Hemos utilizado en muchos momentos de estas reflexiones la
palabra "sincretismo" y en realidad confieso que no lo hemos
hecho de una manera arbitraria, anecdótica, como mero
adjetivo, sino sabiendo de la complejidad y profundidad que el
término adquiere en nuestro continente.
En América, como en ninguna otra parte, esta
palabra representa un fenómeno sumamente intrincado y
complejo.
Sincretismo es lo único que puede explicar la esencia
de lo americano y esto es así por varias razones: 1) En
ningún lugar del planeta, ni en ningún espacio de
tiempo se dio
como se dio en América, un entrecruzamiento tan formidable
de culturas tan disímiles entre sí (América
es una especie de catálogo de la cultura
universal), no existe prácticamente pueblo en el mundo que
no esté aquí representado. 2) En ningún
lugar se ha verificado un proceso de
aculturación tan rico y complejo. Y es que en
América a pesar del carácter compulsivo, violento,
traumático, de la aculturación (y tal es así
que aculturación y conquista son
casi sinónimos en América), a pesar de haberse
producido también un grado de mixtura, de síntesis
(si se quiere) nada desdeñable, ha habido un grado de
resistencia, de
supervivencia (y eso es realmente el sincretismo) también
nada despreciable.
El sincretismo es en lo esencial una forma de resistir la
dominación, (por eso es que apuntamos en "El partido
revolucionario y la batalla cultural en América", que el
principal rasgo de nuestra cultura es la resistencia) es una de
las formas en que los pueblos pueden lograr mantener su
cosmovisión, esto es, bajo el ropaje de la cultura
oficial/dominante.
Como ha operado este fenómeno en nuestra cultura?
Cuales han sido sus mecanismos? Es este un proceso abierto o algo
perteneciente al pasado? Es lo que trataremos de responder en la
brevedad de estas líneas.
El 12 de octubre de 1492 es un punto de inflexión.
Allí se produce el primer choque en nuestro territorio
(que por cierto y en contra de lo que se cree habitualmente, no
va ser el primero ni el último). No es un choque
mecánico de A contra B igual a C. Nada de lo que
aquí pasó, pasó en términos
absolutos. Aquí ya existía (como lo hemos apuntado
en otros trabajos) un proceso de aculturación, de
homologación cultural, es decir de nivelación entre
culturas (se podría decir) de una misma raíz y de
desarrollo
desigual o peculiar. En verdad lo que aquí estaba pasando
era la conformación de tres grandes "horizontes
culturales": el andino, el mesoamericano y el
amazónico/caribeño.
Seguramente y por una "ley irrefutable"
(en el sentido de que toda cultura es dinámica y no estática)
esos grandes horizontes hubieran terminado confluyendo entre
sí y esto no es futurismo sino un hecho comprobable, a la
hora de estudiar estas culturas, no son pocos los elementos en
común, incluso las cosmovisiones de esos pueblos,
más allá de lo folclórico, de lo
anecdótico y particular, son básicamente
homologables. Esto por un lado. Por otro, lo ibero era un proceso
abierto donde aun a la llegada de los primeros navegantes a estas
tierras, no se había sintetizado ni mucho menos las
distintas aportaciones, tanto de lo judaico, lo árabe, lo
bárbaro y lo grecolatino[1]Este proceso ya
tenía 700 años andados y es más, sin mediar
este proceso los pueblos peninsulares no podrían haber
emprendido empresas como las
del Nuevo Mundo (sobre todo sin el aporte de los árabes y
las noticias y
adelantos traídos por Marco Polo del oriente lejano). Es
por tanto que más que dos culturas, lo que chocó
aquel 12 de octubre, fueron dos procesos
abiertos y las consecuencias de ese choque, aunque con distintas
consecuencias, conmocionaron ambos procesos.
Lo que significó para América, es más
fácil de entender para nosotros porque salvando las
distancias es lo mismo que nos sigue pasando hoy día. Lo
que representó para Europa es
quizás más difícil de entender.
América revolucionó la vida material y
espiritual[2]del oscuro hombre
medieval y la sangría a que fue sometida es el origen del
capitalismo
como proceso que va desde esa acumulación primaria, al
capitalismo planetario de nuestros
días[3]No obstante hubo otros choques como
consecuencia de este primero. Inmediatamente después de
esta primera eclosión otro mundo colisionará en
nuestras playas; lo afro no es un tema menor en nuestra cultura,
ni mucho menos en la cultura universal. Sin lo afro no se
podría explicar entre otras cosas el arte
contemporáneo (por dar solo un ejemplo).
Ahora bien, sin repetir lo ya planteado en otros trabajos, en
el sentido de la doble direccionalidad de los procesos de
aculturación en nuestro continente, ni de las infinitas
posibilidades del mestizaje, vamos a entrar de lleno en el tema
que nos ocupa. Si bien estos procesos se encontraban en igualdad de
condiciones (en el sentido de que no eran procesos acabados) hay
un "carácter" en todo proceso, y en el caso de la
aculturación en nuestro continente, ese carácter es
el de la dominación, el de la subordinación de los
demás actores a la cultura oficial imperante que en el
caso de América, es a partir del 12 de octubre de 1492, la
cultura occidental y cristiana.
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