Arqueología e historia en el pueblo de Santa Cecilia Acatitla
- Antecedentes Geográficos de
Tlalnepantla - Antecedentes arqueológicos e
históricos de Tlalnepantla - Conquista y colonia
- Siglo
XIX-XX - Sobre
el nombre de Santa Cecilia Acatitlan - Antecedentes de Investigación
Arqueológica en Santa Cecilia
Acatitla - Conclusiones
- Bibliografía
complementaria
Municipio de Tlalnepantla de Baz,
Estado de México
Antecedentes
Geográficos de Tlalnepantla
El Municipio de Tlalnepantla se encuentra ubicado al
noroeste del Estado de México, al norte del Distrito
Federal. La cabecera del municipio es la ciudad de Tlalnepantla
de Baz[1]
El Municipio se encuentra situado en las coordenadas
geográficas:
19º 32´ 20 " Latitud Norte
99º 13´ 39" Longitud Oeste
Su altitud media es de 2,240 – 2, 250
m/snm.
Figura 1. Ubicación del
Municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de
México.
Clima
Las condiciones climáticas del municipio son semi
seco en invierno y semi frìo en primavera. La
estación seca comprende los meses de diciembre a abril,
con temperaturas medias de entre 10.3° C a los 27.30° C.
La precipitación pluvial alcanza los 682.6 – 733.9
mm. El clima es considerado templado subhúmedo, con
lluvias en verano
Territorio
El Municipio abarca una superficie de 83.48 km2, que
representan un 0.37% del total del territorio del Estado de
México. Esta extensión se encuentra dividida en 19
pueblos, 86 colonias, 31 unidades habitacionales, 73
fraccionamientos y 16 zonas industriales.
Orografía.
Existen varias elevaciones importantes dentro del
municipio, que alcanzan los 2,300 a 2,700 m, como los cerros de
El Tenayo, Tianguillo, Santa Cecilia, Tlayacapa, Barrientos,
Cerro Grande, Puerto Tequesquinahuac, Atlaco y Cerro de la Cruz;
Las Peñas, Tlalayote, Cerro del Kilo, Cerro la Corona, San
Andrés, Chiquihuite, Cunahuatepec, Petlacatl, Caracoles y
Sierra de Guadalupe.
Hidrografía.
Las principales corrientes que atraviesan el municipio
son los ríos de Los Remedios, con una extensión de
4 km; el Tlalnepantla con 4 km; el San Javier con 3 km y la Zanja
Madre, con 2 km.
Suelos y subsuelos
Los suelo, son de dos tipos: al oriente y sur prevalecen
los suelos de fondo de lago y al occidente los suelos de
transición y pie de monte. Se trata de suelos de
transición, ubicados geográficamente entre la
Sierra de las Cruces y la Sierra de Guadalupe; se formaron sobre
estratos sedimentarios con estructura arcillosa y limos de
aluvión, en la medida que entraban en contacto con el
antiguo espejo del lago de Texcoco.
Geológicamente, los suelos sedimentarios fueron
modelados por erosión pluvial y debido a su
exposición a la intemperie intensamente favorecida por un
clima templado, se formaron suelos con propiedades suficientes
para el surgimiento de culturas agrícolas
estables.[2]
Límites y colindancias.
El municipio de Tlalnepantla está dividido en dos
partes por el Distrito Federal; la Zona Poniente y la Zona
Oriente.
Al norte, limita con los municipios de Tultitlan,
Cuauhtitlan y Ecatepec; al sur, con Naucalpan y la
delegación Azcapotzalco; al oeste con la delegación
Gustavo A. Madero y al poniente, con el municipio de Atizapan de
Zaragoza.
Figura 2. Límites y
colindancias.
Antecedentes
arqueológicos e históricos de
Tlalnepantla
El municipio de Tlalnepantla cuenta con una amplia
trayectoria histórica y arqueológica. El
área formaba hace milenios, parte de la cuenca lacustre
del lago de Tezcoco y del valle de México, y su historia
se remonta hacia épocas tan tempranas como el Periodo
Pleistocénico final.
Hace ya unos 20,000 años antes del presente, en
la región habitaban enormes animales prehistóricos,
como los mamuts, bisontes, caballos, camélidos, osos
perezosos, etc., que sobrevivían a las orillas de los
antiguos lagos y en los bosques del valle. Este periodo se
encuentra representado en la antigua zona lacustre, donde las
excavaciones arqueológicas con motivo de las obras de
construcción del Sistema de Transporte Colectivo
Metropolitano, en la Línea 6,[3] y otros
trabajos de investigación realizados en Tlalnepantla, han
arrojado los restos de fauna mayor.[4]
Durante el Paleoindio (10,000 a. p.), algunos grupos de
cazadores y recolectores recorrían la región,
aprovechando los recursos naturales que ofrecían los lagos
y los bosques del valle; estos pequeños grupos de
nómadas fabricaban ya herramientas de piedra para el corte
y el raspado así como puntas para la caza de
animales.
Hacia 7,000 y 5,000 años a. p., en el Periodo
Arcaico, con los drásticos cambios climáticos,
desaparece la fauna pleistocénica; los grupos de
cazadores-recolectores entran en un periodo de
sedentarización y comienza una agricultura incipiente; se
aprovechan más aun los recursos de la región y
aparecen instrumentos de molienda de semillas; se almacenan
alimentos y se explotan los recursos de las riveras de los
lagos.
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