal de sí mismo.
El hombre se cree siempre ser
más de lo que es, y se estima menos de lo que
vale.
Pensar es más interesante que
saber, pero menos interesante que mirar.
Los pecados escriben la historia, el
bien es silencioso.
El talento se educa en la calma y el
carácter en la tempestad.
El cobarde sólo amenaza cuando
está a salvo.
Si no pretendiéramos saber todo
con tanta exactitud puede que conociéramos mejor las
cosas.
Con el conocimiento se acrecientan las
dudas.
Si cada uno limpia su vereda, la calle
estará limpia.
La ventaja se la lleva aquel que
aprovecha el momento oportuno.
Sólo es digno de libertad quien
sabe conquistarla cada día.
No hablaríamos tanto en sociedad
si nos diéramos cuenta del poco caso que hacen los
demás de lo que decimos.
Feliz el que reconoce a tiempo que sus
deseos no van de acuerdo con sus facultades.
Toda teoría es gris y
sólo es verde el árbol de dorados frutos que es
la vida.
"Cuanto hacemos tiene consecuencias.
Pero no siempre lo justo y razonable produce consecuencias
felices, ni lo absurdo consecuencias desfavorables, sino que
a menudo acontece lo contrario.
"Ésta es la última
conclusión de la sabiduría: la libertad y la
vida se merecen si se las conquista todos los
días.
"Es la creencia en la Biblia, el fruto
de profunda meditación, lo que me ha servido de
guía de mi vida moral y literaria. . . . Ha sido para
mí un capital invertido con seguridad, y que me ha
producido abundante interés."
"La fidelidad es el esfuerzo de un alma
noble para igualarse a otra más grande que
ella."
"La sabiduría se halla
sólo en la verdad.
"La cobardía es la madre de la
crueldad."
"Las mayores dificultades están
donde no las esperamos."
"Lo que importa más nunca debe
de estar a merced de lo que importa menos."
"No hay nada más terrible que
ver la ignorancia en acción"
"Puedo prometer ser sincero, pero no
imparcial".
"Quien no conoce las lenguas
extranjeras nada sabe de la suya propia."
"Se predica contra muchos vicios, pero
no sé de nadie que haya predicado contra el mal
humor."
"Somos todos tan limitados, que creemos
siempre tener razón."
"Todos vivimos en el pasado y nos vamos
a pique con él"
"Al envejecer, el hombre construye su
rostro y la mujer lo destruye."
"En un momento dado de la vida, morimos
sin que nos entierren. Se ha cumplido nuestro destino. El
mundo está lleno de gente muerta, aunque ella lo
ignore."
"Es preferible la injusticia al
desorden."
"La alegría y el amor son dos
alas para las grandes acciones."
"La bondad es la cadena de oro que
enlaza a la sociedad."
"La noche es la mitad de la vida, y la
mitad mejor."
"Lo que puedas hacer o soñar,
ponte a hacerlo. La osadía está llena de
genialidad, poder y magia."
"Lo que puedes hacer, o sueñes
que puedes hacer, empieza."
"Peligroso es el hombre que ya no tiene
nada que perder."
"Todo aquel que aspire al poder, ya ha
vendido su alma al diablo."
"Todos los días
deberíamos oír un poco de música, leer
una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es
posible, decir algunas palabras sensatas."
"Un hombre y una mujer verdaderamente
enamorados es el único espectáculo de este
mundo digno de ofrecer a los dioses."
"Para un hombre inteligente no hay
locura pequeña."
"manera intuitiva, pura, honda y
habitual, de ver a Dios en la Naturaleza y a la Naturaleza en
Dios. "
El genio es una reunión de
fuerzas de la naturaleza."
"Lo importante no es hacer cosas nuevas
sino hacerlas como si nunca nadie las hubiera hecho
antes."
El día es excesivamente largo
para quien no lo sabe apreciar y emplear.
INSTITUTO
GOETHE
Sede central del Instituto Goethe en
Munich.
El Instituto Goethe (alemán:
Goethe-Institut) es una institución pública
alemana cuya misión es difundir el conocimiento de la
lengua alemana y su cultura. Además, este ente
público trata de fomentar las relaciones exteriores entre
Alemania y los países donde se encuentra. Su sede central
está ubicada en Múnich. Cuenta a principios de 2008
con 14 institutos en Alemania y 163 en el exterior (de estos 31
son Centros Goethe).
Este instituto es equivalente al Instituto
Cervantes español, la Sociedad Dante Alighieri italiana,
la Alliance Française gala o el British Council
británico. Todos ellos trabajan por divulgar sus
respectivas culturas por todo el mundo, favoreciendo así
el conocimiento de algunas de las principales lenguas europeas,
hecho por el que se les ha otorgado el Premio Príncipe de
Asturias de Comunicación y Humanidades el año
2005
Historia del
Goethe-Institut
Fue creado en 1951 como sucesor de la
"Academia Alemana" ("Deutsche Akademie", fundada en 1925). Su
primera tarea fue la de capacitar profesores de alemán
como lengua extranjera en Alemania. En 2001 se fusionó con
Inter Nationes, organismo de la Oficina de Prensa Alemana creado
en 1952, y fue conocido como "Goethe-Institut Inter Nationes"
durante un corto período (del 2001 al 2003).
El 1 de junio de 2005, el Goethe-Institut
recibió el Premio Príncipe de Asturias de
Comunicación y Humanidades correspondiente a dicho
año. Comparte el galardón con la Alianza Francesa,
la Sociedad Dante Alighieri, el British Council, el Instituto
Camões y el Instituto Cervantes.
FRIEDRICH
SCHILLER
Friedrich | ||
Retrato de Friedrich Schiller | ||
Nombre | Friedrich Schiller | |
Nacimiento | 10 de noviembre de 1759 Marbach am Neckar, Alemania | |
Defunción | 9 de mayo de 1805 (45 | |
Ocupación | Poeta, dramaturgo, filósofo e | |
Nacionalidad | Alemana | |
Movimientos | Romanticismo |
Johann Christoph Friedrich Schiller,
desde 1802 von Schiller (Marbach am Neckar, 10 de
noviembre de 1759 – Weimar, 9 de mayo de 1805), fue un
poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán.
Se le considera el dramaturgo más importante de Alemania y
es, junto a Goethe, una de las figuras centrales del clasicismo
de Weimar. Muchas de sus obras de teatro pertenecen al repertorio
habitual del teatro en alemán. Sus baladas se cuentan
entre los poemas más famosos.
Cultura de Alemania
Las raíces de la cultura
alemana, se remontan a muchos siglos en el pasado. Algunos
expertos consideran que lo que se denomina cultura alemana
trasciende las actuales fronteras de este país. Esto se
debe a las innumerables mutaciones fronterizas que ha sufrido
Alemania a lo largo de los últimos siglos. Por ejemplo, en
lugar de hablar de cultura "alemana" se puede emplear
también el término "germana", que abarca Austria y
otras regiones de Europa.
El idioma alemán fue una vez la
lengua franca de Europa central. Muchas figuras históricas
importantes, aunque no alemanas en el sentido moderno, estuvieron
inmersas en la cultura alemana, por ejemplo Wolfgang Amadeus
Mozart, Franz Kafka y Copérnico.
Festividades
tradicionales
En Alemania se celebran muchas fiestas
tradicionales que varían según el estado. En
Baviera, por ejemplo, se celebra en el mes de octubre el
"Oktoberfest" (fiesta de octubre). En Colonia se celebran
anualmente "Der Karneval von Köln" (el carnaval de
Colonia).Desde mayo hasta noviembre se celebran fiestas
vinícolas y vitícolas en muchos lugares de las
regiones vinateras alemanas. Especialmente en las zonas situadas
junto al Rin y el Mosela, en Baden, el Palatinado y junto al
Meno, las cooperativas vinícolas y los representantes de
los productos derivados del vino montan sus puestos en lugares
públicos en los que escancian su vino. Además, se
ofrecen especialidades locales. Al programa se suman
música en directo y, en muchos lugares, la
coronación de la reina del vino.
MEJORES POEMAS DE
GOETHE
El pescador
Hinchada el agua, espumajea, mientras
sentado el pescador que algún pez muerda el anzuelo
plácido aguarda y bonachón. De pronto la onda se
rasga, y de su seno-¡oh maravilla!- toda mojada, una mujer
saca su grácil figurilla.Y con voz rítmica le
increpa: -¿Por qué, valiéndote de
mañas, hombre cruel, tiras de mí para que muera en
esta playa? ¡Si tú supieras qué delicia
allá se goza bajo el agua,tal como estas te
arrojarías al mar, dejando en paz la
caña!¿No ves al sol, no ves la luna cómo en
las ondas se recrean? ¿Doble de hermosos no parecen cuando
en las agujas se reflejan? ¿No te seduce el hondo cielo
cuando su azul, húmedo muestra? Cuando este aljófar
lo salpica, ¿del propio rostro no te prendas? Hinchada el
agua, espumajea,del pescador lame los pies;siente el cuidado una
nostalgia,cual si a su amada viera fiel.Cantaba un tanto la
sirena,todo pasó en un santiamén;tiró ella
de él, resbaló el hombre,nunca más se
dejó ver.
Ergo bibamus
Unidos aquí estamos para una
acción laudable; por tanto, hermanos míos, arriba.
Ergo bibamus!Resuenen nuestros vasos y callen nuestras lenguas;
levantar vuestras almas muy bien. Ergo bibamus!He aquí una
sentencia tan vieja como sabia; conserva su vigencia hoy lo mismo
que antaño, y un eco nos aporta de espléndidos
festines, esta jovial y grata consigna: Ergo bibamus! Hoy he
visto a mi dulce amada placentera; al punto fui y me dije: "Bueno
está. Ergo bibamus!" Me acerqué sin recelo y ella
me acogió bien. Y entonces repetí mi alegre Ergo
bibamus! Mas lo mismo si os mima y os acaricia y besa, que si nos
niega adusta su corazón y brazos, ¿qué
recurso nos queda, mientras no nos sonríe, que de nuevo
apelar al viejo Ergo bibamus! De los amigos lejos cruel destino
me lleva. ¡Oh fieles camaradas! ¿Qué hacer?
Ergo bibamus! Ya me marcho cargado con liviano bagaje; quiere
decir se impone un doble Ergo bibamus! Y aunque a veces el cuerpo
la carcoma nos roa, nunca de la alegría vacío el
tesoro hallamos; que el alegre al alegre suele prestar rumboso,
así que, hermanos mios, ¡venga un Ergo bibamus!
Ahora bien: ¿qué debemos cantar en este día?
¡Yo tan sólo pensaba cantar Ergo bibamus! Pero
recuero ahora su especial importancia; así que alzar las
voces. De nuevo Ergo bibamus! Este día se nos mete la
dicha por la puerta;resplandecen las nubes, tiembla el trigo
dorado;y una imagen divina brilla ante nuestros ojos;así
que alegremente cantad Ergo bibamus!
La fuerza de la
costumbre¡Amé ya antes de ahora, mas ahora es
cuando amo! Antes era el esclavo; ahora el servidor soy. De todos
el esclavo en otro tiempo era; a una beldad tan solo mi vasallaje
doy; que ella también me sirve, gustosa, fuera amante,
¿cómo con otra alguna a complacerme
voy?¡Creer imaginaba, pero ahora es cuando creo! Y aunque
raro parezca y hasta vituperable, a la creyente grey muy gustoso
me adhiero; que al través de mil fuertes duras
contrariedades, de muy graves apuros e inminentes peligros, todo
de pronto leve se me hizo y tolerable.¡Comidas hacía
antes, pero ahora es cuando como! Buen humor y alegría
bulléndome en el cuerpo, al sentarme a la mesa todo pesar
olvido. Engulle aprisa el joven y se va de bureo; a mí, en
cambio, me place yantar en sitio alegre; saboreo los manjares y
en su olor me recreo.¡Antaño bebí, hoy es
cuando bebo a gusto! El vino nos eleva, nos hace soberanos y las
lenguas esclavas desata y manumite. Sí, sedante bebida no
escatiméis, hermanos, que si del rancio vino los toneles
se agotan, ya en la bodega el nuevo mosto se está
enranciando.La danza practiqué e hice su
panegírico, y en cuanto oía sonar la
invitación al baileya estaba yo marcando mis honestas
posturas. Y aquel que muchas flores cortó primaverales,
por más que todas ellas a guardar no acertara, siempre le
queda, al menos, un ramo razonable.¡Sus, y a la obra de
nuevo! No pienses ni caviles; que quien amar no sabe a las
floridas rosas solo encuentra después espinas que le
pinchen. Del sol, hoy como ayer, fulge la enorme antorcha; de las
cabezas bajas aléjate prudente, y haz que tu vida empiece
de nuevo a cada hora.
La violeta
En la pradera una violeta había
encorvada y perdida entre la yerba,con todo y ser una gentil
violeta. Una linda pastora, con leve paso y desenfado
alegre,llegó cruzando por el prado verde, y este canto se
escapa de su boca:-¡Ay! Si yo fuera -la violeta dice-la
flor más bella de las flores todas…, pero tan solo una
violeta soy, ¡condenada a morir sobre el corpiño de
una muchacha loca!¡Ah, mi reinado es breve en
demasía; tan solo un cuarto de hora! En tanto que cantaba,
la doncella, sin fijarse en la pobre violetilla, hollóla
con sus pies hasta aplastarla. Y al sucumbir, pensó la
florecilla, todavía con orgullo:-Es ella, al menos, quien
la muerte me da con sus pies lindos, no me ha sido del todo el
sino adverso.
ROMANTICISMO
ALEMÁN
El romanticismo alemán es el
grado más alto que alcanzó el romanticismo en
alguna región del mundo y es a la vez manifestación
espiritual (geist) del pueblo alemán y la
región pangermánica. En el romanticismo
alemán —como en el romanticismo en general—
prima el sentimiento sobre la racionalidad y la técnica.
El espíritu y el sentido de la vida a través de la
libertad sentaron a fines del siglo XVIII las bases del arte
alemán.
Primer romanticismo
(Frühromantik)
Johann Wolfgang von Goethe, padre del
romanticismo universal.
Goethe es la piedra fundacional del
romanticismo alemán y uno de los grandes genios de la
literatura universal. Sus primeras obras están vinculadas
al movimiento Sturm und Drang. Tras un viaje a Italia,
sin embargo, adoptó un estilo más clásico,
sin renunciar a los temas románticos. Junto a Friedrich
Schiller y el grupo llamado "los románticos alemanes"
(Novalis, E. T. A. Hoffmann y Friedrich Hölderlin) formaron
una corriente mística centrada en las bases
históricas (Geschichte) del pueblo
(volk) opuesta al estratificado ideal francés. Se
destacan tres puntos fundamentales:
Oposición al clasicismo y a la
racionalidad.Arte basado en la libertad, el
sentimiento y la espontaneidad.Recuperación del espíritu
originario del pueblo pangermánico.
Pero éste no era su contrapunto;
más bien era el Aufklärung (racionalismo
iluminista) lo que los románticos alemanes sentían
necesidad de superar. La gran obra de este período es a
todas luces el Fausto de Goethe; largo y complejo poema
dramático de tema filosófico, publicado en dos
partes. En él se reflexiona sobre el destino humano a
través de la historia del protagonista, que vende su alma
al diablo a cambio de la sabiduría y la juventud. Fausto
es, en la intención del poeta, símbolo de la
humanidad, que yerra cuando actúa, pero que debe actuar
para hallar la salvación. El Fausto es llamado (con cierta
anticipación contextual, casi como una profecía) la
primera tragedia universal de la modernidad.
BIBLIOGRAFÍA
Obra propia
Librillo Historias de Goethe, publicado en
1914 por la Editorial Araluce.
Goethe, Johann Wolfgang von (2009).
Fausto. Tapa dura. Madrid: Espasa-Calpe. ISBN
978-84-670-3040-2.– (2008). Epigramas
venecianos. Madrid: Hiperión. ISBN
978-84-7517-913-1.– (2008). Elegías
romanas. Madrid: Hiperión. ISBN
978-84-7517-911-7.– (2007). Las afinidades
electivas. Barcelona: Mondadori. ISBN
978-84-397-2054-6.– (2007). Don Juan y
Fausto. Madrid: Ediciones Cátedra. ISBN
978-84-376-2357-3.– (2006). Fausto.
Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-6010-3.– (2006). Conversaciones de
emigrados alemanes. Valladolid: Alba Editorial. ISBN
978-84-8428-294-5.– (2006). Los sufrimientos
del joven Werther. Barcelona: DeBolsillo. ISBN
978-84-8346-126-6.– (2004). Las desventuras del
joven Werther. Barcelona: Editorial Juventud. ISBN
978-84-261-3413-4.– (2003). Fausto.
Traducción de José María Valverde.
Colección Booket. Barcelona: Editorial Planeta. ISBN
978-84-08-04790-2.– (2002). Las penas del joven
Werther: cartas desde Suiza. Madrid: Editorial Gredos.
ISBN 978-84-249-2356-3.– (2001). Viaje a
Italia. Agotado. Barcelona: Ediciones B. ISBN
978-84-406-9801-8.– (1999). Las afinidades
electivas. Madrid: Ediciones Cátedra. ISBN
978-84-376-1723-7.– (1999). Poesía y
verdad: de mi vida. Barcelona: Alba Editorial. ISBN
978-84-89846-54-8.– (1989). Las desventuras del
joven Werther. Sexta edición. Madrid: Ediciones
Cátedra. ISBN 978-84-376-0407-7.
CONCLUSIÓN
"La experiencia de haber investigado a uno
de los hombre más inteligentes de la historia y haber
aprendido tanto con sus obras y sabiduría no tiene
precio"
Dedicatoria
Con Gran Cariño a mis Profesores y
compañeros por haber acrecentado mi humildad
"No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor,
ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre
mí y el camino a mis pies"
Robert L. Stevenson
Agradecimiento
Mi agradecimiento es para Dios, Fabiolita
que siempre me apoyo, a mis maestros que me ayudaron con sus
conocimientos.
Autor:
Thomas Nicholas Del Cruise Mora
Colegio Fiscal Mixto
"Provincia de Pichincha"
Director: Lcdo. José
Maldonado
Sub-Director: Lcdo. Isabel Mejia
Periodo Lectivo 2009-2010
Guayaquil-Ecuador
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