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Goldman Sachs: El “vampiro” de la crisis (página 8)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Pero no se trata sólo de la opinión
vertida por un director de cine. Más al contrario, se
trata de una creencia que está consolidándose entre
amplias capas de la población occidental, especialmente a
partir de la crisis y de sus planes de rescate. Desde entonces,
son frecuentes las noticias que resaltan las intensas uniones
entre los poderes político y económico. Así,
medios estadounidenses han resaltado cómo el gobierno
económico de Reagan estuvo directamente inspirado por las
doctrinas que emanaban de Merril Lynch, cómo muchos altos
cargos de los últimos tiempos provienen de Goldman Sachs
(es el caso de Henry Paulson, Lawrence Summers o Mark Patterson),
cómo hay que haber trabajado en los más influyentes
grupos financieros para acceder a un puesto en la Reserva Federal
(ocurre con Rick Rubin, Ben Bernanke o Tim Geithner) o
cómo las políticas nacionales están siendo
dirigidas más para beneficiar a actores concretos que al
propio país. En ese orden, la empresa estrella de las
críticas es Goldman Sachs, no sólo por el
número de ex directivos suyos que han pasado a formar
parte del gobierno de Estados Unidos sino porque se le ha
atribuido un papel principal en esta crisis. En un
artículo en Rolling Stone, el periodista Matt Taibbi
afirmaba que Goldman Sachs ha jugado siempre al mismo juego:
situarse en medio de una burbuja especulativa, atrayendo los
recursos de la clase media para invertirlos en bienes que sabe
que se depreciarán. Y sacando además partido del
ciclo contrario: cuando la burbuja explota, presta dinero con
interés para remontar la crisis. Lo que ocurre, y en esto
radicaba la gravedad de las afirmaciones de Taibbi, es que
Goldman lo hacía no sólo gracias a la complicidad
del regulador sino con su participación necesaria. Sin el
cambio de las normas promovido por los políticos no
hubiera sido posible ni la creación de grandes
conglomerados bancarios como AIG, Citigroup o Bank of America ni
el gran margen de actuación del que gozaron. En
definitiva, estaríamos ante hechos que demostrarían
cómo, en nuestro mundo, el poder financiero se afirma muy
por encima del político.

Así lo cree Juan Carlos Monedero, profesor de
ciencia política de la Universidad Complutense y autor de
El futuro de las palabras (Ed. Fondo de Cultura
Económica), quien señala cómo "el
capitalismo, cuando sufre una de sus crisis cíclicas,
intenta una salida desesperada a través de la
financiarización, que es lo que estamos viendo en los
últimos 30 años, lo que deriva en la
constitución de grandes grupos económicos que
maniatan al poder político a través de su capacidad
para controlar la economía". Y Monedero percibe un segundo
elemento que explicaría este predominio de lo financiero,
como es la espectacularización de la política:
"Hemos importado los modos electorales norteamericanos, lo que ha
encarecido las campañas y ha entregado de rodillas el
poder político a quienes tienen capacidad para sufragar
las campañas electorales".

Además, como señala el periodista Pascual
Serrano, autor de Desinformación. Cómo los medios
ocultan el mundo (Ed. Península), no se trata sólo
de que quienes tienen el dinero influyan enormemente a la hora de
decidir quiénes accederán al poder, sino que
también "controlan el margen de maniobra de los elegidos.
El intento fallido de Obama, y antes de Hillary Clinton, de
reformar el sistema sanitario de su país es una muestra
más de cómo las grandes empresas están
impidiendo que los representantes políticos lleven a cabo
su programa. Lo que es aún más palpable en un
asunto como este, en el que los políticos tienen a su
favor a gran parte de la ciudadanía". En este sentido, y
como sintetiza Monedero parafraseando una vieja
afirmación, estamos en un escenario político en el
que "el partido sustituye a la sociedad, el comité central
al partido, el secretario general al comité central y los
bancos que financian ese entramado al secretario
general".

Pero no se trata de una creencia que esté
cuajando sólo en un sector político determinado, el
de la izquierda, sino que abarca todo el ámbito de las
ideas. Para alguien como Javier Ruiz Portella, director de la
editorial Áltera, que proviene de un entorno opuesto al de
Monedero o Serrano, también resulta evidente que "el peso
del capital financiero resulta totalmente decisivo en la
política. Y el mejor ejemplo son las escandalosas
operaciones de rescate que han llevado a cabo los Estados a
partir del momento en que la famosa mano invisible de Adam Smith
no ha funcionado". Para Ruiz Portella, lo más llamativo es
que "se les están regalando cifras mareantes a entidades
financieras que dan beneficios en sus cuentas
anuales".

Probablemente porque el asunto de las subvenciones a los
bancos haya influido en la opinión pública, pero lo
cierto es que las críticas a esta presencia del capital
financiero han venido de todos los ámbitos, no sólo
desde los políticamente concienciados. En Estados Unidos,
hubo una gran resistencia a estos planes de rescate lideradas por
los republicanos, pero en la que también destacaron
demócratas. La más relevante, la congresista Marcy
Kaptur, (gran estrella de la película de Michael Moore)
una mujer con casi tres décadas de experiencia en la
Cámara de Representantes y que tildó a estos planes
de "golpe de estado financiero", un calificativo que comparten
algunos de sus compañeros en la Cámara. La tesis de
Kaptur es que asustaron a los ciudadanos (y a los propios
congresistas) exagerando las dimensiones y la gravedad de la
crisis hasta que las entidades bancarias lograron los recursos
que pretendían para seguir ganando dinero.

Para los expertos consultados resulta evidente que en el
contexto político contemporáneo, hecho de
suspicacias y de escándalos de corrupción, este
tipo de actuaciones habrá de generar consecuencias. Y la
primera de ellas es la creciente desconfianza respecto del
sistema en sí. Para Monedero, "hablar de democracia
capitalista es una contradicción en los términos.
La esencia de la democracia es el igualitarismo mientras que la
del capitalismo es el enriquecimiento de los más aptos. Y
son dos lógicas que sólo pueden acercarse
ocasionalmente en lugares muy concretos y en momentos
históricos muy concretos". Según Portella, el
descontento actual "tiene que ver con una crisis profunda que
cuajará, si los efectos de la crisis son más duros
de lo que han sido hasta ahora, en nuevas concepciones
políticas que hasta ahora han estado en los
márgenes".

Para Antonio Arcones, presidente de la Fundación
Burke, lo que esta crisis nos demuestra es que "las connivencias
entre el ámbito político y el económico
siempre son negativas, porque el poder legisla a favor de los
grandes. Se critica al mercado porque se dice que es una forma de
dar carta de libertad a los poderosos, pero lo cierto es que
cuanto más intervencionista es el sistema político,
más fácil es que regule a favor de las grandes
empresas". Por eso, las consecuencias negativas que trae la
crisis están recayendo en quienes, por su aislamiento,
carecen de fuerza para defender sus posiciones. "Nadie en el
Estado interviene hoy a favor de las Pymes, del taxista o del
tendero, porque no tienen capacidad para lograr que el sistema se
ajuste en su favor. Los pequeños no hacen más que
pagar impuestos mientras que los grandes logran que el Estado
acuda en su rescate cuando las cosas les van mal. No hay
más que fijarse en lo que están haciendo con el
sector automovilístico".

Así, Arcones niega que estemos ante un momento de
crisis del capitalismo. "Es brutal que a un sistema como el
nuestro, en el que la participación de las diferentes
administraciones en el PIB es de más del 40% y donde la
regulación lo abarca todo, se le pueda llamar capitalismo.
Dicen que la crisis es consecuencia del liberalismo extremo
cuando estamos en una economía intervenida". En
consecuencia, las transformaciones políticas que augura
Arcones a partir de esta crisis deberían estar focalizadas
en la defensa de los pequeños "de los autónomos,
del profesional, del pequeño empresario", y habrían
de dirigirse hacia "la drástica reducción de
tamaño de un Estado que cada vez trata de intervenir
más en nuestras actividades y que pretenden cobrarnos
más impuestos".

Anexo III – La
paradoja de Goldbug (el lado oscuro de la razón): no
comment

– Las desgracias para el sector financiero son ganancias
históricas para Goldman Sachs (The Wall Street Journal –
15/7/09)

(Por Susanne Craig y Aaron Lucchetti)

El colapso de Wall Street
alimentó el trimestre más rentable de la historia
de Goldman Sachs Group Inc., que consiguió apropiarse del
negocio de rivales debilitados y registró grandes
ganancias al aumentar sus apuestas arriesgadas.

Con rivales como Lehman Brothers Holding
Inc. y Bear Stearns Cos. fuera del panorama, y otros como
Citigroup Inc. en serios apuros, Goldman parece registrar una de
las ganancias de participación de mercado más
grandes en la historia de Wall Street.

El ingreso neto de US$3.440 millones, o
US$4,93 por acción, en el segundo trimestre, fue
más de lo que Goldman ganó en todo 2008, año
en que sufrió los efectos de la crisis
financiera.

Los analistas esperaban resultados sólidos, pero
quedaron sorprendidos por el grado en que las ganancias
excedieron sus expectativas. El principal motor fue un margen de
rentabilidad más amplio en la compra y venta de valores,
en parte debido a una menor competencia.

Ejecutivos de Goldman fueron especialmente cautos el
martes en relación a sugerencias de que la
compañía de Nueva York pueda seguir generando
ganancias a ese ritmo. "No estamos demasiado optimistas sobre la
economía", dijo en una entrevista el director financiero
de Goldman, David Viniar. "Pero nuestros clientes necesitan
negociar y necesitan apalancar sus operaciones y necesitan
servicios de gestión de riesgo, algo que nos genera
negocios".

Los resultados estelares de la firma
para el segundo trimestre, incluyendo ingresos netos de US$13.760
millones, un alza del 46%, solidifica la reputación de la
firma de 140 años como una de las entidades financieras
que maneja mejor las negociaciones bursátiles y la toma de
riesgo en Wall Street. Las ganancias también resaltan el
surgimiento de un puñado de instituciones financieras de
EE.UU. que probablemente se beneficiarán mucho de la
debacle causada por la crisis financiera.

Se espera que J.P. Morgan Chase & Co., mayor banco
de EE.UU. por capitalización del mercado bursátil,
reporte el jueves resultados sólidos para el trimestre,
incluidos los beneficios percibidos por su compra el año
pasado de las operaciones de banca comercial de Washington Mutual
Inc. El banco de Nueva York le ha echado un pulso al gobierno
Obama, al oponerse a esfuerzos por regular los
derivados.

Asimismo, J.P. Morgan y Goldman
recientemente se liberaron de los límites impuestos por el
gobierno estadounidense a los salarios de los ejecutivos y otras
prácticas a los que estaban sujetos por participar en el
Programa de Alivio de Activos en Problemas. Los dos bancos
pagaron los préstamos federales que obtuvieron el
año pasado.

Si las ganancias de Goldman
continúan a este ritmo, registrará utilidades de
US$10.500 millones este año, cerca del máximo
registrado en 2007 de US$11.600 millones.

Analistas encuestados por Thomson
Reuters previeron que Goldman ganaría US$3,48 por
acción. Su ganancia real superó ese objetivo en
alrededor de 40%.

Las acciones de Goldman, que han subido de forma marcada
durante la última semana debido a la expectativa de su
informe de ganancias, subieron ayer 0,15%, para cerrar a
US$149,66 en la Bolsa de Valores de Nueva York.

Los departamentos de negociación
de acciones y renta fija, y de divisas y bienes básicos de
Goldman reportaron resultados récord y representaron el
75% de las ganancias de la firma. Las negociaciones de productos
de crédito, de tasas de interés y divisas fueron
especialmente sólidas, al igual que el corretaje
bursátil en general.

Aunque Goldman quizás sea
más conocido por sus inteligentes apuestas realizadas con
recursos propios (arriesga su propio capital en apuestas sobre la
dirección de una gran variedad de opciones, desde tasas de
interés hasta el yen japonés), la firma
afirmó el martes que la mayor parte de sus ganancias del
segundo trimestre provino de un mayor volumen de transacciones
por parte de los clientes que negocian en estas variadas
líneas de productos. La firma obtiene ganancias al cobrar
comisiones pero más a menudo lo hace al asumir el llamado
riesgo principal, al comprarle un activo a un cliente y luego, si
todo sale bien, lograr que el activo mejore y poder venderlo a un
valor más alto.

La firma también registró ganancias en una
cantidad de inversiones, que incluyen una utilidad de US$948
millones por su participación en Industrial and Commercial
Bank of China Ltd.

Monografias.com

– Vuelta a las altas compensaciones (Cinco Días –
14/7/09)

Goldman Sachs ha sido, tradicionalmente,
el sitio en el que los salarios y las compensaciones han volado
más alto. Y siguen haciéndolo. Sin hacer
mención a la filosofía nacida de esta crisis que
apuesta por los resultados a largo plazo y no a corto para fijar
las compensaciones, Goldman informó que ha provisionado
6.560 millones de dólares para pagar salarios, impuestos
sobre salarios e indemnizaciones a una plantilla que ha menguado
en un 1% frente al año pasado. Esta cantidad supone el 49%
de los ingresos. En lo que va de semestre, el banco de Blankfein
ha calculado que destinará 11.360 millones a
sueldos.

– Ejecutivos de Goldman Sachs aprovecharon la quiebra de
Lehman Brothers para hacer negocio (Intereconomia –
14/7/09)

La mayor parte de las ventas se llevaron a cabo mientras
el banco de inversiones estadounidense se beneficiaba del
programa de rescate bancario del Gobierno por un total de 10.000
millones de dólares

Los ejecutivos de Goldman Sachs
vendieron cerca de 700 millones de dólares en acciones
después de que quebrase Lehman Brothers el pasado
septiembre, según datos obtenidos por el diario Financial
Times.

La mayor parte de las ventas se llevaron
a cabo mientras el banco de inversiones estadounidense se
beneficiaba del programa de rescate bancario del Gobierno por un
total de 10.000 millones de dólares.

Tras haber superado la crisis con el
apoyo del Gobierno, Goldman Sachs anunciará hoy,
según se espera, unas fuertes ganancias en el segundo
trimestre.

Durante un período de ocho meses,
los socios de Goldman Sachs vendieron más de 691 millones
de dólares de acciones de la compañía en el
mismo momento en que ésta ampliaba su flotación
pública desde 395 hasta 503 millones de acciones en varias
ampliaciones de capital.

Como contraste, en el período
comparable desde septiembre de 2007 a abril de 2008, cuando el
precio medio de las acciones de Goldman era mucho más
alto, los socios de Goldman vendieron acciones por unos 438
millones de dólares.

El banco se negó a comentar las
ventas y se limitó a explicar que los socios de Goldman
reciben una parte importante de sus primas anuales en forma de
acciones.

Las ventas de acciones por los socios han sido un tema
muy delicado en Goldman, sobre todo después de la quiebra
de Lehman Brothers, el pasado septiembre.

Durante los meses en los que se permitieron las ventas
de acciones de los ejecutivos, desde el 17 de septiembre hasta el
24 de octubre, los socios de Goldman vendieron títulos por
un valor aproximado de 250 millones.

Pero hubo muchas más ventas entre diciembre de
2008, después de que Goldman presentase por primera vez
pérdidas trimestrales desde que cotiza como empresa
pública, y mediados de febrero.

Durante ese período de dos meses, cuando el
precio de las acciones de Goldman cayó
prácticamente a mínimos históricos, los
socios de Goldman vendieron acciones por valor de 280 millones de
dólares.

Según el Financial Times, esas
ventas son un recordatorio de que por más que la
dirección de Goldman trate de inculcar la idea de que se
trata de una sociedad, el banco apenas puede controlar lo que
hacen sus ejecutivos con las acciones.

– Como en los viejos tiempos: los bonus de Goldman Sachs
volverán a niveles récord (El Confidencial –
15/7/09)

La crisis ha quedado definitivamente
atrás para Goldman Sachs. El banco de inversión
estadounidense sacó ayer pecho al anunciar beneficios
récord durante el segundo trimestre del año. Sus
empleados y especialmente los directivos vuelven a frotarse las
manos gracias a los suculentos bonus que volverán a dar
vida a sus cuentas corrientes.

Si la entidad mantiene la senda de
crecimiento mostrada durante los seis primeros meses de 2009,
destinará 22.000 millones de dólares al pago de
bonificaciones a su plantilla, según informaciones de
Financial Times.

En los primeros seis meses del
año, Goldman Sachs ha destinado 11.400 millones a salarios
y ha reservado ya otros 6.600 millones con la misma finalidad,
según el diario británico. Si las cuentas durante
la segunda parte de 2009 mantienen el ritmo de crecimiento
podría pagar, de media, 387.000 dólares a cada uno
de sus 29.400 empleados, según estimaciones de The New
York Times. Por su puesto, habrá empleados que
recibirán una cifra muy inferior y otros, en cambio, muy
superior. Si el banco no pisa el freno, sus principales
ejecutivos volverán a amasar cientos de millones en primas
volviendo a los tiempos de vacas gordas de 2006 y
2007.

Según el periódico
norteamericano, Goldman Sachs destinó 8.520 millones a
pagar a sus empleados en 2007. Unos 243.000 dólares por
cabeza, teniendo en cuenta que en aquellos felices días,
la plantilla alcanzaba, los 35.000 trabajadores.

Goldman Sachs obtuvo un beneficio récord de 3.440
millones de dólares en el segundo trimestre, un 65%
más que en el mismo trimestre del ejercicio anterior. Los
ingresos alcanzaron los 13.760 millones, por encima de las
expectativas de los analistas.

El debate y la polémica
están de nuevo sobre la mesa. En Wall Street son muchas
las voces que se alzan contra este tipo de remuneraciones, ya que
consideran que en el pasado favorecieron los excesos que han
llevado a la actual crisis financiera. Las ayudas del Gobierno de
Estados Unidos a las entidades financieras en problemas
supusieron limitaciones de las bonificaciones a los altos
ejecutivos. Ahora que esas entidades han comenzado a devolver el
dinero prestado -10.000 millones en el caso de Goldman Sachs el
mes pasado- y que vuelven a retomar la senda de crecimiento, los
bonus vuelven a aparecer en escena.

– Goldman Sachs aprovecha los buenos resultados para
subir las retribuciones (El País –
15/7/09)

El aumento del 33% en las pagas provoca protestas de
algunos senadores

(Por Sandro Pozzi – Nueva York)

Goldman Sachs juega en otra liga. El
grupo neoyorquino superó con comodidad el listón al
cerrar el segundo trimestre con un beneficio de 3.440 millones de
dólares (2.460 millones de euros), un 65% más que
lo ganado hace un año. Con estos sólidos
resultados, y tras liberarse de las restricciones vinculadas a
las ayudas públicas, la entidad aprovecha para elevar los
premios a sus empleados.

El banco que capitanea Lloyd Blankfein
está considerado como el gran superviviente del terremoto
financiero, gracias a que cambió de estrategia en el
boyante mercado de la deuda vinculada a las hipotecas subprime
antes de que se hundiera. Y eso tiene un premio. Tras el ajuste
de las primas del año pasado, el banco ha aprovechado los
buenos resultados para destinar en el primer semestre 11.360
millones de dólares (8.100 millones de euros) a retribuir
a sus empleados, un 33% más que en el mismo periodo del
año pasado. Eso da para pagar a los empleados del banco
una media de 386.000 dólares (276.000 euros) por medio
año de trabajo. Eso, en una entidad que recibió
ayudas públicas para sortear la crisis.

Y por ahí es por donde llegan las
críticas desde la élite política, que acusan
a la banca de hacer fortuna gracias a las ayudas mientras el paro
en EE UU se acerca al 10%. "Me uno a los estadounidenses que ven
esto con incredulidad", señaló el senador
demócrata por Ohio Sherrod Brown. "Hace que la gente se
pregunte si va a ser otra vez más de lo mismo con Goldman
Sachs y el resto de la industria financiera",
añadió.

"Estoy contento de que hayan tenido un buen trimestre,
pero no me gusta todo el tema de la retribución",
señaló su compañero de partido, el senador
Jon Tester, de Montana. "Ya hemos pasado por esto antes", dijo,
recordando el caso de las primas a ejecutivos de la aseguradora
AIG. "No pueden continuar por esta línea o será un
escándalo", concluyó.

Pero está por ver hasta dónde
llegará la polémica. Goldman ya recortó un
46% las retribuciones en 2008, tras las pagas récord de
2007. Y, a diferencia de otros bancos, prácticamente fue
forzado a aceptar las masivas inyecciones del Tesoro. Los
resultados incluyen, de hecho, un dividendo de 426 millones
pagado a los contribuyentes junto con la restitución de
los 10.000 millones que recibió en otoño del fondo
de estabilidad financiera. Goldman se desprendió
rápido de ese dinero público para liberarse de las
restricciones impuestas por Washington.

Los analistas interpretan que estos resultados, en su
conjunto, no son sólo una buena noticia para Goldman, sino
también para otros jugadores. Pero el banco no tiene igual
en un sector donde otras grandes firmas rivales siguen intentando
apuntalar sus balances. Goldman es maestro de la
intermediación, tanto en renta fija como en divisas y
derivados. Los ingresos por esta vía se doblaron en un
año, hasta los 6.800 millones. Y eso le permitió
compensar las caídas en otras unidades, como la de banca
de inversión, que se vio arrastrada por un descenso del
54% de los ingresos en los servicios de asesoría en el
ámbito de las adquisiciones y fusiones de empresas.
También cayó un 28% en la gestión de
activos.

Lloyd Blankfein, su presidente ejecutivo, sigue pensando
que los mercados financieros permanecen "frágiles" y habla
de "retos" cuando mira hacia el conjunto de la economía,
pero intenta mostrarse más optimista.

Esta semana también presentarán resultados
otros grandes de la industria. JP Morgan Chase, el otro ganador
de la crisis, lo hará mañana, mientras que
Citigroup y Bank of America, los más castigados,
darán a conocer el estado de sus cuentas el
viernes.

Entretanto, las autoridades financieras estudian
inyectar liquidez en CIT Group para evitar su bancarrota. Las
dificultades del primer prestamista a pymes en EE UU recuerdan
que la crisis financiera sigue viva. La entidad no logra
financiación por la vía privada, lo que
podría forzar a Washington a salir a su
rescate.

– La prensa opina – Goldman y CIT, las dos caras de la
intervención en WSJ (Expansión –
18/7/09)

(Por C. García)

Los resultados de Goldman Sachs
recibieron ayer el aplauso del mercado y han captado el
interés de la prensa económica. "Wall Street
Journal" alega que mientras Goldman anuncia beneficios de 3.440
millones de dólares, la financiera CIT espera un rescate
al borde del precipicio, una situación que demuestra que
la intervención del Gobierno ha creado dos tipos de
bancos.

"Lo que los "Goldmans" del mundo tienen
además de los beneficios, es la extendida creencia de que
son demasiado grandes para caer", indica WSJ. El rotativo destaca
que tanto Goldman como CIT han sido compañías
financieras susceptibles de recibir fondos TARP en plena crisis.
Pero Goldman se benefició además de la compra de
AIG por parte de la Fed y recibió un empujón
adicional del programa FDIC (garantías de seguros de
deuda).

CIT no contó con la misma suerte
y fue excluida del programa FDIC bajo la premisa de que no
suponía un riesgo sistémico, incluso cuando
compañías con menor peso en este mercado sí
accedieron, como General Electric. Los activos de la financiera
se han precipitado desde entonces y ahora tiene que hacer frente
a 2.700 millones en vencimiento de deuda este año, una
deuda que los inversores no creen que vayan a cobrar. Todo
está listo para otro rescate de los
contribuyentes.

"Pero si CIT- una compañía
que es una décima parte de Lehman Brothers- puede ser
rescatada después de que el pánico haya pasado, la
palabra sistémico ha perdido todo su significado",
argumenta WSJ. El diario cuestiona la lógica el rescate y
si la agencia FDIC es la herramienta apropiada. En cualquier
caso, concluye que si la Fed deja que CIT caiga,
"confirmaría que los únicos supervivientes claros
en el mercado actual son los bancos lo suficientemente grandes
para que el Gobierno piense que debe rescatarlos".

Mientras tanto, Goldman sigue emitiendo
deuda con la garantía implícita del Tesoro y asume
riesgos subvencionados por los contribuyentes. También lo
hicieron Fannie Mae y Freddie Mac hasta su sonado final.
«Por el momento, Goldman Sachs – ¿o
deberíamos decir Goldie Mac?- disfruta de lo mejor de los
dos mundos: enormes beneficios para sus comerciantes y
accionistas y respaldo de los contribuyentes por si algo sale
mal», dice WSJ.

– Reportaje: Laboratorio de ideas – Montones de oro (El
País – 19/7/09)

Las retribuciones de Goldman Sachs despiertan la ira del
contribuyente

(Por Rob Cox y Antony Currie)

Es fácil que a los trabajadores
de Goldman Sachs se les olvide que todavía hay una crisis
financiera. La empresa de Wall Street declaró unos
beneficios asombrosos en el segundo trimestre y apartó una
cantidad histórica de efectivo para pagar a la plantilla.
Pero los acólitos de Goldman harían bien en
quitarse el sombrero ante la ayuda prestada por la muy visible
mano del contribuyente. Puede que los mercados sigan en apuros,
pero el mayor riesgo al que se enfrenta la franquicia de Goldman
podría ser una reacción política y ciudadana
contra los beneficios del grupo, y en especial contra sus
remuneraciones.

Eso se debe a que las cifras de la compensación
son pasmosas casi desde cualquier perspectiva. En uno de los
peores semestres en la historia del sistema financiero, Goldman
reservó 11.360 millones de dólares para
remuneraciones y prestaciones, más de lo que dedicó
a esos fines en el primer trimestre de los prósperos
años 2006 y 2007. Es cierto que en esta fase la
mayoría de los pagos se generan, no se realizan. E incluso
durante aquellos primeros años del auge, la empresa no
consiguió repetir los resultados del primer semestre en el
segundo.

Es cierto también que, per
cápita, las cifras parecen un poco menos doradas que
durante la burbuja crediticia. Las cifras del primer semestre
equivalen a aproximadamente 386.000 dólares por seis meses
de trabajo promediados entre cada banquero, agente, mensajero y
conserje de la empresa. Dado que Goldman tiene en la actualidad
29.400 trabajadores, la compensación por empleado
está de hecho por debajo del máximo de 433.000
dólares alcanzado en el primer trimestre de
2006.

El tipo impositivo de Goldman
está a un defendible 31%, frente al porcentaje inferior al
10% del año pasado. Además, sus empleados
deberían prepararse para afrontar unos 4.000 millones de
dólares en impuestos sobre la renta si hicieran efectivo
lo devengado en el primer semestre. Y ahora que la competencia
por el personal vuelve a animarse en Wall Street -incluso en
bancos en mucho peor estado- Goldman tiene que pagar suficiente
para conservar a los mejores y a los más
brillantes.

Pero sería una temeridad por
parte de Goldman creer que estos argumentos aplacarán
necesariamente a una ciudadanía nerviosa que hace frente a
un paro superior al 10% y a unos políticos con prioridades
legislativas ambiciosas y escasas de financiación. Y
aunque Goldman ha hecho gala de una voluntad férrea de
ampliar y gestionar el riesgo en unos mercados turbulentos,
mientras muchos rivales no lo hacían o no podían,
es difícil imaginar que a la empresa le fuese tan bien sin
los extraordinarios salvavidas que ha lanzado el Gobierno a Wall
Street en general, a expensas de los contribuyentes. El jefe de
Goldman, Lloyd Blankfein, se ha mostrado extraordinariamente
contrito y agradecido en sus comentarios públicos acerca
del tema. Queda por ver si eso bastará para eludir la ira
del Congreso.

– Tribuna: Paul Krugman – La alegría de Goldman
Sachs (El País – 19/7/09)

La economía de EE UU sigue en
situación precaria, con uno de cada seis trabajadores en
paro o subempleado. Aun así, Goldman Sachs acaba de
anunciar beneficios trimestrales históricos, y se prepara
para repartir enormes primas, comparables a las que pagaba antes
de la crisis. ¿Qué nos dice este
contraste?

Primero, que Goldman es muy buena en lo
que hace. Desgraciadamente lo que hace es malo para Estados
Unidos. Segundo, demuestra que los malos hábitos de Wall
Street (sobre todo, el sistema de compensación que
contribuyó a generar la crisis financiera) no han
desaparecido. Tercero, demuestra que, al rescatar el sistema
financiero sin reformarlo, Washington no ha hecho nada para
protegernos de una nueva crisis y, además, ha hecho que
sea más probable que se vuelva a producir.

Empecemos por hablar de la forma en que Goldman gana
dinero.

Durante la generación anterior (desde la
liberalización de la banca de los años de Reagan),
la economía estadounidense ha estado financiarizada. La
importancia del negocio de mover el dinero, de rebanar, trocear y
reenvasar activos financieros, ha subido vertiginosamente en
comparación con la de la producción real de cosas
útiles. Eso que se ha dado en llamar oficialmente sector
de "seguros, contratos de mercancías e inversiones" ha
crecido muy deprisa, desde sólo un 0,3% del PIB a finales
de los años setenta hasta el 1,7% en 2007.

Dicho crecimiento sería estupendo
si ese carácter financiero realmente cumpliese sus
promesas (si las empresas financieras ganasen dinero dirigiendo
el capital hacia sus usos más productivos y desarrollando
formas innovadoras de repartir y reducir los riesgos). Pero,
¿puede alguien, en este momento, afirmar eso sin
inmutarse? Las empresas financieras, como sabemos ahora, han
dirigido enormes cantidades de capital hacia la
construcción de casas invendibles y de centros comerciales
vacíos. Han hecho aumentar el riesgo en vez de reducirlo y
lo han concentrado en vez de repartirlo. En la práctica,
el sector ha estado vendiendo peligrosos medicamentos patentados
a consumidores crédulos.

El papel de Goldman en ese cambio de EE
UU ha sido similar al de otros actores, salvo por una cosa:
Goldman no cayó en su propio lazo. Otros bancos
invirtieron muchísimo dinero en la misma basura
tóxica que vendían a los ciudadanos de a pie. Es
bien sabido que Goldman ganó un montón de dinero
vendiendo seguros respaldados por hipotecas de alto riesgo y
luego otro montón más vendiendo en descubierto
seguros respaldados por hipotecas, justo antes de que su valor se
hundiese. Todo esto era perfectamente legal, pero el resultado
neto fue que Goldman obtuvo beneficios tomándonos al resto
por bobos.

Y los de Wall Street tienen todos los
incentivos necesarios para seguir jugando al mismo juego. Las
enormes primas que Goldman pronto repartirá ponen de
manifiesto que las empresas de altos vuelos del sector financiero
siguen funcionando según el sistema de que si sale cara
ellas ganan y si sale cruz otros pierden. Si usted es un banquero
que genera grandes beneficios a corto plazo, se le recompensa
magníficamente (y no tiene que devolver el dinero aun en
el caso de que esos beneficios resulten ser un espejismo). Por
tanto, no tiene usted más que buenos motivos para empujar
a los inversores a asumir riesgos que no comprenden. Y los
acontecimientos del año pasado han pervertido
todavía más esos incentivos, al hacer que los
contribuyentes, además de los inversores, carguen con el
mochuelo si las cosas se tuercen.

No voy a tratar de analizar las afirmaciones
contradictorias sobre el beneficio directo que Goldman ha
obtenido gracias a los últimos rescates financieros y
sobre todo la asunción por parte del Gobierno del pasivo
de AIG. Lo que está claro es que Wall Street en general,
con Goldman sin duda incluida, se ha visto enormemente
beneficiada por la red de seguridad financiera ofrecida por el
Gobierno (una garantía de que rescatará a los
principales actores financieros si las cosas salen
mal).

Se podría argumentar que dichos rescates son
necesarios si queremos evitar que se repita la Gran
Depresión. De hecho, estoy de acuerdo. Pero la
consecuencia es que el pasivo del sistema financiero está
ahora respaldado por una garantía implícita del
Gobierno.

Pero la última vez que se produjo una
ampliación comparable de la red de seguridad financiera,
la creación del seguro federal de depósitos en los
años treinta, fue acompañada de una
regulación mucho más estricta, para garantizar que
los bancos no abusaban de sus privilegios. Esta vez, las nuevas
normativas están todavía en fase de borrador (y el
grupo de presión financiero ya está
oponiéndose a las más elementales garantías
para los consumidores).

Si estas presiones logran su objetivo, tendremos todos
los ingredientes para un desastre financiero aún mayor
dentro de unos cuantos años. La próxima crisis
podría parecerse al desastre de las cajas de ahorros de la
década de los ochenta (cuando los bancos no regulados
apostaron con el dinero de los contribuyentes o, en algunos
casos, lo robaron), salvo en que en esta ocasión
abarcaría a todo el sector financiero en su
conjunto.

La conclusión es que el asombroso
trimestre de Goldman es una buena noticia para Goldman y la gente
que trabaja allí. Es una buena noticia para las
superestrellas financieras en general, cuyas nóminas
están ascendiendo rápidamente hasta las alturas
anteriores a la crisis. Pero es una mala noticia para casi todos
los demás.

(Paul Krugman es profesor de Economía de
Princeton y premio Nobel de Economía en 2008. (c) 2009 New
York Times News Service)

– Las plataformas reguladas piden al G20 que
prohíba las "piscinas oscuras" (El Economista –
24/9/09)

(Por A. Barbaresi)

El G20 tiene una lista interminable de peticiones que
atender, pero ahora que las palabras transparencia e
información lo dominan todo, la carta de la World
Federation of Exchanges (WFE), que engloba a 51 plataformas de
negociación reguladas, destaca. Los representantes de esta
Federación piden a los líderes políticos que
luchen contra las plataformas no reguladas, por los efectos
negativos que tienen sobre el conjunto de los mercados
cotizados.

Transparencia de precios, no favorecer ni al comprador
ni al vendedor, acceso abierto a todos los partícipes,
revelación oportuna de información corporativa,
vigilancia de las prácticas de mercado y ejecución
clara de las órdenes de compra-venta. Estas son algunas de
las características de los mercados regulados que ellos
mismos denuncian que no se dan en los llamados Sistemas
Alternativos de Trading (ATS, por sus siglas en
inglés).

Estos mercados o plataformas de
negociación, llamados también dark pools (piscinas
oscuras), son "como una especie de eBay financiero", explica Juan
Ramón Caridad, socio de Atlas Capital. Es decir, un punto
de encuentro entre compradores y vendedores en el que el mercado
no asume ningún riesgo; no da contraparte ni exige
garantías, como hace por ejemplo BME. Por si fuera poco,
no son mercados democráticos, ya que no todos los
partícipes tienen la misma información.

"Debido al riesgo sistémico que ha atenazado el
sistema financiero global, el funcionamiento de los mercados
cotizados no ha sido una prioridad para las autoridades. Pero
ahora es momento de examinar una problemática
especialmente delicada: la ausencia de un terreno de juego claro
para los operadores regulados y otras entidades que realizan las
mismas o similares funciones", señala la WFE en la carta
remitida a los mandatarios del G20.

Mala 'praxis'

La Federación denuncia que la
introducción de plataformas alternativas de
ejecución de órdenes ha llevado en muchos casos a
la internacionalización de una serie de prácticas
que limitan la visibilidad de las demandas de compra y venta,
dificultando la habilidad de los inversores de responder a ellas
y diluyendo el proceso de establecimiento de precios.

Además, "también reducen
la habilidad tanto de partícipes como de reguladores de
tener una visión de conjunto de lo que está
sucediendo en el mercado, lo que puede dificultar una vigilancia
adecuada del cumplimiento de las reglas del juego del
parqué", explica William Brodsky, presidente de la
WFE.

Regulación o eliminación de los
ATS

Una de las principales peticiones de la
Federación es que se busque una solución para
luchar contra los efectos nocivos de las dark pools.

Después de que la SEC prohibiera las operaciones
flash (órdenes de compra-venta tan rápidas que
sólo pueden ser captadas por un puñado de brokers
con acceso a los sistemas tecnológicos más
punteros), ahora les toca el turno a estos sistemas de trading,
que permiten a los partícipes realizar transacciones en
bloque sin comunicar las órdenes hasta mucho tiempo
después de haber ejecutado la operación, o incluso
no hacerlas públicas jamás.

Por ello, una de las principales advertencias de la WFE
es que "la gran opacidad que tienen estas plataformas en
determinados países dificulta el establecimiento de un
precio real y tiene efectos negativos en los mercados, como el
aumento de volatilidad".

Así, estas plataformas, que están en
muchos casos gestionadas por los propios bancos de
inversión (como Sigma X, de Goldman Sachs), no son
democráticas, en el sentido de que no todos los inversores
tienen acceso a la misma información o a las mismas
ofertas. Además de tener derecho de veto sobre
quién puede o no acceder al sistema, permiten un
equivalente a las operaciones flash: las IOI, u órdenes de
compra o de venta que sólo llegan a conocer unos pocos
partícipes

– Goldman Sachs a la SEC: necesitamos las
prácticas prohibidas para reducir costes (El Economista –
27/10/09)

En su batalla por mejorar la
transparencia del mercado la SEC declaró la guerra a
algunas de las prácticas más opacas que se conocen.
Y ahora Goldman, que ha usado las ya prohibidas y que sigue
usando las que se han restringido, asegura que éstas son
necesarias para reducir costes y que hay mucho mitos a su
alrededor.

Por ejemplo, las prohibidas
órdenes relámpago u órdenes flash eran
utilizadas por los más grandes operadores, que se
valían de supercomputadoras para conocer las decisiones
del resto de los participantes del mercado unas milésimas
de segundo antes de que fueran públicas.

Y es que las supercomputadoras
analizaban toda la información recibida de oferta, demanda
y profundidad de posiciones pudiendo tomar decisiones antes de
que el resto del mercado conociera esos datos. El resquicio era
ínfimo pero muy rentable.

Por su parte, las autorizadas piscinas
oscuras o dark pools son plataformas no reguladas que no dan
contraparte ni exigen garantías y que son poco
'democráticas' porque que no todos los partícipes
tienen la misma información.

Aumentan la competitividad

Según el banco de
inversión, el incremento de transacciones que permiten las
órdenes de compra venta de alta frecuencia y la
negociación en plataformas no reguladas ha permitido
reducir los costes a los clientes, ha aumentado la competitividad
y ha proporcionado una liquidez mayor al conjunto de los
mercados.

"La comunidad inversora, especialmente los minoritarios,
se ha beneficiado de la evolución de la estructura del
mercado y del aumento de competencia en la industria", afirma
Goldman en un informe remitido al regulador
estadounidense.

Muchos "mitos"

Así, la firma denuncia los "mitos" que rodean las
piscinas oscuras y asegura que es falso que creen un doble rasero
de precios. En estas plataformas se pueden realizar grandes
operaciones en bloque sin realizar ninguna comunicación al
respecto y se puede operar con IOI, que son órdenes
equivalentes a las flash.

Según cálculos de Tabb
Group, en la actualidad las piscinas oscuras mueven casi el 10%
del volumen diario que se negocia en Estados Unidos.

Cambios necesarios

Hace poco, la SEC decidió prohibir el uso de las
órdenes flash, y el pasado 21 de octubre anunció
además que va a solicitar a las dark pools que hagan
públicas las operaciones cuando éstas supongan
mover más del 0,25% del valor total de una
compañía cotizada.

Goldman, aunque ha defendido la
existencia de estas plataformas, ha reconocido también que
"algunos pequeños cambios y aclaraciones" pueden
beneficiar a los mercados no regulados.

– "Nos preocupa que Goldman pueda amañar el
sistema y manipular a nuestros líderes" (El Economista –
3/11/09)

¿Hay alguna otra banda de Wall
Street a la que despreciemos o de la que desconfiemos más
que de los banqueros de Goldman Sachs?, se pregunta David
Weidner, galardonado periodista financiero estadounidense. En su
artículo más reciente, critica con dureza la
credibilidad de los empleados del banco de inversión:
afirma que Goldman tiene demasiado poder.

"Sospechamos que hacen trampas, que
tienen una relación demasiado íntima con el
Gobierno. Nos preocupa que puedan amañar el sistema,
manipular a nuestros líderes y, en suma, tener demasiado
poder. Parecen los dueños de la bolsa, apañando y
negociando gracias a sus campañas de contribución y
a sus conexiones con Capitol Hill (lugar en el que se encuentran
el Capitolio y la Corte Suprema, entre otras instituciones",
sentencia Weidner en su artículo El imperio del mal
contraataca, publicado en MarketWatch.

Gran parte de este odio que rodea a
Goldman y que empieza a extenderse entre expertos, agentes de
mercado y medios de comunicación "se lo ha granjeado
él mismo", según Weidner.

Así, entre otras cosas, el banco
empaquetó y distribuyó activos ligados a hipotecas
por 128.000 millones de dólares en los tres años
previos al estallido de la crisis, según datos de la firma
Dealogic, para después comenzar a hacer apuestas a la baja
contra este mercado en los meses previos a su abrupta
caída.

Sin pruebas del crimen

El antiguo consejero delegado de la firma, Henry
Paulson, "parece haber pasado la mayor parte del 2008 preocupado
por el bienestar de la compañía, a la vez que
gastaba sin pestañear cientos de miles de millones de
dólares de los contribuyentes en rescatar el sistema
financiero como secretario del Tesoro. Sus muestras de
favoritismo son inaceptables", critica.

Sin embargo, lo que más enfada a Weidner y a
muchos, como la experta de mercado Janet Tavakoli, es "que no hay
ningún crimen obvio. No hay pistolas humeantes. A menos
que seamos capaces de aportar pruebas de un comportamiento
ilegal, de momento lo único que está probado es el
provecho que ha sacado de las oportunidades que han surgido en el
mercado".

A por Fannie para pagar menos impuestos

Un ejemplo es el último
escándalo que ha rodeado al banco de inversión.
Goldman Sachs está en conversaciones para comprar millones
de dólares en créditos tributarios del gigante
hipotecario controlado por el Gobierno Fannie Mae, pero el
posible acuerdo está ganando la oposición del
Tesoro de Estados Unidos, que podría bloquear la
operación.

Una venta daría a Fannie Mae un respiro
financiero, algo necesario. Pero el Gobierno está
cauteloso respecto a aprobar un acuerdo que ayudaría a
Goldman a reducir sus impuestos, en un momento en el que a las
grandes firmas de Wall Street en general, y Goldman en
particular, están asediadas por las críticas,
informa el Wall Street Journal.

Parcialidad asegurada

Pero en el centro de las especulaciones de favoritismo y
conspiración, Goldman no está solo. Le
acompañan firmas como, por ejemplo, BlackRock. Al fin y al
cabo, la gestora fue escogida por el departamento del Tesoro y la
Reserva Federal (Fed) para llevar a cabo el programa
público para evaluar el riesgo presente en las carteras de
Bear Sterns y AIG, apunta el columnista de
MarketWatch.

Sin embargo, no se sorprende de que algo así
suceda, ya que "un Gobierno construido a partir de antiguos
ejecutivos de compañías siempre será parcial
con la industria de la que estos provienen", señala
Weidner.

– Goldman se disculpa por su papel en la crisis y lanza
ayudas a la pequeña empresa (Cinco Días –
18/11/09)

El banco estadounidense Goldman Sachs lanzará un
programa de asistencia dotado con 500 millones de dólares
(335 millones de euros) dirigido a pequeñas empresas de
EEUU en el que participará el carismático inversor
Warren Buffet, principal accionista del banco, después de
que el consejero delegado de la entidad, Lloyd Blankfein,
lamentara el rol de Goldman Sachs en determinadas actividades
relacionadas con la crisis financiera, por las que pidió
disculpas.

En su intervención en una
conferencia financiera organizada por la revista 'Directorship',
que designó consejero delegado del año, Blankfein
admitió que la entidad "tomó parte en asuntos que
fueron claramente equivocados de los que se arrepiente y pide
disculpas", según informa el diario 'Financial
Times'.

Por otro lado, Goldman Sachs
anunció el lanzamiento de un programa para apoyar a la
pequeña empresa en EE UU, dotado con 500 millones de
dólares y del que podrían beneficiarse
potencialmente unas 10.000 empresas, en el que contará con
la participación de Warren Buffet, el segundo hombre
más rico del planeta y accionista destacado de la
entidad.

En concreto, el programa destinará 200 millones
de dólares (134 millones de euros) a becas formativas en
el ámbito de la educación financiera y
económica eminentemente práctica, mientras que
invertirá otros 300 millones de dólares (201
millones de euros) para mejorar el acceso a recursos financieros
y asistencia técnica de las pequeñas
empresas.

Asimismo, el programa establece la creación de un
consejo asesor que será copresidido por Lloyd C.
Blankfein, Warren Buffett y el representante de la Escuela de
Negocios de Harvard Michael Porter, que se encargará de
vigilar y evaluar la ejecución del plan.

"Las pequeñas empresas desempeñan un papel
vital en la creación de empleo y el crecimiento de EE UU",
dijo Lloyd C. Blankfein, mientras que Warren Buffet
destacó que el programa permitirá a los
pequeños empresarios "acceder a 'know-how' y capital, dos
ingredientes básicos para el éxito".

– Goldman pide perdón: lanza un programa de ayuda
de 500 millones para empresas pequeñas (El Economista –
18/11/09)

Goldman Sachs pide disculpas por su participación
en la crisis financiera. Al menos eso ha dicho, y para apoyarlo
ha preparado junto a Warren Buffett, su principal accionista, un
programa de 500 millones de dólares para ayudar a 10.000
pequeñas empresas.

"Los pequeños negocios juegan un papel vital en
la creación de empleo y crecimiento en la economía
americana", explicó el presidente y consejero delegado de
Goldman, Lloyd Blankfein, en un comunicado emitido
ayer.

El programa, denominado "10.000 Small
Businesses Inititative" será guiado por un consejo
presidido por Blankfein, Buffett y el economista de Harvard
Michael Porter. La dotación de 500 millones de
dólares es aproximadamente un 3% de los 16.700 millones
que la compañía ha reservado para pagar a sus
empleados este año.

Por otro lado, Blankfein pidió
disculpas en una conferencia por el rol de Goldman en algunas de
las actividades que han desembocado en la crisis financiera,
aunque no dio detalles del asunto.

"Hemos participado en cosas que estaban claramente mal y
tenemos razones para arrepentirnos y pedimos disculpas por ello",
explico en el evento, en el que la revista Directorship le
nombró consejero delegado del año.

Bajo este plan, Goldman destinará 200 millones de
dólares para pagar a propietarios de pequeños
negocios para que acudan a cursos de gestión en
instituciones educativas. Además, el programa
otorgará servicios de supervisión y asesoramiento
con sus propios profesionales, mientras que en último
lugar dará 300 millones en créditos y becas para
pequeños empresarios.

Goldman Sachs se ha situado en el ojo
del huracán durante la crisis, y ha sido acusada de
provocar el desastre financiero y además aprovecharse de
ello. También se ha convertido en la cara visible de los
excesos de Wall Street, y ha sido muy criticado por sus lazos con
el Gobierno (Geithner, actual secretario del Tesoro y Henry
Paulson, su antecesor, trabajaron en Goldman antes de acceder al
Gobierno).

– Goldman Sachs y Warren Buffett (se) dan una mano a
pequeñas empresas (The Wall Street Journal –
18/11/09)

(Por Susanne Craig y Scott Patterson)

Goldman Sachs Group Inc. afirmó que
lanzará un programa de asistencia a pequeñas
empresas de US$ 500 millones que incluye un panel de
asesoría con el inversionista multimillonario Warren
Buffett.

Durante su anuncio, realizado el martes,
la firma de Wall Street no realizó ninguna conexión
entre la mayor contribución de caridad individual en la
historia de la firma y el enojo público sobre sus
remuneraciones. Goldman destinó US$ 16.710 millones para
remuneraciones en lo que va del año y en junio
devolvió la inyección de capital de US$ 10.000
millones que recibió del gobierno de Estados Unidos en
2008.

El martes, el presidente de Goldman
Sachs, Lloyd Blankfein, se disculpó por el rol de la firma
en la crisis de crédito. "Participamos en cosas que
claramente estaban mal y tenemos motivos para lamentarnos",
afirmó. "Pedimos disculpas".

El programa de pequeñas empresas realizará
contribuciones de caridad por US$ 250 millones, de los cuales US$
200 millones se destinarán a la educación de
inversionistas y US$ 50 millones financiarán subvenciones
para apoyar instituciones financieras para el desarrollo de la
comunidad. Los restantes US$ 250 millones se invertirán en
ese tipo de instituciones para ayudarlos a otorgar financiamiento
para pequeñas empresas.

Goldman afirmó que la primera institución
financiera que recibirá dinero de la firma será
Seedco Financial Services Inc., un grupo sin fines de lucro en
Nueva York que se especializa en préstamos en comunidades
con problemas económicos y falta de recursos. Los primeros
préstamos bajo el programa se realizarán a
principios de 2010, afirmó la empresa.

La iniciativa, llamada 10.000 Pequeñas Empresas,
busca destrabar "el potencial de crecimiento y creación de
empleo de 10.000 pequeñas empresas en todo Estados Unidos
a través de un mayor acceso a la educación,
mentores y redes de negocios, y capital financiero",
señaló Goldman en un comunicado.

El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama
ha señalado a las pequeñas empresas como una fuente
crucial de crecimiento del empleo.

El directorio que supervisará la iniciativa de
Goldman incluye a varios pesos pesados financieros. Blankfein,
Buffett y Michael Porter, de la Escuela de Negocios de Harvard,
serán los copresidentes.

"A veces la gente carece de aptitudes
básicas para los negocios, como la contaduría",
afirmó Buffett, quien compró una importante
participación en Goldman el año pasado. "Esta es
una forma de pisar el acelerador un poquito. Quizás
más de un poquito".

El anuncio del martes fue el segundo
gran compromiso caritativo anunciado por Goldman este año.
En octubre, la firma anunció una contribución de
US$ 200 millones a la Fundación Goldman Sachs. En 2008,
Goldman lanzó su iniciativa 10.000 Mujeres para darles una
educación en negocios a mujeres en mercados
emergentes.

– La reputación de Goldman Sachs
(Expansión – 19/11/09)

(Por Lex Column – The Financial Times)

El activo más valioso de Goldman
Sachs –su estelar reputación– corre el riesgo
de volverse tan tóxico como una pila de podridos
títulos de deuda. Desde el verano se le ha acusado de
actuar como un vampiro chupasangre, de apropiarse de vacunas
contra la gripe A, de crueldad con los gatos y de mencionar el
nombre de Dios en vano (la broma de su consejero delegado, Lloyd
Blankfein, en la que decía que Goldman estaba "haciendo el
trabajo de Dios" no se escapó al radar irónico de
sus críticos).

Ahora, tras haber ganado 8.400 millones de
dólares (5.630 millones de euros) hasta el momento este
año, y de haber reservado 16.700 millones de
dólares para compensaciones, los detractores de Goldman
sugieren que el banco está entregando con cinismo unos
pocos cientos de millones de dólares a pequeñas
empresas estadounidenses en un intento por restaurar su prestigio
público…

– Laboratorio de ideas Goldman Sachs – Sonríe y
aguanta (El País – 22/11/09)

(Por Richard Beales)

Sólo el tiempo, no las relaciones
públicas, devolverá a Goldman Sachs su viejo
prestigio. Su plan de aportar junto con Warren Buffett 500
millones de dólares para financiar 10.000 pequeñas
empresas estadounidenses es digno de elogio. Pero existe el
peligro de que los aproximadamente 17.000 millones de
dólares de salario acumulado por nueve meses de trabajo y
los constantes rumores de favoritismo en las ayudas
públicas lo conviertan en un simple gesto de relaciones
públicas.

La empresa dirigida por Lloyd Blankfein, que esta semana
se sentía obligado a pedir disculpas por la
participación de Goldman en algunos de los excesos
cometidos durante el auge crediticio- provocaba respeto y
admiración porque en gran medida su lucrativo negocio no
estaba expuesto al escrutinio público.

Todo eso ha cambiado. Tanto los medios de
comunicación convencionales como los políticos se
han percatado de la rápida vuelta de Goldman a los
megabeneficios después de uno de los años
más duros que se recuerdan. En lo que va de año ha
ahorrado suficiente como para estar a punto de pagar a cada
empleado una media de 700.000 dólares este
año.

La recuperación de Goldman debe
mucho a la intervención estatal. Aparte del apoyo general
que ha brindado al sector financiero, el Gobierno estadounidense
se apresuró a ayudar a Goldman y a Morgan Stanley
directamente en el peor momento de la crisis financiera,
convirtiéndolas en empresas controladoras de bancos, un
privilegio no concedido a Bear Stearns ni a Lehman
Brothers.

No ayuda mucho a la empresa,
memorablemente apodada el "calamar vampiro" por Rolling Stone, el
que uno de los arquitectos de la ayuda al sector financiero fuese
el entonces secretario del Tesoro Hank Paulson, predecesor de
Blankfein. Los ex alumnos de Goldman ocupan cargos de poder en
todas partes. Teorías de la conspiración aparte, no
sorprende que piensen igual, y en maneras que tienden a favorecer
a Wall Street.

Dicho eso, Goldman fue menos irresponsable que la
mayoría en los momentos anteriores a la crisis, como
muestra su mínima convalecencia. Sus socios siempre han
ganado más dinero que los rivales. La nueva iniciativa
para las pequeñas empresas tal vez no sea enorme, pero sus
detalles dan a entender que es más compleja y valiosa que
una simple maniobra de relaciones públicas.

En todo caso, es improbable que la empresa espere que
incline la balanza de la percepción ciudadana. Tal vez no
sea muy divertido, pero la imagen del calamar se borrará.
Mientras, Goldman tendrá que hacer de tripas
corazón.

– El chaparrón de críticas sobre Goldman
Sachs se intensifica (Cinco Días –
23/11/09)

(Por A. B. Nieto – Nueva York)

Goldman Sachs es la firma con más
beneficios y más poderosa de Wall Street. Su
reputación pública es inversamente proporcional a
su fortuna.

El banco de inversión emerge de
esta crisis con unas cuentas que van a permitir que sus empleados
cobren los bonus más altos de su historia. Son esos
resultados, y el hecho de que dedique más del 40% de ellos
a retribuir a unos banqueros que se perciben como avariciosos, lo
que en estos tiempos de recesión e intervención
pública han situado al banco bajo un intenso
chaparrón de críticas. A nadie le pasa
desapercibido el hecho de que actualmente se vive en una suerte
de "capitalismo estatal" y el sector financiero, Goldman Sachs
incluido, ha sido muy beneficiado por las masivas inyecciones de
liquidez del Gobierno y una expansiva y creativa actuación
de la Reserva Federal.

En particular, y tal como relató
la semana pasada el inspector general del TARP (el programa de
salvamento a la banca) Neil Barofsky, Goldman podría haber
sufrido importantes pérdidas si el Gobierno no hubiera
intervenido AIG, ya que este banco no podría haber
liquidado las posiciones que tenía con la aseguradora.
Además, la firma, dirigida por Lloyd Blankfein, no
sólo tiene menos competidores sino que, además,
goza de la ayuda explícita de un Gobierno que aún
no ha podido resolver el problema que supone la existencia de
entidades "demasiado grandes como para caer".

Goldman está en el ojo del
huracán desde que sus cuentas empezaron a sobresalir. En
julio, la revista Rolling Stone publicó un
artículo, "la gran máquina americana de hacer
burbujas", que ha sido, probablemente, el artículo
más comentado del año. Su autor acusaba al banco de
ser un "gran calamar vampiro que tiene sus tentáculos en
el rostro de la humanidad".

Las últimas críticas, tal
y como relataba The Wall Street Journal, llegan nada menos que de
sus accionistas que se han quejado de que la plantilla de Goldman
cobre unos bonus de casi 717.000 dólares mientras los
beneficios por acción se han reducido.

En el banco que mejor paga habrá caras contentas
cuando se reparta el bonus, pero, ahora, se está a la
defensiva.

Una ronda de disculpas públicas

En una reciente conferencia, Lloyd
Blankfein admitió que el banco ha cometido errores y se
disculpó por ello. "Hemos participado en cuestiones que
eran claramente erróneas y tenemos razones para
lamentarlo", dijo. Ni siquiera así ha podido acallar las
críticas desatadas por haber dicho a un diario
británico que los bancos sirven un propósito social
y están haciendo "la labor de Dios".

La semana pasada, Goldman anunció la puesta en
marcha un programa de 500 millones de dólares para ayudar
a pymes, una suma que ha sonado a disculpa y equivale al 3% de lo
que va a dedicar a sus bonus.

(No comment) Lo que caracteriza este período
de la historia es la subordinación sistemática de
la verdad a los intereses y la conveniencia. Los ciudadanos
tenemos un alto nivel de aclimatación a la mentira, a la
doble moral, a la hipocresía, que nos hace muy tolerantes
con formas que sabemos vacías de cualquier contenido, con
la mendacidad, el disimulo, el fingimiento y la
figuración. Por ello, ni se desprecia ni se detesta al
mentiroso, sino que, en el fondo, se le admira la habilidad para
vivir del cuento. Así estamos…

 

 

Autor:

Ricardo Lomoro

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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