Medición del Pico de Flujo Espiratorio, valores normales, e interpretación en la clasificación del paciente asmático
- Introducción
- Diseño
metodológico - Resultados
y discusión - Conclusiones
y recomendaciones - Referencias
bibliográficas - Anexos
Resumen
La valoración de la función
pulmonar por medio de la espirometría, o con la medición del pico de flujo espiratorio,
confirman o no, la obstrucción de las vías
aéreas en los pacientes asmáticos. Además
sirven para determinar el grado de severidad y su
progresión, la indicación de la gasometría
arterial, de la ventilación mecánica, el ingreso en Cuidados Intensivos
y la respuesta al tratamiento.
El instrumento que se utiliza para medir el pico de flujo es
sencillo, su ejecución es reproducible en la evaluación
objetiva del estado
funcional de las vías aéreas, pero los valores de
normalidad han sido determinados con muestras de poblaciones
extranjeras diferentes a la nuestra, lo que sin duda pueden
constituir causas de equivocación en la interpretación de los resultados.
Se presentan los resultados provenientes del estudio de 85
personas sanas para la determinación de los valores
normales del pico de flujo espiratorio en población cubana y su comparación
con las de la literatura, encontrando los
valores normales de Tinker 1961 como los que más se
asemejan. Finalmente se comprueba la importancia de la
medición del pico de flujo en la clasificación de
la severidad del asma y se
ejemplifica el efecto que produce utilizar dos estándares
distintos. Ambas clasificaciones se diferenciaron
significativamente, por lo que se demuestra la importancia de
realizar estudios de normalidad en población cubana para
una mejor atención a nuestros pacientes.
Palabras Claves: Pico de Flujo
Espiratorio, valores normales, Asma Bronquial.
Introducción
1.1 Antecedentes
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las
vías aéreas en la cual múltiples células y
elementos celulares juegan un papel importante. La inflamación crónica está
asociada con hiperrespuesta de la vía aérea que
produce episodios recurrentes de falta de aire,
sibilancias, opresión torácica, y tos,
particularmente por la noche o muy temprano en la mañana.
Esos episodios están a menudo asociados con una amplia,
pero variable, obstrucción dentro del pulmón que es
a menudo reversible espontáneamente o con tratamiento.
Las manifestaciones clínicas del asma pueden ser
controladas con apropiados tratamientos. Cuando el asma
está controlada, sólo deberían existir
crisis
ocasionales y las exacerbaciones severas serían raras
(1).
Aunque desde la perspectiva tanto del paciente como de la
sociedad el
costo del
control del
asma es alto, el costo de no tratar el asma adecuadamente es
aún mayor (2).
Un número de factores que influyen en el riesgo de una
persona en
desarrollar asma han sido identificados. Esos pueden ser
divididos en factores del huésped (primariamente
genéticos) y factores ambientales.
Como no existe una clara definición del fenotipo del
asma, los investigadores estudian el desarrollo de
esta compleja enfermedad con las características que
pueden ser medidas objetivamente, como la atopia (manifestada por
la presencia de test de Prick
positivo o respuesta clínica en la piel a comunes
alergenos ambientales), hiperreactividad de vías
aéreas (tendencia de las vías aéreas a
estrecharse excesivamente en respuesta a desencadenantes que
tienen poca o ningún efecto en individuos normales), y
otras mediciones de sensibilización alérgica.
Aunque la asociación entre asma y atopia esta bien
establecida, la conexión precisa entre esas dos
condiciones aun no ha sido esclarecida ni su comprensión
definida.
El asma es un problema de salud mundial, con un
estimado de 300 millones de personas afectadas por la enfermedad,
y las muertes anuales en todo el mundo se han estimado en 250,000
personas.(2, 3)
La prevalencia global es de 1 a 18 % entre los diferentes
países, aunque existen evidencias que
ha aumentado en algunos países y que se ha estabilizado en
otros.( 4, 5, 6,7, 8) (Anexo 1)
1.2 Prevalencia y Mortalidad en Cuba
A partir del año 1999, esta entidad ha experimentado un
aumento de la dispensarización en la atención
primaria de salud. En el 2006, último año del que
se disponen de estadísticas sobre este tema,
constituyó la segunda enfermedad de mayor prevalencia
entre aquellas de las que se consignan en el Sistema
Estadístico, 88.7 x 1 000 hab. (1 000 332
dispensarizados)(8) (Anexo 2.) (Tabla 1)
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